En la mañana de aquel día, Hiro-san y yo nos encontrábamos abriendo la florería tranquilamente, de pronto un par de hombres llegaron al lugar, uno de ellos le dijo al otro que no dejara a nadie entrar mientras éste se dirigía hacia mí. Hiro-san tomo una escoba y se interpuso entre el hombre y yo, amenazándolo con golpearlo si no se iba, el hombre se le quedo viendo fijamente a Hiro-san, yo estaba esperando cualquier movimiento de parte del hombre para atacarlo, no iba a dejar que se atreviera a tocar a Hiro-san.
- No hay necesidad de ser hostil, solamente quiero hablar con Kusama Nowaki- por fin había hablado el hombre, le pedí a Hiro-san que entrara a casa y que me dejara hablar con él, se negó y se propuso quedarse a mi lado, suspiré resignado y le pregunté al hombre sobre qué quería hablar- vengo aquí de parte de Haitani Souta- al escuchar eso me quedé helado, Hiro-san frunció el ceño mirando al hombre y me tomó de la mano como apoyo, lo miré sonriendo, me alegraba tenerlo a mi lado
- ¿Qué es lo que desea Haitani-san conmigo?- pregunté serio
- Me pidió que te dijera que por tu bien y el de tu pareja, ninguno de los dos se acercara al palacio el día de hoy- respondió el hombre con semblante serio
- ¿Y eso por qué?- pregunté preocupado, tenía un mal presentimiento
- Haitani-san me dijo una cosa sobre ti, me dijo que eras fuerte y que merecías vivir- dijo el hombre- sin embargo, también me dijo otra cosa, me dijo que eras bastante sensible, lo que te hace manipulable, así que concluyó que eras perfecto
- ¿Perfecto?- pregunté confundido- ¿perfecto para qué?- tomé al hombre del cuello de su camisa, me sentí molesto
- Un reino ideal es aquel que no tenga un rey, la anarquía nos abrirá las puertas para que el pueblo pueda tomar las decisiones del pueblo sin necesidad de temer y vivir bajo el yugo de un rey, el mejor sistema será aquel que nosotros elijamos, no un hombre que cree tener el poder sobre nuestras vidas- respondió el hombre con una sonrisa siniestra, lo solté, aún estaba un poco confundido por sus palabras, de pronto Hiro-san lo empezó a golpear con la escoba
- ¡Qué le van a hacer al rey Takano?- Hiro-san gritó sin dejar de golpear al sujeto, las palabras que el hombre había dicho anteriormente cobraban sentido para mí ahora
De un momento a otro el otro sujeto entró a la florería arrebatándole la escoba a Hiro-san, no iba a permitir que le hicieran daño a la persona que más amaba en todo el mundo, antes de que se atreviera a tocar siquiera a mi amado, lo arrojé con un chorro de agua a presión impactándolo contra una pared mientras que volteé a ver al otro sujeto que estaba dispuesto a atacarme con una navaja, encerré su cabeza en una burbuja de agua, soltó la navaja tratando de escapar de mi burbuja desesperado, me acerqué a él lentamente mirando cómo me suplicaba con la mirada que lo liberara.
- Ser sensible no me hace manipulable- dije molesto sin dejarlo escapar- sin embargo, Haitani-san tenía razón al decir que soy fuerte, supongo que a pesar de que lo diga me subestima, enviarlos a ustedes, dos personas comunes y corrientes a persuadirme de quedarme de brazos cruzados mientras planea la manera de afectar al rey, a quien aprecio mucho y le debo tanto, pienso que me subestima totalmente con esa acción- libere al hombre que empezó a toser y a respirar profundamente- respetar la vida no me hace menos fuerte
- ¡Infeliz!- el otro hombre me gritó a punto de atacarme con una navaja cuando Hiro-san le lanzó un gran jarrón dejándolo inconsciente
- ¿En serio creía que lo iba a lograr? ¡Nadie toca al novio de Hiroki Kamijou en su presencia!- decía Hiro-san con las manos en la cintura y un aire de superioridad- Haitani-san también me ha subestimado, creo que pensaba que te iba a poder amenazar si esos hombres me atacaban, pero soy invencible- empezó a reír sonoramente
- ¡Hiro-san es maravilloso!- dije maravillado con una sonrisa
- Por supuesto, soy todo un hombre poderoso- decía Hiro-san cruzándose de brazos y con la barbilla en alto
- ¡Idiotas, no somos los únicos que siguen a Haitani!- decía el hombre que seguía consciente- lo mejor que pueden hacer es seguir el consejo de Haitani Souta, no se acerquen al palacio o tendrán muchas dificultades
- Escucha a ese insecto, Nowaki- decía Hiro-san con el ceño fruncido- después de que le hemos ganado aún nos sigue subestimando
- Disculpe, no es mi intención herirlo pero necesito que usted salga de mi camino- dije con una sonrisa para después darle un golpe que lo dejaría inconsciente- debemos ir al palacio, Hiro-san- dije decidido y preocupado a la vez
- Nowaki- me llamó tomando mi mano- pase lo que pase, quiero que recuerdes que tú eres una persona maravillosa- estaba sonrojado, desviando la mirada- hagas lo que hagas nunca serás un monstruo, tu aprecias y respetas la vida de los demás y aunque llegases a matar a alguien por defender a alguien a quien aprecias, siempre voy a amarte, además siempre voy a pensar que tus poderes son fantásticos y siempre me sentiré orgulloso de decir que Kusama Nowaki es mi pareja, no dejes que las palabras de cualquier Haitani te afecten porque, aunque no sea un gran consuelo, siempre me tendrás a tu lado y siempre te veré con ojos de amor y admiración- cubrió su cara con su flequillo- tú jamás serás igual a uno de esos demonios que son los Haitani, pienso que ellos lo darían todo por ser como tú, nadie puede ser como tú, porque eres único y especial, si dejas que alguno de esos desgraciados te hagan pensar todo lo contrario y te hagan sufrir, voy a golpearte tan duro hasta que sientas el dolor que yo siento al verte de esa manera…¡definitivamente me has hecho un cursi de lo peor!- gritó volteándose para que no lo mirara- deberías estar súper agradecido de haber escuchado todo eso porque no lo volverás a escuchar, mocoso ingenuo
- Hiro-san…- en ese momento me sentía realmente feliz y apoyado, me sentí como el idiota más grande del mundo por dejar que Haitani y su padre me hicieran sentir terrible, abracé a Hiro-san por detrás, sonriendo- vayamos a patear el trasero de ese par que nos subestimaron
- ¡Me encanta la idea!- decía Hiro-san emocionado, tomando un bat escondido en el mostrador del lugar- vamos a darles una probada de nuestro poder, somos los mejores
- El mejor equipo del universo entero- sonreí, besé a Hiro-san y lo tomé de la mano para partir rumbo al palacio- ¡prepárense familia Haitani, hoy caerán ante Kusama y Kamijou!
- ¡I-Idiota!- gritaba Hiro-san sonrojado- no tienes que llevarme de la mano, deja de ser un cursi, es suficiente
- ¡Nunca es suficiente de Hiro-san para mí!- dije riendo mientras llevaba casi arrastrando a Hiro-san al palacio
Antes de que llegáramos al palacio, Haitani-san ya había empezado a poner en marcha su malévolo plan, al ser el coronel se las arregló para inventar diversas tareas para la guardia real para que así no pudieran proteger al palacio ni al rey enviándolos a otros lugares, desde luego los guardias no sospechaban de él puesto que él siempre daba las órdenes, bueno, eso es lo que pienso ya que ningún guardia se encontraba en el palacio cuando sucedió todo eso. Según me comentaron, Haitani-san se adentró al palacio, seguido de un grupo de personas, por la puerta de en frente, Haitani junto a otros chicos decidieron entrar por otra parte encontrándose con quien Haitani se quería encontrar, Yokozawa, te contaré lo que Yokozawa me contó respecto a ese encuentro.
- Haitani ¿Quiénes son esos chicos?- preguntaba Yokozawa a la defensiva
- Somos anarquistas y usted nos estorba en nuestros planes- respondía uno de los chicos atacando a Yokozawa con un palo de madera, Yokozawa al verse atacado prendió en llamas el palo asustando al chico que lo soltó
- ¿Anarquistas?- reía Yokozawa- no me hagan reír, ustedes son unos estúpidos violentos a los que se les ha lavado el cerebro y actúan como borregos, aparentemente bajo las ordenes de Haitani- molesto
- Te agradezco realmente que pienses que soy tan inteligente para lograr algo así, pero solamente soy un líder contra este sistema junto a un grupo de personas que piensan como yo- respondía Haitani sonriendo
- Haitani, es inútil, quizás tu bola de borregos te cree pero te recuerdo que estás tratando conmigo, Yokozawa Takafumi- respondió Yokozawa atacando con una flama a Haitani quien se cubrió con un escudo, Yokozawa se sorprendió
- ¿Te gusta mi escudo, Yokozawa?- sonreía Haitani acercándose a Yokozawa- está protegido con un poderoso aislante térmico, nuestros mejores hombres lo diseñaron especialmente para tu padre, tu mejor amigo, tu rey y para ti ¿no es fabuloso?- reía
- Un minuto- decía Yokozawa impactado- ¿esto es un ataque planeado? ¿están atacando el palacio?
- Vaya, Yokozawa siempre ha sido muy inteligente- reía Haitani- hoy es el día en que me encargaré de ti y te quemarás en las llamas de tu propio infierno
- ¡Ni creas que voy a permitirlo!- gritó Yokozawa atacando varias veces a Haitani quien solamente se cubría con su escudo mientras reía
- ¿Sabes cuál es la mejor parte de todo esto? Ver como el mismísimo rey acaba con sus patéticas vidas, incluyendo la de su amado hijo
- ¿El rey?- impactado Yokozawa- ¡el poder que tu padre le enseñó a Nowaki!- dijo dándose cuenta de las cosas- tu padre obligara al rey a matar a Masamune
- ¡Denle un premio a este hombre!- decía Haitani sonriente, Yokozawa salió corriendo de ahí seguido por el grupo de chicos y Haitani- ¡no lo dejen escapar!
Aparentemente Yokozawa no se había equivocado del todo al deducir aquello, aunque los planes no eran matar a Takano si no matar al rey directamente; cuando Hiro-san y yo llegamos al palacio encontramos un verdadero caos, el padre de Yokozawa, Takano y Yokozawa se encontraban peleando contra el grupo de personas que seguían a Haitani-san, pude notar en algunas personas los escudos de los que te conté hace unos momentos, realmente eran un problema para ellos. Hiro-san fue corriendo hasta un hombre con el que peleaba Takano y le dio fuerte con el bat dejándolo inconsciente, después tomo el escudo.
- ¡Hiroki!- Takano se alegraba de verlo- ¿cómo se han enterado?
- Haitani-san envió a unos hombres de persuadirnos de no venir, obviamente Nowaki y yo les dimos una paliza- contestaba Hiro-san analizando cuidadosamente el escudo- ¿Por qué tuviste tantos problemas con ese sujeto? Solamente tenía un escudo
- Aparentemente están protegidos con un poderoso aislante térmico- explicaba Takano- olvídate de los escudos, tengo que encontrar a mi padre
De pronto pude escuchar la fuerte carcajada de Haitani-san en el lugar, todos dejaron de pelear volteando a verlo, detrás de él se encontraba el rey Takano el cual no movía ni un solo musculo, lo supe al verlo, se encontraba bajo el poder de Haitani-san.
- Compañeros, les pido un poco de atención- decía Haitani-san haciendo que el rey se pusiera frente a él- si acaso alguno de los fieles sirvientes del rey se atreve a atacarme les advierto que lo usaré de escudo humano
- ¡Deja a mi padre, Haitani-san!- gritaba Takano furioso- pelea como un verdadero hombre
- Mocoso insolente, tus caprichos y ordenes no tienen ningún valor para mí- reía Haitani-san obligando a Takano a arrodillarse- soy más fuerte que todos ustedes
- ¡Eso no es verdad Haitani-san!- grité molesto, acercándome decidido hasta él- yo soy más poderoso que tú
- Oh, Nowaki-kun, por un momento pensé que se trataba de una verdadera amenaza- decía Haitani-san con una sonrisa- tranquilo, tú has ganado el derecho de vivir al igual que tu noviecito, creí que había mandado a dos de mis hombres para advertirles sobre esto
- ¡Y usted piensa que nos íbamos a quedar de brazos cruzados, imbécil?- gritaba Hiro-san molesto
- Deberías ponerle un bozal a tu novio- me decía despectivamente Haitani-san, lo ataqué con un látigo de agua por su comentario haciendo sangrar su mejilla- vaya- reía- definitivamente un alumno puede llegar a igualar a su maestro
- No solamente igualarlo Haitani Souta- dije seriamente- un alumno puede superar al maestro, soy mucho más fuerte que usted
- Te falta mucho para ser más fuerte que yo- reía Haitani controlándome, soltando de su control al rey y a Takano sin darse cuenta- ahora arrodíllate ante mí, Nowaki- yo me resistía a su control con el mío, lo cual era demasiado difícil hasta que una pared de fuego cubrió a Haitani-san y al rey
- ¡Souta, me has traicionado!- gritaba el rey Takano molesto y decepcionado al mismo tiempo- ¿cómo pudiste? Yo tenía toda mi confianza puesta en ti, te confié mi vida y la de mi hijo, además de que les di un hogar a tu hijo y a ti
- Eres un total estúpido- decía Haitani-san tranquilamente- si estás tan indignado atácame, te daré la oportunidad- sonriendo
- Atacarte sería lo más sencillo, pero después de eso qué, no voy a caer en tu juego otra vez, no me voy a rebajar a tu nivel- decía molesto el rey, de pronto Haitani-san lo atacó con una lluvia de agua tan filosa que dejaba varias heridas en el rey
- Entonces tendrás que morir- dijo Haitani-san controlando de nuevo al rey obligándolo a poner sus manos frente a él, haciendo que las palmas estuvieran mirando hacia el rey- en tus propias llamas
- ¡No lo permitiré!- gritó Takano lanzando un ataque hacia el rostro de Haitani-san quien gritaba de dolor y se retorcía, se agarró el rostro para cesar las llamas con agua
Los hombres de Haitani querían intervenir pero yo los detuve con mi poder, no podían mover ni un solo musculo, esa fue la última vez que usé esos poderes, siempre pensé que estaba muy mal controlar a otra persona en contra de su voluntad, me parecía algo bajo y sin escrúpulos, además de que era el poder que me enseñó la persona más malvada que he conocido en mi vida. Haitani-san tenía serias quemaduras en el rostro, miraba furioso a Takano, soltó al rey de su control y empezó a controlar a Takano.
- Morir en tus propias llamas es lo que te gustaría ¿no?- decía Haitani-san sonriendo como un maniático- pero no voy a darte ese gusto, si tan sólo te hubieras muerto junto a tu mami, eso me hubiera hecho muy feliz- reía sin control- tu mereces una muerte especial Takano Masamune, digna de un príncipe- de pronto Takano se quejó de dolor, Haitani-san le había roto un brazo, entonces recordé su explicación de cuando me enseñó a usar esos poderes, los huesos representaban el 22% de agua, entonces recordé que el mayor porcentaje lo ocupaba la sangre, sentí un gran temor, solté a los hombres de Haitani-san de mi control dispuesto a detener a Haitani-san controlándolo- ¿cómo se sentirá perder hasta la última gota de tu sangre?- sonreía maliciosamente
Nadie se esperaba lo que sucedió después, incluso yo me quede realmente sorprendido, no quisiera entrar mucho en detalles sobre lo que vi, fue algo horrible, solamente te diré que el rey jamás iba a permitir que alguien lastimará a su hijo, incluso si se trataba de un amigo muy querido, de su coronel, antes de que Haitani-san se atreviera siquiera a quitarle alguna pequeña gota de sangre a Takano con su poder, el rey lo prendió en llamas hasta la muerte. Después de eso me encargue de todos esos seguidores de Haitani y sus escudos contra el fuego, la guardia real volvió al palacio y aún quedaba un asunto que tratar, Haitani Shin seguía ahí, la cuestión era qué hacer con él.
- La respuesta es obvia, debemos matarlo- decía Takano fríamente, su brazo se encontraba enyesado- él intentó asesinarnos junto a su padre, representa un peligro para el reino
- Estoy totalmente de acuerdo con Masamune- opinaba Yokozawa mirando con molestia a Haitani quien se encontraba sostenido por un par de guardias, tenía la mirada baja y los ojos cristalinos- si no nos deshacemos de él podría volver a atacar
- Quizás solamente debemos encerrarlo en una celda- dije aún asustado por haber presenciado la muerte de Haitani-san- después de todo no tiene poderes
- Su majestad ¿de qué manera piensa proceder?- preguntaba su consejero real, el padre de Yokozawa, el rey se encontraba realmente triste y decepcionado, parecía que le era muy difícil tomar una decisión
- Haitani Shin, yo te he visto crecer, te vi cuando eras un pequeño e indefenso bebé abandonado por su madre- decía el rey Takano acercándose a Haitani quien lo miraba con odio- tu padre hizo lo mejor que pudo para educarte, no sé en qué momento lo cegó la sed de poder, estoy consciente de que me odias en estos momentos pero quiero que sepas que yo realmente llegué a apreciarte, eres joven y tienes toda una vida por delante, por favor no cometas los mismos errores de tu padre, sé feliz y no guardes rencor- suspiraba- voy a perdonarte la vida, además tampoco voy a encerrarte, te dejaré en libertad- Haitani lo miraba sorprendido- tú también fuiste una víctima de tu padre, seguiste sus pasos porque era la única opción que tenías, quiero que sepas que yo creo en ti Shin-kun- le sonreía pidiéndole a sus guardias que lo liberaran
- ¡Padre! ¡Has cometido un terrible error, debes castigarlo! Haitani no es inocente, intentó matar a Yokozawa y estoy seguro de que también nos quería muertos, su novia huyó de su lado asustada, quería a Nowaki de su lado como su padre para tener más poder- decía Takano molesto- ¡date cuenta de que estás cometiendo el peor error de todo tu reinado! Y lo peor es que me estás dejando a mí esa responsabilidad
- ¡Silencio Masamune!- gritó el rey molesto- tú eres el príncipe, yo soy el rey y mis palabras han sido claras, el día en que tú te conviertas en rey podrás tomar las decisiones pero ahora las tomo yo- volteó a ver a Haitani- pero hay una condición con mi perdón Haitani, no podrás volver al palacio a menos que seas llamado o invitado ¿he sido claro?
- Más claro que el agua- dijo Haitani serio
- Deberías ser agradecido por haber conseguido el perdón de mi padre- decía Takano molesto
- Lo soy- respondía Haitani- también soy consciente de que el rey Takano no quiso matar a mi padre pero tuvo que hacerlo, lo hizo por ti, Takano Masamune- miró a Takano con profundo odio y rencor- entonces me retiró- al decir esto Haitani se retiró dejándonos a todos preocupados por saber si algún día volvería
Algunos años después el rey Takano murió de una enfermedad y Takano-san tuvo que tomar su lugar como rey del reino Esmerald, pensamos que de alguna manera Takano buscaría a Haitani y lo desterraría del reino pero supongo que por respeto a los deseos de su padre no lo hizo.
- Kusama-san- Takahashi-kun me abrazó llorando- casi caigo en las garras de Haitani, además le hice mucho daño a Takano-san
- Tranquilo Takahashi-kun, todavía no es demasiado tarde, te has dado cuenta de la verdad muy a tiempo- lo abracé tratando de reconfortarlo
- Pero el daño ya está hecho- me decía Takahashi-kun sin parar de llorar- además casi lastimo a mi propio hermano
- Takahashi-kun- lo tome de la barbilla para que me mirara- el rey te ama y será muy feliz si vuelves a su lado, tu hermano te ama y está consciente de tus poderes así que sabe que no lo hiciste a propósito, yo no soy Hiro-san o Yokozawa-san para hablarte crudamente y darte una bofetada pero debo decirte las cosas de frente, llora todo lo que lo necesites y cuando ya no puedas llorar más levántate y ve a darle la cara a Takano-san, verás que te recibirá con los brazos abiertos y serás muy feliz, si no lo haces solamente te harás daño a ti mismo y lastimarás aún más a quienes te aman- sonreí cálidamente- ¿entonces qué harás?
- Primero voy a llorar hasta que ya no pueda más, si acaso me lo permites me quedaré dormido en este sillón cansado de tanto llorar- respondió Takahashi-kun
- Por supuesto, eres bienvenido a quedarte con nosotros- acaricié su cabeza- ¿y después de eso?
- Después iré al palacio a disculparme con Takano-san- me dijo sonrojado- y si decide que no merezco su perdón lucharé por él, él ya ha luchado bastante por mí ahora me toca a mí hacerlo, lucharé hasta que me diga que me ama
- Eso no será necesario, deja de ser tan negativo- dije sonriendo- él definitivamente te sostendrá en brazos y no te dejará ir nunca más porque lo vales, antes de que digas que no vales la pena déjame decirte que realmente la vales, ya es hora de ser feliz Takahashi-kun
- Gracias Kusama-san- me sonrió
- Puedes llamarme Nowaki- le dije sonriendo
- Gracias Nowaki-san- dijo ligeramente sonrojado- tú también, puedes llamarme Ritsu
- ¡No podría hacerlo!- aseguré negando- eso sería algo irrespetuoso
- Pienso que Takano-san tenía mucha razón sobre ti- decía Takahashi-kun suspirando resignado
- Lo siento, Takahashi-kun- respondí rascando mi cabeza- quizás en un futuro cercano pueda llamarte así- reí un poco y Takahashi-kun también, me alegraba que por fin pudiera darse cuenta de las cosas y pudiera volver a los brazos de Takano-san