Después del incómodo momento con Scott, Stiles y Derek dejaron el loft de nuevo para encargarse de las compras necesarias para abastecer la vivienda del mayor.
En cuanto al padre del chico, el Sheriff había dejado muy en claro que aunque no le gustaban del todo ese tipo de situaciones donde su hijo pasaba la noche con un hombre mayor, exigía que al menos este le avisara que no pasaría la noche en casa. Algo que ya había mencionado con anterioridad pero dados los acontecimientos recientes esperaba que en esta ocasión cumplieran. Cuando dejo eso en claro y también hizo prometer a Derek de que se encargara de que Stiles cumpliera la promesa, permitió que ambos se fueran.
- ¿Qué piensas hacer con la escuela? -preguntó el mayor mientras conducía hacia el centro comercial.
- No lo se, mi padre dijo que el curso se encuentra a la mitad así que podía esperar hasta el siguiente año para repetirlo o podía ingresar cuando terminara este periodo vacacional, cursar los meses restantes y quizá con un poco de suerte y esfuerzo aprobar los exámenes finales y graduarme.
- ¿Se puede hacer eso?
- Supongo que no, pero creo que por mi situación “especial” harían una excepción. Además mis notas nunca han sido malas -Stiles miro por la ventana del auto mientras dejaba escapar un largo suspiro, embobado vio como el cristal se empaña por el calor de su aliento. Sin prestar mucha atención comenzó a dibujar algo en él.- Creo que primero daré una vuelta por la escuela, luego tomaré mi decisión.
- No es una mala idea, aunque por mi parte me gustaría decir que olvidaras el curso escolar y disfrutaramos los próximos seis meses juntos.
Sin sentirse un poco apenado por lo que acababa de decir, Derek se estaciono en el 3er nivel del estacionamiento. Tuvo suerte al encontrar un puesto libre, con las fiestas tan cerca cada vez había más gente.
- Tampoco es una mala idea - contestó con una risita el chico.
Viendo por última vez el triskel que había dibujado en la venta del copiloto, bajó del auto y metió ambas manos en los bolsillos de su chaqueta para calentarlas.
Ambos atravesaron las puertas de cristal para salir del oscuro estacionamiento y admiraron la decoración navideña que había por todos lados, este año habían decidido hacerlo todo con luces, luces blancas, de colores, focos pequeños, grandes y figuras de todo tipo y tamaño también.
El lugar resplandecía intensamente dejando a un embobado Stiles con la boca abierta, por otro lado Derek se sentía aliviado de que en esta ocasión no fueran muñecos de felpa; aun recordaba a la perfección como hace un par de años decidieron hacer la decoración solo con muñecos de felpa, muñecos adorables y esponjosos por todos lados. Y lo peor de todo era un oso polar gigantesco con gorro y bufanda en la puerta principal abrazando a todo aquel que cayera bajo sus lindas patas. Tan solo recordarlo Derek sintio escalofrios.
- ¡Derek, deprisa! -buscando de donde provenía la voz, Hale ubico a su pequeño zorro entre el mar de personas y lo vio varios pasos más adelante haciéndole señas con una gran sonrisa.
Tratando de ocultar una sonrisa también caminó hacía él; decidiendo ir primero por los alimentos cada uno tomó un carrito de compras y entraron al supermercado, tomaron de todo hasta casi llenarlos por completo, Derek se sorprendió al ver como Stiles miraba con ojo experto los objetos que tomaba, desde cual marca era mejor hasta los diferentes cortes de carne que pidió en el area de carniceria y sin olvidar la espectacular manera en que le arrebató uno de los últimos pavos a una despreciable mujer. Era obvio que desde la muerte de su madre, el muchacho se había encargado de todas las labores del hogar.
- Vegetales no -dijo el mayor cuando vio hacia dónde se dirigía el muchacho.
- ¿Porque no?
- Por que solo se pudrirán, no se como cocinarlos además de que nunca me han gustado mucho -respondió evitando la mirada de Stiles el cual rió un poco.
- Eres como un bebé -acercándose a él revolvió su cabello- no, un bebé no, un cachorro.
- Mira quien habla -con un firme movimiento Derek tomó la mano del chico y lo acerco a el rapidamente- si alguien aqui es un cachorro ese eres tu Stilinski.
Antes de que Stiles pudieran decir algo más el lobo acercó peligrosamente sus labios a los del menor, y de no haber sido porque una anciana carraspeo aparentemente incómoda ambos se habrían besado ahí mismo.
Recobrando la compostura Stiles lo alejo con una mano sobre su pecho, viendo claramente el ceño fruncido de Derek le sonrió.
- No te preocupes por los vegetales, yo me encargare de cocinarlos.
- Y espero que tambien te encargues de comerlos porque yo no lo haré -con una media sonrisa caminó hasta donde el chico escogía una lechuga y se cruzó de brazos.
- Vaya vaya, mi novio es un lobo rebelde- replicó Stiles con ironía sin prestarle demasiada atención.
- Exacto, soy un lobo Stiles no un conejo ¿así que por qué debería comer comida de conejo? - dijo tomando la lechuga que el muchacho había puesto en el carrito.
- No es comida de conejo -divertido por la situación Stiles se la arrebató de la mano y la volvió a colocar dentro del carrito- ahora deja de ser tan bebé y corta tu berrinche, nos llevaremos todo y punto.
- Pero…
- Derek date prisa, ese carrito no se moverá solo -.
Stiles siguió caminando deteniéndose para tomar todo tipo de vegetales mientras el lobo solo miraba sin replicar, lucía exactamente como un esposo el cual perdía constantemente las peleas con su pareja.
En ese momento Derek recordó cómo eran los días de supermercado con su familia y por fin comprendió cómo debía sentirse su padre pues ahora mismo parecía que él estaba ocupando ese lugar. Parece que los hombres Hale si pueden ser dominados por la persona adecuada.
Divertido por las similitudes dejó escapar una leve risa.
- Creo que ya está -mirando el contenido de ambos carritos Stiles dudó por un momento- ¿No crees que es mucho?
- Esta bien, yo como demasiado además no olvides que el loft casi nunca está vacío y los chicos de la manada comen igual que yo, así que es suficiente.
- De acuerdo.
Ambos caminaron hacia las cajas luchando por abrirse paso entre la gente, entonces Stiles vio algo que llamó su atención y le hizo señas al mayor para que lo siguiera.
- ¿Farmacia?
- Recientemente me di cuenta que no tienes un botiquín de primeros auxilios en tu loft.
- Si lo tengo -replicó Derek bufando.
- ¿Pero...?
- Está vacío -dijo desviando la mirada- además nunca necesite uno, toda mi vida he sido un lobo.
- Y después no lo fuiste y después lo volviste a ser -recordando los últimos acontecimientos Stiles se detuvo algunos metros antes agitando su cabeza mientras hablaba.- Sin embargo como tu mismo dijiste el loft siempre está lleno por la manada y sería bueno contar con lo necesario en caso de que algo llegase a ocurrir.
- Bien, pero yo te espero aquí, no soporto ese olor a hospital.
Sonriendo Stiles le dio una palmada en el hombro a su novio y entró a la sección.
Esperando un poco apartado con ambos carritos Derek observó la sección de farmacia, era ridículamente más grande de lo que había visto en otros sitios, había varios mostradores esparcidos donde los clientes podían acercarse a pedir sus medicamentos recetados y diversos productos más privados y aparte muchos estantes con cosas básicas que se podían adquirir por cuenta propia.
Había gente dentro de esa sección pero no tanta como en el resto del supermercado, un par de familias con niños pequeños, varios ancianos, un grupo de chicas y uno que otro hombre de aproximadamente la misma edad de Derek.
Después de observar el entorno Hale volvió a enfocar su mirada en su pequeño zorro el cual se encontraba tomando muchas vendas y gasas, entonces escucho algo que le molesto.
Cambió el rumbo de su mirada y ahora la enfoco en el grupo de chicas que había visto antes, no podían ser más grandes que Stiles. Eran tres chicas a las cuales podrían considerarse atractivas y todas ellas miraban al chico de lunares mientras murmuraban y reían en voz baja.
Aparte del creciente enojo que Derek comenzó a sentir tambien se sorprendio un poco, normalmente era él quien atraía las miradas de las chicas pero el que ahora Stiles fuese quien lo hacía lo confundió un poco, sin embargo al final no le presto tanta importancia, era mejor que fuese él a un imbécil arrogante. Pero había algo más, aunque no quisiera decírselo, la razón por la que el chico estuviera atrayendo la atención de ese trío era por su aura sobrenatural, Derek podía ver con sus lobunos ojos como alrededor del chico había una fuerte energía que revelaba su naturaleza como Kitsune, pero para los humanos esto significaba una fuerte atracción física y sexual. Aparentemente Stiles aún ignoraba cómo ocultar esa aura.
Por una parte podría sentirse feliz de que el chico recibiera más atención, con o sin poderes de zorro, pues sabia como se había sentido toda su vida, invisible y con un autoestima exageradamente baja, pero ese no era el caso. En ese momento ÈL era SU novio y no iba a permitir que nadie lo mirara de ese modo.
Cruzándose de brazos prestó atención al grupo de chicas y usó sus habilidades para poder escuchar qué era lo que decían.
- Hablale -murmuró una.
- ¿Porque yo? ve tú -replicó la otra mientras empujaba a la que habló primero.
- Es tan lindo -dijo perdida la tercera, la cual no dejaba de mirarlo.
- ¡Lo sé! -las tres chicas rieron como unas estupidas.
- De acuerdo, vayamos todas. ¿Ok?
Todas asintieron y comenzaron a caminar hacía donde Stiles se encontraban, al acercarse una de ellas le hablo para llamar su atención.
- H..hola -dijo tartamudeando tímidamente.
- Hola -respondió energético y con una sonrisa el chico.
Momentos después de eso las tres jovencitas comenzaron a reír como unas idiotas. Ocasionando una mueca de confusión en el rostro de Stiles.
- Hace un momento mis amigas y yo comentábamos lo lindo que eres.
- ¿Que? ¿Yo? -pregunto sorprendido- ¿enserio? vaya... wow, gracias.
Aun sin poder creérselo Stiles bajo un poco la mirada apenado, se percibió un leve sonrojo en su cara.
- Nos preguntabamos si podrías darnos tu numero y no se, tal vez quedar algún día.
En ese momento Derek tuvo suficiente, observó como Stiles reía un poco y se preguntó si en serio se atrevería a hacerlo, pero él no iba a esperar para descubrirlo. Velozmente se acercó a uno de los mostradores de la farmacia.
- Buen día, ¿que desea? -preguntó una mujer con un exagerado perfume y un gran cabello de color rojo.
- Deme eso de ahí, y una botella de eso también.
Señalando los objetos la mujer tomó lo que Derek le indico, le hizo su cuenta y después de haber pagado el lobo se acercó al grupo de chicos.
Cambiando totalmente su semblante dejó de fruncir el ceño, relajo su expresión y sonrió más de lo que acostumbra.
- ¡Stiles!
Al escuchar su nombre Stiles volteo a verlo y casi se le cae la mandíbula de tanto que abrió la boca.
- ¿Derek? -pregunto aun dudando si ese chico tan radiante y alegre que se acercaba a él era su novio.
- Compré lo que necesitábamos, mira -entonces el mayor abrió la bolsa de papel que le acababan de entregar- estos son con relieve, creo que seria bueno probarlos apuesto a que se sentirán mejor.- Entonces sacó un paquete de condones de la bolsa y sin pena alguno los exhibió frente a él y el trío de chicas boquiabiertas.- Y también compre mas lubricante, nos terminamos demasiado rápido el que compramos hace un par de días -guiñandole un ojo al menor el lobo hizo lo mismo que con los condones, sacando de la bolsa la botella de líquido transparente se lo lanzó a Stiles quien lo atrapó en el aire y lo miró sin saber qué decir.
- ¿Quienes son tus amigas? -pregunto Derek mirando a las chicas por primera vez.
Como si le hubieran dado una bofetada Stiles volteo a ver a las tres que estaban a un lado de él, aun con el bote de lubricante en su mano comenzó a balbucear sin saber qué decir.
- No-nosotras nos tenemos que ir. ¡Un gusto! -dijeron casi gritando cuando huyeron corriendo de ese lugar.
- Ya era hora -gruñó Derek al ver cómo se perdían entre la gente.
Volviendo su mirada al mayor, Stiles vio cómo volvía a ser el mismo Derek de siempre.
- ¡¿Qué sucede contigo?!
- ¡¿Conmigo?! Deberías agradecerme que te salve de las garras de esas perras -caminando de vuelta hacía sus cosas el lobo no le presto mucha atención a la expresión de su novio.
- ¡De que hablas sólo estábamos charlando! ¡No tenías que hacer eso!
- ¡No me apuntes con ese lubricante Stilinski!
Dándose cuenta de que lo había hecho y de que aun tenia eso en sus manos Stiles le arrebató la bolsa de papel al lobo y sonrojado guardo las cosas dentro de ella.
- Además no solo estaban “charlando” ellas buscaban mucho más.
- Oh dios no de nuevo, ya me preguntaba cuándo volverían tus celos.
- Sabes que tengo razón -replicó Derek bajando un poco la voz al darse cuenta de que ambos la estaban levantando y poco a poco la gente comenzaba a prestarles más atención.
Inhalando aire Stiles contó mentalmente hasta diez y después lo expulsó de sus pulmones. Frotó su rostro con sus manos y habló tranquilamente.
- La tienes, supongo que debí haberles cortado el asunto desde el principio. No fui prudente. Lo siento.
- Yo... -con los ojos muy abiertos Derek se detuvo entre el mar de gente que caminaba hacia las cajas- yo esperaba un poco más de resistencia de tu parte, yo…
- ¿Ya olvidaste lo que ocurrió la última vez que discutimos por algo como esto? No pienso dejar que algo pase de nuevo solo por una pelea tonta. Y si para eso tengo que aprender a lidiar con tus celos, pues acepto el reto. Prometo no ser tan descuidado.
Con una leve sonrisa en su rostro Derek dio un paso para llegar a su pequeño cachorro y lo tomó del rostro. Al sospechar que pensaba hacer, Stiles retrocedió.
- Derek, ¿qué haces? ¡aquí no! -murmuró el chico con el rostro pintado de rojo.
Sonriendo más que antes Derek lo miro a los ojos y le transmitió la paz que necesitaba, con solo una mirada lo hizo sentir más seguro, hizo que supiera que todo estaría bien y entonces lo beso tiernamente en los labios.
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Después de haber pagado todo llevaron las cosas al auto y lo metieron todo en el maletero, luego volvieron al centro comercial y comenzaron a caminar observando las distintas tiendas. Al principio pensaron en volver al supermercado donde se encontraban pero se dieron cuenta de que cada vez había más gente y prefirieron buscar los objetos navideños que necesitaban en otra de las muchas tiendas que habían en el gran complejo.
Ambos caminaban uno junto al otro, fingiendo ver las tiendas para evitar mirarse a los ojos porque ambos sabían que querían pero uno era demasiado orgulloso para pedirlo primero y el otro era demasiado penoso para hacerlo en público.
Sutilmente Stiles saco sus manos de los bolsillos de su chaqueta y trato de calentarlas frotandolas, al ver esto Derek le preguntó:
- ¿Tienes frío?
- Un poco yo…
- Espera aquí.
Entonces Derek se alejó de él y caminando se perdió entre las personas. Sin comprender aún que acababa de pasar, Stiles se encogió de hombros y se quedó de pie esperando junto a una columna completamente iluminada de una serie de luces azules y blancas. Pasaron un par de minutos en los que el chico observo a las personas caminar frente a él, la gran mayoría de ellos cargaban con grandes bolsas de compras de última hora, familias más que nada. Pero también observó a muchas parejas que solo paseaban por placer, tomadas de la mano, abrazadas y riendo.
Hubo un momento en el que sintió celos, pensó en lo mucho que le gustaría hacer ese tipo de cosas con Derek sin embargo estaba consciente de que el lobo ya no era un adolescente y tal vez ese tipo de cosas le parecían exageradamente cursis, además estaba consciente de que aunque no lo quisiera el ser el hijo del Sheriff llamaba mucho la atención, un ejemplo claro era que ahora al estar de pie esperando a Derek, en un par de ocasiones unos conocidos lo reconocieron y saludaron desde lejos.
Si así era mientras estaba solo seguro sería mucho peor si lo vieran abrazado de Derek Hale, uno de los últimos de su familia, solitario, reprimido social y casi delincuente; después de eso no pasaría mucho tiempo antes de que todo Beacon Hills lo supiera y no es como si a él le importara mucho lo que la gente dijera, pero sabía que sí le traería problemas a su padre. Tal vez muchos vean incorrecto que el Sheriff tenga un hijo gay y pareja de una figura como Derek, y eso le ocasione dificultades en su trabajo y su autoridad de la que depende para realizarlo.
Y él no quería ocasionar más problemas a su padre.
Sintiendo como se ahogaba en sus pensamientos deprimentes Derek llegó al rescate al volver junto al lado de su novio.
- Disculpa por la demora, toma.
Diciendo esto le extendió un guante al castaño.
Stiles lo tomó con curiosidad entonces noto que no era un par, era un solo guante. El de la mano derecha para ser más específicos.
Se lo coloco y lo miro confundido.
- ¿Qué hay de su par?
- Ah, aquí está -entonces Derek levantó su mano izquierda mostrando que usaba el otro guante.
Aun sin entender del todo lo que sucedía Stiles habló:
- Aprecio el detalle grandulón y no quiero sonar caprichoso pero mi otra mano aun tiene frío.
- Entonces supongo que debería hacer esto…
Provocando una sorpresa en el menor, Derek tomó su mano con delicadeza y firmeza a la vez.
- Y si aún no es suficiente, puedo hacer esto también -y con ambas manos tomadas aún, el lobo las metió dentro del amplio bolsillo de su abrigo provocando que Stiles se pegara más a él.- ¿Suficiente?
El chico comenzó a balbucear pues las palabras se amontonaban en su boca, pero antes de comenzar a protestar por el sitio público y las miradas, Derek lo miro a los ojos y al igual que antes ese par de orbes verdes y la sonrisa que apareció en su rostro le indicó que todo estaría bien.
- Es perfecto -susurro- gracias.
Stiles sabía que su padre quería que él fuera feliz y justo ahora se sentía infinitamente feliz y si en algún momento llegaba a surgir algún problema todos juntos lo resolverían, como siempre lo han hecho.
Ahora ya no sentía celos de todas esas parejas que vio pasar, ahora sentía pena por aquellos que no tienen a alguien como Derek. Con ese pensamiento en mente Stiles camino junto a su pareja, justo como debía ser.
Muchas horas después cuando ya comenzaba a anochecer ambos volvieron al loft con el auto cargado, Derek dijo que él se ocuparía de conseguir el árbol así que solo compraron adornos para el árbol de Navidad y solo algunos para el loft pues Stiles estaba seguro que el lobo no se sentiria comodo si veía que su querido piso se convertía en una réplica de la casa de Santa Claus.
Mientras realizaban esas compras ambos decidieron hacer su cena de Nochebuena un poco más pública al invitar al resto de los chicos, así que considerando eso Derek decidió comprar algunos muebles extras para dar al loft un aspecto más habitable. Al principio Stiles se negó diciendo que no era necesario y que se sentía culpable que el mayor gastara su dinero solo para hacer más feliz al castaño.
Pero Derek lo tranquilizó diciendo que estaba bien, que era necesario y que incluso le confiaba su adorado loft para que el lo cambiara como quisiera confiando en su buen gusto.
Entonces como si hubiera roto unas cadenas que aprisionaban a un extraño ser dentro del muchacho, Stiles se convirtió en una versión masculina de una perfecta esposa.
Sin embargo mientras Stiles arrastraba a Derek de tienda en tienda y de un lado al otro mientras lo convertía en el típico marido que solo iba a cargar las bolsas y paquetes siempre pidió la opinión del mayor antes de elegir algo pues estaba consciente de que también necesitaba considerar los gustos del lobo quien al final sería el que viviría allí 24/7.
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Stiles y Derek se dedicaron a arreglar el loft los días siguientes, como resultado para la cena de Nochebuena todo estaba listo. Los muebles habían llegado con rapidez, cabe mencionar que fue gracias a el intimidante rostro de Derek, incluyendo una larga mesa con asientos suficientes para la manada y sus familias y un enorme árbol que también Derek se encargó de conseguir.
Esa noche reinaba una agradable atmósfera dentro del loft, tanto los chicos como sus padres se encontraban disfrutando del ambiente. Tal vez demasiado…
Pues nadie le había dicho a Stiles que durante el tiempo que estuvo fuera de Beacon Hills diversos acontecimientos habían provocado que tanto la madre de Lydia como los padres de Liam conocieran la naturaleza de sus hijos y el resto de la manada. La Sra. Martin no se mostró tan sorprendida dado los antecedentes con su madre pero no fue lo mismo con la madre de Liam, al parecer fue un gran shock para ella pero gracias a su padrastro y con la ayuda de Scott, Melissa, Deaton y John con el tiempo todo se tranquilizó. Ahora se podía ver que todos se encontraban lo suficiente cómodos con todos. No más secretos.
Los únicos que faltaban por llegar eran Parrish con Lance y Kira y su familia, según Scott después de lo que sucedió en el bosque hace 6 meses ella y su madre decidieron volver permanentemente a Beacon Hills, su padre por otra parte tuvo que quedarse por su empleo en la ciudad a la cual se habían mudado pero al parecer vendría de visita por las fiestas.
Al saber esto Stiles se preocupo por Liam, buscandolo con la mirada lo vio de pie charlando con Scott. Seguro se sentía un poco desplazado por el regreso de Kira y con el corazón roto también al saber que sus sentimientos nunca serían correspondidos por Scott.
Lo cual confirmó con la llegada de la chica y su familia seguidos del deputy y su sobrino. Al notar la llegada de Kira, Scott corrió a saludarla dejando al beta solo y entristecido, sintiéndose mal por él Stiles pensó en acompañarlo un rato pero se sorprendió al ver que era Lance el que se acercaba a Liam y se le encimaba con un abrazo. Sin comprender qué sucedía allí el castaño pensó en intervenir para pedir alguna explicación pero alguien más atrajo su atención.
Caminando hacía él Noshiko se acercó con un recipiente en sus manos que conocía a la perfección.
- Las cuide como si fueran mías pues no creí apropiado que alguien más las tuviera, pero ha llegado la hora de que vuelvan con su dueño.
- Mis colas -susurro Stiles al tomar la caja de madera.
Todos los presentes se acercaron para mirar, de entre ellos salió Derek y se acercó a Stiles por detrás.
Stiles acarició la superficie de la caja y la abrió, dentro había cinco colas tan blancas como la luna y cinco oscuras como la noche. Todas perfectamente limpias y sin ningún rasguño. Al tocarlas el chico se sintió completo, se sintió extrañamente aliviado.
- Te lo agradezco -dijo el chico haciendo una leve reverencia hacía Noshiko. La mujer complacida con el gesto hacía su cultura respondió del mismo modo.
- ¿Podrá llegar a recuperar las colas que perdió? -preguntó el lobo algo angustiado.
- Derek…
- No importa si el árbol pierde ramas, si las raíces son fuertes estas volverán a crecer -la mujer sonrió a ambos y dijo-. He comprobado que nada es imposible, así que tengan fe y confíen que así será.
El resto de la velada fue perfecta, la cena estuvo llena de risas y anécdotas felices incluso Derek río un par de veces. Stiles se sintió aliviado de que su padre se encontrara disfrutando de las festividades de nuevo luego de estar alejado de ellas por tanto tiempo después de la muerte de Claudia, también pudo ver algo curioso entre el y Melissa, algo que sin duda investigaría después.
Pasada la medianoche fue cuando poco a poco se comenzó a vaciar el loft, al final solo quedaron Scott, Melissa, el Sheriff y un dormido Stiles en el sofá. Considerando la situación la enfermera convenció a John de dejar que su hijo pasara la noche allí pues no consideraba bueno despertarlo. Refunfuñando al final John aceptó no sin antes advertir a Derek que enserio lo dejara descansar.
Cuando todos se hubieron ido, Derek miró a su alrededor, todo el loft lucía como si hubiera pasado un huracán pero en vez de molestarse sonrió felizmente, era como cuando toda su familia aún vivía y aunque los extrañaba ahora sabia que tenia una nueva y todo gracias al mocoso que dormía en su sofá, con cuidado cargó con el chico a su habitación y lo recostó en la cama. Le quito los zapatos, la camisa y el pantalón y también desvistiendose se acomodo a su lado y en pocos minutos se durmió también.
A la mañana siguiente fue Derek quien buscando acercarse al chico para volver a dormirse sintió algo suave y peludo, acariciandolo escucho como Stiles comenzaba a reírse entre sueños.
- Basta, hace cosquillas -murmuró el chico.
Ignorando eso Derek volvió a tocarlo y por un momento sintió que acariciaba un muñeco de felpa pero él no poseía ninguno. ¿Un obsequio de Stiles quizá? Sintiendo una gran curiosidad abrió los ojos... y entonces todo fue caos.
- ¡Tengo colas! ¡Maldita sea Derek tengo colas! -grito Stiles aterrado.
- ¡Y orejas también! ¡Mira!
Y señalando un espejo Stiles miró su reflejo, era cierto. Un par de lindas y blancas orejas sobresalian de su cabeza donde deberían estar sus oídos normales y a su espalda cinco largas y bellas colas se hacían notar.
- ¡Oh por dios! ¡Oh por..! ¡¿Que me sucede?!
- Qué raro -murmuró Derek aun atónito.
- ¿Raro? ¿Es enserio? ¡Mira quien habla! ¡El chico al que le salen garras y cuyo rostro se deforma!
- Al menos a mi no me sale nada del trasero -dijo cruzándose de brazos el lobo.
- ¡Derek!
- Lo siento. Llamaré a Noshiko
- ¡Deprisa!
Stiles vio como Derek salió de la habitación y entonces volvió a mirarse al espejo aun sin poder creerlo. Al parecer Noshiko tenía razón, nada es imposible.