POV’s Yugi
“Las dos horas de la siesta fueron las mejores que hubiera podido tener, si de ahora en adelante podía dormir con Yami no me importaría para nada volverme un perezoso, la calidez y comodidad de estar entre sus brazos era inigualable, ciertamente podría acostumbrarme a esto” pensaba mientras me revolvía ligeramente tratando de zafarme de los brazos de Yami sin despertarle, cuando lo conseguí me senté despacio en la cama y me talle un ojo, un bostezo se me escapo mientras me estiraba, voltee a mirar a mi acompañante, el rostro de Yami se mostraba totalmente relajado, incluso podía notar una pequeña sonrisa en sus labios… se veía tan lindo… “¿eh, yo dije eso? Rayos Yugi, deja de pensar tonterías” me reprendí. Dirigí mi mirada a mi mochila sobre el escritorio, es cierto! debía hacer todos mis deberes hoy para poder pasarme el fin de semana tranquilo, quería dedicar todo mi tiempo posible a compartirlo con Yami.
─Bueno pues, al mal paso darle prisa ─ murmure mientras me sentaba en el borde de la cama para pararme sin embargo sentí una presión en mi mano.
─Pasa algo, aibou? ─ Yami se había sentado y me sujetaba por la muñeca viéndome con una mirada adormilada bastante parecida a la que yo tenía.
─No pasa nada Yami, sigue durmiendo, mientras yo debo hacer mis tareas escolares─ le dije con mi mejor sonrisa ─ eh! Perdóname, te he despertado?
─ Eh? No, es que me eh sentido raro de repente, me desperté para ver que era ─ ladee la cabeza ¿raro? ─y es porque te habías separado de mí ─ sus palabras me hicieron sonrojar.
Yami emitió una risita.
─Vamos, ve a hacer tus tareas, yo regresare a acostarme para no molestarte ─ yo solo le sonreí mientras él me soltaba lentamente la muñeca.
Me dirigí a mi escritorio para empezar con mis deberes, no sin antes acercarme al rostro de mi acompañante y dejarle un beso en la mejilla, logrando que su rostro igualara el sonrojo en el mío.
Fin de POV’s Yugi
Entre tareas y tareas el pequeño tricolor se demoró un par de horas, mientras tanto, ya en los últimos minutos Yami se decidió por explorar un poco la habitación de su luz. Las paredes estaban pintadas de un suave color azul cielo, en el techo había pegadas calcomanías con forma de estrellas, en una de las paredes había un armario negro junto a un espejo en el lado adyacente, en la del frente había varias repisas igual de negras repletas de juguetes y muchos peluches, un balón y unas cajas de juegos de mesa, se acercó a uno de los estantes tomando un pequeño peluche de un mago oscuro.
Yugi, quien recién terminaba su última tarea giro la silla y miraba con curiosidad a su otro mientras se estiraba. Yami sintió la mirada de su luz por lo que s volteo para verlo también.
─Terminaste?
─Si! ─ asintió efusivamente ─porque no hacemos algo juntos ─ propuso tímidamente.
Yami ladeo el rostro ─algo? como qué? ─pregunto mientras dejaba el peluche en su lugar
─Mmmm. No sé, que tal si vemos una película, o te apetece más salir a dar un paseo?─ propuso, dándole a elegir a su interlocutor.
─ ¿Una película? ─ murmuro más para sí mismo, pero Yugi le escucho ─ ¿cómo la que vimos en casa de Bakura?
─Claro, hay muchas películas como esa que podríamos ver ─ concedió con una sonrisa, entonces tomo la computadora portátil que estaba más alejada en su escritorio y la encendía mientras regresaba a sentarse a la cama al lado de Yami con la intención de mostrarle varias películas y que él decidiera cual le llamaba más la atención.
Cuando su par se acercó le mostro una lista de pelis infantiles para que su yami viera las portadas junto al breve resumen y eligiera
Yami eligió un clásico “El rey León” (N/A: perdón, no pude contenerme, pero me parece que encaja bien aquí y además la letra de una canción en particular me gusta para ellos)
Yugi coloco la película en pausa mientras conectaba la computadora a la televisión de su cuarto, mientras tanto Yami acomodaba las almohadas contra la pared de forma que pudieran ver la película medio recostados sin que al pequeño le incomodara la espalda (N/A: no sé, imaginen los cojines triangulares contra la pared con otro par de almohadones, o algo así n.nU)
Cuando todo estuvo listo, cerraron la ventana, corrieron las cortinas, cerraron la puerta y apagaron, finalmente se acomodaron en la cama y dieron play al video.
…
La película les gustaba a ambos, los dos se notaban entretenidos, después de media hora Yugi había terminado recostado en el pecho de Yami quien le rodeaba con un brazo y con la mano libre le hacía de vez en cuando mimos al pelo del menor, la escena (de ellos, no de la peli) transcurría con total normalidad, era como si el contacto con el otro fuera tan natural y tan necesario que no se percataba de lo embarazoso que podría resultar el que alguien lo encontrara en ese instante.
En momentos como ese sentían como se reforzaba su lazo, se sentía más unidos, la paz y tranquilidad que les brindaba el otro era gratamente aceptada, definitivamente esto era algo que ambos necesitaban.
…
Pronto una canción en particular capto su atención, Yugi le había explicado a Yami que ese tipo de películas traían varias canciones para agradar más a los niños.
Es la noche del amor
El cielo trae paz
El mundo está perfecto en su quietud
Con todo en su lugar
“En ese momento todo era perfecto y ambos estaban donde debían estar” fueron los pensamientos de ambos tricolores.
Quisiera ser sincero
No sé qué voy a hacer
¿Decirle la verdad? Imposible
Hay mucho que esconder
No quiere hablar, ¿qué esconde?
No puedo comprender
¿Por qué no quiere ser quién debe ser?
¿El rey que veo en él?
Yami frunció el señor levemente, pero Yugi no lo noto, el chico estaba más concentrado en seguir la letra de la canción en voz baja, aun así a Yami le pareció que su voz era comparable solo con los ángeles
Es la noche del amor
El cielo trae paz
El mundo está perfecto en su quietud
Con todo en su lugar
Es la noche del amor
Con todo en su lugar
Más allá de toda oscuridad
Hay amor y paz
Los dos chicos cruzaron sus miradas ¿Qué es este sentimiento? ¿En verdad será amor? Eran las dudas que carcomían la mente de ambos chicos “¿Qué es esto que siento? Es mucho más fuerte que lo que en algún momento llegue a sentir por Tea. ¿Yami que me pasa? ¿Por qué solo tu me provocas esto?” “¿Tener estos sentimientos hacia mis luz está bien? No debería, solo soy su protector, pero… las miradas y sonrisa que me da, ese deseo de que solo me las brinde a mí....Jamás había sentido nada así! Yugi, ¿qué me has hecho mi dulce hikari?
Mientras estos pensamientos invadían sus mentes ambos jóvenes iban acercando inconscientemente sus rostros, solo se percataron de este hecho cuando sus labios entraron en contacto, ambos pares de ojos se ensancharon ampliamente, pero ninguno de los dos hayo fuerza suficientes para separarse del otro, simplemente se dejaron llevar por lo que sentían respondiendo a la caricia del otro, Yugi llevo su manos tras la nuca de Yami quien coloco ambos brazos alrededor de su aibou mientras que ambas bocas bailaban juntas.
Cuando el oxígeno se hizo necesario separaron sus bocas apenas unos milímetros en busca del vital elemento, Yami fue más rápido y aprovechando que Yugi mantenía sus labios entreabiertos junto de nueva cuenta sus bocas, esta vez su lengua pedía permiso para entrar en la boca del menor, Yugi no opuso resistencia alguna y una vez dentro la lengua del mayor recorrió toda la cavidad en busca de su compañera, al encontrarse ambas lenguas empezaron una danza tan antigua como el hombre mismo en el que se enrollaban, desenrollaban, se rosaban y jugueteaban con la otra de manera tímida e inexperta, explorando y descubriendo nuevas sensaciones, muy gratas de por si.
Cuando el aire fue requerido una vez más ambos se separaron definitivamente. Sus ojos chocaron, dos joyas amatistas con diferentes tintes brillaban de igual manera admirando al ser que tenían en frente, y que en estos momentos era lo único que había para sus respectivos dueños.
─Yugi…
─Yami…
Quisieron hablar al mismo tiempo, despertando al otro del letargo en que su mente había sido sumida, un profundo sonrojo se extendió por ambas caras hasta las raíces de sus cabellos y desviaron la mirada. Sus emociones estaban revueltas y eran transmitidas sin control a través de su vínculo que parecía haberse descontrolado tras el beso. Sin embargo, gracias a este hecho ambos podían estar tranquilos a sabiendas que él otro no se encontraba molesto o incomodo por su “atrevimiento”
Aliviados por esto regresaron su mirada a su par. Sentían la necesidad de decir algo.
─Yugi/Yami… te quiero mucho ─ dijeron a la vez.
Ambos pares de ojos se ampliaron y una sincera sonrisa se plasmó en sus rostros una bellas sonrisas que eran única y exclusivamente por y para ellos. Y así sería de aquí en más, porque ellos, estaban unidos por el destino.
Retornaron a sus antiguas posiciones, felices y dispuestos a terminar de ver la película.
…
Pasaron otros veinte minutos antes de que la película terminara.
─ ¿Qué tal? ─ pregunto Yugi ─ ¿te gusto la película?
─Si, me ha gustado todo ─ dijo con una particular mirada y sonrisa traviesa que hizo sonrojar a su compañero.
Yugi se revolvió en la cama con la intensión de acercarse de nuevo a su yami para un beso, sin embargo presiono accidentalmente el control remoto. La televisión cambio de estar conectada a la computadora a un canal aleatorio donde anunciaba una ruidosa propaganda sorprendiendo y sobresaltando a ambos.
“Hey Tu! Si tú, te estoy hablando, ¿no te encanta la cantidad de animales que hay en el mar? ¿No te gustaría poder ver montones de especímenes marinos sin salir de la ciudad? Pues ven a visitar el gran acuario “Mundo Marino”!! Podrás disfrutar de un paseo por el subterráneo del acuario y será como caminar en el fondo del mar sin mojarte ni un poco, veras a las mantarrayas como si estuvieran volando. Podrás alimentar a las tortugas, nadar con tiburones y ver los grandiosos espectáculos que preparamos cada día!
¡Ven pronto a visitarnos! ¡No te pierdas de esta gran oportunidad!
¡Apresúrate, que te esperamos!”
La presentación fue acompañada con fotos y cortos videos demostrando el interior del acuario, un gran túnel con techos de vidrios mostraba encima un gran acuario lleno de muchas variedades de peces de diferentes tamaños y colores llamando mucho la atención de Yami.
─ Vaya! Que montón de peces! ─exclamo el mayor asombrado.
Yugi sonrió ante la ingenua impresión de su otro yo. Los ojos le brillaban al mayor.
─Nee, mou hitori no boku, ¿qué dices? ¿Te gustaría que fuéramos mañana a pasearnos el acuario?
─ ¿Lo dices enserio? ─pregunto ilusionado
Yugi asintió alegre de poder hacer feliz a su yami ─ Claro que sí! Hacía tiempo que quería ir pero no me había atrevido a mencionárselo a los chicos.
─Iremos con los demás?
El más chico negó ─ya es demasiado tarde como para invitar a los demás ─ comento viendo por la ventana que el sol ya casi desaparecía por el horizonte ─espero no te moleste que vayamos solos ─ dijo con una tímida sonrisa y un pequeño sonrojo.
Yami le sonrió un tanto pícaro y se acercó para robarle un beso ─ ¿cómo podría molestarme eso, aibou?
─Entonces está decidido, mañana iremos al acuario─ recibió un asentimiento por parte de su otro yo, en ese instante Yugi se dejó llevar por sus emociones y se acercó al rostro de su yami para robarle otro beso provocando una pequeña risita cómplice en ambos, toda esta situación les sirvió para reforzar sus lazos ─Bien, debo bajar y preparar la cena, le dejare la abuelo en el horno para que la caliente cuando llegue.
Yugi salto de la cama y salió de su habitación para bajar las escaleras, una bella sonrisa adornaba su rostro y parecía no tener intenciones de irse pronto lo que traía fascinado a cierto espíritu que flotaba a su lado con gran tranquilidad.
Yami se sentó en la mesa del comedor mientras Yugi prepara un estofado para él y su abuelo. Mientras tanto el menor tarareaba una suave canción.
─Parece que se te da muy bien esto de cocinar Yugi ─
─ Supongo que viviendo con mi abuelito me eh acostumbrado a preparar la mayoría de los alimentos para ayudarle, en esas eh aprendido bastante y supongo que le termine cogiendo el gusto, además es agradable cocinar para alguien que aprecia lo que haces.
Yami ladeo la cabeza.
─Que tal si cambias un rato de lugar conmigo mientras ceno para que lo pruebes y me dices que te parece?
─Claro, si eso es lo que quieres.
… Unos minutos después Yugi ya tenía la cena lista sirvió dos platos, uno lo dejo dentro del horno y el otro lo coloco en la mesa al lado de Yami quien le miraba con suma atención.
─Pues para mi tiene muy buena pinta.
─Pues entonces buen provecho! ─ dijo con una sonrisa mientras el rompecabezas brillaba y hacían el cambio, ahora Yugi era quien se sentaba en la mesa mientras Yami tomaba asiento y se disponía a comer
─Parece que empiezas a dominar el rompecabezas ─ menciono antes de tomar la cuchara y probar del plato ─Wow! Yugi esto sabe delicioso.
─Lo dices enserio Yami? ─el mencionado asintió ─ Me alegra muchísimo que te guste! ─ respondió ilusionado.
Luego de unos bocados más Yami decidió volver a cambiar para dejar que Yugi cenará por si solo, reiterándole una vez más lo rica que le pareció su comida.
Luego de cenar ambos subieron para arreglar la habitación y Yugi puso a llenar la tina para darse un baño.
………….. En la tina………………
Yugi había dejado el rompecabezas en una repisa del baño ahora estaba recostado en medio de una tina llena de burbujas, las tomaba en su manos y las soplaba como un niño pequeño, Yami sintiendo mucha ternura por este acto apareció arrodillado a su lado fuera de la tina -vestido- y recostó su cabeza en el borde de la bañera, tomo unas pocas burbujas en su mano y las coloco en la nariz del menor haciendo reír a este, distrayéndolo de la vergüenza que le provocaba el que Yami le estuviera viendo en el baño.
Con una risita traviesa tomo más burbujas en su mano y se las soplo directo a la cara del espíritu.
Duraron unos minutos entre ese jugueteo hasta que Yugi decidió que ya era hora de salir y cambiarse por lo que Yami regreso al rompecabezas mientras el chico se secaba y vestía con su pijama de pantalón azul y camiseta negra antes de colgárselo nuevamente(N/A: como el primer cap.)
Al volver a la habitación Yugi se acomodó en la cama no sin antes ajustar el despertador -ahora era capaz de seguir durmiendo hasta el mediodía sino- , Yami apago las luces y se acomodó junto a su luz como la noche pasada, solo que esta vez lo abrazo de inmediato
─Que descanses Mou hitori no boku/ore ─ se desearon al mismo tiempo para luego compartir un dulce beso de buenas noches.
…..
..
A la mañana siguiente ambos se despertaron alrededor de las 8 gracias al despertador.
El menor hizo su deberes en casa, arreglo su cama, dio los buenos días a su abuelo quien ya les esperaba con el desayuna en la mesa, aseo un poco la casa y la tienda antes de poner el letrero de ‘abierto’ y le dijo a su abuelo sus intenciones de salir.
El anciano asintió y agradeció a su nieto por su ayuda, el chico se disculpó por no venir a almorzar a casa, luego Yugi tomo su cartera, llaves y demás cosa necesarias para salir rumbo a la parada del autobús que los llevará al acuario.
Este día en particular se había decidido a usar un pantalón azul oscuro y un sweater azul de manga larga y capucha, en sus muñecas un par de manillas negras con baches dorados hacían juego con el rompecabezas que colgaba de su cuello como de costumbre.
….
Durante el camino Yugi se sentó en una banca doble, Yami apareció a su lado a lo que el pequeño se recostó levemente en su hombro, lo suficiente para pasar desapercibido, el mayor en respuesta le paso un brazos por la cintura mientras que la otra mano la paseaba descuidadamente entre los mechones de su luz.
….
El arribo al acuario fue toda una experiencia, Yami miraba todo a su alrededor con gran curiosidad, Yugi lo noto y trataba de hablarle sobre todo lo posible, pero su yami se reservaba su curiosidad y no preguntaba nada por lo que no sabía exactamente sobre lo que tenía dudas.
Mientras hacían fila para las entradas Yugi distinguió una particular melena blanca que se acercaba.
─/Yami ¿Ese no es Ryou?/ ─ él espíritu volteo a donde su protegido le indicaba con la mirada.
─Si y parece que viene con su compañero ─respondió serio al notar la figura del espíritu albino flotando al lado de Ryou señalando diversas cosas mientras, al parecer le preguntaba al chico sobre ellas. Conociendo ya tan bien a su luz, llevo su mano al rompecabezas permitiéndole a Yugi reconocer la energía del espíritu de la sortija justo antes de que el niño lo intentara.
─Nee, Ryou, por aquí Ryou! ─ llamaba agitando una mano en alto y usando la otra como altavoz para que su amigo alcanzase a oírle. En efecto el albino menor se giró en dirección al tricolor sonriendo al encontrarse con su nuevo amigo por lo que fue corriendo hasta él.
─Hola Yugi, Yami. Buenos días! ─saludo una sonrisa mientras abrazaba brevemente a Yugi quien correspondió al gesto, ambos sin saber que este mínimo contacto encelo a sus respectivos yamis.
Ambos alvinos iban vestidos igual, una camisa verde era cubierta por un sweater de color crema con una línea en ‘V’ cerca de su cuello de color gris y de manga larga, junto a un jean claro y unas deportivas, la sortija del milenio colgaba orgullosamente en sus pechos. (la ropa que llevan en el reino de los duelistas)
─Buenos días a ustedes también─ saludo con una sonrisa ─ Que sorpresa encontrarlos a los dos por aquí.
─Bueno, es que hemos visto la propaganda en tele ayer por la noche y a Bakura y a mí nos ha hecho mucha ilusión venir a ver.
Ambos tricolores ladearon el rostro confundido cuando el menor menciono su propio nombre.
─ ¡Ah es cierto, no se los eh dicho! ─ llevo su mano frente a donde estaba Bakura con la palma hacia arriba ─él me ha pedido que le deje usar mi apellido, es por eso que ayer te pedí que me llamaras por mi nombre.
─Ah! Ya veo.
─ ¿Qué tal si recorremos el lugar todos juntos? ─ sugirió el albino con una sonrisa.
─ Claro! Me encantaría ─ y una vez más ambos espíritus tuvieron que disimular su molestia ante la interacción de su hikaris, aun así, como los chicos parecían felices evitaron que percibieran sus sentimientos para no arruinarles el rato, acto seguido intercambiaron un movimiento de cabeza a modo de saludo, parecía no haber rencores entre ellos más aun así todavía no entablaban una amistad en concreto, quizá solo sería cuestión de tiempo, después de todo ambos eran muy parecidos.
Ambas estudiantes pagaron sus entradas en la taquillera y se dirigieron felices al interior del afamado acuario seguidos de sus respectivos yamis, lo primero que visitaron fueron las vidrieras que daban vista a grandes tanques individuales y mostraban varias especies en recreaciones de sus distintos hábitats, de ríos, de mares, de lagunas y pantanos, desde aguas tibias como el Ecuador hasta frías como Alaska, exhibían diferentes especies de plantas, corales y peces de todo tipo de ambientes.
Luego dieron un recorrido por un largo túnel cuyo techo era completamente de vidrio y les permitía ver a todos los animales nadando encima y alrededor suyo, Bakura preguntaba sobre varias cosas que veían, entre Ryou y Yugi respondían sus preguntas satisfaciendo la curiosidad de ambos espíritus.
Cardúmenes de mantarrayas y tortugas pasaron nadando justo sobre ellos, pareciendo que volaran maravillando a los cuatro chicos, los yamis se elevaron hasta el cristal del techo colocando sus palma contra este, sus ojos brillando con infantil ilusión, al ver esto Yugi y Ryou se miraron entre sí sonriéndose.
Se integraron a un recorrido de unas 25-30 que los llevo hasta los tanques donde estaban los tiburones, a todos se les ofreció la oportunidad de nadar con dicho animales (N/A: con los obvios implementos de seguridad) Solo una pareja acepto, Ryou por el contrario expreso su desagrado por tales criaturas. Se abrazó a si mismo mientras comentaba.
─Me encanta nadar, el mar y los peces, pero si hablas de tiburones apaga y vámonos ─ tembló levemente manteniendo sus brazos en sus propios hombros apretando los ojos.
Yugi rio por lo bajo
─Tienes razón, esos enormes animales dan miedo con sus enormes bocas.
─Vamos a otra parte, quiero estar lo más lejos posible de esos monstruos ─ comento viendo como un tiburón se acercaba a la superficie a pocos metros de la plataforma donde estaban.
─Yo te sigo!
Sus yamis compartieron una pequeña risita.
De ahí pasaron a ver un espectáculo de pingüinos donde la entrenadora de las aves les hacía señas para que naden de manera tal como si hicieran un ballet acuático y también saltaran a través de aros que ella sostenía cerca de la superficie. Bakura se burló del particular andar de los pingüinos, incluidos los imito ganándose las risas de sus tres acompañantes.
Pasado el mediodía los menores decidieron almorzar en un pequeño restaurante que descubrieron integrado en el acuario. Yugi y Ryou se sentaron en la mesa y pidieron sus órdenes mientras Yami y Bakura recorrían un poco más los tanques aledaños, cosa que aprovecharon ambas luces para conversar.
─Así que… como les va a ti y a Bakura? Eh visto que se llevan bastante bien y que se sonríen muy a menudo ─ pregunto Yugi tomando un poco de la malteada que habían pedido mientras esperaban la comida.
─ ¡Si te soy sincero Yugi estoy muy feliz! ─ exclamo el albino, tomo un poco de su propia malteada antes de continuar ─ Ayer fuimos al parque y conversamos mucho. Bakura es mucho más agradable de lo que llegue a pensar en un primer momento, me hace reír, hay veces en las que parece un niño pequeño cuando pregunta por las cosas que ve y eso se me hace adorable, es… cariñoso a su manera ─dice rememorando las veces que le había abrazado─ a veces dice cosas tontas o de manera brusca o burlona, pero está en su personalidad y a mí no me molesta para nada, me gusta pasar tiempo con él, es como si… no sé, fuera tan… ─Ryou se detuvo tratando de encontrar la palabra adecuado.
─Natural… es como si estar en contacto con él fuera tan natural a tus sentidos que te es casi necesario para sentirte completo y feliz ─ completo el tricolor.
─Eso es! Justamente lo que yo siento. Parece que estamos igual ─ sonrió ─creo que somos muy afortunados Yugi, hemos encontrado a dos personas muy especiales que se han unido a nuestras vidas y nos hacen sentir cosas muy bonitas y que también nos necesitan, es como si nos complementáramos. En mi vida, nunca había sentido nada parecido por nadie ─ apretó un poco el vaso en sus manos ─ si te digo la verdad eh llegado a sentir un poquito de miedo ─ bajo la cabeza.
─ ¿Miedo? ¿Miedo a qué?
─A que este sentimiento… se me vaya de las manos. No se… si me entiendas.
Yugi suspiro.
─Créeme, te entiendo perfectamente Ryou.
─Yugi?
─Yo también me plantee lo mismo. Si este tipos de sentimientos… ¿Qué eran? ¿Qué había en Yami que me los provocaba? ¿Por qué eran diferentes a los que sentí… o creí sentir por alguien? Pero sobre todo ¿estaba bien tenerlos?
─ ¿Alguien? ¿Te refieres a Tea?
─Si, pensé que ella me gustaba, pero lo que siento por Yami es mucho más fuerte y yo… me confundí ¿Cuáles eran en verdad mis sentimientos? ¿Serian únicamente gratitud con él?
─ ¿Y a que conclusión llegaste?
─ A que lo que siento por Yami es muy diferente a cualquier otra cosa, es más fuerte, no sé si sea amor ─Ryou abrió sus ojos como platos─ pero yo… le quiero mucho, es algo que está mucho más allá de mi y que no puedo controlar… A que no me importa nada más que estar y hacer feliz a Yami, dedicarle cada minuto que pueda... A que no me importa lo que nadie más pueda pensar, únicamente me importan nuestros sentimientos.
─Yugi… le has dicho lo que sientes?
La mesera les trajo sus almuerzos. En ese momento ambos voltearon a ver a sus contrapartes, parecían aún muy entretenidos con los acuarios así que no se preocuparon y retomaron su ‘charla-confesorio’
─Si, ayer.
─Seré un maleducado si te pido que me cuentes?
─No, en realidad deseaba hablar de esto contigo, eres el único que podrías entenderlo ─ Ryou sonrió feliz ─ Luego de que llegáramos a casa decidí tomar una siesta antes de hacer los deberes, así que Yami y yo nos acostamos en la cama.
─Duermen juntos?
Yugi asintió ─ esa misma noche cuando se presentó, me dijo que se sentía algo solitario estando en el rompecabezas y sin poder conversar conmigo, por lo que le invite a dormir a mi lado ─ el albino asintió para que continuara ─ Cuando me levante me dijo que se quedaría en cama mientras yo hacía mis tareas y cuando las termine le ofrecí hacer algo juntos, que si quería salir a pasear o ver una película, terminamos con la segunda opción. Así que puse una peli y nos acomodamos a verla en la cama ─ tomo otro sorbo de su bebida ─ sin darnos cuenta yo termine recostado contra él mientras me hacía mimos en el pelo ─se sonrojo─ estaban pasando una canción de amor cuando nos quedamos viendo el uno al otro, no tengo muy en claro como terminamos de esa manera, pero nosotros… nosotros… ─ parecía costarle confesarle aquello.
Ryou se dio cuenta de esto por lo que puso su mano sobre la de Yugi dándole un cariñoso apretón.
─Nosotros nos… besamos─ admitió sonrojado. A Ryou casi se le disloco la mandíbula.
─Que ustedes qué?! ─ ‘grito-murmuro’ el chico tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no gritarlo en voz alta─ es increíble que hayan avanzado tanto tan rápido.
Yugi se sonrojo ─ luego de eso ambos nos dijimos un ‘te quiero mucho’ al mismo tiempo.
─ Wow Yugi! Estoy tan alegre por ti! Deben estar muy felices juntos!
─Así es! Estoy muy feliz con Yami! ¿Qué hay de ti Ryou? ¿Qué es lo que sientes por Bakura?
─Pues yo… creo que él me gusta… me gusta mucho ─ admitió sonrojado.
─En ese caso, te deseo mucha suerte con eso ─ le dedico un guiño mientras terminaban de comer (N/A: mientras charlaban comían en lo que él otro hablaba, pero no lo puse para hacer más fluida la conversación)
─ Te lo agradezco Yugi.
Unos minutos más tarde, luego de que pagarán, sus yamis regresaron con ellos, parecían llevarse un tanto mejor, de hecho venían riendo, seguramente por alguna broma de Bakura.
─ ¿Ya terminaron de comer? ─ pregunto amablemente el tricolor.
─Si, que les parece si seguimos con el recorrido ─ respondió su respectiva luz.
─Sí! ─ concordaron todos con emoción.
Retomaron por el túnel y se dirigieron a una enorme piscina al aire libre donde muchas personas empezaban a aglomerarse, parecía algún tipo de espectáculo. El grupo subió a una pequeña plataforma que tenía buena visión del lugar, sin embargo la entrada estaba bastante mal ubicada, solo quien se fijara muy bien podría encontrarla, y había que atribuírselo a ambos yamis.
Estaban los cuatro solos allí arriba a la expectativa de lo que sea que fuera a ocurrir.
Una chica llego con un largo traje de buceo negro con detalles fucsia iniciando con la presentación.
Era un espectáculo de delfines.
─Delfines?! ─ gritaron ambas luces.
─Genial! Solo los había visto en la tele! ─ comento Ryou ilusionado.
─Yo igual!
─¿Delfines?─ preguntaron ambos.
─Los delfines son animales preciosos!
─Tienen que verlos!
El espectáculo inicio, dos grandes y bellos delfines saltaron haciendo gritar a los espectadores. Bakura y Yami estaban encantados con la presentación igual que Ryou y Yugi. El espectáculo seguía, los delfines saltaban y hacían piruetas bajo las ordenes de sus entrenadores (N/A: no sé por qué, pero esto me sonó a concurso pokemon lol) Luego presentaron a un par de crías que saltaban junto a los mayores. Mientras tanto, arriba Yami y Bakura apreciaban el espectáculo manteniendo en un abrazo a sus respectivas luces. Los menores disfrutaban igualmente de estar entre los brazos de sus espíritus. Estar juntos era de lo más agradable.
Luego de algunos trucos y piruetas más, donde los delfines más grandes pasaban a través de aros o golpeaban pelotas altas, el espectáculo termino.
Entre tanta diversión el día se les paso volando, cuando salieron del acuario ya eran pasadas las tres de la tarde. Ryou le propuso a Yugi ir por un helado antes de regresar a sus casas a lo que el menor asintió feliz.
Caminaron hasta un parque cercano donde llegaron a una heladería, Yugi pidió un cono de chocolate, Ryou de vainilla chips (no sé si tenga diferentes nombres, es vainilla con chispas de diferentes colores y sabores) se sentaron en los columpios a disfrutar de su postre, los espíritus se colgaron de los barrotes y todos conversaron sobre el gran día que tuvieron.
Finalmente cada quien tomo rumbo a su casa.
……………………………………………………………
─Te divertiste hoy Yami?
……………………………………………………………..
─Si Ryou
─ Me alegro, me agrada pasar momentos así contigo.
………………………………………………………………
─A mí también Yugi
─ ¿Qué tal con Bakura?
………………………………………………………………..
─Pues… llega a ser agradable
─A Yugi y a mí nos alegra que se lleven bien
………………………………………………………………….
FIN