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Inesperado por LunaArlert

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—¡Padre! —Grahim dejó de gruñir cuando escuchó la voz de Zelda y la vio correr hacia el Neburi recién llegado del cual bajaba su padre, prácticamente lanzándosele a los brazos—. Todo ha terminado ya, este será nuestro nuevo hogar.


Gaeopora miraba con los ojos más abiertos de lo normal a todo el mundo nuevo y desconocido que tenía delante; Link podía entender cómo se sentía, la primera vez que había bajado se había sentido intimidado por todo lo nuevo, la ventaja que ellos tenían era que ya no habría monstruos que los atacaran.


—No puedo creer que estemos en estas tierras, —dijo al fin, acariciándole la espalda a su hija—. Link, me alegra ver que estés a salvo.


Link asintió con una sonrisa, manteniéndose cerca de Grahim y mirando hacia arriba cuando la sombra de más neburis se proyectaron en el suelo, siendo estos los de Vilán y su grupo—. ¡Zelda! —El tipo gritó, bajando de un salto para correr hacia ella—. ¡Te encuentras bien!


—Claro que sí, Link me protegió —dijo, mirando a Link que sonreía cuando su Neburi aterrizó frente a él—. ¿Verdad, Link?


—Ha sido un trabajo en equipo —dijo, suspirando ante la mirada desaprobatoria de Vilán, que a penas y creía que lo siguiera viendo como un rival cuando era más que claro que su relación no era romántica.


Cuando Zelda se distrajo con Buhel y Asteus, Vilán caminó hacia Link junto con su grupo, Grahim mirándolos con incredulidad ante su apariencia de malos que querían dar, si le preguntaban a él parecían más niños con ropa de sus padres que rellenaron con más ropa, carecían de toda elegancia al esforzarse tanto.


—Escucha, Link, aunque te hayas convertido en un héroe que puede con todo —Vilán empezó, tronándose los nudillos mientras Grahim hacía una cara de fastidio mezclado con asco—. Te recomiendo no andar molestando a Zelda todo el tiempo.


—Lo que yo te recomiendo, —Grahim dijo antes que Link pudiera si quiera decir algo—. Es pensar, si es que tienes un cerebro dentro de esa cabeza, lo que estás diciendo. ¿De verdad crees que tienes una oportunidad contra él?


Vilán lucía tan ofendido que Link decidió dejar continuar a Grahim solo para ver su expresión—. ¡Es un enclenque!


—Un enclenque, claro —Grahim rio—. Un enclenque que ha eliminado a la encarnación de la maldad en este mundo y que ha peleado contra criaturas que de seguro te harían tener un accidente de solo verlas.


Los amigos de Vilán estaban luchando por contener la risa mientras Grahim continuaba—. Tonterías.


—Yo estoy con Grahim, no quiero a Zelda en ese sentido —Link dijo con una sonrisa—. Es mi amiga y ninguno de los dos sentimos atracción.


—¿Tú y él? —Vilán preguntó con los ojos desorbitados otra vez—. ¡Eso quiere decir que Zelda por fin se enamorará de mí!


Link rio y Grahim sintió que estaba a punto de vomitar.


—Además, olvidas un detalle aún más importante —Grahim dijo después de recuperarse y cruzándose de brazos.


—¿Qué? —Vilán dijo, mirándolo de mala gana.


—Link es mío y en el momento en que si quiera te pase por la cabeza hacerle algo o siquiera hablarle como le has hablado —dijo, chasqueando los dedos y haciendo aparecer tres de sus navajas típicas frente a los otros tres—. No tendrás ni tiempo de cortejarla, aunque dudo el hacerlo te dé un resultado positivo para empezar.


Los tres chicos salieron corriendo despavoridos y Grahim suspiró mientras desvanecía las navajas, viendo a Link que lo miraba más que entretenido—. Aún tienes poderes, entonces.


—Estoy débil, no inservible —Grahim dijo, pasándole una mano por el cabello—. ¿Enserio siempre te ha tratado así?


—Pues sí, pero la verdad es que jamás me ha interesado tanto, —dijo mientras se alzaba de hombros—. Zelda lo ponía en su lugar en segundos.


—Vaya desperdicio de vida.


—Dudo que se vuelva a acerca a nosotros así que ni te preocupes.


—Jamás estuve preocupado, Sky Child.


El día pasó con más y más personas arribando a esa tierra desconocida, asombrándose de lo que veían y celebrando que tenían a Zelda y Link de vuelta; no todos estaban muy entusiasmados de andar tan cerca de Grahim pues tenía esta apariencia bastante diferente a todos, pero parecía que se irían acostumbrando a él al notar peligro inminente.


Neburia no había sido una ciudad sobrepoblada, pero cuando Link miró a todos los habitantes reunidos frente a la efigie, se dio cuenta que tampoco eran tan pocos. De igual forma sonrió al verlos y se acercó hasta donde Zelda se encontraba de pie junto a Gaepora.


—La maldad de este mundo ha sido eliminada, —dijo con una sonrisa radiante—. Gracias a ello somos capaces de vivir tranquilamente en las tierras inferiores, nuestro hogar inicial hace muchas décadas atrás.


—¿Ya no podremos vivir allá arriba? —Uno de los niños preguntó.


—Claro que sí, cada quien es libre de elegir si continuar viviendo allá arriba o bajar y establecerse aquí —Zelda asintió—. Además, los que decidan quedarse arriba podrán tener la libertad de bajar cuando deseen.


Eso pareció emocionarlo más aún, era claro que no querían dejar sus casas completamente, pero la intriga de poder explorar estas tierras era algo que no podían dejar pasar.


—¿No habrá más criaturas extrañas o tornados? —Otra mujer preguntó.


—No más, y los últimos monstruos que pudiesen haber quedado serán eliminados —Link se animó a hablar.


—Link se ha encargado de todo ello, —Zelda dijo mientras le ponía una mano en el hombro—. Él ha sido quien ha tenido que cargar más cosas sobre sí.


—He tenido ayuda, mucha ayuda de muchas personas —dijo con una sonrisa mientras agitaba la cabeza—. Jamás podría haberlo hecho solo.


—Al final, tú has sido quien hizo todo, Sky Child, —la voz de Grahim le hizo desviar la mirada de Zelda—. Sin importar cuánta gente te haya ayudado, eras tú quien se enfrentaba a los monstruos, quien resultaba herido, quien tenía que crear una estrategia en segundos para mantenerte con vida.


Siempre le había molestado que se quitara mérito y quisiera pasarle la hazaña a alguien más, pero suponía que su manera de pensar contra la del héroe eran completamente diferentes, él quería el reconocimiento de todo ser vivo y Link solo necesitaba que todos estuvieran bien para ser feliz.


¿Cómo es que se habían enamorado?


—Grahim tiene un poco de razón —Zelda rio con entretenimiento al ver su cara de fastidio por no recibir toda la razón—. Podremos tener una mejor vida gracias a él.


La atención que recibió por parte de todas las personas que conocía se sintió demasiado para alguien que había preferido pasar su vida de manera tranquila, pero no pudo hacer nada más que sonreír y medio esconderse detrás de Grahim.


La diferencia de alturas al fin ayudaba.


◊◊◊


—Lo que ha dicho el Heraldo al final, es una maldición, ¿no? —Link y él preguntó mientras los dos se encontraban sentados en aquella banca a la orilla de Nebura—. El jamás poder desprenderse de su odio, de él.


—Toda su vida estaba basada en maldiciones, Link, —dijo con un suspiro, mirando hacia donde había estado el mar de nubes pero que ahora dejaba ver las tierras inferiores en todo su esplendor—. Y tenía el poder para cumplir cada una de ellas.


—Supongo que es lo normal, lo natural —murmuró, recargando la cabeza en su hombro—. Siempre hay algo malo dentro de lo bueno, desde cosas tan simples como la academia hasta cosas más complejas como lo es el balance del mundo.


—A veces dices cosas muy profundas —Grahim rio, asintiendo levemente—. Así es, al final es un balance y tú yo somos el mejor ejemplo.


No pudo evitar sonreír al darse cuenta que tan cierto era eso—. ¿Por qué lo hiciste? Jamás luciste enojado por cómo te trataba, jamás pareció importante, hasta te reíste como loco cuando sacó la espada.


Grahim arrugó la nariz ante la mención de la última parte, pero se acabó alzando de hombros—. Porque así era, era mi vida, mi función, para mí no había nada extraño en ello y disfrutaba ser ese artefacto tan importante para alguien tan poderoso.


—Entonces, ¿qué fue lo que cambió? —Seguía sin gustarle esa forma de pensar, pero ya a estas alturas ya no se iba a poner a discutir sobre eso.


—Tú, mientras veía como te destrozaba en una pelea casi injusta, algo se movió dentro de mí, como ya te había dicho —susurró, pateando una piedra para que cayera—. Todo el cambio de pensamiento que vino después fue tu culpa, despertaste inseguridades dentro de mí que no creía que existieran.


—Me hace sonar mal, pero me alegra haberlo hecho —rio, brincando cuando le mordió la oreja—. Al final es lo que nos trajo hasta aquí.


Y Grahim lo sabía, él sabía la condición en la que había acabado Link después de su larga pelea, sabía que su estado agotado y herido no tenía ninguna oportunidad contra el Heraldo, así como también sabía que a su antiguo amo le importaría poco y atacaría a matar... cosa que casi había logrado.


—Y a ti, Sky Child, ¿qué fue lo que te hizo volver a salvarme? —También recordaba como él le había ordenado irse mientras intentaba contener la furia del otro, solo para que regresara a sacarlo de ahí.


—Aún no lo sé, —suspiró, removiéndose levemente en su lugar—. Que de repente aparecieras era algo increíble para mí, no sabía qué hacer.


—Te pedí irte y no lo hiciste.


—No podía dejarte ahí, no podía solo irme y dejarte ahí para que te mataran —se quejó—. Ni siquiera sabía que podías morir, pero el dolor en tu cara no se parecía en nada a lo que había hecho la primera vez.


—Tu naturaleza de héroe nunca duerme, ¿verdad? —Rio entretenido—. Si tu no me hubieses ayudado en ese momento, nada de eso hubiera pasado de igual forma.


—Al final de eso va la vida, hacer lo que nos nace, lo que nos hace sentir bien.


Grahim no pudo estar más de acuerdo con esa parte y se sentía orgulloso de haber seguido sus instintos aquel día, aunque toda la situación pareciera una completa locura que podría desvanecerse en cualquier momento, se sentía feliz por primera vez en mucho tiempo.


—¿Qué han decidido entonces? —Zelda les hizo brincar con su repentina aparición, pero no pareció importarle mucho—. ¿Se quedarán a vivir acá arriba o bajarán?


—Bajaremos, —Link dijo antes de que Grahim abriera la boca—. Aquí solo tengo la academia y allá abajo es un lugar que ambos conocemos más.


Zelda sonrió al ver a Grahim desviando la mirada para esconder su vergüenza, palmeándole el hombro a su amigo—. Ese es el espíritu, también he convencido a mi padre de que vivamos allá abajo.


—Supongo que Vilán lo hará también —Link dijo, viendo como Grahim gruñía al recordarlo.


—No lo sé, sigo sin saber que le pasa por la cabeza —Zelda suspiró con hastío—. Con que no quieran vivir justo al lado mío o regresaré.


—Siempre pensé que la encarnación de la Diosa sería amorosa con todos.


—Todos tenemos un límite.


Grahim suspiró cuando los vio sonreírse mutuamente y después correr hacia la orilla y saltar, esos dos realmente eran todo un caso.


◊◊◊


—Un poco más a la derecha y queda perfecto, —Zelda dijo mientras Link terminaba de acomodar el tablón—. Ahí, perfecto.


—Aún no puedo creer que esté usando mis habilidades para algo tan burdo, —Grahim resopló mientras hacía que la navaja se encajara en la madera para poder clavarla.


—Eso no es culpa nuestra, monstruos ya casi no hay y los pocos que hay, casi se mueren de solo verte —Link dijo mientras terminaba de clavar las cosas—. Realmente no son nada inteligentes.


—Son sirvientes, que piensen no es necesario —Grahim suspiró con hastío—. Aunque en muchas ocasiones que tuvieran sentido común habría servido mucho.


—Tú los creabas así que cúlpate a ti mismo —Link dijo solo para molestarlo mientras bajaba del techo, sacudiéndose las manos del polvo—. Con esto, terminamos por ahora.


El número de personas que había decidido establecerse en las tierras inferiores era más grande de lo que cualquiera de ellos se había imaginado, antes de si quiera darse cuenta, ya tenían a varias personas pidiéndoles apoyo para construir un lugar donde vivir o para trasladar sus cosas; el pequeño robot (que no dejaba de preguntar por Fay), fue de mucha ayuda para todo eso y los poderes de Grahim, aunque este no lo aceptara y lo pusiera de malas, también lo había sido.


Zelda había establecido su casa a la salida del templo, donde Link había conocido al primer Goron, asegurando que el lugar tenía mucho valor sentimental para ella pues había sido de lo primero que vio al llegar a esa tierra desconocida y peligrosa. A Grahim no le entusiasmaba recordar mucho que ese lugar también había sido donde él la atrapó, pero prefirió no decir nada.


La mayoría de la gente del pueblo se estableció en la parte central del bosque de Farone, alrededor del gran árbol central. A los Kyu les aterraba tener desconocidos tan cerca de donde ellos tenían su hogar, pero poco a poco fueron acostumbrándose y Link vio con orgullo cuando por fin empezaron a convivir.


—Iré a revisar que todo se encuentre en orden —Zelda dijo con una sonrisa—. Les llamaré para comer.


—Gracias por tu ayuda, Zelda.


Grahim vio a la mujer sonreírles a ambos antes de dar media vuelta y dirigirse hacia la salida de esa zona, cuando la perdió de vista, se giró a mirar a Link que miraba la casa fijamente—. Y bien, Sky Child, ¿por qué elegiste este lugar?


Dada la naturaleza de Link, Grahim estaba casi seguro de que el héroe escogería un lugar cercano a todos los demás, que buscaría quedarse lo más apegado a su amigo ese que parecía querer estar a su lado pero que lucía aterrado por la presencia de Grahim; muy para su sorpresa no fue así y dijo que construirían la casa en la parte alejada que daba hacia el templo de la contemplación.


—Porque fue el lugar donde empecé a darme cuenta de muchas cosas, —dijo con una sonrisa, abriendo la puerta e internándose en la pequeña casa que quedaba perfecta para ambos, esperando hasta que Grahim entrara—. Fue donde me pareció verte por primera vez, donde realicé mi primera Hypnea, donde me refugiaba cuando sentía que las cosas me superaban.


Grahim caminó hasta él y lo abrazó, también lo había visto desmoronarse, lo había visto volver a ese punto para esconderse bajo los arcos y quedarse a acampar ahí, había escuchado a el espíritu dentro de la espada decirle que era normal, que era un humano en un mundo desconocido.


—Veo que la gran mayoría ha escogido un lugar con alto valor sentimental —dijo mientras le acariciaba la cabeza, disfrutando como el más joven parecía deshacerse cada vez que lo abrazaba—. Aunque te equivocas, yo empecé a observaste desde que aterrizaste en estas tierras.


—Vaya acosador que me gané —Link rio, jalándole el cabello levemente—. Pero no me equivoqué, fue aquí donde creí haber visto a alguien, ese alguien eras tú.


—No me hagas sonar tonto.


—Tú solito lo dijiste.


Grahim solamente soltó un suspiro, la verdad es que no podía ni enojarse con él realmente, Link se había apoderado de su todo y se negaba a soltarlo, las cosas giraban alrededor de él y aunque en un inicio lo había confundido, ahora lo aceptaba y era feliz de hacerlo—. Realmente hemos ganado ambos.


—¿A qué te refieres? —Preguntó, despegando la cabeza para mirarlo.


—Has conseguido que el ser más magnífico y perfecto de este mundo se enamorara de ti —dijo con altanería, haciendo que Link le pellizcara el costado—. Me has atrapado completamente.


Grahim podía ser muchas cosas, excéntrico, egoísta, narcisista y todas las cosas malas que alguien se pudiese imaginar en el mundo, pero él había sido capaz de descubrir una fase diferente, una cara que ni siquiera el mismo señor de los demonios sabía que tenía. Grahim lo hacía feliz y el casi perderlo casi lo hace volverse loco, lo amaba, estaba bastante seguro de eso.


—Quédate a mi lado, ¿sí?


—No pienso dejarte, puedes estar tranquilo.


No sabía lo que les deparaba el futuro, pero Link se sentía tranquilo de que irían bien , mientras se mantuvieran juntos, el futuro de su gente lucía lleno de luz con sus sombras esparcidas por acá y allá, asegurando el balance que solo ellos dos podían dar.

Notas finales:

Otra historia más que vengo a terminar.... Bueno, la verdad es que ya estaba terminada, allá en Wattpad, pero por la razón que sigue estando en mi perfil, no lo había venido a subir acá.

Como mencioné en otro lado, a pesar de ya no tener pensado el volver acá a terminar lo que empecé, la verdad es que terminé por sentirme mal de tener las historias inconclusas aun sabiendo que ya están terminadas. No sé si todavía hay gente bonita que me lea por acá, pero pues aquí está.

Yo sigo escribiendo, me pueden encontrar en Wattpad como Luna_Lan

Gracias por todo, espero que estén de lo mejor.


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