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Inesperado por LunaArlert

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Notas del capitulo:

Perdón, perdón, sé que me he tardado medio siglo en coninuarla pero como siempre, las terminaré de sí que sí >-<

Muchísimas graacias por su magnifico apoyo de verdad ^^

Enjoy!

Lo que despertó a Link esa mañana fue el toquido un tanto desesperado en la puerta de su habitación. Un tanto desorientado, salió de la cama, librándose a penas de caer al piso cuando las piernas se le enredaron en las cobijas y abrió la puerta.

—¿Todo bien? —Impa preguntó en cuanto abrió la puerta, mirando hacia el escritorio donde Grahim parecía estar distrayéndose con una pluma que pertenecía al Neburi de Zelda.

—Sí, sí… —no podía dar un informe detallado de todo lo que había acontecido en la noche pero el hecho de que estuviese despierto sin ninguna herida y que Grahim siguiera ahí decía todo—. Todo en orden.

La mujer frunció el ceño cuando se dio cuenta de que Grahim había volteado a verlos y tenía una mueca de burla hacia ella—. Te lo he dicho, sirvienta, la única razón mía de estar aquí es él.

—Zelda quiere hablar con todos para planear nuestros siguientes movimientos —cortó, alejándose de ellos.

—Deja de probar tu suerte con ella, Grahim —Link se estiró después de cerrar la puerta.

—No tiene oportunidad contra mí —contestó, levantándose por fin de la silla.

—No estamos hablando de poderes, aunque digas estar solo de mi lado, resulta que mi lado es el mismo que ellas… —Suspiró, acomodándose el cabello y sentándose nuevamente en la cama.

Las palabras resultaron ser más difíciles de digerir de lo que Grahim esperó, sabía perfectamente que ya no estaba del lado del Heraldo, lo había atacado, vamos era lo obvio, pero tampoco se consideraba alguien bueno que lucharía por el camino de la luz. Quería proteger a Link y lo haría pero el que este estuviera de ese lado le resultaba bastante difícil de asemejar.

—Será mejor ir, no quiero que me diga más cosas —levantó nuevamente la mirada cuando el joven volvió a hablar, encontrando con que ya se había colocado la espada y escudo en la espalda, estando listo para salir.

Solo atinó a asentir y caminar de mala gana detrás de él. La academia lucía mejor cuando era de día, los vitrales y ventanas proyectaban distintas sombras que hacían lucir al lugar como si fuera más artístico.

—Link, espero que hayas descansado bien —la animada y tranquila voz de Zelda los recibió en cuanto abrió la puerta al despacho de Gaepora.

—Espero que tú también, estoy seguro de que no habías dormido bien dentro de un buen tiempo —rio, caminando hasta su lado.

—El dormilón eres tú.

—Vaya escena… —Grahim murmuró, tardó un par de segundos en darse cuenta de que esas palabras habían salido de su boca, dándose cuenta de que había jalado todas las miradas hacia él.

«Detecto que la emoción predominante en él son los celos. » La voz de Fay resonó en la cabeza de Link, causando que el mismo calor que le había llegado al momento en que lo había cargado, volviera.

¡Fay!

—C-Como sea, hablemos de las cosas… —murmuró, escondiendo la cara tras una de sus manos.

—¿El Heraldo ha llegado a esta dimensión? —Zelda preguntó, mirando a Grahim.

—No, aún no puedo detectar su energía —le aliviaba contestar con eso, aunque creía que esa suerte se les estaba acabando.

—Perfecto, en lo que debemos de concentrarnos ahora es encontrar una manera de vencer al Heraldo —dijo con convicción.

—Solo el elegido es capaz de derrotarlo, Zelda, ninguno de nosotros es capaz de blandir la Espada Maestra —Impa suspiró, mirando al chico.

—Eso lo sé, pero podemos ayudar en algo, distraerlo, quizá no lleguemos a matarlo pero sí a debilitarlo. Grahim pudo hacerlo al atacarlo.

La mujer meditó un par de segundos antes de asentir—. Por ahora lo primordial es entrenarlo a él en las habilidades que requieren mayor atención, tú puedes ayudar. —Dijo, apuntando hacia Grahim.

—Sólo si él está de acuerdo —él era capaz de atacarlo con una fuerza equivalente a la del Heraldo pero aún seguía negándose a aceptar las órdenes de los demás.

—Sí, esta vez lo venceré —dijo, dejando de lado esa sensación de fracaso que no lo había abandonado desde aquel día.

—Muy bien, será mejor comenzar en cuanto sea posible —Impa miró a Zelda quien asintió con seguridad.

—Vamos por algo de desayunar y comenzamos.

Después de un desayuno donde Link se sintió espantosamente vigilado por tener la mirada de Grahim y Fay sobre él, el grupo se dirigió al amplio patio perteneciente a la academia.

—¿Existe algo en el que te sientas más desconfiado, Link? —Zelda preguntó, mirando al chico.

—Pues... —No lo hacía por sonar creído, pero realmente no encontraba qué era aquello que lo ponía en aprietos, no era el tipo de persona que pensara a detalle sobre las batallas que había librado para mejorar su estrategia, las cosas terminaban por salirle bien de alguna u otra forma—. Sinceramente yo...

—Los ataques aéreos, dirigidos —Grahim interrumpió, haciendo que por milésima vez, las miradas recayeran sobre él—. Ese tipo de ataques solían ser los que normalmente lograba asestar y con los que mi...amo, logró debilitarte.

—Es verdad... —Murmuró, recordando con desagrado esa especie de navajas rojizas que Grahim le lanzaba y que había rasgado su ropa y piel en más de una ocasión.

—Será bueno trabajar en eso —Impa suspiró. Era un tanto incómodo tener a alguien que solía ser su enemigo, dando consejos. Aún no terminaba de acostumbrarse.

 —Recuerda, Sky Child, no soy alguien que se contenga en batalla —Grahim sonrió, no le importaba que los demás tuvieran alguna idea de entrenamiento, él pondría el mayor empeño en prepararlo, sabía que la ira de su amo era aún mayor que lo que era antes.

Link sonrió, aunque casi toda su vida había sido una persona tranquila, el tiempo que había pasado en su travesía en las tierras inferiores, le habían hecho desarrollar una especie de gusto por mantenerse activo y luchar por las causas justas.

—Creo que aquí salimos sobrando, no hay algo que podamos hacer —Zelda rio cuando las primeras navajas salieron dirigidas hacia su amigo, girándose para ver a Impa y el resto de compañeros de la academia que miraban con interés la batalla que los otros dos libraban—. Impa, será mejor prepararnos por nuestra cuenta y dejar que ellos se concentren.

—¿Estás segura? ¿Dejar a Link solo con él? Zelda, podría lastimarle…

La chica sonrió—. Impa, no sucederá.

—¿Cómo puedes estar tan segura? Él solía ser nuestro enemigo.

—Solía, tú lo has dicho —sonrió—. No sé cómo explicarlo, Impa, pero Grahim está completamente centrado en proteger a Link, la posibilidad de que nos ataque es mínima.

La mujer meneó la cabeza levemente pero aceptó, consideraba que de ser algún plan para atacarles desprevenidos, ella ya habría notado algo fuera de lo normal… De igual manera no bajaría la guardia.

Un corte.

Dos cortes.

Más de tres.

Por un momento Link sintió como si estuviera peleando contra él como si siguieran siendo enemigos pero era la mirada de preocupación, no estaba completamente seguro, que le enviaba cada que él se detenía y mantenía una posición segura de él, le decía que el otro simplemente estaba ayudándole a entrenar.

—Observa la posición, cuando estén cerca de ti, esquívalos —dijo cuándo una de las siete navajas que lanzó, alcanzó a cortar su pierna.

—Es fácil decirlos —rio—. Si no se cruzaran al final, sería más fácil.

—Sky Child, mi amo no te tendrá consideración en contra tuya —rodó los ojos.

—Deja de llamarle amo —dijo con tono molesto—. No eres su sirviente, ya no más.

—Realmente, Link, no es algo por lo que debas preocuparte actualmente —algo seguía moviéndose dentro de él cada que Link parecía tan afectado por el hecho de que siguiera llamándole de esa forma.

—Da lo mismo, no lo llames más así.

Rio levemente antes de hacer aparecer otro conjunto de navajas para lanzárselos, había  mejora, eso no podía negarlo, el chico ya esquivaba casi todas, pero de igual forma necesitaba encontrar algo que pudieran usar como ventaja para atacar al Heraldo.

Fue hasta que Link golpeó una de las navajas que, claramente no iba a poder esquivar, y que causó que se impactara contra la gran puerta de madera que una idea se formó en su cabeza.

—Link-

—¡Podríamos hacer un ataque de esa manera! —El menor lo cortó, caminando rápidamente para ver la navaja que había quedado en la puerta—. No había pensado en golpearlas.

Grahim empezó a reír, haciendo que Link volteara a verlo con el ceño fruncido al pensar que estaba burlándose de él.

—¿Tanta risa causa mi idea? —Preguntó, rodando los ojos.

—Nada de eso —dijo, apartándose el mechón de cabello de los ojos y apoyando la otra mano en la cintura—, había pensado exactamente lo mismo y el escucharte decirla antes que yo me ha parecido curioso.

—Oh… —Era más que curioso—. Practiquémoslo un poco más.

Después de un par de horas más donde Link logró golpear cinco de las cinco navajas que le envió y que estas impactaran contra de la puerta donde ellos habían acordado y que entre los dos lograran crear un par de nuevos movimientos más actuando en conjunto, decidieron dar por terminado el día.

—Ha sido productivo… —Link murmuró, sentándose en aquella banca que se encontraba en la parte más aislada y elevada de Neburia.

—Son movimientos básicos los que te fallaban, Sky Child —Grahim sonrió, apoyando una pierna sobre dicha banca.

—Discúlpame, jamás pensé que tendría que enfrentarme a un montón de monstruos que en mi vida había visto —rodó los ojos, recargándose completamente.

—Mi a- el Heraldo tiene una serie de ataques cuyo objetivo es desestabilizar al enemigo —comenzó, sintiéndose extraño al llamar de esa manera al otro—. En su mayoría son ataques a distancia aunque, como has comprobado, tiene demasiada fuerza en cuerpo a cuerpo.

—Es fuerza bruta, las heridas que logré infligirle fueron por que supe atinar a los puntos importantes —suspiró, sonriendo levemente.

—He ahí la respuesta —Grahim terminó por sentarse a su lado, contemplando el mar de nubes bajo ellos.

Link miró de reojo al otro que parecía estar sumido en sus propios pensamientos, le parecía algo increíble el haber peleado contra él unos segundos atrás y ahora estar sentado junto a él simplemente descansando, algo dentro de él se sentía feliz por estar en aquella posición.

—¿Quién lo diría, no crees? —Habló.

—¿A qué te refieres? —Grahim volteó a verlo.

—¿Quién diría que somos buen equipo?

 

Notas finales:

Así que ambos hacen buen equipo y Zelda parece verlo completamente~ Las cosas entre amos mejoran a pasos grandes, incluso ya se sueltan las cosas más directamente <3

Impa aún dessconfía, obviamente, y los demás ya ven las cosas un poco más normales. El Heraldo aún no llega pero pues tiene que llegar y ya veremos que pasa...

En fin, quiero agradecerle de todo corazón por su grandísimo apoyo, los votos y comentarios siguen llegando y yo cada vez más soy la persona más feliz del mundo, es hermoso encontrar a personitas nuevas y saber de nuevo de seguidoras que extrañaba (Madison <3). Quiero decirles que no se me preocupen, los responderé en cuanto pueda... Últimamente a penas y tengo tiempo para escribir T-T

Muchas gracias por leer y no olviden dejar su valiosa opinión allá abajin.

¡Nos leemos pronto!

Annyeong~


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