La noche pasada había recordado entre sueños el momento en que Stiles había tocado su entrepierna, como el chico se avergonzaba rápidamente y el modo en que sus mejillas se encendieron. Para Derek no había cosa más adorable en su vida y aunque podrá ser una imagen extraña para un sentimiento tan alejado a la lujuria, en un destello el sueño se transportó ah años en el futuro y mostraba una posible versión de su vida juntos. Viviendo bajo el mismo techo compartiendo todo y a la vez realizando diversas actividades juntos, no fue hasta que en la perfecta escena de su imaginación aparecieron un par de niños corriendo y riendo, uno de ellos con los lindos lunares de Stiles y los ojos verdes de Derek, y el otro con los hermosos y juguetones ojos marrones del primero y los rasgos lobunos de él; aunque eso sea genéticamente imposible la imaginación del joven trigueño lo ignoraba pues estaba sucediendo justo ahora dentro de su cabeza y aunque este lejos de la realidad, durante ese momento el fue feliz.
Al despertar Derek no pudo evitar pensar en cómo sería si lo que él sentía por Stiles pudiese ser un sentimiento lo suficientemente fuerte para conseguir que la escena de su sueño se volviera realidad, si, con todo y niños... O tal vez eso lo discutirían después.
El joven entró al baño y se despejo la cara con agua fría, se sentía estúpido por pensar en tantas cursilerías además aunque una parte de él deseaba eso al menos un poco tampoco debía ignorar que estaba en el mundo real, un mundo donde Stiles seguía enamorado de Lydia (o al menos Derek aun seguía pensando eso), un mundo donde el chico se encontraba con Malia quien técnicamente era su prima. Esto no es un cuento de hadas y él debía de dejar de comportarse como un adolescente tonto.
Pero... tampoco podía enterrar esos sentimientos sin descubrir por completo que significan para él, se sentiría realmente miserable y arrepentido si dentro de algunos años se diera cuenta de que lo que sentía por Stiles era amor y no tuvo el valor de luchar por un futuro con él, ignorar esos sentimientos y tratar de desaparecerlos sin antes intentarlo sería cobarde, y Derek Hale no era ningún cobarde.
Ya vestido y con las llaves de su auto en mano entró al vehículo y tomó rumbo hacia la casa del Sheriff, al llegar toco el claxon un par de veces antes de que Stiles saliera por la puerta y se acercara a él.
- ¿Derek? ¿Que haces aquí?
- Supuse que no tendrías como ir a la escuela, así que... -se quedó callado sin saber que mas decir, él no era alguien de muchas palabras.
- Vaya, te lo agradezco pero mi padre dijo que mandaría a alguien de la comisaría para llevarme.
- Stiles, ¿no crees que eso es un poco inapropiado?
- ¿Por qué habría de serlo? -dice el chico riendo un poco.
- ¿Puedes imaginar al hijo del Sheriff usando una patrulla dedicada a transportar delincuentes como taxi personal?
Así como la risa del joven zorro llegó espontáneamente del mismo modo se desvaneció.
- No lo había pensado de ese modo.
- Eso creí. Avisa a tu padre y vámonos.
- Hey aun no he aceptado el ir contigo...
- ¿Prefieres llegar tarde y perderte la primera prueba?
El chico no tardó mucho en pensarlo, al fin sintiéndose derrotado dijo:
- Bien, espera un momento iré por mis cosas.
Cinco minutos más tarde el chico volvía con la mochila sobre el hombro y unas gafas negras en las manos. Derek se fijó en su atuendo y aunque era un poco más discreto que el del día de ayer, aún así hoy lucía bastante atractivo. Apenas entro al auto Stiles se sonrojo un poco, trataba de evitar el contacto visual con Derek por lo ocurrido el día anterior.
- Entonces...-comenzó a hablar el chico luego de un rato de ese horrible silencio- ¿que paso con el Camaro?
- Ya no era adecuado.
- ¿Y antes lo era?
- Me refiero a que la manada ha crecido... y han ocurrido muchos cambios.
- En eso tienes razón, ya no eres el Derek solitario y egoísta que conocí.
- Por otro lado tu sigues buscando motivos para que quiera matarte -comenta con rostro inexpresivo el antiguo lobo-. Antes de que lo olvide... -continua luego de un par de minutos de silencio- ya ordene la pieza faltante de tu jeep, llegará hasta la próxima semana.
- Ehh gracias, aunque es mucho tiempo y no me gustaría que el auto se quede frente a la escuela todos estos días.
- No te preocupes, ayer ordene a una grúa que lo llevara hasta uno de los depósitos del edificio donde vivo.
- Gracias, de nuevo. No tenias porque molestarte -Stiles hablaba con un hilo de voz lo cual es inusual en él, de haber tenido un par de orejas de zorro estas se encontraría caidas dócilmente.
Minutos más tarde se encontraban a un par de calles de la escuela, Stiles se removió inquieto en su asiento y abría y cerraba su boca como si quisiera decir algo pero no se atrevía a hacerlo.
- ¿Ahora que? -preguntó secamente Derek con su habitual tono de voz.
- Se que esto sonará totalmente egoísta y superficial pero, ¿te importaría estacionarte un poco lejos de la escuela?
- ¿Porqué?
- Bueno, ayer todos actuaron un poco extraño al verme llegar y si hoy ven que bajo de tu auto...
- ¿Te avergüenza que te vean conmigo?
- No, no es eso...
- ¿Entonces qué es? -por el tono de voz de Derek se percibía que estaba poco a poco perdiendo la paciencia.
- No quiero que comiencen a esparcir rumores y decir cosas que no son.
- ¿Cómo cuales?
- Vamos Derek, sabes perfectamente a qué me refiero -pero al observar la cara de molestia del atractivo conductor Stiles continuó hablando- pues... tu sabes, comenzarán a decir que tu y yo... ya sabes, estamos saliendo o algo por el estilo.
- ¿Y cual es el problema con eso?
- Bromeas, ¿verdad?
- ¿Acaso no soy lo suficientemente bueno para salir contigo?
- ¡No! ¡por supuesto que no!... no, bueno, me refiero a que si... ósea, estas bien ¡ahh! -gritó frustrado el muchacho.
- Entonces hagámoslo, salgamos -Derek hablo mirando hacía el frente como si no hubiera nadie más con él- llegamos.
- ¡¿Que?! -Esto era demasiado para la cordura de Stiles, la cabeza del cachorro de zorro estaba a punto de estallar.
- Que llegamos -señaló Derek hacía la ventana indicando la entrada de la escuela.
- No no no, me refiero a lo que diji...
- Stiles, baja del auto se te hará tarde -interrumpió el trigueño, serio y sin inmutarse, como siempre.
- Derek Hale no pienso moverme de este sitio hasta que me des una explicación -el chico cruzó los brazos plantandose en el asiento con el ceño fruncido.
- De acuerdo -el dueño del auto se quitó el cinturón de seguridad y abrió su puerta.
- ¡Hey! espera... -Stiles alargó una mano y tomó al joven del brazo evitando que este bajara del auto- ¿Que haces?
- Si no bajas del auto en este instante les daré una buena razón a todos los chicos de la escuela para que piensen que salimos y mucho más.
- No te atreverías.
Derek arqueó las cejas con un gesto de suficiencia, se liberó de los alargados dedos del muchacho y bajo del auto. Acomodo su chaqueta y camino frente al auto bajo la mirada de confusión de Stiles y de muchos otros curiosos, deteniéndose frente a la puerta del copiloto esté la abrió como un caballero para que su acompañante bajara.
Stiles lo hizo dudoso y por un momento sintió alivio de que eso fuera todo, cerró los ojos y suspiró con tranquilidad, entonces Derek supo que era momento, acercó rápidamente sus labios a los del chico y le besó tierna y fugazmente. A pesar de no ser un lobo pudo escuchar varias exclamaciones de impresión.
Algunos segundos después se separó dejando al chico con los ojos desorbitados por la impresión con el bello tono turquesa ahora resaltando en sus pupilas y sus pómulos levemente encendidos.
Acercándose a uno de sus oídos, Derek le susurro.
- Nunca vuelvas a retarme... y si fuera tú, me pondría esas gafas de inmediato.
Sin decir más, subió al auto y acelerando desapareció de la vista de un trastornado Stiles.
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Tres de la tarde en punto y de nuevo Derek esperaba frente a la escuela pero en esta ocasión no se escondía, descaradamente se estacionó frente a la entrada de la escuela y se plantó recargado en la puerta del copiloto con la vista fija en la puerta de la escuela.
Cruzado de brazos y con su típica mirada seria y a la vez salvaje y sensual ignoraba todos los comentarios y miradas que le dedicaban los estudiantes al salir y pasar cerca de él. Al parecer lo que hizo por la mañana se esparció por toda la escuela como pólvora y ahora al menos era un hecho de que la escuela completa sabía que la reciente celebridad Stiles Stilinski salía con el apuesto y misterioso heredero de los Hale. Derek se sentía feliz. Aquel beso aclaro todas las dudas del joven, ahora sabía con claridad que quería a Stiles, aún quería que fuera solo suyo y lo seguía considerando como de su propiedad pero también entendía que era su deber protegerlo, cuidarlo y hacerlo feliz. Tal vez esto suene extraño pues ahora él era el humano y Stiles era un poderoso Kitsune, pero no dudaba de su capacidad para matar a quien se interpusiera en su camino.
Tratando de ignorar todos los melosos momentos que podría tener con el chico de ojos inquietos levantó la mirada justo a tiempo para ver que SU chico salía por la puerta con una amplia sonrisa. Como supuso Derek, esta se desvaneció cuando sus miradas se cruzaron.
Con sus dedos éste le indicó al muchacho que se acercara.
Stiles dudo por un momento pero obedeció y caminó hasta quedar frente a frente.
- ¿Qué haces aquí? -pregunto el chico, se percibía cierto tono de enojo en su voz.
- Aun sigues sin auto.
- ¿Y eso que? soy totalmente capaz de caminar hasta mi casa, así que gracias pero no gracias.
Dando media vuelta se dispuso a dejar a Derek con la puerta del auto abierta.
- Stiles... -lo tomo de la mano con suavidad pero decidido- son más de cinco kilómetros de aquí a tu casa y dentro de poco comenzará a llover.
- No me importa.
- Además todos nos miran, ¿no querrás hacer una escena o si?
El pequeño zorro miró discretamente a su alrededor y se dio cuenta de que era cierto, muchos los observaban curiosamente.
- Bien.
Liberándose del agarre de Derek, subió molesto al auto. Sin perder tiempo este se puso en marcha.
El ambiente dentro de la camioneta era tenso, ninguno hablaba, Derek no lo hacía porque simplemente no era esa clase de chico y Stiles porque parecía empeñado en no ser el primero en hacerlo, se reprimía cruzando sus brazos y frunciendo el entrecejo.
Diez minutos más tarde, no pudo aguantar más y la diarrea verbal comenzó.
- Solo dime porqué lo hiciste, o mejor dicho, disculpate primero pues no sabes la cantidad de problemas que me causaste. Con Scott y el resto de la manada tuve que decir que yo te besé a ti por toda esta situación de las hormonas de zorro y que no pude controlarme y simplemente lo hice, no tienes ni idea de lo mucho que me costó explicarme. Sin mencionar que no pude concentrarme en las pruebas y seguro reprobare, y como extra no pasará mucho tiempo antes de que esto llegue a los oídos de mi padre y el resultado será, tú con una bala entre los ojos y yo en el colegio militar... oh por dios a ti va a dispararte y a mi me castrará -Stiles hiperventilaba y una mueca de horror se dibujó en su rostro y sacudía la cabeza de un lado a otro como un cachorro que tiene atorado algo en el hocico.
- Estas exagerando -fue la única respuesta de Derek.
- ¡¿Lo estoy?! ¡Me besaste frente a toda la escuela!
- ¿Y cual es el problema? ¿No te gusto?
- ¡¿Piensas responder a todas las preguntas con otras preguntas?!
- Tal vez...
A Stiles simplemente lo volvía loco ver como Derek se mantenía tan calmado como si en verdad no hubiera ocurrido la gran cosa, mientras que él por dentro se revolvía los sesos para poder averiguar la razón del extraño comportamiento del lobo... ex-lobo.
- ¿Piensas disculparte?
- No.
- ¿Acaso te gusto? ¿Estas enamorado de mi?
- Si.
Silencio total. A estas alturas la lluvia había comenzado y el único sonido era el de las gotas de agua cayendo sobre el auto y el sonido de las llantas en el asfalto mojado.
- Oh no no no no, esto no puede estar pasándome, a no ser que...- el chico abrió los ojos con sorpresa y con voz firme se limitó a pedir que detuviera el auto.
- ¿Que?
- Que detengas el auto, ¡detenlo ahora!
Preguntándose qué le sucedía, Derek obedeció y se detuvo en una pequeña salida de la carretera. La fuerza de la lluvia había aumentado un poco y el sonido de las gruesas gotas de agua golpeando las ventanas del auto creaba una extraña atmósfera dentro de él.
- ¿Te estas burlando de mi, cierto?
- ¿De que estas hablando?
- ¡No me mientas! -el chico alzó la voz tratando de contener las lágrimas.
- ¡No lo hago! Solo no se de que me estas hablando.
- ¡Vete a la mierda Derek! -sin decir más el chico salió del auto y sin poder contener las lágrimas se dispuso a caminar bajo la lluvia junto al camino.
- ¡Stiles! ¡Stiles espera! -el joven siguiendo los movimientos del muchacho bajó del auto y lo siguió bajo la lluvia-. ¡Enserio no se de que me hablas!
- ¡Claro que lo sabes! -ambos gritaban para hacerse escuchar pues la lluvia les empapaba por completo- ¡de algún modo descubriste que empezaba a sentir cosas extrañas por ti, y ahora lo estas usando para burlarte de mi!
- ¡No, Stiles yo no tenía idea de nada!
Pero el joven no lo escuchaba, se sentía pésimo, se sentía molesto y aunque debía ser razonable no podía escuchar las palabras del otro.
- Stiles, por favor... - se acercó a él y lo tomó de una mano.
- ¡No me toques! -instintivamente el chico se liberó fácilmente y en un rápido movimiento golpeó a Derek en el pecho mandandolo a volar un par de metros y haciendo que se golpeara contra un árbol fuertemente.
Con los ojos cambiando de un azul más oscuro a el típico turquesa claro el zorro se acercó a el adolorido joven bajo el árbol.
- Derek, lo siento mucho -horrorizado ayudó a el chico a recuperar la postura- en serio no fue mi intención, aun no puedo controlar mi fuerza y... oh dios, soy un monstruo.
- No, descuida -haciendo unas quejas de dolor trató de ponerse de pie- no eres un monstruo, todo esto fue mi culpa, no pude mantener bajo control mis sentimientos y te presione. Lo siento.
- Esta bien, la verdad me sorprendió mucho lo que me dijiste y dentro de mi pensé que todo esto era una broma pues no había forma de que tu puedas fijarte en mi y yo... -algunas lágrimas comenzaron a salir de los ojos del chico, aunque con tanta lluvia parecían ser parte del cielo.
- ¿Y porque no habría de fijarme en ti? -Derek tomó el rostro del chico entre sus manos y con sus dedos limpio inútilmente las gotas que había en sus mejillas-. Stiles, para mi eres el ser mas perfecto.
Sin ser quien haya tomado la iniciativa Stiles tomo a Derek del cuello de su camisa y lo jalo hacia él para poder juntar sus labios.
En ese preciso momento ambos sintieron una distorsión en el universo, era como si hubieran esperado eones de tiempo para estar juntos, como si hubieran muerto y vuelto a nacer solo para poder encontrarse, y allí estaban. En la escena de película más cursi de todas, deleitando el sabor de los labios del otro, bajo un árbol en medio de la carretera con la lluvia mojando sus cuerpos por completo. Pero para ese par sólo existía el ahora, vivían el momento, en como las comisuras de sus labios encajaban a la perfección, en cómo sus lenguas luchaban tiernamente para poder satisfacer al otro y en como un reconfortante calor los invadía por dentro.
No fue hasta que sus pulmones les exigieron oxígeno que se separaron, ambos se sonrieron, mientras que Stiles no podía evitar sonrojarse y bajar la mirada para Derek era adorable, acariciaba sus tiernas mejillas enrojecidas y sin resistirse levanto su rostro dándole otro pequeño beso en los labios.
Momentos después Stiles ayudó a que se levantara y con un brazo sobre su hombro lo llevó hasta el auto, lo sentó en el asiento del copiloto y él condujo hasta la casa de Derek.
Allí de nuevo lo ayudó a subir, ya dentro del apartamento lo seco con dedicación entre risas y algunas caricias. Agotados por tantas emociones durante el día ambos se rindieron ante el sueño abrazados uniendo sus cuerpos como uno solo.