By Bill.
El juego ha terminado, me levanto a bailar con todo(a)s los que me lo piden y sigo bebiendo...
Bill... -me giré y tras de mi está Andreas- no sé si a Simone le agrade que vuelvas alcoholizado... -¿Qué hora es? -cerca de la una de la mañana. -sacudí la cabeza y me levanté- vámonos -¿Estás bien? -asentí y caminé medio mareado- creo que yo conduciré sugirió Andreas. -De acuerdo -busqué las llaves en mi chaqueta y se las entregué.
Shh Bill... No quieres que te atrape Simone, ¿cierto? -susurró Andreas- no... shh...
Abrí los ojos y mi habitación ya estaba suficientemente iluminada por el sol... -la escuela! -me levanté de golpe y mientras me metía al baño alguien llamaba a mi puerta -¿qué pasa? -Soy Andreas -Ya voy Andy, me he quedado dormido pero ¡pasa!
Al sacudir mi ropa para meterla al cesto de cosas sucias salió volando una hoja de papel, la levanté y recordé que se trataba del reto que debía cumplir. Salí del baño y me acerqué a Andreas -Bill ya es muy tarde... -mira esto -le enseñé la hoja- qué es? -preguntó- es un reto que debo cumplir, dijeron que podía abrirlo hasta llegar a casa... -¡Dale Bill! -sonrió Andreas emocionado.
La nota decía lo siguiente:
Bill: El líder de der Löwen se llama Tom, asiste a clases ocasionalmente pero siempre se le ve fuera fumando con sus amigos. Es frío, muy reservado y también agresivo. Tu reto es acercarte a él y tratar de convencerlo de tener una relación contigo.
Por mucho tiempo has sido considerado el chico más cool del instituto, y te jactas de agradar y gustar a todas las personas. Si consigues que Tom se fije en ti cada uno de los que jugamos anoche te daremos 100€ y quedará más que claro que tu título como el más popular de la escuela, no se cuestiona. Tienes 3 semanas para conseguirlo.
Corre tiempo y...
¡SUERTE!
¡No jodas Bill! ¿Enserio lo harás? -Bu... Bueno, no tenía ni idea de que se trataba de eso. -Es un mal reto. –Sonrió Andreas sacudiendo el papel- ¿Lo crees? -Sí, tú lo lograrías si así lo quisieras y en mucho menos tiempo. -Sin esfuerzo alguno aunque ellos lo cuestionen. -Exacto. -Bueno... Ya veremos cómo se dan las cosas aunque es absurdo. -Andreas rio y recordando que ya íbamos tarde volvió a presionarme para salir cuanto antes a la escuela.
A la entrada de la escuela parecía que las cosas habían vuelto a la normalidad.
Oye Bill -susurró Andreas- por allá está... -carraspeo- Tom y no se ve exactamente bien. -giré la mirada de un lado a otro y lo encontré fumando en el parque del frente del instituto; su ropa estaba media sucia y tenía un gran moretón en la mejilla, como estaba alejado no pude captar grandes detalles.
Es una buena excusa -¿Qué cosa? -Acércate a hablar con él... -¡No! -sí, pregunta que pasó ayer. -Me tomara de idiota. -Creí que esto era fácil para ti... -Lo es sólo que... No por ahora. -¡Oh vamos! Es muy sencillo, no hay pretexto más perfecto y... -bien, bien ¡ya voy! -tomé valor y atravesé la calle para darle alcance a Tom.
Hey... -sonreí simpáticamente y el chico aparto el cigarro de sus labios- Prinz -hizo algo parecido a una reverencia y se echó a reír; ahora que lo tenía más cerca pude captar mejores detalles; su labio estaba hinchado y sobre la ceja tenía una pequeña bandita parecida a un parche- wow... -¿Qué? -Eh... No... Respecto a ayer -me toqué la nuca y tragándome todo mi orgullo (Que en verdad es demasiado) logré articular una sola palabra- gra...cias -Tom se encogió de hombros- eres alumno de la escuela por eso lo hice... -Supongo que se puso feo –señalé su labio- ¿qué, esto? –negó y soltó una carcajada- esto no me lo hicieron los sharks -¿Ah no? -Claro que no Prinz -Enton... –Llegaron patrullas y los cabrones de los policías me llevaron por fuerza... El único daño que ellos lograron fue en la escuela. -¿La escuela? -pregunté sin creérmelo- Sí. -Tom apagó su cigarrillo contra el suelo y camino- sígueme -ordenó y así lo hice.
Entramos en la escuela y me condujo por la parte lateral hacia el auditorio principal. Al llegar la ventana principal estaba quebrada, prácticamente hecha añicos- ellos... ¡¿hicieron eso?! -Así es Prinz pero ya lo cobraremos, daremos una visita a su instituto. -¿No crees que es peligroso? -vamos ¿eso te preocupa? -La verdad sí. -Pues no deberías y... ¿Acaso no tienes clase? -¿Y tú? -¡Joder Prinz! Sabes de sobra que yo... -su tono se volvió melancólico- no tengo oportunidad pero... Bueno tú... Eres buen estudiante. -No completamente... -¡Ve a clases matado! –Su voz había recuperado la dureza de antes- ¿Matado? ¡No soy ningún matado! –Lo eres. -Soy popular. –Respondí orgullosamente pero Tom se rio con descaro de mí y volvió a la salida de la escuela; sin pensármelo, lo seguí- oye ¿qué haces? -preguntó al notar que iba tras de él- invítame un cigarrillo –Tom negó- vuelve a la escuela. -No. Y si no me lo quieres dar ¡bien!, compraré uno. –Me di vuelta y Tom me jaló del hombro tendiéndome su cajetilla con cigarros; tomé uno- gracias. -¿Necesitas fuego? –No, tengo un encendedor aquí... -rebusqué entre mi mochila y cuando lo encontré encendí el cigarro y le di una calada- vamos al parque, ¿quieres Prinz? –Seguro.
¿Qué quieres estudiar? -pregunté mientras Tom se echaba en el césped y se encogía de hombros- quería medicina -¿Querías? -hice énfasis en esa palabra que parecía estarla diciendo en tiempo pasado- sí, quería porque... Para entrar en la facultad piden como requisito haber terminado la preparatoria en 3 años -Y ¿tú...? -4, Prinz 4 años aquí que probablemente se conviertan en 5. -Pero podrías esforzarte si... Comenzaras con entrar a clases y... -No, olvídalo Bill.
Así que si sabes mi nombre -reí- por supuesto, ¿qué pensabas? -Como siempre me llamas Prinz... -Oh bueno... Eso es por tu "fama" aquí y por la actitud que tienes y por tu porte y por la forma en que ha... -¡Bien! Ya me quedó claro. -¿Lo ves? -rio- todo un príncipe. -me encogí de hombros- y ¿es todo lo que haces? -¿A qué te refieres? -Sentarte a fumar y ver pasar el tiempo. -Bueno... Ven acuéstate -Me señaló el césped y dudando un poco me agache palpando el pasto para comprobar que no estuviese mojado; a Tom pareció enojarle eso así que jalándome de la muñeca me hizo caer- Augh! –Me incorporé adolorido de las rodillas y me sacudí mi ropa- enserio dudas del ¿por qué te llamo Prinz? si lo mamón te desborda y se nota a kilómetros -se burló- ¡oye mis jeans son Calvin Klein! -Lo que sea... -Tom parecía absorto en el cielo así que imitando su posición miré las blanquísimas nubes- ¡woah! -Nunca te habías detenido a mirar pequeños detalles ¿no Prinz? -Bueno... Creo cuando voy a la playa y me bronceo miro al cielo o al horizonte. -Deberías evitar cosas superfluas. -¿A qué te refieres? -Por ejemplo justo ahora, te preocupas por ensuciar tus pantalones Kelvin... -¡Calvin! -Como sea, el punto es que por pensar en la ropa o en suciedad ignoras cosas bellas como el cielo o las aves que cruzan frente a ti y muchas cosas más que no... -Una pequeña explosión resonó por la calle Tom se levantó de golpe y jalándome de la muñeca hizo lo mismo conmigo- ¿qué fue eso? -pregunté desconcertado- se escucharon como explosivos artificiales. -¡Joder! Petardos ¿cómo ayer? -quise salir corriendo pero el fuerte agarre de Tom me lo impidió- ¡hey Prinz tranquilízate!
Tom corrió hacia el campo de football americano sin soltarme, cuando llegamos había por lo menos unos 30 tipos con camisas de americano.
Cuando nos vieron entrar la incertidumbre se clavó en sus rostros.
¡Tom! -se acercó un tipo enorme- escuché que die Raben van a venir hoy... -¡No me digas! ¿Hace cuánto que lo sabes? -Ayer por la noche lo supe. -Y ¿apenas lo comentas?... -el grandulón simplemente se calló así que Tom continuo- Muy bien, ¡te toca ir al frente! -el chico enorme de pronto pareció todo lo contrario a alguien intimidante- ¿yo...? -Por supuesto los cuervos están en la esquina de la preparatoria y ya que te diste el gusto de no comentar nada supongo que tendrás los huevos suficientes para ir primero.
Mientras el tipo se acojonaba, yo me sentía intimidado ante tantas miradas intensas.
Un par de tipos comenzaron a susurrar cosas entre ellos y luego se dirigieron a Tom- ¿Quién es tu amiga pelinegra? -sonrieron ambos, no sé si a burla o en un mal intento de parecer agradables- ¿Amiga? ¿Disculpen? -Tom rio escandalosamente y luego señalando mi entrepierna comentó- no se confundan, ahí hay un par de pelotas más grandes que las que Gabe se carga -el tipo enorme gruñó y sacó un picahielo de no sé dónde.
Me asusté pensando que le haría daño a Tom- Tom… -susurré alejándolo de Gabe- ¡Gabe, con calma! Bill es nuevo y eso le desconcierta... -¿Bill? Enserio que es tío -comentaron con asombro- ¿entrará con nosotros? -No. En absoluto. Creo que debí presentarlo de otra forma... Caballeros -comenzó Tom con tono burlescamente exagerado- les presento a der Prinz -los murmuros crecieron de nuevo está vez más escandalosos; miré al suelo sintiéndome muy incómodo entonces una chica de apariencia ligeramente masculina habló- no quisiera interrumpirlos en su idolatración señoritas pero les recuerdo que tenemos a los cuervos encima. -Sí Samantha lo entendemos pero ver al príncipe aquí resulta nuevo... quizás... Tom podría explicarnos ¿qué... -Basta -tronó Tom- los cuervos están aquí. Estaremos listos a tu señal, Gabe. -Tom miró a otra chica de las pocas que había entre tantos hombres y comentó- Jenette esta vez no sales. -¿Por qué? -preguntó la falsa pelirroja- te quedarás aquí con der Prinz sólo para asegurarnos. -¿Tengo que cuidarlo? -se burló y Tom sonrío- me alegra que lo entiendas. No nos tomarán mucho tiempo, los cuervos son todos unos pendejos. -El problema será la policía. -replicó Jenette- Por eso tienes un trabajo especial; además de quedarte con Bill mantendrás abierto el campo de americano para que podamos correr y escondernos aquí. -Se oye muy simple. -lo será -corroboro Tom.
¡Armas! -gruño Gabe. Todos sacaron navajas, picahielos, bates, petardos, entre otras cosas y salieron al encuentro del otro bando de porros.
Por supuesto estaba preocupado por lo que podría suceder pero ahora ya sóo me quedaba esperar por su regreso.