III
Se había despedido en la puerta de la pequeña sala, Teresa estaba ahí también, Aris no, él estaba con Rachel, sabía bien lo que iba a pasar ahora, sabía que era el momento en el que le operarían y pondrían algunas cosas más en su cerebro, entre ellas una cosa que anularía cualquier recuerdo completo de su vida anterior, todo lo que iba a quedarle seria su percepción del mundo.
Avanzo hasta el cuartito del fondo donde le pidieron quitarse su ropa para reemplazarla por una bata esterilizada, estando ahí se sentó en la banquilla apretando con fuerza sus rodillas, tenía miedo, era el mismo miedo que la noche anterior no lo había dejado pegar los ojos, estaba aterrado ante el hecho de olvidarse de sus padres y de las personas que amaba, entre ellas también de Minho.
Sabía que yendo allá podría por vez primera estar frente al chico coreano y que al fin tendría la tan ansiada oportunidad de estar con él, pero ahora temía que estando allá y por olvidarlo todo, simplemente no encontrara a Minho tan especial, o aún peor, que Minho no lo encontrara especial a él.
Suspiró levantándose ya con la bata puesta, subió a la mesa de operaciones y esperó a que el médico le pusiera la mascarilla "cuenta regresiva del 10 al 0, Thomas…" pidió el médico y él suspiró antes de empezar a contar.
Quiéreme, Minho...por favor.
Fue su último pensamiento antes de quedarse dormido, lo siguiente que supo (y no era que ahora supiera mucho) es que estaba subiendo en un elevador con rejas a los lados, que estaba subiendo y subiendo y que aquello no parecía tener fin, sin embargo tenía una sensación doble de angustia, la primera de ellas por estar ahí (donde quiera que fuera) siendo prisionero o algo peor, y la segunda de ellas porque tenía el presentimiento de que se había olvidado de algo muy importante, de algo que lo llenaba, ese algo ahora le había dejado un agujero en el pecho que lentamente se fue llenando con desesperación.
Misma desesperación que no hizo más que explotar apenas la caja se detuvo y se abrió dejándolo ver a un montón de chicos con apariencia sucia y poco amable…
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Después de dos días ahí le seguía causando mucho problema adaptarse, estaba probando con las actividades de aquel lugar al que llamaban claro sus habitantes, había conocido a un chico llamado Chuck y a otros varios, entre ellos uno llamado Newt que solía quedarse mirando las puertas del laberinto con cara de idiota con cierta frecuencia, Thomas le había preguntado por qué lo hacía pero más allá de la risa de Alby no había obtenido ninguna respuesta.
Seguía experimentando la sensación de haber conocido ese sitio antes, de haber estado ya ahí, incluso de pronto tenía la sensación de que ya conocía a Chuck y a Newt, de que los había visto antes un montón de veces, sin embargo lo que no paraba ni cambiaba desde el día en que había llegado era esa sensación alojada de forma permanente en su pecho, la idea de que había perdido algo muy valioso no salía de su cabeza, se sentía raro. Aún cuando últimamente nada era precisamente normal.
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Pasaron otros dos días antes de que lo viera por vez primera, no lo entendía, lo había visto ahí y de pronto sus nervios se habían alterado, su corazón había comenzado a latir al 100 y comenzó a sentir que le faltaba el aire, se había acercado solo por eso y por la sensación que lo acompañaba, una extraña sensación de familiaridad, una sensación de haber recuperado algo. Tardó un buen tiempo en darse cuenta pero a partir del día en que había visto a Minho no había vuelto a sentir que en su pecho había un abismo… la sola presencia del otro lo llenaba.
Pero ese mismo día se dio cuenta de lo mucho que también lo hería, por alguna razón no conseguía alejar la mirada del chico asiático, por un momento pensó que quizás sería porque lo idolatraba de alguna forma y quería ser corredor, pero después se dio cuenta que no, sencillamente estaba vigilándolo, acosándolo con la mirada, quería saber que hacía Minho en cada paso que daba y eso lo perturbó… ver a Minho llegar al comedor y sentarse al lado de Newt no le pareció mal, parecía que todos los encargados se sentaban en aquella mesa, quizás a discutir sobre sus tareas… entonces fue que lo vio: Minho besó a Newt con suavidad y el rubio se recargó en su hombro mientras escuchaban una de las sangrientas historias que Winston solía inventarse y que los mantenían al borde del asiento. Entonces supo lo muy hiriente que podía ser Minho.
Entonces supo lo que Newt pensaba mientras miraba a las puertas del laberinto, Newt rogaba para que su novio regresara con bien cada día, para que esa noche lo viera llegar, para no perderlo. Thomas se sintió triste de ver aquello, triste aún cuando no entendía la razón.
-Minho es un tipo muy interesante - dijo de pronto Chuck al ver como miraba al otro sujeto
- ¿tú crees? - preguntó Thomas tratando de desviar atención, de pronto sintiéndose menos cómodo con todo aquello
-claro que lo creo, es uno de los que más tiempo tienen aquí, además es corredor… el jefe - dijo Chuck con emoción - antes solía correr con Newt ¿sabes? eso es lo que los otros dicen, además Minho es el más fuerte o algo así… él y Alby son los únicos que han podido derrotar a Gally ¿entiendes? me dijeron que una vez Alby y Minho pelearon… y que Minho le dio una paliza… - dijo más el chico
Entonces fue que pasó, un dolor penetrante de cabeza hizo que Thomas cerrara los ojos y cuando lo hizo la imagen de Minho golpeando a Gally pasó como un flash por su cerebro… no había visto nunca un combate así y eso lo hizo abrir los ojos completamente aturdido, no entendía que había sido eso… ¿era un recuerdo?.
-él sale con Newt ¿no? - preguntó tratando de que Chuck no notara ese evento, aún no estaba muy seguro de confiarle al chico que había estado teniendo recuerdos.
-uhmn… aquí no se puede decir que "salen" no hay a donde "salir" pero si, son pareja… es normal ¿sabes? varios tienen pareja - dijo Chuck un poco incomodo, quizás mucho
- ¿y que con eso? - preguntó Thomas, curioso como siempre
-bueno, es raro… pero lo apruebo en su caso, Minho una vez casi mata a un tipo que intentó hacer daño a Newt… lo mandó con los docs casi dos semanas - dijo Chuck
Thomas pensó un poco en aquella imagen que había tenido, si parecía Minho golpeando a alguien y la furia en el rostro del asiático era puramente genuina… quizás era el evento que Chuck mencionaba… como fuera no entendía esos recuerdos ¿qué diablos le estaba pasando ahora?
Como fuera ese no era el mayor de sus problemas, Minho había dicho que allá afuera, en el laberinto había visto a uno de esos monstruos, los penitentes, completamente muerto… se sorprendió a si mismo pensando en la reacción que habría tenido Minho al ver a la criatura ahí, inmóvil y bien muerta en el laberinto… seguramente el coreano había corrido un tramo antes de notar que no lo seguía.
Llegó la noche y con ello avanzó hasta su cama, cerca de ahí no se encontraba Minho, pero tampoco Newt o Alby, esperó un poco hasta que Chuck se quedara dormido, el chiquillo tenía el sueño pesado y seguramente los otros "larchos" también, él solo quería ver y comprobar algo que de alguna manera sabía, de una manera que no podía explicar sabía exactamente dónde buscar y sin ningún temor avanzó en medio de la noche hasta encontrase con aquellos dos cuerpos que dormían en una hamaca de grandes proporciones bajo la cual había un colchón de mantas. Minho sujetaba a Newt contra su pecho y el rubio dormía tranquilamente, Thomas pudo ver la respiración acompasada del chico al dormir y no pudo evitar apretar los puños con una furia casi celosa que no creía haber conocido antes.
Entonces lo miró, Minho no dormía, solo había tenido los ojos cerrados, ahora lo miraba fijamente esperando que hiciera algo, que dijera algo, que pasara algo, Minho miró a Newt y luego a Thomas, no dijo nada, solo apoyó su mentón en la cabeza rubia y le hizo una seña para que se largara.
Thomas se había quedado de piedra al saberse descubierto así que esa señal fue interpretada como una forma de huir de la situación tan bochornosa en que había sido encontrado, era horrible.
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A la mañana siguiente vio a Minho despedirse de Newt en la puerta del laberinto, aparentemente el asiático iría con Alby a ver al penitente, pronto miró a ambos dejar a Newt parado a la puerta y no pudo evitar hacer lo mismo que probablemente estaba haciendo el rubio al no ser capaz de más: elevar una plegaria para que ambos regresaran con bien del terrible laberinto.