Los libros que estaban en sus delicadas manos cayeron al suelo y se tapó la boca con una mano.
ChanYeol y Yuang So…Besándose apasionadamente en una esquina del baño. Sus fuertes y grandes manos estaban en la cintura de la chica y los brazos de ella iban por su ancha y fuerte espalda.
Al oír el golpe de los libros al caer, se separaron. Yuang So tenía una mirada de odio y ChanYeol lo miraba sorprendido.
¿Por qué lloraba? Había visto esto millones de veces, tenía que aceptarlo y dejar de velar por un amor que jamás seria correspondido.
Intento parar las lágrimas pero solo caían, sin poder controlarlas. Sentía un fuerte dolor en el pecho, todo el cuerpo le dolía. Sentía que se caería en cualquier momento.
Casi por inercia se agacho, recogió los libros del suelo y salió corriendo. No escucho su nombre, seguramente a ChanYeol le importaba en lo más mínimo. Seguramente se enojaría con él por haberlo interrumpido y lo golpearía. Okey, eso jamás había pasado pero su dolor era tan grande que sentía que moriría.
Dejo los libros en la biblioteca, que gracias a dios no había nadie y se fue a esconder entre las columnas llenas de libros. Nadie iba nunca allí, no lo encontraría nadie. Las lágrimas caían sin parar de sus ojos finamente delineados. Escondió su cabeza entre sus rodillas, esperando desaparecer del mundo. No quería estar ahí. ChanYeol tenía novia, o algo así y nunca se fijaría en él.
Tuvo que haber hecho algo muy malo en su otra vida para que le pasara eso. ¿Por qué lo amaba tanto? Ni siquiera podía odiarlo, era demasiado para él. No eres nada Baekhyun, dijo para sí mismo.
-Baekhyun- dijo “su” voz algo agitada. Levanto la mirada y ahí estaba el ¿Cuando había entrado?
-Déjame- murmuró débil. No quería verlo, no quería ver a nadie.
-Baekhyun- se agacho para quedar a su altura.
-Si viniste a burlarte de lo patético que soy, ya me lo dije a mi mismo. Ahórratelo y por favor –dijo sollozando.
-No me iré-dijo mirándolo fijamente.
-Por favor- murmuro- Vete.
-No.
-Bien- intento levantarse pero ChanYeol lo detuvo.
-No iras a ninguna parte- dijo volviéndolo a sentar.
-Ya suéltame-se zafó de su agarre- Déjame ir-nuevamente ChanYeol lo detuvo.
-Para de llorar, sabes que no me gusta- dijo intentando secarle las lágrimas pero Baekhyun corrió su cara.
-No me toques- olía a “ella”, eso lo estaba asqueando. No quería que lo tocase sabiendo a quien había tocado antes- Tampoco importa si lo estoy o no, da igual.- el alto frunció el ceño.
-No da igual, estas llorando. Odio que llores- sí, claro.
-Da igual, vete con ella- se golpeó mentalmente. No tendría que haber dicho eso.
-No, ahora estoy contigo.
-¡Vete! ¡No quiero verte!- grito aun llorando, estaba perdiendo la paciencia.
- Bacon, para.
-No, no me digas así- negó- No quiero que me digas así. Lo siento, no debí interrumpirte, puedes volver y hacer lo que estabas haciendo- dijo dolido, estaba intentando sonar indiferente.
-Baek...-lo interrumpí.
-¡Para! ¡Ya dije que lo siento! Puedes ir y acostarte con ella en todos los baños, en la mesa, lo que sea no me importa- joder, no podía parar de llorar, estaba actuando ridículamente estúpido.
-Por favor escúchame.
-¡No! No quiero escuchar nada, es lo que haces ¿no? Te acuestas con chicas diferentes todo el tiempo, da igual. Y es lo que querías, me alejare de ti, te dejare solo. Está bien. Ve con ella.
-¿Qué...?-dijo con el ceño fruncido- ¿Alejarte de mí?
-Si, lo que sea, me voy, no te molestare más. Se feliz con ella- como pude Salí de ahí. Tome mis cosas del casillero y me largue de la escuela. Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos. En todo el camino a mi casa no podía dejar de recordar la escena de ellos besándose.
Además, ¿en que estaba pensando? Soy demasiado delgado, pálido y pequeño. Nadie querría estar conmigo en su sano juicio.
Entre a mi departamento y me tire en mi cama. Me quite la ropa y me acosté haciéndome pequeñito. Llore toda la noche.
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Al despertar, fui directamente al baño. Mi cara lucia horrible. Tenía ojeras y estaba más pálido de lo normal. No quería ir a ninguna parte. Una parte de mi había muerto. Me duche y me volví a acostar. ¿Por qué no dejaba mi mente en paz? En todo lo que pensaba era en el besándose con ella, en el disfrutando del beso, en el….
¿Cuántas veces intente olvidarlo? Nunca pude, y jamás podría. Seamos sinceros, ella era perfecta, cosa que yo no era.
Mi teléfono no dejaba de sonar, cansado lo avente contra el suelo. Seguramente se rompió, da igual.
¿A si se sentía amar a alguien? ¿Tenía que doler tanto? ¿Por qué las cosas no eran un poco más simples? ¿Qué hice mal, como para merecer esto?
Al cabo de unas horas desperté, me duche y me dirigí a la cocina. No tenía hambre, pero tenía que limpiar el desorden. Y todas las cosas que estaban tiradas eran de ChanYeol. Mi corazón se oprimió. Tome una de sus remeras y m ela lleve a la nariz. Tenía su aroma, tan perfecto y hermoso como él. Había un par de dibujos que le daba Chen a ChanYeol de Yoda. Él se burlaba de sus orejitas, pero para Baekhyun eran hermosas y tiernas. Casi sin pensarlo, estaba llorando de nuevo. Era impresionante que todavía no se haya secado.
El constante golpe en la puerta lo hizo pararse molesto del sillón. Se limpió las lágrimas con la manga de su sweater, que, inconscientemente era de ChanYeol. Le quedaba enorme, parecía un vestido.
Abrió la puerta, consiente de su cara de muerto viviente y lo vio. La persona que no quería ver estaba ahí parado con una bolsa y la respiración agitada.