Naruto y Shino salieron de la escuela, el castaño llevó a el ojiazul a un bello restaurant, ahí les dieron una mesa al aire libre, justo al lado de la costa.
-que lindo lugar- Naruto trataba de ganar puntos, este chico podía ser el indicado...
**Flashback**
Habían pasado dos días desde que fue el incidente con Sasuke, Naruto recapacitaba mucho sobre lo que el azabache le dijo, ¿era cierto?, ¿se volvería un quedado y nadie lo querría?...
-hola- dijo una voz en su espalda, volteó y se encontró con nada mas y nada menos que Shino.
-hola-
-¿cómo estás?-
-... bien, ¿tu?-
-bien, gracias- se sentó al lado de el, el rubio se encontraba en una hermosa jardinera que daba hacia la fuente principal de la escuela. -no se nota que estés bien, ¿qué es lo que ocurre?-
-nada, en serio, solo estoy pensando en algo-
-¿qué es ese algo?, digo, si es que se puede saber-
-me dijeron algo que podría ser cierto-
-¿qué te dijeron?-
-que si seguía a este paso, me volvería un chico que no encontrará pareja jamás y se volverá un quedado- una lágrima resbaló por su ojo derecho. La mano del castaño inmediatamente limpió la gota de la cara de Naruto.
-no- tomó su cara entre sus manos -tu nunca serás un quedado, hay muchas personas que morirían por estar contigo- le sonrió.
**fin flashback**
-oye Shino, ¿te molesta si te pregunto algo?-
-no, para nada, dime-
-tu apellido es muy raro, ¿de donde es?-
-ah, jeje, es italiano, mi madre lo era, pero mi papá era japonés-
-oh, ¿por qué no usas el apellido de tu padre?-
-... es algo complicado de explicar, antes mi familia era de las más adineradas de todo el país, así que, muchas personas la querían para no hacer nada con sus vidas más que gastar- tomó un sorbo de su limonada -entonces, mi padre decidió ocultarse, y ocultó la fortuna, fingió la muerte de mi madre, la mía y la de el en un accidente de avión, ahora por eso uso el apellido de mi madre-
-entonces, ¿tu verdadero nombre es?-
-Shino Aburame-
-oh Dios... increíble, yo que pensé al inicio de año que eras un vil y rastrero ratero-
-jajajaja, no tanto así, digo, ya no tengo la vida de antes, pero me acostumbré-
-jajajaja, si, que bien- sonrió. -y dime Shino, ¿tienes novio o novia?-
-emmm, me gusta alguien, y tú lo conoces-
El rubio recibió la señal al instante.
-oh, a ver, dime su nombre-
-... pero promete no decírselo-
-mmm, de acuerdo-
-... ok... es Kiba- El rubio sintió como sus esperanzas caían al suelo al igual que un jarrón de cristal que se partía en mil pedazos.
-oooh- trató de sonar normal -esa no la esperaba jaja, ¿desde cuando?-
-los vi cuando salieron juntos, y se veía tan guapo-
Sasuke había decidido volver ese fin de semana con su familia. Era tan extraño estar con ellos, le hacían el caso mínimo, la única que parecía quererlo en verdad, era su madre.
-Sasuke- dijo la mujer con felicidad mientras se acercaba y lo abrazaba, el azabache acababa de llegar en un taxi.
-mamá- la abrazó igual. Atrás de su madre estaba su padre, hablaba con los socios de su empresa sobre mil y un cosas que hacer, Itachi seguramente estaba drogándose en su cuarto al igual que siempre.
-muévete Sasuke- dijo su padre mientras lo apartaba con una mano para subirse a la limusina junto con sus acompañantes. Mikoto no dijo nada, solo sonrió a su hijo y entraron a la casa, caminaron a la cocina y su madre comenzó a preparar un delicioso pastel de mantequilla. Prendió la radio.
-¿qué escucharemos madre?-
-mmm no lo se, veamos que hay aquí- cambió la estación y la dejó en una donde sonaba la voz de Dusty Springfield cantando "in the middle of nowhere". -ven Sasuke, vamos a cocinar un rato, recuerdo que te gustaba mucho que lo hiciéramos juntos- la mujer lo tomó de las manos y lo levantó de la silla, ambos comenzaron a bailar, primero el azabache estaba algo reticente, pero después ayudó a su madre a preparar todas las cosas. Ambos bailaban, daban vueltas por la cocina riendo y cantando.
Naruto decidió irse por su cuenta a casa de sus padres, aunque Shino había ofrecido llevarlo, prefería estar solo por algún tiempo. Caminó hasta que encontró un taxi, este lo llevó a su casa. El automovil se detuvo al frente de un enorme portón de madera tallada a mano, sobre este había un enorme arco de hierro forjado donde se encontraba escrito "Namikaze & Uzumaki". -hogar- abrió la puerta y vio la enorme casa de sus padres, nunca le había gustado tener un lugar tan grande para ellos cuatro nada más, pero bueno, a sus padres sí.
Caminó hacia su habitación después de escuchar el típico sermón de sus padres preguntándole cuando les llevaría un novio para que tuvieran nietos. Abrió todas las ventanas de su habitación y salió al amplio balcón. -... odio mi vida-
Ya era muy noche, Sasuke y su madre estaban felizmente terminando de hornear el pastel, los dos tenían harina en sus caras y en la ropa. De pronto, la puerta de entrada se cerró de golpe sobresaltando a aquel par que se preocupó, ambos caminaron a ver quien había llegado, los sirvientes ya se habían ido. Era Fugaku.
-Mikoto- habló severo. -quiero cenar- caminó al comedor tambaleándose, estaba ebrio, al parecer habían cerrado un trato que los volvería más ricos de lo que ya eran.
-... claro amor- la mujer se dirigía a la cocina cuando de pronto, Sasuke la tomó del brazo impidiéndole seguir con su tarea.
-¿qué es lo que crees que haces mocoso estúpido?- preguntó Fugaku mientras se acercaba amenazante.
-¡Naruto!- gritó Kushina desde el piso inferior, -¡baja!- El rubio bajó desganado, se encontró con su hermano y sus padres, todos tenían puestos abrigos para salir. -ven hijo, los vecinos nos invitaron a probar un delicioso pastel hecho en casa, aparte, hace mucho que no hablo con los vecinos, ¿quien sabe?, tal vez puedas darnos herederos con ellos- comentó Kushina mientras saltaba de alegría.
-sin contar que su hijo mayor está como para morirse- comentó Deidara mientras se echaba aire a la cara con ojos soñadores.
-... yo no quiero ir-
Kushina se puso seria.
-bueno cariño, no me importa, vas a venir, porque ellos tienen un hijo que es de tu edad mas o menos, y ya quiero nietos-
-que te los de Deidara-
-a el ya no le tengo esperanza, ahora vístete y vámonos antes de que me hagas perder la paciencia.
Fugaku se acercó a Sasuke y lo tomó de la solapa de la camisa negra que llevaba, lo aventó a la pared de golpe. -ella va a hacer lo que yo le diga, trae mi cena ¡ahora!-
-si amor-
-apúrate mujer- Fugaku la empujó haciendo que ella tropezara un poco.
-ahora voy- ella bajó la cabeza y caminó con rapidéz. Sasuke se levantó.
-eres un asco de hombre, no me sorprendería que en algún momento terminaras muerto por ser tan estúpido.
Los Namikaze salieron de la casa y caminaron al terreno del otro lado de la calle, una mansión victoriana se extendía al frente de ellos, había una enorme "SN" en la reja de entrada, la cual se encontraba abierta.
-tu te crees muy listo muchacho, pues te diré algo, sin mi no serías nada, no existirías si quiera-
-creo que sería mejor eso a que mi madre terminara con una escoria como tu-
Mikoto regresó a la habitación con una bandeja de plata, tenía los platos finamente servidos.
-aquí están mi amor- habló con una voz dulce pero temblorosa.
-al fin, te tardaste mucho- tomó una cucharada de la sopa y sus ojos se abrieron de golpe. -¡¡¡AAAAGGHH!!!- se levantó de golpe asustando a los presentes. -¡está hirviendo mujer! ¡¿tratas de matarme?!- tomó el plato y se lo aventó a Mikoto quemándole parte del brazo.
-esto será muy divertido- gritó Kushina mientras subía las escaleras del pórtico. Tocó el timbre.
-¡mamá!- Sasuke tomó a su madre entre sus brazos. Fugaku se acercó a un mueble cercano a la mesa del comedor y de ahí sacó una pistola de plata con marfil.
-entonces, les contaré , yo la conocí en preparatoria- decía Kushina muy emocionada, -luego coincidimos después de años aquí, de pura suerte nos tocó vivir una frente a la otra, y tiene dos hijos muy lindos, y con un cabello rojo hermoso-
En el interior de la mansión se esuchaba música a todo volumen. Al parecer era más que una cena para pastel. Abrieron la puerta y se encontraron con que todos los que habían ahí los esperaban. Justo en la escalera de caracol se podía apreciar un enorme cartel que decía "felicidades Naruto y Gaara". El rubio no supo de qué se trataba hasta que su madre tomó su mano y colocó un anillo en su dedo.
-oh no-
Sasuke se puso delante de Mikoto, su padre estaba tan ebrio que no tenía sentido de hacia donde dispararía.
-¿sabes algo chico?, nunca te quise, de hecho, fuiste una verguenza para la familia, siempre el segundo detrás de tu hermano, nunca lo has superado en nada, incluso cuando se drogaba, tu siempre eras el estúpido de los dos, así que no necesitamos a un hijo como tu- cargó la pistola.
-papá- se escuchó desde la entrada del comedor, todos voltearon y se encontraron con Itachi, tenía igual un arma en las manos, pero esta era totalmente negra. -suelta el arma-
-... no- apuntó a Sasuke.
<PUM>