PARTE I
Sehun nunca había tenido un cubículo.
Había tenido escritorios, y en su tiempo como interno compartió un lugar abierto con otros dos técnicos, pero ahora él tenía un trabajo real y con ese trabajo real venía su propio escritorio con su propio cubículo, tres paredes y media que formaban un pequeño espacio en esta enorme compañía que era sólo para él. Tuvo la estúpida urgencia de cubrir la estructura gris de las paredes con pósters y fotos y tachuelas de lindos colores. Ni siquiera sabía que las tachuelas de lindos colores eran algo hasta que pasó por uno de los cubículos de sus compañeros y vio las paredes adornadas con brillantes caritas sonrientes y flores y pajaritos y cosas así, pero ahora él quería lo mismo.
No estaba seguro de cuánto tenía que esperar para atiborrar sus paredes con colores, pero habían altas posibilidades de esa no fuera una muy buena idea para hacer en su primer día, así que Sehun se colocó en su nueva silla y encendió su nueva computadora y revisó su nuevo email, esperando que su bandeja de entrada estuviera completamente vacía, porque apenas había llegado al edificio y no había hecho nada más que llenar formularios y recibir un tour básico. Pero para su sorpresa había un email ahí, un adelanto del sistema de tickets para la asistencia técnica, con otra nota de uno de sus superiores en el centro de ayuda que decía esta es toda tuya, chico nuevo.
¿Se trataba de una prueba? Si simplemente iban a mandarlo a hacer el trabajo sin una introducción, Sehun estaba bien con eso, incluso si la idea lo ponía un poco nervioso. Aún no sabía mucho sobre los sistemas - ¿qué pasaría si no podía resolver el problema del usuario?
Pero en el momento que abrió el ticket y lo leyó, se relajó. Con sólo leer la descripción del problema del usuario, estuvo bastante seguro de que hacer exactamente. Había tratado con docenas de quejas igual a ésta a lo largo de su curso como interno.
Sehun marcó en el sistema de acceso remoto y se tomó un momento para familiarizarse con los controles antes de localizar el PC del usuario en la lista y de levantar el teléfono.
“Habla Park Chanyeol de ventas,” la voz del otro lado saludó de forma animada.
Sehun parpadeó. Era una de las voces más graves que jamás escuchó, retumbando como una roca cayendo por la colina en la línea. “Sr. Park, habla Oh Sehun del centro de ayuda. Recibí su ticket – ¿dice que tiene un problema con la impresora?”
“¿Quién? Ah, ¡debes ser el nuevo! Dime Chanyeol. Si, eh, gracias, no tengo idea de que le pasa. Presiono el botón de imprimir y dice que está imprimiendo, ¡pero no sale nada! Tal vez hay duendes.”
Sonó bastante serio al decir tal teoría, y Sehun tuvo que contener una sonrisa. “Bueno, si te parece bien, Chanyeol, entraré en tu PC y veré cuál es el problema.” Empezó a hacerlo, colocando el nombre de usuario. “Por mientras, hazme el favor de revisar que los cables de tu impresora estén correctamente conectados.”
“¡Oh! Cierto. Lo sabía. Espera un poco.” El teléfono fue colocado sobre el escritorio, y ruidos de movimientos se oían desde el otro lado. Sehun sabía casi con seguridad de que los cables no eran el problema – el mensaje del error sería diferente si ese fuera el caso – pero le daba al usuario algo que hacer.
Una vez que estaba en la computadora de Chanyeol, Sehun comenzó a ver el historial de la impresora, ningún error… Se quedó observando por un momento, preguntándose que omitió.
La grave voz sonó de nuevo en la línea. “Todo está conectado,” reportó Chanyeol, sonando un poco cansado. “Hasta me metí abajo del escritorio para checar que el estabilizador de tensión estuviera encendido.”
¿Abajo del escritorio? Alto. “Sólo para confirmar,” Sehun dijo, “dime la marca y modelo de la impresora que estás intentando utilizar.”
“Es una… Ummm… ¡Ah, ya! HP Deskjet 3000.”
Ajá. “Bueno, ahí está tu problema,” Sehun dijo, intentando no reír. “Tu impresora predeterminada cambió a una Toshiba. Lo siento, aún no estoy muy familiarizado con el edificio. ¿Hay alguna copiadora/impresora fija en tu piso?”
“¡Sí! Está al otro lado de la oficina.”
“Bueno, apuesto a que ahí es donde están tus documentos.” Sehun hizo un cambio rápido. “Reinicié tu impresora predeterminada a la de tu escritorio. No deberías tener ningún problema ahora.” Y sólo para estar seguros, eliminó el botón de ‘Dispositivos e impresoras’ del menú de inicio, sospechando que un click accidental llevó al usuario a esta situación.
“Wow, ¡gracias, eso fue rápido!”
Sí, porque el problema fue mayormente el usuario, no la computadora. “Me alegro de poder ayudarte,” Sehun dijo. “Que tengas buen día.”
“¡Igualmente!” La línea se cortó y Sehun bajó el teléfono, sonriéndose a él mismo mientras anotaba el resultado de la llamada en el ticket y lo cerró. Nada mal, para sus primeros cinco minutos en el trabajo.
Veinte segundos después, el sonido de las llantas de una silla girando en la alfombra se acercó a él, y Sehun se giró justo a tiempo para ver a un hombre joven, unos dos o tres años mayor que él rodar en una silla de trabajo. Era Zitao, el compañero que le envió el ticket, a quien Sehun había conocido por primera vez durante su tour en la mañana. “Hey, nada mal, nuevo,” Zitao dijo, sonando impresionado. “Creo que es lo más rápido que lo hemos atendido en semanas.”
“Tao, no le habrás dado a Chanyeol, ¿verdad?” Una nueva voz preguntó, y Sehun volteó para ver la mitad de la cabeza asomándose desde su cubículo, piel morena y cabello oscuro junto a ojos adormilados. “¡Lo vas a espantar!”
Sehun ladeó su cabeza, intentando procesar eso y recordar el nombre del otro técnico al mismo tiempo. Jongin, ese era. “¿Por qué?” Preguntó. “No fue mezquino algo así.”
“Oh claro, no me malentiendas.” Jongin dijo, estirando sus brazos sobre la pared del cubículo cómodamente. “Chanyeol es buena gente, es como un radiante rayo de sol. Sólo que es terrible con la tecnología. ¿Conoces a gente que tiene la asombrosa habilidad de romper un aparato solo con mirarlo? Él es uno de ellos.”
Oh. Claro, la madre de Sehun era una de esas, también. “Bueno, no parecía tan malo en el teléfono,” dijo con vacilación. “El problema fue bastante fácil de resolver.”
“Oye,” Tao dijo encogiéndose de hombros, “si te agrada, puedes tomar sus tickets de ahora en adelante. Nos libera de las cosas que realmente tenemos que resolver.” Señaló con el pulgar hacia Jongin para indicar a quién se refería por ‘nosotros’. “Los tickets de Chanyeol siempre nos interrumpen en medio de proyectos, es único.”
Sehun se encogió de hombros. “Está bien,” dijo, creando miradas de sorpresa en sus compañeros. “Si quieren mandarme sus tickets, está bien. Los tomaré.” Trabajar como solucionador de problemas no era del todo ideal, pero era su primer trabajo fuera de la universidad y todos tienen que comenzar por algo.
“Hombre,” Jongin soltó, “eres oficialmente mi nueva persona favorita.” Desapareció de vuelta en su propio cubo, y Zitao miró a Sehun.
“Te vas a arrepentir de haber dicho eso,” dijo, pero estaba sonriendo, así que Sehun esperó que estuviera bromeando. “Dale una semana y ya verás.” Giró su silla y rodó a su lugar.
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Fiel a su palabra, para el fin de de la semana, Sehun comprendió lo que Jongin y Tao le dijeron.
Chanyeol de ventas tenía la extraña habilidad de hallar cualquier manera posible para hacer que su computadora dejara de funcionar. En cuatro días, Sehun tenía nueve tickets de Chanyeol, cada uno más frustrante que el último.
Para ser justos, algunos de los tickets eran por cosas totalmente fuera del control de Chanyeol, como una actualización automática que se instaló incorrectamente, o cuando otro empleado quitó un cable importante de la red e impidió toda la conectividad en el piso entero y Chanyeol simplemente fue el primero en darse cuenta y decir algo. Por supuesto que también había tickets que no tenían algún sentido en absoluto y Sehun no podía darse cuenta ni de cuál era el problema, al menos uno del que Sehun jamás descubrió de que se trataba, pero unos clicks aleatorios resolvieron el problema.
Descubrió que no era tan exasperante como Tao y Jongin lo hicieron parecer. Claro, Chanyeol tenía un tino casi sobrenatural para meterse en problemas tecnológicos, pero siempre que Sehun lo llamaba era saludado con entusiasmo, tratado con respeto y agradecido a montones. Chanyeol era un buen tipo, con un sentido del humor algo tonto, y a Sehun no le importaba ayudarle.
La mañana del viernes, Sehun se reunió con el supervisor del centro de ayuda, porque estaba programado para verlo cada semana en todo su periodo de entrenamiento. Y Minseok por lo general estaba ocupado, así que Sehun estaba contento de tener una oportunidad de hablar con él, más que nada para asegurarse de que no la hubiera cagado en algo.
Claro, en el momento en que se sentó, Minseok le extendió un par de hojas de impresiones sobre el escritorio.
“¿Sabes qué es esto?” preguntó.
Sehun miró. “¿Mi registro de trabajo?” supuso.
“Mmm-hmm.” Su gerente le alzó una ceja muy escéptica. “¿Quieres decirme por qué cada uno de los tickets de Park Chanyeol terminaron en tu historial?”
“Um.” Mierda, ¿no se suponía que los tomara todos? ¿Había alguna regla que desconocía y que dijera que no tomara a la misma persona siempre? “Le dije a Tao y a Jongin que no me importaba trabajar con él,” Sehun dijo, imaginando que ser sincero sería lo mejor. “Supongo que decidieron aprovecharse de eso. ¿Está bien?”
“Bueno, depende.” Minseok miró de nuevo a los papeles. “Lograste resolver sus millones de problemas en tiempo récord, así que mientras sigas teniendo tiempo para trabajar en el proyecto, no debe haber problema.”
El corazón de Sehun saltó. “¿Proyecto?” preguntó.
Su tono emocionado le otorgó una sonrisa. “El departamento de finanzas necesita nuevas PCs,” explicó. “Los chicos de sistemas están en proceso de actualizar su software y las nuevas aplicaciones no son compatibles con las viejas máquinas que están usando actualmente. Pensé en dejarte solicitar e instalar el hardware.” Alzó una ceja. “Hay un montón de trámites que realizar. Tienes que hacer una nota.”
“Puedo hacer eso,” Sehun dijo, tratando no sonar muy ilusionado. Incluso si tenía que quedarse un poco más tarde para encargarse de los infinitos problemas de Chanyeol en ventas y aún así terminar su trabajo, lo haría. Así después de una semana, Minseok le estaba confiando un proyecto, y uno importante incluso si era uno bastante simple, sería un buen augurio para su éxito aquí.
“Bien,” Minseok dijo animado. “Una cosa menos en mi plato.” Sacudió su mano. “Lo has estado haciendo genial hasta ahora, Sehun. Ahora retírate, tengo tres reuniones esta mañana.”
Sehun se fue, e intentó no brincar en el camino a su escritorio.
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“Park, ¿estás cerca de tu computadora?” Sehun respondió apretando sus dientes.
“Um… ¿Si?”
“Hazme un favor y aléjate de ella. ¿Okay?”
La voz grave de Chanyeol sonó malhumorada. “Maldita sea, ¿salió mal? Creí que dijiste que sería rápido.”
Liberando un largo suspiro de sufrimiento, Sehun dijo, “En las PCs de los demás, fue rápido. Imaginé que tú serías el único en tener problemas.” Chanyeol hizo un sonido de disculpa, y Sehun frotó el dolor en su cabeza formándose entre sus ojos. “Mira, sólo, ve a caminar o algo, ¿quieres? Estoy seguro de que tu simple presencia es perturbadora para la tecnología.”
Sehun no estaba bromeando, no del todo, pero Chanyeol rió, tan fuerte y retumbante, suficiente para que Sehun alejara el teléfono de su oído. “Muy bien, tengo unas llamadas que hacer. Iré a la sala de conferencias. Buena suerte.”
Él colgó, y Sehun colocó un auricular en su oreja y puso música, porque estaría ahí por un rato. Era una simple instalación de software que había hecho a la perfección en todos los PCs de Ventas, pero por supuesto que la PC de Chanyeol se congeló a la mitad. Ahora Sehun tendría que escarbar manualmente en el registro y borrar los rastros de la instalación corrompida para poder re-instalarla.
Le tomó horas, pero Sehun consiguió resolverlo, trabajando en su hora de comida y con los otros tickets y proyectos que se supone que haría acumulándose en su bandeja de entrada. Finalmente cerró sesión en la computadora de Chanyeol justo después de las 3PM, y le envió un email rápido para decirle que estaba hecho y que por favor no lo tocara antes de ocuparse de su otro trabajo. Terminó tarde en la noche, con Sehun finalmente saliendo de la oficina alrededor de las ocho PM, después de doce horas de trabajo.
“Estaba a punto de llamar a la policía,” su compañero de habitación dijo mientras él cerraba la puerta de su apartamento detrás de él y se dejaba caer en ella con cansancio. Luhan asomó su cabeza a través de la entrada a la cocina, miró a Sehun y desapareció otra vez, diciendo, “¿Día difícil?”
“Acabo de tener un desvío de cuatro horas que atrasó mi agenda.” Sehun gruñó. “Lo resolví todo, por cierto.” Se quitó sus zapatos y alzó su nariz hacia la cocina, donde Luhan estaba ocupado haciendo arroz frito. “Mmm, huele genial.”
“Aplasta tu culo en la silla y no me aplaudas mucho,” su hyung dijo en tono regañón, empujando ligeramente a Sehun hacia la silla. Sehun colapsó, dejando caer su cabeza en sus brazos cruzados sobre la mesa. “Déjame adivinar, se trata de ese tipo de Ventas.”
Inclinando su cabeza así podía ver a Luhan sobre su codo, Sehun sonrió tristemente. “¿Cómo es que supiste?” Preguntó, fresco.
Luhan sacudió su cabeza. “Te dije que era un error ofrecerte en tomar todos sus problemas. Sólo has estado ahí un mes y ya estás quemándote.”
“Estaré bien, hyung,” Sehun murmuró. “Hoy no fue del todo su culpa; creo que su disco duro está dañado. No hay ninguna otra razón para que la instalación se haya congelado, a menos que estuviera tratando de accesar a un sector dañado.”
Recibió un golpe de un grano de arroz. “Basta con el lenguaje técnico, nerd,” Luhan dijo, sonriendo. “No sé qué significa, todo lo que sé es que todas las noches llegas quejándote de este tipo. La PC de Chanyeol hizo algo raro hoy. Chanyeol me llamó para algo tonto de nuevo. Oh Dios mío ese hombre destruye toda pieza tecnológica que toca.”
Sehun parpadeó. No se había dado cuenta de que había sido así de obvio con eso. “Bueno, en mi defensa,” dijo, “Chanyeol toma como… El treinta por ciento de mi trabajo diario.” Sonrió sin gracia. “Debería decirle a Recursos Humanos que lo pongan en mi descripción laboral.”
Luhan soltó una risa nasal, apagando el fuego, y comenzó a hablar sobre su propio día mientras servía arroz en los tazones, y ese fue el fin de la conversación.
Sehun ni siquiera pensó en el incidente de nuevo hasta el día siguiente, cuando un mensajero bajó al departamento de AT, siendo dirigido al escritorio de Sehun, y sin ningún tipo de ceremonia dejó bruscamente una planta de tamaño considerable en él.
Sehun parpadeó. “Uh, ¿y esto qué es?” preguntó.
“Una entrega,” el mensajero dijo entre dientes, desanimado. “Firme aquí, por favor.”
Sehun lo hizo, mirando a la planta. En el momento que el mensajero se fue, Tao y Jongin aparecieron, Tao rodando en su silla y Jongin sobre la pared del cubículo como siempre.
“Ooh, ¿quién te está mandando regalos?” Jongin preguntó con curiosidad. Sehun se encogió de hombres y giró la maceta, inspeccionándola. Era una planta extraña, ramas torcidas y gruesas, hojas rojas que se sentían como plástico, como un arbolito extraterrestre. Había una pequeña tarjeta con una nota garabateada en el interior, casi ilegible, pegado a la parte inferior de la maceta.
Oí que es oscuro allá abajo, ¡así que esto es para alumbrar tu escritorio! Gracias por tu arduo trabajo de ayer~ PCY
Una sonrisa escapó de la cara de Sehun, sobre todo sin su entrada. “Qué amable,” murmuró, admirando la planta. Definitivamente era una cosa extraña, pero Sehun decidió que le agradaba; era inusual y los llamativos colores rojo y verde se veían bien contra sus paredes aún grises. La etiqueta decía que era una planta de jade, y podía sobrevivir sin luz solar directa.
“¿Amable quién?” Tao se acercó a Sehun y tomó la tarjeta del tarjetero. La escaneó rápidamente y parpadeó en sorpresa. “¿Chanyeol te lo mandó?”
“Ayer pasé horas arreglando su PC.” Sehun aclaró.
“Si, pero, o sea, eso es normal en el curso del día de Chanyeol. El nunca me mandó una planta.” Tao miró a Sehun de arriba y abajo, cejas alzadas de una manera que hacían que Sehun quisiera sonrojarse, aunque no estaba seguro del por qué. Era un gesto amable, pero no era un ramo de rosas o algo así; Chanyeol simplemente estaba agradeciéndole a Sehun por el trabajo extra que realizó. Sehun no estaba seguro de lo que Tao trataba de insinuar con esa cara.
“Como sea,” Sehun dijo, deshaciéndose de las cejas alzadas de Tao y los ojos curiosos de Jongin. Les dio la espalda a sus compañeros en señal de que había terminado con las preguntas y miró su cubículo, antes de posicionar la planta atrás y un poco a la izquierda de su monitor.
Ahí se veía bien.
Esperó hasta que sus compañeros perdieron interés y se fueron para enviar un email con un Gracias a Chanyeol. Sin intención de iniciar una insinuación.
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Esta vez, el ticket sólo decía, ¿Ayuda? Sehun suspiró y levantó el teléfono.
“Habla Park Chanyeol de Ventas,” Una voz ahora familiar contestó.
“Cómo si mi nombre no apareciera en tu identificador cuando llamo.” Sehun bromeó.
“Oye, bastó con una sola llamada del Presidente desde el teléfono de alguien más para que aprendiera,” Chanyeol respondió, su tono relajándose de inmediato. “Me alegro de que llames. Creo que esta vez en serio la rompí.”
Sonó como un cachorro golpeado. Sehun suspiró. “Okay, ¿cuál es el problema?” Preguntó, entrando en la PC de Chanyeol.
El programa de acceso remoto respondió con un error justo como Chanyeol dijo. “No inicia.”
Sehun parpadeó. “¿Nada?” Alto. Levantó una ceja. “Está… Ya sabes, ¿conectada?”
“Bueeeno, no soy tan malo,” Chanyeol resopló, haciendo sonreír a Sehun. “Si, si está conectada. Se pone la primera pantalla, ya sabes, ‘presiona escape para entrar al menu’ blah blah, pero luego… Sólo se congela. Ya lo intenté tres veces.”
Mierda. Eso sonaba como que el disco duro finalmente dejó este mundo. Sehun miró su bandeja, donde la petición firmada de una nueva PC para Chanyeol había sido respondida, después de semanas de discutir una y otra vez con Minseok, quien se negaba a gastar dinero en alguien conocido por romper cosas. Sehun sostuvo que la PC que solicitó en particular – más potente, con un sistema operativo más nuevo – reduciría bastantes de los problemas de Chanyeol; a lo largo del curso de sus primeras semanas, rápidamente se dio cuenta que debido a que Chanyeol tenía esa reputación, todos los viejos equipos de mierda se los pusieron a él, empeorando el problema. Minseok finalmente accedió unos días después, y Sehun tenía en mente seguir en marcha con eso, pero aún no encontraba el momento.
“Okay,” Sehun suspiró. “Supongo que tendré que subir y ver qué puedo hacer.” Si su disco duro no estaba totalmente muerto, podría ser capaz de arreglarlo y hacerlo funcionar bien para que Chanyeol aguantara un poco hasta que Sehun pudiera conseguir su nueva PC e instalarla, y si eso era, tendría un motivo para pedirle a Minseok que aprobara la entrega de la noche y que el tiempo asignado para instalársela a Chanyeol fuera rápido.
“Eres mi héroe,” Chanyeol dijo. “Estoy en el cuarto piso, en la esquina noroeste por las ventanas.”
Así que Sehun tomó sus herramientas – que básicamente eran su llavero multi-herramienta y un flash drive con una tonelada de programas de diagnóstico instalados – y dejó el sótano para por primera vez en seis semanas, subir cinco tramos de escalera.
Vio el escritorio antes de ver al hombre, llegando detrás de la silla alta. (Hey, ¿Cómo por qué los de Ventas tenían mejores sillas que los de AT?)Tal como Chanyeol dijo, la PC estaba trabada en la pantalla de inicio, corriendo y corriendo sin llegar a ningún lado como un hámster en una rueda. Sehun no podía ayudar, suspiró por irritación, y entonces sonó la silla girando mientras el hombre en apuros se puso rápidamente de pie, y por primera vez Sehun posó sus ojos sobre el hombre con quien hablaba todos los días.
Y Sehun no se había dado cuenta, hasta ese momento, que había construido una especie de imagen de Chanyeol en su cabeza. Lo había imaginado algo gordo y alegre, tal vez en sus treinta o cuarentas, con gafas y sonrisa animada que hacían sus ojos desaparecer.
Pero sólo atinó con la parte de las gafas y la sonrisa. Chanyeol era muy sexy.
Alto, delgado, en forma. Hombros anchos. Piernas largas. Manos grandes, un largo y pálido cuello, cabello peinado con estilo teñido de un castaño claro. Ojos grandes y redondos hechos más grandes y más redondos por las modernas y gruesas gafas, dientes blancos que formaban una atractiva sonrisa que se amplió mientras miraba a Sehun. No era más que unos años mayor que Sehun y la forma en que veía el mundo cambió completamente.
“Hey, tú debes ser Sehun,” Chanyeol dijo, y oh mierda su voz sonaba aún más grave en persona, resonante y jodidamente sexy. Extendió una mano, y Sehun la tomó como en piloto automático, e intentó no desmayarse cuando dedos fuertes se enredaron cálidamente en su palma.
“Sip,” Sehun dijo hábilmente. “Hola. Un gusto, eh, conocerte, al fin.”
La risa de Chanyeol era familiar, pero la expresión acompañándola en su increíblemente atractivo rostro era nueva, y Sehun se encontró sonriendo automáticamente en respuesta, su mano se mantenía en la de Chanyeol en vez de alejarla incómodamente como solía hacerlo.
“Así que tú eres el técnico legendario,” una nueva voz dijo, y Sehun volteó para ver a un hombre joven y bajito en el cubículo de al lado, recostado en su silla para observar la pared. “Empezamos a creer que Yeol estaba inventándote.” Sus ojos eran mucho más evaluativos que los de Chanyeol cuando observaron a Sehun. “Dios, eres un niño.”
Las mejillas de Sehun se ruborizaron, la educada sonrisa se desvaneció. “Tengo 22,” dijo sin expresión.
Chanyeol estalló en carcajadas, roncas risotadas que hacían el piso temblar y las mejillas de Sehun arder masivamente. “Ah, no te ofendas.” Dijo, palmeando el hombro de Sehun. “Baekhyun tiene los pies en su boca la mayor parte del tiempo.” Su sonrisa literalmente puso débiles las rodillas de Sehun. Esto era malo. “Y ya que estás a bordo, he pasado más tiempo trabajando de verdad en vez de esperar a que AT arregle mis cosas, así que no me importa lo joven que seas. Eres oficialmente mi favorito.” Su mano dejó el hombro de Sehun, dejándolo con un escalofrío por la pérdida de la calidez de Chanyeol. “Así que, ¿qué opinas, técnico? ¿Puedes salvarla?”
Cierto. El motivo por el que estaba aquí. “Haré lo que pueda,” Sehun dijo. “¿Te importa si…?” Señaló la silla.
“¡Ah! Claro, obvio. Eres mi invitado.” Chanyeol hizo una reverencia sobre dramática hacia la silla, como un mayordomo real inclinándose hacia un príncipe, y Sehun intentó no sonreír como idiota mientras tomaba la silla. Además de ser demasiado sexy, Chanyeol era lindo, y era todo lo que Sehun podía hacer para mantener su profesionalismo y no chillar como una fan en un concierto.
Conectó su flash drive, reinició difícilmente la computadora y navegó en el menú de inicio. Una calidez en su hombro lo hizo voltear; Chanyeol estaba inclinándose justo ahí, curioseando en la pantalla. Sobresaltado, Sehun deslizó su dedo y por error continuó a iniciarla sin realmente hacer algún cambio para arrancar su flash drive. Maldijo por lo bajo y alcanzó el botón de apagado para comenzar de nuevo.
“Mierda. Lo estoy haciendo otra vez, ¿verdad?” Chanyeol murmuró. “Me… Me iré por allá.” Se inclinó más sobre la cabeza de Sehun para agarrar algo de la estantería encima de él, haciéndole llegar a Sehun el olor de su agradable perfume y una espectacular vista de su fresca blanca camisa de vestir estirándose y pegándose a su pecho, entonces se fue, cruzando el lugar con largos pasos para meterse a un salón de conferencias vacío. Sehun lo observó sin girar la silla, admirando las increíblemente largas piernas en sus pantalones grises, con un culo no tan grande bajo el dobladillo de su saco.
Alejando su mirada, Sehun mordió con fuerza la parte interior de su labio y se enfocó de vuelta en su trabajo. Ya habría tiempo para lidiar con eso después.
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45 minutos de intentar todo después, Sehun concretó en que en efecto, el disco duro, y la PC de Chanyeol estaban bien muertos. Lo bueno era que había peleado por esa solicitud, porque el papeleo para adquirir la nueva máquina ya estaba casi terminado.
Habiendo hecho todo lo que pudo hacer, Sehun apagó la máquina arruinada y fue a buscar a Chanyeol. Tocó la puerta del salón de conferencia y se inquietó en su interior.
Chanyeol estaba de pie, inclinado en la mesa con sus palmas separadas ampliamente, papeles y notas desparramados alrededor de él con una pluma atorada detrás de su oreja. Sehun se dio cuenta de que estaba hablando con el altavoz con alguien cuando una voz desconocida resonó en el cuarto.
“Mira, Park, tengo demasiadas cosas que atender –“
“Todos las tenemos, Kyunhyun. Pero nos hemos atrasado con este cliente tres veces, tengo miedo de que lo perdamos. Mira, si estás muy atareado, ¿no tienes a alguien que sea capaz de resolverlo?”
Un largo suspiro de dolor sonó. “Preguntaré y luego te llamo.”
“Te lo agradezco.” Se estiró para colgar el teléfono, y Sehun inclinó su cabeza y admiró la larga curva de su cuerpo doblado. Para Sehun, le dijo, “Jesucristo Bendito, te pido que hagas que estos tipos, ya sabes, trabajen.” Sonrió, mostrando que estaba bromeando, y Sehun inevitablemente sonrió de vuelta, no siendo capaz de no responder a su alegría. “Así que, ¿en qué terminó? ¿La arreglaste?”
Sehun se recostó sobre el marco de la puerta, brazos cruzados sobre su pecho inconscientemente. “Buenas y malas noticias,” dijo, y Chanyeol hizo una cara. “La mala noticia es que, murió. El disco duro está arruinado. Estarás sin computadora hasta que te consiga otra.”
“Diablos,” Chanyeol gruñó. “¿Cómo lo hice?”
Parpadeando hacia él, Sehun suavizó su tono y dijo, “Realmente no es tu culpa, a pesar de las bromas que los demás hacen.” Chanyeol lo miró, claramente sorprendido, y Sehun se preguntó cuántos de las bromas se habrá creído. “Tu PC es una de las más viejas en la compañía, y me di cuenta de que tu disco duro fallaba en mi primera semana. Tenía que pasar tarde o temprano no importa qué.” Sonrió. “Lo que me lleva a la buena noticia – Lo veía venir, así que ya conseguí una aprobación para comprarte una nueva. La ordenaré hoy y llegará en la noche. Esperemos que para el jueves por la mañana todo esté listo.”
La mandíbula de Chanyeol cayó al piso. “De verdad eres mi héroe,” respiró, y Sehun rió, sintiendo sus mejillas calentarse. “Oh, pero… ¿Y mis archivos? ¿Mis proyectos?”
Sehun rodó sus ojos. “Todo está respaldado, no te preocupes,” dijo. “Por eso tenemos una red interna. Todo estará allí.”
Impresionado, Chanyeol dijo, “Dios, eso es genial. ¿Puedo abrazarte? ¿Te parece extraño?”
Con sus latidos repentinamente sonando muy, muy fuerte en sus oídos, Sehun mantuvo su tono tan animado y despreocupado como pudo y dijo, “Claro.” Y Chanyeol hizo exactamente eso, cruzando el cuarto en dos largos pasos y rodeando los hombros de Sehun con sus largos brazos. Sehun presionó su cara en el saco de Chanyeol y mantuvo sus brazos seguros alrededor de la espalda alta de Chanyeol, disfrutando por un instante el hermoso momento en la calidez de Chanyeol, su aroma, su torneado y firme cuerpo.
Terminó muy rápido, y Chanyeol palmeó el hombro de Sehun amistosamente mientras se alejaba, “Supongo que estaré en mi escritorio, si me necesitas,” dijo. “Mantenme actualizado, ¿sí?”
Esa fue la despedida, y Sehun necesitaba regresar a su escritorio allá abajo y poner todo en orden, de todos modos. “Lo haré,” Prometió, recibiendo otra cálida palmadita en su hombro y una amplia y linda sonrisa antes de irse.
El celular de Sehun estaba en su mano antes de bajar el primer tramo de escalones.
Para: Luhan
Necesitamos ir de compras hoy mismo.
La respuesta llegó tan pronto como se sentó frente a su escritorio rebuscando la nota de la compra.
Luhan
Siempre listo para gastar dinero. Por qué, ¿qué pasó?
Para: Luhan
¿Recuerdas al tipo de ventas del que siempre me quejo? Lo conocí hoy. Adivina qué. Es sexy.
Una pausa. Sehun encontró la nota, la miró una vez más para asegurarse de que no olvidó ni un detalle, luego levantó el teléfono para llamar a Minseok y explicarle que necesitaba el permiso para ordenar la entrega en la noche. Cuando finalmente lo hizo, la respuesta de Luhan lo esperaba.
Luhan
¿Qué tan sexy?
Sehun sonrió, sintiéndose cálido por recordar la sonrisa de Chanyeol, su apretón de manos, sus brazos.
Para: Luhan
Lánzame-al-escritorio-y-fóllame-hasta-que-grite, así de sexy.
Realizó el pedido, seleccionando el horario de entrega e hizo la factura en nombre de la compañía.
Luhan
Bueno, ni hablar. Eso es nuevo. ¿Y por qué vamos de compras?
Para: Luhan
Porque si hay una mínima oportunidad de que lo vea de nuevo, necesito mejor ropa para trabajar. Quiero que jadee al ver mi culo. Pantalones de segunda mano dos tallas más grandes que la mía no lo van a lograr.
Justo cuando salió de la universidad, Sehun no era capaz de comprar buena ropa, y compró lo que pudo en tiendas de segunda mano. Pero ya tenía varios cheques, podía gastar un poco. Si Chanyeol no estaba del todo interesado en hombres, Sehun iba a llamar su atención.
Luhan
Entendido. Recógeme cuando vengas a casa y nos vamos.
Para: Luhan
Eres el mejor, hyung.