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JongKey: "Labios Compartidos" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Segunda Parte :3

Acá a mitad de él más o menos, empieza todo el drama xD ya verán porqué xD

OneShot; SongFic: JongKey


"Labios Compartidos"


Parte 2:


-No me toques, aléjate, vete Key, estoy al borde de la esquizofrenia por tu cul-


Se sujetó esta vez sus cabellos mientras los tironeaba con fuerza, pero sus palabras se vieron interrumpidas, una vez más, por aquellos labios, que eran realmente adictivos para JongHyun y de los que tanto se había abstenido.


Al principio se resistió a corresponder, pero luego cuando Key insistió, su cuerpo reaccionó contra su voluntad, su cuerpo, su piel, incluso sus propios labios. Lo aclamaban, aclamaban a aquella figura tan esbelta, magra y remilgada del moreno.


Key, comenzó a erguirse poco a poco, comenzando a tirar hacia atrás al castaño, hasta que entre beso y beso, Key terminó sobre el regazo de JongHyun.


-¿Por qué tienes tanto miedo a enamorarte? ¿Alguna vez alguien te decepcionó de una manera bastante traumática, o qué demonios?-


-Olvídate de eso, deja la charla para después y tócame, acaríciame, necesito sentir tus manos, tus músculos, tu piel, tus labios, para saber si realmente eres real en este momento.-


Le dijo Key, de una manera poco entendible debido a que hablaba sobre los labios del ajeno, en lo que buscaba las “grandes manos” del castaño, grandes manos a comparación de su cuerpo.


JongHyun al sentir la estrecha cadera de Key, dejo de ser razonable, su cuerpo, había reconocido aquella maravillosa sensación, que le transportaba a otro mundo. Ya no habría vuelta atrás. Una vez más, él tenía a Key entre sus brazos, única y solamente para él. Los disfrutaría y lo gozaría como si fuera la última vez.


 


“Otra vez mi boca insensata,


Vuelve a caer en tu piel de miel,


Vuelve a mí, tu boca, duele


Vuelvo a caer, en tus pechos en tu par de pies


Labios compartidos”


 


Los besos continuaron, y las manos de JongHyun ya habían comenzado a inquietarse en esas caderas, mientras que las manos de Key sobre el pecho de JongHyun, se encontraba en una misión de “re-reconocimiento” Estaba algo un poco más delgado desde la última vez en que habían estado juntos. Pero a pesar de ello, aquellos músculos seguían allí, más besos entre ellos, entre sus labios y ahora cuellos. Las manos de Key descendieron a la cintura de JongHyun mientras que la de este, ascendieron a la del moreno.


Las manos de Key, con aquella agilidad, “envidiable” desprende la hebilla de su cinturón, mientras que las manos de JongHyun, comienzan a recorrer aquel cuerpo, debajo de aquellas prendas.


“Aah~” Nuevamente la sensación de la piel del moreno, era realmente un bálsamo para las manos y el corazón del mayor. Esos labios, acorazonados, que besaban sin cesar aquel cuello para luego volver a los “esponjosos” del castaño, y morderlos. Eran realmente deliciosos.


Una vorágine de sensaciones comienza a formarse en el interior de ambos, nuevamente, cada uno se deleita de la sensación que el cuerpo del otro le provoca.


Las prendas comienzan a ser molestas y comienzan a “desaparecer” hasta que ambos entre besos, caricias y miradas quedan tan sólo en ropa interior, y bastante “entonados”.


-Key… Key…-


Susurraba casi con desesperación, anhelo, y ahínco el mayor, queriendo monopolizar aquel cuerpo, aquellos labios, aquellos “sentimientos” que supuestamente “le fueron confiados”. Él ya no quería dejar ir nunca más al moreno, a esa mirada felina que le enloquecía como ninguna otra.


 


“Labios divididos mi amor


Yo no puedo compartir tus labios


Que comparto el engaño


Y comparto mis días y el dolor


Ya no puedo compartir tus labios”


 


El muchachito, simplemente no dijo nada, simplemente se dedicó a otorgarle placer al castaño, como nunca antes, acariciando, como así también besando cada centímetro de piel visible del mayor.


El corazón de JongHyun, ya prácticamente no le cabía en su pecho, aquellos latidos frenéticos de “euforia” le hacían doler el pecho, pero él ignoró aquello, pues, el hecho que le doliera, quería decir que “nuevamente, volvía a estar vivo”.


Era algo realmente irónico, que “aquel quien le había matado, le hubiese devuelto la vida” una vez más.


Una mano fría, infiltrándose dentro de su bóxer azul marino, le trajo de vuelta a la realidad, encontrándose con una mirada felina realmente flamante. Aquello, le hizo olvidar todo rastro de aquellos sentimientos de rabia, cólera, y de aquellos pensamientos que le decían que terminara con esto “por lo sano”, aunque ya de “sano” no tuviera nada.


Sus labios, fueron atacados ferozmente por aquellos acorazonados de color cereza, absolutamente deliciosos, provocando que su mano, “inquieta”, también fuera, al bóxer verde musgo del menor, comenzando a estimular, aquel delgado y “longitudinal” miembro.


-Aahns-


Un gemidito, suave, dulce y tierno, fue lo que terminó por incinerarle aquellos rastros ya imperceptibles de raciocinio al castaño.


Un movimiento “salvaje” y el mayor quedo encima del cuerpo del menor. Miradas “feroces” y a la vez “intensamente pasionales” se cruzaron, y sin más, JongHyun, “el tranquilo y tímido bibliotecario” sacó a “la luz” aquella bestia salvaje, que dormía muy en su interior, comenzando a entregarle todo su “amor” con casi desesperación, temiendo que la vida no le alcanzase para profesarle todo aquello que en su interior se había desarrollado, multiplicado y propagado, como un maligno virus o algo por el estilo.


 


“Que me parta un rayo,


Que me entierre el olvido, mi amor


Pero no puedo más compartir tus labios,


Compartir tus besos


Labios compartidos.”


 


-Key…-


Habló con su voz ronca y ahogada el mayor, quitando finalmente la única prenda que quedaba sobre el moreno. Más gemiditos, y un nuevo intercambio de miradas, JongHyun por primera vez sonrió de lado, se quitó de encima del menor y se puso de pie, dejando a la vista, la pronunciada erección que ya tenía.


El de mirada “gatuna” no entendía muy bien el comportamiento tan repentino del mayor, pero cuando éste último le extendió la mano, le dio a entender al moreno, lo que pretendía, y lo que ese simple gesto significaba.


Key, extrañamente nervioso, y levemente sorprendido, asintió y tomó aquella mano, y a penas colocó un pie sobre la alfombra, se vio estampado contra la pared de un rápido movimiento por parte del mayor.


El menor, sonrió levemente, al ver ahora en el rostro del mayor una mirada y sonrisa cálida, dulce y tierna.


-No sabes cuánto había extrañado esto, eres realmente algo precioso para mí.-


-JongHyun…-


Profirió casi sin voz, algo conmovido el menor, pero no pudo decir mucho más, pues sus palabas, fueron absorbidas, por aquellos labios voluptuosos que se posaban sobre los suyos, como una delicada mariposa, sobre los pistilos, para beber todo aquel “néctar” que estos elaboraban. Y literalmente, aquellos labios, acorazonados, emanaban un néctar, realmente sabroso y adictivo.


-No digas nada, sólo dediquémonos a disfrutar del momento, ¿lo merecemos, no crees?-


Volvió a hablar nuevamente en aquel tono cálido y amoroso, mientras besaba aquel delicado y níveo cuello.


Key, simplemente, jadeo, y enterró suavemente, sus pequeñas uñas sobre aquella espalda ancha, mientras que su cuello automáticamente se ladeo hacia un lado, permitiéndole un mejor acceso al mayor, pues, aquellos escalosfríos, aquel estremecimiento que le provocaban los labios de JongHyun era realmente una sensación deliciosa.


Pero aquel pequeño paraíso de sensaciones no duró mucho, pues, el mayor nuevamente se separó levemente del menor, y repitiendo la acción anterior, llevó al menor finamente a la habitación, arrojándolo en la cama, haciéndolo rebotar levemente.


Rápidamente el mayor se quitó su última prenda que ya se había tornado demasiado molesta, y se ubicó entre las piernas del menor, abriéndolas un poco.


-Lo siento Key, pero realmente no pudo aguantarlo más, necesito sentirte de inmediato, de lo contrario, siento que enloqueceré de verdad.-


Le advirtió el mayor, con su tono dulce y cariñoso, pero entremezclado en aquellas características, estaba también la desesperación, pero antes de que pudiera concretar aquella “unión, sincronización” fabulosa, Key le detuvo. Se notaba apenado, y preocupado, JongHyun se sorprendió ante el repentino accionar del menor. Le miró con clara confusión, y sólo bastó una simple mirada temerosa y luego evasiva, para que JongHyun entendiera perfectamente.


-Estoy limpio… gatito.-


Habló con algo de molestia, ante aquella “sugerencia”, por parte del menor, pero luego, aquella última palabra, aquel apodo, le salió de lo más profundo de su corazón. Ambos se sorprendieron, ante tal hecho, pero el morenito, utilizó su última reserva de lucidez y habló.


-Lo sé, pero de todas formas, insisto, con protección… me-me duele menos.-


 “Milagrosamente” el menor se sonrojó ante aquello, al castaño aquello le pareció extraño, pero de todas maneras, le obedeció, no quería perder más el tiempo, “suplicando” por querer marcarlo finalmente como suyo, y solamente suyo.


Bufó levemente, y estirándose apresurado, hacia la mesita de noche, abrió su cajón, y torpemente, sacó el condón y lubricante, abriendo el pequeño envoltorio con la misma torpeza con la que se lo colocaba, por la prisa, colocando también a su vez, cantidades grotescas de lubricante.


Key observaba todo aquello, con algo de culpa y pena, pero realmente, le dolía menos, con protección, ya había probado una vez sin ella, y no resulto nada “bueno”, y a pesar de su “reputación”, de su “experiencia” aquella parte del coito, del acto sexual, aún la encontraba dolorosa, y poco soportable.


Por lo que agradeció que el mayor, no le discutiese y usara gran cantidad de lubricante. Hasta que finalmente, un último intercambio de miradas que expresaban un “¿Estás listo?”  Y un “Si, lo estoy.” Para que el acto se consumara finalmente, y JongHyun, se sintiera en la gloria una vez más, al sentir aquellas paredes presionándolo, como si fuera su primera vez, era tan estrecho, tan delicioso, a pesar de su “reputación”.


( https://www.youtube.com/watch?v=3zPUGN433_8&hd=1 )


Los gemidos, comenzaban a sincronizarse, a medida que las embestidas comenzaban a aumentar su velocidad. Y en ese momento, JongHyun comenzaba a sentir, como su cuerpo, se llenaba de vida una vez más, como el placer, iba “apoderándose” de su cuerpo, y a pesar de que le resultara algo realmente delicioso, no le agradaba del todo, el ser tan adicto, a aquel muchachito, tan lívido y remilgado, con una cabellera tan negra y brillante como el ébano.


Parecía realmente, una criatura sacada del más maravilloso mundo de fantasías. Realmente aquella belleza, aquellos rasgos, no le parecían “humanos”. Pero lo eran… increíblemente lo eran. Y era suyo, finalmente era suyo, o por lo menos eso creía, ya que hasta que no “lo marque”, no lo sentirá completamente suyo.


-Aamns ¡JongHyun! ¡Hmns aaah!-


Los gemidos cada vez más audibles se infiltraron en los oídos del mayor, trayéndolo a la realidad una vez más, oyéndose sus propios gemidos también.


-Aahsmn, Key… Key, e-eres t-tan es-estrecho, tan-tan increíble.-


-¡Aamhs Jong!-


El castaño, colocó sus manos debajo de la espalda del menor, para atraerlo a él y colocarlo encima suyo, incitando al menor a que se moviera, tan delicioso, cómo sólo él sabía moverse. Esos movimientos de caderas, de pelvis, aquellos saltitos, eran el octavo cielo para Kim JongHyun.


Luego de estar algunos segundos, o tal vez minutos, en la misma posición, el mismo KiBum, tomo la iniciativa, para cambiar de posición, y como pudo, de manera lenta se acomodó de manera que pudo lograr quedar “en 4”. JongHyun mentalmente le agradeció, asió aquellas estrechas caderas, como si en lugar de manos poseyese “ventosas” y comenzó con las embestidas bruscas y salvajes finalmente, pues, su orgasmo, no tardaría en aproximarse. Y pues, en Key tampoco tardaría mucho, pues aquellos gemidos, al borde del éxtasis le decían todo. Cómo pudo, sujetó el falo endurecido del moreno, y comenzó con los vaivenes…


-AAmnhs JongHyun, más rápido, aahmns ¡no te detengas! ¡Se siente realmente genial! ¡aamhs! ¡Ya casi! ¡Yo- yo estoy por…! Amns-


Eso era todo lo que el castaño quería escuchar, eso era todo lo que necesitaba, para confirmar finalmente que el menor, se estaba entregando a él realmente, en cuerpo y alma, y no solo en cuerpo. Pues aquellos gemidos, eran muy diferentes a los que él solía emitir, “en sus diversos encuentros”.


Quizás si alguien pudiera leer sus pensamientos, y se encontrara con que podía “diferenciar sus gemidos falsos de los reales” lo creerían loco, y pues él tampoco se molestaría mucho en negarlo, pues realmente, creyó estar al borde de caer en la locura.


Pero ahora, todo volvía a la normalidad, o por lo menos eso creía, y quería creer. Key  realmente le resultaba ser un bálsamo en diferentes aspectos, no solo “para sus necesidades físicas”. En todo sus sentidos. Key, era su cable a tierra. Key, para él, lo era todo. Y esperaba con el tiempo, “tener el mismo efecto en el moreno”.


Los temblores, las pequeñas correntadas, oleadas eléctricas, que terminaban en su bajo vientre le advirtieron, de que su clímax estaba más que próximo.


-¡Aaahmns Key! ¡Key, gatito!-


Nuevamente aquel apodo escapó de su boca. Su corazón, su mente, le traicionaron, pues si bien, el menor le había dado a entender supuestamente que “le entregaba su corazón” JongHyun, aún se mostraba reacio a creerlo, pues ya no quería más desilusiones. Su corazón débil, no lo soportaría. Aún creía demasiado pronto y apresurado “escupir” un “Te amo”. Aunque lo sintiera, no debería decirlo, por lo menos, no aún.


-¡AAAmhs! ¡Aah!-


Finalmente, aquella sensación de éxtasis, placer y alivio recorrió todo su cuerpo, logrando erizarle la piel por unas milésimas de segundos. Key le siguió milésimas después, pues aún aquellos vaivenes continuaban en su falo.


-¡Gyaa! ¡Hmnsd! Aaah Jong…-


Ambos, gimieron casi al unisono, y sus respiraciones agitadas, llenó la habitación segundos después. Ambos quedaron en su posición, intentando recuperarse de aquellas sensaciones que ahora le habían dejado todas sus extremidades temblorosas y lánguidas, como si estuviesen anestesiadas.


Los brazos de Key fallaron, y se derrumbó, para que segundos después, el mayor le siguiera. Cayendo casi encima del menor. Y allí inmóviles, se quedaron en lo que su sistema respiratorio, se normalizaban.


Minutos después, cuando ambos lograron recuperar algo de fuerzas, JongHyun se separó del menor, en contra de su voluntad, debía hacerlo. Key se giró lentamente quedando sobre su espalda y mirado al mayor, ahora con sus mejillas sonrosadas, como nunca lo había visto el castaño. Realmente era otra persona, o al menos lo parecía, o quizás su corazón y mente ya desesperados del mayor, así se lo hacía creer.


-N-no pu-puedo cre-creer qu-que a-a lo que más le temía sucediese contigo…-


Dijo en un tono bajo, apenado, enojado, preocupado, asustado, era todo una mezcla de sentimientos. Key desvió su mirada al encontrarse con la asombrada y curiosa mirada del castaño.


-¿Lo que más le temías? ¿Por qué? ¿A qué te refieres?-


-I-iré a tomar un baño-


Key, desvió tanto la conversación como su mirada y parándose de la cama, se dirigió al baño, bajo la atenta y sorprendida mirada de JongHyun.


-¿Porqué me haces esto KiBum? ¿Por qué? Dices que me quieres, pero al parecer, odias ese hecho…-


Susurró hacia dentro, en lo que quitaba las sábanas, para llevarlas al lavadero y colocar unas nuevas. Luego de colocarse su pantalón de chándal, tomó una muda de ropa limpia, yse dirigió al baño, entró en silencio y dejó a Key, sobre el excusado, la muda de ropa. Luego salió y se fue hacia la cocina en lo que preparaba 2 cafés, pues estaba seguro de que esta vez Key se quedaría.


 


Mientras tanto en el baño, se encontraba un Kim KiBum, apoyado en los azulejos, con lágrimas recorriendo sus mejillas, no pudiendo creer que le hubiera sucedió aquello a lo que más le temía, recriminándose, como pudo haberse dejado cautivar por aquel, “nerd viejo” de la biblioteca de su universidad, él sólo quería, probar algo “diferente” agregar “uno más a su lista”, y pensó que sería así, hasta que hace 3 encuentros atrás, comenzó a darse cuenta, que ese “nerd” le provocaba cosas que los “demás” no.


Pero a pesar de eso, él se seguía comportando, tan “frío” como siempre luego del sexo, y en el anteúltimo encuentro, decidió tomar distancia de él, pues, sus pensamientos, su cuerpo, cada vez se volvía más adicto a JongHyun.


Pensó que con sólo verlo de lejos al mayor, le bastaría para calmar sus ansias y sus hormonas, pero todo se fue a la basura, cuando vio, que el mayor, no apareció por la biblioteca, durante toda la semana.


En contra de su voluntad, y por más que no lo quisiese admitir, estaba demasiado preocupado por él, y sobre todo, le extrañaba, extrañaba ver ese rostro ese cuerpo, detrás del mostrador, ensimismado en los libros, con una actitud tan serena, que lograba bajar sus desiveles también.


Ese viernes, a la tarde saliendo de la universidad, ya no aguantaba más, sin ver a “su fuente de Paz”


No sabía por qué, pero quería que aquel castaño mayor lo abrazara, lo sujetase en sus brazos, y le dijera que todo estaba bien, o mejor dicho sí sabía, lo sabía y muy bien, pero se negaba a aceptarlo, y a pesar de ello, cuando su mente se despejó, se encontró ya enfrente de aquella puerta, aquella puerta que detrás de ella, albergaba “su felicidad”. Y odiaba ese hecho, pues él creía que no  merecía ser feliz, pues, la vida ya se lo había hecho saber, pero él a pesar de ello, decidió llevarle la contra, aunque la “batalla” ya estuviese ganada…


Golpeó su mano contra la pared de azulejos y mordiéndose el labio inferior con rabia, y salió de la ducha, pues, en cualquier momento presentía que JongHyun golpearía la puerta del baño. Cuando salió de ella, vio que sobre el excusado había una muda de ropa, se sorprendió, pues nunca le escuchó entrar o salir. Estaba tan sumido en sus pensamientos y en su pelea interna que realmente se abstrajo del “mundo real”.


Algo reticente, tomó las prendas y luego de secarse con la toalla que también le había dejado allí, se las colocó, le quedaban levemente un poco más grande, pues a pesar de que él fuera más alto que el castaño, lo que él tenía de alto, el otro lo tenía de “ancho” por así decirlo, por ende sus prendas eran levemente más grandes.


Cuando finalmente salió del cuarto de baño, se dirigió a la cocina, pues veía la luz y una silueta en movimiento desde el pasillo.


Una vez llegó allí, la mirada preocupada de JongHyun lo recibió a combo con aquel “panorama” de él con su chándal únicamente puesto.


-¿Me dirás finalmente que es lo que te sucede? ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué me dices algo que me lleva el décimo cielo, y luego actúas de tal manera, que haces que la caída sea más que dolorosa?-


Key le miró, pues se notaba seriedad y dolor en la voz apagada de JongHyun. Key bajó la mirada una vez más y se quedó mirando al suelo.


-No trates de evadir la pregunta, respóndeme, necesito entender porqué, me haces entender que me quieres, y al segundo me haces entender todo lo contrario, que me odias…-


-No es a ti a quien odio… es~ a mi.-


Se dignó finalmente el moreno a contestar mirándolo a los ojos finalmente, JongHyun claramente se sintió súper confundido ante aquellas palabras, y apretó su mano aún más fuerte contra la taza.


-Explícate mejor, no te entiendo…-


-No es necesario que te explique nada…-


Dijo casi sin tonalidad, en lo que miraba a JongHyun unos segundos, para luego darle la espalda, e ir al living a buscar en su mochila, el castaño no sabía cómo reaccionar ante esto, ante aquellas palabras tan “rudas” de su “supuesto amor”. Pero cuando le vio volver con un sobre color madera en la mano, su corazón se alteró aun más.


El mayor le miró claramente expresando un “¿Qué es eso?” y el de mirada felina, pareció descifrar las palabras no dichas del mayor, y le tiró el sobre, sobre la mesa y una vez más sus miradas se cruzaron, siendo el menor ahora quien expresara una respuesta “interna” “Ábrelo”.


JongHyun, tragó saliva, apartó la taza de café de su lado, y sujetó el sobre, y al sujetarlo ya tuvo un mal presentimiento. Le miró una vez más al menor.


-¿Estás seguro que quieres que-?-


El de mirada felina, frunció su ceño, cortándole al mayor con ese simple gesto. Volvió su mirada al sobre y al abrirlo, se encontró con unos cuantos papeles, volvió a mirar a Key, pero este le desvió la mirada, con el ceño fruncido una vez más, pero a su vez al mayor le pareció ver sus ojos cristalizados.


Al no soportar más el suspenso, la angustia, el miedo, sacó los papeles del sobre, y su corazón se aceleró a más no poder, cuando los dio vuelta y los vio, sintió que su mundo se desmoronaba por completo.


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


“Resultado de Análisis: VIH ------- (+) Positivo”


Aquellas simples 2 palabras, le destrozaron el corazón, y de inmediato con sus manos temblorosas, dejó los papeles en la mesada, pues ya no necesitaba leer ni ver más nada. Bajándose de su banqueta alta, medio aturdido por el impacto de aquella noticia, se acercó al moreno que se abrazaba así mismo.


-KiBum…-


Habló el mayor en un hálito de voz.


-¡No quiero tu maldita lástima! ¿¡Ahora lo entiendes!? ¿¡Por qué me odio, porqué odio haber sido tan débil frente a ti!? ¿¡Por qué tuviste que tratarme siempre con respeto, y cuidado, cuando sabías que era una maldita ramera, que sólo te buscaba por tu cuerpo!? ¿¡Porqué, cuando sabías que eras simplemente “uno más”!?-


Exclamó frustrado el de mirada felina, dándole la espalda al más bajo, su voz se oía aguda y levemente quebrada, pero al parecer, él se forzaba a sí mismo a no llorar.


-KIBUM…-


Volvió a repetir, una vez más con un poco más de fuerza esta vez el castaño.


-¡Cállate! ¡Déjame! ¡No necesito tu maldita lástima!-


-¡KiBum escúchame, maldita sea!-


Volvió a hablar esta vez de manera más autoritaria, tomándolo de los brazos y girándolo bruscamente para que quedaran frente a frente, y luego besar sus labios una vez más.


 


Te amo con toda mi fé sin medidas,


Te amo aunque estés compartida,


Tus labios tienen el control”


 


Key se mostró renuente, indócil, a querer corresponder a aquel contacto, pero podría decirse que JongHyun le forzó a corresponderle, hasta que la lucha sin éxito del de mirada gatuna finalizó, y comenzó a corresponderle con calma, mientras sus lágrimas eran finalmente liberadas.


El mayor, le sujetó con delicadeza de la cadera, abrazándolo, aferrándose a él con fuerza, con muchas más razones ahora, no quería por nada del mundo que nadie más le tocara le mirara o le hablara. Lo quería sólo para él.


-No me importa el que estés infectado, yo… a pesar de todo, te… amo igual.-


KiBum, sorbió su nariz, escondido en el cuello del mayor. Quería hablar pero JongHyun le interrumpió una vez más.


-Te amo, más que a nada, mi amor no tiene medidas, lo eres todo para mí.-


-So-sólo l-lo dices por compromiso, sé que esto cambia todo entre nosotros, sé que ahora te dará asco tocarme, se que ahora, no te atreverás ni siquiera a tocarme, por eso… es que yo no quería enamorarme, no quería sufrir, ni hacer sufrir a nadie, mi “plan de vida” era simplemente seguir con mi “reputación” hasta morir… pero llegaste tú, y lo cambiaste todo, has descolocado “todos mis planes, todo mi mundo”, por eso me odio, lo odio, mi corazón no tendría que haberse escapado de su prisión de hielo, pero tú, tú lo has alentado a hacerlo y así sucedió.-


Hablaba entre llanto, con dificultades respiratorias, por su hipo. Mientras golpeaba sin fuerza el pecho del mayor.


-No me importa nada KiBum, gatito, yo, yo te amo, y te amaré hasta que mi energía vital se desvanezca.-


-¿La tuya? ¿No querrás decir la mía? ¡Voy a morirme! ¿¡Es que acaso no caes en cuenta de ello!? ¡No debes amarme como tanto afirmas! ¡Mi destino ya está escrito! ¡Búscate a alguien que te pueda complacer durante todo el tiempo que te plazca!-


-¡Pero a mí, me gustas tú! ¡A quien amo es a ti, y quiero hacerlo! ¡No puedes negarme ese derecho! ¡Sé lo que hago, se lo que esos papeles representan, pero aún así, yo te quiero aquí! ¡Aún estás aquí, conmigo! ¡Por favor KiBum, sé solamente mío, sal conmigo! ¡Tú me has dicho que también me quieres! ¿¡Por qué te niegas tanto a aceptarlo! ¡A mí no me importa tu pasado, ni tu futuro, me importa tu presente, que es el mío también, por favor… Key.-


KiBum quiso separarse de los brazos y del pecho del mayor, pero éste, le sujetó del brazo, y le obligó a mirarlo.


-Kim KiBum, ¿Saldrías conmigo?-


Le cuestionó en lo que se arrodillaba lentamente, KiBum, lloró aún más… ¿Cómo podía ser tan… “masoquista”?


-E-eres u-un maldito ma-masoquista-


JongHyun, bajó su mirada y sonrió levemente, en lo que se levantaba quedando nuevamente a casi su altura.


-Digamos que sólo un poco ¿Es eso, un “si”?-


El moreno de mirada felina, bajó su mirada en lo limpiaba sus lágrimas, y se dejó abrazar de una manera más cariñosa y a su vez posesiva por el mayor, correspondiéndole de inmediato, de la misma manera, pues realmente necesitaba un abrazo de aquel “nerd viejo” que tanto “le fascinaba”.


-El que calla otorga, así que lo tomaré como un sí. Gracias Key, gracias gatito, por permitirme estar a tu lado.-


-No siempre otorga, simplemente no quiero empezar una discusión…-


Habló entre sorbidas de su nariz.


-De todas maneras, ahora eres solamente mío.-


Key no quería entregarse en cuerpo y alma completamente a JongHyun, porque sabía que desde el momento en que lo hiciese, ya jamás lo dejaría ir, y cuando “le tocase partir” no querría hacerlo, pero acaso… ¿El haberle correspondido a su declaración, no decía ya, que estaba totalmente prendado de él?


Key odiaba el hecho de estar “infectado” de esa mierda a sus malditos 22 años, y se odiaba, por haber accedido a tener relaciones sin protección con aquel hombre de unos 26 años, que se había encontrado en la discoteca, y que decía “ser alérgico al látex”. Key al principio no le había creído nada, pero su “excusa” había sonado tan convincente, que el moreno, había terminado por ceder, tan sólo por cansancio, y porque quería terminar con la “sesión de sexo” lo más pronto posible, para luego irse a su casa.


Aquel tipo, le había, “cagado” la vida, hablando mal y pronto. Y ahora, aquí estaban las consecuencias de sus imprudencias. Ya que simplemente hubiese podido decirle que sin protección no habría sexo y marcharse a su casa “sin nada”, pero su “impaciencia, su avaricia, su gula” le traicionaron.


Y ahora, estaba allí, siendo abrazado por un tipo de 30 años, un viejo, un nerd, que era mucho más dulce que incluso un niño de 3 o 4 años. Se odiaba por no haberlo encontrado antes en su vida, pero quizás, así estaba previsto por el maldito destino pre-forjado.


Él, es decir JongHyun, era su castigo, su karma, por su promiscuidad, por su frialdad, y por creerse, “vivo” por andar de polvo en polvo, pensando que a él jamás le pasaría nada, que esas cosas no le pasarían a él, pero era todo lo contrario. Y sabía que se iría al infierno, pero mientras tanto, disfrutaría “del cielo, su cielo” en La Tierra.


-Prepararé más café.-


Habló un poco más sereno el castaño, en lo que se separaba finalmente del cuerpo remilgado y magro del menor. Haciéndole sentir “frío” de repente. Pero éste no demostró nada, simplemente asintió y le siguió con la mirada al mayor, que aún seguía con su pantalón de chándal puesto, y su esculpido torso al desnudo.


Segundos después, en aquella barra de desayuno, se deslizaba una humeante taza de café para el moreno, y otra para el mayor.


El de mirada felina se acercó y se sentó en una de las banquetas que allí estaban y en silencio, comenzó a degustar de aquella infusión que el mayor le proporcionó.


-¿Vo-volverás a la universidad?-


Inesperadamente, rompió con aquel silencio el menor, aunque con la voz un poco tímida. JongHyun le miró, de una manera que pareciese que el mayor estuviese aún corroborando si él era real, y no un holograma súper real.


-Sí…- Contestó el mayor lacónico, luego de pensarlo unos segundos. Y eso al de mirada felina le preocupó. -¿Por qué la pregunta tan repentinamente?-


-Por nada, sólo… curiosidad.-


Respondió nuevamente el menor, mintiendo levemente, pues él quería saber, si podría volver a ver a “su fuente de paz” en los recesos, pues él realmente le hacía bien, era como su cable a tierra, dentro de aquel lugar tan estresante.


-Ya veo.-


El mayor esbozó una leve sonrisa casi invisible, pero aquel tono un poco más “divertido” le delató. Estaba feliz, KiBum, finalmente había decidido ser “solamente suyo”. O eso creía y esperaba.


-¿Po-podemos ir a dormir? Estoy realmente cansado.-


-¿Te-te quedarás?-


Cuestionó altamente sorprendido, pues aquel comentario, le había agarrado por sorpresa, valga la redundancia…


-¿Te molesta?-


Cuestionó el moreno de mirada felina, pues aquella reacción del mayor, también le tomó por sorpresa a él.


-¡No! Para nada, es sólo que como, solías estar prácticamente ya en la puerta despidiéndote, a los 5 segundos de haber finalizado nuestro encuentro, que realmente me tomó por sorpresa. Sólo eso.-


El mayor sonrió dulcemente, en lo que el moreno, bajó la mirada, y su piel se comenzó a pigmentar de un bello carmesí.


-E-eso era antes, la-las cosas ha-han cambiado, en varios sentidos, y-y aparte a-ahora e-eres mi-mi no-novio.-


JongHyun no pudo evitar esbozar una gran sonrisa al oír aquellas palabras, y sin esperar más, se bajó con prisa de su banqueta, y se dirigió a Key, para abrazarlo con todas sus fuerzas.


-¡Gracias! ¡Gracias gatito! ¡Te lo juro, te lo prometo, no te arrepentirás! ¡Te amaré, como te mereces ser amado! ¡Confía en mí! Te amo, mucho.-


Exclamó el mayor, prácticamente eufórico. Mientras besaba una y otra vez como si se tratase de un pájaro carpintero aquellos labios color cereza, con un ligero gusto a café ahora.


-Ven, vayamos a dormir, ya es hora, gatito.-


Sonrió una vez más no pudiendo ocultar su felicidad en esos momentos, y el menor, quería, tenía ganas de llorar, pues estaba conmovido, ya que el mayor actuaba como si él no “tuviese nada”.


Pero lo que no sabía, era que el mayor también tenía ganas de llorar, y encerrarse en una habitación y llorar una semana entera, pero por el menor, se mostraba, se forzaba, mejor dicho a mostrarse como si nada pasase, y pues ciertamente su felicidad era real, pero no tanto, era un encuentro bastante “rudo” entre sus emociones, pues, el menor finalmente le había dejado entrar en su corazón oficialmente, pero por otro, sabía que “se lo quitarían” tarde o temprano, aunque él preferiría el “nunca”. Pero todo realmente en la vida no se podía. De modo, que aprovecharía al máximo, el tiempo que le quede a su “cielo, su amor, su todo”.


-Sí, vamos…-


Contestó susurrando el menor, en lo que era llevado de la mano, a la habitación del mayor. Una vez allí, destendieron aquella cama, con sábanas ahora limpias, y acurrucándose el uno con el otro, se entregaron a Morfeo. No sin antes darse “su beso de las buenas noches” y regalarse una sonrisa.


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El fin de semana llegó y lo aprovecharon para tener una cita, plan propuesto por JongHyun sobre la marcha del día, Key, se mostraba un poco más “dócil” ante JongHyun, y al parecer estaba más tranquilo, con respecto a su “enfermedad”. Lo cual agradecía enormemente JongHyun. Pues en lo menos que quería pensar era en que se lo podrían arrebatar en cualquier momento.


Las semanas pasaron, y su relación se podría decir que era estable, y al parecer, Key había cumplido con su promesa, pues, ya no andaba de “meloso” con otros, ni siquiera con aquel que al parecer, era “el primero” en su lista de prioridad. El tal muchacho que según le había oído al moreno decir, que se llamaba MinHo.


KiBum le había dicho que “MinHo” era su mejor, amigo y que por lo tanto no lo dejaría de ver, pero sí de acostarse con él, JongHyun, no muy convencido ante aquello, aceptó, pues tampoco quería “ser sofocante” para el menor, ya que sabía que él “era libre”, y “aprisionarlo” de golpe sería sólo perjudicial para él, ya que el de mirada felina, no dudaría en dejarlo, o eso creía él. Por lo que contra su voluntad, aceptó aquello, aceptó al tal “MinHo”.


 


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2 Meses después de empezada su relación, JongHyun como siempre estaba en la biblioteca de la Universidad Mogul, esperando a que su moreno, apareciese, como lo hacía en cada receso, cada día.


Pero… KiBum se estaba tardando más de la cuenta, Y JongHyun pensó que quizás antes había pasado por los servicios, y por eso tardaba, pero su preocupación se disparó como cohete al ver que tardaba más de la cuenta, y no pudo evitar abandonar su puesto e ir en su búsqueda.


Quizás estaba exagerando un poco, pero aquel remilgado moreno, lo era todo para él y realmente era frágil. Si bien, el moreno se seguía comportando como siempre, JongHyun, lo sentía un poco más débil, o quizás era su paranoica mente, pero no podía evitar preocuparse en exceso tratándose de él.


Cuando iba por uno de los pasillos de la universidad, sin rumbo alguno a decir verdad, tuvo la suerte de encontrarlo, pero en vez de sonreír de alivio, su corazón se detuvo, lo que vio… no era para nada agradable.


Su morenito, era sujetado de una muñeca de una manera algo… o bastante, mejor dicho, brusca. Y quien le sostenía no era nadie más que a lo que él llamaba “su mejor amigo” MinHo.


Repentinamente tuvo el impulso de ir corriendo golpear al otro moreno de tez un poco más acanelada, y más alto. Pero se quedó en su lugar, suspiró e intentó calmarse, pues debía “estudiar bien” aquella situación.


-¡Dime de una puta vez Key! ¿¡Por qué este cambio tan repentino, porqué de un día para el otro comienzas a rechazarme!? ¿¡Es que acaso ya no te complazco más!? ¿¡Es eso!?-


KiBum se mantenía callado, y con la mirada desviada, sacándole aún más de quicio al más alto.


-¡Contéstame maldita sea! ¡Es que… maldición, no comprendo! ¿¡Tienes una idea de cómo me siento al no haberme descargado en estos 2 putos meses!? ¿¡Qué demonios te pasa!? ¿¡Que sucede, maldita sea!? ¡Dímelo! ¡Creí que aguantaría hasta que te mostraras disponible nuevamente, y decidí que te tendría paciencia, pero ya no puedo aguantarlo más joder!-


De acuerdo, aquello a era demasiado para los oídos y corazón del castaño. No pudo contenerse más, frunció su ceño y se acercó lenta y serenamente hacia aquel “cuadro” que se presentaba en el pasillo. Deshizo el agarre de MinHo y Key de una manera violenta. KiBum ante aquel repentino movimiento, se asustó, se alertó, y cuando giró su rostro, se encontró con el del mayor, su mandíbula casi se desencaja, sus ojos casi se desorbitan y su corazón se detuvo por completo.


-Déjame que yo te lo diga.- Habló sereno, serio y casi inexpresivo el mayor, ante un MinHo sin palabras, por la sorpresa de ver al “bibliotecario” en ese plan, jamás se lo imaginó, pues para él, simplemente era un “viejo idiota virgen, y nerd” Pero lo que MinHo no sabía, era lo confundido que estaba, y lo mal que había prejuzgado a “aquel viejo bibliotecario”. JongHyun sujetó a Key ahora de la cintura y lo atrajo a su cuerpo, MinHo también casi logra desorbitar sus ojos ante la impresión de aquello. –Lo que sucede, es que ahora, él está conmigo, y solo conmigo, con nadie más, y cuando digo “nadie más” también te incluye a ti, él… es mío.- Habló autoritario, por primera vez aparentando la edad que realmente tenía, y sujetándole de la mandíbula inferior al lívido pelinegro, le besó desaforadamente, sin importarle quien les pudiese ver, tenía tanta cólera, tanta rabia para con el de tez más morena, que no pensó en nada, sólo en “marcar su territorio”.


-¿¡Qué Demo-!? ¡Key explícame que es lo que este loco dice!-


-No-no tengo nada que de-decirte ni-ni explicarte, é-él ha-ha sido lo su-suficientemente claro.-


Habló algo temeroso, en lo que JongHyun lo aferraba más a su cuerpo, enfrentando al de ojos grandes. Y ante aquellas palabras, ambos “machos alfa” se sorprendieron. Pues ninguno de los 2 se esperaba esa reacción del pelinegro.


-¡NO! ¡Es mentira! ¡Dime que este maldito viejo nerd, está loco por fornicar contigo, y se ha inventado todo esto para separarnos!-


JongHyun ante aquellas palabras, frunció aun más su ceño, ya prácticamente estaba a punto de golpearlo hasta hacerlo olvidar prácticamente su nombre, pero luego recordó que aún seguía dentro de la Universidad y que en ella era el “pacífico bibliotecario”.


-No lo es, y por favor MinHo, ya cálmate, no le digas esas cosas, estás hablando de “mi novio” ahora.-


(N/A: lskdjlhkfjdlskjhfdl ¡LO DIJOOOO!!! ¡SE LO DIJOOOO!!!! xQ___ Me agarró la locura, no pude evitarlo ksdjhlkd KEEEEEEY *o*)


Y una vez más, ambos “activos” se sorprendieron ante aquellas palabras, JongHyun no podía creer lo que estaba oyendo, como así tampoco el otro moreno.


-¿¡Esto es broma cierto!? ¡Dime que es una maldita broma de mal gusto! ¿¡Tú, con novio!? ¿¡Es una maldita broma, cierto!?- Volvió a repetir el menor de los 3, aún no pudiendo creer lo que oía y veía. -¿¡Cómo demonios es posible que tengas novio ahora, cuando yo te lo he propuesto un sinfín de veces, y siempre me contestabas con la misma mierda, “Yo jamás tendré un novio”!? ¡Contéstame Key! ¿¡O era que simplemente estabas jugando conmigo!?-


-MinHo… cálmate por favor…-


-¿¡Cómo demonios quieres que me calme, si me acabo de enterar de esta maldita y jodida broma de horrendo gusto!? ¡Key yo te amo maldición, no puedes decirme de un día para el otro que has cambiado!


-Lo siento MinHo, yo tampoco tenía planeado enamorarme, nunca quise jugar con tus sentimientos, pero no puedo corresponderte. Por obvias razones.-


-¿¡Obvias razones!? ¡Me acabo de enterar de la existencia de este imbécil, y resulta que ya me ha ganado absolutamente en todo!-


-Yah, muchachito, te recuerdo que estoy aquí, y no me eches la culpa de no haber sabido “amar” a KiBum, para ganarte su corazón.-


-¡Tu, cállate maldito vejo infeliz! ¡Esto no tiene nada que ver contigo!-


Contestó colérico el moreno más alto de los 3, quien ya estaba por golpear al castaño. Y el mayor ya no aguantaba más por hacerlo también. Su paciencia se estaba agotando y no pudo evitar contestarle al menor.


-¡Tiene, y mucho que ver! Se trata de Key, y todo lo relacionado a Key ¡me incluye completamente!-


Le susurró apretando sus dientes, pues debía retener su cólera, debía mantener su compostura, estaba en el maldito colegio.


-¡YA BASTA! ¡Los 2! ¿¡Acaso no les parece ridículo, estar discutiendo como niños pequeños!? ¡Por favor, tienen 21 y 30 años!-


Ambos se miraron, y pareciese que de su mirada salían rayos… pero no hubo tiempo a más, pues la campana de vuelta a clase, sonó.


-Te veré después de clases…- Habló ahora un poco más sereno y cariñoso el mayor, olvidándose de esa cólera que lo abrumaba, para poder besar al menor, frente a MinHo, haciendo sonrojar al de piel nívea, para luego mirar con furia al más alto. “Él es mío, maldito, recuérdalo”. Eso expresaba su mirada, en lo que el más alto, blanqueaba sus ojos, pues aún no podía creer lo que veía, no podía creer que su amor no fuera correspondido, a pesar que la compatibilidad que ellos tenían físicamente dijera absolutamente todo lo contrario. –Ve, con cuidado.-


-Sí, d-de acuerdo…-


-Y tú…- Habló nuevamente rudo y frío, volviéndose levemente hacia MinHo señalándolo. –Mantente alejado de él, él ya no te pertenece, nunca te perteneció.- Aquellas palabras sonaron rudas a oídos del más alto, y realmente le dolieron, porque lo sabía a la perfección, pero que alguien tan “insignificante” como él se lo dijera dolía, aunque bueno… tan insignificante no era, pues, había logrado domar el “corazón salvaje,indomable” de Key, su mejor amigo, y su amor platónico, ahora más que nunca.


A pesar de que por fuera se mostró indiferente y colérico, por dentro, en su corazón “llovía”. Se retiró a su aula, dejando atrás a un apenado Key, pero no le importó, ahora mismo, él no estaba para “ejercer el papel” de amigo comprensivo y consolador, no estaba para actuar tan optimista y dulce como siempre lo hacía con Key, no ahora, que aquella escena había sacado lo peor de él.


 


Por otro lado, Key, también se dirigió al aula, la misma que MinHo, pero minutos después, pues realmente no quería cruzarse con él, le dolía ver a MinHo de esa manera, pero no quería hacerle más daño, si MinHo se enterase de que él sufría de aquella “enfermedad” lo creía capaz de irse con él, o algo por el estilo.


Había decidido, no decirle nada acerca de su enfermedad, hasta el último aliento de su vida, pues sabía cómo iba a reaccionar si se enteraba de aquello.


El rechazo a “formalizar” con él, se debía a eso justamente, pues sabía que si le aceptaba, pues lo primero que el menor por meses le exigiría, era estar juntos, sin protección, y para esas alturas, Key, ya tenía sospechas, de estar infectado, por eso lo evitaba, y lo rechazaba. Pero hasta hace unos meses atrás que finalmente lo confirmó con los estudios, no estaba seguro. Y ahora más que nunca, “rechazaría” a MinHo, por eso, y además porque su corazón, ya había sido tomado, contra su voluntad, pero había sucedido, al fin y al cabo.


Además, por más que le costara aceptarlo, se sentía mucho más seguro en brazos de JongHyun, no sabía si era debido a su edad, o a su personalidad, pero para su sorpresa, el castaño, sabía bien, como llevar el asunto. Cosa que dudaba que sucediese con el otro pelinegro. No era que estaba diciendo que el menor fuera inmaduro, solo por tener un año menos que él, pero realmente se sentía mucho más contenido con el mayor.


KiBum, entró al aula, luego de aquella, “mini reflexión” e ignoró al otro pelinegro. Él quería seguir siendo su amigo, pero no sabía, si el otro, podía seguir soportándolo. Por el momento lo dejaría solo, lo dejaría asimilar todo lo sucedido recientemente, y luego intentaría acercarse nuevamente a él. En vedad le quería, pero solamente como a un buen amigo.


 


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Las horas contiguas pasaron, y a ambos “enamorados” se les había hecho eterno, por diferentes razones, pero como nunca, se les hicieron demasiadas tediosas, y eso se debía a que al final ninguno de los dos, pudo disfrutar de la compañía del otro, como era debida. Por razones “antes vividas”.


Pero el final de la jornada había llegado, y finalmente JongHyun estaba guardando sus últimos libros en un estante algo alto, estaba demasiado concentrado en no perder el equilibrio y no tirar nada, que no se percató de que una “nueva presencia” ingresaba en la biblioteca.


Sólo se percató de ella, cuando sintió un buen pellizco en sus nalgas, su cuerpo se estremeció entero, no por el “placer” sino por el susto que aquel “sentir repentino” le provocó, y cuando bajó la mirada para insultar o regañar al osado, se dio cuenta de que era “su gatito” allí mirando hacia arriba, con una sonrisa algo “intimidante”, JongHyun giró sobre la escalera  dándole la espalda al estante, y miró a KiBum con el ceño fruncido, mientras que con una mano se sostenía de la escalera y con la otra 2 libros.


-Maldición KiBum, me asustaste como a un condenado, no vuelvas a hacer eso nunca más, por favor, me matarás de un infarto…-


KiBum le sonrió de lado.


-Hmm, que bello panorama que tengo desde aquí abajo.-


Habló empleando una tonada sensual, ignorando lo que el mayor le decía, mientras afilaba su mirada. JongHyun no comprendía a qué se refería, pero segundos después lo descifró cuando el moreno de mirada felina, dirigió sus ojos a “su bulto”, en ese momento, el mayor se sonrojó y de inmediato, hizo el amague para girar con desespero nuevamente en la escalera para cubrirse, pero al tener poca superficie para moverse, no pudo, además de que el menor, le sujetó de las caderas con fuerza, empujándolo aún más contra la escalera, inhabilitándolo por completo.


-Y-Yaah~ ¿¡N-no me digas qu-que tú-!?- No alcanzó a terminar su frase que el sonido de su cremallera abriéndose, estremeció todo su mundo, confirmando aquello que más se temía. ¡Diablos, no! ¡KiBum, estamos en la biblioteca de la universidad, alguien podría entrar vernos y-! ¡Aaah~!- Su excusa no pudo terminar de concretarse, ya que el de mirada felina, había comenzado a proporcionarle masajes con sus manos, sobre aquel miembro aún escondido detrás de la prenda interior. –D-de-demonios Bummie, tus manos son… aahmss~ el maldito paraíso…-


-¿Lo ves? Dices que no quieres, y tu cuerpo, comienza a reaccionar solo a mi simple toque, eso es lo que me encanta de ti, que siempre contigo es como una primera vez, y me encanta…-


Key quería besarlo desaforadamente, pero la diferencia de altura era bastante, pues la “hombría” de JongHyun le quedaba, justo a la altura de su rostro, era perfecto. Al mayor se le cayeron los 2 libros que tenía, en lo que con el estruendo de ellos golpeando el suelo, se escapaba un casi “aullido” del castaño, ya que el menor había comenzado a lamer, sobre la tela.


-Hmm, maravilloso…- Hablaba el menor, en lo que ya había humedecido el bóxer gris y negro, tanto con su saliva, como quizás por un poco de pre-semen del ajeno. KiBum, miraba de vez en cuando a su “receptor” y desde arriba la vista era maravillosa… -JongHyun~…- Susurraba, “ronroneaba” el menor, al parecer bastante inspirado y decidido a “entonar” al máximo, a su “novio”. Novio, era tan raro llamarlo así, pero amaba ese hecho. Y realmente lo disfrutaba, a pesar de “su condición”.


JongHyun, le estaba haciendo descubrir todo un mundo nuevo, el otro lado del “sólo sexo”, el amor… el amor que le hacía sentir tan bien, y a la vez tan culpable, por saber que lo abandonaría en contra de su voluntad “antes de tiempo”.


Pero en ese momento, en lo que menos debía pensar era en eso, por lo que miró nuevamente de manera provocativa a “su hombre” y sacó finalmente la virilidad del mayor, fuera de su “refugio”, en ese momento, cuando su lengua tocó aquella “piel” el castaño sufrió una especie de espasmo, y un encorvamiento abrupto casi haciéndolo perder el equilibrio, y haciéndole subir el pudor en forma de cohete, el hecho de pensar que cualquiera podría entrar y verlos, le inhibía, más de lo que él quisiera, permitiéndole, “no disfrutar al 100% la situación”.


-Hmm JongHyun, eres tan… Aish, endemoniadamente adictivo, y hermoso, y más aún cuando te sonrojas, realmente eres perfecto, lo tienes todo, pero te advierto que nadie va a entrar, ya todo el mundo se ha ido a sus hogares, estamos, SOLOS.-


Empleaba una voz sensual para hacerlo olvidar, “aún más pronto” de todo aquel entorno que los rodeaba, deseaba que el mayor pudiera relajarse, y  enfocarse sola y únicamente en ellos 2, y su esfuerzo, no fue mucho, pues, cuando aquellos vaivenes “húmedos y calientes” rodearon la virilidad del mayor, gimió como si realmente no hubiese nadie, y le sujetó de los cabeza, intentando querer marcar el ritmo, pero KiBum, se lo impidió.


Pues, esto era un pequeño consentimiento por parte del menor, hacia el castaño, por haberlo hecho pasar, aquel momento tan amargo, hace tan solo horas atrás.


JongHyun cada vez se encorvaba más y más, al compás de que aquellas “embestidas”, que iban acompañadas de miradas lascivas, aumentaban de velocidad.


-¡aahmns, maldición KiBum! Aammns, s-si si-sigues a-aaamns a ese ritmo, no-no mns, mns ¡No aguantaré más!-


Decía ya exhausto, con su cuerpo enteramente erizado, por aquellas sensaciones, “próximas” a su clímax ideal.


Jamás se imaginó que estando en una simple escalera podría ser capaz de sentir tanto éxtasis, y adrenalina a la vez.


Key, KiBum, Bummie, Su gatito… era realmente una persona única, que también aunque no lo creyera, le estaba enseñando un nuevo mundo de sensaciones al mayor, y lo más importante de todo, por más increíble que pareciera, KiBum… le estaba enseñando a amar, sobre todas las cosas, sin tener prejuicios acerca del ajeno.


Pues realmente había estado investigando acerca de la enfermedad, a escondidas de su gatito remilgado, y había aprendido muchas cosas, como por ejemplo que en esta situación él realmente no corría gran peligro,  recibiendo “la atención” pero sí dándola, por obvias razones, como así también había aprendido, que mientras hubiera un condón de por medio, todo estaría más que bien. Y aunque esta idea realmente no le gustaba demasiado, pues, él quería sentirlo en todo su esplendor, aquel interior delicioso y estrecho que increíblemente poseía el menor, pero aquel “capricho” debía ser “sacrificado” por razones de fuerza mayor y era comprensible, de todas maneras, el no dejaría de amarlo, incluso “después de la muerte” lo seguirá amando, porque sabía a la perfección que como el menor, no había igual. Y estaba realmente en lo correcto.


-¡AAAAh, Maldición!-


Una potente correntada, recorriendo todo su cuerpo, posándose en su bajo vientre, le sacó de sus “profundos pensamientos” para “liberarse” sin previo aviso, dentro de la cavidad bucal ajena.


JongHyun, luego de que llegara a su orgasmo, observó como el menor ingería aquello, y se puso realmente colorado. Él no tenía intención de “obligarle” a ello al menor, pero al parecer al ajeno no le molestó, pues luego de aquello, observó una vez más de manera lasciva al mayor, quien estaba agitado…


-Aamhmns, aans, de-demonios K-Key… e-eso ha si-sido de-demasiado pa-para mí… y-yo…-


Sus palabras fueron cortadas por el tacto de los dedos del menor sobre sus labios, acariciándolos, tan solo con aquella “interacción” sumamente delicada.


-No digas nada, yo así lo quise, yo lo provoqué, y déjame decirte algo más…- se subió a los primeros dos escalones, quedando a milímetros de los labios ajenos. Sus ojos se cruzaban, mientras se intercambiaban entre sus labios, y sus ojos. –Esto recién empieza, “Cachorrito”.- Habló con su voz más sensual, acercándose aún más a sus labios, amagando con besarlo, pero quedando a tan solo milímetros, siendo capaces de sentir incluso la textura de los labios ajenos rosarse mínimamente, causándoles cosquillas. –Esto… lamento decírtelo, recién comienza, pero lo terminaremos en tu casa, ¿Te apetece?- Susurró una vez más sobre sus labios, amagándolo con terminar finalmente con aquella distancia, mientras sus ojos se encontraban una y otra vez, y la mano delgada y delicada del menor serpenteaba sus piernas, subiéndole nuevamente la ropa interior e intentándole cerrar la cremallera también.


-Sí, me apetece, y demasiado, gatito travieso…-

Notas finales:

Ahora les pongo la parte 3 :3


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