Capítulo 44: Deslices
Chanyeol se despertó solo. Lo encontró un poco extraño teniendo en cuenta la forma en la que normalmente se despertaba, con Baekhyun aferrado a él mientras respiraba suavemente contra su pecho. Con esa ausencia a su lado, Chanyeol se tumbó en la cama durante unos minutos mirando al techo.
En ese momento se sumergió en sus pensamientos sobre el chico por el cual había desarrollado inesperadamente cierto afecto. Volteándose, Chanyeol empujó su cara contra la almohada de Baekhyun. Como era de esperar, tenía su olor. Cerrando los ojos, Chanyeol se tomó un segundo más para sí mismo antes de levantarse lentamente de la cama.
No estaba acostumbrado al hecho de que Baekhyun se había levantado de la cama sin él. Se sentía un poco raro sin pasar por su rutina matutina. Normalmente comenzaba con Baekhyun despertándolo al juguetear con su cuerpo, aunque no de una manera sexual. Baekhyun trazaba casualmente la línea de su mandíbula algunas mañanas. Otras mañanas juntaba sus manos y las comparaba.
Más tarde, una vez que Chanyeol estaba despierto, Baekhyun comenzaría a divagar sobre un tema, que se ramificaría a otro tema completamente irrelevante al anterior, pero normalmente Chanyeol se adecuaba a ellos. Con el tiempo se había acostumbrado a sus conversaciones mañaneras. Ninguno de los dos estaría suficientemente conscientes como para tener una conversación seria, pero Chanyeol encontraba divertida su manera suelta de comunicarse.
Mientras se sentaba en la cama, sus ojos descendieron poco a poco hacia abajo, a sus manos. Específicamente se detuvieron sobre su dedo anular e inmediatamente se acordó de su relación subyacente con el criado de la casa. Chanyeol, gimoteanndo, se pasó una mano por el pelo frustrado.
Baekhyun era actualmente el criado, amante, novio, y prometido de Park Chanyeol.
Cuanto más pensaba Chanyeol en ello, más parecía una orgía de adjetivos innecesarios. A medida que repasaba los hechos, contempló qué quería hacer. Ya había hecho todo del libro. A pesar de que había comenzado su relación de una forma poco ortodoxa, Chanyeol se dio crédito por intentar darle un mejor trato a Baekhyun de lo que había conseguido anteriormente en sus relaciones pasadas.
En sus esfuerzos, había tratado de darle a Baekhyun lo que quería, dentro de lo razonable. Entre sus necesidades estaba el afecto, lo haya o no admitido el idiota. Chanyeol podía pillar la indirecta con solo mirar a la creciente colección de romance adulto de Baekhyun.
Levantándose de la cama, Chanyeol suspiró a la vez que comenzaba a vestirse. Cuando miró su aspecto en el espejo, había un pensamiento dentro de su cabeza que estaba gritando a todo volumen. Parte de su cerebro quería contarle a Baekhyun quién era en realidad, qué eran en realidad. Otra parte suya no estaba de acuerdo, sostenía que sería mejor si Baekhyun nunca se enterase. Había una imagen en la mente de Chanyeol, una en la que aparecía la escena donde Baekhyun se enteraba y se sorprendía gratamente por la "coincidencia" de toda la situación. Pero sin importar lo mucho que quisiese pensar que no habría ninguna consecuencia por mantener el secreto de Baekhyun, Chanyeol sabía que ocurriría lo contrario.
Cuando entró en el salón principal, Baekhyun no estaba en ningún lado. La curiosidad lo picó sobre dónde estaba su prometido, pero su atención fue desviada inmediatamente hacia Kyungsoo, quien lo llamó a la cocina para el desayuno.
Tomando asiento junto a Kris, Chanyeol murmuró su agradecimiento cuando Kyungsoo le entregó una taza de café. Mientras el cocinero y su ayudante hurgaban en la cocina tratando de terminar de hacer todo, Chanyeol miró despistado hacia la ventana de vidrio, viendo el mar a lo lejos, en silencio.
Kris no paraba de mirar en su dirección. A menudo alternaba miradas entre Chanyeol, Kyungsoo y Kai, pero la mayoría del tiempo sus ojos estaban puestos sobre el dúo que discutía en la cocina. Con golpecitos con el pie y los dedos, Kris suspiró y dejó escapar un pensamiento de su preocupada mente.
—¿Es que nadie va a hablar sobre lo de anoche?
La atención de todos estaba de repente sobre el hombre sentado junto a Chanyeol. Tomando un sorbo de su taza, Chanyeol chasqueó los labios un par de veces mientras levantaba una ceja.
—¿Qué es lo de anoche?
Kris rodó los ojos.
—¿Vamos a ignorar el hecho de que toda la casa podía oíros a ti y a tu prometido en plena faena? Hasta el perro os oyó.
Chanyeol desestimó el "problema" encogiéndose de hombros y continuó disfrutando tranquilamente su mañana. Frustrado, Kris se volvió hacia Kyungsoo y Kai, quienes se encogieron de hombros también. Kyungsoo se giró primero, pero Kai tuvo la amabilidad de dar una explicación simple por su falta de preocupación.
—Estamos acostumbrados a ello.
Kris alzó las cejas en señal de confusión. No tenía sentido en su mente que la gente en esa casa estuvieran "acostumbrados a ello". Nugget no contaba. No era más que un perro que respondía ante la voz de su dueño. Kris sabía que la pequeña bola de pelo negro no sabía lo que estaba haciendo cuando corrió en dirección de la voz de su padre.
En cuanto a las otras personas en la casa, Kris seguía atascado en un bucle. La única conclusión que podía hacer en su mente era que Chanyeol y Baekhyun hacían frecuentemente ese acto en la casa. Kris pudo adivinar que su conclusión se abrió camino hacia su cara porque lo siguiente que supo fue que, Kyungsoo, quien rara vez le hablaba, le dirigió una mirada inexpresiva y dijo:
—Tienes la idea correcta.
Baekhyun trató de estar cómodo, pero el suelo del sótano de Chanyeol era tan sucio como frío. Con nada más que una pequeña y fina manta extendida debajo de ellos, era también difícil para Sehun encontrar comodidad. La luz fluorescente por encima de ellos era uno de los únicos puntos positivos a su alrededor. Rascándose la cabeza, Baekhyun miró la cortadora de césped que estaban intentando desmontar, la que Sehun utilizaba normalmente se había roto así que la vieja, la cual estaba acumulando polvo en la capa subterránea de la casa, era la única opción. Era una tarea demasiado grande llevar la máquina escaleras arriba y averiguar luego cómo encajarla a través de la puerta. Después de unos minutos, decidieron que era mejor si desmontaban todo el aparato.
A medida que Sehun desatornillaba las piezas, se las entregaba a Baekhyun, quien identificaba las partes específicamente a ojo. Luego apuntaba su tipo y ubicación antes de meterlas en bolsas organizadas. Después de veinte tornillos, Sehun miró a Baekhyun mientras el chico de pelo castaño tomaba cuidadosamente las piezas y las identificaba rápidamente.
—¿Cómo haces eso? —preguntó Sehun con pura curiosidad.
—¿Hacer qué? —respondió Baekhyun mientras frotaba su lápiz sobre un bloc de papel.
—Hacer eso —dijo Sehun—. Solo los miras y sabes qué tipo de tornillo son. Quiero decir, mira, estás incluso escribiendo su diámetro.
—Sólo estoy estimando. —Baekhyun se rió mientras negaba con la cabeza.
—Aún así —murmuró Sehun mientras sacaba unos cuantos tornillos y quitaba la bolsa y las manivelas del cortacésped—, yo nunca sería capaz de hacer eso, sin importar cuánto intente memorizar números.
—La memorización no es algo que me resulta difícil —respondió Baekhyun.
—Eso no es difícil de creer.
La pequeña conversación decayó y Baekhyun decidió rellenar el hueco diciendo:
—Gracias por dejar que Nugget durmiera en tu habitación anoche.
—No es nada —respondió tímidamente Sehun a la vez que recordaba repentinamente los acontecimientos de la noche anterior—, simplemente vimos algo de televisión juntos.
—A Nugget le gusta el canal para niños. Oh, ¡el de las verduras que hablan!
Sonriendo, Sehun inclinó la cabeza ante la revelación de Baekhyun.
—Creo que es lindo cómo lo tratas como un niño.
—Él es mi bebé —arrulló Baekhyun a la vez que ahuecaba su cara con las manos.
Finalizado el desmontaje, Sehun decidió tomarse unos minutos para sí mismo mientras se recostaba sobre sus manos y miraba a Baekhyun terminar de organizar todo. Con los ojos fijos en el cansado chico, Sehun observó cómo Baekhyun tomó su lápiz y comenzó a darle vueltas. Después de un momento, Sehun curvó los labios y preguntó:
—¿Te gusta Chanyeol?
Baekhyun hizo una pausa antes de reír nerviosamente.
—¿Qué clase de pregunta es esa?
—Simplemente estoy preguntando porque…ya sabes... vosotros dos parecéis ir en serio.
—¿Ah, sí? —preguntó Baekhyun con voz alegre.
Levantando las cejas, Sehun asintió efusivamente.
—Sí, él ha sido muy bueno contigo últimamente.
El moreno trató de ocultar su sonrisa, pero fracasó en última instancia. Se rió por vergüenza y Sehun no pudo evitar sonreír mientras el sonido llenaba sus oídos.
—Simplemente está siendo un idiota ultra cursi. Oh, pero dijo que es mi novio ahora —dijo Baekhyun, tratando de decirlo de una forma en la que no sonara como una cosa muy importante a pesar de que lo era claramente—. Pero sí, lo amo, a pesar de lo estúpido que es. Vale, bueno, no es estúpido, porque, ya sabes, es obviamente un culo inteligente, pero entiendes lo que quiero decir.
—Oh...Espera, ¿novio? —Sehun miró hacia arriba—. ¿No es tu prometido?
Baekhyun parpadeó un par de veces. En ese tiempo, Sehun se dio cuenta de que se había ido de la lengua. Diez angustiosos segundos pasaron con nada más que un doloroso silencio para los oídos de Sehun. La expresión del rostro de Baekhyun estuvo en blanco por un tiempo y, por un momento, Sehun pensó que era el desafortunado chico que la cagó primero, pero cuando una mirada juguetona iluminó la cara de Baekhyun, Sehun sintió algo de alivio. Levantándose del suelo de un salto, Baekhyun se lanzó sobre Sehun, empujando al joven contra el suelo y sentándose sobre él a horcajadas.
—Yah, no es mi prometido, chico flor. —Bromeó Baekhyun, empujando su frente contra la de Sehun—. No te pases. No estoy prometido con ese gigante. Bueno, todavía no. Ah, ¡no sé! —Baekhyun se echó hacia atrás, pero seguía sentado encima del jardinero—. Bueno, tendremos que verlo. Me gustaría casarme con él, pero no es más que una ilusión. —Baekhyun miró hacia abajo a Sehun, sonrió, se inclinó y le pellizcó las mejillas—. No bromees, chico flor —dijo inocentemente mientras ignoraba los gritos de Sehun—. No me des ilusiones, ¿vale?
Mientras Sehun se retorcía, comenzó a empujar inconscientemente sus caderas hacia arriba para tratar de quitarse a Baekhyun de encima. A pesar de lo difícil que le era mantenerse, Baekhyun continuó intentando infringirle dolor al diecinueveañero pellizcando y pinchando sus costados. Completamente sin opciones, Sehun levantó las manos y las colocó en la cintura de Baekhyun con la intención de empujarlo.
Sehun nunca había sido un tipo con suerte. El universo casi nunca estaba de su lado. Los momentos adecuados tampoco eran su forté. En el momento en que puso sus manos sobre el cuerpo de Baekhyun, la puerta se abrió y Chanyeol estaba de repente en la parte superior de las escaleras observándolo mientras trataba de empujar a Baekhyun, lo que obviamente lucía mal.
El dúo dejó de moverse cuando la presencia de Chanyeol se hizo presente. A diferencia de Baekhyun, Sehun no estaba ni de cerca con ánimo para sonreír. Su cerebro necesitó un segundo para darse cuenta de que sus manos seguían sobre el prometido de su jefe. Rápido en la acción, Sehun las dejó caer a los lados de su cuerpo. Se dio prisa elevándose sobre sus codos y le dio un codazo a Baekhyun en pánico.
—Quítate. Hey, quítate, quítate, quítate, Baek.
Sin mirar al frustrado diecinueveañero, Baekhyun se quitó y comenzó a caminar hacia las escaleras para encontrarse con el gigante que se acercaba.
—¡Hola! —soltó con una gran sonrisa en la cara—. ¿Ha acabado Kyungsoo de cocinar?
Chanyeol abrió la boca para responder, pero su mente estaba demasiado preocupada, sobre todo cuando Sehun seguía en el suelo con el pelo revuelto de mil y una maneras. Sus ojos se movieron hasta Baekhyun, quien le sonreía tímidamente como si no encontrara nada malo en el hecho de que Sehun estaba prácticamente empujándolo hace unos segundos. Chanyeol se frotó la frente, tratando de mantener una voz tranquila por el hecho de que todavía era por la mañana.
—¿Exactamente... qué estabais haciendo vosotros dos?
—Oh, estábamos desarmando esa vieja segadora. Por cierto, Sehun necesita una nueva. La que usa está rota.
—Eso no —dijo Chanyeol impaciente—. ¿Por qué estabas encima de él?
Sehun se sentó rápidamente.
—Me atacó...
—No, no lo hice. —Baekhyun se echó hacia atrás—. Él dijo algo y yo le estaba enseñando una lección. —Encogiéndose de hombros, Baekhyun sintió que había justificado sus acciones.
Con el ceño fruncido, Chanyeol miró a Sehun, quien lucía genuinamente preocupado. Decidiendo que no valía la pena enfadarse por un malentendido, Chanyeol negó con la cabeza y agarró la mano de Baekhyun.
—Sehun, termina el resto por tu cuenta —ordenó.
Tragando saliva, Sehun asintió.
—De acuerdo...
—Sehun, ¿estás seguro de que estarás bien? —preguntó Baekhyun mientras Chanyeol comenzaba a obligarlo a subir las escaleras—. Podría ayudar si quie...
—¡No! —respondió rápidamente Sehun—. No, gracias —dijo con más calma—. Estoy bien, lo tengo. Gracias, Baek.
—Si tú lo dices.... Oye, llámame si me necesitas, ¿vale? —ofreció Baekhyun.
—Claro —respondió Sehun. Cuando le echó un rápido vistazo a Chanyeol, se hizo una nota mental para no aceptar la oferta de Baekhyun.
Cuando llegaron al tope de las escaleras, Chanyeol volvió la cabeza hacia Baekhyun y le preguntó—:
¿Qué te dijo? —La pregunta provocó que Baekhyun mirase hacia otro lado hasta que Chanyeol lo obligó a mirarle otra vez—. Baekhyun, dime lo que Sehun te dijo.
—Es vergonzoso, Yeol —se quejó Baekhyun—. Y tengo hambre, hambre de verdad. ¿Qué hizo Kyungsoo? Le dije a Kai que quería...
—Baekhyun.
Baekhyun resopló.
—Chanyeol.
—¿Qué te dijo Sehun?
Después de recibir un apretón de la mano del gigante, Baekhyun dejó escapar un suspiro.
—Me dijo que eras mi prometido. Oh, ¡pero era una broma! —Estirando la cabeza hacia atrás, Baekhyun gritó—: ¡Esa broma era estúpida, Sehun!
De fondo, Chanyeol oyó el silencioso "lo siento" de Sehun. Para él, una simple disculpa no iba a arreglar el desliz, pero se obligó a mantenerse en sus casillas. Chanyeol sabía que no podía soltarse justo en frente de Baekhyun, quien había malinterpretado todo como una broma.
Volviendo a Chanyeol, Baekhyun se mofó.
—Prometido....eso está en un nivel totalmente diferente, Chanyeol.
Con los labios apretados, Chanyeol asintió.
—Sí …—Tirando a ambos de vuelta a la planta principal, Chanyeol condujo suavemente a Baekhyun hacia la cocina.
—Escucha, come sin mí —ordenó, cuando Baekhyun abrió la boca para preguntar por qué, Chanyeol lo interrumpió—. Voy a volver a bajar para ayudar a Sehun con esa estúpida máquina de la era de los dinosaurios.
—Yo podría haberlo ayudado —discutió Baekhyun incluso cuando Chanyeol lo estaba obligando a tomar asiento junto a Kai.
—Lo siento, pero con tus enclenques brazos no serías capaz de levantar nada —replicó Chanyeol.
—Pero...
Inclinándose, Chanyeol depositó rápidamente un beso en los labios del moreno, lo que lo calló por fin. Kris, quien estaba sentado unos asientos más allá, se burló y apartó la mirada de la escena. Baekhyun no lucía afectado por cualquier sentimiento que ese beso supuestamente transmitía.
—Besarme no hará que me tiemblen las rodillas y olvide lo que iba a decir, Chanyeol.
—Lo sé, pero besarte te hace más sumiso. —Entonces Chanyeol sacudió ligeramente la nariz de Baekhyun, haciendo que el chico diera un pequeño salto en su asiento—. Ahora come. Volveré con Sehun.
—No le hagas daño, cari —pidió Baekhyun cuando Chanyeol estaba a punto de marcharse.
—¿Por qué iba a hacerle daño?
Baekhyun le dio a Chanyeol una mirada estoica.
—Me estaba revolviendo literalmente. Estaba arando mis campos. Tú eres el agricultor sobreprotector de mi tierra fértil. No quiero que le hagas daño, Chanyeol.
Chanyeol se mordió la lengua y mantuvo la boca cerrada. Sin discutir más, se dio la vuelta y se dirigió de nuevo al sótano. Pero con cada paso que daba, Chanyeol no podía evitar tener la referencia agrícola de Baekhyun invadiendo su mente.