Sasuke Uchiha estaba recostado en su cama, recién salía de darse una ducha, tenía la radio de su habitación encendida y se escuchaba "be my baby" cantada por The Ronettes. Esa canción le recordaba al único doncel que había logrado captar su atención. Su hermoso cabello rubio meciéndose con el viento era una imagen que deseaba ver con desesperación. Observó su reloj de noche, eran las 9:27. Momento ideal para dormir, apagó la lámpara y cerró los ojos.
Pero poco tiempo le duró el gusto de dormir temprano, ya que el sonido de un auto estacionándose en el interior del jardín lo despertó. Asomó su cabeza por la ventana y se encontró con el auto de Neji, y dentro de este un castaño llorando. -¿qué demonios?- salió de su habitación con su pijama negra puesta encima, bajó las escaleras y salió de la casa para acercarse lentamente al auto. -¿Neji?-
-hice algo terrible Sasuke- su voz se escuchaba arrastrada y triste.
-¿qué hiciste Neji?- abrió la puerta del auto, pero se arrepintió al momento de haberlo hecho, todo el piso y parte del sillón estaban manchados de vómito.
-le hice algo terrible a Kiba... no me perdonará jamás- comenzó a llorar con más fuerza.
Kiba estaba recostado en una de las numerosas camillas de la escuela inconciente, a su lado estaba Naruto leyendo una novela romántica mientras esperaba que su amigo despertara. De rato en rato se escuchaban gemidos de dolor y pequeñas lágrimas que salían de los ojos cerrados.
La enfermera entró.
-doctora Wong, ¿cómo se encuentra?-
-... es algo preocupante Naruto, hay una muy alta probabilidad de que el no pueda procrear...-
Observó triste a su amigo, ya esperaba esa respuesta, solo que deseaba lo opuesto.
-¿no se puede hacer nada?-
-pues, esperar y dejar en manos de Dios lo que le pase...-
-¿y cómo está de lo demás?-
-se recuperará, tiene dos costillas rotas, y... el músculo del ano destrozado, va a sentir mucho dolor los siguientes meses-
-pobre Kiba...-
Sasuke dejó a Neji en una habitación de invitados, estaba profundamente dormido, por lo que ni siquiera notó que le dieron un baño y cambiaron su ropa.
Después de hacer todo eso, se fue a dormir, debía estar descansado ya que ese mismo día en pocas horas sería su primera cita con su amor platónico.
Naruto despertó en su cama, igual que siempre. Solo faltaba algo, o más bien, alguien. Kiba, el lugar se sentía tan vacío sin su amigo; pronto una tristeza enorme lo invadió, pero esta desapareció justo cuando recordó que tendría su primera cita.
-¡SIII!- saltó de la cama y se dio una ducha rápida, después salió y le dio algo de forma a su cabello ya que no le gustaba que no se moviera. Pasó a la enfermería de salida para ver cómo seguía su amigo, aún no despertaba por lo que decidió irse sin preocupaciones grandes.
El azabache tomó las llaves del auto que había comprado con lo que tenía ahorrado desde niño. Un precioso buick roadmaster 1947 color mango lo esperaba afuera de la puerta principal.
-ahí voy Naruto- dijo mientras descapotaba el auto y se ponía sus lentes de sol.
El rubio caminó con tranquilidad hasta la reja de la escuela, después de encontrar a su amigo ahí le daba algo de pavor acercarse, pero por ese único momento haría la excepción. Abrió y esperó pacientemente a la llegada de su pretendiente. Por su cabeza pasaban distintas cosas, "¿será lindo en verdad?, ¿le gustaré si es que tenemos sexo?"... Pronto, a lo lejos se comenzó a escuchar un fuerte motor que a cada segundo se acercaba más, divisó un hermoso auto amarillo que se acercaba a toda velocidad, no lo dudaba, era Sasuke.
Pocos segundos después, el auto se detuvo justo frente a el.
-Naruto- dijo Sasuke mientras salía del auto para abrir la puerta de su pretendiente.
-Sasuke- contestó con una sonrisa. A ambos se les olvidó la extraña noche que tuvieron en un instante.
-¿a donde te gustaría ir Naruto?-
-¿a donde me puedes llevar Sasuke?-
-te podría llevar a la luna- volteó la cara y le sonrió, el rubio se sonrojó de inmediato.
-mmm mejor vamos a comer ¡ramen!-
Sasuke en verdad odiaba esa comida, pero si eso era necesario para complacer a su amado, lo haría.
-de acuerdo Naruto, iremos a comer ramen- pisó el pedal a fondo y condujo por toda la carretera hasta llegar a un pequeño pueblo cercano a la escuela, pero que estaba en la costa.
Ambos fueron a un pequeño restaurant con muchas luces y un balcón gigantesco que daba al mar, podías ver a lo lejos los delfines o las ballenas, al igual que los botes.
-oh wow- dijo Naruto mientras suspiraba, le encantaba el mar y el calor. Nunca se sintió identificado con el frío, por lo menos no hasta que conoció a Sasuke. -esto es hermoso-
-me gusta mucho venir aquí, mi madre siempre nos traía a mi hermano y a mi a este lugar cuando... estábamos solos, aparte sirven deliciosas ensaladas- Se acercó a una mesa que estaba finamente arreglada con flores y velas, jaló la silla para que su rubio se sentara. -me agrada que te guste- se fue a sentar justo al frente de este. El sol se comenzaba a ocultar en el horizonte después de la comida, ambos platicaban amenamente de todo y nada al mismo tiempo.
-¿qué es lo más interesante que te ha pasado esta semana?- preguntó Naruto a Sasuke mientras bebía de un enorme vaso lleno de malteada de fresa.
-mmm veamos... ya se, ayer en la noche Neji llegó a mi casa sin ningún aviso ni nada, estaba totalmente ebrio y balbuceaba cosas sin sentido-
Al escuchar el nombre de Neji, Naruto se puso en alerta al instante, "¿cosas sin sentido?".
-¿a qué cosas sin sentido te refieres?-
-me dijo que le había hecho mucho daño a Kiba y que nunca lo perdonaría, pero no lo creo, porque sino ya me habría enterado por alguien-
-oh no, entonces fue el-
-¿el fue qué?-
-ayer en la noche Neji fue a ver a Kiba, se tardaron un rato afuera, entonces cuando Kiba no regresó me preocupé, lo busqué afuera y... me encontré con algo que destrozaría a cualquiera-
-¿qué fue?- Sasuke se preocupó por la salud mental y física de su rubio.
-alguien había violado y golpeado a Kiba...-
-demonios... ¿crees que haya sido Neji?-
-si, yo creo que si-
-¿fueron graves los golpes?-
-la enfermera dice que tal vez ya no pueda tener hijos por eso-
-¡Fugaku estúpido!, tengo que estar cubriendo tus huellas porque estás como un adolescente hormonal matando a todo aquel que se cruza en tu camino- gritó Orochimaru a la cara del castaño que se encontraba sentado al frente de su escritorio donde yacía la mitad del cuerpo de un chico de 14 años. -tendré que matar a todos en ese burdel para que nadie hable, espero que estés contento, saldremos en las noticias estúpido-
-no era mi intención, solo tenía mucha hambre y el niño se veía apetecible-
-¡basta!, de ahora en adelante solo comerás gente sin hogar, gente que nadie va a extrañar, es muy molesto tener que callar a todo el mundo-
-no te preocupes, ya tengo a mi próxima presa-
-¿quién?-
-su nombre es Naruto-