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El Reencuentro; En Busca de la Verdad. por AlexSandlerB

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Notas del capitulo:

Que? Que? Que? Que?!?!?!?!?!?!?!!!! Años! Años! que no vengo a decir hola y dejar capitulos por aqui!... ya que tengo solo 12 hrs de clases al mes..... tengo decidido venir a actualizar esto muy seguido.............. eso espero... o por lo menos hasta el punto que me quede seco el cerebro.

 

lamento de verdad que hayan pasado decadas sin subir nada :c espero que les guste el nuevo capitulo :C

como antes dije cualquier duda, consulta, recomendacion, insulto xD es bienvenido el la caja de reviews ! byebye

El timbre de la casa sonó, miró hacia la puerta y camino rápido hacia ella, debería ser Zath, su encantadora hija, pero a medida de que se acortaba el camino hacia su destino un mal presentimiento se apoderaba de él, extendió el brazo y con la mano giró el pomo de la puerta para abrirla de golpe y….

 

-Hola Dib, tiempo sin verte...- un hombre de tez blanca cabello negro y vistiendo de traje estaba frente a él, tenía un leve destello rosa en sus pupilas y le habló de una forma algo familiar, Dib dio un paso tambaleante hacia atrás al no saber bien de quien se trataba, muy familiar podría parecer pero no lograba reconocerlo, ante esto solo pudo decir lo más predecible en ese momento.

 

- ¿Quién eres tú?- miraba al extraño sujeto intentando buscar algo en él que le diera una mínima pista de quien se podría tratar.

-¿Cómo no puedes reconocerme?, bueno también ha pasado tiempo, ¿cuánto es ya? ¿Veinte años?- dijo serenamente aquel sujeto, aquello mencionado echó a andar la memoria de Dib, al instante parpadeó sorprendido y musitó.

-Zim? Eres tu Zim? - le miro analizándolo, no podía creerlo.

-Quien más podría ser...-sonrió feliz- ¿cómo ha estado cielo?- preguntó confiado el Irken, pregunta que hizo reaccionar bruscamente Dib.

 

-¿Que como estoy?, ¿enserio? como crees que estoy si mi novio una noche desaparece sin dejar ningún tipo de nota que me explique por qué lo hizo, además, me dejas solo, con un montón de dudas y un peso enorme sobre mis hombros, y tampoco das señal de vida, ningún contacto. ¿Nada? ¿Tanto cuesta mandar algún mensaje a la computadora central del laboratorio para aclarar algo? no sabes lo mal que estuve Zim...  Pensé que te habías olvidado de mí, tal y como te fuiste, me extraña que aparezcas veinte años después.- Dib echó a andar su memoria, todo lo que recordaba de Zim era una injusta pelea y una cama vacía al día siguiente-

 

Zim al escuchar esto frunció un poco el ceño y suspiro pesadamente- ¿Puedo pasar? - pregunto sereno a lo que el humano respondió haciéndose a un lado y dejándolo pasar para luego cerrar la puerta- 

 

-Explícame Zim... Porque te fuiste. - Dib se mostraba molesto, su ceño fruncido se podía ver a kilómetros, cruzo los brazos mientras Zim tomaba asiento en el sofá, quedando de frente al humano.

 

-Dib, No tengo por qué darte explicaciones, eso se sabrá a su debido tiempo, ¿tú crees... que a mí no me dolió irme de la noche a la mañana sin siquiera despedirme apropiadamente de ti?-

-Entonces por qué lo hiciste... – preguntó algo más calmado, Dib podía decirse a si mismo que había superado todo con Zim y esa noche pero no era así, su corazón en ese momento le estaba jugando una broma-

-Tenía que, Dib... para protegerte, por eso es que tampoco podía comunicarme contigo libremente pero como dije, no puedo aclarar tus dudas ahora mismo… por cierto... ¿dónde está ella?

 

-Fue a buscar la nave que estrellaste a propósito en el bosque- posó los dedos índice y pulgar en el puente de su nariz- no me cambies el tema, a que has venido... y justo para esta fecha... - preguntó notoriamente enojado el pelinegro.

-he venido a decirle- Zim hizo una pausa, su voz sonaba calmada y segura- lo que... realmente es...y también a llevármela a Irk...- en ese momento Dib mira serio a Zim interrumpiéndolo en lo que este decía y acercándosele enfurecido.

 

-Humana - hace una pausa algo larga- eso es lo que es Zim, no me esmeré estos veinte años para que fuera una niña normal para nada, no arruinaras lo que he construido, maduré por ella, y la cuide por ti - Dib se mostraba fuera de sus casillas, lo que había dicho Zim lo había alterado, no dejaría que Zim arruinara lo que había construido en todo este tiempo cuidando a Zath.

 

Zim frunció el ceño y accionó un botón en el reloj que llevaba, de inmediato su forma cambió, de ser un hombre muy bien parecido a mostrar su verdadera forma de Irken. 

 

-Dib, ella tiene derecho a saber quién es... y tiene derecho a saber quién es su creador- dijo Zim en un tono serio-

-Zim.... Yo soy su padre y veré cuando es el momento para decirle.-

-Cuando Dib? cuando cumpla los 106 años?, piensa en ella como "padre" según tú, es una híbrida, no puede tener descendencia si es que quisiera, tiene más fuerza que una niña normal de su edad y mientras pase el tiempo se dará cuenta que no envejece.

- ¿Y qué pretendes hacer con ella al llevártela?- preguntó Dib inquieto, sabía que Zim tenía razón-

-Convertirla en un soldado Irken... ella tiene algo especial,  ¿recuerdas cuánto tiempo nos tardó crearla? Te diré este tipo de cosas no sale a la primera, y creo que es un milagro que no tenga fallas con ese diminuto pack que le instalamos.

-Y tú sabes si ella quiere ser un soldado Irken?, he pasado más tiempo con ella y te diré que eso no es lo que quiere.- sentencio Dib.

 

Zim suspira - sabes... la razón por que estrelle la nave en el bosque fue para que Zath fuera a buscarla y tener un tiempo a solas para reafirmar lazos o algo así, no para una pelea...no... No sé en qué momento tus sentimientos por mí se apagaron... porque con tu actitud eso demuestras, pero déjame decirte algo... yo no he olvidado lo que siento por ti...y por eso... también vine a buscarte. 

 

El pelinegro queda en shock, pocas veces había escuchado hablar a Zim de esa manera, su estómago se revolvió sintiendo una culpa de haber hecho las cosas mal, No... No tenía razón por que sentirse así, Zim lo había abandonado por veinte años, en vez de estar pensando en reafirmar lazos debería estar buscando la manera de decirle porque se fue en primer lugar.

 

-Zim.... por favor... que persona que ama... deja a su pareja abandonada- Zim guardo silencio y agacho la cabeza, luego miró a Dib sin decir nada aún...-Eso pensé....-

 

Zim se quedó en silencio, procesando las palabras y el dolor que se escuchaba en ellas, recordando la última discusión que sostuvo con el humano, cuando este solo tenía 18 años, con lo que había investigado mientras estuvo en la tierra, debió recordar lo sensibles que son los humanos enamorados a esta edad.

 

-Dib yo...- musitó Zim intentando arreglar las cosas-

-No me digas que lo sientes, es muy tarde para eso... - le respondió cortante el pelinegro- 

-Pero Dib... escúchame...- insistió el Irken

-Silencio Zim... ya es suficiente...basta... ya... he hablado suficiente, me está dando jaqueca por el enojo... iré... a prepararte una habitación, me imagino que te quedarás.- dijo volteándose y caminando hacia las escaleras.

-¿Y nuestra habitación?- preguntó esperando una respuesta amistosa.

-No hay... nuestra habitación- subió las escaleras mientras Zim se quedó abajo en el sofá, comenzó a meditar lo que estaba pasando, ¿Realmente Dib ya no sentía nada por él?

 

El humano subía las escaleras para dirigirse a la habitación de huéspedes que quedaba frente a la suya, una vez ahí luchó consigo mismo para retener las lágrimas de rabia ¿cómo no se daba cuenta que su "huida" había sido tan trágica para él? y si lo hacía, ¿por qué ahora, tan tarde se da cuenta?, se maldijo a si mismo por ser tan débil, aun tenia sentimientos por el Irken, eso estaba claro para él, tan solo tenía que recordar el instante en el que se dio cuenta que era él bajo el disfraz de humano, sentía su corazón latir a mil por hora, aunque fuera solo un momento.

 

Comenzó a hacer la cama, cambio las sabanas y ordeno muy bien, cuando justamente el timbre de la casa suena, Dib se acercó rápidamente a la ventana que daba al jardín delantero y vio a la niña de sus ojos entrar con sus llaves y un camión enorme afuera de la casa, seguramente la pelinegra entraría a la cochera a buscar el montacargas para sacar la nave que obviamente se trajo.

Bajo las escaleras rápidamente al recordar que tenía a su visita en la sala y se le acercó.

-Zim, ponte tu disfraz ahora- le dijo mirándole firme a los ojos, aunque los tuviera algo rojos por las lágrimas derramadas en el piso de arriba.

-¿Porque? ¿Es ella? - Zim se levantó del sofá mi trató de mirar por el ventanal hacia afuera.

-Sí, y no quiero que te vea con tu verdadera forma- bajó la cabeza, sabía que Zim en cualquier momento encontraría la manera de mostrarse ante Zath como es y contarle la verdad, como era su niña, se entusiasmaría con la idea, y se iría de aquí con Zim.

 

-¿Por qué no? - preguntó el Irken mirando al pelinegro.

-Porque creo que aún no es...tiempo y si, entiendo que quieras decirle Zim, pero no es el momento aun.- dijo acercándose a la puerta para abrirla.

-Tengo que aprovechar que ella aun es una larva Dib, así podré enseñarle, aprenden más rápido. - dijo accionando el botón de su muñeca para tener nuevamente el disfraz de humano- 

-Ella es una adulta Zim, y no creo que puedas es... obstinada, tiene mis genes, es mi hija- 

-Por Irk, NUESTRA hija Dib, ¿sabes algo? te has apegado mucho a esa niña, aunque al principio rechazaste la oferta de crearla, permíteme recordarte que ella es un experimento, ella, fue creada artificialmente Dib.

-Casi igual que como crean Irkens en tu planeta, así que no me vengas con tus cosas Zim, ella estuvo a mis cuidados estos años por lo tanto la hace más mía que tuya, y como su padre la protegeré y veré lo que es mejor para ella.

 

Zim guardo silencio nuevamente, luego miro a Dib y se le acercó, tomo su muñeca y lo volteo para que lo mirara- Dib, estas siendo frío conmigo porque te perdí, permíteme recuperarte, para que este reencuentro no sea en vano, además de eso... respetaré tu decisión de no contarle hasta que sea "tiempo" pero... déjame advertirte... que ella se dará cuenta por sí misma.

 

El pelinegro se soltó del agarre del Irken y salió de la casa, caminando para encontrarse con la mirada de la niña quien estaba sacando sin ayuda la nave con el montacargas, se acercó a ella y se cruzó de brazos al ver la nave.

 

-Que se supone que estás haciendo Zath? - le miró sonriendo, intentando disimular su nerviosismo por lo que le había dicho el Irken momentos atrás, ¿qué tal si realmente se daba cuenta de que no es del todo humana? ¿Cómo lo haría? y ¿por qué ahora? ¿Y qué tal si ya lo sabía pero se lo guardaba para sí misma? ¿Debería preguntarle?

-Papa... ¡PAPÁ!... - la chica gritó sacando por fin a su padre de sus pensamientos- te he estado hablando todo este tiempo y no has contestado nada...  te fuiste por un rato ¿te pasa algo?, ¿en qué pensabas? - preguntó preocupada la pelinegra mirando a dib.

-No me pasa nada, solo me metí mucho en mis pensamientos eso es todo. - le sonrió y miró detrás de ella, en el tiempo que estuvo pensando ella ya había guardado la nave, del camión a la cochera no era un camino muy largo que digamos.

-¿En qué pensabas? - insistió la muchacha.

-Nada importante.- sonrió

-mh... okey... ahora que me estas escuchando, hace poco me dijiste "Que crees que estás haciendo"- cito la chica en tono de burla- y yo respondí: sacando una nave. Luego te dije si conocías a alguien del FBI, y no me contestaste, seguí guarde la nave y te grité porque no me contestabas, bueno, eso era… ¿conoces alguien del FBI?

-aha... ¿FBI? no, ¿por qué? ¿Tuviste problemas?- preguntó Dib-

-Al contrario, todo me resultó muy fácil, por eso te pregunto si conoces a alguien del FBI, habían unos hombres cuidando la nave y dijeron que solo yo podía tomarla y dijeron que fueron mandados por parte de mi padre, ósea de tu parte.

-Ah sí?... bueno yo... - Respondió nervioso y sintió como su cuerpo comenzaba a sudar frío, no sabía que inventar para que no fuera sospechoso, Zath era bastante inteligente, no contaba con que Zim había traído a alguien para que custodiara la nave.

 

-¿papá?

-Fui yo... yo envíe a esas personas a custodiar la nave- dijo Zim desde la puerta de la casa, la pelinegra se impresiono al no notarlo ahí antes, en cambio Dib sentía como su estómago se revolvía, sus nervios no daban para tanto.

-¿Quién eres tú? y como que los mandaste tú, tú no eres mi padre.- pregunto la chica

-me llamo Zim, y los mande a nombre de tu padre porque es cercano a ti, en cambio si los hubiera mandado a mi nombre me imagino que te asustarías y no traerías la nave o algo por el estilo.

-ya veo... Zim... que nombre más extraño- dijo la chica dudando un poco-

- no tanto como el tuyo- sonrió el hombre

-¿qué haces aquí y de donde conoces a papá? – prosiguió ella con el interrogatorio, que clase de hombre es ese-

-es amigo de infancia mío cariño... y se quedara un tiempo con nosotros. - dijo Dib un poco más calmado, al escuchar que Zim no estaba haciendo intentos para decirle su verdadera identidad.

-ya veo... ¿y qué haces por aquí? ¿De dónde vienes? – se cruzó de brazos, aun no estaba tan convencida-

- vengo de Irlanda...vine a ver a tu padre y a ti también, sabes... te conozco desde que eras una......... pequeña niña....si... una pequeña niña.

-¿me conoce? - le preguntó sorprendida luego miró a Dib quien asintió con un movimiento suave.- hey.... espera... que... como sabias que la nave se había estrellado y ¿por qué el FBI? ¿Conoces a alguien?

 

Zim suspira, cierra los ojos y sonríe para luego mirar a la chica - lo que pasa es que mi empresa trabaja con radares y el FBI, la noche anterior notamos algo extraño y decidimos averiguar que era. Al saber que era un OVNI y que iba a estrellarse por que perdía altitud salimos en la madrugada a ver dónde lo haría, me comunique con tu padre en la mañana dijo que tu habías salido en busca de la nave y deje a mis hombres custodiándola hasta que tu llegaras.

-¿ah sí?- Gira a ver a Dib- me dijiste que no conocías a nadie del FBI

-se me había olvidado que él trabajaba con el FBI.- contestó casi de inmediato el pelinegro.

Zath suspiró y luego sonrío- Zim... ¿ya almorzó?

-ah? si, no se preocupen por mí, iré a descansar un momento si no les molesta, oh por cierto- se hacerla a la chica y le entrega un pequeño paquete que tenía guardado en uno de los bolsillos del saco- Feliz cumpleaños Zath.- le sonríe cálidamente.

-oh... gracias, em ¿tengo que abrirlo? – le preguntó con el paquetito sobre sus manos.

-cuando gustes, amh...iré a mi habitación si no les molesta, Dib, ¿podrías mostrarme dónde es?

- está subiendo las escaleras al fondo a la izquierda. - le dijo el pelinegro en seco.

-oh... bien, hasta luego Zath.- se adentra a la casa y se dirige a su habitación.

 

Abajo Zath entraba a la casa junto con Dib, la chica subió a buscar el paquete de su tía Gaz y Dib se adentró a la cocina a hacer algo para almorzar.

 

-¡Papá mira! - bajo la niña emocionada mostrando su mano izquierda.

-¿qué es eso?- le miro la mano, tenía en uno de sus dedos un hermoso anillo con una especie de diamante que pareciera que dentro tuviera miles de estrellas de colores cambiantes.

-es el regalo de tu amigo, mira que hermoso es, de donde lo habrá sacado. ¿Dónde dijo que trabajaba?

-Con el FBI, ¿y el regalo de tu tía?

-¡cierto!, espérame aquí - subió y bajo cargando el paquete, se sentó en la mesa y lo abrió-

-¿qué es? - pregunto el pelinegro, subiéndose las mangas, lavando sus manos para comenzar a cocinar.

-es... ¡una consola! ¡Pero no es cualquier consola!

-déjame adivinar, no saldrá hasta dentro de 6 meses-

-si! y... oh... tiene algo mas - sacó un pequeño sobre del fondo del paquete, donde venía una foto de ella cuando era pequeña, Gaz y Dib, pero se notaba que esta recortada en uno de los lados, no se alcanzaba a ver bien quien era, solo se veía un hombro, además de la foto venia una cadena, con un colgante de Estrella celeste.- mira que linda cadena... pero... esta foto, no la había visto nunca.

-¿Cual foto?...-se volteó a verla- oh...esa foto....bueno... es muy antigua, ahí tenías un año y medio.- volteo nuevamente tomando un cuchillo carnicero para cortar el pollo.

-¿quién es el?...- preguntó apuntándolo con el dedo.

-nadie en especial. Se coló en la foto… oye cariño por que no te vas a duchar que estas llena de tierra y luego vamos a comprar el pastel para tu cumpleaños – cambió el casi abruptamente, Zath notó esto y no quiso insistir, le parecía que su padre estaba actuando extraño, pero ya encontraría el momento de hacerlo hablar-

-oh de veras el pastel –comentó la chica luego de una pausa - lo siento papá te retrase con eso de ir a buscar la nave.

-no te preocupes por eso, ya ve... yo término esto en un rato.- coloco los trozos de pollo en el sartén para cocinarlos.

 

La Niña subió las escaleras y se metió en su habitación para buscar ropa y su toalla, se adentró al baño privado y abrió el grifo del agua quedando esta tibia y comenzó a bañarse.

 

Abajo Dib cocinaba fideos con pollo a la crema, mientras escuchaba algo de música con el volumen alto, no escucho cuando Zim bajo las escaleras y camino hasta quedar detrás de él colocando sus manos en las caderas de Dib y posando sus labios en su cuello, este reacciono soltando la cuchara con la que revolvía los fideos y saltando de la impresión-

 

-¡Zim! ¡Qué demonios estás haciendo! - se volteó y saco las manos de su cadera haciendo retroceder al Irken. -

-Creí que eso te gustaba.- dijo calmado.

-Claro, hace veinte años.- suspira, y recoge la cuchara para lavarla -Mira, Zim... si quieres quedarte, Puedes hacerlo, tienes casi toda la libertad aquí en la casa, pero... al casi me refiero a que no te me acercarás con otras intenciones. Lo nuestro, ya pasó... no soy tan joven como antes tampoco... Zim, tengo 38 años....

-¿Y si te hago cambiar de opinión?- se le acercó de manera coqueta y pasó un dedo por su barbilla.

-Zim... por favor... déjame terminar de cocinar- le miro amargado, pero por dentro estaba luchando consigo mismo-

-Bien...- el Irken se sentó en la mesa a mirar como el humano cocinaba, este lavó la cuchara y tomo el colador para sacar los fideos.

-Dib... ¿puedo preguntarte algo? – el irken miraba fijamente la espalda de Dib, siguiendo los movimientos que este hacia-

-Mientras no sea sobre mis sentimientos hacia ti, porque no quiero hablar de ningún tema relacionado con ellos. – respondió en seco, se estaba forzando demasiado-

-No tranquilo – Dijo calmo- es sobre otra cosa, verás…. Zath, ¿es inmune al agua cierto?

-sí, lo es- hiso una pausa mientras se comía un fideo- pero es alérgica a la carne roja y a las alverjas, por eso estoy haciendo pollo, que es carne blanca.

-ya veo... ¿come waffles? – siguió preguntando, se sentía un poco mal por haber faltado en los años anteriores sin ver a Zath, a Dib y registrar sus avances-

-todos los días. - sonrío- oye - volteo bruscamente al recordar algo que faltaba, algo muy importante - y Gir?

-Pensé que nunca preguntarías, está escondido, y desactivado, cuando llegue el momento, se activara. – sonrió convencido-

-¿Dónde está?, y cómo es eso de que esta desactivado

-Tranquilo, tarde o temprano lo veras dando vueltas por la casa.- se rió de manera burlesca-

-Espero esto no tenga nada que ver con Zath. – Volvió a concentrarse en la cocina-

-Demasiado tarde, ya lo hice, pero tranquilo, no es nada de qué preocuparse.-

 

Justo en ese momento la chica bajaba las escaleras ya lista.

-listo papá, almorzamos y nos vamos, oh Zim... gracias por el regalo, es hermoso, ¿de dónde lo saco?

-en uno de mis tantos viajes, cuando lo vi, dije... este será para la hija de Dib. – Mintió, no del todo pero mintió-

-¿hace exactamente cuánto tiempo me conoce?- acercándose a él, sentía una curiosidad abrumadora, conocía poco del pasado de su padre, y de ella misma.

-Desde antes que nacieras pequeña.- le sonríe

-¿entonces conoció a mi madre?- preguntó inocente, Dib sintió como la mirada de Zim se posaba en él.

-¿la conocí?- miraba a Dib sin que la chica se diera cuenta, ella solo miraba el anillo- la conozco.- afirmó el Irken con una sonrisa.- si la viera podría señalártela, ella era... es... la Persona más hermosa/Fastidiosa que conocí.

 

-vaya – miró nuevamente a Zim- Me hubiera gustado mucho conocerla, o por lo menos saber de dónde vengo, a veces…. A veces creo que no encajo en este lugar.

-tal vez...-la miró- tal vez estás pensando demasiado las cosas, como tu padre, él pensaba mucho las cosas y mira como está, sus nervios no aguantan nada-

 

-bien… sé que no soy la persona más calmada pero al menos aún sigo aquí. – sonrió ya más calmado, sintiendo que Zim Cumpliría su palabra- Zath a almorzar –Dib le sirvió su comida y colocó el plato sobre la mesa.-

-Tú también, papá- se sentó a un lado de Zim. - oye y...siguiendo con el tema ¿cómo era ella? ¿La has visto últimamente?

-la verdad...- miró a Dib, quien le hizo una mueca- es que no... No le he visto últimamente, pero puedo decirte que te extraña, no quería irse pero tuvo que hacerlo.

-ya, basta de hablar de ella... me deprimo. - dijo Dib en un tono de voz amargado y se sentó a la mesa a comer.

 

Mientras almorzaban la chica seguía bombardeando de preguntas a Zim, quien contestaba con la primera mentira que se le viniera a la mente, no podía hacer nada más, Dib ya estaba más tranquilo al no ver intentos del Irken para darse a conocer como tal, cuando terminaron de charlar la chica levantó la mesa y Dib fue a encender el automóvil. Zim se quedó solo con Zath, y solo pasaba una cosa por su mente en ese momento.

 

-Zath... -

-¿Si? - se volteó para verlo con un plato jabonoso en la mano.

-Sé que sonara extraño, y más viniendo de mí pero... - hizo una pausa larga y luego sonrió- estás hermosa.

-Oh... gracias, tu tampoco estas nada mal. Jeje. Bueno, yo me voy, tengo que ir a comprar un pastel, ¿qué sabor te gusta?

-oh no, paso, no como pastel -le sonríe- El azúcar… no te preocupes por mí.

-okey... - sonrío incomoda- bueno adiós, nos vemos luego

-si... - asintió y vio a la chica salir por la puerta y cerrarla-

 

Zim se quedó solo en la casa, lo primero que hizo fue asegurarse que se habían ido, cuando estuvo seguro desactivo el disfraz de humano, y se estiró para empezar a recorrer la casa, pasando sus largos dedos por las paredes, recordando los dos años que vivió ahí junto con el humano, recordando los pasitos de la chica, los primeros pasitos de Zath, subió al segundo piso, y se adentró dónde estaba la antigua habitación de él y Dib.

 

Miró como la había cambiado, todo estaba diferente, no había nada igual... se sentó en la cama y luego se hecho hacia atrás mirando el techo, cerró los ojos por un largo rato, recordando todo lo que había pasado en ese colchón, las risas, los llantos, las peleas... la última pelea... aquella que le pasaba por la cabeza siempre y que se arrepentía cada día de ella, y fue por algo que tenía que hacer y el humano no comprendió como esperaba.

 

Flash Back

 

Entra el pelinegro furioso a la habitación, golpeando la puerta tras de sí por la cual al momento después aparece Zim sin su disfraz, con el ceño evidentemente fruncido y las antenas en alto.

 

-pero de que otra manera quieres que sepa si es o no inmune al agua Dib – le agarro el brazo al pelinegro y lo volteó para que este pudiera verle a los ojos.

 

El pelinegro bajó la cabeza y luego dijo- no lo sé, por ahora solo sigamos con tu gel, no quiero arriesgarme a que sufra quemaduras, porque también debemos tener o buscar que aliviará la posible irritación que tenga.

-Mira Dib, escúchame y métete bien esto en esta cabezota tuya, ella no es nada más que un experimento; no sabemos si pasará el año terrestre, puede que la intención real de crearla es que sea la hija que obviamente ninguno de nosotros puede tener, pero aun así no podemos dejar de observar si evoluciona, es un hibrido puede pasarle cualquier cosa.

-pero…

-Dib, sin peros… este es el fin de la discusión, si no quieres entender ya es problema tuyo, entiende que si no sabemos cómo reacciona al agua tampoco podremos hidratarla como una persona normal que es lo que quieres.

- hasta ahora va bien con tus refrescos y comida Irken.-

-pero esos recursos se acaban- suspiró fuerte- no son eternos.

-bueno, hasta que se acaben- dijo Dib cortante-

-¡me matarás, yo también necesito comer!... mira Dib yo no tengo problemas para darle toda mi comida a la niña, pero tendría que irme del planeta para conseguir más, y deja de darle vueltas al tema, te dije que se quedaba hasta aquí humano.

 

El pelinegro enojado salió de la habitación rumbo a la de la chica, Zim se quedó parado mirando la nada, estaba irritado con la actitud de Dib. Se sentó en la cama y se echó hacia atrás mirando el techo, Cerró los ojos y se relajó sobre la cama, tanto era su relajo que comenzó a quedarse dormido hasta que sintió como pequeños pasitos metálicos se acercaban a él. La pequeña unidad sir había encontrado a su maestro.

 

-¿Has visto el control remoto?- Pregunto parándose a un lado de Zim en la cama.

-Gir, no estoy de humor por favor, ve a buscarlo solo- Le respondió el Irken mientras se volteaba quedando de espaldas a el pequeño robot.

-Quiero ver al monooooo- rodeo a Zim para quedar en frente de él nuevamente-

Zim frunció el ceño y le gruño – por Irk Gir! –

-¡Mono!, ¡Mono!, ¡Mono!, ¡Mono!, ¡Mono!, ¡Mono!, ¡Mono!, ¡Mono!, ¡Mono!

-¡Silencio! – Suspiro pesadamente- ya voy… - resignado se levantó de la cama y bajo junto con Gir quien gritaba ¡hurra! Abrazado de la pierna de Zim, cuando llegaron abajo comenzaron la búsqueda del control perdido, pasaron varios minutos hasta que Zim susurró “eureka” y le dio el susodicho a Gir quien bailo por todo el cuarto y se sentó en frente del televisor para ver su programa. El Irken se recostó en el sofá… se quedó haciéndole compañía al robot quien aún estaba sentado frente al TV como hipnotizado por esta.

 

Después de un rato apareció Dib con la pequeña en sus brazos, su enojo era evidente, su ceño fruncido se notaba a años luz, pero no había nada que hacer, Zim sabía que tenía la razón y el orgullo de ambos no iba a dar tregua. Poco tiempo paso para que volvieran a confrontarse en la misma discusión no había remedio Dib no iba a ceder.

 

Fin Del Flash back

 

Abrió los ojos encontrándose aun solo, se levantó despacio de la cama sintiendo su cabeza pesada, se sentó y miró a su alrededor, suspiró y siguió el recorrido de la casa saliendo de su antigua habitación.

 

Se devolvió al pasillo y notó algo que no estaba ahí antes de su “huida” como le decía Dib, una puerta al final del pasillo le llamaba enormemente la atención, se acercó a ella, era de un color rosa, imaginó que tenía algo que ver con Zath.

 

Su mano se posó en el pomo de la puerta y la giró, encontrándose con una escalera que daban a una habitación, una muy colorida habitación, estrellas luminosas en el techo, lámparas de lava, un telescopio cerca de la ventana, pero lo más impactante fue lo que vio en una de las paredes

 

-Por Irk… - susurró impresionado, se acercó casi en shock a la pared pintada- esto no puede ser posible.

Notas finales:

y asi, no olviden los reviews!


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