Nunca me había detenido un instante para sentir el bosque, se que suena extraño pero justo ahora lo hago, volteo en todas direcciones pero el sitio conserva una calma relajante, el suave viento acaricia las ramas altas de los pinos provocando un sonido arrullador, puedo escuchar a algunos animales cerca pero nada amenazador. Comienzo a caminar un poco pero de repente siento una energía recorrer mi cuerpo, como si este tuviera vida propia empiezo a correr, rápido más rápido, a mi lado los arbustos parecen simples borrones. Entonces llego a la orilla de un lago, me acerco a la superficie del agua y veo mi reflejo… soy un zorro, no, soy EL zorro de mis sueños pasados, pero ahora es como si estuviera dentro de él. En la clara superficie del agua veo mi imagen, los hipnotizantes ojos verde-azul, el blanco pelaje y el juego de colas detrás de mi, cuento diez, diez largas y delicadas colas con pequeños destellos de azul en las puntas. Nunca fui alguien vanidoso pero justo ahora soy jodidamente hermoso.
Camino un poco mas y dejo que mis patas delanteras se mojen con el agua, hay luna llena, su luz ilumina todo el lago y a mi también, vuelvo a ver mi reflejo en el agua y parezco un fantasma, la luz golpea mi pelaje reflejando mi cuerpo de manera misteriosa y a la vez le da un toque de elegancia.
Cierro los ojos y trato de guardar este momento en mi memoria, cada detalle, cada objeto, pero algo me lo impide, es un olor desagradable como a perro mojado, sacudo mi hocico para tratar de alejarlo pero el aroma es penetrante. Giro sobre mis pies y me percato que alguien me esta vigilando, detrás del tronco de un árbol algo me observa con unos grandes ojos rojos, si justo ahora fuera un simple humano me sentiría temeroso pero ahora soy grande y me siento fuerte y valiente. Un instinto salvaje se apodera de mi y le gruño al extraño ser mostrando mis colmillos y erizando mis colas, este retrocede y comienza a huir de mi; debería dejarlo en paz pero no puedo, algo no me deja hacerlo así que comienzo a perseguirlo, sus patas son más grandes y fuertes por lo que sus zancadas son más largas y grandes, pero yo soy más rápido. Me muevo entre los árboles con maestría, salto sobre una roca y en un golpe de genialidad caigo sobre él, es un lobo, me olfatea un poco y trata de acercar su hocico al mio pero yo respondo agresivamente al tratar de morder el suyo, no lo hago, solo es como prevención de que atacaré si es necesario.
Entonces el lobo cambia, pierde pelaje, esconde colmillos y garras y ahora bajo mis patas se encuentra Derek.
- Stiles…
Me dice en un susurro de voz.
Se que debo quitarme y dejar que se levante, pero el mismo instinto salvaje y animal que sentí antes no me deja hacerlo, me dice que debo matarlo.
- Stiles…
Repite Derek, con la voz medio cortada.
Sacudo mi cabeza tratando de ordenar mis pensamientos y poco a poco levanto mis patas de su cuerpo, él se pone de pie y me observa con unos ojos que nunca había visto, en ellos hay cariño hay paz, incluso, tal vez incluso haya amor en ellos.
Pero antes de poder hacer algo siento un dolor dentro de mi, siento como si unas garras me rasgaran desde dentro, sin poder evitarlo caigo al suelo por el dolor… Derek me mira angustiado y se acerca a mi.
- ¡Stiles! ¡Stiles!
Siento un par de manos moverme- ¡Stiles, hijo despierta!
Poco a poco abro mis ojos, frente a mi esta mi padre y parece preocupado ¿pero porqué habría de estarlo? estoy bien. Creo.
- ¿Papá? ¿que haces, que sucede?
- Tu dimelo a mi, estabas teniendo una pesadilla.
- ¿Una pesadilla? ¿Enserio? no lo… -a mi mente llega la imagen de Derek observandome preocupado y del dolor que sentía en mi sueño, pero eso parece tan lejano, como si hubiera ocurrido hace mucho tiempo- no te preocupes, estoy bien. Solo fue un sueño.
Pero parece que no convencí del todo a mi padre pues me sigue viendo de la misma manera y no lo culpo, la última vez que tuve pesadillas termine matando a mucha gente, bueno no era yo… no del todo.
Se acerca a mi y me abraza con fuerza.- Hijo, quiero que sepas que puedes confiar en mi, que si algo esta sucediendo puedes decirmelo y yo haré todo lo posible para ayudarte.
- Si papá lo se… no te preocupes no pasa nada -miento.
- Bueno, entonces será mejor que te des prisa o llegarás tarde a la escuela -me dice separándose de mi y caminando hacía la puerta.
- Ahora me visto -digo con una sonrisa y veo como un poco más tranquilo se va.
Han pasado dos días desde el incidente en el Nemeton, desde que mate a ese hombre, durante todo el fin de semana me quede en casa pensando en que podría pasar conmigo, en que es lo que me sucede. En ese tiempo Scott estuvo mandando cientos de mensajes, no respondí ninguno de ellos pero aun así él siguió manteniendome informado. Al otro chico, Brawly, lo interrogaron para saber los motivos de su visita a Beacon Hills el cual solo era buscar alimento, sin mas que hacer Deaton se lo llevo a quien sabe donde.
Se que hago mal en ignorar su preocupación de ese modo, pero quiero tener la seguridad de que no voy a matarlo cuando lo vea, justo ahora me siento un poco más confiado pues no me siento como cuando el Nogitsune estaba dentro de mi, ahora los únicos pensamientos que hay en mi cabeza son los míos; lo único inusual es que constantemente siento algo dentro de mi, no parece ser peligrosa, es más me reconforta otorgando calor y un sentimiento de protección.
Gracias a eso me siento con la suficiente confianza como para ir a la escuela y enfrentarme a lo que tenga que suceder con la manada, no, con la manada no, con mis amigos.
Subo al jeep y manejo con calma hacia la casa de Scott como lo hago todas las mañanas de clases, al llegar hago sonar el claxon pero me agacho con una mueca de dolor por el sonido, no recordaba que fuese tan fuerte, espero un poco y escucho como baja de las escaleras, se despide de su madre con un beso en la mejilla y sale por la puerta. Extrañamente pude escuchar todo perfectamente.
Parte del camino ambos estamos callados, al parecer un poco incómodos por la situación.
- Entonces… ¿cómo te encuentras? -me pregunta tratando de sonar casual.
- Estoy bien -respondo con una sonrisa.
- ¿Las heridas?
- Como si nunca las hubiera tenido -digo colocando una mano sobre mis costillas.
- De acuerdo…
Otro momento de silencio.
- Scott, enserio estoy bien. Se que lo que viste pudo ser algo, terriblemente traumático pero te prometo que nada malo me sucede.
- Si bueno, no puedes culparme por ser precavido, la ultima vez me engañaste tan bien que termine con una espada atravesando mi cuerpo.
- En primer lugar no era una espada, era una katana -digo con mi usual tono de burla, él sonríe y yo también lo hago- y en segundo lugar no era yo quien lo hizo, yo nunca te haría daño... A diferencia de alguien que días después de convertirse en lobo trató de matarme cada luna llena.
- No era yo, era la luna -responde un poco ofendido.
Ambos reímos y en ese momento volvemos a ser como antes. Llegamos a la escuela y al bajar me dice.
- Deaton me pidió que después de clases te lleve a la clínica, quiere hacerte unas preguntas.
- Claro.
Solo que Scott olvido mencionar que no solo Deaton iba a estar allí, toda la manada se encuentra presente menos Derek, algo dentro de mi se revuelve incómodo al saber que el sensual ex-lobo no se encuentra con los demás. ‘Esperen, ¿sensual? ¿acaso acabo de llamar sensual a Derek Hale?’ me siento tan tonto por pensar en él de ese modo, estoy seguro que si escuchara como lo llamo en mi cabeza me la arrancaría de un golpe, él JAMÁS permitiría que pensara en él de ese modo.
Trato de despejar mi mente y presto atención al público reunido. Además de la manada y el druida, también se encuentran el Sr. Argent e incluso la madre de Kira, todo aquel que tenga conocimientos del mundo sobrenatural. Ahora es importante la información que puedan poseer pues podría decirnos qué sucede conmigo.
Casi todos ellos me miran con desconfianza, todos los que hayan tenido relación con el Nogitsune me evitan, en especial puedo sentir la ira del Sr. Argent, después de todo la muerte de Allison es en parte mi culpa y seguro ahora se pregunta a quien mataré. Solo Liam, Deaton y Scott actúan normal.
- Muy bien, ahora que Stiles llego creo que podemos comenzar -dice el druida.
- ¿Con que? -pregunto algo incomodo.
- Con todo -responde como si fuera demasiado obvio- con todo lo que sucede dentro de ti. Stiles, quiero que nos digas absolutamente todo lo que sientes, desde cuando piensas que comenzó esto, si has tenido pesadillas como han sido y en especial los sucesos de hace dos días. No omitas nada, para poderte ayudar necesitamos saberlo todo.
‘¿Para poderme ayudar? yo no necesito ayuda, estoy bien’, pienso. Pero aun así, para tranquilidad de todos creo que debería decirles.
Comienzo con el sueño donde vi por primera vez al zorro y después con todo lo que sucedió en los días continuos, a excepción de la aparición de Derek en mi mas reciente sueño trato de dejar muy en claro las diferencias a cuando estuve poseído por el Nogitsune para que así comprendan que no soy peligroso ni una amenaza.
Al terminar mi relato todos me miran detenidamente, veo como Lydia y Kira suavizan su mirada hacía mi y ahora se que ellas lo entienden.
- Bueno, ahora, ¿alguien tiene ideas que quiera compartir? con confianza no es como si fuera a matarlos -bromeo, pero después me doy cuenta de que mi chiste fue de pésimo gusto.
- Mamá, creo que es tu turno…
La madre de Kira asiente y da un paso al frente, todos la observamos con curiosidad.
- Por lo que he escuchado, pienso que puedo darte las respuestas que buscas Stiles -me mira y esboza una pequeña sonrisa, se queda callada por un momento como si estuviera ordenando sus palabras y comienza a hablar.- Nadie sabe con exactitud cuándo o quién fue el primer Kitsune, las leyendas japonesas cuentan que cierto día un espíritu zorro salió del bosque donde vivía para observar a los humanos pues este los encontraba fascinantes, así que se convirtió en una bella joven y se mezcló entre ellos, traviesa y atrevida se dedicaba a enamorar y jugar con los hombres hasta que en un desafortunado día cometió un descuido y dejo a la vista sus orejas y colas, descubierta fue perseguida hasta el bosque y escapó, herida y débil recibió ayuda de un hombre quien no le importó que fuera un espíritu, ambos se enamoraron y tuvieron un bebé, una niña, la primer Kitsune. Después de eso otros espíritus zorro hicieron lo mismo y comenzaron a mezclarse con los humanos, poco a poco fueron teniendo descendencia sin embargo eso no quiere decir que todos sus hijos heredaran los dones de la madre, era más común que sólo las hijas lo hicieran, pero hubieron casos donde eran los varones los que nacían como Kitsunes.
- Es por eso que existen distintos tipos de Kitsunes, de fuego, trueno, agua, salvajes. Todo depende del espíritu del que proviene originalmente.
- Correcto Lydia, hay muchos tipos de Kitsunes pero hay uno en especial que sobresale del resto, el Kitsune Celestial, puede nacer sin importar sus orígenes y se dice que es descendiente del Espíritu de la Luz. Es el más respetado por los otros de su especie y el único que puede sobrepasar las nueve colas, por lo que es más fuerte y su vida es más prolongada. Pero es también el que corre mayor peligro, la mayoría de los Kitsunes Celestiales al tener tanto poder a su disposición se obsesionan con este y al llegar al numero limite de colas que pueden alcanzar desesperadamente tratan de obtener más poder sin importar de donde; son ellos los que llaman a los espíritus de la oscuridad, olvidando su luz se entregan y se convierten en Nogitsunes.
- Espera un momento -interrumpe Malia, ¿Malia? que extraño no la había visto… ‘¿donde diablos esta Derek?’, pienso inquieto- si dices que son los que se convierten en Nogitsunes ¿cómo es que el mundo no se encuentra sumido en caos? fue difícil cuando se deshicieron de uno, no imagino cómo sería una manada de ellos.
- Porque es muy raro que nazca un Kitsune Celestial, se dice que nace uno cada 100 años y no todos caen al vacío, además de los que llegan a sucumbir ante la corrupción de la oscuridad no todos son tan fuertes como al que nos enfrentamos. La mayoría son exterminados por los Oni. Verán, la fuerza del Nogitsune es determinada por la fuerza del huésped, ósea por el número de colas, si es invocado por un Kitsune que apenas tiene 4 o 5 su fuerza se incrementa un poco, pero no tanto como si hubiera sido invocado por un Kitsune con más de 9 colas.
- Mamá, en tu relato sobre sobre el Nogitsune al que nos enfrentamos dijiste que fuiste tú quien lo llamó, ¿eso quiere decir...?
- Así es Kira, yo soy un Kitsune Celestial.
La sorpresa recorrió el estrecho consultorio como un rayo, nadie se esperaba eso. En especial Kira.
- Hay algo que no entiendo, si tú lo llamaste ¿porque se manifestó en un cuerpo sin vida?, técnicamente el cadáver del que se apoderó no era un Kitsune por lo que es ilógico pensar que fuera tan fuerte por su cuenta propia -preguntó Lydia, claramente no se le pasa nada a la inteligente pelirroja.
- Hasta hace poco yo también me preguntaba lo mismo, en primer lugar el espíritu se debió introducir en mi, pero no lo hizo, después me di cuenta de que me había arrebatado 5 colas, yo sacrifique las otras 7 para dar poder a los Oni pero el Nogitsune era demasiado fuerte para tener solo 5.
- ¿Acaso no es evidente?
Todos nos giramos para ver de dónde proviene esa voz, parada en la puerta esta Satomi y a su lado, Derek.
- Creí que podría saber algo, por eso la traje -dijo él, serio como siempre. Rápidamente su mirada se posa en mi y siento un agradable calor nacer en mi interior, una necesidad de tocarlo me llena, es como si fuera un animal y tuviera que estar cerca de él para estar satisfecho. Se que este no soy yo, pero aunque me cueste admitirlo, la idea no suena tan mal.
- Hola Noshiko -saluda la recién llegada.
- Satomi, ha pasado mucho tiempo -responde esta seria y educadamente.
- Vaya, has cambiado a como cuando eras más joven, antes eras mas jovial. Como sea, solo quiero hacer una pregunta, muchacho -me mira y se acerca un poco a mi- ¿cuantas colas tiene el zorro de tu sueño?
Me quedo pensando un rato en cómo es que sabe eso, ¿acaso ella y Derek estaban aquí desde hace tiempo?
- Diez -respondo.
- Eso suma a una cantidad de 15 colas, lo suficientemente fuerte para causar la destrucción que causó en sus vidas.
- Espera un momento, acaso estas diciendo…
- Así es Noshiko, de algún modo el Nogitsune que tu invocaste traía consigo el espíritu de un Kitsune Celestial, es por eso que no se hospedo en ti al principio, no le hacía falta. Los zorros son criaturas orgullosas, para ustedes el honor lo es todo. Seguro ese Nogitsune quería demostrar que podía destruirlos sin haber arrebatado todo tu poder -bajando la mirada hace una pausa- y casi lo consigue.
- ¿Entonces el zorro que veo en mis sueños, es el mismo que el Nogitsune usó? -pregunto temiendo la respuesta.
- Así es.
En un segundo siento mi mundo caerse, no puedo creer que mi vida de nuevo vaya a cambiar de un modo tan radical, ahora seguro tendrán que matarme, soy una amenaza para todos.
- Relájate chico, eso no quiere decir que seas un espíritu oscuro de nuevo.
- ¿Entonces que soy?
Todos se quedan callados por algunos segundos el cual siento que dura horas, antes de que pierda la paciencia Deaton habla.
- Creo que hay una manera muy simple de comprobar si sigues siendo humano.
El druida se acerca a un cajón y saca un pequeño frasco con algo negro dentro de él.
- ¿Acaso eso es...?
El hombre toma un moneda y la pone en la mesa, después la rodea con el polvo y me observa.
- Trata de tomar la moneda.
Me acerco y extiendo una mano, dudo por un momento entonces cierro los ojos y con los dedos busco la moneda, siento un pinchazo de dolor en la mano pero continuo hasta que la encuentro y la tomo. Abro los ojos y veo que la sostengo, mientras que en la mesa el circulo esta roto.
Aliviado al saber que aun soy humano volteo a verlos sonriente, pero todos me miran serios y sorprendidos a la vez.
- ¿Que? -pregunto.
- Stiles, tus ojos -dice Derek.
‘¿Mis ojos?’ pienso, me acerco a un espejo y casi me caigo al ver que están del mismo color que los del zorro, verde-azul.
- Esto es muy extraño -comenta Deaton- de cierto modo tu cuerpo sigue siendo humano pero algo puede detonar en cualquier momento las habilidades sobrenaturales, tal vez el hecho de que no hayas sido mordido como en el caso de los lobos, o las habilidades vengan de sangre como los zorros hace que puedas seguir manteniendo tu esencia de humano.
- Y no es solo eso -volteo a ver a Scott quien ahora tiene los respectivos ojos rojos de un alfa- puedo ver el mismo aura que vi antes en Kira, pero su olor sigue siendo el mismo, es muy confuso.
- Espera un momento -digo agitando mis manos- dijiste algo que creo es importante. Mencionaste que algo puede detonar las habilidades. Hace dos días, creo que fue el grito de Lydia lo que comenzó todo. En mi mente, justo después de escuchar su grito, fue cuando el Nemeton se encendió.
- No olvidemos que el Nemeton obtuvo energía con los tres sacrificios que ustedes dos y Allison hicieron en el pasado -nos dice Deaton señalándonos a Scott y a mi.
- ¿Es eso suficiente para otorgar tanto poder?, porque estoy seguro que no solo Liam y yo sentimos la oleada de energía esa noche.
- Bueno, hubo también un cuarto sacrificio.
- ¿De qué hablas? -pregunta Scott mirando al druida.
- ¿Recuerdas que paso con Jennifer?
- Creo que murió -responde rápidamente el Alpha- aunque no estoy del todo seguro pues su cuerpo desapareció.
- Y yo la encontré junto al Nemeton sin vida, de alguna forma consiguió vivir para llegar hasta allí pero alguien la asesinó y sin querer su muerte le otorgó más poder al Nemeton, sin embargo a la vez fue corrompido por la oscuridad del Darach y este cayó en un profundo sueño. Hasta que el grito de una banshee lo despertó y este liberó su energía, misma que usó el espíritu dentro de Stiles para restaurar sus colas pues si no mal recuerdo mencionaste -dice señalándome el trigueño- que la primera vez que viste al zorro era pequeño y solo tenía una abultada cola. ¿Me equivoco?
- No -respondo.
- Entonces ahí lo tienes.
- ¡¿Qué quieres decir con eso?! ¡aun no tengo idea de que carajo soy!
- ¡Eso no importa, lo importante aquí es si es peligroso o no! -grita molesto Chris Argent.
- No lo creo -responde con calma la madre de Kira- el Nogitsune esta encerrado, lo que estaba dentro de ti era solo el espíritu de un antiguo Kitsune.
- Lo que me convierte… -digo sarcasticamente para que alguien me de una respuesta directa.
- En algo extraordinario -volteo a ver a Satomi incrédulo- no me mires así chico no tienes idea de lo que tienes, los zorros son seres de libertad es sorprendente que después de que el espíritu fuera liberado por el Nogitsune este no se haya marchado, a cambio se quedó contigo y recientemente decidió unirse a ti como uno mismo lo que quiere decir que te acepta como su igual.
- ¿Entonces eso me convierte en una especie de híbrido humano-kitsune? ¡Eso ni siquiera suena bien! -me quejo.
- Eso era antes, si quieres una respuesta directa ahora eres un Kitsune, un Kitsune Celestial, aunque una parte de ti sigue siendo humana de ahora en adelante tendrás que aprender a controlar tus nuevas habilidades o tu destino será igual al de muchos otros. Oscuridad -es impresionante el tono de leyenda que puede tomar la madre de Kira al relatar historias, supongo que la práctica durante más de 100 años le ayudó a perfeccionar su técnica.
Todos se quedan callados tratando de procesar toda la nueva información, Stiles, el flacucho y bobo Stiles un kitsune, y no solo eso, un Kitsune Celestial con nada más y nada menos que diez colas.
- ¿Puedo hacer una pregunta? -dice tímidamente Liam, quien por cierto parece agobiado con tanta información.
- Por supuesto -responde Scott.
- Si el Nogitsune fue tan malo por todo lo que eh escuchado, ¿porque le dejó a Stiles un espíritu tan poderoso?
- Tal vez no lo hizo a propósito, no podemos estar seguros y obviamente no vamos a liberarlo para preguntarle eso, pero lo importante es que ahora está en mejores manos con el muchacho -dice con confianza Satomi.
- O si quieres puedes verlo de este modo… es un obsequio, algo que prueba que venciste al Nogitsune en su propio juego -Derek da un paso hacía mi mientras habla y tan rápido como un rayo una sonrisa atraviesa su rostro.
Tal vez no es la gran cosa, tal vez nadie se dio cuenta de ese pequeño detalle, pero para alguien tan simple como yo, pequeños momentos como esa sonrisa fue lo que hizo que se aligerará la carga que ahora tengo sobre mis hombros.