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Premonition (KaiSoo) por DebyMil

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí vuelvo con la actualización ^^ El capítulo puede ser un poco largo pero confío en que les gustará. Disfruten!

“¿En dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? ¿Por qué está tan oscuro? ¿Por qué estoy tan solo?”


Preguntas que Kyungsoo se hacía constantemente. No tenía idea de cuánto tiempo había pasado, de hecho no sabía si el tiempo corría. Sólo sabía que estaba solo en una oscuridad que lo traspasaba, la cual iba de la mano con la tristeza que sentía. Pero ¿por qué estaba triste? No sabía el motivo, de hecho ninguna de sus emociones tenía sentido. Pasaban los minutos y seguía pensando, los minutos se transformaron en horas y, podría haber jurado, que de horas pasaron a días. En un momento se dijo a sí mismo que no podía seguir en ese estado eternamente, así que levantó la cabeza y exploró el lugar en donde estaba; al menos necesitaba saber en dónde estaba.


Nada se veía alrededor. Todo oscuro, sin limitaciones. No hay principio ni fin. Es la nada misma. Pero en un rincón lejano, ve un pequeño punto de luz. Se incorpora rápidamente y corre hacia el mismo, cree que no llegará jamás porque corre y corre pero nunca lo alcanza, hasta que en un último paso, de repente se encuentra en medio de un parque. Eso fue tan repentino…primero se encontraba encerrado en la oscuridad, ¿y en un parpadeo estaba en un parque? ¿En qué clase de mundo extraño estaba? Sin embargo, el parque le resultaba familiar.


<<Este lugar, yo lo conozco>>


Hay una fuente con agua escurriendo, árboles cercan el sitio por todos lados y flores adornan los pequeños espacios vacíos. Un pintoresco banco de jardín se alza bajo un árbol, y en él, hay un muchacho sentado.


<<¿Quién es?>>


Kyungsoo camina lento hacia el chico que reposa con la cabeza hacia atrás, disfrutando del aire que mueve sus cabellos. Al acercarse más, ve que sonríe pacíficamente con los ojos cerrados. Al verlo, el más bajo no puede dejar de pensar en las facciones tan llamativamente hermosas de aquella persona. Casi le da hasta vergüenza estar tan cerca de él. El muchacho no parece percatarse del más bajo, puesto que ni se inmuta cuando éste carraspea tratando de llamar su atención, por lo que al final se ve obligado a hablarle, aunque eso le de pena.


-Disculpa…-murmura atropelladamente. El joven abre los ojos y lo mira de repente. Una cálida sonrisa se dibuja en su rostro.


-Al fin llegas. Te estaba esperando –dice en tono amable.


-¿Perdón? –suelta aturdido. Ese chico lo estaba esperando… ¿a él?


-Llevo toda la mañana aquí, si se le puede decir mañana. Siéntate –invita palmeando el asiento a su lado. Kyungsoo obedece inmediatamente, pero siente que sus mejillas arden, es decir, no lo conoce pero le está haciendo caso, ¡está hablando con él! Sin embargo, le resulta raro que aquel extraño lo trate con tanta confianza. Quisiera consultarle, pero la vergüenza lo carcome impidiéndole hablar. Tras varios minutos de silencio, el desconocido vuelve a hablar:


-Es lindo ¿no?


-¿Qué cosa?


-La vista que hay desde aquí. Es buena para pensar.


El pequeño estudia el lugar y asiente, el parque es muy bello. Buen lugar para meditar, es cierto.


-Sí, es bonito. Aunque muy luminoso –se queja. El chico a su lado ríe divertido.


-Puedes bajar la iluminación si quieres.


-¿Y cómo se supone que haga eso? –pregunta incrédulo.


-Sólo piénsalo. Es tu lugar.


-¿Mi lugar? –interpela confundido.


-Tienes razón. Me equivoqué. Nuestro lugar…aunque algo diferente ¿no te parece? La vista es distinta. Es como si el parque que solíamos frecuentar, se hubiera fusionado con la vista de nuestro lugar.


<<¿Nuestro lugar? ¿Por qué habla como si nos conociéramos?>>


-Oye…Perdona la pregunta, pero ¿te conozco de algún lado? –inquiere Kyungsoo. El muchacho sentado a su lado no puede evitar reír ante la interrogación.


-Sí, nos conocemos desde hace mucho, Kyungsoo –responde en tono melancólico.


-¿Cómo es que sabes mi nombre? Jamás te he visto.


-Tal vez estés algo confundido por el momento, pero si de verdad quieres saber, la respuesta está en tu mano.


-¿En mi mano? ¿Qué hay en mi…? –replicó fijándose, para encontrar atada a su muñeca una pulsera de tiras de cuero con un único dije en forma de letra J. Se sorprendió de ver ese objeto en su muñeca, y más aún cuando se dio cuenta de que el chico sentado a su lado tenía una pulsera idéntica, sólo que el dije tenía forma de letra K.


<<¿Qué significa esto? ¿Por qué me siento tan mal de repente? Toda esta situación me resulta muy familiar, pero no lo entiendo…siento que mi pecho duele, siento que mi corazón se parte en dos. ¿Por qué?>>


El más bajo comienza a llorar sin querer y entonces se da cuenta de todo. Fija sus ojos en los contrarios y éstos a su vez le devuelven una mirada cargada de sentimientos.


-Kai –pronuncia débilmente. El nombrado sonríe tiernamente y posa su mano en la mejilla contraria borrando una lágrima que surcaba la piel.


-Hola, Soo –dice lentamente –No sabes cómo me alegro de verte aquí, te extrañé.


El mayor se arroja hacia delante y lo abraza con fuerza, sollozando sin parar. El más alto lo acurruca en sus brazos al tiempo que cierra sus ojos, disfrutando de ese afectuoso abrazo.


-También te extrañé –murmura Kyungsoo –Estaba solo en la oscuridad y me sentía tan abandonado, pero no sabía por qué. No veía nada a mí alrededor, sólo la nada misma. Quería salir de allí aunque no sabía cómo, no sé cuánto tiempo estuve ahí pero quería irme, estaba…atrapado.


-Sí…tu mente es bastante complicada de comprender –ironizó –Si a mí me costó entender, supongo que no habrá sido tarea fácil para ti tampoco.


-¿Mi mente? Espera un segundo ¿Quieres decir que todo esto está pasando dentro de mi cabeza? ¿Qué esto no es real? –cuestiona separándose un poco para mirarlo a los ojos.


-Sólo te diré que tienes razón en una cosa: sí estamos dentro de tu cabeza, en tu mente. Pero eso no significa que no sea real –le guiñó un ojo.


-Si todo este tiempo estuviste en mi mente ¿por qué no me sacaste de aquel oscuro lugar? Estaba muy asustado, ¿por qué no viniste por mí?


-Ah, Kyungsoo, lo lamento –se disculpó abrazándolo otra vez –Pero hay paredes de tu conciencia que yo no puedo evadir. Quería salvarte pero no pude hacerlo otra vez.


El más bajo se quedó helado al escuchar eso. ¿Salvarlo de nuevo?


-¿De qué estás hablando, Kai? ¿Cómo que salvarme otra vez? –le dijo al tiempo que se incorporaba y lo miraba fijo. El moreno pareció darse cuenta de que tal vez había dicho algo que se suponía debía haber callado, porque se mordió el labio y lo miró con aprensión.


-Soo…


-Contéstame, ¿a qué te refieres? –insistió. El joven parecía estar a punto de responder, cuando un ensordecedor crujido se escuchó por todo el lugar. Aterrorizado, Kyungsoo miró alrededor y vio que el parque comenzaba a desaparecer. Todo se esfumaba como el humo dando paso a más y más luz -¿Kai? ¿Qué está pasando?


-No hay más tiempo –murmuró fijando la vista hacia arriba.


-¿Tiempo para qué? –interrogó mirando en la misma dirección y se quedó sin aliento al ver cómo el cielo se rasgaba dejando entrar más luz entre sus aberturas, como si un vidrio opaco se estuviera haciendo añicos y de entre sus grietas asomara la luz -¿Qué es todo esto? ¿Por qué…?


Cuando bajó la mirada, vio que la figura de Kai lucía borrosa y fantasmal. Su mano aún sostenía la suya, pero el mayor podía prácticamente ver la suya a través de ella.


-¿Kai?


-Debes irte, Soo –advirtió con firmeza.


-¡No! De ninguna manera, no pienso dejarte aquí.


-No iré a ningún lado, eres tú quien debe irse.


-No me iré sin ti –discrepó comenzando a llorar.


-Estamos en tu cabeza, Kyungsoo. Yo siempre estoy contigo, te lo prometí.


Su cuerpo casi había desaparecido y del parque ya no quedaba nada, sólo una pequeña porción de césped alrededor de donde el bailarín estaba parado.


-Pero, Kai…


-¡Vete ya! –finalizó empujándolo. Al instante el pequeño se vio tirado a gran velocidad hacia arriba, lejos de Kai. Lo último que divisó de él fue una sonrisa, surcada por una única lágrima y luego…silencio.


 


 


Luz, mucha luz. Pitidos constantes, aroma a desinfectante y alcohol. Abrió los ojos, ¡demonios, demasiada luz, qué molesto! Azulejos y paredes blancas por todos lados. ¿Dónde estaba? Se encontraba demasiado aturdido y algo mareado. No recordaba nada, como cuando recién te despiertas de un sueño profundo. Su cuerpo estaba completamente adormecido, no sentía nada. Le llevó varios minutos darse cuenta de que estaba acostado, pero la habitación en donde estaba no se parecía en nada a la suya.


La misma era completamente de color blanco inmaculado con varios azulejos blancos también. A sus pies, a lo lejos, había una pequeña mesa de madera antigua con un jarrón de cristal lleno de flores multicolores delante de un pequeño espejo colgado en la pared. A ambos costados del mueble había dos sillones individuales y cerca de la puerta un perchero con un par de abrigos oscuros colgados en el.


A su izquierda distinguió una gran ventana con los postigos de las persianas entreabiertos por donde entraba luz. Afuera se podía ver un gran jardín. Cerca de la cama, una diminuta mesa de luz se sumaba al escaso amueblamiento, no había nada sobre ella excepto por un celular con la pantalla completamente astillada, que el más bajo reconoció como propio.


Una vez recorrido el lugar un par de veces con la mirada, Kyungsoo seguía completamente perdido. No lograba hilvanar sus ideas y pensamientos, dificultándole comprender del todo la situación. Estaba mareado y tampoco podía moverse. Necesitaba saber qué estaba pasando.  


-¿Kyung? –dijo de repente una voz a escasos centímetros de él, sobresaltándolo -¡Kyungsoo! ¡Estás despierto!


El chico giró su cabeza lentamente a la derecha y parpadeó un par de veces tratando de enfocar su vista, para ver a su mejor amigo sonriendo muy feliz a su lado.


-Baekhyun…-sonrió el menor. Estaba tan cansado que apenas podía hablar –Te ves terrible.


-Apenas abres los ojos ¿y eso es lo primero que me dices? –interroga divertido –Bueno, te daré crédito esta vez. No he dormido casi nada los últimos tres días. Nos tenías muy preocupados a todos. ¿Cómo te encuentras?


-Como si me hubiera pasado un camión por encima –exhaló -¿Por qué los preocupé? ¿Dónde estoy?


-¿No te das cuenta? Estás en un hospital.


-¿Por qué?


-Porque…casi te atropella un auto –respondió intranquilo.


-Oh…Eso explica el dolor de cabeza –murmuró arrugando el entrecejo. Intentó recordar, o siquiera figurar la explicación que acababan de darle, pero su mente estaba en blanco. No recordaba nada, y menos con tanto dolor –Siento como si alguien me estuviera exprimiendo los sesos –se quejó otra vez.


-Tal vez los vendajes estén muy ajustados. Llamaré a una enfermera para que los cambie, aguarda aquí –resolvió levantándose.


-Como si pudiera ir a otro lado –rezongó.


Baekhyun hizo caso omiso de aquello y, cuando llegó a la puerta de la habitación, ésta se abrió de improviso, apareciendo Chanyeol tras la misma.


-¿Todo en orden, Baek? –preguntó, casi inaudiblemente. El más bajo pudo ver las oscuras ojeras bajo los ojos del recién llegado. Estaba vestido con un pantalón buzo negro, un pulóver oscuro y zapatillas grises. El más alto siempre había sido muy risueño y vivaz, pero al verlo ahora, parecía que su semblante alegre había desaparecido por completo ¿Acaso él también estaba si dormir?


-Kyungsoo despertó –soltó Baekhyun sin más.


-¡¿Qué?! ¿De verdad? –se sorprendió Chanyeol, mirando directamente a la cama donde el chico acostado en ella le devolvió la mirada acompañada de una sonrisa. Acto seguido, se acercó a la camilla sonriendo de oreja a oreja –Gracias al cielo, al fin. Al menos una buena noticia antes de terminar el día. Me alegra tanto que hayas recobrado el conocimiento. ¿Cómo estás?


-Muy cansado, desorientado debo admitir.


-Es normal, nosotros estuvimos preocupados por días.


-¿Días? ¿Cuánto tiempo llevo aquí? –inquirió el menor.


-Mañana se cumplirá la semana.


-¡¿Una semana?!


-Sí, el golpe en tu cabeza fue bastante grave, te diste de lleno contra el cordón y...


-¡Chanyeol! –advirtió Baekhyun alarmado. Kyungsoo se confundió aún más al escuchar eso. ¿Cómo es que se había golpeado contra un cordón si supuestamente un auto lo había atropellado?


-¿El cordón? No entiendo. Baek dijo que casi me atropelló un auto.


Ambos chicos se miraron entre ellos y luego al más bajo. El pequeño pudo notar la incomodidad que empezaba a gestarse en el ambiente.


-¿No se lo dijiste? –susurró Chanyeol dándose vuelta para que sólo Baekhyun pudiera oírlo, desafortunadamente, sus palabras no pasaron desapercibidas.


-¿Decirme qué? –interrumpió Kyungsoo.


-No puede saberlo todavía. No está en condiciones.


-¿Qué me están ocultando? –insistió.


-Kyung…-empezó su mejor amigo –despertaste hace quince minutos después de estar inconsciente casi una semana. No es momento de sobresaltos, por ahora debemos concentrarnos en tu bienestar. Tienes que estar calmado.


-¿Me pides que me calme cuando algo me están escondiendo? Y a juzgar por sus caras, parece grave.


-Pues, lo es –confesó Chanyeol.


-¡Tú cierra la boca! –lo calló Baekhyun –Escucha Kyungsoo, estuviste en estado delicado por días. Debes recuperarte primero, el golpe fue muy fuerte…


-No quiero que desvíes el tema –lo cortó molesto –Dime qué está pasando. Estaré cansado y mareado pero recuerdo perfectamente que ayer...o hace una semana –reformuló –estaba lloviendo mientras caminaba por la calle y…entonces…


Se quedó súbitamente en silencio cuando varias imágenes vinieron a su mente: una carretera, las diez de la noche, el coche que casi tenía encima, una figura fantasmal en frente de él, una persona…una persona que él conocía, alguien que se lanzó hacia él para intentar ayudarlo, sacarlo del camino. Esa persona…esa persona es…


<<Oh, no…>>


Sangre…había mucha…sangre…en sus manos, en el pavimento…Toda la escena teñida de rojo, llueve pero la lluvia sólo disipa la sangre manchando sus ropas. Esos ojos que apenas se mantienen abiertos, apenas lo miran, y Kyungsoo no logra que se mantengan despiertos por mucho tiempo. La mano contraria deja de apretar la suya y cae al suelo, él ya no le contesta, ya no lo mira. Él está…


Su rostro palideció en cuestión de segundos y sintió que todo le daba vueltas, empezó a temblar sin control, sus manos se aferraron a las sábanas de la cama, temía caerse. Aquellos no podían ser recuerdos, tenía que ser su imaginación, sí, eso tenía que ser: el golpe en su cabeza estaba provocando que se imaginara cosas ¿verdad?


-¿K-Kyungsoo? –llamó Baekhyun, notablemente alarmado de la condición de su amigo, pero éste lo ignoró.


¿Y si no era su imaginación? ¿Y si lo que su mente le mostraba eran hechos verdaderos? Eso significaba que…El más bajo levantó su brazo izquierdo, el mismo estaba lleno de cables y sondas con agujas enterradas en su piel, pero atada a su muñeca había una pulsera de cuero con un dije en forma de la letra J. De la nada, sus ojos comenzaron a derramar lágrimas.


-Kyungsoo ¿estás bien? ¿Te duele algo? ¿Llamo a la enfermera? –se asustó Chanyeol.


-¿Dónde está? –musitó.


Su pregunta no fue contestada. Silencio…sólo el silencio reinó en la sala.


-Kyung…-suspiró Baekhyun con un nudo en la garganta.


-¿Dónde está? ¡¿En dónde está Kai?! –gritó histéricamente.


-Escucha, por favor tranquilízate…


-¿Él está bien? ¿Está aquí? Necesito verlo, ¿dónde está? –ninguno de sus amigos respondió sus preguntas -¡¿Por qué no me contestan, maldición?!


Sus gritos llamaron la atención de alguien afuera de la habitación que entró precipitadamente. Era Suho, su semblante lucía también muy agotado y pálido, incluso estaba más delgado.


-¿Qué está pasando? ¡Kyungsoo! Estás despierto –dijo sorprendido.


-Hyung…-lloriqueó –Suho hyung…


-¿Qué sucede? ¿Por qué lloras? ¿Estás bien? Ustedes dos ¿por qué no me dijeron que despertó? –regañó acercándose a la cama. Temblando, el menor tomó la manga de la camisa del líder y tironeó de ella.


-Por favor, hyung. ¿En dónde está? –suplicó aún llorando.


-¿Qué? ¿Quién? –preguntó confuso.


-Kai ¿En dónde está? Por favor, tengo que verlo, ¡por favor!


Suho se quedó en blanco unos segundos.


-¿Ustedes le dijeron? –inquirió dirigiéndose hacia el par, furioso. A pesar de seguir llorando, el más bajo observó al trío desorientado y arrugó el entrecejo. ¿Por qué lo ignoraban? ¿Por qué no le decían? ¿Qué le ocultaban?


-Nosotros no dijimos nada, lo juro. Pero Chanyeol insinuó…-empezó Baekhyun.


-No era mi intención, fue un accidente –se defendió el más alto –Te juro que no le dijimos a Kyungsoo que…


-¡DEJEN DE HABLAR COMO SI YO NO ESTUVIERA AQUÍ! –vociferó, ya había tenido bastante -¡Estoy frente a ustedes y nadie me dice qué sucedió con Kai!


-No queremos que te alteres, necesitas descansar…-empezó Suho.


-¡No necesito descansar! Quiero saber en dónde está, necesito saber que está bien –reiteró esperando una respuesta, pero como ninguno de los tres le contestó, decidió que era suficiente e hizo a un lado las mantas.


-¿Qué haces? –preguntó Baekhyun atónito.


-Si ustedes no me dicen, yo mismo lo buscaré –le contestó. Cada movimiento significaba un gran esfuerzo para él y era aún más difícil cuando su cuerpo se negaba a responder. Cuando logró bajarse de la cama, apoyó los pies en los fríos azulejos del suelo, pero sus piernas no mantuvieron su peso y se fue al suelo sin remedio. Aulló de dolor al sentir el golpe.


-Chanyeol, llama a la enfermera ¡ahora! –ordenó el líder y el muchacho salió disparado por la puerta. Entre él y Baekhyun se acercaron al más bajo intentando detenerlo –No puedes ir a ningún lado en este estado, Kyungsoo. Estás mal.


-¡Ustedes no me dirán qué hacer! –discrepó tercamente. Estiró su brazo para tomarse de la cama e incorporarse, sin embargo las sondas que estaban prendidas a su piel, tironearon lastimándolo. Decidido, se arrancó una por una manchando de sangre el piso y su bata.


-¡Por Dios santo! Basta, ¿estás loco? –se alarmó Baekhyun.


-Necesito verlo, tengo que ir con él…-murmuró en un hilo de voz. Caminó un par de pasos pero sus piernas volvieron a ceder, por lo que los otros dos lo sostuvieron antes que se cayera de nuevo.


-Estás demasiado débil, tienes que quedarte en la cama.


-No, quiero ver a Kai…llévenme con él…yo…necesito…Kai…-tartamudeó hasta sentir que sus últimas fuerzas lo abandonaban, cediendo al peso de su cuerpo. Antes de desmayarse, alcanzó a divisar una borrosa figura de blanco que se acercó rápidamente a él seguido de otra persona, una que se frenó en la puerta y lo miró tristemente. Él conocía ese par de ojos, reconocía esa mirada, la pulsera con el dije de la letra K amarrada en su mano lo delataba. Sin embargo, cuando las puertas de la habitación se cerraron, aquella borrosa y fantasmal silueta desapareció, no había nadie parado en el umbral de la puerta.


Kai no estaba allí.


Completamente aturdido, Kyungsoo se dejó llevar por la oscuridad que lo envolvía y se rindió.


 


***


 


Unas leves puntadas en su cabeza despertaron al más bajo. Abrió los ojos, pero la luz de la lámpara le molestaba mucho. Giró la cabeza hacia un costado y vio a través de la ventana que era de noche. Suspiró y levantó su brazo izquierdo, estaba lleno de pequeños moretones debido a tantos pinchazos de agujas y le dolía, aunque no tanto como la cabeza. Al mirar hacia abajo se dio cuenta de que lo habían cambiado de ropa, claro como la había manchado…El sonido de la puerta de la habitación al abrirse captó su atención y giró su cabeza para ver a Baekhyun entrar sigilosamente al cuarto, cerrando la puerta con mucho cuidado tras él.


-No te molestes, estoy despierto –exhaló el menor.


-Oh, disculpa –murmuró acercando una silla hasta la cama y sentándose en ella -¿Cómo te sientes?


-Increíblemente cansado. Mi cuerpo se siente muy pesado.


-Deben ser los calmantes. La enfermera te puso dos. No dejabas de gritar en sueños, ni siquiera podían tocarte.


-Supongo que no era yo en esos momentos.


-La verdad es que no, nunca te había visto así. Pero el doctor dijo que si te portas bien, saldrás en unos días –le sonrió.


-Qué bien –replicó en tono amargo, eso esfumó la felicidad de su amigo.


-¿Pasa algo?


-No puedo creer que tengas el descaro de decirme eso. Todavía no contestaste a mi pregunta.


-¿Pregunta? ¿Qué pregunta?


-Quiero saber qué pasó con Kai –le recordó.


El mayor tragó duro y respiró hondo.


-Kyungsoo…mira, has vivido un trauma severo. No creo que experimentar más sobresaltos ayude a tu recuperación.


-Y yo no entiendo por qué no quieres decirme –argumentó poniendo los ojos en blanco.


El chico suspiró e hizo una mueca que demostraba su incomodidad.


-Bueno ¿Exactamente hasta dónde recuerdas lo que pasó? –consultó tras unos largos segundos de decidir si continuar el tema o no.


-Pues, recuerdo que Kai me salvó y resultó herido. Sé que estaba a su lado, sostenía su mano…


-¿Y luego?


-No tengo idea. Después de eso sólo recuerdo despertar aquí. Tengo imágenes en mi cabeza, recuerdos, pero no sé hasta qué punto son ciertos. Por favor, sólo quiero saber qué pasó con él –le rogó.


-No sé si deba decírtelo.


-¿A qué te refieres? –el muchacho suspiró mirando al suelo, eso impacientó aún más al más bajo -¿Baek?


-Kyungsoo, yo…-empezó con expresión dolida. Al comprender la situación, el menor sintió como si su alma abandonara su cuerpo. Su mirada se volvió turbia debido a las lágrimas acumuladas.


-No…No es cierto, él no…-su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas. Kai no podía estar…


-Kyung, cálmate. Tranquilo –dijo el chico abrazando al pequeño, al ver que comenzaba a perder el control de sí mismo otra vez –Kai está vivo. ¿Me oyes? Te digo que está vivo –insistió.


Al escuchar eso el chico dejó de llorar al instante y se alejó para mirar a los ojos de su amigo.


-¿Qué dijiste?


-Que Kai está vivo.


-¿No me estás mintiendo? –lloriqueó.


-¡Por supuesto que no! ¿Cómo voy a bromear con algo así? Él está aquí, en este hospital. Está en el mismo piso que tú, pero…


-Llévame con él –pidió, sin querer escuchar más nada, levantándose de la cama.


-Oye espera, no puedes caminar –trató de frenarlo, aunque no estaba dando mucho resultado. El más bajo estaba empecinado en salir de la habitación.


-Necesito verlo.


-No puedes.


-¿Por qué no?


En eso, la puerta de la habitación se abrió otra vez y Suho entró con un par de emparedados; aunque se frenó en seco al ver la situación.


-¿Qué estás haciendo fuera de la cama otra vez, Kyungsoo? Necesitas descansar.


-Baekhyun ya me dijo. Kai está bien, necesito verlo. Por favor, llévenme con él –suplicó.


-¿Qué? ¿Por qué diablos le dijiste? –soltó el líder enojado.


-Creí que así dejaría de preguntar y se calmaría –se excusó, encogiéndose de hombros.


-Pues ya ves que no. Escucha Kyungsoo, sé que quieres verlo pero no puedes.


-¿Por qué?


-Kai no puede recibir visitas, no está bien…


-¿Qué quieres decir? –preguntó confundido.


-Hyung, creo que sería mejor si lo ve –interfirió Baekhyun. Suho hizo una mueca no muy convencido. Tras pensarlo unos cuantos minutos, al final accedió.


-Está bien –el menor se alegró –pero no podrás acercarte a él.


-Eso no me importa. Sólo quiero verlo.


-Como quieras. Baek, trae esa silla de ruedas –indicó señalando la silla que se encontraba a escasos centímetros de la cama.


-Pero puedo caminar solo –protestó el pequeño.


-La necesitarás –insistió.


El más bajo decidió obedecer por el momento y se sentó en la silla. Los tres salieron del cuarto y doblaron a la derecha yendo por el blanco pasillo; el cual era increíblemente largo. Muchas puertas a ambos lados se alineaban en sus paredes. Al fondo, había una gran habitación vidriada, aunque tenía las cortinas corridas y no se podía ver para adentro. En un costado había un gran cartel blanco que decía U.C.I (Unidad de Cuidados Intensivos) Eso le dio muy mala espina a Kyungsoo y comenzó a preocuparse.


Rogó que siguieran de largo hasta la puerta de otra habitación que se encontraba al lado, pero sus nervios estallaron al ver a sus amigos sentados en un sillón frente a la sala vidriada. La mayoría estaban dormidos y no se percataron de su llegada, sólo Chanyeol y Chen se mantenían despiertos y hablaban entre sí. Cuando el trío se acercó a ellos, ambos enmudecieron; aunque Chen le dedicó una tímida sonrisa al más joven.


-Hola, Kyungsoo. Me alegra verte despierto al fin. Suho nos dijo que abriste los ojos hoy temprano.


El muchacho asintió levemente.


-¿Dónde está Kai? ¿Puedo verlo? –soltó casi sin querer. Sabía que era muy descortés seguir insistiendo con eso e ignorar el saludo de Chen, puesto que seguramente debía haber estado tan preocupado como los demás por él, pero es que esas palabras salieron de su boca de improviso. Se arrepintió de haber dicho eso pero es que en su mente nada más importaba.


No obstante, Chen pareció comprenderlo y cambió su tímida sonrisa a una triste expresión, una que Chanyeol imitó. Momento ¿por qué todos estaban así de inquietos? Esta situación le gustaba cada vez menos.


-Está en esa habitación –le dijo –¿Te acompañamos?


Kyungsoo tragó duro pero no contestó; en su lugar se levantó de la silla lentamente dispuesto a ir por sus propios medios, pero Baekhyun lo tomó del brazo en seguida ayudándole. Ambos fueron hasta la puerta de la gran habitación que se encontraba un poco oscura. La puerta corrediza se abrió por sí sola y el par entró seguido de Suho y Chen.


A simple vista, lo único que distinguía era una cama donde había persona recostada. Muchos ruidos se escuchaban en la habitación, el pitido constante del monitor del electrocardiograma, un sonido extraño muy parecido al que hace un compresor al inflar un globo, más otros pitidos más. Todos diferentes y extraños. También había muchos monitores alrededor de la cama con luces parpadeantes de diferentes colores.


Cuando sus ojos se acostumbraron a la penumbra pudo ver a Kai. La imagen que recibió no fue para nada alentadora. Kyungsoo creyó que tal vez en el peor de los casos lo vería dormido, y efectivamente lo estaba, sólo que no de la forma que esperaba. Las blancas mantas de la cama, cubrían al moreno sólo hasta la cintura. Su torso estaba desnudo aunque con algunas vendas en sus costillas. Raspones, cortes y magulladuras podían verse por todos lados, incluso en su rostro que tenía unos cuantos moretones. El más bajo casi no lo reconocía, gruesos vendajes tapaban su cabeza y su frente además de que una mascarilla de oxígeno estaba unida a su boca que se encontraba entreabierta, de hecho un grueso tubo entraba en ella, el mismo estaba conectado a la máquina que hacía el ruido del compresor. Eso significaba que…


-Esa máquina ayuda a que pueda respirar mejor. No es que no pueda por sí solo, pero los médicos dicen que es por precaución –comentó Baekhyun con cautela.


Kyungsoo asintió en silencio.


-¿Él ha…? –carraspeó sonoramente, sentía la garganta seca -¿…ha despertado en el transcurso que lleva aquí?


-Aún no.


-Entonces sólo está inconsciente –concluyó, o más bien quiso convencerse de ello.


-Algo así. Kyungsoo…en realidad, cuando llegaron al hospital ambos estaban inconscientes. Tú dentro de todo estabas bien, mejor que Kai. Pero él estaba muy herido, los médicos le salvaron la vida pero desde que llegó ha estado en coma. Los doctores no saben si él volverá a…


-Suficiente –interrumpió el líder –Creo que debes regresar a tu habitación, Kyung.


-Quiero quedarme…-murmuró como ido.


-Es de noche y necesitas reposar. Mañana podrás venir otra vez a visitarlo.


-No quiero dejarlo solo.


-No está solo. Las enfermeras se encargan de él cada quince minutos y estamos nosotros. No tienes de qué preocuparte –interfirió Chen calmadamente.


-No puedo dejarlo, él me necesita…


-Kyung, estás hablando tonterías. Sé que no lo parece, pero Kai estará bien. Ahora ambos deben descansar, sobretodo tú. No es conveniente que deambules por el hospital después del accidente que sufriste. Será mejor que…


-Hyung –lo cortó Baekhyun, señalando con la cabeza al más bajo. El líder no lo había notado mientras hablaba, pero cuando observó al muchacho, pudo ver que éste lloraba en silencio. Su mirada estaba fija en la cama que tenía frente a él mientras incontables lágrimas resbalaban de sus mejillas. Lentamente dio unos pasos hasta adelante y se acercó a la piecera de la cama. Sus manos se aferraron a ella buscando equilibrio, sentía que se iba a desmayar otra vez pero no podía dejar de verlo. Lo observó una vez más y eso hizo que su pesar se acrecentara. El poder apreciar de cerca todo el daño que le había hecho sufrir, le destrozaba el corazón. Él estaba de pie mientras que Kai estaba inconsciente en una cama, con una máquina que respiraba por él. No podía soportarlo.


<<Yo tengo la culpa. Fui yo quien te hizo esto. ¡Estás en este estado por mi culpa! No es justo. ¿Por qué tuviste que ser tú y no yo? Se suponía que fuera yo. Debería ser yo el que tendría que estar en esa cama. ¿Por qué tuviste que saltar en frente de mí? ¿Por qué tuviste que salvarme? ¿Por qué, Kai? ¡¿POR QUÉ?!>>


-Lo siento tanto…-susurró con la voz cortada.


Chen que estaba cerca de él, se acercó y posó una mano en su hombro. Kyungsoo se dio vuelta y lo abrazó llorando desconsoladamente. El mayor se sorprendió pero le devolvió el abrazo.


-Está bien, Kyung. Está bien. Él se repondrá, tranquilo. Mejor vamos a dormir ¿te parece?


-No quiero dormir –lloriqueó contra su pecho.


-Entonces me quedaré contigo a hablar.


-Yo también me quedaré. Toda la noche si es necesario –agregó Baekhyun. Kyungsoo asintió lentamente tras unos segundos, y siguió al trío hasta la puerta. Ya no tenía fuerzas para objetar nada.


-Debo quedarme aquí unos momentos, pero luego iré a verte ¿de acuerdo? –sugirió Suho.


-¿Puedo venir mañana temprano?


-Siempre que el doctor lo permita. Pero no te preocupes, insistiré –le dijo guiñándole el ojo.


Algo más calmado, se sentó en la silla de ruedas y dejó que sus amigos lo llevaran de vuelta a su habitación, no sin antes voltear una última vez a mirar a Kai.


Una vez que llegó a su recámara, se acostó en la cama con Chen y Baekhyun a ambos lados del colchón. Unos segundos después, una enfermera –la misma de esa tarde –entró con una bandeja plateada en mano en la que había un pequeño frasco al lado de una jeringa. Cuando estuvo a punto de inyectar el líquido en el suero, la detuvo.


-Por favor, no. No quiero dormir.


-Es para que descanses, cielo. Lo necesitas. Mañana te sentirás mejor y podrás visitar a tu amigo. No podrás hacerlo si estás cansado ¿no crees?


-Sí, pero…


-No discutas –reprendió Chen. El muchacho cedió al final y la enfermera inyectó el líquido para luego irse.


-Ahora trata de dormir –dijo Baekhyun.


-Dijeron que hablarían conmigo.


-Está bien. Hablaremos hasta que te duermas.


Apenas pasaron un par de minutos, cuando el menor cayó totalmente rendido bajo los efectos del calmante. Esa noche no recordó si soñó algo o no, lo único que sabía era que Kai estaba en sus pensamientos y necesitaba estar junto a él al día siguiente.


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