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Los días siguientes se convirtieron en una larga peregrinación a la locura, cada vez las cosas estaban aún más mal, cada vez Thomas sentía que estaba más y más cerca de la locura, cada vez más su deseo era que de alguna forma las cosas terminaran bien parecía alejarse de la realidad y a veces, justo antes de caer dormido, pensaba en una buena forma en la que todo se resolvería y permanecería cerca de Minho por el resto de sus días.
Primero habían descubierto lo mucho que jugaban con sus cabezas, estaban encerrados, prisioneros en aquel lugar en que se suponía que estarían a salvo, habían descubierto que nada de lo que ellos creían real lo era del todo y además la existencia de los infectados, ellos mismos estaban infectados también y si no se daban prisa…
Minho recordaba bien la cara de la mujer que le había gritado cuando subieron al autobús para ir a aquel otro infierno, recordaba la mirada enloquecida, recordaba la ropa deshecha y las grandes quemaduras que le surcaban la piel, y cuando veía a Thomas a la cara y lo imaginaba de aquella forma, como esa mujer, cuando imaginaba esas marcas, esa locura y ese gesto en la cara de Thomas… entonces sacaba fuerza y valor y peleaba lleno de furia, como si fuera el fin del mundo, porque estaba seguro de que sería el fin de su mundo si llegaba a perder a Thomas.
Lo peor para Minho en esos momentos de relativa calma no era Thomas, era el mocoso, había un chico nuevo, un tal Aris que por alguna razón hacía que la sangre le hirviera al coreano, Newt le había dicho con la mueca más incrédula que podía que ese sentimiento de ira que lo inundaba con frecuencia al ver el mocoso cerca de Thomas se llamaba “celos” y después había puesto una cara extraña cuando le mencionó que muchas veces antes había pensado que Minho sentía celos de los otros chicos que se acercaban a él porque siempre parecía territorial. Minho lo reflexionó en silencio mientras esperaban a que algo cambiara en las habitaciones dónde los tenían presos y sin comida, todo lo pensó mientras acariciaba los cabellos castaños de Thomas y le velaba el sueño, su chico cada vez tenía más ligero el sueño y era más difícil hacerlo dormir; Thomas estaba asustado, siempre asustado, sobre todo de dormir porque no quería que al despertar las cosas hubieran cambiado de nuevo. La única forma que Minho tenía para hacerlo dormir era acomodarse a su lado, tomarle la mano con fuerza y permitir a Thomas amarrar sus cinturones juntos con un pedazo de tela, ajustado para que así ni Minho ni nadie pudiera separarlos, cuando llegaron a este punto Minho supo que Thomas lo necesitaba en verdad, eso lo hizo un poco feliz.
En su análisis llegó a dos conclusiones… Aris y Teresa lo enfadaban por igual debido a una capacidad especial, lo enfadaban porque podían comunicarse con Thomas sin necesidad de palabras y Thomas también podía decirles cosas, no que quisiera saberlo todo en todo momento, no era eso, no quería eso para nada, lo que quería era lograr una conexión así de fuerte con Thomas, ser especial para el otro de una manera aún más importante… pero no lo dijo; la segunda conclusión fue que antes no había sentido celos nunca y que lo que había llegado a sentir por quienes rondaban a Newt con intención de algo más era su impulso protector, algo diferente a los celos ya que con Thomas sentía ambas cosas, sentía celos y lo que había sentido antes, esa necesidad de protegerlo.
Al final los cambios se dieron y Minho tomó el lugar de líder que se le había asignado, al frente, junto a Newt, como siempre hizo gala de su tozudez, era demasiado necio, demasiado rudo y demasiado estúpido quizás como para ser capaz de tener miedo por algo desconocido, Minho temía al futuro vagamente en realidad, por él se preocupaba poco, no así por sus amigos, quizás era ese el secreto de que se arriesgara siempre de maneras tan irracionales, que siempre fuera el primero en querer realizar algo a pesar de saber que quizás lo que le saltara en la cara sería horrible.
Thomas en cambio tenía demasiadas cosas en la cabeza como para intentar nada, estaba aún demasiado aterrado como para querer algo en especial, temía por él mismo, temía por Teresa, detestaba a Aris, temía por todos sus amigos y claro que temía aún más por Minho, aún recordaba la cara de Chuck cuando lo había perdido, no quería ver esa misma expresión de calma y aceptación en la cara de Minho mientras se daba cuenta de que moriría.
Salieron por la maldita trans-plana y se encontraron en algún lugar oscuro, antes de salir de ahí algo había atacado a más de un muchacho y cuando Minho había intentado correr atrás por el estrecho pasillo solo se encontró con la mano de Newt que tiraba de él incitándolo a correr, y corrió, corrió como había hecho desde hacía ya tanto tiempo, esperando siempre que detrás de ellos Thomas siguiera corriendo.
-me alegra que sigas con vida, Shuck-face - dijo Minho cuando al fin llegaron al borde de las escaleras, mientras esperaban a que sus ojos se acostumbraran a la luz de afuera
Thomas no dijo nada, empujó gentilmente a Minho hasta dónde la luz no les daba y le besó gentilmente los labios, con las piernas aún de gelatina, teniendo miedo por lo que dejaban atrás y aún más miedo por lo que estaba por delante.
-a mí también me alegra - susurró Thomas y ambos pararon con su demostración de cariño solo para comenzar la increíblemente espantosa escalada a la superficie.
El sofoco en el desierto era impresionante, el sol calcinante le hacía daño a Newt más que al resto, su piel era demasiado blanca y siempre lo hería por lo que Minho se encargaba de que estuviera bien cubierto y de mantener húmedo el pañuelo que le cubría el brazo donde se había quemado al salir del pasillo bajo tierra. Thomas se daba cuenta de eso vagamente, estaba pensando en Teresa y en dónde es que ella se encontraría, estaba muy preocupado por ella y aún sacudido por las vidas perdidas en el camino así que se dedicaba a caminar ausente junto con Aris. Minho no estaba feliz de no estar cerca de Thomas en el camino pero tenía mayores responsabilidades al ser visto como el líder ahora así que se dedicaba a andar por delante con cuidado. Las cosas siguieron así por días, Thomas estaba demasiado cansado así que por las noches cuando se detenían no buscaba a Minho y claro, eso lo aprovechó Newt para acurrucarse junto al asiático todas esas noches y buscar un consuelo para su corazón que aún no acababa de superar la pérdida de Alby y la soledad que lo inundaba, extrañaba a Minho era verdad, lo extrañaba mucho y necesitaba su calor, que no le fuera negado lo hizo sentir bien…
Durante ese tiempo Newt sanó un poco, justo a tiempo para cuando las cosas comenzaron a cambiar de nuevo, los alaridos desquiciados de la mujer en el desierto no solo estaban obrando caos en las cabezas de todos los chicos, la mujer que gritaba como si estuviera en grave peligro parecía advertir que más allá de lo que todos podían ver en realidad sí había un peligro capaz de acabar con todo.
Y como si fuera magia los alaridos de la mujer pararon y mientras ellos se planteaban ir o no a hacer sus necesidades biológicas en un agujero fue que Thomas la vio, más allá, en las lejanías de una construcción enana, ella parecía tan clara y deseó con todas sus fuerzas que Teresa fuera esa silueta apenas similar, no entendía cómo era que aquella mujer lo hacía sentir diferente, no entendía las razones de necesitarla tanto en su vida, lo que sí sabía… era que cuando estaba cerca de ella se sentía comprendido, se sentía en casa… y todo en lo que podía pensar es que ella no iba a juzgarlo.
Caminó hasta la mujer pensando que era Teresa, quizás porque era eso lo que quería creer, ella entró a la casa y Thomas la siguió sin pensar en la estupidez que estaba cometiendo o en que Minho se comenzaría a morder las uñas apenas saliera de su campo de visión, dentro la humedad y la oscuridad lo bloquearon por un momento hasta que comenzó a llamarla.
-¿Teresa? Teresa escúchame… no entiendo que ha pasado ¿estás bien? ¿Ellos te llevaron? - preguntaba al aire sin saber exactamente dónde es que ella se encontraba, finalmente ella apareció en su campo de visión solo después de encender un fósforo que le ayudó a encender una vela
-¡Vete! - gritó ella actuando de forma extraña, con las manos temblando y levantando la cabeza más de lo normal, Thomas recordó a Gally cuando había acabado con la vida de Chuck y no pudo menos que tener un poco de miedo...pero Minho no estaba ahí, no podría perderlo. Así que fue valiente.
- He estado pensando en ti, te he extrañado ¿por qué no me cuentas que pasó? - preguntó Thomas tratando de negociar gentilmente pero en menos de lo que lo pensaba Teresa cruzó la habitación de dos saltos y lo abrazó, ya sin temblar, con los ojos abnegados en lagrimas mirando neuróticamente de un lado a otro de la recamara
- ah, Thomas… hace tanto tiempo que pasó, que no entiendo cómo es que lo has logrado… - dijo Teresa con una sonrisa extraña en la cara aún hablando en el oído de Thomas, en medio de susurros, como si fuera lo más confidencial del mundo - ellos lo saben y están pensando que alteras todos los resultados, por eso quieren acabar contigo ¿no te das cuenta de lo que estás haciendo? causas que Minho de más por ti de lo que da por él, das más por él de lo que por ti, los resultados no serán concluyentes si continuas así… aún recuerdo lo mucho que lo anhelabas, los minutos, las horas y los días que pasaste aprendiendo todo de él, recordando todo de él y memorizando su presencia. Todo por el sueño de tenerlo a tu lado y ahora que lo tienes… ellos van a quitártelo, te lo aseguro… - susurró ella y después se separó bruscamente sin dejar de mirar de esa manera intensa a Thomas
Las manos de Teresa comenzaron a temblar de nuevo, como si ella estuviera perdiendo el control o recuperándolo, quien sabe, cayó de rodillas al piso con los ojos llenos de lágrimas de nuevo y miró a Thomas por última vez.
-tienes que irte ahora - le aseguró. Thomas aún sacudido estaba muy de acuerdo con eso, lo que tenía que hacer era marcharse… y pronto.
-te encontraré de alguna manera - aseguró a la chica y salió corriendo de ahí como si nada ni nadie pudiera detenerlo… ellos le quitarían a Minho y era todo en lo que podía pensar.
No lo harían, se aseguraría de eso… Minho era suyo y lo sería para siempre, quizás fue a partir de ese momento cuando Thomas en verdad reaccionó y comenzó a pelear por su vida, por la suya y la de Minho para que tuvieran un final feliz.
Sin embargo, vaya que ellos trataron de separarlos.