En un lugar un poco alejado del palacio real pero cercano al pueblo, después de llevar algunas horas caminando y buscando a Ritsu, se encontraban Yukina y Takano observando un campo ligeramente cubierto con una, bastante derretida ya, capa de nieve, de pronto notaron a un hombre recogiendo un poco de la nieve mientras se quejaba, parecía ser que el lugar le pertenecía, Takano se acercó al hombre para preguntarle si sabía algo de lo que había pasado.
- Su majestad- decía el hombre haciendo un reverencia- el muchachito que salvó a la jovencita en el festival de esos abusadores estuvo aquí
- ¿Se refiere a Ritsu?- preguntaba Yukina- debe ser él, esta nieve- tomaba un poco con la mano- es de él
- ¿Sabe a dónde se ha ido, buen hombre?- preguntaba Takano preocupado
- No lo sé con exactitud, aquí estuvo ese hombre de cabellos rojos también- decía el hombre- no recuerdo su nombre, su padre trabajaba para su padre, su alteza
- ¡Haitani?- preguntaba Takano realmente preocupado- ¡sabe algo más? ¡le ruego que me diga que vio!- lo tomaba de los hombros, el hombre estaba algo sorprendido, Yukina separó al rey del hombre
- Su majestad, debe calmarse, no debe pensar en el peor de los escenarios- decía Yukina tratando de calmar a Takano, después volteó a ver al hombre- disculpe ¿pudo ver algo más?
- Recuerdo que vi también a los de la florería Kamijou- decía el hombre haciendo memoria- parecía que el chico alto de ojos azules y poderes de agua estaba bastante molesto con Haitani, aunque ignoro el por qué
- ¿Usted vio con quien se fue el chico de los poderes de hielo?- preguntaba Yukina esperanzado
- ¿Te refieres al castaño de ojos verdes que salvó a la chica en ese festival? Sí, se fue junto a los de la florería Kamijou- decía el hombre seguro
- Gracias al cielo- decía Takano realmente aliviado, cayendo de rodillas- no tengo manera de pagárselo a Nowaki y Hiroki- suspirando
- ¡Su majestad! ¿se encuentra bien? No se preocupe tanto, le va a dar algo- decía el hombre preocupado
- No se preocupe mucho por el rey- decía Yukina con una sonrisa- realmente es como si se hubiera quitado una terrible y muy pesada carga de encima al escuchar eso- suspiraba, mirando al cielo- yo también me siento realmente muy feliz, me alegra que Ritsu esté en buenas manos
- ¡Vamos Yukina-san! No hay tiempo que perder, debemos ir por Ritsu- decía Takano levantándose del suelo
- Su majestad, no quiero ser una molestia para usted pero realmente necesito ayuda, gran parte de mi campo está cubierto por esa capa de nieve, mis cosechas pueden salir afectadas si no me apresuro en retirar la nieve- decía el hombre preocupado
Después de que el hombre dijera eso el lugar se llenó de vapor, de un momento a otro toda la nieve del lugar desapareció, el hombre no cabía en su asombro, agradeció realmente feliz al rey por ayudarlo; Takano y Yukina partieron enseguida hacia la florería Kamijou en busca de Ritsu.
Mientras Takano y Yukina iban en camino, Ritsu se encontraba dormido en un sillón de la casa de Hiroki y Nowaki, se había quedado dormido después de llorar, Nowaki lo tapó con una cobija, acariciando su cabeza, sabía que tan pronto como Ritsu despertara tendrían que ir al palacio, Takano debía estar realmente preocupado; de pronto, un par de brazos rodearon a Nowaki quien volteó para encontrarse con su amado Hiroki.
- Hiro-san ¿estás bien?- preguntaba preocupado Nowaki- ¿te sientes mal? ¿el bebé está bien?
- No te preocupes, estamos bien- respondía Hiroki ligeramente sonrojado- ¿cómo está Takahashi-kun?- preguntaba mirándolo dormir
- Parece que está mucho mejor- respondía Nowaki sonriendo, abrazando a su pareja
- Si se encuentra mucho mejor, tenemos que avisarle a Takano que está aquí- decía Hiroki dejándose abrazar
- De hecho, él mismo quiere ver al rey para disculparse- decía Nowaki acariciando el vientre de Hiroki- déjalo dormir por ahora
- ¿Él quiere disculparse con Takano?- preguntaba sorprendido Hiroki- ¿qué rayos le dijiste? No entiendo cómo lo haces Nowaki brujo- reía, abrazándolo
- ¡No soy un brujo, Hiro-san!- se quejaba Nowaki mientras Hiroki reía más- le conté todo sobre Haitani, desde la primera vez que lo vi hasta que su padre murió y el rey Takano Kai le perdonó la vida- suspiraba
- ¿Estás bien?- preguntaba preocupado Hiroki
- Sí, Hiro-san, no te preocupes por mí- le sonreía cálidamente mientras acariciaba su mejilla- si Haitani Shin se atreve a volver a ponerte aunque sea un dedo encima voy a hacerlo suplicarme por la muerte- fruncía el ceño
- Creo que ahora tengo dos grandes debilidades- decía Hiroki recargando su cabeza en el pecho de Nowaki- antes solamente tenía una
- ¿Dos grandes debilidades?- preguntaba Nowaki confundido
- Tú y nuestro bebé- respondía Hiroki tocando su vientre- Haitani me tenía totalmente a su merced- suspiraba- si no hubiera sido por Takahashi-kun, no sé qué hubiera hecho
- Ni siquiera lo menciones- decía Nowaki abrazando fuertemente a Hiroki- ustedes dos son mis más grandes debilidades, soy tan feliz porque están bien
Hiroki y Nowaki empezaron a besarse dulcemente cuando se escuchó que alguien tocaba la puerta, Nowaki se separó de Hiroki a regañadientes y fue a abrir la puerta, mientras él se disponía a abrir la puerta, Hiroki se sentó en uno de los brazos del sillón en el que se encontraba durmiendo Ritsu acariciando su cabello, soltando un pequeño y apenas audible “gracias” con una ligera sonrisa, de pronto pudo notar a Takano adentrándose en el lugar con la preocupación en su rostro preguntando por Ritsu, siendo seguido por otro chico y Nowaki, Hiroki le pidió bajar la voz señalándole a Ritsu quien dormía, Takano se había relajado al verlo dormir tranquilamente, sonrío con un poco de tristeza pues sabía que el castaño lo odiaba, o al menos eso creía él, su corazón dolía un poco por eso pero a la vez se alegraba de verlo sano y salvo, de pronto se dejó caer en uno de los sillones un poco cansado, Yukina se acercó a Ritsu sonriendo, se alegraba de ver a su amigo dormir tranquilamente a salvo.
- Takano ¿cómo supiste que Takahashi-kun estaba aquí?- preguntaba Hiroki sentándose al lado de su amigo
- Un hombre me lo dijo, dijo que los vio a ustedes junto a Ritsu y a Haitani- decía Takano seriamente, estremeciendo un poco a Hiroki al recordar aquello- eso no importa ¿Por qué me tengo que enterar por medio de un desconocido?- miraba fijamente a Hiroki
- ¿Acaso me estás reclamando algo?- decía Hiroki alzando una ceja, cruzado de brazos
- Disculpe su majestad- intervenía Nowaki- cuando encontramos a Takahashi-kun, él no estaba dispuesto a verlo, pero íbamos a avisarle cuando él despertara ya que ahora quiere verlo
- Por cierto ¿quién es el chico que viene contigo?- preguntaba Hiroki mirando a Yukina
- Discúlpeme, que modales los míos- decía Yukina rascando su cabeza- mi nombre es Yukina Kou, soy amigo de Ritsu, un gusto conocerlos- sonriendo
- Vaya, incluso brilla- decía Hiroki entrecerrando los ojos
- Supongo que es una técnica especial para enceguecer a sus enemigos- decía Takano tranquilamente, bromeando
- Su majestad, no diga cosas extrañas de mí- se quejaba Yukina
- Mi nombre es Hiroki Kamijou y él es mi pareja Nowaki Kusama- decía Hiroki
- Yukina-san creo que deberías despertar a Takahashi-kun- decía Nowaki de pronto- creo que es momento, además supongo que su hermano debe estar esperando noticias de él ¿no?- sonriendo
Yukina asentía sonriendo, se agacho a la altura del sillón, moviendo suavemente a Ritsu y llamándolo para que se despertara, poco a poco Ritsu empezó a abrir sus ojos encontrándose con Yukina, al verlo se sentó en el sillón sorprendido, la alegría pronto desplazó a la sorpresa, Ritsu se lanzó a los brazos de Yukina, aferrándose a él, estaba muy feliz de tener a su amigo ahí con él, luego empezó a derramar algunas lágrimas.
- Yukina hice algo terrible- decía Ritsu escondiendo su rostro en el pecho del otro- nunca debí haber actuado así con alguien a quien amo
- Tranquilo Ritsu- decía Yukina acariciando su cabello, tratando de reconfortarlo- Misaki está bien, no le sucedió nada
- No me refería a eso, aunque también debería sentirme mal por eso, casi le hago mucho daño a mi hermano- decía Ritsu sin despegar su rostro de Yukina- por cierto ¿qué haces aquí?- volteó a mirarlo a los ojos
- Bueno, todos estábamos muy preocupados por ti, así que el rey Takano y yo nos dimos a la tarea de buscarte- sonreía Yukina
- ¿E-El rey Takano?- preguntaba Ritsu sorprendido
- Así es- decía Takano levantándose del sillón, acercándose lentamente a Ritsu ya que no quería volver a alterarlo- he venido por ti porque te amo- aseguraba
- T-Takano-san…- los ojos de Ritsu se llenaban de lágrimas
Takano se esperaba lo peor, creía que de un momento a otro Ritsu iba a atacarlo; de pronto sintió la calidez de Ritsu aferrándose a él, miró sorprendido a Ritsu que lo abrazaba llorando mientras repetía que lo sentía.
- ¿Ritsu?- Takano aún no creía lo que pasaba
- ¡Perdóname Takano-san, por favor!- decía Ritsu aferrándose a Takano- te hice mucho daño, te dije cosas horribles, sé que no merezco tu perdón pero por favor, no quiero que me odies- llorando
- Ritsu- sonreía Takano correspondiendo el abrazo- nunca te odiaría, no hay nada que perdonar porque sé que todo lo que me dijiste y todo lo que hiciste fue por miedo a ser lastimado, toda tu vida te han atacado- besaba su frente y secaba un par de lágrimas de Ritsu- mi padre decía que el miedo nos transforma y nos hace hacer cosas que algunas veces no deseamos realmente
- Quizás, pero yo debí confiar más en ti en lugar de Haitani- decía Ritsu aferrado a Takano- tú me salvaste y siempre me has tratado con cariño, en cambio yo te pague con desconfianza y hostilidad, la verdad es que si estaba bastante asustado de ser lastimado, tenía miedo y me sentía bastante triste, desilusionado, no quería creer que tú estabas jugando conmigo pero tampoco podía creer que me amaras porque no tengo confianza en mí mismo, siempre me han dicho que soy un monstruo, me parecía demasiado que un hombre atractivo, gentil, un rey con poderes y muy seguro de sí mismo se fijara en mí, además de que Haitani sonaba bastante convincente y después todo parecía encajar perfectamente con sus mentiras- agachaba la mirada- yo te hice mucho daño, lastimé a la persona que amo- sonrojado, escondiendo su rostro en el pecho de Takano
- ¿Acaso has dicho que me amas?- preguntaba Takano sorprendido
- ¡Takano-san! ¡dije muchas cosas más importantes antes!- se quejaba Ritsu frunciendo el ceño, mirando a Takano
- Sí, las escuché, pero lo más importante para mí fue eso último- decía Takano sonriendo acariciando la mejilla de Ritsu quien estaba sonrojado- todo está ahora en el pasado y trabajaremos en esa desconfianza tuya poco a poco, quiero tenerte a mi lado, no quiero que te separes de mí nunca más, Haitani me dio donde más me dolía, no podría soportar una segunda vez- lo estrechaba entre sus brazos sintiendo su calidez, realmente estaba enamorado de Ritsu
- No merezco un hombre tan maravilloso como tú- decía Ritsu sintiéndose abrigado por la calidez de Takano
- Basta de eso- decía Takano tomando a Ritsu de la barbilla para que lo mirara- tu eres un chico maravilloso, tu mereces lo mejor, eres dulce, lindo, te preocupas por los demás, tienes una encantadora sonrisa, sin mencionar que tu rostro sonrojado me cautiva siempre- sonriendo- tienes mucho cariño que dar y yo tengo mucho que darte- unía su frente con la de Ritsu que estaba completamente sonrojado
- Entonces ¿estamos bien?- preguntaba Ritsu con los ojos cristalinos
- Por supuesto- sonreía Takano para después besar la cabeza de Ritsu
- Takano-san, creo que te amo- confesaba Ritsu cerrando los ojos, totalmente sonrojado
- ¿Crees?- preguntaba Takano soltando una risilla
- Pienso que también debemos trabajar en mi seguridad- decía Ritsu desviando la mirada sonrojado, Takano reía
- Bueno, ya te había dicho que no me rendiría hasta que esa duda se convierta en seguridad- decía Takano guiñándole un ojo a Ritsu
Ambos sonreían felices de poder estar juntos, los demás fungían como espectadores, alegres porque todo se había solucionado entre Ritsu y Takano, Yukina se sentía aún más feliz puesto que podía ver la felicidad en la mirada de su amigo, estaba convencido de que eso era amor y se alegraba tanto porque su amigo al fin había encontrado a su otra mitad, la persona que lo amara, respetará y llenará de fortaleza.
De un momento a otro, Takano besó a Ritsu, al principio Ritsu se había sorprendido por el repentino beso pero no tardó mucho en corresponderlo, Ritsu se sentía realmente feliz, sentía fortaleza, amor en ese beso, pero sobretodo, ese beso le decía que podía confiar plenamente en el amor de Takano. Ambos estaban perdidos en su beso, el mundo alrededor había dejado de existir para ellos, ahora solamente eran ellos dos y eso les gustaba.
- ¿Acaso se han olvidado de que nosotros estamos aquí?- decía Hiroki alzando una ceja
- Quizás deberíamos seguirles el paso, Hiro-san- sugería Nowaki tomando de la cintura a Hiroki
- Oh, se los pido por favor, no me dejen en una situación terriblemente incomoda- pedía Yukina
- Muy bien Takano, ya deja de pervertir a Takahashi-kun- decía Hiroki interrumpiendo el momento- todos en el palacio deben estar bastante preocupados
- Olvidaré tu entrometimiento solamente porque gracias a Nowaki y a ti, mi Ritsu está bien- decía Takano acariciando la mejilla de Ritsu
- Por supuesto, obviamente no íbamos a dejar que Haitani se saliera con la suya y se atreviera a tocar a Takahashi-kun- decía Hiroki cruzado de brazos- no vuelvas a descuidarlo o te daré una tunda
- Siempre tan amoroso tú, Hiroki- decía Takano despeinando el cabello de Hiroki
- ¡Acaso crees que porque eres un rey no te daré una paliza?- gruñía Hiroki, Takano solamente reía
- Nowaki-san, Kamijou-san, muchas gracias- decía Ritsu sonriendo- gracias a ustedes no he caído en las garras de Haitani
- Gracias a ti, Takahashi-kun- decía Hiroki sonriéndole cálidamente- salvaste a mi bebé y estoy muy agradecido por eso- lo abrazaba
- Kamijou-san, puede llamarme Ritsu si así lo desea- decía Ritsu correspondiendo el abrazo
- De acuerdo, Ritsu- acariciaba su cabeza, Hiroki- tu puedes llamarme Hiroki
- Sí, Hiroki-san- sonreía Ritsu
Después de un rato, Yukina, Takano y Ritsu decidieron regresar al palacio donde los esperaban los demás, se despidieron de la pareja agradecidos por todo lo que hicieron y emprendieron su camino de vuelta al palacio; en el camino los tres conversaban animadamente, Takano y Ritsu caminaban tomados de la mano, ambos se sentían realmente felices puesto que las cosas entre ellos ahora estaban bien, a pesar de que atravesaron momentos difíciles que los hicieron sufrir ahora podían estar juntos y trabajarían mejor en su relación.
Cuando llegaron al palacio ya era algo tarde, el sol ya se había ocultado, los primeros en recibir al rey, Ritsu y Yukina fueron Haruhi y Mino quienes se encontraban realmente felices al verlos bien, Haruhi abrazó a Ritsu muy alegre y éste correspondió el gesto, al escuchar tanto alboroto Yokozawa, Kirishima y Hiyori se asomaron a ver de qué se trataba encontrándose con la grata sorpresa de que Takano y Yukina ya habían regresado trayendo consigo a Ritsu, Hiyori corrió a abrazar a Takano; de pronto Yukina preguntó por su novio y amigos, Mino le informó que se encontraban en el estudio real.
- ¿Estudio real?- preguntaba Yukina ladeando la cabeza- ¿dónde se encuentra ese lugar?
- Los llevaré con gusto, los chicos estaban esperando ansiosos que Ritsu volviera- decía Mino sonriente
- Muchas gracias, Mino- decía Ritsu sonriendo
- Me alegra verte feliz, Ritsu- decía Mino alegre- me alegra que ambos estén felices- miraba a Takano
- Estamos de acuerdo en que todos estamos felices porque Ritsu volvió sano y salvo- decía Kirishima- además de que ahora el rey y él se reconciliaron, pero no hagamos esperar más al hermano de Takahashi-kun y a sus amigos
- Oh, cierto, cierto- decía Mino indicándole a Ritsu y Yukina que lo siguieran- por aquí, chicos
Todos siguieron a Mino rumbo al estudio, cuando llegaron ahí Mino abrió la puerta adentrándose en el lugar, Takano no dejó pasar a nadie además de Ritsu y Yukina cerrando la puerta tras de sí, lo primero que encontraron al entrar fue a Shinobu y Kisa durmiendo en uno de los sillones del lugar, Yukina se acercó a los dos chicos moviéndolos suavemente para despertarlos, el primero en despertar fue Shinobu observando a Yukina sonriente.
- ¿Yukina?- preguntaba Shinobu tallándose un ojo- ¡Yukina!- de pronto reaccionó alegre- ¿encontraron a Ritsu?- esperaba expectante la respuesta de Yukina
- Sí, aquí estoy- decía Ritsu acercándose- lo siento mucho, no quería causarles tantos problemas y preocuparlos- de pronto Ritsu fue abrazado por Shinobu
- ¡Ritsu, me alegra tanto que estés bien!- decía Shinobu alegre y después frunció el ceño- ¡no vuelvas a escapar así de pronto! Estábamos muy preocupados- lo regañaba
- Sí, lo siento mucho- decía Ritsu abrazando a Shinobu, soltando una risilla ante el regaño de su amigo
- Amor, despierta- decía Yukina moviendo ligeramente a Kisa
- Cinco minutos más- decía Kisa acomodándose mejor en el sillón
- Eres demasiado dulce con él, zarandéalo* o grítale para que se despierte- decía Shinobu a Yukina
- Creo que tengo una mejor idea- decía Yukina sonriendo para después besar a Kisa apasionadamente quien se despertó rodeando el cuello de su novio y correspondiendo el beso, cuando la falta de aire se hizo presente ambos se separaron- ¿ya despertaste, amor?- sonreía
- Yukina- Kisa lo miraba sonrojado, acariciando su pecho- hagámoslo ¿sí?- lo miraba pícaramente
- Eres un pervertido sin remedio alguno- decía Shinobu negando- Yukina te dije que lo zarandearas, se despertó todo calenturiento
- ¡Cállate Shinobu!- gritaba Kisa sonrojado cuando de repente notó a Ritsu- ¡Ricchan!- se lanzó hacia Ritsu abrazándolo- ¿estás bien?- preocupado
- Sí, lo siento mucho Kisa- lo abrazaba fuertemente, Ritsu- no quería preocuparlos, discúlpame por las cosas que dije
- No tienes que disculparte, Ricchan- decía Kisa sonriendo con los ojos cristalinos- lo importante es que estás bien y estás aquí con nosotros – juntaba su frente con la de su amigo
- Un minuto ¿Dónde está Misaki?- preguntaba Shinobu buscando a su amigo
- Quizás Usami-san se lo ha llevado a algún lugar más íntimo donde pudieran estar ellos dos solos- decía Kisa poniendo pose de pensar
- ¡Usami-san?- preguntaron Ritsu y Yukina al unísono
- ¿Usami-san?- preguntaba Takano- creo que me suena un poco familiar
- ¡Más le vale a ese idiota no intentar nada!- decía Yukina molesto- hay que encontrarlo ¿quién los dejó a ustedes solos con ese pervertido?
- No te preocupes amor, Usami-san no nos atacaría a nosotros, él solamente está interesado en Misaki- decía Kisa
- Quizás estén en el piso de arriba- decía Takano de pronto
- Entonces vamos, no creo que Usami-san sea un mal sujeto pero es algo atrevido- decía Ritsu dirigiéndose hacia el segundo piso del estudio
Los cinco subieron por las escaleras que los llevaban hacia el segundo piso en busca de Misaki y Usagi, los buscaban entre los diferentes estantes de libros que eran varios, de pronto escucharon algunas voces.
- Misaki, solo un poco más- se escuchaba la voz de Usagi
- ¿Así, Usagi-san?- decía Misaki
- No, permíteme ayudarte- decía Usagi con una risilla
- ¡Usagi-san, no hagas eso! Es vergonzoso- se quejaba Misaki
- Oh, vamos, Misaki- decía Usagi- ¿acaso no te gusta?
- Solamente digo que es vergonzoso- decía Misaki con un tono apenado
- Vamos Misaki, solamente un poco más- decía Usagi con un tono como si estuviera haciendo un poco de esfuerzo
- ¡Usagi-san!- se quejaba un poco Misaki- no creo que pueda hacerlo
- Resiste Misaki, tú puedes hacerlo- decía Usagi
- Usagi-san, ahí no, es por acá- decía Misaki, después de eso se escucharon algunos ruidos- sí, ahí Usagi-san, ya casi…ah… no puedo
- Estamos muy cerca Misaki, resiste- decía Usagi quien después suspiro
- ¡Usagi-san, no me sueltes!- gritaba Misaki
- No te soltare Misaki, vamos, puedes hacerlo- decía Usagi animándolo
- ¡Waaa, es enorme!- decía Misaki sorprendido
- Te lo dije- decía Usagi con orgullo
- Tu sí sabes de esto, Usagi-san- decía Misaki- waaa, ya no puedo, es pesado- se quejaba
- Déjame ayudarte, Misaki- se ofrecía Usagi
- ¡Pero no me vayas a soltar!- decía Misaki algo preocupado
Los amigos y Takano se habían quedado pasmados al escuchar todo eso, Shinobu estaba totalmente sonrojado al igual que Ritsu, Kisa tenía los ojos abiertos como un par de platos, Yukina estaba furioso, de pronto Ritsu se desmayó pero fue atrapado por Takano.
- ¡Waaa, Ricchan, resiste!- decía Kisa echándole aire a Ritsu
- ¡Usami-san, eres hombre muerto!- gritaba Yukina dirigiéndose hacia donde se escuchaban las voces
- ¡Yukina, no cometas un delito!- decía Kisa corriendo tras él
- ¡Mátalo Yukina, no escuches a Kisa!- decía Shinobu tras ellos, Takano cargó a Ritsu entre sus brazos y fue tras los demás
Yukina estaba decidido a golpear a Usagi por su atrevimiento cuando de pronto encontró a Misaki y Usagi, Misaki tenía un gran libro entre sus manos.
- ¡Yukina!- decía Misaki feliz, acercándose a él- ¿encontraron a mi hermano?- esperanzado
- ¡Yukina, no lo mates, te van a encerrar y yo moriré de la angustia!- decía Kisa abrazando por detrás a Yukina- ¡Usagi-san, corra!
- No lo meterán a la cárcel si mantenemos esto como un oscuro secreto entre nosotros- decía Shinobu también llegando al lugar
- ¿Ahora por qué quieren asesinarme?- preguntaba Usagi para después suspirar
- ¿Qué es lo que Usami-san y tú hacían, Misaki?- preguntaba Yukina algo desconcertado
- Estábamos buscando un libro del cual me habló Usagi-san, él me ayudó a alcanzarlo ya que estaba muy alto en un estante- explicaba Misaki mostrando el gran libro- es enorme, yo no podía creerle que fuera así de grande
- Entonces ¿solamente estaban tratando de alcanzar un libro?- preguntaba Shinobu algo apenado
- Así es, pero eso no importa- decía Misaki preocupado- ¿encontraron a mi hermano?
- Tu hermano está sano y salvo- decía Takano con Ritsu en brazos
- ¡Takano nii-san!- se acercaba alegre, Misaki- ¿Por qué mi hermano está inconsciente?- preguntaba preocupado
- Digamos que recibió una fuerte impresión- decía Kisa rascando su cabeza- creo que todos somos unos malpensados- murmuraba lo último
- Y me acusan a mí de ser un pervertido- se quejaba Usagi cruzado de brazos
- Tampoco finja inocencia Usami-san- reía Kisa
- ¿Mi hermano va a estar bien?- preguntaba Misaki preocupado a Takano
- Sí, descuida Misaki- sonreía Takano- solamente necesita descansar un poco
- ¿Las cosas entre ustedes están mejor?- preguntaba Misaki
- Sí, mucho mejor- respondía Takano feliz- se ha dado cuenta de que Haitani es una mala persona, además también se ha dado cuenta de que me ama- besaba la frente de Ritsu- yo también lo amo, lo amo tanto
Misaki sonreía al ver a Takano y a su hermano, podía notar el amor que Takano sentía por su hermano, ahora las cosas pintaban mucho mejor y eso lo hacía feliz, sabía que con ayuda de Takano, Ritsu iba a poder controlar sus poderes pronto y el rey Keitaro lo dejaría volver, al pensar en todo eso se dio cuenta de algo que no había contemplado, ahora que Ritsu comprendía los sentimientos de Takano y que también sentía amor por él, no iba a querer separarse de Takano, por lo que no iba a querer volver al reino del Norte; Misaki sintió una pequeña opresión en su corazón, su hermano no volvería a casa como ellos deseaban.