VIII
Minho tenía de nuevo esa cara de pocos amigos que ponía cuando algo no le gustaba, Thomas tenía la misma expresión seguramente pero al menos no tenía los brazos cruzados, estaba tratando de mantener la calma pues aquello...aquello sí que se salía de los márgenes de normalidad que dicho sea de paso eran bastante amplios.
Teresa estaba sentada a su lado, ella le había hablado durante largo rato, parecía que ella recordaba un poco más que los demás de la vida antes del laberinto y el hecho de que pudiera hablarle mentalmente lo hacía todo un poco más extraño, ahora sabía… y todos sabían que él había trabajado para C.R.U.E.L. junto con la chica que estaba sentada a su lado en cuyo brazo aún se podía leer "C.R.U.E.L. es bueno", la única cosa que ella había querido retener de entre sus largos sueños.
Haberle dicho a todos que en realidad había sido uno de los creadores y que había ayudado a quienes los habían metido ahí había sido probablemente una de las más difíciles cosas que había tenido que hacer, sobre todo la parte en que había tenido que ver la cara de todos llena de espanto, supuso que ahora todos ellos estaban experimentando lo que él había sentido antes de la charla con Newt...esa sensación de tener un traidor entre las filas que en cualquier momento se daría la vuelta y comenzaría a matarlos a todos a diestra y siniestra, sin embargo a diferencia de Newt él contaba con un aliado: tenían un problema más grande pues se había apagado el cielo. Así, como si nada.
La reunión explicaba el plan a seguir, el día recién iniciaba y ya habían habido muchos cambios en lo que cada uno de ellos creía conocer del sitio, aparentemente en verdad nada es como parece y menos aún en aquel maldito agujero, Minho se veía callado y pensativo mientras que Newt trataba de buscar soluciones, Alby a su lado se veía desesperanzado, en opinión de Thomas como si sencillamente no le importara si salían o no, como si quedarse no fuera malo y salir no fuera mejor.
Minho salió de ahí como una exhalación en cuanto se acordó que no se tomarían medidas contra Thomas o Teresa solo porque las cosas estaban muy mal, que se esperaría a ver como evolucionaban las cosas. Thomas miró al asiático salir disparado y seguir avanzando como si nada en medio de la multitud que esperaba afuera por respuestas, se apresuró a las ruinas de la cabaña de los corredores sin pensárselo demasiado y en menos de lo que uno u otro pudiera darse cuenta el castaño le estaba siguiendo los pasos seguro de que tenía que tener algún plan, habían salvado los mapas por poco del incendio y quizás aún tenían algo más escondido por ahí; sin embargo cuando Teresa lo llamó detuvo sus pasos...Newt pasó a su lado cojeando y siguiendo a Minho pues también había podido leer que algo se le había pasado por la cabeza al asiático, él no dijo nada, incluso aunque hubiera podido de pronto no sentía la confianza ni de decir nada ni de que otros lo tomaran en cuenta.
Ellos no estuvieron juntos por mucho tiempo, Minho pasó al lado de Thomas y le jalo del brazo con prisa, lo apartó de Teresa un tanto, lo suficiente para por lo menos impedir que ella escuchara.
- en diez minutos en la puerta, los corredores saldremos a ver si algo cambió - dijo mientras se ajustaba con prisa la mochila
- ¿ahora? pero… - susurró Thomas algo nervioso, quería quedarse con Teresa y Newt a ver si resolvían algo sobre los mapas
- ¡ahora! - le gritó Minho a la cara y por un momento Thomas se sintió pequeño y tuvo un poco de miedo de estar ahí, para su suerte Minho no se quedó ahí por mucho tiempo y en cuanto el otro se apartó rumbo a las cocinas por las porciones de los corredores Thomas se recompuso un poco.
La carrera por el laberinto pasó en silencio, Minho parecía estar analizándolo todo a detalle, buscando en cada rincón por alguna cosa que estuviera mal o de manera diferente pero él sencillamente no encontró nada diferente, ninguna puerta, ninguna cosa nueva ni nada fuera de lo normal. Thomas hubiera querido hablar pero no había nada de qué hablar ni tampoco un momento correcto, el almuerzo se llevó en silencio y aún cuando Thomas pensó en decir algo Minho seguía con la misma cara de pocos amigos que había tenido en la mañana durante la asamblea, parecía estar pensando en algo a velocidad luz y sus ojos de vez en cuando se quedaban fijos en alguna parte, un punto fijo, dejaba de comer mientras estaba así y luego súbitamente comenzaba a comer de nuevo...eso pasó algunas cuantas veces y Thomas en verdad quería preguntar qué estaba pasando.
- ¿estás bien? - preguntó el castaño con dudas
- en realidad no lo sé - dijo Minho fijando su mirada en el otro de una forma tan rara que Thomas sintió las orejas arder, como si hubiera sido sorprendido a la mitad de alguna travesura.
- Minho…
- no, no digas nada. La verdad es que… me estoy pensando que ahora que todo se está yendo al diablo...quizás me muera, shuck-face.
Thomas se vio tentado a contestar algo, a querer saber algo más sobre eso, a querer decir que eso no iba a pasar pero cuando Minho se levantó dispuesto a continuar Thomas se dio cuenta de que en verdad no podía ir por ahí haciendo promesas, no sabía si podría cumplirlas porque desear las cosas con todas las fuerzas no significa que con eso las cosas se harán realidad. Regresaron al claro a la misma hora en que habían regresado casi todos los días, ambos avanzaron directo a la finca esperando que algo les contaran quienes se habían quedado a analizar los mapas sobrevivientes al incendio creado por Gally la noche pasada. Para su alivio Teresa y los otros habían logrado conseguir una especie de clave… era sencillamente maravilloso.
Esa misma noche la puerta no se cerró de nuevo y ante el asombro todos fueron a escondernos en la finca, Minho estaba cerca de Newt como siempre y Thomas pensó incluso que quizás habían arreglado sus diferencias, no estaban lejos de él, a un lado estaba Chuck y al otro Teresa, Chuck había logrado dormir, Teresa parecía no querer hacerlo, estaba demasiado alerta. Newt se refugiaba en el brazo de Minho y cuando Teresa al fin pareció haberse quedado dormida, el castaño se acercó a Minho, el asiático se veía cansado pero no parecía querer dormir, ambos escuchaban a lo lejos los gruñidos de los penitentes y eso desaparecía un poco el sueño y aumentaba la anticipación.
Thomas trató de decirle algo a Minho, cualquier pretexto para haberse acercado, estaba a punto de preguntar lo que pensaba de todo eso cuando el otro chico lo tiró del hombro y le recostó en su pecho, el castaño se puso rojo hasta las orejas y agradeció la penumbra que les impedía a ambos ver bien ver.
- no me agrada la mujer, no confío en ella… menos aún porque quiere tenerte cerca todo el condenado día - dijo mientras su voz sonaba adormilada
- solo está asustada, todos somos hombres, debe pensar en lo que podría pasarle - contestó Thomas tratando de disculpar a Teresa por alguna razón
- cállate shank - gruño en respuesta, el otro supuso que no le gustó la respuesta pero aún así sonrió
- arreglaste las cosas con Newt - afirmó Thomas
- le prometí un millón de cosas...y aún si no quiere ser mi novio, mi palabra debe cumplirse, shank. Me explicó las cosas y aún cuando quise romperle la cara… supongo que no está mal - dijo él y se ahorró más explicaciones, Thomas se acurrucó en su pecho y se durmió, por muy poco en verdad.
Para la mañana el saldo era un chico desaparecido, Minho estaba sentado en la hierba ante la finca, estaba sacando punta a una vara muy larga, al lado de Thomas iba Teresa y el chico no sabía cómo despegársela, necesitaba quitársela de arriba para poder ir con Minho y hablar...hablar de sus gestos y de esa ternura que le mostraba a veces, pero no pudo apartarla.
El desayuno fue escaso y después de eso se hizo una junta, en medio de la finca había un baúl un poco quemado con los mapas, sobre él estaba un papel con la clave escrita ampliamente, no hubo que hablarlo mucho, lo único que restó fue comunicar la decisión a los claréanos, muchos decidieron quedarse, para los que habían decidido irse solo quedó armarse con lo que pudieran encontrar y prepararse para partir.
El castaño estaba sacando punta a un palo con Teresa cuando Minho pasó a su lado.
- ven conmigo… - le pidió. Vieron ambos la confusión en Teresa y la chica trató de levantarse, seguramente pensando que también estaba invitada o que le hablaba a ella - tu no, niña - aclaró Minho y en cuanto el castaño lo siguió y se alejaron de Teresa se sintió un poco liberado
- ¿pasa algo malo? no es su intención, Minho...ella solo se siente incómoda - le dijo Thomas dando explicaciones sin que se las pidiera, el de pelo negro levantó la mano pidiendo silencio y lo miró
Antes nunca le había mirado así, era una cara indescriptible, determinada y fuerte pero sin dudas llena de algo más, algo que en su cara no podía reconocer, claro que lo aprendió a reconocer un tiempo después: la pasión.
- si me muero… - dijo Minho tratando de sonar de lo más casual sin lograrlo ni un poco, igual Thomas no lo interrumpió, su muerte no era una opción en su cabeza y por eso estaba seguro de que eso no iba a pasar - …no quiero irme sin saber que sabes que eres el shuck-face más feo que nunca conocí, que espero que ardas en el infierno por la eternidad por habernos encerrado aquí y que de alguna forma ahora estás en mi corazón...no te mueras, tarado - le gruño y se alejó sin decir más.
De los recuerdos que Thomas tenía (o debería de tener) de los tiempos en que había trabajado para C.R.U.E.L. no había mucho, pero por medio de las visiones que a veces lo asaltaban en la noche con la apariencia de sueños había comenzado a recuperar escuetos fragmentos que no encajaban de nada con lo que reconocía ahora del mundo, mientras estaba ahí de pie comenzó a pensar en eso y su mente unió algunos de los pedazos de forma casi automática: la foto de Minho en un expediente, su cara a través de una pantalla, una habitación llena de sus estadísticas… Minho allá avanzando entre la hierba era un buen candidato para algo...tenía buenas estadísticas aún cuando no recordaba si eso era bueno o malo, no entendía bien los pedazos, solo entendía que de alguna manera debía proteger a Minho y ser mejor de lo que era él o seguramente lo apartarían de su lado… no entendía porque creía eso pero lo sabía a ciencia cierta y no le gustaba esa idea. Se esforzaría, se lo prometió… tenía una buena razón para vivir, el chico asiático que tanto le gustaba había dicho que estaba en su corazón y eso significaba sin duda que le quería, al menos un poco… en idioma Minho eso era cercano a un "te amo".