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No se llamaría Amor si no doliera. por Beitha KangChoi

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Notas del capitulo:

Una visita a Jacob y unas palabras de éste haran que Seth se sienta dolido, nadie conoce a Emmett, Sólo el menor y eso molesta y preocupa a Jake, su mejor amigo.

Emmett comienza a sentir algo que nunca pensó volver a sentir
"Mi compañero... ¿Para la eternidad?"

Una llamada por parte de Rosalie creará algo nuevo entre Emmett y Seth ya sea para bien... o para mal.

 

 

 

Enyoy!

CAPÍTULO CINCO: Temor a perderte y más mentiras.

 

Ese día estaba con sol, por lo que claramente Emmett no estaría en el bosque como todos los días, a veces odiaba el sol, pero ya no había de otra y se sentía aburrido, y el hecho de que no hubiera clases no le ayudaba en mucho, por lo menos se sentiría algo ocupado con las tareas, pero no había nada que hacer. Entonces se le vino a la mente Jacob. Su mejor amigo, su ejemplo a seguir. Si se ponía a pensar, no lo había vuelto a ver desde el cumpleaños de Isabella, la hija del Sheriff.

 

Con sus pies, quitó las mantas con las cuales dormía y colocó sus manos en su rostro. Realmente extrañaba a Jake por lo que ese día lo iría ver y que le contara algunas de las cosas que ha estado haciendo en esos meses que no lo había visto, pero suponía que su respuesta a todo sería: “Bella”.

 

Se levantó de la cama y se duchó ya que el calor le estaba matando, y el tener el cabello largo en ese momento no le ayudaba mucho en nada, todo lo contrario, quería cortárselo, no sabía que esperaba su papá para que le dijera que ya se lo podía cortar, supuestamente el corte de cabello tendría que ser un suceso único, Seth no comprendía porque era tan importante un simple corte de cabello, cuando se lo cepillaba pensaba en Emmett y lo que le dijo con referente a su cabello, que le gustaba así de largo. Inconscientemente sonrió como un verdadero tonto, pero algo inexplicablemente en él estaba cambiando, lo sentía en su cuerpo y en su porte, juraría que había crecido algunos centímetros. Le restó importancia y se vistió con una camiseta sencilla, unos jeans y sus cómodas zapatillas y su cabello sujeto en una coleta alta. Salió de su habitación hacia la cocina y miró que su madre conversaba con su hermana, solo dijo que iría a ver a Jake y ambas sólo pidieron que se cuidara mucho. Una vez fuera inhaló el viento que corría a su alrededor y comenzó a caminar a casa de los Black, a pesar de siempre sentir como lo seguían, esa vez fue extrañamente normal, no sintió en ningún momento ello.

 

“¿Tendría que agradecer a esos idiotas por golpearme ese día? O ¿Tendría que agradecer mi valentía por no ir a casa de Jake y esconderme ahí en vez del oscuro bosque de Forks? Sea lo que sea… lo agradezco infinitamente porque gracias a esa decisión pude conocer a Emmett, ese chico de 20 años que es increíble y que por extraño que suene, hace que mi corazón vaya más rápido, o que se detenga y oprima con fuerza por tristeza. Lo único que puedo agradecer ahora es que tengo a Emmett como mi mejor amigo, como ese alguien especial para mí… Emmett… Emmett…”

 

Entonces el solo nombrarlo en su cabeza hizo que su corazón comenzara a ir más rápido.

 

“¿Sufriré del corazón? Porque me está dando una taquicardia en este momento.”

 

Una de sus manos fue hasta su pecho y claramente noto como su corazón iba a un ritmo muy acelerado, tanto que le asustaba que se le fuera a salir del pecho en cualquier momento.

 

“No sé que es, pero… se siente lindo, como si alguien te abrazara el corazón. Seguro me estoy volviendo loco, eso es muy seguro.”

 

Se convencía a sí mismo de que ese insistente golpeteo en su pecho producto del aceleramiento de su corazón era por motivos que no conocía o en el peor de los casos, que no quería conocer por miedo a lo desconocido. Seth solo conocía ese amor innato de su familia, ese tan puro amor de un amigo como el de Jake, ese amor que le daban sus padres, ese amor que le daba su hermana mayor y que siempre lo vería como un bebé. A sus 13 años, Seth aun no comprendía muchas de las cosas del “mundo adulto”, como solía llamarlo, y una de esas cosas era el amor de una persona hacia otra, que no sea tu familia, que no sean tus amigos casi hermanos, y eso sería una dura lección que Seth tendría que aprender más que anda en el mundo, a pesar de que sea doloroso, a pesar de que sientas que mueres, uno tiene que aprender a sentirlo para poder saber que ese… es lo que todos llaman “amor”.

 

Las manos de Seth estaban dentro de los bolsillos de su pantalón mientras caminaba en dirección a la casa de Jacob. Suspiraba cada vez que podía, se sentía tan extraño, se sentía… un No Seth a comparación de los días anteriores. Le restó importancia al asunto y solo ansiaba llegar para hablar con Jake y contarle un poco más sobre su nuevo amigo Emmett MCarthhy, se puso a pensar un momento en el apellido y notó que ese apellido no era muy conocido o muy de la zona de Forks a pesar que Emmett le había dicho que sus padres eran de Forks pero que siempre viajaban por algunos asuntos de negocios y lo dejaban a él solo en casa. No muy lejos vio la entrada de la puerta de la casa de Jake por lo que se apresuró un poco más. Cuando tocó la puerta abrió Billy éste le sonrió con cortesía.

 

─Seth, es una sorpresa verte por aquí.─

 

─Buenos días Sr. Black, vine a ver a Jake ya que el tonto no me ha ido a visitar a casa a pesar de la paliza que me dieron.─ Seth se mordió la lengua, odiaba ser tan sincero en oportunidades, pero solo atinó a sonreír para que pareciera una más de sus bromas; claramente Seth era un niño que la mentira no iba con él y mucho menos el ocultar cosas. Por suerte, el Black mayor solo sonrió y le indicó que estaba donde siempre se sentía cómodo, por lo que supo el lugar y ese era su taller, donde hacía y deshacía lo que quisiera con sus motos, autos y demás cosas. Sólo asintió con la cabeza y una brillante sonrisa mientras daba la vuelta a la casa de su amigo y se acercaba hacia esa gran puerta de dos cuerpos hecha totalmente de madera, quiso empujar pero unas risas le detuvieron. Uno era Jake y la otra… era Isabella, el amor de la infancia de Jacob, su amigo. Quería saber de Jacob pero con Bella en el lugar de seguro no conseguiría absolutamente nada, miró por el poco espacio que le daba las puertas entreabiertas y si, los veía reparando unas motos, comiendo pizza, felices. El menor no quería arruinar eso, no a su amigo, por lo que retrocedió lento hasta nuevamente caminar sobre sus pasos hacia su casa, y no ayudaba que hiciera calor esos días, eso significaba no ver a Emmett.

 

“Quizás… mañana pueda hablar con Jacob… quizás”

 

Intentó por varios días pero solo los miraba a ellos divertirse en arreglar un par de motos, o por lo menos Bella lo intentaba a su forma. En una de esas oportunidades vio a dos de los amigos de Jacob ingresar, y se preguntó por qué no hizo lo mismo, solo entrar y ya. Pero caía en cuenta de que sólo quería que fueran Jacob y él, sólo los dos sin nadie más escuchando lo que le fuera a contar sobre Emmett, pero al parecer nada siempre sale como uno quiere y Seth estaba descubriendo eso.

 

Luego de algunos días Seth volvió a intentar a probar suerte y vio a Jacob solo en su taller, por lo que ingreso al verle pero este estaba sin muchas ganas al parecer.

 

─ ¡Hey, Seth! ¿Cómo has estado?─ Jacob intentaba sonar feliz, pero Seth no veía eso en sus ojos. Suspiró y el menor de ambos solo le dedico una sonrisa no muy alegre, quizás hasta forzada.

 

─B-bien, luego de que me dieron una gran golpiza y nadie fue a ver como estaba, sólo el Sheriff Swan.─ Jacob cayó en cuenta y se acercó a Seth revisándole todo para ver qué era lo que había sucedido. ─No revises, eso pasó hace meses ya desaparecieron los moretones y vendas, tonto.─ Jacob se sintió el peor de los amigos al ver a Seth triste, era la primera vez que lo decepcionaba de esa forma. Seth a pesar de que estaba pasándola mal, notó ese cambio en Jacob, su cuerpo estaba mucho más reafirmado que la última vez que lo vio, mucho más alto.

 

─Lo siento, Seth, pero Bella…─ después de la mención de ese nombre, lo supo todo y decidió no hacer que su amigo se sintiera tan mal por lo que solo sonrió y preguntó cómo es que estaba la relación con ella, caminó hasta uno de los cajones y terminó sentándose en el lugar para estar más cómodo, ya que para Jacob, hablar de Bella, era como hablar de su preciada moto.

 

─ ¿Se fue?─ el más bajo aún no creía lo que le estaba diciendo el mayor.

 

─Si─

 

─P-pero ¿por qué?─ Jacob sonrió ante esa inocencia que a pesar de su edad, Seth no perdía.

 

─Después de que le enseñara como es que se monta una moto, se estrelló y terminó con un golpe y sangrando, dijo de que vio a Cullen, su ex, y que no soportaba vivir en un lugar donde le recordara tanto. Así que Charlie la llevo hasta el aeropuerto y se fue a Florida, con su mamá y al parecer no volverá en mucho tiempo. Es una pena, me hubiera encantado decirle que estoy enamorado de ella, pero se fue.─

 

─Yo creo que fue lo correcto, Jacob no puedes enamorarte de alguien que sabes nunca te va a corresponder tanto amor como el que das, eres alguien genial y sé que una chica muy hermosa te estará esperando, sólo… tienes que esperar a que llegue esa persona ideal a tu vida.─

 

─A sí ¿Y tu como lo sabes, genio?─

 

─Es que no lo sé, sólo llega y te darás cuenta que es la persona indicada.─

 

─ ¿Y desde cuando un niño de 13 años sabe tanto de ese tema? Eres muy pequeño para comprender esas cosas, Seth no me digas que te gusta alguien─ el menor giró el rostro y se sonrojó de inmediato, su corazón volvió a saltar de su pecho y al escuchar esas palabras de Jacob, solo pudo pensar en una sola persona, en Emmett, y eso hizo que se sonrojara aún más. Luego de eso Jacob se la pasó molestando al niño de todas las formas posibles con su dichosa “novia”. Pidieron ambos una pizza y comieron mientras hablaban para ponerse al corriente de lo nuevo que estaba sucediendo con sus demás amigos, como es que ambos iban en la escuela y demás. Seth moría de risa con los numerosos chistes que hacia Jacob y más de una vez su soda casi terminaba en el piso por la risa. Entonces pensó que ese era el momento adecuado para decirle a Jacob sobre Emmett, contarle un poco más de él y de lo bien que se llevaban, como es que le había ayudado en matemática y mostrarle el regalo que aún traía siempre consigo, ese lindo regalo de navidad de su parte.

 

─… luego de que ese chico callera sobre él, Quil le dijo, “Hey amigo, no soy un chico fácil, primero una cita y luego veremos.”─ Seth no paraba de reía haciendo que sus ojos casi se cerraran y mostraba una perfecta línea de sientes blancos, hasta a los ojos de Jacob, ese niño era totalmente lindo y de un corazón único, quiso ir a golpear a esos tres idiotas por golpearle de aquella forma, pero Seth lo detuvo y comenzó a hablar de otras cosas para distraerlo. No le tenía resentimiento en nada, e incluso se había preocupado de que sus padres hicieran algo contra esos mocosos idiotas. Seth era como ese tipo de niño que toda madre quisiera tener, comprensivo, estudioso, obediente y que tiene un corazón hermoso. Definitivamente quien estuviera al lado de ese niño en el futuro, sería la persona más dichosa del mundo, tendría un amor sincero. Jacob sonrió y se prometió que no volvería a dejarle sólo nuevamente, era como su pequeño hermano, ese que también pedía atención de su parte.

 

“No volveré a decepcionarte, Seth, eso lo prometo, estaré ahí si me necesitas.”

 

Seth miraba como es que Jacob se le había quedado mirando por lo que hizo un gesto gracioso y eso despertó de una risa a Jacob. Seth sentía esa confianza de contarle a su hermano sobre Emmett por lo que carraspeó la garganta y sonrió a Jacob mientras dejaba a un lado el vaso de soda, sabía que si se ponía nervioso, terminaría arruinando el taller de Jacob y era lo menos que quería en ese momento.

 

─J-Jake, tu sabes que esos tres niños me golpearon…─

 

─ ¿Quieres que vaya a que los golpee? A tus órdenes, hermano─ dijo mientras se levantaba y dejaba el vaso a un lado, el menor se alarmó y le sujetó del brazo.

 

─N-no era eso, tonto. Solo que… no te conté todo.─ Jacob volvió a tomar asiento mientras escuchaba lo que decía el menor. ─Cuando esos tres me estaban golpeando, alguien me vino a ayudar, no sabía quién era, pero me ayudó y salvó, esos tres estaban empeñados en dejarme totalmente muerto en ese bosque y ya estaba anocheciendo. No sabía quién era pero… me ayudó, me cuidó y me llevó hasta el Hospital, no sé porque pero no quería que se fuera de mi lado, quizás por el miedo que tengo a los hospitales, pero solo me sonrió y dijo que todo estaría bien, cuando volví a casa, quería saber no solo fue producto de mi imaginación porque ese día después volví al bosque…─ fue interrumpido por un muy confundido Jacob.

 

─Espera, espera, espera. ¿Dices que después de toda esa paliza que te dieron dejándote al borde de la muerte y casi coma, al día siguiente volviste al bosque como si anda?─ el menor sólo asintió sonriendo y Jake no comprendía cómo es que Seth se lo tomaba todo tan ligero.

 

─Tu no me digas nada, mírate, parece como si en vez de estar con Bella estuviste levantando pesas todos esos meses, estas distinto y mucho.─ Jacob no dijo más ya que el menor tenía razón, había visto el cambio en su cuerpo de una forma muy rápida, y se sentía muy distinto como era antes.

 

─Está bien, no dije nada, continúa.─ Seth volvió a concentrarse en lo que diría a continuación.

 

─Cuando regresé al bosque pensé que no hallaría nada para poder saber que lo que vi y sentí no era un espejismo o algo creado por mi cabeza en grado de inconsciencia alta. En vez de eso pude ver un gran agüero en uno de los árboles y eso lo hizo ese chico, por un momento me puse a pensar qué clase de chico era como para poder haber hecho eso, cuando giré, ahí estaba, mirándome como si hubiera estado esperando por mí. Fue extraño cuando hablamos la primera vez, pero es un chico genial, me ayudó en mis tareas, y en esos meses que has estado con Bella, yo estaba como él, cada uno de esos días han sido geniales, digo, Emmett es genial, gracioso, amable, experto en peleas, cazador y estudia en el Instituto de Forks, él es genial, y me cuida y pregunta cada vez que nos encontramos como es que estoy si nadie más me ha molestado en la escuela, Emmett es asombroso, Jake.─ Jacob había visto como es que el pequeño hablaba de ese tal Emmett, era admiración pura, cada palabra que salía de él pareciera como si lo alababa cada vez más y eso le pareció bien y a la vez mal, ese hombre podría haber sido un secuestrador o violador. Podría haber matado a Seth.

 

─Pero ya no lo veo como antes ya que él tiene una extraña enfermedad en la piel, que no le permite salir cuando hay mucho sol y además no le gusta ver como otros empiezan a sangrar, le parece algo repulsivo, dice que se pone neurótico con la sangre.─

 

─ ¿Cuál es su nombre completo?─

 

─Emmett McCarthy, ¿Por qué?─ Seth pregunto un poco intrigado por la forma en la cual Jacob había hablado.

 

─Ese nombre se me hace conocido, creo que papá una vez mencionó algo con ese nombre, pero ahora no lo recuerdo. Solo te pido que te cuides cada vez que se encuentren en lugares públicos.─ Jacob notó como Seth cogía rápido el vaso con soda y lo bebía. ─Se han estado viendo en lugares públicos, ¿verdad?─

 

─La verdad… es que nos vemos en el bosque ya que Emmett no quiere que mis padres lo conozcan, dice que no quiere que le den las gracias por haberme ayudado y eso.─ Jacob cerró los ojos y le miró algo enojado al niño.

 

─ ¿Y si es un violador, un secuestrador? Tienes que tener cuidado Seth, ya no lo veas en el bosque, te podría hacer algo.─ recriminó el mayor acercándose a Seth colocándose frente a frente.

 

─Emmett nunca me haría daño, todo lo contrario, Jake, él me cuida mucho, me quiere, me ve como un hermano menor y eso me agrada.─

 

─Por Dios, Seth, tú podrías confiar hasta en el vagabundo de la esquina.─ eso ofendió directamente a Seth, ya que no esperaba eso de su hermano, él no era así, también era desconfiado, solo que aún no conocía ese tipo de personas, y por eso veía que todos eran de confianza. Sobre todo Emmett, él sí que era de confianza, era un verdadero amigo, Emmett era genial. El menor se bajó de los cajones bajando la mirada por un momento pero luego la alzó para mirar a Jacob a los ojos.

 

─Si no querías que conociera nuevos amigos, ¿Dónde estuviste cuando me golpearon? ¿Dónde estuviste cuando salí del hospital? Ahora veo que solo Emmett es mi amigo, él estuvo para mí, pero tu… tu solo estuviste con Bella, siempre soy yo quien tiene que buscarte y lo hice siempre por este tiempo, en cambio, es Emmett quien siempre me pide por que regrese al bosque a hablar con él, no soy yo quien lo busca. Emmett es mi amigo, tu Jacob… ya no sé quien podrías ser para mí.─ algunas lágrimas bajaron por las mejillas del menor mientras salía a toda prisa del taller de Jacob, a pesar de que escuchara a Jacob gritar su nombre, nunca se detuvo, corría a la velocidad en que su corazón palpitaba. Emmett era importante para Seth, pero el que Jacob lo tachara de peligroso, eso no. Emmett era alguien que nunca lo dañaría, que todo lo contrario, le daba cariño, protección y horas de estabilidad, cada vez que estaba a su lado, Seth sentía como todo se olvidaba a su alrededor.

 

“¿Por qué no comprende que Emmett es incapaz de dañarme? Él me cuida, realmente me quiere”

 

A pesar de ser solo un niño en busca de amigos, amigos verdaderos y que le den protección, así como también Seth podría dar eso y más a una amistad, él sabía lo que era amistad, lo que era sentir admiración por alguien más y eso es lo que sentía por Emmett, porque cada vez que él hablaba o le miraba, su corazón iba más rápido sus mejillas se tornaba de un ligero rojo, porque… eso era admiración ¿verdad? Emmett no era peligroso y eso lo sabía claramente. Él lo cuidaba más que Jacob, mucho más que su familia, más que si mismo.

 

Cuando llegó a casa, se encerró en su habitación y no cenó, toda su familia sabía que algo había sucedido con Jacob, esa noche llamó Billy a la casa de los Clearwater, y Harry contestó; al parecer Jacob le había dicho que se sentía totalmente enojado de que Seth se viera con uno de sus amigos en el bosque, que era peligroso y que le podrían hacer algo a Seth. Ambos ya conocedores de los animales peligrosos que podría haber en el bosque, temieron por el menor de la familia. Harry no arriesgaría a su único hijo varón a que fuera al bosque y que alguno de esos “animales salvajes” hiciera daño a su pequeño niño. Harry agradeció la llamada y el dato, esa noche no preocuparía a su esposa, por lo que decidió que Sam le podría ayudar junto con los demás de la manada, sabía que si Seth estaba cerca de uno de esos fríos, pronto ocurriría el cambio. Llamó a casa de Sam y le contó lo sucedido con Jacob y Seth, comprendió de inmediato y con los demás chicos quedaron en que al día siguiente harían un plan para ver de quien se trataba ese dichoso amigo de Seth Clearwater.

 

***

 

Al día siguiente Seth sabe que algo ocurriría por la mirada inquisidora que le daba su papá, más de una vez preguntó si todo estaba bien, el padre del niño sólo asentía y le dedicaba una sonrisa no muy convencedora de su parte.

 

Seth avisó que ese día iría a casa de Jacob, había algo que no le convencía mucho en la mirada que su papá le daba cada vez que hablaba el menor con relación a salir o el exterior o peor aún, el bosque. Se colocó solo una casaca y salió en dirección a casa de Jacob hasta que estuviera de la vista de todos, corrió hasta el bosque a toda velocidad, tenía en mente que la actitud que había tomado su papá era solo por lo que había ocurrido en la noche con Jacob y se cuestionó si este le había dicho algo a su papá y que ahora estuviera más que preocupado. Era un hecho que Jacob no era un buen amigo, debería ha guardado ese secreto, pero no, lo primero que había hecho fue contarle a su papá, y eso le decepcionó y dolió a la vez.

 

Cuando llegó vio que Emmett ya le estaba esperando como era costumbre, le sonrió y el grandote se acercó hasta el niño y le abrazó, levantándole del suelo, Seth no se lo esperaba en lo absoluto por lo que tímidamente rodeo sus brazos por el cuello del mayor, casi como queriendo esconderse en ese lugar, y que nadie pudiera separarlo de él, porque le hacía bien estar al lado de Emmett, entendía tantas cosas claramente y cuando estaba a su lado su corazón casi se salía de su pecho, y sus mejillas se tornaban carmín, Seth sintió como Emmett abrazaba más su cintura y pudo sentir claramente la respiración del mayor cerca a su cuello. Algo en el corazón del menor le decía que se avecinaban cosas que no quería nunca presenciar pero que ahora ocurrirían. Algo en el corazón del menor le decía que abrazara a Emmett con esas fuerzas que aunque no eran muchas, lo hiciera porque sentía que sería una última vez ese abrazo lleno de tantos sentimientos que el niño aún no comprendía pero que poco a poco iba descubriendo. La mano de Seth fue de la nuca ajena y con temor fue subiendo hasta el cabello de Emmett, nunca se había atrevido a tocarle de esa forma como le estaba haciendo por el contrario el mayor lo había hecho cuando tenía oportunidad y eso no le molestaba a Seth, todo lo contrario le encantaba que tocara su cabello y le abrazara y mirara sólo a él. Seth sintió el cabello de Emmett suave, casi de seda entre sus delgados dedos, como hebras que le acariciaban sin necesitarlo o sin si quiera permitirlo, era medio rizado y eso le encantaba, le daba un toque de niño, pero Emmett era un niño grande que le agradaba, que… que… ¿le gustaba?

 

Sin notarlo, Seth comenzó a gimotear, por el llanto y lágrimas que ahora se dejaban a la vista, tenía miedo de lo que estaba sintiendo en ese momento y no comprendió, por eso lloraba, porque no se comprendía en ese momento, su corazón chocaba fuerte y sabía que el alto lo sentía. Emmett quiso dejarle en el suelo de pie, pero el menor se aferró más hundiendo su rostro en el cuello ajeno.

 

─N-no me dejes. Pase lo que pase… promete que no te alejaras, por favor, Emmett. Algo se avecina y-y sé que me separan de ti, que no te volveré a ver, por eso, no dejes de abrazarme, tengo mucho miedo, no quiero perderte. No quiero.─ Emmett pasó saliva inexistente y solo lo abrazó más escuchando su llanto, queriendo calmarle, porque odiaba ver a su pequeño llorar, a su niño, a su hermoso niño llorar de esa forma. Sabía que las cosas se complicarían y Seth también lo sintió. Lo único de lo que podía estar seguro Emmett, era que nadie lo separaría de Seth, se prometió cuidarlo y eso es lo que haría en ese momento y siempre.

 

Emmett en esos días soleados pensó en todo momento en Seth, no quiso llamadas por lo que apagó su celular. El vampiro cerraba los ojos y veía a Seth recostado en medio de la nieve mientras caían copos de éste sobre él, poco después se unía a ese encantador niño y solo le tomaba de la mano, veía a Seth sonreír con los ojos cerrados, y se deleitaba con su candidez, con esa forma increíblemente sobrenatural de ser perfecto a sus ojos y de tener un corazón lleno de amor a pesar de que el mundo sea toda una mierda. Seth irradiaba lo que era amor puro de eso estaba seguro, pero entonces Emmett veía como el Sol salía todo se despejaba y miraba nuevamente a Seth y como este brillaba a la luz del Sol, era encantador, mucho más joven, quizás de unos 18 años ya, y verlo abrir los ojos, esos ojos rojos que hipnotizaban a cualquiera y esa sonrisa que demostraba siempre ese lado de su niñez intacta, sentía la mano de Seth entrelazarse con la suya y ambos volvían a cerrar los ojos.

 

Ese pensamiento era el que corroía esos días y noches. No sabía lo que sentía, solo sabía que cuando veía al niño sonreír, cuando lo miraba relajarse, tomarse un tiempo para sí mismo, era hermoso, y que cuando lloraba sentía que quería acabar con el mundo por que hicieron sufrir a alguien tan importante para Emmett. En ningún momento Rosalie se cruza en sus pensamientos, ni su familia, solo Seth y él, lejos de todos quienes quieran hacerles daño.

 

“Mi… ¿compañero para la eternidad?”

 

Y ese pensamiento es el cual temía siempre. Algo le ocurría al vampiro pero no sabía el que, ahora que lo abrazaba y lo tiene más cerca, se da cuenta de que es ese mismo sentimiento cuando lo imaginó en la nieve y con sus manos entrelazadas.

 

Emmett comprendió todo y se sintió una basura, un vil villano queriendo arrebatarle algo a un niño como Seth, queriendo quitarle su vida de humano, todas esa posibilidades de ser normal. Ahora lo comprendía todo, siempre fue él, nunca Seth, fue el vampiro quien incentivaba a que todo eso sucediera y ahora… lo había logrado.

 

“Ni yo me di cuenta de mis acciones… pero acabo de condenar a Seth y a mi junto con él. Mi pequeño Seth, perdóname. Comienzo a hacer algo inconscientemente… comienzo a hacer que te fijes en mi.”

 

Tras bajarle en tierra firme, Emmett le dice que nada sucederá y que siempre estará a su lado, pase lo que pase, siempre estará para su pequeño. Hablaban para calmar a Seth y que no se siga preocupando, pero esa rara espina de angustia y preocupación no sale de su corazón. Emmett comienza con sus chistes malos y Seth sonríe por primera vez en esa tarde y eso llena de felicidad al vampiro. Ya sabe que todo está a la suerte y rompe un silencio de algunos segundos con una pregunta que deja a Seth casi en shock.

 

─ ¿Te gustaría que fuéramos a ver una película, Seth?─ ¿Qué responder a eso? Seth siente un extraño calor llenarle el pecho y las mejillas, pero algo le advierte que no todo saldrá bien, por lo que baja un poco la cabeza apenado por lo que diría.

 

─Lo siento, pero no puedo.─ se sintió extrañamente mal cuando Seth le rechazó y eso miró el niño por lo que se apresuró a decir. ─N-no me malentiendas, Emm.─ eso hizo que se sonrojara más ya que nunca le había dicho así al mayor, eso ya era tomarse mucha confianza y creyó el vampiro se enojaría con él por llamarle con tanta confianza, como si fuera de la misma edad. ─L-lo s-siento, yo no…─

 

─Me gusta.─ dijo simplemente y Seth sonrió un tanto avergonzado aún. ─Continúa con lo que ibas a decir, por favor.─ Seth a veces crecía que Emmett era como de otra época, lo atribuyó a la educación que le dieron los padres de su amigo y no pensó más.

 

─Bueno, es que… mis padres y Leah no me dejaran salir porque para ellos aun no he dejado los pañales.─ Emmett lo pensó mejor y sí, era muy cierto ello. Que idiota soy, pensó. ─Pero… dentro de tres días será mi cumpleaños y de seguro me dejaran salir sólo con algunos amigos y podríamos ir al cine.─ Emmett no creyó lo que le estaba diciendo su hermoso niño por lo que sonrió mirándole a los ojos. Su niño cumpliría sus 14 años, un año más de vida y eso habría que celebrarlo y Emmett sabría cómo hacerlo. Estaba a punto de decir algo cuando el celular que llevaba en su bolsillo sonó, Seth le miró con curiosidad, por lo que lento sacó de su bolsillo y respondió la llamada sabiendo bien quién era. Y realmente sólo quería estar con el menor en ese momento, sin nadie que les interrumpiera, solo Seth, su hermoso niño y él.

 

Relamió sus labios y llevó el celular a su oído habiendo ya presionado en la pantalla “Contestar Llamada”.

 

─ ¿Hola?─ contestó algo dudoso a pesar de su conocimiento. Seth solo le miraba algo curioso por saber quién era la persona que estaba llamando a Emmett, pensó que quizás era su papá quien según le había dicho el mayor, se encontraba de viaje de negocios.

 

─ ¡Amor! No sabes cuánto te extraño, ¿Por qué no vienes ya? Todo estamos esperando por ti, aunque no me creas pareciese que Edward está más que mejor al haberse ido de Forks.─ Emmett sentía que le podría dar un infarto en ese momento ya que no creía que había sido tan idiota para no apagar su celular como en otras oportunidades. Se supone que sólo sería un momento con Seth sin que nadie les interrumpiera. Casi y pareciera que Rosalie sabía y no quería que se acercara a Seth o ni que hablaran. ─Ya tienes que venir y cuando antes. Te extraño y deseo pasar mucho tiempo a tu lado mi hombre mono.─ El vampiro estaba más que seguro que no era momento para una llamada caliente por parte de su esposa.

 

Su esposa.

 

Estaba casado y más que casado con Rosalie. Y aun así, su mente estaba plagada de la sonrisa y miradas de un niño totalmente hermoso a sus ojos y muy valiente. Se sintió nuevamente como una basura en ese momento.

 

─Ah, sí. Es que… hubo problemas. Te llamaré más tarde ¿ok? Estoy ocupado ahora, lo siento.─ se quitó rápido el celular de la oreja y pareciera que ese estaba volviendo humano por la torpeza garrafal que tuvo, en vez de presionar “Finalizar llamada” presionó “Altavoz” que para su maldita suerte estaba muy junto a la otra tecla en la pantalla.

 

─Amor, pero… ok, te llamo luego. Te amo.─ la llamada se finalizó y Seth le miraba algo sorprendido ya que el vampiro claramente le había dicho que no tenía novia y no pensaba tener una hasta que llegara la adecuada y no cualquier loca obsesionada. Entonces ¿esa loca obsesionada era su Rosalie? Extrañamente el menor se sintió mal, sintió algo en su pecho y garganta, casi y como si lo apretaran con fuerza. Seth comenzó a jugar con las pequeñas hojas que estaban en el suelo del bosque sin saber que decir y permaneciendo con la mirada plasmada en las hojas como si fuese lo más interesante y llamativo del mundo. Emmett también observó ese actuar del niño y sintió como si estuviese traicionando a alguien y no era precisamente Rosalie en la cual estaba pensando. Sentía que había traicionado como el cariño que Seth demostraba con el vampiro.

 

─No es lo que crees, Seth, es que…─ Pareciera como si le tuviera que rendir cuentas a su novio o algo por el estilo, se sintió tan torpe al hablar.

 

─N-no tienes que decirme nada, seguro tienes una linda novia, espero que pueda conocerla pronto. Deben hacer una bonita pareja.─ Esa preciosa sonrisa de Seth ahora era una forzada como no queriendo preocupar al vampiro, o que por lo menos no se diera cuenta de nada.

 

─ ¡No tengo novia y tampoco la pienso tener! Sólo que… la que llamo era una compañera del Instituto y cree que salimos sólo porque una vez la llevé a su casa y ayudé en algunos cursos. No es mi novia, lo juro. No tengo novia ni nada por el estilo.─ Entonces se percató de las miles de mentiras que le estaba haciendo creer al pequeño y todas esas mentiras las creía sin dudarlas en ningún momento, porque sabía muy bien que Emmett nunca le mentiría y tampoco le haría daño; Emmett le cuidaba y quería y esa era su única verdad.

 

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

 

─No tendrías que haberme explicado.─ Seth ahora mostraba una sonrisa feliz, llena de vitalidad como siempre, esa sonrisa que ponía al mayor totalmente a los pies de Seth, para cuidarlo aún más de todo lo que hubiese a su alrededor que le podría causar daño. Nunca dejaría que alguien dañase a tan hermosa criatura. A veces pensaba que su sed estaba controlada, pero una brisa le recordaba que siempre continuaba siendo vulnera y tentado por esa exquisita sangre que sentía se le insinuaba por los labios y nariz. Totalmente delicioso y dulce. Era tan Seth que… sentía como la ponzoña se le acumulaba en la garganta casi de forma inexplicable, en ocasiones odiaba con todo su existir esas brisas que movía esa coleta y le traían el olor del menor. Le cautivaba y tentaba, pero se había prometido no dañarle nunca, y eso es lo que haría, no importando como, no importando el medio, pero nunca le haría daño, eso lo tenía muy en claro.

 

El menor sólo sonrió casi cerrando sus ojos a lo dicho por su persona favorita y esa tarde no fue diferente a las demás, ambos juntos, pasándola bien, Seth le pidió que si le daba el número de su celular para llamarle cualquier cosa se presentara para su salida al cine, el vampiro asintió y le dio el número con total naturalidad, quizás y ya tenía un solo motivo para no apagar el celular por las noches; pero a pesar de eso, nada le podría hacer cambiar de idea que algo estaba a punto de suceder, algo que había que Seth se sintiera incómodo y ansioso por qué ese momento nunca llegara y pudiera estar el tiempo que sea necesario con Emmett. No quería que lo separaran de él, sería casi como si le quitaran parte de su cuerpo… parte de su alma.

 

“Prometí nunca dañar a Seth, pero… ¿No le estoy dañando ya al mentirle de tal forma? Sólo veo pureza en sus ojos, y escucho bondad en sus palabras. Cuando el cuento algo o digo algo, él se maravilla y parte de mi se siente mal, y una parte egoísta disfruta de tenerlo cerca sin importar el precio al que tenga que tenga que pagar. No me importa, solo quiero tenerlo cerca, así como hoy, así como siempre… lo quiero tener siempre así… mi hermoso niño, mi precioso Seth.”

Notas finales:

Ayayay ;3; a poco no Rosalie aparece hasta enla sopa (?)

Bueno... a seguir comentando ;3; y a hasta este capitulo quedan las votaciones jujujuju haré algo que será genial para amabas coyples :v y no... no será Suke :v odio el suke lol jujuju

los quiero :v sigan comentando...

agradezco a las nuevas lectoras c:

las amo!

¡Panditerroristas al poder!


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