IX
La lucha había sido desgarradora, no importaba en qué dirección mirara, por todo el piso parecía extenderse una capa de la mezcla entre la sangre de los clareanos muertos y la baba que las heridas de los penitentes liberaban… salir del lugar fue demoledor, las perdidas habían sido bastantes y todos parecían estar cansados, abajo, mientras miraban de un lado y del otro no acababan de comprender aún el horror al observar la mesa en la que parecía haber un cadáver y los tubos a cada lado de la habitación en los que parecían flotar cuerpos de penitentes recuperándose de encuentros o en reciente creación.
El horror que inundó a Thomas fue indescriptible, solo pensar en que había ayudado a crear ese infierno personal y en el hecho de que en algún momento había estado en verdad de acuerdo con todo eso, que había deseado hacer aquello y torturar a aquellos muchachos… el horror le nubló la mente lo bastante como para no ser consciente de cuando Newt dio la orden de seguir. Ahora Newt era el líder y con el rostro bañado en lágrimas que trataba de secar con el brazo comenzó la caminata por los pasillos de aquel nuevo y desconocido lugar. Minho se acercó a él y entonces cayó en cuenta de que había estado ignorando a Teresa que trataba de regresarlo a la realidad y hacerlo seguir al segundo al mando. El olor de Minho fue suficiente para permitirle dejar de escuchar ruido blanco y cuando el chico le pasó la mano por la cintura y lo ayudó a caminar fue perfectamente consciente de lo mucho que quería aferrarse del otro y llorar hasta quedar seco. Habían perdido a Alby en la batalla y Thomas entendía a la perfección las lágrimas de Newt porque en aquel momento Minho también había estado a punto de morir y ahora sangraba por el hombro que había sido atravesado por una de las otras armas del penitente, gracias a todos los infiernos que no lo habían pinchado porque ahora sin el suero no tendría idea de que hacer, la sola imagen mental de lo terrible de eso lo regresó a pensar en Newt y en lo que debería estar experimentando ahora.
Entendía que Minho era más cercano a Newt porque habían tenido algo por eternos meses y largos años, sin embargo en los últimos días también había visto a Newt mantenerse cerca de Alby y encontrar en él un consuelo para aquel momento en el que todos los chicos del claro lo juzgaban y veían con malos ojos su "traición" a su pareja, se habían vuelto unidos de una u otra forma y según lo poco que sabía Alby tenía grandes sentimientos para con Newt, le había guardado en el corazón todo el amor que antes nunca había expresado para nadie y se lo había entregado todo a él, Newt debía quererlo también, quizás no en la misma manera en que el ahora difunto líder lo había querido pero aún así podía recordar la cara de Alby al correr al frente para ganar tiempo y permitir que el resto de los chicos saliera de ahí, para permitir ir a Newt atrás y vivir.
Los largos pasillos y la mano de Minho en su cintura le dieron tiempo de pensar, no importaba en realidad a qué lugar lo estuviera llevando Minho, sentía como sujetaba la mano que le había pasado sobre el hombro y sentía el olor a sudor y sangre que se mezclaba con el olor a pino y mar que Minho tenía de manera natural… era dolorosamente consciente del otro, de que aún lo tenía, de que estaban juntos, de que caminaban por pasillos rumbo a la libertad… de que estarían juntos por y para siempre ahora.
No sabía cuánto se equivocaba…
Antes de poder salir de ahí, antes de poder dejar la pesadilla atrás habría perdido a otra de las personas valiosas que tenía a su lado. Chuck había muerto tan rápido y de forma tan cruel que casi pierde la cabeza… Chuck era un héroe, un maldito y condenado héroe a quien le debía mucho, y él lo había dejado morir así, como si nada, sin ser capaz de cumplir su promesa… el odio que le quemó las venas al recorrerlas no tenía precedentes y hubiera destrozado a Gally con sus pocas fuerzas restantes de no ser porque a continuación de nuevo todo se convirtió en una vorágine de colores y formas, todo pareció ser nuboso en su mente mientras aquellas personas entraban y los rescataban, subirse al autobús pareció una maniobra increíble, para llegar allá en verdad necesito de ayuda. Teresa le sujetaba de la mano mientras corría delante y lo guiaba hasta el interior, se sentó al lado de ella y esperó. Minho entró unos cuantos minutos después y sus miradas se encontraron mientras que Minho hacía a Newt sentarse en el asiento frente a Thomas y después se quedaba de pie mirando con ojos dementes las cabezas, los cabellos y las caras, contando seguramente y asegurándose de no dejar a nadie detrás… nadie con vida al menos.
Thomas sintió las lágrimas resbalarle por el rostro y aceptó los brazos de Teresa que le brindaron consuelo, no vio la cara de Minho compungirse mientras el autobús iba en marcha y se giraba para verlo, tampoco supo cuando se quedó dormido llorando… pero si supo que cuando despertó el autobús seguía en marcha y él estaba en el último de los asientos despatarrado entre Teresa que dormía contra la ventana y Minho quien le sostenía la cabeza para que no cayera a su regazo dónde ya estaba la cabeza de Newt que dormía también. El autobús viajaba sin luces más que las de los faros que usaban para ver el camino, además de Minho parecía que solo aquellos soldados estaban despiertos y alertas, mirando a un lado y al otro.
- sugiero que vuelvas a dormir un rato, ten por seguro que te despertaré cuando lleguemos – dijo Minho suavemente, en un susurro
- tu deberías estar durmiendo también – dijo Thomas con voz lastimera debido al llanto, por lo que su tono de regaño se perdió en el intento
- uno de nosotros tiene que estar haciendo guardia, no estoy seguro sobre todo esto… me parece demasiado extraño – dijo Minho en voz confidencial mientras sus ojos se movían al guardia militar que estaba apostado contra la puerta trasera del bus sosteniendo un arma
- debes dejar de ser tan paranoico, estamos a salvo ahora… solo lamento que seamos tan pocos – dijo mientras se acomodaba de nuevo en el hombro de Minho y miraba a su alrededor
- dicen que nos están llevando a dónde estaremos a salvo… ¿ya has mirado a tu alrededor? no parece haber un alma, yo recuerdo ciudades y personas por todos lados, esto parece más bien un desierto… no me parece que cerca de aquí exista un lugar así – dijo mientras mantenía la mirada fija en el guardia, no parecía querer dejar que se enterara.
La semilla de la duda había sido sembrada en la cabeza de Thomas ahora y no paró de darle vueltas en un buen rato mientras su cabeza descansaba sobre el hombro del asiático
- ¿cómo está tu cortada? – preguntó de pronto y pareció que por primera vez habían llamado la atención del guardia que se giró para verlos y después regresó la vista al frente
- está bien, me duele un poco pero ya no está sangrando, sin embargo parece haberse pegado a la ropa por lo que será un poco complicado despegar la sangre – dijo Minho mientras giraba la cabeza al hombro en el que Newt debería estar durmiendo pero no lo hacía debido a la herida.
- prometo curarla – dijo Thomas sonriendo suavemente y levantando la cabeza para mirar a Minho quien sencillamente afirmó suavemente
- lamento lo que pasó… - dijo Minho y Thomas supo a que se refería de inmediato, el peso de las cosas lo golpeó con fuerzas y la sonrisa se borró de sus labios rápidamente
- no lo entiendo… - susurró Thomas
- lo agradezco mucho, de verdad… Chuck salvó tu vida, la vida de quien… tu-sabes… y por eso jamás dejaré de agradecerle – admitió Minho y Thomas se mordió el labio sintiendo la sensación del llanto picando en su nariz por lo que buscó la mano de Minho en la oscuridad y enlazó sus dedos con los de él
- promete que tu nunca harías una cosa así… - pidió el castaño y el asiático lo miró aparentemente escandalizado
- al contrario, te prometo que si tengo la oportunidad de salvar tu vida lo haré, así es esto, Thomas… - le confirmó y una lágrima rodó mejilla abajo en el rostro del otro chico
- no merezco tan buenos amigos… - susurró y Minho negó con la cabeza
- quizás no, pero así son las cosas… - dijo y de pronto pudieron ver a lo lejos algo parecido a un edificio enano de solo una planta, la primera estructura en medio del desierto en que el autobús había andado hasta el momento
- Minho… yo también… yo también… - ¿Cómo decirlo? – creo que... lo que quiero decir es que… - trató de explicarse
Minho soltó una suave risa y llevó su mano herida a la nuca de Thomas para sostenerlo y acercarlo lo bastante como para poder unir sus labios, se besaron suavemente frotando sus labios los unos con los otros, buscando con desesperación como hacer mejor aquello, pronto la lengua de Minho lamió los labios del castaño y este de forma instintiva abrió los labios para permitir al otro buscar su lengua e invitarla a jugar, la danza de lenguas fue corta pero reconfortante. Thomas sintió que había probado el sabor de la gloria y Minho sintió que de pronto todo el cansancio se había esfumado…un elixir para el alma. Ambos sintieron que de pronto el dolor era menos y se prometieron mutuamente con la mente que lo repetirían de nuevo solo para no volver a sentir el peso del dolor… el sentimiento de abandono, la pena de estar solos.
Thomas bajó la mirada avergonzada hasta sus manos unidas y apretó con más fuerza, no ocultaría a nadie que estaba con Minho, no, al contrario, se sentía muy orgulloso de eso porque así al menos… al menos ya no estaría solo nunca más.
El bus se detuvo finalmente con una sacudida que causó que más de uno se llevara un golpe suficiente como para hacerlos despertar, entre esos Teresa que despertó mirando a todos lados confundida y a la vez nerviosa. Minho movió su mano suavemente para dar sacudidas al cuerpo de Newt, en algún punto Thomas trató de hacer lo propio inclinándose sobre Newt que dormía como un tronco pero Minho lo empujó atrás antes de seguir. Cuando Newt despertó de golpe irguiéndose Thomas entendió que pudo haberle dado un cabezazo bastante bueno, se preguntó cuántos se habría llevado el coreano antes de aprender.
Bajar, entrar, mirar a la gente de ahí que los miraba con lastima y como bichos raros, después de eso instalarse. Minho y Newt fueron de los primeros en saltar al baño con la ropa que les habían dado, entre ellos no había pudor, supuso Thomas, después de todo habían sido amantes y se conocían desde la punta del dedo gordo hasta el último cabello… eso por alguna razón no lo hizo sentir más tranquilo si no que lo irritó bastante más. Como si el hecho de que hubieran puesto a Teresa en otra habitación no hubiera sido suficiente para desatar su mal humor.
Minho salió de la ducha con un mucho mejor olor que antes, tratando de acomodarse el cabello con las manos y sin ningún tipo de fijador ya que no había. Le hizo un gesto para que fuera mientras dos más ocupaban el baño y Thomas se sentó en la cama del otro, quien le tomó la mano y le sonrió.
- te hará bien la ducha, shuck-face… estás tenso como un resorte – dijo Minho sonriendo – mi hombro está bien – dijo y le mostró haciendo a un lado la camiseta – no necesitará curación – afirmó pero aún así Thomas se inclinó sobre él y lamió suavemente la herida
- la saliva… es curativa ¿no? – preguntó y Minho soltó un suave suspiro - comienzo a sospechar… que esto no es tan bueno como parece – dijo el castaño de pronto y Minho afirmó
- el encierro nunca es bueno, sin embargo… esta noche dormiré en una cama blanda, limpio, sin miedo a ser devorado por un penitente, abrazando a… - se perdió en su discurso cuando Thomas le interrumpió
- tu novio – dijo afirmando y Minho pareció más perdido aún – abrazando a tu novio – facilitó Thomas
- no esperas que diga eso ¿verdad? suena tan… cursi – se quejó Minho y Thomas soltó una suave risa… era verdad, al menos esa noche estarían bien.