Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sangre del pasado por Fullbuster

[Reviews - 1143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Deidara Namikaze POV

 

Me quedé muy preocupado por lo que le había pasado a mi hermano, había llegado cuando le destrozaban la nariz y sólo pude ponerme en medio y tratar de evitarlo… pero sinceramente, no sé si eso mejoraba la situación o la empeoraba, porque a mí me odiaban más que a él, a mí todos me despreciaban pero si preferían pegarme a mí al menos no pegarían a mi hermano.

 

Menos mal que Sasuke apareció en aquel momento y me libró de que me pegasen a mí también, era un chico increíble, había derribado a ese individuo en cuestión de segundos y nadie se atrevía a meterse con él. Sabía que Naruto estaría a salvo a su lado y no tenía impedimento en que le llevase a la enfermería, pero seguía estando preocupado por mi hermano, quería saber si estaba bien.

 

Entré en clase y como siempre… empezaron las burlas, las risas y los susurros sobre mí entre mis compañeros. Agaché la cabeza y no quise mirar a nadie en la clase, sólo quería desaparecer. No aguantaba más en clase, no aguantaba el instituto, para mí venir todos los días era un infierno pero no quería decirlo en casa, no quería tener que demostrarlo encima a mis compañeros, trataba de pasar de sus burlas y me recordaba una y otra vez que mi paso por el instituto terminaría.

 

Esperé a que todos los estudiantes salieran cuando acabó la clase y a última hora… me tocaba gimnasia. Odiaba esa clase, yo era demasiado torpe, no me parecía en nada a mi hermano, ya me habría gustado a mí parecerme un mínimo a Naruto, por lo menos poder hacer algún deporte sin tropezarme ni caerme.

 

Nos sentamos todos en un banco y el profesor empezó a explicarnos pero yo no le escuchaba… sólo miraba a todos los de mi clase bien lejos de mí, ni me miraban y cuando dijo el profesor de hacer grupos para jugar a Voleibol, nadie contó conmigo, era lo habitual. Me entristecía pero no lo quería dar a entender, sólo trataba de sonreír aunque me sintiera solo. Me asignaron a uno de los equipos y como siempre… se quejaron por tenerme a mí, sabían de sobra que conmigo perderían, de hecho, me dijeron que me quedase atrás del campo y no hiciera nada, simplemente que no estorbase.

 

Recibí pelotazos por todos lados y para una vez que golpeé una pelota para que no me diera, le pegué en la cabeza a mi compañero y se quejó. Me disculpé pero aún así no pude evitar que me mirase mal. De verdad que el deporte no era para mí, yo era más de sentarme y estudiar, eso sí se me daba bien pero eso no facilitaba que tuviera amigos, sólo me quedaba mirar el reloj y esperar a que esta maldita hora acabase pronto.

 

Cuando ya apenas faltaban dos minutos para finalizar, una pelota vino directa hacia mí y al tratar de esquivarla, caí al suelo y me torcí el tobillo para mi mala suerte. Fue el profesor el que se acercó y me acompañó a sentarme a uno de los bancos de fuera mientras me revisaba el tobillo y no sé… pero a mí Orochimaru no me caía bien.

 

- Deberías tener más cuidado Deidara – me dijo.

 

- Sí, lo sé.

 

- ¿Sabes dónde está tu hermano?

 

- No – le comenté.

 

- ¿No sabes si volverá al equipo? – me preguntó mientras tocaba mi tobillo pero yo notaba su mano subir a veces por mi pierna y eso me tensaba.

 

- No quiere volver – le dije.

 

- ¿No te ha dado una razón? – me preguntó y fui a responderle que no pero mi hermano apareció de golpe por la puerta y apartó a Orochimaru de mí con fuerza quitándole las manos de mi tobillo.

 

- No le toques – le gritó enfadado y no lo entendía, sé que le caía mal, a mí también, pero nunca llegué a tanto como para empujarle.

 

- ¿Naruto? – pregunté hacia mi hermano.

 

- Vente conmigo Dei – me dijo y traté de levantarme aunque no podía caminar bien. Por suerte Naruto me ayudó a caminar.

 

- No te acerques a mi hermano – le dijo Naruto hacia su entrenador y sé que ocurría algo, pero… ¿Porqué Naruto no me lo contaba? ¿No confiaba en mí?

 

Aquella tarde Naruto se quedó en casa tratando de estudiar algo y yo me quedé en mi habitación haciendo deberes tras ofrecerme a ayudarle, pero quería intentarlo solo y si necesitaba ayuda, se comprometió a avisarme. Estaba terminando matemáticas cuando entró Hidan por mi cuarto y le sonreí de la misma forma en que él lo hizo.

 

- ¿Qué tal ha ido tu día? – me preguntó.

 

- Bien – le mentí con una gran sonrisa.

 

- Me alegro, ya me he enterado de lo de tu tobillo, déjame verlo anda – me dijo sentándose en el borde de mi cama y yo acerqué la silla de estudiar un poco hacia él y le puse el tobillo encima de sus piernas.

 

Aún lo tenía vendado y él me miraba con una sonrisa. Puso sus manos encima de mi pie y lo acarició con ternura, algo que agradecí porque realmente hacía mucho que no veía dulzura en Hidan. A veces me preguntaba si era la persona correcta para tener mi primera vez y dudaba mucho… porque a veces creía que sí, era tierno, atento y dulce, pero otras me presionaba demasiado y pensaba entonces que no lo era y luego estaba Itachi… era tan guapo, tan tierno, tan protector conmigo que no podía evitar pensar en él y creo… que hasta me estaba enamorando de él, ya no veía a Hidan como antes, no después de haber conocido a Itachi y su ternura conmigo, porque Hidan no era precisamente que me tratase bien y hasta Itachi se había dado cuenta. Estaba confundido.

 

Me estaba relajando mientras me acariciaba hasta que noté sus manos empezar a subir por mi pierna y pensé al principio que sólo trataba de ser cariñoso y hacerme mimos, pero cuando sentí sus manos en mi entrepierna tratando de coger mi miembro, me asusté. Yo no quería que me tocase y me eché un poco para atrás, pero él cogiendo de mi tobillo lastimado y acercó de nuevo mi silla con ruedas hacia él y tocó mi miembro por encima del pantalón mientras yo trataba de apartar sus manos.

 

- Para Hidan – le pedí asustado.

 

- No te hagas el difícil Dei, sé que lo quieres – me dijo levantándose y cogiéndome en brazos mientras me tiraba en la cama y se tumbaba encima de mí. Yo trataba de quitarlo,

 

- Para ya, no quiero esto.

 

- Lo estás deseando desde hace mucho Dei, me excitas demasiado – dijo cogiendo mi mano y metiéndola bajo su pantalón obligándome a tocarle su miembro. No pude evitar llorar mientras intentaba sacarla, pero él no me dejaba - Tócala Dei, vamos, eres tú quien la pone así, es tu culpa así que arréglalo. Tócala – dijo besándome el cuello con fuerza.

 

- Por favor – le supliqué llorando – ya basta.

 

- ¿Qué narices te pasa Dei? – me preguntó gritando - ¿Sigues con esa ridícula idea de que no estás listo? ¿Tengo que follarme a tu hermano a ver si él sí está preparado? Entonces iré a ver que hace Naruto – me dijo con tono borde intentando levantarse y me dio miedo que fuera a hacerle algo a mi hermano.

 

- No toques a mi hermano, por favor – le supliqué llorando.

 

- Entonces acuéstate tú conmigo, tócame de una maldita vez.

 

Cogí su miembro con miedo, con un tremendo temblor y llorando, pero lo masajeé por una sencilla razón, no quería que le hiciera nada a mi hermano. Le escuché gemir mientras me decía que siguiera, mientras se excitaba y movía su cintura metiendo y sacando su miembro en mi mano, yo sólo le escuchaba jadear y gemir mientras yo lloraba.

 

Cada minuto que pasaba era una tortura, no lo soportaba ¿Por qué no podía ser Hidan como Itachi? ¿Por qué no podía tratarme con dulzura y entenderme? Odiaba que me forzasen y odiaba más que amenazasen a mi hermano ¿Con qué clase de persona estaba saliendo? Itachi tenía razón, ¿Por qué salía con alguien que me trataba mal? Quería dejarlo, pero tenía miedo de que pudiera hacerle algo a Naruto y eso no lo soportaría, no quería que tocase a mi hermano, no después de ver como estaba últimamente de deprimido y de introvertido con todo el mundo.

 

Sentí un líquido salir de golpe y me llenó la mano y el vientre entero mientras él sonreía. Me dio asco, me sentí sucio y es que yo no estaba preparado para estas cosas, al menos no con Hidan y no de este modo. Siempre creí que la primera vez sería algo romántico y hermoso, no que sería con Hidan obligándome a hacer algo que no quería. Por suerte… no quiso entrar en mí, sólo se quedó en esto pero me recordó que esto era el comienzo, porque iba a conseguir entrar en mí en unos días y me dio miedo, no quería que fuera tan rápido.

 

Aunque era ya tarde, decidí tras ducharme y quitarme todo el líquido que Hidan había esparcido sobre mí, ir a la biblioteca por salir de esta casa y no estar cerca de él. Lo odiaba y me sentía fatal, mi vida era un desastre completo. En la biblioteca extrañamente… me sentía como en casa y acabé sentado en el suelo de uno de los pasillos leyendo un libro sobre química avanzada. Escuché entonces una risa conocida y cuando levanté la mirada del libro, vi a Itachi con unos compañeros buscando un libro y cuando me vio, se quedó serio y se separó de sus amigos viniendo hacia mí para sentarse a mi lado.

 

- Dei… que alegría verte ¿Qué estudias?

 

- Química – le dije.

 

- Pero… esto es química avanzada y tú no das estas cosas aún, es temario de universidad.

 

- Lo sé, pero es que… - no sabía si decírselo o no, pero al final me decidí por decírselo fingiendo una de mis tantas sonrisas – es que quería salir un rato de casa.

 

- ¿Y vienes a la biblioteca en vez de ir a algún sitio con los amigos? – me preguntó.

 

- Yo… - no sabía qué contestarle, si le decía que no tenía amigos quizá él tampoco querría serlo – a mí me gusta la biblioteca – le dije sonriendo sin saber qué decirle.

 

- ¿Y si te invitase a tomar un refresco conmigo… me acompañarías? – me preguntó sonriendo - ¿O prefieres la biblioteca?

 

- ¿Quieres… tomarte algo conmigo? – le pregunté extrañado, porque nadie había querido nunca tomar algo conmigo excepto Naruto, yo no tenía amigos para hacer esas cosas.

 

- Claro que sí. ¿Aceptas mi invitación?

 

- Sí – le dije sonriendo.

 

Íbamos hacia la salida y aunque le pregunté por si se enfadarían sus amigos al dejarles solos, él dijo que no pasaba nada y es que en cuanto nos acercamos a ellos e Itachi les comentó que ya se vería, ellos me miraron de arriba abajo antes de sonreír y exclamarle que “entendían por qué les abonaba” algo que yo no entendí, pero Itachi sonrió y les dijo que les vería mañana. Fuimos a un bar no muy lejos de la biblioteca y la verdad es que hoy estaba muy tranquilo, había poca gente. Itachi fue a pedir las bebidas y yo me quedé mirándome la mano, aún sentía ese asqueroso líquido de Hidan encima de mí, me sentía asqueado y me sorprendí al escuchar a Itachi.

 

- ¿Qué le ocurre a tu mano? – me preguntó sonriendo.

 

- ¿Eh?… nada – le dije guardándola bajo la mesa y ruborizándome – nada en especial – le sonreí fingiendo como tantas veces hacía.

 

- ¿Y en el tobillo? – me preguntó – te he visto cojear un poco desde que hemos salido de la biblioteca.

 

- Me caí en gimnasia – le dije – pero ya estoy mejor.

 

- ¿Quieres que le eche un vistazo? – me preguntó

 

- No hace falta

 

- Insisto, espera aquí – me dijo y salió del bar un momento, cruzó la calle y le perdí de vista. Cuando volvió, traía consigo una bolsa de plástico – dame el pie – me dijo sentándose.

 

Le pasé el pie y quitó el vendaje untando una crema. No pude evitar reírme al notarla fría y él sonrió conmigo.

 

- Lo siento, debí calentarla un poco antes.

 

- No pasa nada.

 

- Es un antiinflamatorio, te vendrá bien – me dijo terminando de poner la crema y volviendo a vendarme el pie – ya está, para mañana debería estar mejor, pero ponte esta crema durante un par de días.

 

- Vale, gracias – le agradecí por el esfuerzo de haber ido a buscar una farmacia sólo por mí, era tan atento, me encantaba Itachi, no podía evitarlo.

 

Tomamos el refresco conversando un poco de todo, sobre su universidad, su carrera, sus amigos, me preguntó algo sobre mi familia y algo sobre Hidan… aunque en esto último mi sonrisa se difuminó unos segundos al recordar lo que me había hecho y luego volví a fingirla.

 

- ¿Estás bien? – me preguntó Itachi.

 

- Sí – le dije sonriendo.

 

- ¿Y por qué siento que me estás mintiendo? – Me preguntó – por favor… no finjas las sonrisas conmigo Dei, sé que te ocurre algo.

 

- Yo… - intenté hablar, intenté contarle lo de Hidan – yo… - lo intenté de nuevo y nada salió de mi boca excepto lágrimas y cuando me di cuenta… Itachi me estaba besando con dulzura y no pude evitar sentir su calidez, sentirme bien, que me gustasen sus labios. - ¿Por qué? – pregunté al separarme

 

- Lo siento – me dijo disculpándose – no debí hacerlo.

 

- Me has robado un beso – le dije susurrando.

 

- Discúlpame por favor, me dejé llevar, no puedo verte llorar, me dieron ganas de consolarte – me comentó.

 

- Itachi… ¿Por qué me has besado? ¿Es otra de esas bromas que me gastan, verdad? – le dije preocupado y mirando a todos lados buscando quién iba a reírse ahora de mí como siempre hacían.

 

- No Dei, te he besado porque me gustas ¿No te has dado cuenta? Haría cualquier cosa por ti, sólo… déjame cuidarte, por favor, déjame protegerte.

 

Nadie nunca me había dicho algo tan bonito como aquello y no pude evitar besarle esta vez yo. Me sorprendí yo mismo, se supone que tenía novio pero estaba en un bar besando apasionadamente a Itachi y me sentía seguro a su lado, sus manos estaban en mi cintura y no era para nada como Hidan, no trató de propasarse conmigo, tampoco metió su lengua, sólo… me besó con dulzura y ternura ¡Me había enamorado de Itachi Uchiha!

 

Cuando llegué a casa aquel día todo feliz y con una sonrisa de oreja a oreja por el beso de Itachi, me fui a mi habitación extrañado de que mi padre aún no hubiera vuelto porque Kakashi ya se había marchado a trabajar. Llegó a las once de la noche y borracho como una cuba para mi asombro, supe… que algo había ido mal.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).