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Sangre del pasado por Fullbuster

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Naruto Namikaze POV


Hoy había sido un día muy extraño, había quedado con Sasuke por la tarde para ir a tomar algo y hablar. Aún no tenía muy claro por qué me había besado ese chico ni por qué me sonrojaba cada vez que le veía, yo no era enamoradizo como Deidara, era desconfiado y sin embargo… desde que Sasuke me había ayudado la primera vez en aquel laboratorio… no había dejado de ayudarme una y otra vez y me estaba enamorando de él. Tenía miedo a que me hiciera daño, a que dijera que todo era una broma o a que sólo buscase en mí lo mismo que había buscado mi entrenador, sexo. Dei decía que tenía que arriesgarme y al final decidí quedar con él para hablar las cosas.


Fui esa tarde a la cafetería preferida de Kakashi y me senté pidiendo un refresco mientras esperaba a Sasuke. Pensaba en su beso, en cómo me había gustado, en cómo me estaba enamorando de ese chico y es que seguía teniendo un poco de vergüenza a mirarle a la cara después de que descubriera lo que me hacía el entrenador. Pensaba en que Sasuke era realmente guapo, podía tener a cualquier chico o chica a sus pies, pero me había besado a mí ¿Por qué a mí? Yo no tenía nada que ofrecerle, ya habían abusado de mí, no entendía por qué querría a alguien sucio como yo.


Levanté los ojos de mis manos y me encontré con Sasuke llegando por el camino de delante. Caminaba a paso rápido por el parque y lo cruzaba en dirección a mi mesa donde yo estaba sentado. Pidió un refresco en cuanto se sentó y luego me saludó con una sonrisa mientras yo le miraba sonrojado completamente y sin saber qué hacer ni qué decir.


- ¿Me tienes vergüenza Naruto? – me preguntó.


- Sí – le confesé muy serio y él sonrió.


- No me la tengas, por favor.


- ¿Por qué Sasuke? – le pregunté serio - ¿Por qué me besaste a mí?


- Ya te lo dije Naruto, me gustas, me gustaste desde el primer momento en que te vi, te chocaste conmigo por accidente y me quedé prendado de ti, eras el chico que he buscado toda mi vida y quiero ayudarte, quiero estar contigo, déjame estar contigo Naruto.


- Nadie puede estar conmigo – le dije – yo no tengo amigos y no los necesito.


- Déjame serlo Naruto, yo quiero ser tu amigo, ser amigo de tu hermano, quiero acercarme a ti.


- Yo… yo no sé Sasuke – le dije dudando.


- ¿Dudas de lo que siento por ti, Naruto? – me preguntó y le miré.


- No lo sé – le dije – yo… yo no soy lo que buscas


- ¿Por qué estás tan seguro?


- Porque yo estoy sucio – le dije casi llorando – yo no tengo nada que ofrecerte.


- Me da igual eso Naruto, te quiero a ti, me da igual tu pasado, te ayudaré en todo, estaré a tu lado, te protegeré – me dijo – sólo tienes que confiar en mí, por favor…


- Tu beso… - le dije – me gustó – le comenté poniéndome completamente rojo y él se acercó hacia mí mirándome con una sonrisa.


- A mí también me gustó – me dijo sonriendo y besándome con dulzura.


Temblé un poco, recordaba aún todo lo que Orochimaru me había hecho, como me forzaba, como abusaba de mí y aunque sabía que Sasuke no era así, yo tenía en el pensamiento todo eso, ese miedo estaba ahí y noté como Sasuke cogió mi mano tratando de calmar mi temblor.


- Tranquilo – me dijo – yo jamás te haré nada que no quieras hacer.


- Lo sé.


- Naruto… déjame estar contigo, sal conmigo, sé mi novio, te haré olvidar todo esto – me dijo.


- No lo sé – le comenté con miedo.


- Naruto… no tengas miedo de dejarte llevar por tus sentimientos. ¿Te gusto? – me preguntó.


- Sí – le dije – me gustas mucho – me sonrojé.


- Entonces sé mi novio, sal conmigo, no te decepcionaré nunca.


- Vale – le dije con una sonrisa – no me hagas daño Sasuke…


- Jamás, Naruto – me dijo besándome con calma de nuevo.


Tomamos el refresco y Sasuke hablaba bastante, tanto… como para acabar sonriendo con todo lo que decía y es que con él todo parecía muy fácil y divertido, estaba muy a gusto y de verdad que estaba pensando que realmente este sentimiento por él, era amor. Fuimos a una pista de patinaje aprovechando que hoy era más barato y estuvimos un rato allí. La verdad es que yo no era muy bueno patinando, pero Sasuke que sí lo era me cogió para que no me cayese y eso me hizo sonrojar aún más, pero le sonreí, creo… que empezaba a volver el Naruto de siempre, con Sasuke sentía que podía ser yo mismo, confiaba en él, me sentía bien, sin secretos que ocultarle, lo sabía todo de mí, incluso lo de Orochimaru, con él a mi lado no tenía miedo de nada.


Cuando salimos de la pista de patinaje, dimos un paseo por el parque y Sasuke acabó empotrándome contra un árbol besándome con pasión y le dejé… le dejé porque me encantaban sus besos, los deseaba y cómo vi que él no se atrevía a meter la lengua por miedo a que yo me sintiera mal, pero con él era imposible, sabía que él no abusaría de mí. Metí yo mi lengua en su boca y él sonrió jugando entonces con mi lengua. Habría seguido más tiempo besándole si no fuera porque mis ojos se cruzaron con los de Orochimaru al fondo y Sasuke al darse cuenta también se detuvo y miró a su espalda observando a nuestro entrenador.


Vi a Sasuke intentar ir hacia él pero yo le detuve cogiéndole del brazo y comentándole que lo dejase como estaba, que daba igual, quería estar con él, prefería permanecer a su lado a que me dejase solo y lo hizo, se quedó a mi lado y caminamos hacia otro lado, pero yo vi la sonrisa de Orochimaru y agaché la cabeza refugiándome más en el abrazo de Sasuke.


Por lo menos Orochimaru desapareció de nuestra vista y me quedé más tranquilo. Sasuke me preguntó si quería un refresco y es que llevábamos mucho rato patinando y paseando por el parque, así que sí me apetecía y al confirmárselo, desapareció por el paseo hacia el bar más cercano para comprar unos refrescos. Yo le esperé aquí, sentado en un banco mirando como jugaban unos niños no muy lejos de aquí con una pelota de fútbol. Creo que echaba de menos el Lacrosse, pero no iba a volver al equipo y Sasuke también estaba pensando en dejarlo.


Una mano pasó tocando mi hombro y sonreí al saber que Sasuke volvía con los refrescos, pero al girarme, me di cuenta de que no era Sasuke, era Orochimaru sonriendo y me alejé rápidamente de allí, pero él me empotró contra uno de los árboles y me besó con rabia. Intenté alejarle pero no podía, era más fuerte que yo y aunque me movía mucho no conseguí sacarlo de encima. Por suerte, Sasuke llegó en ese momento y lo apartó de mí de malas formas lanzándolo al suelo mientras se acercaba a mí abrazándome para calmarme.


- Tranquilo Naruto, ya estoy aquí – me dijo Sasuke – estoy contigo.


- Sasuke… - le dije casi llorando.


- Está bien, todo está bien, no me alejaré de ti – me dijo mirando hacia donde había estado Orochimaru, porque ya se había marchado.


Sasuke me acompañó a casa ese día por miedo a que Orochimaru siguiera por allí vigilándome y me hiciera algo pero lo mejor de todo, fue el apasionado beso que me dio tras el árbol de mi jardín evitando que mis padres nos vieran y es que me gustaban sus besos. Cuando entré por casa, Deidara vino corriendo a saludarme, pero yo no tenía muchas ganas de hablar, no después de lo de Orochimaru y al final… sin pensarlo siquiera… acabé confesándole a mi hermano todo lo que me había pasado con mi entrenador y él lo entendió, me convenció igual que hacía Sasuke para que denunciase y tras pensarlo estando solo… creo que era lo correcto.


Fui a la habitación de mi hermano a media noche para decirle lo que había decidido, iba a denunciar a Orochimaru pero él no contestó y me extrañó, siempre dormía con la puerta cerrada pero al intentar abrirla… estaba el pestillo y él nunca ponía pestillos. Esto era muy raro y aunque le pedí que abriera, no escuché nada, creo que se había quedado dormido y decidí irme a la habitación.


Intenté dormir, pero no podía, me venían recuerdos de Sasuke, de sus besos, recordaba al asqueroso de Orochimaru tocándome y besándome, como Sasuke le apartó y es que todo lo tenía en la cabeza, me era imposible dormirme, mi cabeza no paraba de dar vueltas a las cosas y al final… a la media hora acabé saliendo del cuarto para ir a la cocina a por agua. Cuando volví a subir con la luz apagada para no despertar a nadie, me vi a Hidan saliendo del cuarto de mi hermano y eso no me gustó nada. Entró en su habitación y yo corrí hasta la habitación de Deidara ahora con la puerta abierta y cuando encendí la luz, me horroricé.


Las sábanas estaban cubiertas de sangre, su cuerpo desnudo y ensangrentado por todas partes, él lloraba y se acurrucaba como podía mientras temblaba, tenía moratones por todos lados, su labio sangraba, su espalda sangraba aún más y a mí se me cayó el vaso de agua al suelo rompiéndose.


- Papá – grité aterrorizado mientras me acercaba corriendo a la cama y cogía a Deidara entre mis brazos llenándome yo también de sangre y él se intentó agarrar a mí llorando. Aún temblaba de dolor – Papá – grité – necesito ayuda.


Mi padre no tardó en venir y cuando nos vio, se horrorizó aún más que yo. Cogió el botiquín del baño y me comentó que le limpiara un poco la sangre mientras iba a buscar el coche, porque se lo llevaba al hospital de urgencias. Kakashi se había llevado hoy el coche al trabajo y tenía turno de noche en el hospital así que Minato acabó corriendo hasta la casa de nuestros vecinos. Tocó el timbre y la puerta con perseverancia hasta que abrió Fugaku.


Fugaku intentó calmarle al verle tan estresado y con lágrimas en los ojos, pero mi padre no reaccionaba, le pidió si le podía dejar el coche para llevar a su hijo al hospital y Fugaku aceptó enseguida viniendo con él a ayudarnos con mi hermano. Se horrorizó también al verle y yo estaba llorando, no podía creerme esto.


Minato cogió a mi hermano en brazos y bajó corriendo las escaleras mientras Fugaku también bajaba ayudándole y le acercaba el coche para que lo metiera en la parte de atrás. Mi padre le pidió las llaves y yo iba tras él tratando de convencerle de que me llevase, pero él me decía una y otra vez que me quedase, pero yo no quería quedarme con Hidan, lo mataba en este mismo momento por lo que le había hecho a mi hermano.


- Dame las llaves – le dijo Minato a Fugaku.


- No – le dijo Fugaku muy seguro – yo conduzco, tú estás demasiado alterado para conducir, sube detrás con tu hijo para que esté más tranquilo, yo os llevo al hospital.


- No quiero molestarte más Fugaku – le dijo Minato.


- No es molestia, también estoy preocupado por él, así que voy a llevarte al hospital.


Me quedé allí pero Minato al ver bajar a Hidan, le lanzó una mirada de odio y le dijo un “Luego hablaremos seriamente”. Yo me quedé allí preocupado por mi hermano justo cuando salían Sasuke junto a su hermano mayor y veían como se llevaban a mi ensangrentado hermano al hospital. No pude evitar ver como Itachi al ver que el coche desaparecía se lanzaba contra Hidan golpeándole con fuerza y tuvo que ir Sasuke a cogerle porque yo creí que lo mataba allí mismo. Se había cabreado mucho y se olía que había sido Hidan quien le había hecho eso, pero yo también sabía que era ese cabrón el que había herido a mi hermano.


- Eres un maldito cabrón – le gritó Itachi mientras Sasuke lo sujetaba para que no volviera a golpear a Hidan que sangraba por los golpes del Uchiha – voy a destrozarte como le pase algo – le amenazó.


- Vete al infierno Itachi – le dijo Hidan sonriendo – ese chico es mío… ya te lo avisé.


- Eres un desgraciado, sólo sabes tener a alguien a la fuerza y voy a matarte como le pase algo, ya puedes correr porque te destrozaré, voy a arruinarte la vida.


- Itachi – le gritó Sasuke – para por favor, no vale la pena meternos con él en este momento, lo importante es saber cómo está Dei ¿Por qué no vamos al hospital? – le preguntó.


- Sí, será lo mejor, vamos Naruto, te acercaremos.


- ¿De verdad? – le pregunté.


- Sí, eres su hermano, seguro que estás preocupado. Tengo el coche en el garaje.


Cerré la puerta de casa y monté en el coche de Itachi. Llegamos al hospital y estaban entrando en ese momento a Deidara en una camilla dándole oxígeno, porque no respiraba bien. Mi padre estaba llorando y jamás le había visto así, estaba muy preocupado y creí que se desmayaría en cualquier momento por la angustia y el dolor, por la preocupación que tenía por su niño. Fugaku lo cogió un par de veces intentando calmarlo, intentando decirle que todo estaría bien y que dejase trabajar a los médicos, pero Minato sólo lloraba. Kakashi vino corriendo por el pasillo en cuanto le llamaron avisando que su hijo acababa de entrar por urgencias.


- Papá – le llamé - ¿Cómo está mi hermano? – pregunté preocupado.


- Naruto… coge a tu padre y esperad en la sala de espera, voy a llevármelo a revisarle – me dijo.


Minato en cuanto vio a Kakashi llegar hacia la camilla y ver como se le abrían los ojos por la sorpresa de ver a su hijo tan mal, se agarró a él suplicándole que hiciera algo, que le salvase y Kakashi lo abrazó un segundo tranquilizándole antes de comentarle que iba a estar bien, que él se ocuparía de todo pero que esperase fuera, era lo mejor para que no se preocupase tanto y les dejasen trabajar.


Fugaku cogió a Minato y se lo llevó hacia la sala de espera y allí nos sentamos todos preocupados a esperar. Yo veía a mi padre llorar agarrado a Fugaku mientras repetía que era “su niño” y es que mi padre era muy sentimental, era el mejor padre del mundo y estaba sufriendo al verlo tan grave. Itachi a mi lado miraba una y otra vez a las enfermeras y movía la pierna con nerviosismo como si quisiera saber algo ya y es que tras lo que me había comentado mi hermano, yo creo que a Itachi sí le dolía verlo así, Itachi me parecía mucha mejor persona que Hidan, al menos para mi hermano. Sasuke también me abrazó y trató de calmarme, pero era complicado, era mi hermano quien estaba en aquella camilla desangrándose por aquel cabrón.


 


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