Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Please, love me! por Nana-Sama

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 2: 

Sobre despedidas pasajeras. 

Kyung Soo tuvo que elegir entre ir a despedir a Baek Hyun al aeropuerto o ir junto a Jong In a la estación de trenes a despedir a Tae Min. La respuesta era obvia, Baek Hyun era uno de sus pocos amigos y no lo dejaría para ver escenas romanticonas entre aquel par. El hijo del Señor –el dueño del lugar donde ambos trabajaban- el hermano mayor de Se Hun, los acompañaba con su habitual cara de póker. Al parecer, era algo familiar eso de no tener expresiones.  

En la empresa, se corría ese rumor. Estaba el Señor, luego estaba Yi Fan, quien, para todos, era la versión joven, cool y guapa del Jefe. A sus veinticinco años, ya estaba a cargo de toda la cadena de Televisión y Radio. Y lo hacía muy bien.

—    ¿Está seguro, Señorito Byun, que no quiere que contrate un asistente? —

Ese Señorito Byun, no era más que una broma interna que demostraba que –al igual que su hermano menor- en contadas ocasiones, tenía sentido del humor. Aunque Lu Han era la Reina, Baek Hyun era el Señorito o Bocchan.

—    No, estaré bien, Señor Wu, gracias —

El hombre asintió y se mantuvo distante, Do y Byun se despidieron con un fuerte abrazo. Le dolería dejar al pequeño ojón solo. Baek Hyun mostró su sonrisa rectangular animando el ambiente y el otro también se animó a sonreír.

—    Anímate, Kyung, a ver si cuando vuelvo ya te has declarado a Jong In —

—    Nunca —

—    Aish, que eres testarudo ¿He? —

—    Ni tanto, simplemente es imposible —

Baek Hyun rodó los ojos, le dio un golpecito y se dirigió corriendo a dejar su equipaje. En verdad, Kyung Soo deseaba que ese chico encontrara una persona que lo quiera bien. Merecía alguien así.

Se Hun odia las demostraciones de afecto, en verdad, en toda su familia era algo casi inexistente. Así que al ver a Jong In y a Tae Min abrazados como si el mundo se acabara al día siguiente, quería vomitar. No es que nunca más fueran a ver al más bajo, simplemente se mudaba de ciudad. ¿Qué había de dramático en todo eso?

Millones de sus fanáticos se agolpaban detrás de las fornidas espaldas de los guardias mientras los dos bailarines daban su demostración pública de amor. Aunque, lo raro es que había escuchado que ellos terminaron hacía más de tres meses. O eso le había dicho Kai en alguna cena tranquila.

Mientras veía el bailarín de cabello largo marcharse notó algo extraño en él, no supo definirlo bien, pero le hacía ruido. Ladeó su cabeza, mientras absorbía lo que le quedaba de su Bubble tea. << ¿Puede ser que…?>> Su rostro inexpresivo se alarmó con un disimulado gesto de sorpresa, luego esa mueca se transformó en una de astucia. <<La información significa poder>> recitó en su mente.

Cuando Tae Min miró por sobre su hombro, vio la sonrisa cínica del chico pálido tras el moreno. El alma se le cayó a los pies mientras lo único que pudo hacer fue apoyar su mano sobre la ventanilla y dejarse llevar por el tren. Todo el mundo sabe que cuando Se Hun sonríe, es porque algo malo trama.

—    ¡Woah! Quedamos tan pocos — exclamó Jong In luego de un intenso ensayo.

Kyung Soo y Se Hun simplemente asintieron, el primero le tendió una botella de agua fresca. El moreno sonrió solamente para el chico de grandes ojos frente a él.

—    Deberíamos buscar un reemplazo — musitó Soo.

—    Eres cruel, hyung — contestó el moreno —

El aludido le dedicó una sonrisa forzada, el otro simplemente rió y se acomodó para descansar cinco minutos, recostando su cabeza en el hombro ajeno, cerró sus ojos, disfrutando de la manera en que el cuerpo del otro se tensaba y se dejó llevar al sueño.

—    ¡Kai Soo! —

Se Hun enarcó una ceja y los dos aludidos se enderezaron, Jong In vio como Kyung Soo rodó los ojos haciéndose más y más pequeño en su asiento.

—    ¡Kyung Soo! ¡Kyung Soo! Ese es mi nombre, no es tan común, puedes memorizártelo — espetó el más bajito.

El chico de cara de póker identifico a quien le hablaba el otro, barrió el salón con la mirada y vio como Xi Lu Han –sí, el mismo- venía con un ánimo de perros. Pero solo Jong In y él notaron que el bonito nombre que el chino le había puesto calzaba perfecto para la situación.

—    Los dos son con “K”. Cuenta ¿No? Al fin y al cabo no me interesa saber tu nombre —

—    No es lo mismo, Kai es de origen japonés y significa mandamiento, Kyung es coreano y significa, luz. Además, si vamos a la terminología…

—    A nadie lo importa lo que leas en tus libritos — cortó el cantante.

Se Hun aguantaba la risa, aquel cantante le caía demasiado bien como para mandar a despedirlo. Si alguien podía molestar tanto a Kyung Soo, rápidamente se haría su amigo.

—    ¿Para qué has venido? —

—    Mira, Shakespeare. Te ha faltado una canción y han dicho “¿Para qué quieres un disco con 22 canciones?” ¿Acaso no es obvio? —

—    No lo es —

—    Es porque tiene 22 años, el disco saldrá una semana antes de su cumpleaños, por lo tanto, en la primera semana de promoción el tendría 22 años —

Jong In miró sorprendido a Se Hun, los otros dos también. Parecía que el increíble tornado que era Lu Han se calmó mirando con cierto asombro al chico con cara de póker. Nunca lo había dicho en voz alta y la mayoría de las personas creía que él era un idiota con una cabeza vacía, así que nunca tomaban verdaderamente en serio lo que decía. Tartamudeó un poco antes de darse una bofetada mental y retomar su misma imagen.

—    S-sí, es eso —

—    ¿Ah? ¿Y cómo lo sabes, Se Hun? —

—    Es sencillo entenderlo —

—    A-ah, sí — nuevamente, Lu Ha estaba tartamudeando — ¿Ves? Ojón idiota, deberías aprender del niñato —

Se volteó, moviéndose como serpiente fuera de su nido. Completamente avergonzado y decidió irse antes de quedar como un completo patético con sus “Ideas sencillas” frente al chico. Además, ¿Quién diablos era ese y porqué se le hacía tan conocido? <<Es igual de simpático que mis jodidos Jefes>> pensó mientras volvía a sus ensayos.

<<Odio mi vida>> Pensó <<Pero más odio a la perra de Xi Lu Han>> Era el sexto año en el que se encontraba pensando eso todos los días. Yi Xing se había quedado dormido en el sillón, intentando hacerle compañía mientras él se quemaba los sesos intentando componer una canción con la palabra “Mama”

—    ¿En serio? ¿A quién diablos se le ocurre titular  a una canción así? — rodó los ojos mientras se hundía en su cuarta taza de café.

El timbre sonó y Yi Xing se acercó a la pantalla del visor de la puerta, vio a Jong In allí con una sonrisa, mientras saludaba de manera casual llevando una mano a su frente. El chico sonrió también y apretó el botón para que la puerta magnética se abriese. El bailarín se sacó sus zapatos y entró. Era obvio que acaba de bañarse luego de hacer ejercicios de temprano en la mañana.

—    ¡Hola, hyung! — habló el moreno.

—    Hola, Jong In-ssi ¿Quieres tomar algo? Acabo de preparar café —

—    ¡Muchas gracias, hyung! —

El otro sonrió y se dirigió a la cocina.

—    Kyung Soo está en el sofá —

Y Jong In se explicó porque tanto silencio, Yi Xing había puesto su música pop alegre y no había nadie que protestase. Caminó los pasos que le separaban del sofá y vio al chico pelirrojo con una sonrisa en el rostro. Él era la única persona –a excepción de Yi Xing, pero él no cuenta porque todo el mundo sabe que más que pan sexual u homosexual era asexual- que podía ver esa clase de cosas. Kyung Soo estaba echado en el sofá, con su cabello rojo fuego desparramado y alborotado, los antes se deslizaron por el puente de su nariz y sus gruesos labios estaban entre abiertos. Su ropa estaba casi tan revuelta como toda su existencia y la computadora descansaba sobre su regazo.

Sonrió inmensamente y dejó la computadora sobre la añeja mesa ratonera. Se hincó frente al mayor y lo tomó entre sus brazos.

Había varios motivos para sonreír según el bailarín, el principal era que el mayor estaba utilizando una camisa azul que le quedaba grande, porque era de él. Había descubierto que hacía bastante tiempo había perdido su perfume para tomar el del chico más bajo. Se sorprendió de ver lo ligero que era el cuerpo de su hyung. Muchas veces había cargado a Baek Hyun, pero el chico siempre pareció pesar 40 kilos mojados, la delgada figura del estudiante de literatura siempre estuvo escondida bajo las capas de ropa exageradamente holgada.  

Lo depositó en la pequeña cama, tapándole con cuidado, no quería que se enfermase. Le hubiera gustado echarse un rato a su lado, pero no había espacio para los dos, así que simplemente se sentó en el suelo.

<<5 minutos>> se dijo así mismo <<5 minutos y me iré>> 

Notas finales:

¡Annyong! Volví con un nuevo capítulo, espero que les haya gustado. Gracias a las dos bonitas personas que comentaron y a las 165 que leyeron, muchas gracias por darle amor al fic.

Sobre las dudas, si es KaiSoo y si será 2min, ¿No se nota mucho todabía, no? 

Pero bueno, ya se notará n.n 

¡Sayo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).