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MI MASCARA por kura

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Todos los personajes de One Piece le pertenecen al mangaka Eichiro Oda.

 

Hola a todos XD

De antemano les agradezco por leer este fic.

Para  leer el titulo recomendarles que las “x” no se pronuncian

Besos x Confusión x Nuevo sentimiento

 

 

“La amistad puede ascender a amor y a menudo lo hace, pero el amor nunca desciende a amistad”

Albert Camus

 

 

 

Encendió como pudo un cigarrillo para evitar que note su nerviosismo, fingió completo desinterés a la supuesta charla que tendría con el peliverde, pero en realidad sentía un hormigueo en su interior  y   miedo en su corazón, aunque no sentía irradiar del espadachín esa  ira que estos días lo caracterizaba, ni tampoco sentía esa sensación de desprecio hacia él, incluso noto que  el espadachín se veía algo nervioso –Pasa- el espadachín le abrió la puerta instándolo a ingresar a la bodega,  a ese  lugar donde pensó que no volvería a estar a solas con el peliverde durante mucho tiempo.

 

“Una chispa”

 

Una chispa de esperanza  se forjo en el rubio, ya habían aclarado todo la noche anterior, entonces ¿de qué más podría hablar el espadachín con él?  –Tal vez se arrepintió…-  su subconsciente rápidamente planteo esa idea.  Para Sanji era  factible una posible reconciliación o eso es por lo que rogaba su interior.

 

Comenzó a imaginar situaciones donde arreglaban las cosas y volvían a su relación anterior dejando en el olvido  todo lo ocurrido  en el pasado,  aunque primero habrían  unos cuantos gritos, unos cuantas disculpas  para luego terminar el asunto teniendo relaciones  como animales, Sanji sonreía internamente y se puso más que contento cuando vio que la botella de  sake y las copas que llevo la noche anterior aún continuaban ahí. Estando los dos solos en la bodega todo podía pasar, Zoro cerrando la puerta camino un poco para situarse  justo en frente del cocinero y viéndolo a la cara comenzó a hablar.

 

-Mira cocinero ayer yo… me aturdí  y  exagere, sabes que tú eres un amigo muy importante  y no quiero  que te sientas triste por mi culpa, ayer me deje cegar por la ira- a cada palabra del peliverde el corazón  del rubio revivía, no había pasado ni un día del pleito y  Zoro también estaba triste y preocupado por él –Todo se solucionara estoy seguro, tal vez solo fue un arrebato por tener a Law muy cerca de Luffy , tal vez solo me estaba poniendo a prueba para ver como reaccionaba, tal vez…

 

Tal vez ya ocupó un lugar en el corazón de Zoro…-

 

 

-No te preocupes marimo, quien diablos te dijo que yo estoy triste, la verdad es que ayer yo también me excedí, no debí decirte esas cosas y me disculpo por eso- la  sonrisa de Sanji era única reflejaba una calma que no mostro hace tiempo,  pero solo  porque se estaba aferrando a una falsa esperanza . Lo que estaba experimentando  el rubio solo sería una supuesta  calma  al ingresar al ojo de un huracán…

 

-¡Vaya! Qué bueno que me entiendas, no quería causar problemas a los demás arruinando tu desempeño en la cocina  con un problema tan insignificante como este, me  dejas más tranquilo-  comento mientras se dirigía a la puerta estirando los brazos al aire como si se hubiera quitado un gran peso de encima

 

-¿Eh?, ¿insignificante? ¿Qué está más tranquilo? ¡Qué diablos significa esto! ¿Acaso no arreglaríamos  las cosas?- y antes que el espadachín abra la puerta logro sujetarlo del haramaki con fuerza –Espera... ¿Eso es todo?- la esperanza que estaba albergando en su corazón  se estaba perdiendo,  no estaba conforme con esa situación así que se atrevió a realizar una pregunta pero esa pregunta solo sería un gran error en los muchos  errores de los que estaba cometiendo últimamente el cocinero. – Y… ¿Qué pasara con nosotros?- dijo desviando su mirada al suelo

 

-¿Nosotros?

 

 No hay nosotros cocinero, te dije que tú y yo  solo somos amigos, Yo amo a Luffy y  lo sabes, esto solo fue una disculpa, ya sabes… es que te vi muy raro en la mañana y de seguro preocupaste a todos entonces pensé que… -¡A la mierda!-grito Sanji a la vez que  apretaba los puños con ira, el rubio estaba molesto -¿tanto secreto solo para una disculpa?-

 

-¿Yo triste? ¡No me jodas!  Porque debería estar triste no paso ni un día y me siento genial al  solo pensar que no tendré  nada que ver contigo,  además desde cuando te preocupas por mí,  yo no necesito tu compasión- Sanji se odiaba por no haber podido ocultar bien su sufrimiento en la mañana, aunque estaba casi seguro que Zoro ni siquiera lo estaba prestando atención.

 

Zoro ahora muy molesto por la actitud hostil del rubio se dio cuenta que con Sanji no se puede hablar, desde siempre su relación fue puro conflicto – ¡Idiota! – lo empujo contra la pared con rudeza, lo sujeto de su chaleco  y lanzo una mirada tan fría que helo el interior del rubio – No sé por qué siempre estas a la defensiva,   pero yo sé que me amas y de seguro  el que cortara contigo te perturbo toda la noche,  tú siempre ocultas lo que sientes, no sé por qué lo haces ni tampoco me importa pero  tu falsa imagen no funciona conmigo,  ya te di una disculpa y no volveré a dártela-

 

Sanji traía una mirada llena de odio –dices  ¿Qué te amo?, estás loco yo nunca amaría a un hombre y menos que ese hombre fueras tú,  además yo…  ¡No necesito las disculpas de un maldito animal!- le dolía, le dolía y su pecho se comprimía, en vez de arreglar las cosas las estaba empeorando –Mierda, cada palabra que sale de mi ser lo está alejando más de mi  - y si solo ibas a decirme esto me lo hubieras dicho otro día o simplemente no hubieras dicho nada-  Se soltó del agarre del espadachín de un solo movimiento – Tengo mucho trabajo que hacer así que déjame solo- el orgullo era más fuerte que cualquier sentimiento para estos dos hombres, el rubio  no podía, no puede afirmar que las palabras del espadachín eran ciertas, solo porque si lo hacía  el poco orgullo que le quedaba se desvanecería , dejando así a un hombre común y débil

 

 El piso rechinaba a cada paso que daba, su cigarrillo estaba a medio camino de extinguirse, su mano se abalanzo para  alcanzar la puerta y así poder retirarse de aquel maldito lugar,  pero un agarre sigiloso pero firme evito su huida.

 

-¡Oye  que crees que haces maldito marimo!  ¡sueltam…!- su voz fue acallada al sentir repentinamente esos labios carnosos y bruscos  de la persona que aún se encontraba con él en esa bodega.  Zoro lo estaba besando  e intentaba ingresar a su cavidad con rudeza, no podía permitirlo pero…  si tuvo en algún instante la intención de alejarlo esta desapareció cuando los brazos del mayor lo envolvieron a su alrededor para  así apegarlo más a su ser.

 

Ante tal acción el rubio estaba  más que confundido, si hace un instante estaban peleando entonces ¿Por qué el espadachín estaba actuando así? –No te entiendo marimo. Sabes que te amo y aunque yo lo niegue estoy seguro que lo sabes… entonces…  ¿porque  juegas conmigo de esta manera?- Sanji  contemplo  la idea de que este beso sería una broma, una cruel jugarreta del espadachín pero necesitaba tanto sentirse nuevamente querido que  aunque  analizo la situación  y  lo que conllevaba,  igual se dejó llevar correspondiendo así al beso, aferro sus brazos a la espalda ancha y corpulenta del joven espadachín mientras este lo besaba como si fuera la última vez que lo haría

 

 Cuando Zoro invadió la boca del rubio con su lengua Sanji lo noto, noto que este beso era diferente el peliverde lo estaba besando como nunca antes lo había hecho,  por primera vez  sintió como le llegaba la amabilidad y aprecio de Zoro aunque fuera solo un poquito de aquellos sentimientos  igual se sentía feliz.

 

Zoro deshizo el beso por un momento para tomar algo de aire y mientras lo hacia su mano viajo hasta el rostro sonrojado del rubio logrando acariciar su mejilla  sin dejar de contemplar ese orbe azul  tan particular.

 

Y durante  el tiempo en que esa  mirada penetraba en lo más profundo de su ser, el espadachín dijo lo que el rubio alguna vez soñó y anhelo oír, pero nunca pensó escuchar.

 

-Sanji… te amo- y antes que el rubio pudiera creer ese suceso, el peliverde  volvió a poseer esos finos labios y sus manos perdieron el control y se pasearon por cada curva y rincón del joven rubio.

 

Sanji tras esas palabras sentía que se derretía y ante esa mirada se sometía, en esos brazos el pesar se depuraba y de sus labios un poderoso elixir emanaba llenando el vacío de su corazón y de su alma, quería estar así para siempre y por siempre pero…

 

-Ja…jaja…ja-

 

Toda idea ingenua fue disipada incontrolablemente cuando sintió como Zoro comenzó a reírse entre sus labios cada vez más y más, Sanji separo su boca sin soltar su agarre hacia el peliverde, y este comenzó a reír a carcajadas pero lográndose calmar un poco para así mirar al rubio con otra mirada, la misma que le mostro la noche anterior,  la mirada  vacía del  rechazo.

 

-Que pasa cocinero, creo que dijiste que yo ya no te importaba y que no me amas, entonces porque reaccionas así a mis besos como un ser sediento de placer, porque siento que te derrites con mis palabras, ¿dime? Esperabas que te cogiera ahora mismo no es así… -

 

Sanji rápidamente tomo distancia entre ellos, y su expresión era de total incertidumbre -¿Qué significa esto?  Él no puede hacerme esto…no…-

 

-Yo… ¡yo no te amo!-  grito, debía negarlo todo para no salir tan dolido, había vuelto a ser rechazado y no solo eso,  también había sido humillado de la peor forma.

 

-Yo solo no puedo desaprovecharla oportunidad de hacerme de una sesión de sexo gratis solo por eso te correspondí-

 

Zoro algo más serio,  internamente estaba furioso siempre las palabras del rubio lo irritaban demasiado lograban que actué de una forma en el que él mismo se sorprendía, termino demostrando su ira en la fuerza que imprimía en sus puños cerrados los cuales por suerte  el rubio no podía ver.

 

-Sabes tienes razón estoy seguro que tú nunca podrás sentir algo sentimental por alguien solo eres una perra que le gusta que le cojan- camino unos cuantos pasos para encarar muy de cerca al rubio y levanto su mano y a la vez un dedo solo para darle un pequeño golpe a aquella gorra que de seguro Sanji había olvidado la tenía puesta.

 

-Mira, apenas discutimos ayer y tú ya corriste a otros brazos, dime cocinero ese medico ¿ya se acostó contigo? ¿Lo tiene más grande que yo? O te dio la satisfacción que yo nunca te di, será que él se dejó coger por ti jajajaja- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! Mi voz sale sin control, porque me empeño en hacerlo sufrir- Zoro no podía detener sus crueles palabras, eso era algo más que solo el orgullo, desde que lo vio en cubierta  se sintió inquieto por alguna rara razón y el hecho de que negara ese sentimiento de amor  que Zoro creía que el rubio poseía hacia él lo perturbo como no se imaginó y no entendía por qué…

 

Sanji atónito  ante las palabras tan duras que estaba expresando el peliverde lo desconoció por un momento, el nudo  que se formó en su garganta era tan duro que no podía ni siquiera respirar.

 

-Cocinero yo solo quería disculparme, pero contigo eso no funciona  así que me da igual si estás bien o no, además te diré si tú y el medico están saliendo eso sería muy conveniente para mí y mi relación con Luffy, y ten en cuenta esto yo nunca podre estar ni pienso estar con una puta como tu…

 

 

-¡¡¡CRASHHH!!!

 

 

 

La fuerza imprimida fue impactante, la caída del espadachín épica y la expresión del rubio desconsolable.

Había usado sus manos, sus valiosas manos para golpear a la persona que ama causando así que esta termine por odiarle aún más, pero no podía soportar más ser tratado de esa manera no se lo merecía, su único error fue haberse enamorado de él y haber aceptado ese estúpido juego sabiendo que el espadachín ya amaba a alguien más. Su respiración se estaba volviendo errática el aire se hizo escaso estaba hiperventilando, necesitaba salir de ahí o iba a desmoronarse en cualquier instante, pero cuando vio la mirada de odio y desconcierto del espadachín desde el suelo su ser nuevamente se rompió cayendo por completo en el abismo.

 

-No de nuevo, no  me mires así...  Yo lo siento…

Realmente… Lo siento…-

 

 

 

-¿Kuroashi-ya, ya terminaste de poner las cosas?-

 

 

-Zoro nunca estará conmigo-

 

-Maldigo  ese día lluvioso y a mi débil voluntad, si no fuera porque cedi a aquel juego  mi amor por Zoro aun seria secreto y mi dolor no sería tan grande al perderlo… ahora que hare sin él.

 

 Yo solo quería que sea mío, yo solo quería que este conmigo, yo solo quisiera  estar una vez más con él, solo por eso decidí pelear y aferrarme  a ese amor, ¿es eso un pecado? Pues debe serlo, y por eso sufro tanto ahora, pero esto solo es mi culpa desde un principio sabía que este amor estaba perdido.

 

 

-Kuroashi-ya deja de soñar con esa cara de idiota y concéntrate-

 

 

 Hasta ahora lo único que logre es que me odie y me desprecie  así que  antes de que ni siquiera pueda soportar mi presencia me olvidare de él ya no insistiré más, aunque me duela en el alma yo…

Me rindo

Me rindo a este amor imposible, me rindo en tratar de ocupar un lugar en tu corazón…

Me rindo ante ti…Zoro-

 

 

¡ Oí ¡

 

-¿Kuroashi-ya, terminaste de poner la mesa?-

 

Sanji volvió al presente ante la insistencia del médico –Yo ya termine todo medico idiota, tu eres el lento aquí,  termina de secar esas cosas pero rápido- comento el rubio  sin poder ocultar muy bien su estado de ánimo sentía que con el golpe que le dio a su nakama su máscara, su fachada que tanto le había costado crear se había quebrado pero  no así roto. Así que debía ser cortante en sus respuestas y actos para que nadie notase que por dentro se estaba muriendo,  rápidamente había acomodado la mesa con un banquete para sus amigos, su trabajo como cocinero debía ser siempre primero por lo menos en eso no debía fallar.

 

Para Law  quien estaba secando algunos instrumentos que fueron utilizados para el almuerzo no paso desapercibido esa rara actitud del cocinero y a momentos veía como en su ojo visible se reflejaba la tristeza misma y sin saber bien porque  aquello lo alarmaba, decidió no quitarle  el ojo de encima, Law a momentos no entendía su propio actuar estaba tan cómodo con Mugiwara pero apenas vio al cocinero correr por cubierta  con el semblante tan miserable, sin darse cuenta  ya había ido tras de  él,  olvidándose de su amado chico de goma por un instante.

 

-Oye Kuroashi-ya eh sido muy paciente y sigo esperando aun no me das ningún consejo para conquistar a Mugiwara adem…- Sanji coloco los platos sobre la mesa con fuerza provocando un sonido perturbador

 

-Primero cuando quieres a alguien no debes dejarlo como cualquier cosa- Sanji interrumpió al médico al parecer para darle consejos,  pero por el tono de voz que imprimía se notaba su desesperación y su ira

 

-¿Cómo?- dijo Law ya que al concentrarse en las expresiones y actos del rubio no había escuchado bien.

 

-Estabas con Luffy ¿verdad? Y no aprovechaste la oportunidad de pasar todo el día con él, bastaba hablar de comida para llamar su atención- el rubio caminaba de un lado a otro sin dirigir su mirada hacia el medico

-Segundo, hazle saber que es importante para ti, no lo ignores y  nunca te hagas la burla de él-Sanji decía eso recordando lo que paso hace instantes, agobiando más a su ser.

 

-Espera Kuroashi-ya-

 

-Tercero Pase lo que pase su felicidad es primero no le hagas sentir que es menos que basura las personas valen mucho-

 

-OI-

 

-Cuarto, no le mientas no lo confundas ni lo desprecies no…no…-

 

-Escúchame Kuroashi-ya- Law había caminado hasta llegar al rubio y lo sujeto de los hombros para tratar de controlarlo notando lo desesperado que se encontraba.

 

-oye  ¿dime que te paso?  ¿Te hizo algo? ¿Roronoa –ya te hizo algo? Hace momentos atrás estabas bien y ahora estas irritable y triste lo sé, solo dime ¿Qué te paso?

 

Los ojos de Sanji se abrieron ante la sorpresa de que ya no podía ocultar muy bien sus emociones incluso Law podía ver  su ánimo destruido.

 

-No es de tu incumbencia, suéltame- intento zafarse pero ante  la  determinación del médico no pudo hacer nada ya que su decisión de saber que paso se reflejaba en su agarre firme

-¡¡¡Que me sueltes!!!

 

-¡No!-

 

-¡Vas a hablar  conmigo  quieras o no!- y la fuerza de su agarre se hizo mayor

Sanji quien estaba ocultando su aflicción con una  actitud hostil se soltó del agarre con brusquedad pero sin retroceder ni  dejarse intimidar ante el  joven mayor

 

-¡Entonces,  bien!  ¿De  qué mierda quieres hablar maldito? Comento el rubio mientras inhalada profundamente el humo de su cigarro y lo expulsaba directamente en el rostro del médico, pero Law no respondió con palabras a aquella provocación, en cambio  fue en un segundo en  el que Sanji  se encontró cayendo hacia el medico al perder toda la fuerza de su cuerpo, y  sin poder mantener los ojos abiertos termino por cerrarlos, el cigarrillo que en algún momento estaba en sus labios ahora estaba en el piso y el cocinero quien estaba discutiendo hace un momento ahora estaba siendo abrazado  inconsciente por un médico desconcertado.

 

El cirujano lo había golpeado con fuerza en el abdomen y como el cocinero espero todo menos que lo golpeara tan rápido,  había recibido el impacto de lleno causando que  perdiera el aire y luego el conocimiento.

 

-¿Pero que se supone que estoy haciendo? ¿Por qué lo golpee? se supone que debíamos hablar… ¡Rayos! Este día algo raro me pasa, no me siento normal, incluso teniendo la oportunidad de pasar el tiempo con Mugiwara me encuentro aquí de esclavo con un idiota rubio de capataz- Kuroashi-ya que rayos me estás haciendo-

 

Law levanto en brazos y  sin ningún cuidado al cuerpo inerte del rubio , recostándolo en el sillón  que había en el lugar y mientras lo acomodaba un poco se encontró viendo  detenidamente el estado de inconciencia del rubio -Estando inconsciente te ves tan relajado y sereno incluso podría afirmar que te ves adorable Kuroashi-ya- Law se sentó al borde del sillón justo al lado del rubio   y sin titubear poso su mano en su  mejilla  pálida,  notando lo suave y lisa que era esa piel blanquecina de aquel chico que era violento y malhablado.

 

 En su  travesía por la faz del rubio Law noto una marca algo rara en el cuello largo del cocinero -¿un hematoma?- se preguntó,  no podía determinar exactamente si era producto de una batalla o  producto de alguna rara enfermedad, pero de algo estaba seguro la marca no eran reciente ya que por la coloración  se notaba que ya estaba a punto de desaparecer.

 

Decidido a saber de qué se trataban esas marcas en el rubio, el medico deslizo más su mano cruzando su cuello hasta llegar hasta su pecho sin ningún recato,  más que una exploración médica parecía una caricia muy audaz y  atrevida, pero  gracias a ello logro encontrar  otra marca, intento bajar un poco más y  desabotonando un botón extra de esa elegante camisa  su mano se infiltro por debajo del ropaje sintiendo así la calidez que emanaba esa piel oculta –No hay fiebre pero las marcas  parecen extenderse y si no son hematomas- dijo con algo de duda en su voz, y sin darse cuenta trago fuerte antes de tratar de desabotonar otro botón de la vestimenta del rubio…

 

-¡¡¡AUXILIO!!!  ¡¡¡AUXILIO!!!  ¡EL MEDICO QUIERE MATAR AL PIRATAAAAAAAA!- grito con todas sus fuerzas Cesar el científico quien estaba oculto por algún lado de la cocina,

 

Law rápidamente volvió a abotonar la camisa hasta el último botón del cuello y rápidamente se puso de pie rastreando con la vista la procedencia de aquella aguda voz – OI, pero que crees que estás diciendo- dijo Law al  lograr encontrarlo detrás del mesón,  el terror se apodero del científico al verse descubierto por el medico…

 

-¡¡¡KYAAAAAA!!!  ¡¡¡AYUDENMEEEE!!!

 

La puerta se abrió casi de inmediato   mostrando a dos miembros de la tripulación

-¿Qué pasa aquí?- ingresaron  la arqueóloga y el médico rápidamente con preocupación en sus rostros

-Torao, ¿Qué sucede? Ahhhh ¡Sanji!- grito chopper al ver a su nakama inconsciente,  sin dudarlo corrió hacia él para cerciorarse de sus signos vitales, desabotonando así nuevamente esa camisa.

 

-Él está bien solo se desmayó- fue lo que dijo el médico sin separar su vista del rubio ni del actuar  del médico de la tripulación.

 

Una persona que está bien no se desmaya Torao-san- Robin se acercó un poco al médico con su mirada inquisitiva y continuo –Dime Torao-san que fue lo que realmente sucedió, cocinero san no se desmaya fácilmente- Law no movió musculo alguno y no volvió a abrir la boca pese a la pregunta recibida, sintió que si decía algo sobre el estado de ánimo en el que se encontraba el rubio podía causar la preocupación de sus nakamas y al parecer  eso era lo que quería evitar el rubio.

 

Robin inmediatamente noto que Law no iba a hablar así que insistirle sería una pérdida de tiempo –Científico-kun, explícame ¿porque gritaste tan histéricamente?- comento la arqueóloga sin separar la vista de las expresiones  que podrían escapar de Law.

 

Cesar solo vio dubitativo a la arqueóloga y al médico – Pes… Pues ese medico quiso golpearme- dijo cesar con su voz chillona –Y luego ¿Qué paso con cocinero-san para que este inconsciente?

 

-Bueno eso es porque… ese pirata… se resbalo, creo que se trabo con sus pies y cayo- fue la explicación del científico pero su rostro era tan legible que su mentira era tan obvia

.

-¡Ahhh!, si es así puede que Sanji tenga una fuerte contusión, debo llevarlo a la enfermería- grito Chopper con suma preocupación y varias lagrimas deslizándose por sus ojos.

 

-Law suspiro profundamente ya un poco enojado por la situación –Mira Tonny-ya él está bien-  el medico se acercó a la mesa y vertió agua en un vaso de cristal y regreso donde el cocinero echando sin culpa el contenido del vaso en el rostro de rubio.

 

Inmediatamente el cocinero despertó de su inconciencia y se puso de pie inmediatamente –Pero que… cuando… cof… cof… cof… el rubio miro a su alrededor ladeando la cabeza a una velocidad impresionante.

 

-Ah cocinero-san, veo que estas bien- la mujer le sonrió un poco

 

-Ahhhhh Robin-chuaaaaan como estas… ¿eh? ¿Por qué estoy mojado? Sanji observo su ropa y palpo su rostro sin recordar que pudo haber pasado

.

-¡Sanji! Qué bueno que estas bien, pensé que tendrías algún problema cerebral por tu caída- comentaba Chopper aferrándose a una pierna del rubio.

-¿Yo? ¿Un problema cerebral? Dijo  el rubio algo dudoso al no comprender muy bien la situación…

 

-Yo creo que si lo tiene y no era necesario una caída- comento sarcásticamente el medico mientras cruzaba sus brazos  sobre su pecho causando con eso la ira del rubio y fue más su cabreo cuando vio que el medico sostenía  un vaso de vidrio vacío y  captando rápidamente que fue él quien vertió aquel líquido vital en él

 

-¡¡¡TU MALDITO!!! ¡¡¡ME VAS A CONOCER!!!- y se abalanzo al médico con una potente patada, Law audazmente lo esquivo dando un giro en el piso –¡no escaparas!- el rubio volvió a arremeter contra el médico, pero para suerte del espadachín su espada estaba  a su alcance lo había dejado cerca de la puerta, cuando la tomo la desenvaino  velozmente y contraataco deteniendo la patada del rubio  –Yo no quiero… conocer a un desquiciado como tú ,Kuroashi-ya-  tras decir eso empujo con su espada  la pierna del rubio logrando que este retroceda con  fuerza, aprovechando eso se dirigió a él con una increíble estocada, Sanji  la desvió con otra patada,  pero el medico controlo su espada sin mucho problema y volvió a blandirla siendo esquivada nuevamente por los agiles piernas del rubio.

 

Sanji se sintió extraño, ese hombre solo manejaba una espada no como Zoro que manejaba tres y aun así le pareció difícil mantener una pelea contra él, talvez por la extremadamente  larga que era esa espada también  tenía mayor alcance, y eso provocaba que tenga mayor dificultad para acertar un golpe.  Sanji apoyo sus manos en el suelo y comenzó un ataque más serio con ambas piernas, Law trataba de esquivar todos los ataques del rubio mientras pensaba como dejarlo fuera de combate  aunque admitía que ese cocinero era ágil y fuerte  tanto que Law tuvo que sostener su espada con ambas manos.

Sanji creyó encontrar un punto ciego en la defensa del médico y con un impulso extra se lanzó  contra el pecho desprotegido de Law, pero antes de siquiera tocar a su oponente Law había puesto el mango de su Nodachi como escudo lanzando a Kuroashi lejos de él.

-¡¡¡YA BASTA, SANJI - TORAOOO!!!- lloraba inquieto el pobre reno mientras que el rubio y el pelinegro se observaban detenidamente a la vez que trataban de normalizar su respiración, a ambos se les dibujo  una sonrisa  en sus rostros al parecerles divertido tal juego más extremo, así que ignorando los gritos del pobre reno continuaron arremetiendo uno contra otro.

 

En uno de los ataques que Sanji detuvo con la suela de su Zapato, Law ejercía mucha presión en su espada logrando estar muy cerca del rubio   -ahora te veo mejor, debo admitir que  tu rostro no está hecho para reflejar tristeza, una sonrisa le queda mejor-  dijo Law  aun con una sonrisa en el rostro, provocando que el cocinero se sonroje y pierda algo de fuerza, esas palabras lo llenaron de una nueva emoción la cual no podía reconocer pero se sentía familiar.

 

 -¿una mano?-  se le  estaba  extendiendo una mano para ayudarlo a salir del abismo en el que se encontraba y dependía de  él decidir si quería sujetarla para ser salvado o no

 

-Law… - dijo el rubio par tener la atención del médico, y antes de hablar respiro profundamente y mostrando una sonrisa amplia y sincera dijo…

 

-Gracias-

 

Esa palabra  le llego al médico hasta lo más profundo de sus ser, Causando que él también sonriera  un poco más y  ladeando su cabeza a un lado  dijo  –Idiota-  

 

-¡¡¡YA BASTA USTEDES DOS!!!

 

 De la nada había aparecido la navegante quien había utilizado sus delicadas manos para  frenar el lit  pasajero al  golpear a los dos combatientes,  quienes ahora se hallaban en el suelo sobándose la cabeza por el dolor del impacto recibido

 

-¡Ustedes dos siempre peleando y ya me tienen… harta…-la voz dulce de la navegante se fue perdiendo hasta detenerse  por completo, poco a poco su rostro comenzó a teñirse de un carmín intenso, el asombro y miedo se apoderaron de ella al ver que había golpeado a su aliado y no así a su nakama peliverde,  un escalofrió la recorrió completamente cuando la mirada fría y seria del médico la golpeo.

 

-Pe… perdón… me equivoque- y con la vergüenza invadiendo su cuerpo se fue corriendo a algún lado del barco fuera de la cocina, cubriendo su rostro con ambas manos en su huida por no poder creer lo que había hecho

-espera Nami-swaaaaan- Sanji fue tras ella al ver la reacción  de su nakama y Law solo vio como ese cocinero dejaba su estela mientras salía de la cocina.

 

-ummm interesante, muy interesante- sonrió la arqueóloga mientras susurraba aquello dando a entender así que se percató de algo que nadie más había notado.

 

 

O O O O

 

 

Zoro después de ayudar a su capitán no podía concentrarse en nada, caminaba sin rumbo por toda la cubierta del barco –Como terminamos así, se suponía que debía disculparme y arreglar las cosas pero todo salió alreves -¿Por qué cocinero? yo realmente me arrepiento de todo lo que te dije pero…  cuando dijiste que nunca amarías a alguien como yo me irrite y cuando  imagine que te la pasaste toda la noche con el medico mi sangre hirvió.

 

-Otra vez la voz varonil y bien fina del rubio se había escuchado en su mente –Te amo Zoro-  tsk maldito cocinero…

 

Para Zoro,  Sanji era un hombre muy peculiar, atractivo y bien parecido  era cortes, amable pero también era un loco irritable y muy mal hablado.

 

Poseía un raro encanto que atraía a todos menos a las mujeres, Zoro lo toleraba pero nada más, o eso es lo que pensaba – ¿entonces porque no me lo quito de mi mente?- el espadachín no se entendía así mismo en lo absoluto.

 

-Rayos.  Cocinero  eres un idiota que  solo causas problemas-

 

De repente la voz de Nami le llego alteradísima – ¡Todo esto es tu culpa! por tu culpa y tus pleitos- Zoro se acercó un poco más a dónde provenía la voz  –Pe… perdón Nami-san- decía un cocinero totalmente golpeado por una navegante toda colérica algo más de lo normal. El rubio se encontraba sentado de rodillas frente a ella al parecer esperando a ser disculpado.

 

-Esa arpía-  el estado magullado del rubio le causo un enojo raro, él sabía que Sanji no pudo haber hecho algo tan malo para recibir tal paliza, de repente el interior del espadachín se sintió contradictorio, él había lastimado también a su nakama y porque no permitiría que otro lo lastimase –Que mierda me está pasando- no se entendía, el espadachín no sabía que hacer ya, estaba tan confundido

De pronto la imagen del rostro lleno de dolor  del rubio  apareció ante él, súbitamente le golpeo un pensamiento,  y no le estaba gustando para nada…

 Últimamente estaba pensando mucho en el cocinero y no debería ser así –Lo que haga ese idiota o lo que le pase no debería importarme, no debe afectarme- y con mucho esfuerzo de su parte  logro abandonar aquel sitio, parecía que una fuerza magnética siempre lo llevara donde el rubio pero él era más fuerte que eso, Monkey D. Luffy debería ser ese imán que lo atrajese, él debía ser esa  persona que vagara en su mente.

Así que decidió firmemente  que no se pensaría en el rubio ya sea por rabia, por pena o por duda

 

-¡Ya no!   ¡Ya no!-

 

-Lo que haga el cocinero me importara una mierda, es hora de que me ponga serio en este asunto, debo poner las cosas en claro y para eso tendré que encarar primero a ese médico,  debo mostrar mi posición en este lio-

 

       Luffy solo me pertenece a mí y a nadie mas

 

 

 

 

 

Notas finales:

bueno en el siguiente capítulo  sí que se enredaran aún más las cosas  owo


 


cualquier duda o sugerencia estaré mas que feliz de leerla


 


nos leemos a la próxima XD


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