Fugaku llegó a una enorme habitación de color rojo, las cortinas eran de una tela cara igualmente carmín, justo como las cobijas y sillones que ahí se encontraban. Dejó suavemente al niño en la cama, este lo vio extrañado.
-antes que nada... ¿por qué estás aquí?- preguntó al ver al niño avergonzado.
-es que... mis padres me abandonaron en la puerta-
-oh... ¿sufres mucho?-
-... no lo diría así, es la única opción que tengo, y me tratan de una forma...- una lágrima salió de su ojo derecho. -es un asco estar aquí- entonces, dejó salir todo el dolor que le había causado su vida ahí.
-shhh, tranquilo nene... yo te cuidaré- se acercó y lo tomó entre sus brazos, el niño lloró aún más y mojó la camisa del mayor. Fugaku subió la cara del niño. -te haré disfrutar un buen rato- lo comenzó a desvestir, y ya cuando no tenía nada encima, comenzó a besarlo por todo el cuerpo.
-... esto no me gusta señor-
-se que esto no se debe hacer nene, pero necesito alimentarme- le sonrió de una forma extraña que Konohamaru no logró entender.
-¿a qué se refiere?-
Justo cuando terminó de preguntar Fugaku mordió el miembro del menor y lo arrancó para luego comenzar a masticar como si fuera el más delicioso manjar.
-¡¡¡¡AAAAAAAAAGHHH!!!!- el chico vio la sangre salir, se trató de alejar pero el otro lo tomó de las piernas y lo regresó a su lado. Con su mano entró al cuerpo del menor por el ano y comenzó a rascar las paredes con las uñas sintiendo el calor abrazador de la sangre salir. Konohamaru comenzaba a perder la conciencia.
-¡espere!- no podía con ese dolor. Fugaku sacó su mano y comenzó a lamer la sangre.
-delicioso- el pequeño se desmayó, no supo si fue por la pérdida de sangre o si solo fue el dolor. -que pena... me gustaban los gritos- entonces acercó su boca al estómago y comenzó a morder y abrir el interior para sacar los órganos y tragarlos uno por uno, luego prosigió con la piel dejándolo en huesos prácticamente, lo único que dejó normal fue el cuello y la cabeza. Colocó el cuerpo de Konohamaru de costado en la cama y lo tapó hasta donde aún había piel.
Salió de la habitación y le dijo a la mujer que lo atendió.
-está dormido, al parecer fui muy rudo... déjelo recuperarse- le sonrió y se fue.
Naruto había terminado el día de escuela. Finalmente había terminado las horribles clases con las horribles profesoras. Ahora volvía a su habitación. Su uniforme de deportes se encontraba sucio ya que nuevamente había ido a jugar soccer. Abrió la puerta de la habitación y con lo que se encontró lo sorprendió.
Kiba estaba frente al espejo con una muy provocadora ropa de noche. Se veía triste.
-¿Kiba?- cerró la puerta el rubio, se acercó al castaño. -¿pasa algo?-
-... es Neji... no se que le pasa- bajó la mirada y se encontró con su cuerpo, igual de bien trabajado que antes.
-¿qué tiene Neji?-
-el ya no me trata como antes... ahora es frío- se volteó a ver a Naruto. -no entiendo qué le pasa-. Comenzó a llorar, su amigo lo abrazó durante algunos minutos hasta que se tranquilizó.
-no debe ser nada, el te ama Kiba, se le nota en los ojos-
-yo no diría lo mismo Naruto, ayer que estuvimos solos, ni siquiera volteó a verme cuando me quité la ropa... supongo que ya no le parezco deseable-
-¡no digas eso!, eso es algo muy feo de decir-
-no puedo decir lo contrario, mira esto- llevó una mano a su estómago y tomó una lonja. -hola, soy gina, la lonja parlante y arruinaré tu vida- lloró aún más. Se soltó del rubio y fue al baño para cerrar la puerta detrás de el.
-... yo tengo mas y no me quejo- Naruto suspiró y se fue a su baño propio para darse un largo y relajante masaje con la tina.
Neji estaba en su auto conduciendo por la ciudad, ya era muy noche por lo que no había casi nadie transitando a esa hora. Detuvo su auto en la entrada de la escuela de su novio, bajó de este, pronto descubrió que la botella de la que había estado bebiendo había caído al suelo. No le dio importancia y de un teléfono público marcó al cuarto de Kiba.
-¿diga?- era la voz de Kiba, se notaba raro-
-¿Kiba?-
-¿Neji?, ¿eres tu?, ¿qué pasa?-
-nada nada, solo quería verte-
-espera... ¿estás ebrio Neji?-
-no Kiba, para nada-
-¿dónde estás?-
-en la entrada de tu escuela, necesitamos hablar-
-de acuerdo Neji, voy para allá-
Colgó dejando a Neji escuchando el teléfono durante algunos segundos, hasta que notó que ya no había nadie del otro lado de la linea.
Volvió a su auto y se recostó en el capó, estaba justo al frente de la hermosa reja así que no se le complicaba el saber si su novio tardaba o no. Pocos minutos después lo vio caminar tan elegante como siempre.
-Neji- se acercó y cuando estuvo a punto de besarlo se alejó de golpe.- si has estado tomando- se enojó.
-solo fue poco-
-Neji, te he dicho que esto te hace mucho daño, pensé que ya lo habíamos superado-
-yo igual lo pensé... pero bueno, ya que tengo a una zorra por novio, tengo que desquitarme con algo-
-wow, espera, ¿qué?, ¿zorra por qué?-
-no me digas por qué tan altaneramente, ambos sabemos lo que hiciste-
-¿qué hice?- ahora Kiba no entendía.
-no lo trates de disimular estúpido, supe que no eras virgen cuando tuvimos sexo-
-... ¿cómo lo notaste?-
-ay Kiba, estás más abierto que una cueva, es obvio que alguien ya había estado dentro de tí antes, ¡quiero saber quien fue!-
-¡no!- Kiba se alejó de el. -cuando estés sobrio hablaremos- tomó el cerrojo de la puerta cuando sintió el agarre de Neji en el brazo, lo jaló y lo tiró al pavimento.
-hablaremos ahora perra, quiero saber quien fue-
-¡no te diré quien fue!- se levantó y notó que se había rasgado su pijama y algo de sangre había salido de su rodilla. -¡a ti no te importa!-trató de volver a la reja pero su novio no lo dejó.
-bueno, ya que no me lo quieres decir... lo sacaré a la fuerza- lo sujetó contra el cofre de una mano y con la otra lo comenzó a golpear en la cara y estómago. -¡ya dime perra!-
-¡déjame Neji!- comenzó a patalear tratando de alejarlo de él, sin embargo el castaño no cedió.
-me lo dirás o tomaré medidas aún más drásticas- susurró a su oído. Eso alarmó a Kiba.
-¡AYUDA! ¡POR FAVOR!- gritaba con todas sus fuerzas.
-tu lo pediste- lo tomó de las muñecas y lo volteó para que su cara quedara pegada al capó. -solo te marcaré como mío y ya, tal vez así dejes de ser una perra- bajó su ropa interior al igual que la de Kiba y sin más lo penetró.
-¡¡¡AAAAAAAAAHH!!!- las lágrimas salieron con más fuerza de sus ojos. Poco tiempo pasó y el mayor se corrió dentro de su novio.
-me voy amor- subió los pantalones del menor y lo aventó a la entrada de la escuela. Subió a su auto y se fue.
Naruto había comenzado a preocuparse por Kiba, ya llevaba media hora fuera y no había avisado de nada. Se puso su bata y salió de la habitación econtrando la escuela desierta. Caminó y bajó las escaleras de marmol para después ir a la puerta principal. Pasó por los jardines y llegó a la reja, no vio el auto de Neji por lo que supuso que se habían ido.
-hum... ya nadie avisa- suspiró, cuando estaba a punto de irse escuchó un gemido de dolor. Se volteó y abrió la reja para buscar la fuente del ruido.
-agh- cuando cruzó el umbral finalmente lo pudo ver, su amigo estaba tirado en el suelo con la cara amoratada e inflamada, su pantalón verde se comenzaba a obscurecer con lo que supuso era sangre.
-¡Kiba!- lo trató de levantar, como pudo volvió al edificio y buscó en los cuartos de los maestros ayuda. -¡ayuda por favor!- gritaba, pocos segundos después salió una maestra con los tubos en la cabeza y un ojo medio cerrado.
-¡¿qué pasa?!- estaba desorientada.
-¡necesito ayuda con mi amigo!, ¡no se que le ha pasado!- la mujer se acercó, pronto se comenzaron a abrir otras puertas dejando ver a muchos maestros conocidos y a otros que no.
-demonios, hay que llevarlo a la enfermería- pidió ayuda a el maestro de deportes y dijo. -hay que despertar a la señora Wong, ella sabrá qué hacer-
Todos comenzaron a correr detrás del maestro, el profesor de literatura se ofreció para despertar a la enfermera. Cuando llegaron al lugar solo pudieron entrar Naruto junto con Kiba y el profesor, poco tiempo después llegó la señora Wong.
-¿qué le ha pasado?-
-no lo se, salió a ver a su novio y cuando fui a buscarlo lo encontré así-
-de acuerdo... póngalo boca abajo- hicieron lo pedido, bajó los pantalones y dio un pequeño grito. -lo que suponía, han violado a tu amigo... al parecer igual lo golpearon y con fuerza...-
-pero el estará bien, ¿cierto?-
-si, es posible que esté bien, al parecer no perdió mucha sangre... pero necesito saber donde fueron los golpes-
-¿por qué doctora?-
-porque si fueron cerca del estómago, es posible que le hayan quitado la posibilidad de procrear...-