Había sido una noche espectacular, Stiles nunca imaginó que existiera alguien que pudiera provocarle tantas sensaciones al mismo tiempo, un talento que sin duda envidiaba. Ahora de mañana, el castaño luchaba con su cuerpo para volver a dormirse pero este lo ignoraba vulgarmente, se había despertado hace algunos minutos pero se sentía tan cómodo que habría deseado no hacerlo pues de despertarse también Derek lo haría y ambos tendrían que levantarse y romper con ese cálido abrazo que mantenían.
Pensando que cambiando de posición podría volver a conciliar el sueño abandonó su postura de cuchara pequeña y se dio la vuelta para quedar frente a Derek, paso uno de sus brazos por la cintura de su novio y se acercó más para usar uno de sus pectorales como almohada, entrelazo sus piernas con las del mayor y se quedó quieto con los ojos fuertemente cerrados, pasó un minuto, luego otro y luego otro más; tal vez ahora que era un Kitsune su TDAH había desaparecido pero por razones que se le hacían desconocidas seguía siendo un chico bastante activo y para nada paciente por lo cual harto de no poder dormir soltó un gruñido lo suficientemente fuerte para despertar a Derek.
Stiles sintió como la masa de músculos que tenía frente a él comenzaban a moverse, estirarse y contraerse entonces una enferma y morbosa parte de él quiso tocarlos y sentir lo grandes y fuertes que eran.
- ¿Qué sucede? -con una voz ronca Derek miró al pequeño zorro que estaba acurrucado en su pecho.
- Nada, yo… -Stiles estuvo a punto de decir la verdad pero le dio vergüenza que Derek supiera lo cursi que podía llegar a ser- yo creo que deberíamos levantarnos ya, son más de las 10:00.
- ¿Para que? ¿Porque no quedarnos así todo el día? Después de todo no tenemos nada importante que hacer.
Stiles sonrió al darse cuenta de que él también había tenido los mismos pensamientos, quiso reír un poco pero después tendría que explicar el porqué lo hacía y al final Derek lo sabría todo.
- Tal vez tu no tengas nada que hacer pero por si no lo recuerdas yo estuve fuera 600 años y tengo infinidad de cosas que resolver, así que si me haces el favor de mover tus monstruosos brazos de mi cuerpo podré ponerme de pie.
En esta ocasión también fue el lobo quien reaccionó del mismo modo al reír; tal vez aún no hayan compartido mucho como pareja y a ambos les faltaba mucho para conocer del todo al otro pero si de algo estaba seguro Stiles es que incluso sabiendo todo sobre Derek su risa era lo que más atesoraba, había pasado tanto tiempo sin escucharla que estaba seguro era el sonido más espectacular del universo.
- No exageres en primer lugar no fueron 600 años, fueron 6 meses y en segundo lugar eres tú quien está aferrado a mi cintura.
Levantando un poco la mirada el chico se percató de que sus brazos estaban fuertemente abrazados a la cintura de Derek, sintiendo como la sangre invadía su rostro escondió su cara en el pecho de su novio susurrando un suave, “lo siento”.
Al ver como Stiles se separaba un poco de él para levantarse, Derek lo jalo de su cintura y fuertemente lo volvió a pegar a su cuerpo dejando de nuevo el rostro del menor en su pecho.
- Joder eres tan irresistiblemente adorable que no puedo dejarte ir. Quedémonos en la cama el resto del día, ya estuviste fuera 6 meses que importa un día más.
- Derek -reprendiendolo con la voz, el prisionero del lobo trató de liberarse pero ese par de brazos no cedían- ayer escape de casa y después de que me encontraras vinimos aquí a… tu sabes, terminar nuestra “actividad recreativa”. Seguro mi padre está muy preocupado.
- Tranquilo, te aseguro que no lo esta.
- ¿Cómo lo sabes?
- Vamos Stiles, tu padre no es ningún tonto. Estuvimos separados por 6 meses y…
- 600 años.
- Lo que sea, estuvimos separados un buen tiempo y creo que imagina que es lo que haríamos la primera noche al reencontrarnos.
- Pues espero te equivoques.
- ¿Porque? -extrañado por la pregunta y sin tomarle mucha importancia Derek volvió a estirarse provocando que la sábana que lo cubría descendiera un poco más de su cuerpo dejando ver parte de su miembro. Sin importarle o mostrar pudor alguno no se molestó en acomodarla de nuevo.
- ¿No lo recuerdas? ¡él nos prohibió esto mientras fuera menor de edad! Va a matarnos, o mejor dicho va a matarte pues fuiste tú quien me follo toda la noche…
- Eso no es del todo cierto… -murmuró Derek rascando con pena su barba.
- ¡Derek! ¡¿no ves la gravedad del asunto?! es más no me sorprendería que estuviera de pie justo ahora detrás de la puerta con una escopeta cargada de acónito esperando el momento adecuado para hacer una entrada dramática y llenarte de balas como si tú fueras un terrorista y él James Bond.
- ¿Podrías relajarte un poco? eso no sucederá, no seas melodramático.
- Yo no soy melodramático.
- Por supuesto que no -y nuevamente Stiles fue testigo de la octava maravilla del mundo. La Risa de Derek Hale.
- Estás olvidando un pequeño detalle.
- ¿Que?
- Tu ya no tienes 17 años.
- Si dices que tengo 617 años juro que te mataré pues no pienso ser el mayor de la relación, parte de tu atractivo es que seas mas grande que yo.
- No tonto, en el tiempo que estuviste perdido pasó la fecha de tu cumpleaños y ahora ya tienes 18.
Comprendiendo las palabras que acababa de escuchar, Stiles se incorporó un poco, su rostro mostraba una de esas expresiones que encantaban a Derek, incredulidad, sorpresa y un toque de diversión.
- ¡Mierda! ¡No es justo! ¡Por mucho tiempo espere los 18, siempre quise una gran fiesta con mucho alcohol y sexo y yo los pasé sin darme cuenta mientras me lamia el culo en un bosque y corría a cuatro patas!
- Vamos no es para tanto, ya lo podrás celebrar el próximo año.
- Pero el próximo año ya tendré 19 y no 18, y tus 18 solo los cumples una vez Derek, ¿o ya eres tan anciano que olvidaste cuando cumpliste los tuyos? ¿Que edad tienes por cierto?
- ¿A quién llamas anciano Stilinski? -con un gruñido Derek golpeó levemente en la sien al chico provocando una adorables risas.
- ¿Y bien? ¿Dónde está?
- ¿Dónde está qué?
- ¿Cómo que, qué? Mi obsequio por supuesto.
- Claro, tu obsequio… -fue entonces que el rostro de Derek Hale se convirtió en una Mona Lisa, una lobuna y masculina Mona Lisa que era digna de un lugar en el museo de Louvre en París provocando que su pareja retuviera una sonora carcajada.
- ¿No tienes nada cierto?
- Yo…
Fue cuando Stiles se sintió mal al ver que el rostro de Derek se entristeció evitando la mirada del chico, relajando su expresión el joven de lunares se acercó al rostro de su novio y le dio un tierno beso en los labios.
- Descuida solo bromeaba. No quiero nada mas de tí, así que todo está bien ¿de acuerdo?
Y volviendo a besarlo Stiles consiguió que el moreno sonriera un poco, a su modo, una media sonrisa que tal vez no era nada para muchos pero suficiente para él.
- Ahora que lo pienso, ¿qué habrías hecho si yo hubiera regresado justo el día de mi cumpleaños? Recibirme sin fiesta ni obsequio hubiera sido muy deprimente y seguro hacía que volviera al bosque.
- Supongo que habría improvisado -respondió Derek tras una breve risa- después de todo ese día cumplias 18 y probablemente te habría dado lo mismo que te di anoche, que dices, ¿habría sido suficiente?
Y haciendo un recorrido con un dedo por todo el centro de la espalda de Stiles, desde su cintura hasta su nuca, Derek consiguió que este se estremeciera.
- Ok es hora de levantarse -dijo apresuradamente el zorro para tratar de escapar de la situación.
- ¿Que? ¿Porque? Creí que podríamos tener tu sabes, una segunda ronda.
- ¡No! porque, porque… me siento sucio -respondió en un susurro de voz el chico.
- ¿Te sientes sucio? ¿Después de todo lo que hicimos ayer, AHORA te sientes sucio? -riendo un poco el lobo se dio la vuelta para quedar sobre el chico provocando que la sábana que escasamente lo cubría cayera a un lado de su cuerpo, entonces se acercó al cuello del menor y comenzó a repartir besos por todos lados.
- Quise decir que estoy sucio Derek, mi cuerpo está pegajoso por el sudor sin mencionar que cierta persona que me bañó en sus fluidos, literalmente. Y me gustaría tomar una ducha.
- Oh… entiendo. -Y así como la excitación llegó de golpe del mismo modo se esfumó, Derek se sentía avergonzado por lo que acaba de oír y deseo con todas sus fuerzas de que su rostro no lo haya delatado. Quitándose de encima el lobo se sentó en la cama con las piernas cruzadas y señaló una puerta a un lado del armario.- Puedes usar ese baño, hay toallas limpias en el primer cajón. Yo usare el del pasillo.
- Gracias -iba a ponerse de pie cuando Stiles se dio cuenta de que él también estaba desnudo, no es que fuera demasiado tímido pero junto a Derek él era un simple mortal. Así que se asomó a un lado de la cama para ver si por suerte encontraba sus boxers tirados a un lado pero no tuvo suerte, incluso comenzaba a angustiarse al ver que no había ropa tirada de la habitación. Un flashback llegó a su mente y recordó cómo se desvistieron en el piso de abajo por lo que su ropa se encontraba en la sala. “Mierda” pensó el chico al asimilar lo que iba a suceder.
- ¿Buscas esto?
Mirando hacía la dirección de donde provenía esa gruesa voz Stiles volteo su mirada y vio a Derek aun sentado en la cama, entonces observó cómo de entre sus piernas Derek sacaba sus boxers y se los restregaba por el rostro aspirando su olor.
- ¿Como…?
- En verdad tienes un olor exquisito Stilinski.
- ¡Dame eso maldito lobo pervertido! -y de un rápido movimiento el chico consiguió arrebatarle su ropa interior sorprendiendo a Derek por la habilidad usada.- En serio eres de lo peor.
Ya un poco más tranquilo al tener algo puesto Stiles se sentó en el borde de la cama estirando sus brazos y momentos después se apoyó en el borde para ponerse de pie.
- Si yo fuera tú me levantaría con calma, es posible que sientas una ligera molestia ahí atrás.
- Tonterías, estoy bien -en un movimiento totalmente normal el chico se puso de pie sin molestia o dolor alguno- ¿lo ves? máxima comodidad, no me deberías subestimar Derek. Entonces dio el primer paso y sintió como sus piernas temblaban, su espalda dolía y una punzada de dolor perforaba su trasero.
- Oh mi… joder Derek ¡¿que me hiciste?!
- ¡Stiles! ¿Estas bien? ¿Duele mucho?
De un salto el lobo salió de la cama y se acercó al chico, puso una mano en su espalda y lo sacudió un poco.
- Sí relájate, no seas exagerado. Supongo que no importa si eres humano o no, el dolor de la primera vez siempre existirá.
- No hablaba de eso. Mira.
Volviendo un par de pasos Derek camino hasta un extremo de la habitación donde se encontraba un espejo de cuerpo completo, lo levantó y sin esfuerzo alguno lo llevó hasta colocarlo detrás de Stiles, no fue hasta ese momento en que el chico vio a lo que se refería su novio. Su espalda estaba llena de rasguños, moretones y diversas marcas dejadas por los besos y mordidas que Derek le había dado, varias de estas se encontraban también en su cuello y pecho. Pero de todas, las que más sobresalian eran las marcas que habían dejado las manos del lobo sobre la cadera del menor.
- Parece que nos excedimos un poco anoche.
- Lo siento, no era mi intención hacerte daño yo no quise hacerlo…
- Derek está bien, no hiciste nada que yo no quisiera hacer, además no es para tanto... pero no entiendo ¿porque no se han curado las heridas?
- No lo sé y también es extraño que no las haya percibido antes, ni siquiera sentí el mínimo olor a sangre.
- Tal vez es porque no me duelen. Si no me las hubieras mostrado no me habría percatado de que están allí.
- Sigue siendo raro que estas aún no se hayan cerrado. ¿Cuando fue el accidente como curaste tus heridas?
- No lo se, solo comenzaron a hacerlo. ¿Que tal si esto es como si fueran las heridas de un Alpha? Se supone que estas tardan más en curarse, tal vez el que tu seas un lobo y yo un zorro tenga que ver en esto.
- Puede ser, ¿estás seguro que no te duele?
- ¿Las heridas? No. ¿Lo que me hiciste en el culo? Eso es otra historia.
Dando media vuelta Stiles comenzó a caminar hacía el baño, el dolor no era demasiado pero si sentía cierta incomodidad al caminar, fue entonces cuando lo sintió.
- Creí que ya no eras un débil humano -seguido de este comentario claramente se oyó como Derek le daba una nalgada en su trasero.
Con la cara roja de vergüenza el menor lo miro solo para observar como Derek le guiñaba un ojo con la expresión más sexy que podía existir. El primer pensamiento que se atravesó por la cabeza de Stiles fue el de correr al baño y encerrarse ahí hasta que se le pasara el bochorno pero después de pensar rápidamente se dio cuenta de que debía de dejar de ser tan frágil, tenía razón, él ya no era alguien débil y podía seguirle el juego a Derek.
Escuchando una risita por parte de su novio, el zorro soltó un leve bufido y con una sonrisa de prepotencia se acercó al otro, entonces aprovechando que seguía desnudo en un rápido movimiento lo tomó del miembro con todo y bolas, escuchando como el corazón del lobo comenzaba a acelerarse dijo en un tono burlón:
- No me provoques Hale o la próxima vez serás tú el que despierte con heridas -entonces con su mano recorrió el tronco del pene del mayor provocando que este diera un respingo y tras una risita soltó-. Que extraño, anoche se sentía mucho más grande.
Sorprendido y con la boca abierta Derek solo pudo ver como el chico entraba al baño. Ya después del shock vino la vergüenza y por primera vez en su vida el gran Derek Hale se sintió expuesto e inofensivo. Y por último vino la rabia.
Desde la ducha Stiles pudo escuchar a la perfección como el otro gritaba su nombre con furia.
Una hora después ambos ya se encontraban perfectamente limpios y arreglados en el piso de abajo, a Derek ya se le había pasado el enojo pero no había sido fácil para Stiles conseguirlo, tuvo que afirmar muchas veces lo contrario para dejar tranquilo al mayor, fue ahí cuando descubrió que su novio podía ser un poco ególatra y vanidoso.
- Sabes Derek, deberías prestarle un poco de atención a tu cocina. ¡Aquí solo hay un trozo de queso viejo! ¿Qué es lo que comes?
Dijo en voz alta el chico con la cabeza dentro de la nevera, derrotado al no encontrar nada más cerró la nevera con un suspiro. Viéndolo venir desde la sala el trigueño se recargo en el marco de la puerta y respondió:
- Yo no como.
Frunciendo el ceño Stiles contraataco.
- Corta todo ese rollo Cullen ¿quieres?
- Me refiero a que yo no como aquí -dijo un poco incómodo al verse descubierto.
- Entonces supongo que comeremos fuera e iremos al supermercado para provisionar un poco esto.
- Creí que antes querrías ver a tu padre.
- Tienes razón, pasemos a la comisaría también. Debo darle un par de explicaciones.
Al ver como el zorro se tocaba el cuello donde tenía las marcas de sus labios, Derek se aproximó y con una mano también recorrió esa zona.
- ¿Te preocupa lo que pueda decir?
- Para nada, solo estoy un poco nervioso.
- Espera aquí ahora vuelvo.
Stiles asintió y camino a la sala mientras Derek volvía a subir por las escaleras, el chico se acercó a los grandes ventanales y observó la vista que tenía. Estaba un poco más nublado de lo normal y podía escuchar como el viento soplaba con un gélido pasajero; también pudo notar que a lo lejos podía ver algunas luces en varias casas.
- Derek, ¿qué fecha es hoy? -pregunto aunque ya tenía una idea de lo que podría ser su respuesta.
- 20 de Diciembre -respondió el mayor mientras bajaba.
- Eso quiere decir que la Navidad está muy cerca -susurro el chico- y sin embargo tu casa luce como la cueva de un lobo, que poco espíritu festivo tienes.
Bufando por la ironía Hale camino hasta el chico y se recargó en él para mirar también por el ventanal.
- Es por la misma razón que no como aquí, desde el incendio muchas cosas cambiaron.
- En ese aspecto te pareces a mi padre, después de la muerte de mi madre lo mismo sucedió -tras un pequeño susurro el cachorro se frotó el rostro con ambas manos y habló más animadamente- bueno supongo que ya me habré acostumbrado. Vamos démonos prisa que me estoy muriendo de hambre-. Y dándose vuelta caminó hasta el sofá para tomar su chaqueta.
- Stiles espera, ¿te gustaría festejarlo este año?
- Yo.. descuida Derek está bien, no tienes que esforzarte tanto por mi. Yo no quiero molestarte así que no es necesario -colocando su abrigo el chico se giró para mirarlo y le sonrió un poco.
- No me molesta, de hecho creo que no es mala idea después de tanto tiempo y si eso te hace feliz también vale la pena un poco de esfuerzo.
Parece que por muy fuerte o atrevido que sea ahora, Stiles aun seguira siendo víctima del sonrojo que es causado por las palabras o acciones del lobo pues no pudo evitar sentirse exuberante ante las palabras del otro. Sonriendo tanto que temiendo que la cara le pudiera explotar, el chico soltó un pequeño “Gracias” mientras se frotaba las manos tímidamente.
- Bien -sonriendo aunque muy a su manera Derek también se acercó a un armario y sacó su abrigo- entonces tienes razón en que debemos darnos prisa, ahora tenemos más cosas que hacer, pero antes toma esto.
Más hábil de lo normal Stiles lo atrapó en el aire y vio que era una pequeña bolsa con una tableta dentro.
- ¿Que es?
- Está hecho de hierbas y es para ocultar mi olor de ti o más específicamente el olor de mi… “ya sabes” de ti. Masticalo.
- ¿Es necesario? -preguntó con una mueca de asco el chico al tomarla y olfatearla.
- Ah no ser que quieras que todo tu grupo de amigos sobrenaturales se entere de lo que hicimos…
- Ok, ok entiendo.
Y con mucho esfuerzo y un gran autocontrol por parte de Derek para no meterla en la garganta de Stiles de una vez al verlo dudar tanto, ambos salieron del loft.
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Le había costado mucho decidir ir a hablar con Derek, la noche anterior no pudo hacerlo pues al verlo llegar con Stiles al loft de “ese” modo no vio apropiado interrumpirlos, a pesar de que deseaba hacerlo. Sin embargo ahora debía reconocer que se excedió con lo que había dicho y con el modo en que se había comportado, después de todo Stiles es prácticamente su hermano y desconfío rápidamente de él, algo que no debería hacer.
Perdido en sus pensamientos, Scott aparco a un lado del edificio de Derek, quitándose el casco y los guantes miró hacia arriba. Entonces entró.
Al hacerlo comenzó por puro instinto de precaución a olfatear el lugar, este olía como siempre, metal, sal, un poco de suciedad y los aromas corporales de Derek y Stiles; nada fuera de lo normal. Convencido de que ambos se encontraban en el loft subió por el elevador hasta su piso y como todos en la manada acostumbran hacerlo, entró sin llamar.
El piso de abajo se encontraba en silencio, caminó a la cocina y esta se encontraba vacía también.
- ¡¿Derek?! -grito el chico pero solo escucho el suave y leve eco que se hizo por la amplia estancia.
Sin encontrar a ninguno de los dos abajo es que decidió subir; Derek nunca se había quejado porque los chicos entren a su loft sin permiso pero ninguno de ellos se había atrevido a subir y ver las habitaciones del piso superior, todos creían que eso sí lo molestaría. Tragando un poco de saliva subió, nervioso porque lo que Derek le haría si se enterara Scott pensó que se excusaría diciendo que estaba preocupado pues él captaba a la perfección sus olores pero no los encontraba y tal vez les había pasado algo malo. Un poco mas convencido por lo que hacía subió más determinado y se encontró con un pasillo con varias puertas a los lados, siguiendo el rastro del olor abrió la tercera puerta a la derecha y se encontró con un dormitorio.
También estaba vacío.
-¿Chicos? ¿Están aquí? -sin recibir respuesta alguna el moreno se extrañó de que su aroma se encontrará fuertemente allí pero no ellos.
Comprendiendo al fin de que ninguno de los dos se encontraban en el loft tomo su celular para mandar un mensaje a Stiles, caminó hasta la puerta de nuevo pero antes de salir de la habitación vio algo que llamó su atención.
Estaba conectada a la televisión y una pequeña luz verde parpadeaba en unos de sus botones, curioso Scott se acercó hasta el aparato e ignorando el mal presentimiento que sentía presiono dicho botón. Con un pequeño destello se iluminó la pequeña pantalla de la cámara, segundos después la televisión hizo lo mismo.
Primero no pudo identificar lo que veía, solo eran bultos y sombras. Entonces la camara dejo de moverse tanto y pudo enfocar con gran claridad y nitidez lo que grababa…
Me sorprende que hayamos conseguido llegar a la cama, le propuse a Derek que lo hiciéramos en el auto e incluso creí que lo haríamos abajo en el sofá, después de todo nuestro límite cedió al desnudarnos allí, sin embargo parece que el hizo uso de todo su autocontrol para conseguir llegar a la alcoba.
De lo cual no me arrepiento; siento como sus labios succionan mi cuello y no puedo evitar retorcerme de placer, estos continúan su camino y de nuevo llegan a mis labios, comenzamos a besarnos otra vez, sus manos recorren mis piernas mientras yo me aferro a su cuello; antes nos habíamos besado por supuesto pero esta vez es diferente, son besos salvajes y rudos como si al hacerlo dejamos de ser menos humanos para disfrutar más. Entonces cuando nos separamos para recuperar el aliento Derek comienza a mordisquear mi cuello, me duele no voy a negarlo pero una parte de mi no quiere que se detenga lo cual le doy entender al tomarlo del cabello y pegarlo a mi cuello para que continúe.
Sin poder controlarlo leves quejidos salen de mis labios y aunque se que no he tomado suficiente aire tiro con fuerza del cabello de Derek y de nuevo lo uno a mis labios para dar inicio otra vez a ese forcejeo con nuestras lenguas, siento como él se recuesta sobre mi cuerpo así que aprovecho para tomarlo de la cintura y girar colocándome sobre él.
Me levanto acomodándome entre sus piernas y comienzo a masajear su miembro ya firme, el cual creo que llevas horas en ese estado.
- No tienes que hacerlo si no quieres -dice con una voz ronca mientras acaricia con sus dedos una de mis piernas.
- ¿Y quien dice que no quiero hacerlo?
- Stiles no es necesa…
- Guarda silencio Derek -entonces presiono con un poco de fuerza su ingle haciéndolo callar al conseguir que un gemido saliera de su boca. Aprovechando ese lapso me recuesto entre sus piernas y comienzo a masturbarlo con un poco más de rapidez, continuo por un momento más hasta que veo que suficiente líquido preseminal ha salido de él, entonces sin previo aviso lo introdujo en mi boca tratando de tragarlo todo, creo que lo consigo pues escucho como él gime o más bien grita de placer y encorva su espalda. Teniendo ahora un poco mas de seguridad al saber que voy por buen camino comienzo a retirarlo de mi boca poco a poco usando mi lengua para recorrer toda su extensión; cuando la saco por completo miro como éste brilla por la mezcla de sustancias. Levemente soplo en la cabeza de su pene y de nuevo escucho a Derek gemir, sonriendo lo vuelvo a succionar mientras repetidamente lo meto y saco de mi cavidad, un par de minutos después lo tomo con una de mis manos y empiezo a masturbarlo mientras paso su cabeza por mi lengua. Antes cuando pensaba en cómo sería hacer una mamada siempre me preguntaba a qué sabría, pero incluso ahora que me encuentro haciéndola no podría describir con exactitud su sabor, es una extraña combinación entre dulce y salado predominando lo salado un poco más, sin embargo no es para nada desagradable.
Doy un último lametazo, sin detener la paja que le estoy haciendo bajo mi mirada un poco más hacia sus bolas sin poder controlarme les doy un lametazo desde abajo hacia arriba, veo como una de las piernas de Derek se mueve involuntariamente mientras el se aferra con fuerza a las sabanas, comienzo a lamerle los testiculos mientras mi mano no para de masturbar su pene, siguiendo mis instintos succiono una de sus bolas para de nuevo oír los sonoros gritos de mi novio. Sus piernas se flexionan involuntariamente y aprovechando que tal vez ya se encuentra en su límite de nuevo me meto toda su extensión en la boca consiguiendo esta vez succionarlo por completo, siento un poco de arcadas a la vez que un sonido extraño parecido a una tos sale de mi garganta pero nada comparado al grito que suelta Derek y el sonido de sus garras rasgando las sábanas, sin poder aguantar mucho tiempo más su gran miembro en mi boca lo retiro, entonces comienzo a inhalar con fuerza. Decidido a hacerlo de nuevo me acerco otra vez para repetirlo cuando escucho su voz, esa voz gruesa y ronca que ahora es débil y entrecortada.
- Detente… Detente, aun no me quiero venir.
Haciendo caso a sus palabras me levanto y lo miro, entonces me quedo sorprendido por lo que veo. Su cuerpo se encuentra bañado en sudor, sus manos aún están aferradas a la cama y su mirada se encuentra nublada. Veo cómo su pecho sube y baja por su rápida respiración y como todos sus músculos abdominales están más tensos y firmes.
Pensar que yo conseguí ponerlo en ese estado me llena de orgullo provocando que sienta que puedo hacer todo lo que me proponga.
Me siento sobre sus piernas dejando a escasos centímetros su miembro de mi entrada y con mis manos recorro su perfecto cuerpo, cierro los ojos y me deleito con su perfecta musculatura al sentir como mis manos se deslizan fáciles gracias a su sudor.
Sin previo aviso el me toma con fuerza de un brazo y tira de mi arrojandome sobre la cama a un lado suyo colocándose sobre mí, entonces extiende su mano y con un par de dedos da unos golpecitos sobre mis labios.
- Chupalos.
Obedeciendo abro un poco mi boca y el los introduce, entonces con mi lengua comienzo a bañarlos en mi saliva para después succionarlos con mis labios. Siento como su cuerpo tiembla un poco cuando los saca de mi boca y con ellos empieza a recorrer mi cuerpo dejando un rastro de saliva por mi cuello y pecho.
- ¿Desde cuando tienes abs? -pregunta con una sonrisa al llegar a ellos.
- Agradecele al zorro -le respondo con un guiño.
- Creeme que justo eso pienso hacer -y con un rápido movimiento introduce ambos dedos en mi interior.
Al hacerlo siento una leve corriente recorrer mi columna hasta llegar a mi cabeza ocasionando que esta sienta un agradable mareo.
- Ya no puedo esperar más Stiles -gruñendo contra mi cuello escucho como su respiración comienza a hacerse más pesada.
- Entonces hazlo.
Y sin esperar a que se lo repita toma una de mis piernas y la coloca sobre su hombro entonces sin delicadeza lo introduce de golpe. Dolió y mucho. Sentir como se abría paso con fuerza provocó que mi cuerpo tuviera una pequeña convulsión, cerrando mis ojos mientras gritaba con fuerza.
Pasaron un par de minutos hasta que él comenzó a moverse, sin embargo al hacerlo me doy cuenta de que lo hace con calma, podría decir que incluso con un poco de delicadeza. Parece que piensa que me va ha hacer daño, o al menos más daño del que cree que ya me hizo.
- Derek detente.
- ¿Qué sucede, te duele? -pregunta comenzando a poner ese semblante de culpa.
- No, solo quiero que recuerdes que ya no soy un frágil humano así que si me vas a follar hazlo como el lobo que eres. No te reprimas, libera a la bestia.
Quedándose inmóvil y con la cabeza gacha puedo notar a través de la oscuridad que una malévola sonrisa aparece en su rostro.
- Como tu ordenes.
Entonces con una gran fuerza tira de mis piernas y me da vuelta colocándome boca abajo en el colchón.
- Levanta -siendo él quien ahora da las órdenes le obedezco inmediatamente, él me sujeta desde mi cintura y comienza a frotar su pene en mi entrada provocandome, haciéndome desear que lo haga ya, inconscientemente comienzo a mover mi trasero también indicando que lo haga.
Parece que capta la indirecta porque comienza a meterlo con lentitud esta vez, ahogo un gemido pegando mi rostro a la cama y no me relajo del todo hasta que siento los vellos que tiene en la base de su miembrp chocar con mi entrada, está toda adentro. Inhalando con fuerza empiezo a sentir como me toma de la cintura con fuerza y comienza el vaivén, lento, sacándola toda para volver a introducirla con un fuerte golpe, con cada choque muerdo mis labios para no gemir ni gritar.
- Grita Stiles, déjame oírte.
- Aún no lo mereces -respondo con dificultad al sentir ese gran trozo de carne salir y volver a entrar en mi.
Sintiendo que lo estoy retando Derek comienza a acelerar las embestidas, mueve sus manos a mis hombros y me obliga a pegarme al colchón dejando solo mi culo levantando, es cuando comienza a embestirme con rapidez, en esta ocasión no tengo tiempo para tomar el aire suficiente, mi boca se mantiene abierta sin poder expresar sonido alguno que entienda el placer que estoy sintiendo. Las embestidas no cesan, él se recuesta sobre mi espalda y comienza a besar y morder mi cuello con fuerza.
- ¿Te gusta? Di que te gusta Stiles -susurra con fuerza en uno de mis oídos.
Pero al no recibir respuesta de mi parte más que unos leves gemidos él gruñe con furia; se que no debería torturarlo de esta manera, que tal vez incluso podría ser peligroso pero no puedo evitarlo, quiero que haga todo lo que pueda para hacerme gritar de verdad. Una parte de mi también quiere jugar con él.
Momentos después de su gruñido siento como las embestidas comienzan a ser más rudas, siento como él comienza a rasgar mi espalda con cada golpe que le da a mi culo y como este ya se encuentra tan abierto que el dolor ha desaparecido por completo, ahora todo es placer.
Sin embargo parece que aún no es suficiente para él pues aún no escucha lo que busca, yo mantengo cerrados mis labios con dificultad y no cedo. El se detiene y sale de mi, respirando pesadamente se encarga de darme vuelta para poder encararme, mi cuerpo se encuentra bañado en sudor pero él ve que mis labios están rojos de tanto morderlos, con una sonrisa malévola se acerca a mi cuello y con su lengua lo recorre, entonces continúa lamiendo por mi pecho y abdomen hasta llegar a mi pene el cual se encuentra erguido con fuerza, de un movimiento se lo introduce en la boca por completo haciéndome gritar.
Ante tal acto el rie un poco y abre mis piernas, mirándome de reojo con un leve destello azul en sus ojos introduce su miembro en mi. Tomo las sabanas con fuerza entre mis manos o al menos lo que quedan de ellas tras haber sido rasgadas por Derek y cierro los ojos para disfrutar el roce cada vez que entra.
Me tomó de las piernas abriendolas más y colocando una de ella sobre su hombro, entonces comienza a embestir de nuevo, pero no esperaba lo que iba a hacer a continuación, concentrandome en el placer que me daba ahí abajo no me doy cuenta que toma mi otra pierna y con su lengua lame toda la planta de mi pie. Sintiendome más extasiado que antes dejo de morder mis labios para abrir mi boca pero sin que ningún sonido salga de ella, al ver que funciona Derek vuelve a lamer la planta de mi pie mientras continúa embistiendo, observando como me retuerzo de placer.
- Vamos Stiles, grita. ¡Grita!
Trato de resistirme pero ya no puedo más, todo esto es demasiado, entonces comienzo a gemir mas fuerte.
Veo como él amplía su sonrisa, entonces coloca mi pierna sobre su hombro al igual que la otra y me sujeta de la cintura para follarme mejor.
- Más duro Derek.
Y es cuando las embestidas me sacan de mis cabales, estas son rápidas, profundas y sumamente placenteras. Sin detenerme ahora dejo que mis gemidos llenen la habitación, estiro mis manos hasta alcanzar su trasero y las colocó sobre él empujándolo con fuerza para que me penetre más profundo, miro como Derek se excita más ante ese acto pues él también comienza a gemir. Aprieto con fuerza su firme culo y grito al sentir como toca algo placentero dentro de mí, veo excitado como todo el cuerpo de Derek estaba cubierto de sudor, como las gotas de este se deslizan por su cuerpo.
Mis gritos ya no tienen pudor, estos salen por cuenta propia haciendo eco con el sonido que la cama hace al chocar con la pared. Sintiéndome cada vez más extasiado hablo en un leve susurro:
- Ya no puedo mas Derek, me voy a correr.
Entonces él pasa un brazo por mi espalda y con su gran fuerza me levanta y me sienta sobre sus piernas. Siento como me penetra más profundo cosa que no creí posible, ahora frente a frente envuelve mi cintura con sus grandes manos y me besa con fuerza. Sus manos siguen su camino hasta colocarlas en mis nalgas, siento como las abre y empieza a moverse para comenzar un vaivén más directo, yo me abrazo a su cuerpo mientras que comienzo a decir su nombre en su oído. Él comienza a hacer más rápidas las embestidas al igual que yo comienzo a gritar con más fuerza su nombre, mi pene se encuentra aprisionado entre nuestros cuerpo y con cada embestida siento el placer de rozarlo con sus abdominales, entonces sin poder contenerme más y con un grito me vengo sobre su torso, todo mi cuerpo se contrae al momento de liberarme, mis ojos se nublan, dejo de escuchar todo sonido y mi cuerpo pierde fuerza. Sintiendo que caigo a un vació entonces Derek me sostiene con sus fuertes manos y continúa follandome, sintiendo como su pecho vibra, como sus piernas tiemblan y como su pene comienza a ganar tamaño. Entonces con un grito salvaje él también se viene, siento un par de chorros perforar mi interior pero más que nada siento como me suelta y caigo sobre la cama entonces él saca su pene de mi interior y masturbandolo se corre en mi cuerpo, con cada chorro que me salpica un gruñido se escapa de sus labios. Cuando termina veo como su agitada respiración y sus temblorosas piernas lo vencen provocando que caiga sobre mi inerte cuerpo. Siento como su semen comienza a salir de mi culo y como el que él tiene en su pecho se junta con el propio que derramó en el mio.
- Por Dios, ¿hace cuánto que no te corres? -digo con la respiración entrecortada al sentir ese líquido por todo mi pecho y abdomen.
- Nunca lo había hecho de este modo, con nadie -responde del mismo modo.
Se levanta de mi pecho y me mira con esos ojos que me provocan los más sucios deseos, entonces se agacha de frente dándome un primer plano de su trasero y con su lengua recorre desde mi abdomen y hasta mi pecho recogiendo la mezcla de nuestras corridas. Sube por mi cuello y al llegar a mis labios él…
- ¡Scott! ¡Qué carajo estás viendo!
Stiles se queda petrificado en el marco de la puerta dejando caer las cosas que llevaba en las manos.
- ¿Qué sucede? ¿Scott está aquí?
La voz de Derek se escucha venir por el pasillo entonces al entrar a la habitación abre los ojos con sorpresa.
- ¡¿Que demonios es esto?!
Casi corriendo hasta la televisión Stiles tira del cable de la cámara para desconectarla y dejar la pantalla en negro.
- ¿Acaso esos éramos nosotros? ¡Stiles! ¡¿Nos grabaste?! -ahora la ira de Derek se enfoca en su novio el cual tomaba la cámara y la apagaba.
- ¡Fue tu idea! -replicó el chico.
- ¡No, no lo fue!
- De acuerdo fue mía pero no tiene nada de malo -se excusó el menor.
- ¿Que no tiene nada de malo? Stiles observa a tu mejor amigo, quedo mas imbecil de lo que ya era.
- ¡Oh vamos no es para tanto, es más ¿puedo subirlo a Internet?!
- ¡¿Que?! ¡No!
- ¿Porque no?
- ¡Stiles!
Aquella discusión se alargó por varios minutos más, discusión que Scott McCall no escucho porque la mente de Scott McCall estaba demasiado ocupada procesando lo que acababa de ver. Y algo le decia que despues de eso, no volvería a ser igual.