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Pov Zack
¿Qué no me junte con él? ¿Por qué?
Fui a sentarme en la tercera fila, en el medio. Estuve algo distraído durante toda la clase, ese chico ¿Por qué dijo eso? Parece ser una buena persona ¿Por qué no me juntaría con él?
Sentí que alguien se me acercaba, un profesor había faltado y teníamos una hora libre.
-¡Hola! Gusto en conocerte –me saludó animadamente parecía tener una sobrecarga de energía– Mi nombre es Ariel White ¿Te puedo hacer una pregunta?
-Sí, ¿Cuál es? – pregunté algo intrigado.
- ¿Por qué estabas con Leonel? – espera. . . ¿¡Qué tiene de malo ese chico!?
-¿Por qué lo preguntas? –lo admito soné tan enojado al responder esa pregunta, pero no sabía el por qué.
- Es que nadie se junta con ese chico –me comentó sentándose en el escritorio donde yo tenía los codos apoyados.
-¿Por qué? – no pude evitar preguntar, me pareció raro.
-Es el hijo del director ¿No lo sabias?
¿Eso que tendrá de malo? Sonó el timbre anunciando que teníamos un receso, me levanté y salí ante la mirada atenta de ese chico.
¿Por dónde era? Cierto, en el primer piso, baje las escaleras y mire hacia adentro con esperanza de que este, lo vi hablando con un hombre de pelo negro y ojos verdes, parecía una versión adulta de él.
Fin Pov Zack.
Pov Leonel.
Después de dejar a ese chico, baje las escaleras y llegué al departamento de arquitectura ¡Maldición! Solo camino más rápido.
- Oye, Princesa –me llamó una voz, como lo odio, solo seguí caminando ignorándolo- ¡Te estoy hablando! –Dijo ya enfadado y jalándome del antebrazo fuertemente hacia él ¿Que quiere ahora?
Fin Pov Leonel
Un chico rubio de ojos cafés, alto y de piel trigueña jalaba a un Leonel que no oponía resistencia.
-¿Qué quieres? ¿A dónde me llevas? –cuestionó aburrido.
-Cállate, princesa –le ordenó arrastrándolo hasta atrás de la universidad, donde estaba extrañamente vacío.
- ¿Con que le contestaste mal a mi primo? Le dijiste de mente inferior.
- ¿Eso era? ¿Enserió? Recurrir a su primo de dos años mayor, ¿Por qué no viene él? – dijo en tono desafiante.
- No te creas Woodward –replicó el chico, sacando disimuladamente una navaja –Sabes, los que se meten con los Black, siempre pagan –Dijo con una sonrisa de superioridad, para luego acercar sigilosamente la navaja al hombro de el de ojos verdes claros.
Leonel solo se lo quedo mirando, no se había percatado de esa navaja, ni como esta se hundía fácilmente en su hombro, ni tampoco cuando salía. Solo vio como el chico salía caminando sin ver la despreocupada reacción del contrario.
Pov Leonel
¿Solo vino a amenazarme?
Escuché la campana que anunciaba el final del receso, literalmente corrí a mi salón, justo cuando el profesor iba a cerrar la puerta pude llegar.
-Woodward ¿No estaba dentro del salón como siempre? –Dijo el profesor que enseñaba derecho, lo vi enarcar una ceja, mientras me observaba.
-¿Puedo ir a sentarme?- pregunté, debo admitir me sentía algo mareado.
-Adelante –Ese profesor (además del de psicología) siempre se preocupaba por mí y no me cuestionaba cada dos minutos, el porqué de mi decisión de estudiar leyes y no psicología como yo deseaba.
La clase pasó tan, pero tan lenta, seguía estando mareado y no entendía el porqué, así como también empezaba a sentirme cansado.
Sonó por segunda vez el timbre, observe a mi padre entrar por el aula…
¡Maldición!
-Director Woodward – Casi inmediatamente todos se fueron a sentar, a lo que mi padre les sonrió cálidamente.
-Pueden Salir, yo vengo a hablar con - ¡No lo Digas! – mi hijo.
¡Idiota! Pegué mi cabeza contra el banco.
-Hijo. . . –me habló cuando el chico que ayudé esta mañana entro llamándome.
-Leonel – dijo con una sonrisa entrando en el salón, cuando me pare para preguntarle, que hacia aquí, sentí otro mareo y vi como mi padre había abierto desmesuradamente sus ojos, fijándolos en mi hombro derecho.
Zack se me acercó, me levanté y me acerque a él, iba a decir algo pero de repente se volvió todo negro.
Fin Pov Leonel
Pov Zack
-Leonel –dije entrando en el salón, cuando él se me iba a acercar cayó, suerte que lo logre atrapar, aunque por poco cae al suelo.
-¡Hijo! –exclamó la versión adulta de Leonel, cierto él era el director- ¿puedes cargarlo? – me cuestiono sacándose su corbata y enredándola en el hombro, ahí lo vi, su hombro derecho goteaba sangre, lo cargué estilo princesa y espere ordenes –Vámonos – me dijo el director, tomando las cosas de Leonel, envió un mensaje bien rápido y yo solo lo seguí, las miradas curiosas de todos me incomodaron y llegue hasta el auto del director, el me abrió la puerta y me acomodé, cargando a Leonel como si fuera un bebe.
Fin Pov Zack
El director de la universidad, arrancó el auto, mientras Zack lo miraba curioso.
-¿No hay enfermería en la universidad?
-Sí, pero Leonel, necesita un medico especial.
-¿Especial? –preguntó aún más curioso.
El mayor suspiro – Él tiene un extraño caso, donde no puede sentir el tacto, al principio era leve, pero con el paso de los años, se fue agravando-explicó con angustia, recordando que desde el primer año todo eso empezó.
*Flash Black*
-¡Awww! –Exclamó una mujer de ojos azules y cabellos castaños – Mira, mira Frederick, Leonel está aprendiendo a subirse en la silla – llamó a su esposo entusiasmada, observando a un niño de apenas un año intentando subirse a una alta silla usando unos libros como escalera.
-Ya voy, Marie –Respondió corriendo a su lado – en verdad es inteligente, será un gran chico de grande –ambos se miraron con una sonrisa y se dieron un corto beso.
Corto pero no tanto…
No tanto para que Leonel terminara de subirse a la silla…
No tanto para que agarre inocentemente un cuchillo…
No tanto como para que cortara su mano…
No tanto como para que el líquido carmesí empezara a salir. . .
-¡Hijo! –exclamó asustada Marie, agarrando a su bebe y llevándolo inmediatamente al hospital junto a su esposo.
Extrañamente, Leonel no lloraba, solo hacia pucheros como si lo estuvieran pellizcando en vez de tener una cortadura en la mitad de su mano.
*Fin Flash Black*
Frederick sacudió suavemente su cabeza, tratando de no pensar en eso.
Inmediatamente ambos salieron del auto, el director hablo con la recepcionista y se dirigieron a una sala completamente blanca.
-¡Hola Frederick! -saludó el doctor y luego observo la situación- ¿En qué se metió este descuidado?
-No lo sé, fui a hablar con él a su salón y de repente se desmayó y le vi su herida, creo que él ni se dio cuenta.
-Y bueno, que se le va a hacer, si uno no lo siente o lo ve no sabe lo que tiene o lo que le hicieron en este caso, mi niño apóyalo en la camilla- le dijo a Zack al que solo le apareció un tic en el ojo al ser llamado ‘’niño’’, para luego apoyarlo con sumo cuidado en la camilla, lo que impresionó al padre de Leonel.
Nadie, además de ellos habían tratado a Leonel como una frágil joya.
-Parece que la herida no es profunda, pero si perdió sangre, estará inconsciente unas horas –dijo el médico poniéndole anestésicos y vendas al hombro derecho.
*fuera de la sala*
-Me voy con otros pacientes –anuncio el doctor retirándose.
-Zack ¿Verdad? –preguntó el director.
-Si…
-Gracias, ¿Podrías quedarte con él?, debo avisarle a su madre e ir a la universidad de nuevo –explicó con un suspiro.
-No se preocupe, yo lo cuidare.
-Gracias. . .