Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sangre del pasado por Fullbuster

[Reviews - 1143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Itachi Uchiha POV


¿Cómo era tan imbécil Hidan de traer a Deidara a estos problemas? No parecía darse cuenta de que si él tenía problemas lo pagaban con Deidara, era un completo capullo que no pensaba en nadie excepto en él. Ahora tenía aquí frente a mí a Deidara, lo había cogido en brazos y trataba de averiguar qué droga era la que le habían dado mientras convulsionaba entre mis brazos. Le veía morirse delante de mí y Hidan aunque me costase admitirlo… le costaba creerse lo que estaba pasando, estaba llorando y creo que era por sentirse culpable y haber traído a Deidara a este lugar, pero es que tenía que haberlo pensado antes. Los sanitarios me apartaron para poder ocuparse de Deidara mientras los policías trataban de averiguar la droga encima de la mesa para poder tratarle con rapidez antes de que entrase en coma.


- Serás imbécil – le grité lanzándome contra él - ¿Cómo narices te has atrevido a traerlo aquí?


- No quería que le pasara nada.


- ¿Es que no piensas antes de hacer las cosas? ¿Qué podía haber de bueno en traerlo a este lugar? Mírale bien, lo estás matando, es tu maldita culpa – le grité y tuvieron que venir a quitarme de encima de Hidan y tratar de calmarme mientras lloraba y veía como metían a Deidara en una ambulancia lleno de tubos.


Me dejaron ir con él pero no paré de llorar y preocuparme viendo como le ponían medicación tras medicación tratando de salvarle la vida, pero se iba, lo estaban perdiendo y todo por la maldita culpa de Hidan. Deidara había tenido la suficientemente inteligencia para hacerme llegar su mensaje de socorro, me había llamado veinte veces, me había conectado el GPS y yo sólo tuve que avisar a la policía… pero ni siquiera pude llegar a tiempo. Me sentía un poco culpable de no haber podido ayudarle, debí imaginarme que Hidan no se quedaría de brazos cruzados y renunciaría tan fácilmente a Deidara, pero no imaginé que llegaría tan lejos como para casi matarlo.


A Hidan se lo habían llevado en otra ambulancia y estaba custodiado por la policía, supongo que sus juicios no tardarían ya mucho en celebrarse y menos después de la denuncia de violación más esto último que le había hecho a Deidara. Cuando llegamos al hospital, el médico que iba a atender a Deidara mandó llamar con urgencia a Kakashi que estaría por el hospital para que viniera cuánto antes mientras las enfermeras llamaban a su casa para contactar con Minato y que viniera de inmediato.


Yo aproveché para llamar a mi padre y él aunque estaba en una reunión importante, me cogió el teléfono sabiendo que era importante, porque si no lo fuera, yo jamás llamaría al número privado estando como estaba… en una reunión. Cuando me contestó, le conté todo lo sucedido y me comentó que dejaba la reunión en este momento para otro día y venía de inmediato hacia aquí para ver a su hijo.


Kakashi fue el primero en llegar con su bata de médico y entró con rapidez por la sala pidiendo el parte para comprobar como estaba, pero seguía sin pulso, desde la primera parada cardíaca en la ambulancia, no habían conseguido devolverle el pulso y ya creían que lo perdían cuando Kakashi consiguió reanimarle. Al menos su corazón latía de nuevo pero su respiración seguía a ese ritmo irregular, como si se ahogase y desde luego… seguía inconsciente ¿Qué narices le habían dado?


Kakashi salió una vez consiguió estabilizarle y me preguntó por la sustancia, pero lo único que pude decirle es que la policía estaba investigando, aún no sabían qué era lo que le habían dado. Kakashi trabajaba a ciegas ahora sin saber nada, pero tampoco podía dejarle morir en esa mesa sin más. Maldijo una y mil veces a Hidan mientras miraba como su hijo se moría en esa mesa.


Pasaron largas horas y a Deidara lo metieron a cuidados intensivos para monitorizarle las veinticuatro horas del día. No nos dejaron entrar a ninguno para verle, ni siquiera a Minato o a Fugaku y eso que eran los padres. Le podíamos ver a través de un cristal allí tumbado lleno de tubos que le mantenían con vida. Yo no podía dejar de mirar a Minato preocupado y llorando, estaba destrozado y sinceramente… mi padre también lo estaba, al final me lo llevé a la cafetería para que se despejase un poco tratando de aparentar yo fortaleza hasta que nos dieran noticias de su estado.


En la cafetería mi padre se derrumbó, empezó a llorar desconsoladamente y es que creo… que estaba aguantando la compostura por Minato, para darle ánimos a él, pero le dolía porque al fin y al cabo, Deidara era su hijo, sufría al verle en aquella cama igual que había sufrido cuando descubrió todo lo que le había ocurrido a Naruto.


- Es mi culpa – me dijo de golpe llorando – todo esto es mi culpa – me repitió.


- No es cierto – le dije.


- Si lo es, yo le abandoné, no supe ni me interesé en saber de él, no sabía que estaba embarazado de mí, le dejé solo y no he podido cuidar a esos niños… mira lo que les ha pasado.


- Nos mantuviste a salvo a Sasuke y a mí – le dije – y Minato hizo un gran trabajo con ellos, no podías imaginar que dos locos querrían hacer daño a esos niños, también podía habernos pasado a nosotros, nunca sabes a quién le ocurrirá estas cosas.


- ¿Sabes que Deidara quería conocerme? – me preguntó intentando sonreír – se lo dijo a Minato esta misma mañana, estaba ilusionado con que quería conocerme, quería pasar tiempo conmigo y mira ahora… está en esa cama y no he podido protegerle, es mi hijo y no he podido hacer nada por él, no he podido ayudarles.


- Nos salvaste a Sasuke y a mí – le repetí - ¿Qué habría sido de Sasuke si no llegas a elegir a Mikoto? No podías estar en todos los lugares a la vez, no tienes culpa de nada, las circunstancias os hirieron a ambos, Minato sufrió el devastador ataque de Mikoto que casi hizo que perdiera a esos niños y tú sufriste el perder a Minato y la posibilidad de estar con esos niños, ambos estáis sufriendo.


- Itachi… ¿Cómo lo llevas? – me preguntó de golpe – sé que le amas.


- Lo llevo como puedo – le dije – entre que es mi hermano y ahora esto… empiezo a pensar que no es nuestro destino estar juntos, todo parece estar en nuestra contra – le dije – estoy muy preocupado y estoy asustado – le confesé – no sé qué haría si muere aquí.


- No va a morir Itachi, no podemos pensar en eso.


- A veces pienso que debí haberle protegido más, sabía que Hidan no era de fiar pero no estuve allí.


- No podías saber que iría a por él al instituto. Se supone que debía haber ido al juicio, aunque de esta no le salvará nadie.


- Pero debí imaginar que no se quedaría tranquilo, sabía que tramaría algo y no estuve – le dije.


- Ven aquí – me dijo mi padre dándome un abrazo – eres el mejor hijo que un padre podría desear, estoy muy orgulloso de ti y no voy a dejar que te culpes de nada, tú no has hecho nada malo, eres perfecto Itachi, eres perfecto para ese chico.


- Ya no estoy tan seguro – le dije y mi padre fue a decir algo cuando una enfermera vino a decirnos que acababa de despertarse y subimos corriendo a verle.


Subimos lo más rápido que pudimos y Minato acababa de salir dejando a Kakashi comprobar cómo se encontraba su hijo. Le vi hacerle pruebas y mi padre se llevó a Minato hacia la cafetería tratando de calmarle y además… de conseguir que Minato le explicase un poco lo que le habían dicho de su hijo. Me quedé allí observando a Kakashi tomarle la temperatura y comprobar varias cosas más mientras Deidara le miraba algo desorientado con la máscara de oxígeno puesta sin poder hablar, pero trató de quitarse la máscara para hablar y su padre le ayudó.


Me fui hacia la puerta cuando la enfermera me indicó que podía entrar a verle un rato, aunque no mucho porque necesitaba descansar. Cuando llegué a la puerta, escuché claramente a un Deidara que prácticamente debía susurrar, que hacía un gran esfuerzo por hablar y mantener la voz.


- Papá – llamaba Deidara a Kakashi mientras éste le acariciaba el cabello y le sonreía.


- Estoy aquí Dei, estoy contigo.


- ¿Dónde está Hidan? – le preguntó.


- Le están curando y luego se lo llevarán a la comisaría – le comentó Kakashi.


- ¿Cuándo puedo volver a casa? – le preguntó Deidara.


- En unos días, debes quedarte aquí hasta que terminemos de revisarte. Te han dado Ketamina, puede que aún tengas síntomas durante un tiempo hasta que podamos sacar todo de tu organismo.


- Papá – le llamó Deidara entristecido – quiero cambiarme el apellido – le dijo de golpe – quiero ponerme tú apellido, no quiero ser el hermano de Itachi.


- Deidara… me siento muy honrado de que me pidas algo así, sé que me sientes como a tu propio padre pero piensa en la tristeza que le causarías a Minato, no puedes hacerle eso. De verdad que me encanta que me lo hayas pedido y para mí siempre serás mi hijo, lleves o no mi apellido.


Deidara se fijó entonces en mí y Kakashi también se giró para comprobar que había llamado la atención de su hijo. Sonrió y se levantó del borde de la cama viniendo hacia mí y dejándome pasar a solas un rato con Deidara, aunque me avisó igual que la enfermera de que no estuviera mucho tiempo, necesitaba descansar.


Entré en el cuarto y Deidara sonreía al verme o lo intentaba con las malas pintas que tenía después del accidente. Siempre me sorprendía este chico, tenía la capacidad de sonreír en momentos así para demostrarte que estaba bien y que no nos preocupásemos, pero sé que el dolor lo llevaba por dentro.


- ¿Cómo te encuentras? – le pregunté.


- Mejor – me dijo – algo mareado y creo… que puedo llegar a tener alucinaciones en las próximas horas – me contestó sonriendo quitándole importancia – Gracias por venir a por mí, Itachi – me agradeció.


- Sabes que hago cualquier cosa por ti Dei.


- Lo sé y he estado pensando lo que me dijiste. Quiero arriesgarme, quiero estar contigo – me dijo y me sorprendió.


- Dei… Creo que deberías pensarlo mejor – le dije preocupado y es que ahora el que dudaba de que todo estuviera en nuestra contra era yo.


- ¿No me quieres? – me preguntó entristecido.


- Claro que te quiero, pero… tenemos todo en contra Dei, ¿No lo ves? Siempre que vamos a estar juntos ocurre algo y empiezo a pensar que no deberíamos de estarlo.


- No es cierto, yo quiero estar contigo.


- Lo siento Dei, pero creo que es mejor dejar esto como lo que somos… hermanos.


- Yo no te quiero como a un hermano – me dijo -  yo te amo, no puedo verte como veo a Naruto, tú eres mucho más que eso, eres con quien quiero compartir el resto de mi vida, no me hagas esto, no puedes hacerme esto.


- Lo siento Dei – le dije saliendo de la habitación marchándome y aunque notaba las lágrimas salir… no se lo demostré.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).