-¡Jongin! ¡Kim Jongin! Soy yo, Kyungsoo, contesta ¿en dónde estás? -llamaba una y otra vez mientras subía las escaleras, pero sin recibir respuesta.
Mantenía su teléfono por encima de su cabeza para poder ver lo que tenía enfrente ya que debido al corte de luz por culpa de la tormenta no había electricidad, pero la luz de su celular no alcanzaba a iluminar bien y varias veces se había trastabillado con los escalones. Resopló de cansancio en cuanto llegó al sexto piso. Se preguntó cómo es que antes no se cansaba en subir para ir a la sala de ensayo con los chicos todos los días. Claro, es que siempre subían en el ascensor, pero aún así con toda la práctica que hacían día tras día, hora tras hora, era una vergüenza que estuviera tan fuera de estado. Se arrepintió de haberle dicho a los demás que subiría hasta los últimos pisos.
Cada piso era enorme y tenía muchas salas, ya sea de prácticas, de clase de baile o canto, o las salas de grabación. A pesar de que sólo buscaba a Jongin en las salas de baile y no revisaba las demás aún no lo encontraba. ¿En dónde se había metido ese mocoso? De sólo pensarlo su humor cambió drásticamente para mal, por su culpa habían tenido que salir a buscarlo en medio de la noche y encima cuando estaba lloviendo, ¡con el frío que hacía! Bufando molesto siguió recorriendo cada uno de los pasillos y abriendo puerta tras puerta; tenía que entrar a cada sala y buscar por todo el lugar ya que la luz de su teléfono era demasiado pobre como para iluminar las habitaciones desde la puerta.
Sin éxito, como en los pisos anteriores, volvió a las escaleras y continuó subiendo, si ni siquiera estaba en el sexto piso como había dicho Lay, entonces ¿dónde estaba? Ya estaba prácticamente sin aliento de subir tantos escalones. Llegó al séptimo, luego el octavo, y después el noveno. Pero fue inútil, el chico no aparecía por ningún lado. Caminando con paso lento y pesado, volvió a las escaleras para dirigirse al décimo piso.
-¡Maldición, Jongin! ¡Más te vale que estés en este piso porque ya no puedo seguir más! -se quejó en voz alta tratando de mantener el aliento, pero no terminó de decir aquello que tropezó con algo y se fue de bruces al suelo, golpeándose la rodilla al caer. Su teléfono voló por los aires y cayó al suelo con un sordo ruido y se apagó al instante. Ahogando varias quejas de dolor, el muchacho se incorporó y se frotó la rodilla golpeada, de seguro le saldría un moretón por esto. Acto seguido comenzó a tantear el piso en busca de su celular, rogando que no estuviera roto. Por suerte lo encontró en seguida: no había caído muy lejos de él. Logró encenderlo y de inmediato alumbró a su alrededor para ver con qué se había tropezado. Lo que vio lo dejó totalmente horrorizado, a pocos centímetros de él había una persona, acostada de lado en el suelo, dándole la espalda.
-¡Oh, no! ¡No puede ser! -exclamó.
No era ningún objeto con lo que había tropezado, sino con Jongin. Estaba tirado sobre un costado al pie de las escaleras y no se movía. Asustado, Kyungsoo se acercó gateando rápidamente a él. ¿Qué le había pasado? ¿Cómo había terminado así?
-¡Jongin! ¡Kim Jongin! ¿Me oyes? ¡Contéstame! -llamó moviendo el hombro del chico de un lado a otro, pero no hubo reacción -¿Jongin? Por favor, me estás asustando, ¡levántate de una vez!
Tomó una de sus manos y tiró de ella en un intento de levantarlo, pero sólo logró que el moreno girara sobre sí mismo, como si fuera un muñeco de trapo, y terminara dándose vuelta quedando boca arriba. El mayor se asustó aún más.
-Jongin, por favor, despierta, por favor... ¡Kai! ¡Reacciona!
Sin saber qué hacer y al ver que no reaccionaba, Kyungsoo se alejó del menor y se hizo un ovillo a su lado; escondió la cara tras sus rodillas y sus ojos amenazaron con derramar lágrimas.
-¡Maldición! ¿Por qué me haces esto? Si es una broma, te juro que...-logró decir antes que se le cortara la voz por el llanto. Sabía que no era una broma, aunque su mente intentara convencerse de ello -Kai...por favor...Lo siento...
Sin poder contenerse más comenzó a llorar. Era su culpa...Si no se hubiera enojado sin sentido con él no se hubiera ido de la casa...no le habría pasado nada <<Es mi culpa...yo no quise...lo siento Kai...>>
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-¿Hyung?
El susurro fue débil y muy bajo pero fue suficiente para que Kyungsoo lo oyera. De inmediato levantó la cabeza y vio con asombro como el menor abría lentamente los ojos y dirigía su mirada hacia él. El más bajo no lograba salir de su asombro, se había quedado petrificado donde estaba, aún estaba asustado...pero aliviado al mismo tiempo.
-Hyung... ¿Qué haces aquí? ¡Ah! -se quejó Jongin frotándose la parte de atrás de su cabeza, mientras intentaba incorporarse -¡Me duele! ¿Qué pasó?
El mayor seguía mirando al moreno boquiabierto pero cuando reaccionó por fin, sintió como si una catarata de emociones explotara en su interior.
-¡¿Qué pasó?! -repitió Kyungsoo exasperado, haciendo que el otro diera un salto del susto -¡Pues tú explícame! ¿Por qué estabas tirado en el piso? Vinimos a buscarte con los chicos y Lay te llamó tres veces pero no contestaste. ¡¿Tienes idea de lo preocupados que estábamos?!
-Bueno...Lo siento...
-¡¿Lo siento?! ¡Pedazo de idiota! -explotó el mayor haciendo que Jongin se asustara de nuevo -¡¿En qué cabeza cabe que te des a la fuga bajo la lluvia a las diez de la noche sin explicarnos nada?! Suerte que Lay adivinó que estabas aquí porque no nos dijiste a dónde ibas, no contestaste las llamadas...
-¡Ya, Kyungsoo! No quiero pelear otra vez, además ¡estoy bien! -dijo mientras intentaba pararse, pero en cuanto lo logró no pudo evitar una leve mueca de dolor -¡Ah, mi tobillo!
Intentó no alarmar a Kyungsoo tratando de que no oyera su queja, pero éste se dio cuenta de su adolorida expresión.
-Oye ¿De verdad estás bien? -preguntó. Jongin no quiso explicarle, decidió que era mejor no hacerlo. Si el mayor se enteraba que se había lastimado, de seguro volvería a regañarlo y no estaba de ánimos para aguantar otra discusión.
-Si...no te preocupes -respondió al final.
-Bien...les avisaré a los demás en dónde estamos...-resolvió marcando el número de Luhan, era quien más cerca estaba de ellos.
Esperó unos segundos con el celular en la oreja pero la llamada se cortó, ¡culpa de la tormenta no había señal! Ni modo, tendría que ir a buscarlo...
-Ah, maldición...Escucha Luhan está en el cuarto piso, iré a buscarlo -le dijo.
-Voy contigo.
-¡No! Quédate aquí y no te muevas, ¿de acuerdo? -sospechaba que algo le pasaba a Jongin: se veía muy pálido...
-Bueno, está bien...-aceptó el menor poniendo los ojos en blanco. Apenas prestaba atención a lo que le decía Kyungsoo, no sabía por qué pero tenía un fuerte mareo, se le ocurrió que podía ser el golpe que se había dado pero sentía que estaba sudando demasiado... y no hacía calor.
-Quédate con mi teléfono por las dudas y llama a los demás si hay algún problema -dijo el mayor.
-De acuerdo pero, ¡hyung, no puedes bajar las escaleras a oscuras! -advirtió tomando repentinamente la mano del más bajo para detenerlo.
-Estaré bien, sólo son un par de tramos. Iré con cuidado.
El chico no volvió a discutir y lo soltó, acto seguido guardó el teléfono en el bolsillo de su campera. Tras echarle una última mirada al menor, Kyungsoo pegó media vuelta y bajó los escalones a toda prisa. Se sostenía de la baranda y las paredes ya que no veía nada, estuvo a punto de caerse varias veces pero no le importó, debía encontrar a Luhan lo antes posible, aunque sin su teléfono para iluminar por donde iba sería difícil. Por suerte, cuando llegó al cuarto piso volvió la luz. Comenzó a correr por el pasillo entrando en cada sala al tiempo que llamaba a gritos a Luhan pero no lo veía por ningún lado.
-¡Maldición! ¿En dónde estará? -tenía que encontrarlo rápido. Cuando estaba por llegar al final del pasillo lo vio justo saliendo de una de las salas de ensayo.
-¡Kyungsoo! ¿Lo encontraste? Aquí no está -dijo Luhan mientras se acercaba corriendo.
-¡Sí! Esta en el décimo piso en las escaleras...necesito tu ayuda, ven sígueme...-le dijo mientras lo tomaba del brazo y lo arrastraba con él.
-¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Está bien? -se preocupó Luhan.
-No estoy seguro pero creo que se lastimó el tobillo, llama al resto y diles que suban.
-¡Espera! -exclamó Luhan parándose en seco y soltándose bruscamente de Kyungsoo- ¿cómo que se lastimó el tobillo? ¿Por qué no nos llamaste tú así subíamos todos? ¡¿Cómo se te ocurre dejarlo solo?!
El menor estaba a punto de contestar pero en eso se abrieron las puertas de los dos ascensores, que estaban cerca de ellos. De uno salieron Kris, Tao y Lay; y del otro Suho y Sehun.
-¿Tuvieron suerte? -preguntó Suho -en los pisos de abajo no está.
-Tampoco en la cafetería ni en el patio -agregó Lay.
-Bueno al menos ya volvió la luz -suspiró Tao aliviado.
-Es cierto, nos será más fácil buscarlo -coincidió Sehun.
-¿Kyungsoo? ¿Qué haces aquí? -preguntó Kris al darse cuenta de su presencia- ¿No tenías que ir al sexto piso?
-Kyungsoo encontró a Kai en el décimo piso -dijo Luhan antes de que el más bajo abriera la boca -Dijo que se lastimó pero no entiendo, ¿a qué te refieres con eso? -preguntó volviéndose hacia él -¿cómo se lastimó?
Todos clavaron sus ojos en Kyungsoo. Lo miraban expectantes con una mezcla de confusión y preocupación en los ojos. El chico tomó aire y lo soltó en un largo suspiro antes de contestar.
-No lo sé. Iba subiendo las escaleras cuando tropecé con él. Estaba en el piso inconsciente...creo que se resbaló y cayó de las escaleras...-dijo al fin. Todos abrieron los ojos grandes como platos y pusieron una expresión de terror en el rostro.
-Kyungsoo... ¿qué...? -intentó articular Luhan.
-¡Pero me dijo que estaba bien! -intentó calmarlos.
-¡¿En dónde está?! -interrumpió Suho.
-Arriba, en el décimo piso...
No terminó de decir aquello que todos se precipitaron rápidamente hacia las escaleras a toda velocidad. Ninguno pareció percatarse de que podrían haber subido por los ascensores, estaban demasiado preocupados como para pensar en ello. Kyungsoo iba último, sentía los pies pesados y estaba exhausto. Se sentía muy mal, no hacía más que pensar que de no haber sido por su actitud nada de lo que estaba pasando hubiera sucedido. Kai se había lastimado, y era su culpa. Cuando llegaron al descanso de la escalera, para sorpresa de todos, el muchacho no se encontraba allí. Terminaron de subir el último tramo y lo vieron al final del pasillo: estaba parado con la espalda apoyada contra la pared al lado de la puerta de la sala de ensayo en la que solían practicar todos los días.
Luhan fue el primero que corrió hacia él en cuanto lo vio, seguido de los demás. Sin embargo, Kyungsoo sólo se acercó unos cuantos metros, no quería acercarse a él, es más ni se atrevía a mirarlo. Se mantuvo a distancia y se fue a una ventana que estaba justo en frente de donde estaban los demás en silencio. Apoyó la cabeza en el frío vidrio y contempló cómo caía la lluvia afuera. Su vista se tornó algo borrosa y sintió húmedos los ojos. Levantó el puño de su mano lastimada y lo estampó con fuerza contra la pared.
<<Es mi culpa...si no lo hubiera echado...>> se dijo a sí mismo mientras las lágrimas caían incontrolablemente por sus mejillas.
-¡Kai! ¡Dios! ¿Estás bien? -preguntó Luhan tomándolo de los hombros y escrutándolo con la mirada.
-Sí...estoy bien hyung, lamento haberlos preocupado -se disculpó con una media sonrisa.
Luhan suspiró un poco más tranquilo y lo soltó, aunque no le quitó los ojos de encima
-Qué bueno...
-¡Kai! ¡Estábamos tan preocupados! ¡No vuelvas a escaparte así! -exclamó Tao empujando a Luhan a un lado y abrazando al moreno con fuerza.
-¡Ah! ¡Tao! -rió el menor -Sí...lo siento. No volverá a suceder, lo prometo.
-¿De verdad estás bien? ¿En serio no tienes nada? -volvió a preguntar mirándolo a los ojos -Kyungsoo- hyung dijo que te caíste de las escaleras.
Jongin desvió la mirada hacia el chico solitario que estaba cerca de la ventana en frente de él. Éste le devolvió la mirada un momento pero la desvió hacia un costado de inmediato.
-Sí...Estoy bien...No te preocupes...
-¡Ah! ¡Qué alivio! -exclamó Tao volviendo a abrazarlo, provocando que el moreno se tambaleara un poco hacia atrás.
Nadie se dio cuenta, pero Kyungsoo advirtió que el menor arrugaba la nariz en señal de dolor. Extrañado lo observó con detenimiento, estaba parado de una forma extraña: no apoyaba el pie izquierdo. Cuando Tao lo soltó, se tambaleó levemente y se apoyó en la pared, pero nadie pareció notarlo. Kyungsoo lo escrutó con la mirada, algo no estaba bien...y efectivamente estaba en lo cierto, la frente de Jongin estaba poblada de gotas perladas de sudor, ¿pero por qué? ¡Si estaban en pleno invierno!...Sin mencionar que seguía pálido...
-Nos asustaste mucho, no podíamos localizarte ¿Por qué no contestabas mis llamadas? -le preguntó Lay.
-¿Qué te pasó? -inquirió Sehun.
-Bueno es que al principio quería estar solo un rato así que vine aquí a tratar de despejarme, cuando me di cuenta de la hora decidí regresar...los iba a llamar para avisarles que volvía pero pensé que estarían descansando así que no lo hice. Mientras esperaba el ascensor, se cortó la luz así que bajé por las escaleras, pero al tener el celular prendido todo el tiempo se le acabó la batería y como no veía nada me caí -explicó Kai, arrastrando las palabras.
¿Por qué le costaba tanto hablar? Estaba empezando a ver borroso y sentía que todo daba vueltas a su alrededor.
-Por eso no contestaste mi llamada...-concluyó Lay -Y la caída... ¿seguro que no te lastimaste?
-Estoy bien, sólo fue un golpe...nada serio -insistió ante las miradas de suspicacia de sus amigos- ¡En serio estoy bien! Volvamos a casa, los demás...deben estar... preocupad...-pero no logró terminar la frase que se desplomó sin previo aviso frente al horror de todos. Luhan y Tao se lanzaron hacia adelante y alcanzaron a sostenerlo antes que cayera al piso. Al darse cuenta, Kyungsoo corrió rápidamente a su lado y lo miró con desesperación: el chico tenía los ojos cerrados y la boca levemente abierta, su piel estaba pálida y empapada en sudor.
-¡Kai! ¿Qué sucede? ¡Está muy pálido! -se asustó Tao.
-¿Kai? ¡Hey, reacciona! -exclamó Luhan golpeándole un poco las mejillas, pero fue inútil, no se despertó. Puso una mano en su frente y notó el intenso calor en la piel -¡Está hirviendo!
-Seguro tiene fiebre, ¡llevémoslo a casa pronto! -apremió Suho.
-¿Pero cómo? Es muy pesado para que lo llevemos en brazos -advirtió Luhan.
-Yo lo llevo -se ofreció Kris -pónganlo en mi espalda.
Con un poco de dificultad lograron levantar a Kai y lo acomodaron en la espalda de Kris, Tao se quitó su campera y cubrió al moreno con ella, ya que tenían que volver a salir y todavía no había parado de llover.
Sin perder más tiempo bajaron las escaleras lo más rápido que pudieron, ya que no había tiempo de esperar por el ascensor. Cuando llegaron abajo se dirigieron a la puerta y salieron del edificio. Afuera el clima seguía fatal: aún llovía con fuerza y un viento gélido les azotaba en la cara helándoles el cuerpo. Durante cinco cuadras, los seis chicos corrieron al lado de Kris, que a pesar de llevar al menor en su espalda lograba mantener el equilibrio y corría bastante rápido. Luhan, quien era al que más fácil le resultaba seguir el paso de Kris, se mantenía a su lado y continuamente acomodaba la campera de Tao sobre el cuerpo del moreno, ya que con el movimiento y el viento se le resbalaba y lo dejaba al descubierto de la lluvia. Del otro lado del más alto iba Kyungsoo. De vez en cuando miraba al muchacho para ver si despertaba pero su rostro sólo mostraba una fuerte tensión contenida: fruncía el entrecejo y por momentos se quejaba. Aquello lo desesperaba aún más porque no sabía qué le pasaba o qué hacer para ayudarlo. Estiró su mano y con ella rozó la frente del menor: aún estaba muy caliente.
<<Kai... ¿qué te pasa? Abre los ojos...por favor...>> murmuró en su mente con un tono aprensivo.
Luego de quince minutos de correr, llegaron al edificio de departamentos y entraron a toda prisa al hall. Rápidamente se dirigieron a los ascensores, que por suerte ya estaban en planta baja. Luhan, Kyungsoo, Kris y Kai subieron en uno mientras que Lay, Suho, Sehun y Tao subieron en el otro. Kris depositó al moreno en el suelo con cuidado con ayuda de Luhan: ya que tenía los brazos y las piernas cansadas de llevarlo en su espalda. Kyungsoo, al entrar último marcó el botón número dieciséis del ascensor y las puertas de éste se cerraron.
Durante un momento nadie pudo evitar clavar las miradas en Jongin, ni siquiera Kyungsoo, que no le quitaba los ojos de encima. El chico permanecía completamente inmóvil aunque por momentos se quejaba. De pronto abrió un poco los ojos y miró directo a Kyungsoo, que estaba justo frente a él.
-Hyung...-lo llamó en un susurro, respiraba de una forma extraña y hacía muecas de dolor.
Kyungsoo no supo qué hacer, abrió la boca para decirle que todo estaría bien, que ya estaban en casa, que ya se pondría mejor, pero no logró emitir ningún sonido, así que sólo se limitó a mirarlo, sabía que la culpa de que estuviera en esas condiciones era de él, las lágrimas amenazaron con escapar de sus ojos de nuevo pero las reprimió.
Luhan se agachó al lado del moreno y le volvió a tocar la frente con una mano mientras con la otra se tocaba la propia, pero suspiró con desaprobación segundos después.
-Está más caliente que hace un rato -informó.
-L-lo siento...-articuló sin fuerzas.
-Tranquilo, ya llegamos, ya estarás bien -le aseguró Luhan. El menor asintió débilmente con la cabeza y volvió a cerrar los ojos.
El acostumbrado 'ding' del ascensor sonó como siempre informando que habían llegado al piso dieciséis. Cuando se abrieron las puertas Suho, Sehun, Lay y Tao salían del otro ascensor al mismo tiempo.
Kris y Luhan levantaron a Jongin pasando sus brazos por atrás de la nuca mientras Suho corrió a abrir la puerta, dejando pasar a todos; los últimos en entrar fueron Kris y Luhan con Jongin, y Kyungsoo que cerró la puerta tras él.
-¡Vaya! ¡Por fin llega...! ¿Qué diantres pasó? -exclamó Chanyeol alarmado al ver la escena. Baekhyun apareció tras él, mirando con sorpresa. Xiumin y Chen que estaban en el living mirando televisión se dieron vuelta al instante.
-¡Kai! ¿Qué le pasó? -preguntaron los dos al mismo tiempo.
-Tiene fiebre, creo que se pescó algo al mojarse con esta lluvia cuando se fue -le explicó Suho.
-Acuéstenlo en el sofá que yo buscaré agua fría, vayan a dormir que ya es tarde. Yo me encargo -ordenó Chen mientras iba a la cocina -¿Xiumin puedes traerme unas toallas del baño?
El mayor pegó media vuelta y fue a buscar lo que le habían pedido mientras Luhan y Kris acostaron al muchacho con cuidado en el sofá. Kyungsoo corrió a su lado y le quitó la campera de Tao junto con la otra que tenía debajo, que estaban hechas sopa por la lluvia y luego se sentó en el sillón de al lado. Sin tener más nada que hacer, todos fueron a sus habitaciones a dormir, todos excepto Kyungsoo. Xiumin le entregó las toallas a Chen y luego también se fue a la cama como los demás.
-Tú también ve a dormir -le dijo Chen al menor -mañana hay que levantarse temprano para practicar -pero Kyungsoo lo ignoró completamente, es más, pareció no escucharlo-¡Kyungsoo! ¿Me oyes?
-¿Eh? ¿Qué? No...prefiero quedarme un poco más...
<< ¡Un momento! ¿Por qué estaba reaccionando de esa manera? ¿Por qué le importaba tanto el tonto de Jongin si hace rato lo odiaba? ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso tenía sentimientos encontrados?>>
-Ah está bien, pero mañana no quiero escuchar quejas -suspiró Chen.
-Está bien...
...
Durante casi toda la noche Chen se ocupó de colocar las toallas húmedas sobre el cuerpo de Jongin para intentar bajar la fiebre, el menor se revolvió en el sofá y balbuceaba cosas sin sentido hasta que se quedó completamente dormido. La fiebre por fin había desaparecido y ya dormía tranquilo. Chen le puso una manta encima para que no pasara frío, ya que ahora que estaba dormido era preferible no moverlo. Cuando se levantó de al lado del moreno para irse a dormir descubrió que Kyungsoo también se había quedado dormido. Se rió para sus adentros al verlo: el chico se había acurrucado en el sillón y roncaba levemente. El mayor apagó las luces y luego se fue a su cama, aún riéndose.
...
<<Kyungsoo dormía plácidamente, totalmente tranquilo hasta que un grito lo sacó de sus dulces sueños: ¡Hyung! ¡Cuidado! ¡¡SAL DEL CAMINO!! -escuchó, seguido de un chirrido ensordecedor y una sensación horripilante de preocupación...>>
Se despertó sobresaltado y respirando aceleradamente...
-¿Qué fue eso? Una...¿pesadilla? -preguntó a la oscuridad asustado. Ese sueño había sido tan vívido...tan...real...
Miró hacia un costado y vio a Kai completamente dormido en el sofá. Estaba despatarrado boca arriba sobre los cojines y tenía abrazado un almohadón en su pecho, mientras que una pierna le colgaba en el piso. Kyungsoo se acercó y lo acomodó volviéndolo a tapar con la frazada, que se había caído al piso. Se quedó un momento observándolo: su pecho subía y bajaba al compás lento de su respiración, estiró una mano y le rozó la frente corriéndole de lugar algunos cabellos. Se alivió al ver que ya no tenía fiebre y volvió a su sillón al lado del sofá recostándose en él, al menos se quedaría al lado del menor sólo por esta noche por si acaso. Se acurrucó cómo pudo y cerró los ojos, pensando en qué había sido ese sueño extraño que había tenido, pero el cansancio invadió su mente llevándolo de nuevo a los brazos de Morfeo y se durmió de nuevo.