A medida que pasaba el tiempo, Jongin estaba teniendo dificultad para dormir. Estaba preocupado ya que más de un mes había transcurrido y el no estaba ni cerca de lograr su objetivo.
De hecho se había desviado de él.
Él le tenía miedo a Kyungsoo y lo odiaba al principio, pero ahora el chico pálido le estaba comenzando a agradar (ignorando toda la maldad del otro.)
Kyungsoo era como un aire fresco y extrañamente diferente en sus pulmones.
Algo muy extraño le estaba pasando, al menos con respecto a ese chico, como si sencillamente se estuviera acostumbrando a como era Kyungsoo.
Kyungsoo no era normal, era impredecible, peculiar, estrafalario e interesante. Era tan interesante que Jongin se preguntaba por las noches cómo era su vida fuera del trabajo. Se lo imaginaba siendo raro e inapropiado.
Terminaba riéndose solo, imaginando diferentes escenarios que incluían al pequeño malvado; como por ejemplo, hablando anímicamente acerca del rigor mortis en un Baby Shower o recitando las etapas de descomposición cadavérica durante una cena con su familia.
A veces Jongin se conformaba con ir a su trabajo y observarlo hacer su papeleo y limpiar su escritorio múltiples veces. A veces Kyungsoo tarareaba melodías desconocidas y luego se detenía, de pronto muy consciente de la presencia silenciosa del otro.
Otras veces Jongin tuvo que alejarse de la recepción al ver la llegada de clientes llorando y con sus corazones rotos. Kyungsoo los atendía con amabilidad, les decía palabras de aliento y les prometía dar prioridad a sus familiares o amigos fallecidos.
Jongin sabía que Kyungsoo no brincaba en dos patas de felicidad al saber que a él le gustaba observarlo y a su trabajo, pero tampoco parecía molestarle completamente.
Un día Jongin se sintió gracioso y le relató al chico pálido, una escena que vio en una película de un funeral, donde un hombre pensó que una chica muerta aún respiraba y trato de darle RCP, terminando por romper la mesa donde se postraba el ataúd y cayendo sobre el cadáver en una posición comprometedora.
Kyungso ni siquiera esbozó una sonrisa, encontró esa historia muy grosera. Debió haber sido una pesadilla para la empresa encargada del acto memorial.
-Lo siento,- Jongin se disculpó por su falta de empatía.
-No te preocupes, creo que lo superaré porque creo que me gustas un poquito más de lo que deberías.
-¿Qué?-Jongin creyó haber escuchado las palabras que no eran.
Kyungsoo sólo encogió sus hombros y lo miró con extrema seriedad. -Me gustas.
Jongin no tenía palabras suficientes para describir todas las emociones que estaba sintiendo, se excusó inusitadamente como la otra vez y se aproximó a Halmork, sufriendo lo que él definía como un ataque cardiaco fulminante.
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-jajaja, le gustas, no es el fin del mundo, de hecho es algo bueno,” Sehun se desternillaba de la risa.
-¡Lo dijo así, de la nada! ¿Cómo se supone que debía reaccionar? ¿ah? ¿AH?- Jongin agitaba sus brazos en el aire, sintiendo que la sangre se acumulaba en su cara.
-Estás exagerando, no es como si se hubiera declarado…- Sehun hizo una pausa, mirando atentamente la cara del otro. –Espera ¿estás sonrojado? No sabía que podías sonrojarte.-
-No,- Jongin respondió tercamente, sintiendo su cara caliente, sonrojándose aún más.
-¡Oh, por Dios!
-¡No!
-¡Jongin!
Jongin ya no quería lograr la bendita sinergia. Se sentía abrumado y principalmente asustado por todas las emociones encontradas que Kyungsoo y esa funeraria le hacían experimentar.
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A Jongin le salió un grano en su barbilla, se sentía horrible y asqueroso. Ese día estaba decidido a pasar su jornada de trabajo en la parte de atrás de la tienda, para evitar que la gente viera su cara de mostruo.
-Tal vez estás comiendo demasiada mantequilla,- Sehun aventuró.
-Tengo mucho tiempo sin comer mantequilla, precisamente para evitar el acné.
-Entonces ya se acerca tu perió…-
-Yo les diré que es,- Heechul intervino de repente, asustando a los dos empleados. –Has estado bajo mucha presión, pero esa tampoco puede ser la causa probable. Puedo apostar a que ninguno de los dos ha tenido algún tipo de actividad sexual desde que Joongin entró a trabajar aquí.
-¿Cómo sabe usted que no estoy cojiendo todos los días si yo no tengo acné?- Sehun pregunto, incrédulo.
-A pesar de ser más hermoso que cualquier mujer, sigo siendo un hombre y puedo percibir que sus niveles de testosterona están altísimos. Además el acné que sale en la barbilla es por exceso de testosterona.
Él estaba en lo cierto. En lo que a Jongin respecta, él estaba atravesando una sequía sin sexo. El primero y último intento en ese tiempo de tener sexo casual con una chica que no recuerda su cara ni siquiera se concretó. Jongin no tenía esa clase de aventuras de todos modos, era muy vergonzoso para él.
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Después de la revelación de Heechul, Jongin trató de masturbarse para ver si así sus niveles de testosterona bajaban, pero la estimulación visual que tenía en su diario vivir no lo excitaba para nada. A menos que lo atrajeran sexys cadáveres grises y la necrofilia en general, pero claramente no era así.
ADEMÁS, tenía una mixtura de emociones desde que Kyungsoo dijo que le gustaba él. El menor no sabía si el bajito gustaba en realidad de él o simplemente le gustaba como amigo y se sentía aún más confundido porque ni él mismo sabía si le gustaba Kyungsoo o no.
Con estar en la duda el ya sabía que estaba jodido.
Tenía una fascinación mórbida y una curiosidad inexplicable por el recepcionista que lo hacían sentir masoquista.
Tenía miedo, se sentía asqueado, pero sobre todo una sensación cálida llenaba su pecho
cuando las palabras “Me gustas.” Proncunciadas por Kyungsoo se repetían en su cabeza.
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Una noche estaba recostado sobre su cama y relajó sus músculos sintiéndose un poco…”motivado”.
Él no necesitaba ningún pensamiento erótico, sólo se acarició su entrepierna suavemente y su longitud empezó a despertarse, volviendo a la vida. Cerró sus ojos y tomó sus testículos, suspirando un poco. Aah, como extrañaba ese placentero cosquilleo. Su mano abandonó su entrepierna para ser lubricada con saliva y la bajó de nuevo, pasando su pulga por el glande.
Sus pies se curvaron hacia adentro cuando sintió que su erección había alcanzado su punto máximo, podías sentir sus venas palpitantes bajo su toque.
Jongin daba tirones perezosos a su miembro y al no tener pensamientos lascivos que alimentaran su lujuria, se quedó dormido.
El chico del delantal rosa al fin había reunido el coraje para llevar a Kyungsoo a comer helados. Jongin pidió helado de vainilla y Jongin se conformó con una malteada de mantequilla de maní.
Los labios de Kyungsoo se pusieron muy rosados por el frío de su comestible. Se lamía los dedos, limpiando las gotas que se habían derramado de su helado que se estaba derritiendo.
Qué extraño, ni siquiera estaban en época calurosa…y sin embargo Jongin estaba sudando.
Esos labios se veían brillantes y mucho más carnosos de lo normal, lo cual hacía a Jongin sentir cosas…raras.
-¿Sabe rico? ¿Puedo probarlo?-preguntó el más alto pensando que definitivamente había algo extraño en ese helado que hacía que el otro lo lamiera con tanta avidez, de una manera casi sexual.
Cuando Kyungsoo extendió su brazo para darle helado al otro, el alimento se desmoronó y una porción del líquido calló en la camisa de Jongin, justo entre el cuello de la tela y su clavícula.
-Ups, déjame limpiar eso,- después de decir eso, el más bajo se inclinó hacia adelante y comenzó a lamer el pecho de Jongin, limpiando el helado y luego subiendo para su cuello. Los labios de Kyungsoo estaban tibios, por el frío del helado y lo caliente de su boca. Para ser honestos, Jongin se derretía aún más que el helado con cada lengüetazo del mayor.
Jongin sintió, repentinamente los labios del menor en su mandíbula y no pudo evitar el gemido que se escapó de su boca. Sin dejar de mirar a todos lados procupado de que lo vieran haciendo eso con un hombre.
Su miembro estaba palpitando, amenazando con romper sus pantalones y fue ahí cuando despertó, dando un salto.
Tenía a Sehun al frente de él con un puñado de crema batida en una mano y el frasco de dicha crema en otra.
-¡Mierda!- Sehun expresó, siendo descubierto antes de hacer su fechoría, pero de todos modos estrelló el contenido de su mano en la cara de mayor y la untó toda.
-¡Hijo de puta!-Jongin lo regañó, sentándose de golpe y limpiando su cara con la manta.
-Jajaja es raro que me despierte antes que tú, no podía perder la oportunidad de hacerte una broma. Pero estaba curioso de saber qué soñabas y con quién, sonaba bastante intenso,- lo molestó.
-Miranda Kerr,-mintió.
“¡Estás muerto Jongin! ¿Cómo te atreves a soñar con mi ‘esposhita’?
Sehun siempre era callado, serio y a veces se comportaba como un mocoso, pero nadie podía meterse con su amor platónico sin que él hiciera un escándalo.
Mientras Sehun seguía con su pataleta, enlistando las razones por las cuales nadie, excepto el podían soñar con la súper modelo, Jongin comenzó un profundo autoanálisis.
Tener un sueño sexy con Kyungsoo no era algo que él esperaba experimentar. Tal vez el conocimiento de que Kyungsoo pueda realmente ser gay lo estaba afectando a nivel psicológico. Tal vez ese sueño era la manera del cerebro de Jongin de asimilar el repentino cambio en el comportamiento del mayor.
Kyungso siempre fue tan malvado y de la nada había dicho que le gustaba Jongin.
Eso jodería psicológicamente a cualquiera.
Es un apego traumático, Jongin concluyó y ¡Wao! ¿Por qué no estudiaba psicología? Parecía que era muy habilidoso en el tema.