Derek salió de la casa de los Stilinski con Stiles detrás de él, los Parrish se habían retirado hace unos minutos y ahora era su turno de partir también. Después de agradecer al Sheriff por su hospitalidad este dejó que Stiles se despidiera de él en la puerta no sin antes advertirle que no tardara demasiado. Había dejado de nevar sin embargo negras y pesadas nubes aún cubrían el cielo anunciando una noche fría.
-Gracias por todo -murmuró el adolescente apoyándose en el marco de la puerta.
-Gracias a ti -el lobo le regaló una media sonrisa- en verdad me la pase bien.
-Me alegra oír eso, temía que todo fuese demasiado incómodo y las cosas se salieran de control.
Derek levantó una ceja y le miró con burla.
-¡Pudo haber sido mucho peor! -replicó el chico tratando de reprimir una risa.
El lobo sonrió cautivando a Stiles quien le regresó el gesto con una brillante sonrisa.
-Entonces, nuestra primera cita ¿Qué te parece en dos días?
-¿Tan pronto? -preguntó sorprendido el castaño.
-¿Para qué esperar más? Además es perfecto, la escuela se encuentra inactiva por la nevada por lo que no debes preocuparte por deberes o proyectos.
-De acuerdo, entonces así será.
-Bien, vendré por ti a las 8:00 de la noche -mientras hablaba Derek tomó a su novio de la cintura y poco a poco fue acortando la distancia entre ellos, adoraba sentir esa pequeña resistencia que Stiles siempre ponía pero que al final cedía con un poco de esfuerzo.
-Aquí te esperaré -susurró el joven zorro mientras tomaba la iniciativa para besar a su novio.
Derek miró esos labios en forma de arco acercarse a él encendiendo una pira de fuego en su interior, ejerciendo más fuerza en el cuerpo del menor quiso tomar posesión de él cuando un golpe sordo hizo que su pequeño cachorro saltara del susto haciendo salir por segunda vez esa noche sus rasgos zorrunos.
-Ups, se me resbaló.
Ambos se giraron al escuchar la voz del Sheriff quien en ese momento se agachaba para recoger un pesado libro del suelo.
-Lo hiciste apropósito -masculló Stiles fulminando con la mirada a su padre.
-Tic toc Stiles -respondió el adulto con una seria mirada.
-¿Eso qué significa?
-¿Hale?
-Te veo mañana ¿Ok? -hablo Derek captando la indirecta de John.
-Bien -murmuró molesto el chico cuando vio al lobo marcharse en su auto dejándolo insatisfecho.
En cuanto el vehículo desapareció de su vista, Stiles entró a la casa cerrando la puerta con un poco más de fuerza de la necesaria encontrándose con una mueca burlona en el rostro de su padre.
-Eres de lo peor -gruño el chico con un puchero.
-¿Yo que hice? -hablo el Sheriff con fingida inocencia.
- Esto es perfecto, un padre sobreprotector y un novio cobarde.
Entre gruñidos y maldiciones el zorro se dirigió a la cocina para terminar de limpiarla dejando una tenue estela de luz blanca por donde arrastraba sus colas.
Algunos minutos después...
-Buenas noches papá.
-Descansa hijo.
La voz del adulto se alejó poco a poco hasta que fue sustituida por el abrir y cerrar de una puerta. En ese momento otra puerta se abrió dejando entrar una cortina de luz que iluminó parte de la oscura habitación donde el adolescente entraba. Conformándose con la escasa luz proveniente de una lámpara ubicada en la calle que se colaba por la ventana el joven castaño comenzó a desvestirse arrojando sus prendas a distintos puntos de la alcoba sin darle mucha importancia al destino de dichas prendas.
Quedándose únicamente con sus ajustados calzoncillos se aproximó a su cama, bostezo y se estiró antes de entrar a ella. Entonces sintió un cosquilleo que recorrió su espalda provocando que se erizara su piel, inquieto el chico se giró hacia la ventana pero al verla completamente cerrada trago nervioso.
-¿Derek? -preguntó temeroso.
A excepción del viento que por momentos golpeaba su ventana no hubo respuesta alguna del mencionado.
Ignorando la reciente sensación que posiblemente fue producto de su mente Stiles procedió a dormir no sin antes tratar de expulsar los restos de miedo que parecían querer aferrarse a su inquieta imaginación provocando que pensara cientos de horribles escenarios.
Entonces sin previo aviso fue arrojado a la cama por un cuerpo más grande que se montó sobre él y aprisionó sus manos en su espalda. Instintivamente forcejeo para tratar de liberarse, todo en vano.
-¿Quien es el cobarde ahora?
-Sabía que eras tú -gruñó con cierta molestia la pequeña presa de Derek.
-Voy a hacer que te comas tus palabras Stiles... y algo más.
El lobo se lanzó sobre la espalda del joven hijo del Sheriff y comenzó a mordisquear el cuello mientras este hundía la cara en una almohada para ocultar los gemidos que poco a poco iba soltando. Entonces Stiles se percató de algo que hizo que su cuerpo temblara de una gran excitación, Derek estaba completamente desnudo. El chico sintió los vellos del fuerte pecho de su novio acariciar su espalda, sus piernas enredarse con las suyas y su miembro rozar parte de su cubierto trasero. Ese cuerpo tan masculino y a la vez salvaje hacía que su mente se nublara con pensamientos cada vez menos decentes, entonces se preguntó: ¿Cuánto tiempo llevaba así en su habitación?
-Eres un maldito pervertido -susurró entre gemidos.
-Esto no es nada -Derek giró el cuerpo de su novio y quedó sobre él, lo miró a los ojos y le beso con efusividad los labios- no tienes ni idea de hasta dónde puede llegar la palabra "pervertido" conmigo Stiles. ¿Acaso te gustaría descubrirlo? -preguntó el mayor con voz excitada justo después de dejarle una gran marca en el blancuzco cuello del castaño.
- No -soltó sin pensar el chico.
- ¿Que? -incrédulo el lobo se separó para poder verlo al rostro esperando haber escuchado mal.
- No no, no es eso -se apresuró a corregir Stiles al ver el rostro de su novio, levantó su torso apoyándose en sus brazos para quedar más cerca del rostro de Derek- lo que quise decir es que no ahora, mi padre está en la casa y algo me dice que no seremos muy callados.
El lobo soltó un gruñido parecido a una risa molesta al darse cuenta de que estaba en lo cierto, aun sobre el cuerpo de su novio comenzó a besarle el cuello mientras frotaba su miembro con el de su pareja.
- Derek, detente, será peor si no lo haces -Stiles trato de sonar firme sin mucha confianza pero para su sorpresa el mayor lo hizo y se detuvo.
- De acuerdo, pero te advierto que me quedaré toda la noche y no me vestiré.
- ¿Y quién te pidió que hicieras eso? -hablo el castaño con el sarcasmo que ya era común en él.
El lobo le guiño un ojo dejando un casto beso en sus labios y se enderezó dispuesto a quitarse de encima de Stiles entonces vio algo que llamó su atención, sin poder evitarlo arqueo las cejas con algo de sorpresa y le preguntó con algo de burla.
- ¿Stiles, has estado haciendo ejercicio?
- Por supuesto que no ¿acaso no me conoces? -un poco nervioso el joven zorro siguió hablando al ver que su novio no se había creído esa respuesta- Derek sabes tan bien como el resto de la manada que nunca asisto a los entrenamientos precisamente para "entrenar". Aunque te prometí ya comenzaría a hacerlo y eso haré.
- Mientes.
- ¡Por supuesto que no! Puedes preguntarle a Scott si quieres o cualquier otro.
- Se que eso es verdad pequeño holgazán, pero la ultima vez que te vi desnudo y eso ya tiene un buen tiempo debo agregar, no estabas así.
- ¿Así? ¿Así como? ¡Derek por favor habla mas claro! -gruño en voz baja el chico al percatarse que estaba alzando la voz.
- Más sexy.
- ¿Que? -Stiles tuvo que contener una carcajada ante el comentario- ¿De que hablas?
- No te hagas el tonto Stiles, algo me dice que estas consciente de que estas un poco más grande, la espalda se te está ensanchando, estas haciendo mas pecho y tus abdominales definitivamente tienen más volumen.
- N-no se de que hablas -tartamudeo el zorro- además como puedes decir con tanta precisión todo eso, es un poco perturbador.
- Posiblemente tienes razón, tal vez no es nada y solo es que la pubertad al fin te alcanzo y ya estas dejando ese cuerpo de mocoso que tienes -Derek hablo con maldad mientras se tumbaba junto al castaño dándole la espalda.
- Eres un idiota -murmuró molesto el chico dándole un no tan suave golpe en un costado haciendo que el mayor se volteara con un sonrisa.
- ¿Por que no solo lo admites?
- Es vergonzoso, no quiero que pienses que soy alguien vanidoso y ególatra.
- ¿Hiciste esto por ti?
- ¡Por supuesto que no! -replicó rápidamente el castaño.
- Entonces no eres nada de lo que acabas de decir -Derek se acercó más al chico y lo rodeo con uno de sus brazos.
- Yo solo lo hice porque no quería que cuando alguien nos viera en la calle juntos pensara que tu me estas haciendo un favor al salir conmigo, quiero que piensen que soy lo suficientemente bueno para ti, que yo también soy... sexy -mientras hablaba su voz fue disminuyendo poco a poco haciendo que Derek sonriera al verlo sonrojado y con la cabeza escondida en su pecho.
- Stiles, siempre me has gustado como eres, en especial lo adorable que puedes llegar a ser -con una sonrisa el pelinegro beso la frente de su pequeño zorro- pero no voy a negar que si luces más sexy, así que si quieres continuar con esto no voy a detenerte.
- Bien, porque no pensaba hacerlo, ya no pienso seguir siendo "adorable". ¿Que persona de 618 años conoces que es"adorable"?
- Stiles tu no tienes 618 años, ya te lo he dicho -hablo con un suspiro el mayor.
- ¡Como te atreves! -indignado Stiles le dio una mirada de desaprobación a su novio- ¿Nunca te enseñaron a respetar a tus mayores?
- De acuerdo muy gracioso -hablo con una sonrisa Derek al ver como Stiles comenzaba a reír en voz baja- solo no te pongas mas sexy que yo o no te lo perdonaré.
- ¿Más sexy que el gran Derek Hale? ¿Que eso no es un pecado?- con una pequeña risita Stiles besó la mejilla del mencionado- Descuida grandulón, no pasará, por mucho ejercicio que haga tu seguirás siendo un dios y yo un mortal.
- Entonces como tu dios te ordeno que te quites esa maldita ropa interior -grupo el lobo quien con una mano dentro de la prenda acariciaba la piel trasera del castaño.
- Derek ya te dije que no podemos hacer nada.
- Lo sé lo sé, pero al menos quiero sentirte por completo cuando estes junto a mi.
- No tienes remedio -con un rápido movimiento Stiles se retiró y arrojó la prenda fuera de la cama. Entonces Derek abrió los brazos a manera de invitación y recibió con una sonrisa al chico que se acurruco en su pecho en un cálido abrazo donde ambos se perdieron para comenzar a buscarse una vez más en el mundo de los sueños.
************************
Stiles:
Espero hayas dormido bien y disculpa por irme antes de que despertaras pero tu padre casi nos descubre. Últimamente está más atento así que no quería arriesgarme. Te veré más tarde.
-Derek H.
Después de leer la nota Stiles la doblo y con una sonrisa la guardo en un cajón, mirando hacia la ventana caminó hasta ella y con una mueca de sorpresa vio como había más nieve que ayer. El calor corporal de Derek seguro lo bloqueo pero todo indicaba que había vuelto a nevar durante la noche, como todo un zorro curioso el chico abrió con un poco de dificultad la ventana arrepintiéndose al instante en que sintió una fría corriente de aire golpear su desnudo cuerpo. Con un ligero aullido el chico corrió al baño y abrió la llave del agua caliente, se dio una larga ducha y al terminar se pasó más de cinco minutos inspeccionando su cuerpo en el espejo, preguntándose si lo que Derek le había dicho era cierto, pero él no veía esos cambios que el lobo había mencionado. Un poco frustrado volvió a su habitación con una toalla amarrada en su cintura y al hurgar en su closet se dio cuenta de una manera en que podría notar si esos cambios en verdad existían. Tomó una camiseta que siempre le había quedado bien pero al momento de colocarla sobre su desnudo torso no hubo duda alguna de que estaba no entraba con la misma facilidad, no fue hasta que se vio en un espejo con la prenda puesta que vio cómo se ajustaba más a los nuevos músculos que estaba formando, era cierto, sus pectorales habían ganado un poco más de volumen, su abdomen estaba más ancho y su espalda también, satisfecho con los cambios que el poco entrenamiento personal que hecho estaban logrado los cambios deseados termino de cambiarse con la ropa de invierno que tenía guardada en el fondo del ropero.
Bajó a la cocina y se encontró con una nota de su padre donde decía que debido a la nevada lo requerían más temprano en la comisaría. Stiles desayuno una taza de leche caliente con pan tostado, mantequilla y tocino, cuando termino lavo los platos sucios y después se dirigió a la cochera allí se acomodo las botas para nieve, la gruesa chamarra y buscó una pala. Debido a que nunca nevaba en Beacon Hills no contaban con una pala para la nieve así que tomo una para el jardín, camino a la puerta que daba a la calle y con un empujón trato de abrirla pero la puerta no cedió. Con un leve bufido de molestia el castaño volvió a empujar con un poco más de fuerza sin éxito alguno.
- Maldita nieve -gruño el zorro al quitarse los guantes de las manos y volvía a apoyarse en la puerta para un tercer intento. Contó hasta tres y después de inhalar y exhalar un par de veces empujó con todo su cuerpo, poco a poco la puerta se fue abriendo poco a poco dejando entrar un poco de nieve sin embargo conforme más la abría más grande se iba haciendo el bulto de nieve detrás de la puerta lo cual la hacía mas y mas pesada.
Consciente de esto el chico acumulo todas sus fuerzas y con un grito salvaje empujo lo que quedaba para que la puerta se abriese, esta cedió de golpe ocasionando que parte de la nieve que estaba en el suelo saliera disparada al cielo y comenzara a caer de nuevo en grotescos copos de nieve y lodo. Recuperando el aliento Stiles se dejó caer junto a un pequeño banco de blanca nieve, pero en vez de sentir la húmeda y fría nieve sintió las cálidas y afelpadas colas, suspirando sonoramente cerró los ojos y se dio el lujo de dejarlas fuera un rato más.
- ¡¿Demonios Stiles, desde cuándo eres tan fuerte?!
Como un resorte el chico levantó la cabeza y busco de dónde venía esa voz.
- ¡Jamie! -grito con un deje de preocupación en la voz al ver a su vecino caminar hacia él levantando una mano a modo de saludo.
Asustado Stiles cerró los ojos y trató de concentrarse en hacerlas desaparecer pero no funciono, miro con miedo y tragó nervioso al ver como Jamie estaba cada vez más cerca.
- ¡El mantra! -recordó esperanzado- watashi, watashi wa ningen.. wa-wa ¡maldita sea no lo recuerdo!
Pero si lo recordaba, el miedo lo había paralizado al solo pensar en las palabras de Derek: No olvides que al exponerte nos estás exponiendo al resto de nosotros.... si uno de nosotros es expuesto comenzarán a llegar reporteros, investigadores, incluso el maldito gobierno y tarde o temprano nuestro mundo será de conocimiento público.
- ¿Hey, estas bien? -preguntó Jamie cuando llegó hasta él y lo vio aun sentado en la nieve.
- Si, lo estoy no te preocupes.
- Vamos, ponte de pie -ofreció con una mano extendida para que Stiles se levantara.
El zorro la tomo dudoso pues si no lo hacía sabía que Jamie comenzaría a sospechar, pero cuando el joven dio un tirón al tratar de levantarlo casi se le salió el corazón al ver que las colas salían del bulto de nieve donde las había escondido a última hora. Aterrorizado se dejó caer fingiendo que se había resbalado sin embargo nunca considero que su arriesgada jugada provocaría que Jamie resbalara también cayendo sobre él y juntando por accidente los labios de ambos.
Como si de un río de lava se tratase una potente corriente de calor recorrió el cuerpo del zorro quemando y haciendo desaparecer las colas, Stiles se quedó inmóvil por unos segundos, se sentía mareado, aturdido como si estuviera ardiendo en fiebre, su cuerpo estaba sudando como si hubiese hecho ejercicio por horas y su corazón latía con tanta fuerza que dolía.
- Lo siento, está muy resbaloso -se excuso Jamie cuando se quitó de encima del chico rápidamente quien apenas volvía a estar consciente de la realidad.
El castaño también se levantó por sí solo esta vez para ver cómo su vecino le miraba sin darle importancia alguna a lo que acababa de suceder. No había cambiado en nada.
- No recordaba que tuvieras los labios tan suaves, pero si fuera tu le mantendría oculto este accidente a tu noviecito. Derek Hale parece ser del tipo celoso-obsesivo.
Ese comentario despejó de golpe la mente de Stiles quien sorprendido preguntó:
- Cierra la boca, ya sabes que no me gusta hablar de eso. ¿Además, como sabes que tengo novio? ¿Y como sabes que es Derek Hale?
- No es muy difícil darse cuenta, antes no se aparecía nunca por aquí y ahora incluso yo lo he notado. Te lleva a la escuela, te trae de ella, cena con ustedes y sin mencionar que se mete a tu habitación por las noches.
- ¡Jamie! ¡Eres un maldito acosador! -acusó avergonzado el chico a quien se le tiñó la cara de rojo.
- No soy un acosador, pero si la ventana de mi habitación está frente a la tuya a veces es imposible no ver ciertas cosas. ¿Además no te costaría cerrar tus cortinas sabes?
- ¡Oh por dios! -grito el chico aterrorizado.
- Lo mismo grité yo cuando vi como tu y...
- ¡Jamie!
El joven vecino de los Stilinski soltó una sonora carcajada, colocó una gran mano sobre la cabeza de Stiles y le revolvió el cabello.
- Tranquilo, te prometo no decirle a tu padre de las incursiones nocturnas de Hale si tu prometes ser más cuidadoso.
- Trato -murmuró el chico con un puchero.
- Genial, ahora cambiando de tema al ver esa pala supondré que tienes que remover la nieve de la entrada ¿cierto?
El zorro asintió mientras tomaba la patética pala de jardín de la nieve y la hundía en ella un par de veces.
- ¿Entonces como tratado de paz que te parece si te ayudo un poco para que termines más rápido?
- Es lo menos que puedes hacer, pervertido -se burló el castaño.
- Yo no soy ningún pervertido -se defendió el joven quien le dio un leve golpe a Stiles en la nuca- no es mi culpa que cierto mocoso no sepa para qué sirven las cortinas.
- Porque mejor no te callas y me dices cuando volviste. Ya tenía varios meses que no sabía de ti.
- Regrese cuando cayó el primer copo de nieve. Y ahora por culpa de esta nevada parece que tendré que quedarme por más tiempo del que acostumbro.
- Nunca cambiarás -gruño Stiles al hundir la pala en la nieve y arrojarla a un lado.
- Da gracias de que al menos ahora te aviso que me voy.
- Hmm...
Así era él, se iba por un tiempo y después volvía, a veces eran días pero también podían llegar a ser meses. Antes a Stiles le molestaba no saber que se iba así que un día cuando encontró a Jamie en casa lo obligó a ver 127 Horas, después de eso Jamie comenzó a decirle que se iba y a donde, aunque nunca lo admitió Stiles sabía que el hombre había quedado traumatizado. Sin embargo solo se lo decía a Stiles, a nadie más, así como Stiles era el único al que le permitía entrar a su casa.
- Detesto que me digas cuando te vas pero no me digas cuando vuelves. Es frustrante.
- No puedes tenerlo todo, además tampoco puedo decirte cosas que ni siquiera yo se -el joven vio como Stiles no le prestaba atención en un infantil berrinche provocando que enterrara la pala y suspirara- ya lo sabes Stiles, son...
- Negocios, si si lo se. Descuida, lo importante es que vuelvas.
- Ese es mi mocoso-dijo con una sonrisa.
Jamie Collins era como el hermano mayor que nunca tuvo Stiles, sin embargo aunque esta era diferente de la relación que este tenía con Scott o Jordan, la que compartía con Jamie no era menos especial.
Los Collins había llegado a Beacon Hills algunos años antes que los Stilinski y cuando éstos arribaron a la casa de al lado hicieron amistad rápidamente. Cuando sucedió lo de Claudia ellos estuvieron allí y la familia completa siempre mantuvo un ojo sobre Stiles cuando John luchaba con su depresión alcohólica. Entonces sucedió, Anna, la hermana mayor desapareció sin rastro alguno. Los Collins quedaron devastados, rápidamente los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y no había ningún rastro o pista que diera a Anna. Cuando se cumplió el año de su desaparición esa familia se encontraba totalmente fracturada, las bases que los habían unido habían desaparecido al igual que la pobre Anna y cuando su cuerpo fue encontrado destrozado y calcinado en el bosque las cosas solo empeoraron. Los padres de Jamie se divorciaron, su madre se fue para nunca volver y su padre se suicidó a los tres días.
El joven Jamie Collins se había quedado completamente solo a los 15 años, nadie sabe qué pasó después, nadie sabe qué pasó con el testamento o si incluso había uno, nadie sabe porque ningún familiar reclamó su custodia. Lo único de lo que todos estaban seguros es que en esa casa habitaba un chico con el cabello como el fuego y eso era todo. Algunos decían que lo veían salir de madrugada y volver a altas horas de la noche, otros comenzaron a olvidar y negar su existencia al dejar de verlo y esto debido a que durante un tiempo la gente trato de acercarse a él, lo buscaba, le ofrecía ayuda pero nadie nunca respondía al timbre de esa casa.
Hasta que cierto día alguien vio al pequeño Stiles Stilinski salir de esa casa y volver a la suya dando pequeños brincos.
El travieso niño aburrido de permanecer en casa cuando Scott no podía pasar tiempo con él y cansado de los reproches e insultos de su alcohólico padre encontró la manera de entrar a casa de los Collins dándole un buen susto a Jamie. El joven pelirrojo al inicio odiaba que el niño hiciera eso, se frustraba al poder lidiar con su hiperactividad y por mas que registró la casa nunca descubrió cómo el niño conseguía entrar.
Con el tiempo ambos fueron sanando, Stiles ayudó a Jamie a volver a abrirse poco a poco a la sociedad y Jamie ayudó a Stiles a darse cuenta de que tenía que dejar de aferrarse a Scott y ver a las personas que tenía a su alrededor. Aunque su amistad se basó en la ayuda mutua ninguno de los dos pudo sanar por completo pues habían partes de sus corazones que solo podían ser restaurados por aquellos con quienes estaban destinados a pasar los restos de sus días. Algo que su relación de amistad y hermandad no podía conseguir curar.
Ahora, muchos años después se puede decir que Jamie Collins había vuelto a pertenecer a la sociedad, grande, musculoso con una frondosa barba y pelo rojo era asediado por un gran número de mujeres que lo buscaban por esa imagen de "leñador macho" incluso Stiles reconocía que era tal vez el hombre más masculino que había conocido. Hecho que por supuesto nunca diría frente a Derek.
- Stiles... ¡Stiles!- sintiendo el enorme brazo pasar por sus hombros y sacudirlo un poco el chico volvió a la realidad rompiendo la cortina de recuerdos en la que se encontraba.
-¿Que, que pasa? -preguntó parpadeando un par de veces con rapidez.
- Terminamos -señaló el pelirrojo.
Stiles se giro viendo como era cierto, la nieve frente al porche y la cochera estaba acumulada dejando libre el camino para la entrada a la casa.
- ¿Qué te parece venir conmigo para tomar algo caliente?
- Gracias Jamie pero no puedo, quede con Derek.
- ¿Que tal mañana?
- Ocupado -desviando la mirada el zorro jugueteó con sus guantes.
- ¿Hale?
- Hmm -asintió Stiles con fingida inocencia.
- Comienzo a sentirme dejado de lado...
- Oh vamos es nuestra primera cita ¿No se supone que eso es sagrado?
- ¿Primera cita?
- Vendré el día después de mañana ¿De acuerdo? Ya hablaremos entonces.
Stiles caminaba mientras hablaba y cuando estaba por entrar a la cochera de su casa escuchó la gruesa voz de Collins.
- Traelo contigo Stiles.
El castaño cerró los ojos con pesadez apoyando la cabeza en la puerta.
- ¿Porque presiento que esto será peor que cuando lo lleve ante mi padre?
*********************
Derek bajó con rapidez las escaleras y se apresuró a abrir la puerta de metal que tocaban tan insistentemente.
-¡¿Stiles?! -gritó llamándolo al no verlo por ninguna parte de la estancia.- Dónde rayos se metió...
El lobo abrió la gran puerta de metal con fuerza harto de los molestos golpes, al otro lado se encontró a Lydia, Kira y Lance con toda y una molesta sonrisa.
- ¿Qué hacen aquí? -preguntó al ver como entraban en el loft con varios libros sobre los brazos del rubio.
- Lydia encontró nuevos libros sobre Kitsunes y Stiles nos dijo que podíamos traerlos aquí -Kira ayudó a Lance con los libros acomodándolos en pequeñas pilas de dos sobre la mesa-. ¿No te dijo nada?
- Nada -gruño Derek quien le frunció el ceño a Stiles quien salía del baño en ese momento.
- ¿Ups?
- Como sea, te aseguro que esto también te interesa Derek. Encontramos cosas bastante curiosas.
- ¿Que tipo de cosas? -preguntó el lobo arqueando una ceja.
5 minutos después…
- ¡¿Puedo volar?! -con los ojos abiertos y brillando como si fuese un niño en su primer Navidad, Stiles brinco de emoción al escuchar la información que el resto le estaba dando.
- No puedes volar -contestó Derek rodando los ojos.
- Según este libro si podemos -señaló Lance con un libro abierto en la mano.
- Es mentira, ninguno de ustedes puede, no existe criatura sobrenatural que pueda hacer eso.
- ¿Por Qué eres tan amargado? ¿Que tenía de malo dejarme con la ilusión un par de minutos más? Eres malo -acusó Stiles quien le dio un golpe con el libro en el brazo.
- No te preocupes Stiles, según estos libros podemos hacer muchas cosas más.
- ¿Enserio? ¿Cómo que? -le preguntó a Lance con la misma emoción de antes.
- Bueno, al parecer tenemos inteligencia superior, poderes de invisibilidad, podemos cambiar nuestra apariencia, crear ilusiones sumamente reales y entrar en los sueños de los demás.
- Vaya no tenía idea de que fuésemos tan espectaculares. ¿Celoso chucho?
- Muy gracioso Stiles, se te nota la inteligencia superior.
- Kira, ¿En verdad podemos hacer todo eso?
La chica miró de reojo a Lance mientras ojeaba otro libro.
- No lo se, tal vez... Tendría que preguntarle a mi madre al respecto.
- Antes de que te emociones -hablo Derek tapándole la boca a Stiles- deberías saber que en el remoto caso de que eso sea real, el Kitsune debe tener al menos cien años cumplidos.
- Es por eso que no hay pruebas reales de que en verdad sean capaces de hacer todo eso -hablo Lydia captando la atención de todo- es raro que en estos años sobrevivan por mucho tiempo y aquellos que los hacen se saben ocultar muy bien.
- ¿Entonces cómo se supone que aprenderemos a hacer eso?
- No pueden, o al menos no por ahora -Derek se acercó hasta la mesa y tomó un libro el cual ojeo sin mucho interés- ahora deberían concentrarse en aprender lo que en verdad pueden hacer.
- Es cierto, además ustedes tienen una ventaja muy grande.
- ¿De qué hablas? -tanto Lance y Stiles miraron a Lydia sin comprender por completo, la pelirroja se limitó a mirar a Kira.
- Mi madre.
- No cualquiera puede contar con la ayuda de un Kitsune de su edad, debían dejar de perder el tiempo y comenzar a aprender, en especial tu Stiles, eres bastante afortunado de contar con otro Kitsune Celestial que te enseñe.
- Lo sé lo sé, de nuevo no me lo tienes que repetir, ya prometí que lo haré y puedes estar seguro que comenzaré pronto.
- Mientras tanto creo que todos deberían olvidarse de estas fantasías por el momento, no es sano prestarle demasiada atención a algo que posiblemente no es real.
- Derek tiene razón, aún así dejaré hecho un registro en El Bestiario sobre lo que encontramos, tal vez sirva de algo en el futuro.
- Déjame ayudarte con eso -rápidamente Lance se acercó a Lydia y tomó en brazos la montaña de libros que la chica intentaba cargar por sí misma.- Los pondre junto a la puerta.
Derek miró al rubio con una extraña mirada la cual pasó desapercibida para todos los presentes, y tal vez no era nada importante pero el lobo creía haber visto algo en ese momento.
- Bien, entonces tomando tu palabra Stiles. Tu vienes conmigo.
- ¿Contigo? ¿Adonde? -intrigado el castaño miro a Lance quien se acercó a él y lo tomó de la muñeca comenzado a tirar de él.
- A entrenar por supuesto, acabas de decir que comenzarías pronto y pronto es ahora.
- ¡¿Ahora?! P-pero...
- Y lo mejor es darnos prisa, Scott y Liam nos esperan.
- ¿Scott y Liam? ¿Como... cuando? ¡Tú! -con un dedo Stiles señaló a Derek quien reprimía una sonrisa.- ¡Eres un...!
Con un fuerte golpe Lydia empujo la puerta de metal la cual se cerró de golpe separándolos de los gritos de Stiles.
- Bueno, supongo que nosotras nos vamos también -Kira suspiro y camino hasta donde estaba Lydia quien junto a la puerta comenzaba a tomar los libros que hace un momento Lance había dejado allí.
- ¿Podrían esperar un momento? Necesito preguntarles algo.
- ¿Que es? -acomodándose un mechón de cabello negro Kira se giró para ver a Derek.
- Yo.. es sobre...
Derek les dio la espalda y dio un par de pasos inseguros, les dirigió la mirada de nuevo para desviarla una vez mientras gruñía nervioso.
- ¿Es sobre tu cita con Stiles?
- ¿Cómo lo sabes?
- Soy una banshee, no solo puedo sentir desgracias ¿sabes? además tu novio no es del tipo precisamente callado.
- ¿Tendrán una cita? -pregunto la pelinegra.
- No cualquier cita, nuestra primera cita. Y quiero que todo salga perfecto.
- ¿Que tienes en mente?
- Pues, tenía pensado una cena en un buen lugar y...
- No.
- ¿Que? ¿Por Qué no? -gruño Derek a Lydia quien sin escrúpulos le había derrumbado el patético plan que tenía.
- Lo que Lydia quiso decir -hablo Kira con calma caminando inconscientemente hasta colocarse en medio de los dos- es que Stiles es un chico bastante sencillo, si lo llevas a un sitio de ese tipo se va a sentir incómodo.
- Sin mencionar que se va a negar a que tu pagues todo.
- ¿Entonces qué debería hacer?
- Haz que sea algo casual y divertido.
- En especial divertido -asintiendo a lo dicho por Lydia, Kira se llevó una mano a la cintura- algo como, una feria o un parque de diversiones. Stiles tiene mucha energía así que apuesto que será perfecto.
Derek hizo una mueca de molestia al oír esa idea, gesto que no pasó desapercibido para la banshee quien no perdió la oportunidad para picarlo.
- El problema aquí, para ti por supuesto -dijo mientras comenzaba a caminar rodeando al mayor- es que el Sr. Lobo odia ese tipo de lugares.
- ¿Que tipo de lugares? -preguntó Kira inocentemente.
- Oh ya sabes, lugares con niños, ruido, risas, felicidad.
- Largo.