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Not Intended por MrsBatido

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Capítulo 49: Cortando madera y la entrega de la Caja Negra

 

 

Los siguientes pocos días pasaron con flojera.

 

Baekhyun intentó mantenerse fuera del camino de Chanyeol, pero el segundo estaba seguro de que el chico se estaba sobrepasando. Donde sea que necesitase ver a Baekhyun, este no estaba y cuando lo estaba, era tan cariñoso que Chanyeol tenía que forzarlo a apartarse.

 

No había nada diferente en la forma de ser de Baekhyun a parte de sus repentinas desapariciones las veces que Chanyeol estaba por ahí. Seguía teniendo la misma caprichosa sonrisa y el mismo ruidoso saludo que gritaba cada vez que Chanyeol emergía de su dichoso cuartito de Dios.

 

Por la noche, se seguían tocando, pero Baekhyun se negó a tener sexo muy rotundamente una noche, lo que lanzó a Chanyeol a un hoyo. No era la primera vez que el chico había dicho queno, pero era la primera vez que de verdad no hicieron nada pese a lo mucho que Chanyeol intentó coaccionarlo para intimar.

 

La siguiente mañana después de esa noche acabó siendo normal. Baekhyun se despertó antes que Chanyeol, pero cuando intentó salir como lo estuvo haciendo estos días atrás, Chanyeol lo cogió por la cintura y lo bloqueó con los brazos, negándose a dejarlo ir tan temprano. Baekhyun se retorció, pero no ayudó para nada al caso.

 

Era inevitable con todo el cuerpo desnudo en contacto que Chanyeol se pusiera duro, gimiendo cada vez que Baekhyun intentaba retorcerse con más fuerza. Cuando Baekhyun se dio cuenta de lo que había hecho, se detuvo y congeló por un momento. Tras quedarse tumbado por unos cuantos segundos, sintió los labios de Chanyeol contra su cuello y abandonó lo que hubo decidido de aguantarse la noche anterior.

 

Baekhyun acabó montando la dureza de Chanyeol esa mañana antes de que cambiaran de posición, lo que tuvo a Baekhyun abajo mordiendo la almohada mientras intentaba amortiguar su voz cada vez que Chanyeol se sumergía dentro de él con cierto toque de urgencia.

 

Baekhyun intentó ocuparse con un hobby con el fin de alejarse de Chanyeol mientras trabajaba. Mirando en el sótano, encontró una cesta de hilo sin usar y un kit entero de punto. Bufando, supuso que la abuela de Chanyeol le dio los objetos esperando que su nieto se uniese a su club de punto. Obviamente, Chanyeol no tenía interés.

 

Por unas cuantas horas, Baekhyun se quedó en el sótano sentado sobre una manta, intentando averiguar cómo hacer punto por su cuenta. Cuando no pudo averiguarlo, lo dejó. Mirando a su alrededor, encontró una tabla de madera sin usar. Entonces tuvo una brillante idea.

 

Se levantó y corrió escaleras arriba con su tabla de madera. Mientras cruzaba la cocina, se encontró a Kyungsoo, quien estaba confuso sobre por qué Baekhyun estaba corriendo por la casa con un trozo de madera.

 

—¿Qué estás haciendo?

 

—Voy a hacer un tablero —dijo orgulloso Baekhyun—. ¿Dónde está Sehun?

 

A Kyungsoo no pareció agradarle demasiado la nueva aventura de Baekhyun, sin embargo, respondió.

 

—Fuera.

 

—¡Gracias!

 

Habilidosamente, Baekhyun abrió la puerta con el pie. Kyungsoo miró mientras el chico raro que su jefe llamaba “amante” salía con su tabla. Desapareciendo por un lateral de la casa, Baekhyun se volvió irrelevante en el mundo de Kyungsoo tan pronto como desapareció de su vista. Si Baekhyun se hiriera y Chanyeol preguntase quién era el responsable, Kyungsoo podría colgárselo a Sehun porque Byun Baekhyun y su tabla de madera eran ahora responsabilidad del jardinero de la casa.

 

 

 

 

 

 

—Baek, ¡ya no creo que esto sea una buena idea! —chilló Sehun por encima del fuerte sonido de la máquina.

 

—¡Solo va a ser un segundo!

 

—¡Lo haré yo por ti! —alegó Sehun.

 

Baekhyun sacudió la cabeza.

 

—No. Yo puedo hacerlo.

 

—Si te cortas la mano, Chanyeol me cortará a mí la cabeza.

 

—No, no va a hacerlo —bufó Baekhyun—. No da tanto miedo.

 

Las palmas de Sehun comenzaron a sudar mientras miraba a Baekhyun manejar la pequeña sierra de oficio. Si lo estuviera usando por su cuenta, Sehun no habría puesto la hoja plateada a un nivel tan alto que resultara intimidante. Pero como era Baekhyun manejando la peligrosa herramienta, no pudo evitar sentir que necesitaba cavar su tumba pronto.

 

Baekhyun estaba concentrado. Había dibujado con antelación sus líneas a cortar, pero pese a estar preparado, Sehun se sintió como un abuelo que iba a tener un ataque al corazón por culpa del colesterol.

 

—Baek, date prisa y acaba con eso...Espera, no. Tómate tu tiempo. No te cortes los dedos, por favor... —suplicó Sehun.

 

—No lo haré. Ya verás.

 

Sehun estaba preparado para declararse culpable de todos los cargos criminales de homicidio involuntario cuando Baekhyun comenzara a cortar pequeños cuadrados por el lateral de su tabla. Por sorpresa, Baekhyun pasó por la mayoría de sus astutos cortes sin ningún accidente. Cuando terminó, Sehun por fin soltó un suspiro de alivio.

 

—¿Ves? —dijo Baekhyun, riéndose de la expresión en la cara de Sehun—. Nada malo ha pasado.

 

Sehun estaba por reírse también y concordar hasta que Baekhyun, inconscientemente, intentó apagar la sierra inclinándose sobre ella hacia el interruptor. En menos de un latido de corazón, el borde de su camiseta quedó atrapado en la hoja que giraba y con rápidos reflejos, se agarró a la mesa, lo que le permitió echarse hacia atrás.

 

—¡Sehun! —gritó—. ¡Ayúdame!

 

Con pánico, Sehun corrió inmediatamente hacia la fuente de alimentación y desenchufó la máquina. Rápida y gradualmente la hoja dejó de girar. La camiseta de Baekhyun estaba hecha trizas y aún fija entre las afiladas hojas.

 

Baekhyun no supo por qué sintió sus ojos aguarse. Era porque podría haber muerto o porque el osito de peluche pintado en esa camiseta que se compró en unas rebajas de liquidación estaba hecho pedazos. No sabía qué razón era más importante.

 

Respirando con dificultad por ese cercano catastrófico suceso, Sehun agradeció a los cielos por toda la buena suerte del mundo con la que ambos estaban bendecidos en ese momento. Si Baekhyun no se hubiera agarrado o si él no hubiera corrido y desenchufado la maldita cosa a tiempo, Sehun se habría encontrado a sí mismo en la cárcel por dejar a un idiota cortar un tabla que encontró en el sótano. Frotándose la frente, Sehun dijo:

 

—Quítate la camiseta. Ya no sirve...

 

Los labios de Baekhyun titubearon mientras sus ojos bajaban hacia donde su camiseta estaba pillada.

 

—Esto estaba...Esto estaba en liquidación...—dijo en calma.

 

—Podemos comprarte otra —ofreció Sehun—. Estoy seguro de que si se lo pides a Chanyeol, nos dará algo de dinero para ir de compras.

 

—No, me dirá que me compre algo bonito —dijo Baekhyun—. No le gustan las camisetas como esta...

 

Sehun frunció los labios y asintió.

 

—Bueno, quítatela de todas formas. Nos encargaremos de esto luego —dijo.

 

Sabiendo que Sehun llevaba razón, Baekhyun asintió y se sacó la camiseta. Cuando por fin se liberó, tambaleó unos pasos hacia atrás antes de sujetarse a su propio cuerpo.

 

—Para el expediente estos no son picaduras de bicho.

 

—Sé que no lo son —respondió incómodamente Sehun mientras comenzaba a quitarse su propia camiseta.

 

Confuso, Baekhyun preguntó.

 

—¿Qué estás haciendo?

 

Una vez que se había quitado del todo la camiseta, Sehun se la lanzó a Baekhyun.

 

—No creo que quieras andar por la casa sin una camiseta puesta.

 

—Me da igual —dijo Baekhyun sonriendo.

 

—A Chanyeol no —murmuró Sehun—. Simplemente, póntela.

 

Encogiéndose de hombros, Baekhyun cumplió. Mientras se ponía la camiseta, Sehun cogió la tabla de madera de la mesa de cortar y la sujetó para Baekhyun mientras el chico intentaba salir del cobertizo.

 

—¿Para qué necesitas esto, por cierto?

 

Cogiendo la tabla con sus manos, los ojos de Baekhyun brillaron.

 

—¡Voy a tejer una alfombra!

 

Cuando Sehun alzó la ceja confuso, Baekhyun explicó.

 

—Encontré hilo en el sótano. No sé hacer punto, así que pensé en tejer una pequeña alfombra. Encontré esta cosa y pensé que podría hacer un tablero para tejer con esto. No es lo mejor, pero servirá.

 

—Quieres...Quieres tejer.

 

—Quiero un hobby —corrigió Baekhyun—. Algo que me aparte de Chanyeol mientras él esté trabajando, ya sabes...

 

—Ah, vale —dijo asintiendo Sehun—. Bueno, deberías volver adentro. ¿Dónde vas a tejer?

 

—En el sótano —respondió Baekhyun, saliendo del cobertizo.

 

—¿Sabe Chanyeol que es ahí donde has estado pasando el tiempo? —preguntó Sehun, sacando su cabeza, mirando mientras Baekhyun comenzaba a caminar de vuelta a la casa principal—. Se ha estado preguntando dónde te metes.

 

—¡Dile que no se preocupe! —gritó Baekhyun cuando se alejaba caminando—. ¿Qué daño puedo hacer con hilo?

 

 

 

 

Mientras cenaban, Chanyeol no pudo evitar sentirse raro con lo que estaba mirando. Nadie más parecía haberse dado cuenta o preocupado, pero iba más allá de lo que él podría haber ignorado.

 

—¿Por qué coño está el perro sentado en una alfombra de mierda?

 

Baekhyun abandonó la tejeduría.

 

 

 

 

El aburrimiento continuó el día siguiente, pero cuando alguien tocó a la puerta, la alegría vino en forma de caja negra. Sehun fue a abrir la puerta y firmó el paquete. Tras mirar la etiqueta, vio para quién era.

 

—Paquete para Park Baekhyun —dijo Sehun, aguantándose un bufido.

 

Como si estuviera usando una ayuda auditiva para personas ancianas que no podían oír bien, Baekhyun oyó la llamada del chico flor y corrió desde su dormitorio hasta el salón donde Sehun estaba sujetando la caja. Nugget intentó seguir el ritmo de su papi, pero sus pequeñas patas no pudieron llevarlo muy lejos antes de quedarse atrás. Deteniéndose drásticamente frente a Sehun, Baekhyun arrebató la caja de las manos del más joven y caminó rápidamente hacia la cocina, de donde sacó un cuchillo y comenzó a abrir el paquete.

 

—¿Qué es eso de Park Baekhyun?

 

—Necesitaban un apellido y un nombre —respondió como si nada Baekhyun.

 

—Así que...decidiste usar el apellido de nuestro jefe —aclaró Sehun.

 

—No he causado ningún daño —dijo Baekhyun mientras quitaba la cinta.

 

Una vez que abrió las solapas, la cara de Baekhyun brilló inmediatamente.

 

—Son tan bonitos...

 

Curioso, Sehun se movió hacia donde Baekhyun se había colocado en la cocina y miró dentro.

 

—¿Qué estás mirando...?—Se detuvo cuando se dio cuenta de que estaba mirando una caja llena de juguetes para adultos—. Da igual —murmuró mientras se apartaba.

 

Nugget, quien por fin había llegado a la cocina, estaba pateando la pierna de Baekhyun, ladrándole. Riéndose, Baekhyun cogió la caja en brazos. Asegurándose de pasar por encima a Nugget, Baekhyun comenzó a correr de vuelta a su habitación. Al correr demasiado rápido, la caja se meció demasiado para algunos de los objetos del interior. Un objeto negro se salió y cayó al suelo. Antes de que Baekhyun pudiera agacharse y cogerlo, Nugget, quien estaba justo detrás, cogió el objeto de veinte centímetros con su boca y corrió de vuelta por donde vino.

 

Suspirando, Baekhyun continuó de vuelta a su cuarto. Cerrando la puerta a sus espaldas, puso la caja sobre su cama y se subió. Sacándolo todo, comprobó la calidad y leyó cuidadosamente el manual de algunos de ellos sobre cómo tendría que cuidar los juguetes para adultos.

 

Tras indagar un poco más, Baekhyun encontró el tubo de lubricante que compró junto a los tres consoladores, dos vibradores y una bala. Tentado por probarlo, Baekhyun se bajó los pantalones de pijama y se quitó el cárdigan que estaba llevando.

 

Inclinándose contra su almohada, se puso cómodo antes de arquear su cuerpo de manera que su culo mirase hacia arriba. Tatareando, se aseguró de que nada estuviera en el camino de su entrada. Con las piernas abiertas y los pantalones de pijama por sus rodillas dobladas, Baekhyun usó sus dientes para romper el plástico que cubría el lubricante. Mientras se cantaba una canción para sí mismo, giró lentamente la tapa y quitó el protector. Luego echó la tapa hacia atrás y lo abrió. Pero, antes de que pudiera biselar una cantidad sobre sus dedos, la puerta se abrió y Chanyeol entró con Nugget en un brazo y un consolador negro en la otra mano.

 

Congelado en el sitio, Chanyeol miró los sorprendidos ojos de Baekhyun por un minuto, sin molestarse en decir ni una palabra. Entonces, lentamente movió su atención hacia la caja negra antes de volver a la íntima posición de Baekhyun consigo mismo. La siguiente cosa que Nugget supo es que estaba siendo lanzado fuera del dormitorio de su papi y ni siquiera recuperó su conzolador.

Notas finales:

Esa última falta es intencionada.


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