Capitulo II
Que bello era, sus rasgos eran tan finos y delicados, su piel blanca como una perla, su cabello negro como la noche que al mismo tiempo era sedoso, y brillante, los labios eran sisados y delgados, su cuerpo un tanto delgado aunque muy bien proporcionado, este chico debía ser perfecto.
Los mechones de cabello caían por su cara, llevaba unos 3 minutos inconsciente aunque al parecer estaba durmiendo o algo parecido ya que en su cara había una expresión de confort y no de dolor por lo que el peliblanco decidió despertarlo un unos pequeños golpecitos en sus mejillas, dio el primero y no pasó nada, dio un segundo, tercero, cuarto, quinto y el pequeño se movió un poco, comenzó a tocar con sus dedos los delgados labios del chico acercándose lentamente a estos.
-Pppppero señor ¿Qué sucedió?- decía el chico que trataba de incorporarse con un leve sonrojo al tener al otro tan cerca
-Te quedaste dormido- dijo Soul un tanto seco
-Lo siento señor, no sé qué me paso tenía mucho tiempo que no me sucedía-
-Ahhh si no te preocupes solo dame la cuenta-
-no como cree esto va por cuenta de la casa… puedo preguntarle algo…-
-Claro-
-¿Qué hacía tan cerca de mí?-
Soul se puso nervioso- Pues… me aseguraba de que estuvieras respirando… por eso estaba tan cerca de ti-
-¿Es usted un viajero?-
-Si-
-¿y hacia dónde va a ir?-
-No lo sé, voy a donde vaya el viento-
-¿entonces no se queda mucho tiempo en un lugar?-
-No-
-¿Cuánto tiempo estará aquí?-
-Mañana me iré-
-Vaya y… ¿tiene un lugar en donde quedarse?-
-Si mi tienda de campaña-
-No dejare que se quede ahí, tal vez llueva y usted se podría enfermar… le ofrezco mi casa no es muy grande pero tengo una habitación libre-
-¿tus padres no se enojaran?-
-Vivo solo, mi madre murió y no sé nada de mi padre desde hace años-
-Lo siento-
-No se preocupe, venga acompáñeme a mi casa ya voy a cerrar- minutos después ambos chicos emprendieron camino, la casa del chico era un poco pequeña pero no del todo, tenía tres recamaras, cada una con baño, sala, comedor, cocina, sótano y un gran jardín.
-Tu casa es muy bonita-
-Gracias, siéntese por favor… ahora mismo hare algo de cenar- el chico pelinegro se puso un mandil con patitos y se dispuso a picar algunas verduras- dígame ¿Cuál es su nombre?-
-Soul-
-Es un lindo nombre- suspiro- tiene tantos significados y a la vez ninguno, es usted a veces parece que sabemos algo suyo pero, luego ya no… es misterioso ¿lo sabía?-
-Me lo habían dicho-
-Quien se lo dijo tenía razón-
-Yo me llamo Kid mucho gusto- relajando una sonrisa- seguramente ha de hacer muchos amigos en sus viajes-
-No-
-Ohhh ya veo- el silencio inundo el lugar, hasta que una tetera comenzó a silbar- la comida esta lista, venga a sentarse-
-Deja de hablarme así-
-¿Así como?-
-Como si fuera tu abuelo, somos de la misma edad-
El chico soltó una carcajada- Tienes razón, es que estoy tan acostumbrado a hablar así por mi trabajo ahhhh el otro día hasta a mi perro le hablaba así…-Ambos tomaron un lugar en la mesa uno frente al otro- pero bueno que no te de pena siéntete en confianza – el peliblanco tomo un pan y comenzó a degustar la comida.
-Este delicioso- decía Soul
-Qué bueno que te ha gustado- Kid no quitaba la mirada de otro chico cada movimiento, cada gesto nada se le podría escapar
-¿sucede algo?-
-No ¿Por qué la pregunta?-
-Porque no has tocado tu comida-
-ahhhh ya bueno es que no como mucho- comenzó a jugar un poco con su comida- tengo que pedirle algo-
-Dime-
-Quiero ir contigo-