Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Ciudad de los Muertos por InfernalxAikyo

[Reviews - 1104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaa, querubines ;)

Lo prometido es deuda y aquí les traigo el capítulo 62…está light, suavecito, digerible (pero no me odien por él)

Estoy con mucha inspiración así que espero poder volver a actualizar pronto :) ya estoy escribiendo el siguiente.

Cualquier información extra pueden verla en mi página de faceebok.

Como siempre, si encuentran algún error en la ortografía háganmelo saber D:

Gracias por leer!

Abrazos.

Capítulo 62: “Algo más que eso”



- ¡Aiden! ¿¡Qué haces!? ¡Aiden!- la voz grave y rasposa me llamaba otra vez, desesperadamente.

¿Qué estoy haciendo?

- Aiden, despierta…- algo presionó sobre mi cuerpo –Aiden…-

Abrí los ojos y una bocanada de aire entró repentinamente a mis pulmones, como si antes no hubiese estado respirando. Mi corazón latía con fuerza y la cabeza se me partía en dos. Reconocí otra vez la habitación completamente blanca y limpia y el familiar pitido de monitor cardiaco.

- Creo que estabas teniendo una pesadilla…- di un respingo al oír una voz desconocida e inmediatamente me puse a la defensiva. Me relajé a notar los ojos negros sobre mí.

El chico de la otra vez, Allen.  

- ¿Cuánto dormí?- pregunté aún confundido y las imágenes de mi despertar anterior comenzaron a entrar lentas a mi cabeza. Había despertado aquí, mi padre había enviado gente a buscarnos, era noviembre.

Había matado a mi hermano.

- Dos días…- respondió y se acomodó en la silla en la que estaba sentado, al parecer llevaba un tiempo ahí. Llevé las manos a mi cabeza y tiré de mi cabello hacia atrás, confundido. Mis dedos pasaron raudos por una parte en la que creí había más pelo.

Creí que lo tenía más largo.

- Tu padre me pidió que me quedara aquí por si necesitabas algo…- sonrió de forma amable y llevó una mano a su nuca para sacudir los blancos cabellos  de manera nerviosa, como si estar conmigo le fuera incómodo de alguna forma – Aiden… ¿En serio no recuerdas nada?-

Negué con la cabeza.

- Lo último que recuerdo es que mordieron a mi hermano y tuve que dispararle para…- hice una pausa, intentando evitar los sentimientos de culpa - ¿Tú me encontraste? ¿Sabes que ha pasado en estos últimos días?-

¿Qué era esta sensación de vacío?

- Una cosa a la vez…- se puso de pie y al hacerlo su mano rozó con la mía – Tu padre quiere hablar contigo ¿necesitas algo antes de ir con él?-

- Q-Quiero…darme una ducha- confesé.

- Ven aquí…- me ayudó a quitarme los cables del monitor y noté como la intravenosa ya no estaba. Me tomé de su brazo cuando me levanté de la cama y me sentí mareado, con lentitud avanzamos hasta una puerta.

- Ese es el baño de tu habitación, hay agua caliente. Estaré aquí afuera…por si me necesitas- un leve sonrojo asomó  por sus mejillas y esto por algún motivo me hizo sentir incómodo.

- Gracias…-

Cerré la puerta con cuidado y me quedé unos segundos apoyando la cabeza contra la madera helada. A pesar de estar ahora en un lugar seguro ¿Por qué de pronto me sentía tan desesperanzado?

- ¿Qué voy a hacer?- golpeé un par de veces mi frente contra la puerta.

Me quité los pantalones y noté heridas en mis piernas que no recordaba.

- Bueno, Aiden…tienes casi un mes perdido que no recuerdas…- me dije en un suspiro, intentando tranquilizarme. Miré fijamente unos minutos la imagen que tenía frente al espejo. Era yo pero…estaba tan distinto.

Sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos. Encendí el grifo y terminé de quitarme la ropa.

- ¿¡Qué es esto!?- casi caí al suelo de la impresión al ver algo sobre mi pecho, salté hacia atrás y mi espalda golpeó contra la puerta estrepitosamente.

- ¡Aiden! ¿Está todo bien?- oí la voz de Allen al otro lado.

Intenté quitármelo con la mano como si se tratase de una mancha y me asusté un poco al notar que no salía ¿Un tatuaje? ¿Por qué demonios tenía un tatuaje? Era un animal, un lobo con ojos rojos y mirada feroz. Me estremecí al verlo ahí.

- ¿Aiden…?-

Con las yemas de mis dedos rocé el dibujo y un escalofrío me recorrió al sentir algo, una especie de relieve que no seguía necesariamente las líneas del tatuaje. La piel allí se sentía rasposa, como una cicatriz, o muchas.

- Aiden, voy a entrar…- sentí la puerta abrirse tras de mí. El peliblanco se quedó estático bajo el umbral de la puerta, sonriendo.

- ¿Estás bien?-

- ¡Allen!-
tomé su mano y la dirigí a mi pecho. Sus dedos temblaron al rozarme - ¿Sabes por qué tengo un tatuaje? ¿Sientes esa cicatriz? ¿Qué fue lo que me pasó?- los ojos negros de Allen se abrieron sorprendidos.

- ¿Tienes una cicatriz?- su dedo índice pareció formar una letra - ¿Qué demo…?-

- ¿Sabes cómo me la hice?-
él me miró a los ojos, luego miró el tatuaje. Negó con la cabeza.

- Cuando te encontré ya tenías eso-

- ¿Cómo dices? ¿Y cómo se supone que yo me haría un tatuaje si apenas se dibujar? ¡Jamás me haría algo como eso, tuvo que ser otra…!-

- No lo sé, Aiden-
soltó con sequedad el peliblanco y apartó la mano bruscamente de mí, ofuscado.

- Termina de darte el baño y ve a hablar con tu padre, tengo algo que hacer- y sin decir nada más cerró la puerta y a los pocos segundos sus pasos se sintieron fuera de la habitación.

Intenté no tomarle atención al brusco cambio de actitud de Allen, de todas formas él era una persona que yo no conocía, aunque él si parecía conocerme bastante bien. Mi respiración se agitó, se sentía extraño saber que mucho tiempo había desaparecido de mi memoria de pronto ¿Me había dado un golpe en la cabeza? ¿Había sido el estrés? Rocé nuevamente las cicatrices que el tatuaje del lobo de ojos rojos intentaba disimular ¿Tenían algo que ver estas heridas?

El vapor del agua caliente pareció llamarme.

Debía dejar de pensar tanto, seguramente mi padre respondería a todas mis preguntas.

La sensación del agua chorreando con fuerza no fue tan agradable como lo habría querido. Mi baño fue largo e intenté formar nuevamente alguna idea en mi cabeza sobre lo que estaba pasando. Me sentía triste por mi hermano, me sentía solo y a ratos una angustia se alojaba en el centro de mi pecho, partiéndolo en dos e impidiéndome respirar.

Había algo que me preocupaba, algo más allá de tener un mes perdido en mi memoria. No sabía lo que era, pero me desesperaba saber que estaba ahí y que podía sentirlo.

¿Qué debería hacer ahora? ¿Estaba bien si me quedaba con mi padre hasta que todo esto pasara? ¿Estaba bien si me quedaba aquí, seguro, mientras el resto del mundo sucumbía ante el caos? Era lo mejor ¿no?

Salí de la ducha cuando noté pequeñas arrugas formándose en las yemas de mis dedos. Volví a la habitación nuevamente y me encontré con ropa encima de mi cama, unos pantalones y una camiseta limpia que me pertenecían. También reconocí mi cazadora de cuero, cuando la tomé, noté algo extraño dentro de ella. Tuve que palpar varias veces para reconocer que había un bulto en el bolsillo interior. Metí la mano con cuidado.

- ¿Un cuaderno?- ¿Podría ser…? Mi diario.

Con más rapidez y nerviosismo forcejeé con el estrecho bolsillo para sacarlo de ahí, si se trataba de mi diario puede que algo de lo que no recordaba estuviese allí escrito. Me extrañé al ver una libreta que jamás había visto.

Esto no parecía mi diario.

La tapa era de un forrado parecido a la madera y sobre ella había un montón de garabatos y dibujos, con corazones y animales que parecían haber sido hechos por un niño.

Unos pasos fuera de mi habitación me distrajeron. Recordé que mi padre quería hablar conmigo y volví a dejar la libreta en el bolsillo interior de mi chaqueta, luego la leería.

Salí de la habitación y maldije en voz alta a Allen por largarse sin dejarme ninguna indicación. No tenía idea dónde estaba parado, había muchos pasillos que conectaban entre sí. El lugar parecía una especie de hospital o más bien el hospital de una base militar.

¿Estábamos en una maldita base?

- ¿¡Cómo fue que no me dijiste antes!?-

- Cálmate, Allen-

Reconocí la voz de Allen desde el fondo de alguno de los pasillos, sonaba bastante cabreado, comencé a caminar hacia ella.

- ¡Fue Scorpion quién le hizo eso ¿¡no!?!- se escuchó un golpe contra una muralla - ¡Tú estabas cerca de él, idio…!- el sonido de una cachetada pareció silenciarlo todo.

- ¡No me faltes el respeto, Allen! ¡Aún no me olvido de lo que pasó con Branwen allá afuera!- empecé a caminar más rápido al notar la tensión en la voz del segundo hombre – Además yo no sabía que Scorpion le tenía secuestrado ¡Fue tú trabajo desde un principio encontrar a…! Oh…Aiden…- el doctor que había visto anteriormente dejó de gritarle a Allen cuando me vio asomar por el pasillo - ¿Q-qué…qué haces aquí?-

- ¿Quién es Scorpion?-
un escalofrío me recorrió la espina dorsal cuando pregunté eso. Scorpion…ese nombre sonaba aterrador.

- Nadie que tu conozcas…- respondió Allen restándole importancia y apoyando su mano en mi hombro – No te dije dónde encontrar a tu padre ¿O sí?-

- N-no lo hiciste, pero…-

- Vamos allá…ven…-
comenzó a avanzar y prácticamente me arrastró con él – Nos vemos luego, Wolfang-

Caminamos algunos metros en silencio, hasta que me atreví a preguntar.

­- Aún tienes la mejilla roja ¿Estás bien?-

- No me ha dolido – su voz se escuchaba seca y fría, apagada.

- ¿Qué ha pasado?- el negó con la cabeza.

- No es nada importante, Aiden…no debes preocupa…- me detuve bruscamente y él también lo hizo- ¿Qué pasa? -

- No me gusta…-

- ¿Qué cosa?-

- No me gusta el hecho de que tú me conozcas y que no seas capaz de hablarme sobre lo que está ocurriendo…
solté sin pensar demasiado en lo que decía – No…no digo que me cuentes por qué tú y Wolfang estaban peleando pero ¡Te ha golpeado, joder!-

Una sonrisa asomó por su rostro.

- Me merecía esa cachetada-

- Aun así….-


- Aiden…- interrumpió el peliblanco y dirigió una de sus manos para acariciar mi mejilla izquierda – Gracias por preocuparte – me quedé estático unos segundos ante su gesto tan cariñoso.

- ¿Éramos amigos?- pregunté de pronto.

- ¿Quiénes?-

- Tu y yo… ¿éramos amigos antes de que perdiese la memoria?-
él volvió a sonreír. Sin decir nada se acercó a mí y me besó en la mejilla que antes había acariciado, solo que muy cerca de mis labios. Mis músculos se contrajeron en un escalofrío.

- Éramos más que eso, Aiden- susurró sobre mi oído. Me aparté con brusquedad.

- ¿Q-qué dices?-

- No he dicho nada…- aunque lo intentó disimular pude oír la risa que soltó junto a esa frase – Es mejor que veamos luego a tu padre, o se enfadará…- retomó su paso y yo me quedé helado unos segundos ante sus palabras.

¿Él y yo…? ¿Era eso posible?
 

Notas finales:

Allen ya está haciendo de las suyas distorsionando la realidad ¿caerá Aiden en su teatro?

 Pueden dejar sus opiniones, comentarios, críticas o preguntas a algún personaje en un lindo –o no tan lindo- review :3

Que tengan una linda semana.

Nos leemos pronto :)

Saludos! :3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).