- No puedo creer que lo hayas golpeado -furioso Stiles dejó su chaqueta en el perchero apenas entraron a la casa.
- No puedo creer que tú me hayas golpeado -con una bolsa de hielo en el ojo Derek entró detrás del castaño sacudiendo la poca nieve que tenía acumulada en los hombros.
Al verlo tratar de quitarse la chaqueta con dificultad Stiles se acercó a él y le ayudó a retirarsela.- Tu me obligaste a hacerlo.
- De hecho él me obligó a hacerlo -como si de un niño pequeño se tratase Derek apuntó con el dedo a Lance quien seguía parado bajo el porche de la casa con una cara de cachorro desamparado.
- ¡Mentira! Todo es culpa de tus celos -apuntó Lance señalando a Derek con otra bolsa de hielo que momentos antes se mantenía en su labio partido.
- ¡Celos provocados por ti! -dando un paso gruñendo el mayor casi gritó a Lance.
- ¡Ya fue suficiente! -colocándose en medio de ambos Stiles extendió sus manos deteniendolos. -Tú -señaló a Derek- ya deja de caer en sus provocaciones, pareces un bebé. Molesto por la comparación el lobo se giró hacia otro lado cubriendo su rostro con el hielo.- Y tu -apunto a Lance- deja de joderlo y entra de una vez que te estas mojando.
- Correción, ya estoy mojado -se quejó Lance sacudiendo su rubio cabello provocando que algunas gotas salieran disparadas.- Espero no pescar un resfriado -dijo con una mano en la nariz después de estornudar.
- Espera aquí, te traeré una toalla y otra playera.
- ¿Para qué hacerlo? Es un kitsune, no se enfermará -gruño Derek mientras Stiles subía las escaleras rumbo a su habitación ignorando el comentario del lobo.
- Eso no lo sabes -murmuró Lance cruzándose de brazos.
- ¿Hasta cuando te detendrás? ¿Tan desesperadamente quieres a Stiles? -dando un par de pasos hacía el zorro empapado Derek confrontó al muchacho.
- ¿De qué hablas?
- No te hagas el tonto -siseó Derek- él, es mío.
- Hmm Derek Derek Derek -repitió el chico con una risita- a pesar de tu imagen seria y adulta parece que en verdad eres un completo idiota.
- ¡No me provoques mocoso, solo aléjate de nosotros! -tomando al rubio de la camiseta el lobo lo amenazó sacudiendo con fuerza obteniendo como respuesta una risa completamente natural.
- ¿Porque habría de hacer eso? ¿Acaso no ves que te estoy ayudando?
- ¿Que?
Antes de poder preguntar a qué se refería Derek soltó al chico y se alejó algunos pasos al escuchar como Stiles comenzaba a bajar de las escaleras cambiando su rostro de confusión a su ya común rostro inexpresivo.
- Aquí tienes.
Entonces Lance recibió una toalla junto a una playera negra con el escudo de Superman en ella.
- Genial, gracias.
Mirando a su alrededor el chico coloco la bolsa de hielo junto a lo que acababa de recibir en una mesita junto a la puerta, momentos después se quitó de una manera demasiado provocadora la mojada camisa que traía y se la lanzó a Derek.
- ¿Tienes que hacer eso aquí? -esquivando la prenda el lobo miró mal a Lance.
- ¿Que tiene de malo? Los tres somos hombres, tu y yo somos compañeros de lacrosse -señaló a Stiles- y por lo que dice Scott ustedes dos son bastante abiertos respecto a la intimidad -se burló guiñando un ojo ante el par que apenados miraban hacia otro lado.
- Maldito Scott, lo mataré -murmuraron al unísono.
Con una risita adorable Lance terminó de secarse y se vistió con lo que Stiles le llevó, incómodo se estiró y movió varias veces hasta que resignado suspiro viendo al par.
- Parece que le queda un poco, ajustada.
- ¿Un poco? puedo verle los… -pero al escuchar el gruñido de advertencia de Derek el zorro se quedó callado de golpe.- No recordaba que estuvieras tan musculoso.
- ¿Bromeas? Si me comparas con el sarnoso que tienes a tu lado yo estoy hecho una vara, pero bueno, supongo que todo es por el entrenamiento.
- Como sea, al menos cubre lo hmm ¿básico? -comentó Stiles mientras detenía con una mano a Derek para evitar que se lanzara contra el otro.
Caminando hasta un espejo cercano Lance vio su reflejo y el famoso logo en la playera.
- Soy el Superboy más apuesto del mundo -dijo haciendo una pose frente al espejo causando una risa por parte de su amigo.
Después de todo no era mentira, esos ojos, esa sonrisa, ese cabello rubio húmedo y desordenado y ese cuerpo…
- Lastima que tengas el cerebro de una ardilla -se burló Derek ocasionando un bufido molesto por parte de Lance.
- Muy gracioso pero será mejor que se detengan, no quiero volver golpear a alguien -anunció Stiles tomando a Derek de la mano y llevándolo a la cocina con Lance detrás de ellos.
- Hablando de eso ¿que tan fuerte golpeaste al perro este que no se cura?
Tirando la ya derretida bolsa de hielo a la basura Lance esquivo la que Derek le lanzó molesto, a diferencia del rubio quien no se sabía curar el ojo de Derek seguía hinchado y sin muestras de querer sanar.
- Creo que use demasiada fuerza -colocando una mano bajo la herida del lobo Stiles acaricio su mejilla- lo siento.
- Estoy bien, solo no comprendo porque aun no sana.
- Entonces supongo que tendremos que hacerlo a la antigua -sacando una pequeña caja de primeros auxilios de un armario cercano Stiles lo coloco un bálsamo en el inflamado ojo a Derek y después repitió lo mismo con Lance.
- Muy bien, ahora ocupémonos de la cena.
- ¿Que tienes en mente? -preguntó Lance.
- Pollo, mi padre no puede consumir carne roja así que pollo sería lo mejor ¿está bien para ustedes?
- Seguro -asintieron ambos.
- Genial ¿Derek podrías sacarlo del refrigerador y cortarlo en trozos?
- El que haya vivido en un bosque y sea un hombre lobo no quiere decir que sea un cazador y sepa cómo despedazar un pollo Stiles -se cruzó de brazos ofendido el mayor.
- ¿No puedes hacerlo? -lo retó su novio.
- Por supuesto que puedo -asomando la cabeza dentro del abierto frigorífico Derek río sospechosamente- pero para eso necesito un pollo.
- ¿De qué hablas?
- Oh no oh no oh no -un histérico Stiles se acercó con pasos rápidos junto a Derek viendo dentro también con altos balbuceos haciendo que la pregunta de Lance quedara opacada.
- Demonios olvide hacer las compras de esta semana.
Cerrando fuertemente la puerta del aparato el chico caminó hacía la entrada volviendo a colocarse su abrigo.
- Derek dame las llaves de tu auto, iré rápidamente por lo que necesitamos.
- ¿Acaso eres tonto? No dejaré que salgas a conducir solo y con este clima -poniéndose su chaqueta también Derek abrió la puerta de la casa- iré contigo.
- De acuerdo. ¿Vienes Lance? -preguntó Stiles con un pie fuera.
- ¿Bromeas? -escondiendose tras una pared al sentir un rafaga de aire frio el chico nego con la cabeza- no gracias, prefiero evitar el frío y la nieve a toda costa.
- Muy bien, ahora volvemos.
Dejando al rubio dentro el par corrió hasta la camioneta del mayor y entraron rápidamente, encendiendo el motor Derek no tardó en ponerse en marcha.
- ¿Que le sucede con el frío?
- Kasai Kitsune.
- Oh, comprendo.
Debido a la nieve acumulada el auto se movía lentamente para evitar derrapes lo cual hacía que Stiles se impacientara cada vez más.
- Relájate, aún tenemos tiempo -sin despegar la vista de la carretera Derek trato de tranquilizar al adolescente a lado.
El zorro volteo para sonreírle como agradecimiento pero en fondo no podía quitarse algo de la cabeza; desde el momento en que subió al auto con Derek recordó la conversación que tuvo con sus amigos esa mañana.
- Derek, nosotros tenemos citas ¿cierto?
- Por supuesto.
Ante la seca respuesta del mayor Stiles no pudo evitar sentirse ultrajado.
- Y no me refiero a solo pasear en el centro comercial o nuestras ya usuales conversaciones en el auto. Fuera de eso, ¿hemos tenido citas?
- Define “citas”.
- Oh por dios tenían razón, tu y yo nunca hemos tenido una cita real -dejando caer la cabeza sobre la guantera Stiles dejó escapar un quejido.
- ¿Y cual es el problema? ¿Que tienen de especial las citas?
- Pues en una cita es en donde la pareja se conoce más, charlan de su familia, su infancia, lo que les gusta, lo que odian, su helado favorito y su animal preferido.
- Stiles nosotros nos conocemos desde hace años, no somos extraños por lo que eso es innecesario.
- Aun así yo desconozco muchas cosas sobre ti y si lo piensas bien nuestra relación no tiene bases solo se dio de la nada. ¿Nos habremos apresurado? ¿O tal vez debimos poner más interés al intentar conocernos mejor? ¿Eso no significa que esto es algo…
- Stiles, Stiles -Derek aparco frente al establecimiento y al ver que el chico comenzaba a hablar con rapidez lo tomó del rostro y lo calló de un beso.- Esta bien, si es importante para ti, tendremos una cita.
- ¿Lo dices enserio? -pregunto el chico con las mejillas sonrojadas.- ¿Una cita real?
- Si, una real -con una media sonrisa el mayor le revolvió el cabello- tal vez sea divertido.
- Bien -sonrió el zorro acomodándose su chaqueta- por cierto, te vez realmente feo con ese ojo morado.
- ¿Quieres ganarte uno? -amenazó el mayor.
- Vamos grandulón démonos prisa -riendo el chico le dio un par de palmaditas en el brazo al lobo y ambos salieron del vehículo.
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- De acuerdo tomemos lo que necesitamos y volvamos pronto no quiero dejar mucho tiempo solo a Lance, tengo miedo de que prenda fuego a la casa intentando calentarse.
Ambos jóvenes caminaban por el lugar tomando las cosas que Stiles necesitaría para cocinar; el local no era como un supermercado pero tampoco pequeño, era lo suficientemente grande para ofrecer a sus clientes lo básico para sus hogares y cosas necesarias para una emergencia.
Durante el camino Stiles temío encontrar el lugar abarrotado por personas que buscaran suministros para la nevada, si así de paranoicos podían ser las personas de Beacon Hills, pero extrañamente el lugar estaba desierto, habían muy pocos compradores, como mucho tal vez 10 personas en todo el lugar.
- ¿Qué es lo que falta? -preguntó Derek caminando junto al chico tomando su mano.
Gesto que se había hecho ya una costumbre en ambos, sin importar el lugar o la gente ellos ya tenían suficiente confianza para hacerlo.
- Salsa de tomate y espárragos.
- ¿Crees que encontremos espárragos en este sitio?
- No lo se -deteniéndose con el carrito el chico busco el área de vegetales, al encontrarla se dirigió al lobo.- Iré a buscarlos ¿vas por la salsa?
- Claro, espérame allí.
Derek se dio la vuelta y se perdió al dar la vuelta en un pasillo no sin antes dirigirle una rápida sonrisa. Stiles sonrió también y caminó hasta los pocos estantes con varias frutas y verduras en ellos, con la vista busco los espárragos en los mostradores inferiores, nada. Sintiéndose nervioso y algo impaciente sigue buscando mientras subía con la mirada al los estantes superiores y entonces los vio, el último lote de espárragos atados en un cordel, con una sonrisa triunfal el zorro estiró su mano para tomarlos entonces como si viera un reflejo otra mano imitó su movimiento ambos tomaron el ramo al mismo tiempo.
Frunciendo el ceño Stiles vio de reojo al dueño de esa mano con desconfianza, un poco sorprendido tuvo la sospecha de ya haber visto a esa persona antes ¿un actor tal vez?.
Bastante alto, con el cabello castaño y un cuerpo delgado el extraño miro a Stiles con sus rasgados ojos, serio y sin expresión alguna.
- Disculpa pero necesito esto -dando un tirón el zorro le sonrío al desconocido quien no soltó el racimo.
- También los necesito, tengo órdenes -con un marcado acento al hablar el forastero le regreso el tirón a Stiles quien no los dejó ir.
- ¿Órdenes? ¿Qué es esto, el mercado negro? -con más fuerza el chico volvió a intentar arrebatarselos.
- Escucha mocoso ¿porque mejor no buscas algo sucio, grasoso y plastificado que ustedes los americanos les gusta comer?
- ¿Oh te crees muy sano por ser extranjero, Wasabi?
- ¿Como me llamaste? -apretando la mandíbula el hombre se acercó más a Stiles quien tuvo miedo pues de pronto le pareció que había crecido más en ese instante dejándolo muy abajo en el suelo.
- Alejate de él -con una áspera y masculina voz Derek colocó una mano en el hombro del sujeto y lo empujo levemente sin importarle que el tipo le sacaba al menos 10 centímetros de altura.
Stiles observó como su lobo perforaba con esos ojos verdes llenos de furia al extraño, pero para su sorpresa el hombre no se inmuto, normalmente eso sirve para asustar a cualquiera pero contrario a lo que se esperaba el sujeto le sostuvo la mirada a Derek. Contraria a la de Hale la mirada del otro no mostraba furia o enojo, solo era un fría mirada sin sentimiento alguno, incluso podría decirse que parecía aburrida y sin interés por la amenaza del lobo. Lo cual lo enfureció más, haciendo que Stiles lo notase.
- Derek... Ni Siquiera lo pienses
- ¡Kou!
Rompiendo la tensión del momento el trío se giró para ver como un molesto joven de cabello negro caminaba hacia ellos.
- ¿Donde estabas? ¡Llevo horas esperando en las cajas!
- Makoto-sama por favor no sea exagerado, solo han pasado un par de minutos -sin mucho interés y esfuerzo el alto castaño se quita del hombro la mano de Derek y miró al adolescente a su lado.
- Ya te dije que dejes los honoríficos ¿no te das cuenta que todos nos ven raro cuando tu o Ryou los usan? ¿Que acaso se aliaron para molestarme?
- Eso no le molesta a Ryuunosuke-sam… -siendo fulminando con la mirada al joven éste decidió cambiar sus palabras- hmm al amo Ryuunosuke.
- ¿Amo? Perfecto, cuando parecía que no podía ser peor. Como sea ¿que te demoró tanto?
- Hey, Makoto…
Posando sus ojos sobre el dueño de esa voz el chico sonrió cuando vio al chico cubierto por la espalda de Kou.
- ¡Stiles! Hola
- H-Hola -aun en shock por la surrealista escena que acababan de presenciar Stiles se colocó junto a Derek.
Un incomodo silencio se apoderó de la habitación, Stiles miraba a Derek advirtiéndole que no hiciera ninguna locura, Derek aun molesto miraba a Kou, sin importarle esto Kou miraba a Makoto y Makoto a Stiles.
- ¿Sucedió algo? -pregunto el chico de cabello azabache.
- No -negaron al unísono los tres hombres.
- ¿Ok? hmm Stiles ¿te molestaría presentarme a tu amigo?
- Claro, lo siento. Derek, él es Makoto, uno de los chicos nuevos en la escuela. Makoto, él es Derek. Derek es mi... novio.
- Oh, oh -con una expresión de sorpresa el chico le ofreció la mano a Derek quien la estrechó sin muchos ánimos.- Un gusto, espero.
- Lo mismo digo -Stiles se sintió aliviado de que en esta ocasión haya sido diferente a la vez que Derek y Lance se conocieron.
- Entonces… -alargando las palabras el zorro miró al alto castaño que se encontraba a espaldas de Makoto con los espárragos en la mano.
- Oh cierto, por supuesto, lo siento -hablando rápido y torpemente Makoto tomó de un brazo a su acompañante y lo hizo dar un par de pasos al frente.- Chicos, el es Kou. Kou, ellos son Stiles y Derek. El es… hmm.
- Soy su guardián, sus padres me dieron órdenes de cuidarlos y…
- Es un amigo -interrumpió Makoto al presentir hacía dónde se dirigía esa oración.
-¡ Ahora lo recuerdo! -salto Stiles- ¡es el sujeto que los recogió de la escuela! Sabía que lo había visto antes.
- Correcto -contestó el otro chico riendo también mientras ambos adultos se miraban con desconfianza.
- ¿Stiles? Debemos irnos, ya es tarde.
- Si tienes razón.
- ¿Qué haremos con los espárragos? -pregunto Derek mirando de reojo a Kou mientras los cuatro caminaban hacia las cajas.
- ¿Los necesitan? Pueden tomarlos si quieren -se ofreció Makoto quitandoselos a Kou quien tenía un mueca en el rostro.
- Pero, el amo Ryuunosuke…
- Yo me encargaré de Ryou, de hecho nosotros tres tendremos una importante conversación cuando volvamos a casa, “amo Kou” -se burló el chico ofreciéndole el racimo a Stiles.
- Te lo agradezco Makoto -con una sonrisa el zorro las recibió mirando a Derek feliz.
- Descuida, nos vamos.
Y con una mano el chico salió de la tienda con Kou detrás de él cargando las bolsas de compras.
- No me agradan eso dos.
- A ti no te agrada nadie Derek -se burló el zorro entrando a una de las vacías cajas.
- Hola Stiles ¿compras de última hora?
- Hola Rachel.
Con una sonrisa Stiles le regreso el saludo a la linda cajera que con sus mechones de cabello rojo en medio del rostro le miraba con una cálida expresión.
- ¿Cómo supiste que son compras apresuradas?
- Me lo acabas de decir -riendo un poco la chica comenzó a pasar la mercancia- Bueno, siempre sueles venir con una expresión como la de un cachorro en medio de una autopista, pero en esta ocasión no. Sin mencionar que es raro que vengas acompañado.
Mirando de reojo al moreno la chica le guiño un ojo a Stiles quien desvió la mirada sonrojándose.
- ¿Serías tan amable de presentarme a tu novio?
- De qué hablas Rachel, tu ya me conoces -habló Derek cruzándose de brazos.
- Oh vamos Hale quería ver a tu chico ponerse nervioso, siempre has sido un aguafiestas.
- ¿Ustedes se conocen? -sintiéndose desplazado Stiles preguntó sin dejar de verlos a ambos.
- Fuimos juntos al instituto -contestaron ambos.
- ¿Enserio? No sabía que Derek tuviera amigos del instituto.
- No eramos amigos, ella era un chica boba y entrometida quien por cierto estaba enamorada de mi.
- ¡Yo no estaba enamorada de ti! -se defendió la chica con un risa- tal vez el 95% de las chicas babean por el arrogante Derek Hale pero el otro 5% no éramos tan estúpidas así que no nos metas a todas en el mismo saco.
- Si claro…
- Sabes, tal vez a Stiles le guste saber de tus días de instituto -con una malvada sonrisa Rachel consiguió captar la atención de Derek quien la miró con una mirada de temor y advertencia.
- Definitivamente quiero oír eso -con una radiante sonrisa el chico brinco de emoción.
Entonces Derek rápidamente le colocó un brazo en la cabeza cubriendo el cabello y colocando su mano en la frente de Stiles quien comenzó a protestar cuando el mayor lo arrastró fuera de la tienda con un brazo en su cabeza aun y el otro con las bolsas de compras.
- ¡Vendré a visitarte pronto Rachel! -alcanzó a gritar el chico antes de salir al exterior.
- ¿Tanto te preocupa mantener oculto tu pasado Derek?
Tratando de molestarlo Stiles comenzó a picar al lobo cuando ambos estuvieron dentro del auto.
- No tanto como a ti debería preocuparte eso.
Apuntando al espejo dentro del auto Stiles se llevó una mano a la cabeza al ver el par de orejas zorrunas.
- Maldición ¿en qué momento? ¿como?
- Debes ser mas cuidadoso con tus reacciones.
- Bueno al menos no salieron las colas -pero al ver la seria expresión del mayor la risa de Stiles se quedó atorada en su garganta.
- No es gracioso Stiles ¿si hubiera pasado qué habríamos hecho? No olvides que al exponerte nos estás exponiendo al resto de nosotros.
- Pero esto no tiene nada que ver con ustedes -con un puchero el chico agachó las orejas.
- Por supuesto que sí, si uno de nosotros es expuesto comenzarán a llegar reporteros, investigadores, incluso el maldito gobierno y tarde o temprano nuestro mundo será de conocimiento público.
- Lo siento -susurro el chico apenado.
- Solo prométeme que dejarás de holgazanear y te pondrás a entrenar para que esto no vuelva a suceder.
- Lo prometo. Siento haberte hecho enojar, ahora estas todo sudado y tenso.
- No estoy enojado.
- Claro que si, tan solo mírate no dejas de verme ni has arrancado el auto y estas caliente....
Acercándose al lobo Stiles lo miro a los ojos con duda, entonces se percató de la vena marcada en su cuello y el esfuerzo que hacía al apretar los dientes.
- Derek, ¿acaso estas…? -bajando la mirada hacía la entrepierna de su novio Stiles soltó una risita.
- Te follaria justo ahora si no fuera un delito hacerlo en un auto -tratando de esconder el murmullo con el encendido del motor Stiles soltó una carcajada al oírlo.
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- ¿Porqué tardaron tanto? Me estaba muriendo de aburrimiento -se quejo Lance con los brazos cruzados apenas vio entrar a la pareja-. ¿Pasó algo?
- Se la puse dura a Derek -contesto Stiles con una sonrisa.
- ¿Es enserio? -susurro este cubriéndose el rostro con una mano-. ¿Podrías dejar de decirlo?
- No -gritó el castaño desde la cocina.
- Bien por ti, supongo -Lance se acercó hasta él y le palmeo la espalda.
Las horas pasaron rápidamente causando cierto estrés en Stiles quien temía no tener lista la cena a tiempo, afortunadamente gracias a la ayuda de ambos todo quedó listo justo a tiempo cuando Derek escucho como se aproximaban ambos autos. En menos de cinco minutos todos se encontraban sentados en el comedor familiar de los Stilinski de acuerdo al orden que Stiles impuso. El Sheriff a la cabeza, por supuesto, Jordan y Lance a su izquierda y Derek y el zorro a la derecha quedando ambos adolescentes de frente y junto a John.
Sin embargo las cosas estaban lejos de ser perfectas, todos comían pero nadie hablaba, solo miradas, jugando a un juego parecido al de la tienda horas antes. Desde el momento en que los agentes entraron a la casa fue difícil mantener la comodidad, no es que se odiaran los presentes pero era complicado llevar una conversación. Después de todo Stiles estaba nervioso, Derek casi no hablaba, los Parrish estaban demasiado ocupados en comer y estaba seguro de que si su padre hablaba probablemente diría algo de su niñez que lo avergonzaría.
- ¿Que sucede, porque nadie habla? ¿En especial tu? -preguntó el Sheriff apuntando a Stiles con el tenedor.
- No lo se, supongo que no se me ocurre nada. Lo sé, es raro para mi también -se encogió de hombros al darse cuenta como todos lo observaron después de escuchar eso.
- ¿Enserio? ¿Y porqué no comienzas explicando el porque este par tiene golpeada la cara?
- Ehh yo…
- ¿Lance? -preguntó Jordan con una mirada de advertencia al chico.
- Yo no hice nada, todo fue culpa de ese perro y sus celos -con un gesto desinteresado el chico desvió la mirada escuchando como Derek rechinaba los dientes.- Yo termine con el labio roto por su culpa y ni siquiera pude devolver el golpe ¿que clase de justicia es esa?
- Espera un minuto -agitando una mano en modo de gesto del mismo modo en que lo hace su hijo John preguntó: ¿si tu no lo golpeaste, eso quiere decir…?
- ¿Que? ¿Acaso es tan difícil de creer que yo pueda hacerlo? -ofendido, Stiles se mete una gran porción de comida a la boca.
- ¿Y porque no se han curado?
- Yo no se como hacerlo aun -replicó Lance a modo de defensa- y supongo que él es sólo un inútil.
- Maldito mocoso… -gruñó Derek fulminando con la mirada.
- ¡Ya basta! no quiero peleas en mi casa ahora todos siguan comiendo. En paz.
Agachando la cabeza los cuatro hombres sentados frente al Sheriff gruñeron y siguieron comiendo.
Silencio…
- Oh por cierto Lance, no vas a creer a quien nos encontramos hoy.
- ¿A quien? -preguntó el rubio quien dejó de mirar su plato para observar a Stiles.
- Makoto.
- ¿Hablas de ese chico japonés de pelo blanco? -preguntó su padre con interés.
- No, el de pelo blanco es su amigo. Makoto es el azabache ¿sabes algo de ellos?
- Nada, desde que han llegado no han causado problemas.
- ¿Sabías que hay otro más?
- ¿Te refieres a su guardián? -hablo Jordan esta vez.
- ¿Lo conoces? -preguntó con sorpresa su sobrino.
- Un poco -contestó vagamente el agente- me lo he topado un par de veces en la estación de gas y hemos charlado un poco mientras cargamos gasolina.
- ¿Y qué opinan de ellos? -preguntando a ambos agentes Stiles miró a su padre quien se encogió de hombros.
- No tenemos nada que decir Stiles, no nos han dado motivos para sospechar de ellos -habló con una sonrisa Jordan- ¿no todo forastero es una bestia sobrenatural sabes?
- La bestia sobrenatural llegó antes -murmuró Derek mirando a Lance.
- ¿Quieres un poco de esto pulgoso? -retó el rubio.
- ¿De nuevo? -advirtió el Sheriff callando a todos.
Silencio...
Silencio...
- La cena está realmente deliciosa -comentó Jordan- en especial el pollo, está perfecto, crujiente por fuera suave por dentro. ¿Como lo hicieron?
- Todo fue obra del pequeño rufián a tu lado -señaló Derek con una molesta mirada a Lance quien le guiño un ojo en respuesta.
- El lo coció -apuntó Stiles.
- ¿Si eso es obvio pero como lo hiciste?
- Pues, literal, yo lo cocí -contesto el rubio.- Una de las tantas ventajas de ser un lindo zorro de fuego.
- ¿Lo dejaste prender fuego dentro de la casa? -acusó el Sheriff mirando a Stiles incrédulo.
- Ni siquiera me percate en el momento en que lo hizo -se defendió el chico con medio bocado aun sin masticar- en un segundo tenía un pollo crudo y en otro ¡puff! ya está hecho.
- No debiste hacerlo Lance, pudo ser peligroso -reprimiendo a su sobrino Jordan vio como el rubio le restaba importancia haciendo que los presentes se relajaran y bajaran la guardia para seguir comiendo.
- ¿Porque tanto alboroto? Pasaron cosas peores…
- ¿De qué hablas? -preguntó el deputy quien casi terminaba su ración.
- Stiles se la puso dura a Derek -soltó Lance con malicia y una clara sonrisa de satisfacción en su rostro.
- Mierda -musitó Stiles al momento en que las orejas y las colas brotaban.
Jordan escupió el trago de cerveza que tenía entonces miró a Stiles y a Derek repetidamente con la boca abierta antes de posar sus ojos ante John quien sostenía un tenedor a medio camino a su boca.
- ¿Que mi hijo que?
- No papá, yo… -tartamudeo con torpeza Stiles.
- Mi arma, ¿donde deje mi cinturón?
Empujando la silla con fuerza el Sheriff volvió a la sala buscando el lugar donde dejó su cinturón al entrar a la casa, poniéndose de pie también Stiles miró a su padre y justo cuando estaba a punto de seguirlo escucho a Derek hablar.
- ¿Ahora si me dejarás matarlo?
- ¿Que? ¡No! ¡Nadie va a matar a nadie y tampoco vas a dispararle a mi novio!
- Oh vamos, se curará -checando si el arma estaba cargada el Sr. Stilinski giro los ojos como si fuera una línea casual- prometo hacerlo en un brazo o una pierna.
- ¡No! ¿Pero que demonios estas diciendo? Con todo respeto, papá, señor.
Mirando el rostro molesto de su padre Stiles retrocedió un par de pasos.
- ¿Si el no puede hacerlo, puedo hacerlo yo? -preguntó Jordan alzando una mano.
- Tu padre puede hacerlo si quiere -habló con calma el lobo.
- ¡Ok ya fue suficiente, nadie le disparara a Derek. Ahora todos van a sentarse y tomar la maldita taza de café que voy a servir!
Gritando molesto Stiles erizo el juego de colas mirando a todos los presentes con las orejas aun encogidas, el grupo de hombres se le quedó mirando un par de segundos antes de estallar en carcajadas. El chico completamente rojo de furia hizo un puchero cruzándose de brazos.
- Era una broma hijo, no seas tan gruñón -comentó su padre riendo aún.
- P-pero..
- Lo siento Stiles, pero es imposible tomarte en serio con ese aspecto -comentó Lance por otra parte con las manos en el estómago.
- ¿Cual es su problema? ¿Que acaso tienen diez años? -gruñó Stiles claramente aún molesto.
Con una amplia sonrisa pero sin reír fuertemente como el resto Derek se acercó a Stiles y lo abrazo por la espalda acariciando el par de orejas zorrunas.
- Sería incapaz de dispararle -dijo el Sheriff más calmado.- Pero puedo hacer un esfuerzo así que no me des motivos Hale.
Con un gesto serio y sombrío John volvió a desenfundar el arma que momentos antes había puesto en el cinturón al ver como Derek casi besó a su hijo en los labios.
- Ahora que te parece si sirves esa “maldita taza de café” -se burló el Sheriff del chico quien lo fulmino con la mirada mientras caminaba a la cocina arrastrando el juego de colas.
- Los odio -murmuró Stiles entre otras maldiciones mientras escuchaba aun como se burlaban de él. Pero sin duda alguna no podía estar más feliz de volver a escuchar risas en su hogar, ese frío y solitario hogar que la muerte de Claudia dejó y que poco a poco iba volviendo a cobrar vida junto con su padre.
Girando la mirada vio como Derek entraba en la cocina y le ayudaba a servir, no sin antes dejar un beso en su mejilla y susurrarle un: “Gracias”.
Sonriendo también Stiles pensó que debía ser él quien debería agradecerle, ahora y siempre.