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Premonition (KaiSoo) por DebyMil

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Notas del capitulo:

¡Hola! lamento mucho la tardanza, no quería hacerles esperar tanto pero no pude evitarlo...en verdad lo siento...

No les explicaré mis excusas y dejaré que disfruten de su lectura.

 

Una vez que el sentido común volvió a su mente y logró calmar sus nervios, Kyungsoo salió de la pieza para seguir a Kai, pero cuando llegó al living se encontró con que sólo estaban ellos dos: el resto ya se había ido. Cuando el mayor le preguntó en dónde estaban los demás, Kai le dijo que no tenía idea. Rápido como un rayo, pasó por al lado del moreno y sacó su abrigo del perchero, y cuando se lo puso abrió la puerta instando al menor a que lo siguiera. Kai no reaccionó y se quedó mirándolo confundido -¿Por qué estaría tan apurado? –pero antes de poder pensar en otra cosa, Kyungsoo tomó su mano y lo arrastró afuera del departamento, por el pasillo hacia el ascensor. Mientras bajaban, el más bajo miraba con impaciencia los botones luminosos mientras se restregaba las manos constantemente; aquella situación le resultó rara al moreno pero al mismo tiempo divertida.

-Espero que estén abajo –murmuró Kyungsoo para sí.

Pero cuando llegaron a la planta baja del edificio y las puertas del ascensor se abrieron, el grupo tampoco estaba allí esperándolos, eso significaba que ya debían de estar en la compañía, o al menos cerca de ella. El mayor bufó molesto, de no haber sido por los jueguitos de Kai habrían podido salir junto con el resto, ahora ya era demasiado tarde, estaban retrasados, y eso no era nada bueno. Sin decir ni media palabra volvió a tomar al menor de la mano y salieron casi corriendo del edificio, esquivando a toda persona que pasara caminando por al lado de ellos.

A pesar de que Kai era más alto que Kyungsoo y podía dar pasos más largos que él, le costaba seguirle el ritmo, es que el chico caminaba muy rápido y ni siquiera lo miraba, el moreno no entendía cuál era el apuro, si aún era temprano.

-¡Hyung! ¿No puedes ir un poco más despacio? Es temprano todavía –se quejó el menor.

-¡Claro que no! Suho detesta que lleguemos tarde a los ensayos, y ya estamos retrasados –contestó por sobre su hombro.

-Pero si sólo nos demoramos unos minutos. No creo que se moleste, por favor espera.

Kyungsoo aminoró un poco la marcha para dejar que el otro lo alcanzara, que ya estaba respirando agitadamente.

-Tal vez no lo sepas aún pero Suho en serio odia que lleguemos tarde o nos desaparezcamos en medio de los ensayos, se enoja mucho si lo hacemos, por eso no podemos… ¡demonios! Mira la hora, ¡date prisa! –exclamó al ver el reloj de su celular volviendo a apresurar el paso.

-¡Ah, Kyungsoo! –bramó Kai –en serio no puedo correr, ¡espera!

-Pues entonces camina más rápido –rio el mayor dándose vuelta caminando de espaldas.

-Si fueras un poco más lento lo haría…y deja de caminar de espaldas o te caerás –advirtió Kai.

-No te preocupes, nunca me ha pasado nada. Apúrate –cuando el más bajo dijo eso ya casi estaba en la esquina, a unos cuantos metros de Kai.

-Sí, está bien –refunfuñó el moreno.

Kyungsoo aún reía al ver el tierno mohín que el menor se empeñaba en mantener al tratar de seguirle el paso, cuando se dio la vuelta para cruzar la calle. Todo pasó demasiado rápido, o muy lento, la verdad nunca lo supo. Pero en cuanto puso un pie en la calle vio como un auto venía justo en dirección a él, Kyungsoo no tenía tiempo de esquivarlo, abrió los ojos y la boca grandes por el miedo y luego los cerró cuando sintió un golpe que lo dejó jadeando de dolor. Su cabeza empezó a latirle como si tuviera puntadas y escuchaba gritos pero no distinguía de dónde provenían, sonaban como apagados.

De repente sintió que una mano golpeaba en su mejilla repetidas veces y abrió los ojos, todo era demasiado brillante y había demasiado ruido, eso hacía que le doliera aún más la cabeza. Para colmo había alguien que no paraba de gritar su nombre, Kyungsoo no tenía idea de quién era pero quería que se callara. Cuando por fin pudo enfocar su vista y la fijó hacia arriba, se encontró con el rostro de Kai, que estaba desencajado por el terror.

-¡¿Kyungsoo?! ¡Kyungsoo! Demonios, ¡responde! –lo llamaba una y otra vez.

Cuando el mayor miró alrededor, se dio cuenta que estaba en la vereda y Kai estaba parado frente a él zamarreándolo tratando de despertarlo del trance en el que parecía estar mientras seguía gritando –bien, de acuerdo…tal vez Kai estaba tan asustado como Kyungsoo, ¿pero no podía callarse de una vez?

–Maldita sea, ¡di algo! –insistió el moreno.

-Ya para de gritar…-gruñó Kyungsoo. La cabeza le seguía latiendo dolorosamente y estaba empezando a sentir náuseas. Pero no lo entendía, ¿Cómo había terminado en la vereda si el auto que casi lo…?

-¡¿A qué demonios estabas jugando?! –gritó Kai sacando al mayor de sus pensamientos -¡¿Cómo se te ocurre cruzar la calle sin mirar?! ¡¿Acaso estás loco, quieres matarte?!

Kyungsoo no entendía por qué pero empezó a temblar asustado. Kai daba miedo estando enojado, estaba completamente desquiciado, él también temblaba sin control.

-¡Respóndeme de una vez! –ordenó haciendo que el más bajo diera un salto del susto –Llegar tarde a una práctica no es excusa para que te lances a la calle y casi te choque un auto. Menos mal que pude alcanzarte y sacarte del camino o sino…

-¿Tú…tú me…salvaste? –inquirió Kyungsoo, sintiendo de nuevo el dolor del golpe que acababa de darse. Entonces lo que lo había golpeado no había sido el auto, sino Kai cuando lo apartó del camino.

-¡¿Pues quién creías?! ¡Casi me matas del susto! ¡No vuelvas a hacer esto nunca más! No me importa qué tanto se enoje Suho porque lleguemos tarde, de ahora en más no te separaras más de mí, ¿entendiste? –pero Kyungsoo no contestó, seguía mirando al más alto con una expresión totalmente en blanco -¿Me estás escuchando? ¡Kyungsoo!

Cuando escuchó su nombre, el más bajo volvió a reaccionar y, al notar que toda la gente de alrededor estaban observando la escena con interés, se puso rojo como un tomate de vergüenza. ¡Habían visto todo! Pero Kai aún no parecía darse cuenta de aquello.

-Si…ya te escuché… ¿podemos…irnos? Por favor –suplicó. En eso, el menor pareció darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor al mirar por el rabillo del ojo y se tranquilizó. Tomó la muñeca de Kyungsoo y se lo llevó caminando rápido, sacando a ambos de la curiosa multitud que se había reunido a ver el episodio. El más bajo sólo se dejó llevar, quería salir de allí lo más rápido posible pero sus piernas no respondían como para poder hacerlo solo.

Durante todo el trayecto que quedaba hacia la compañía, ninguno de los dos se dirigió la palabra o siquiera se miraron, pero el mayor podía sentir que Kai apretaba su mano con demasiada fuerza, casi posesivamente. Ni siquiera lo soltó cuando llegaron a la puerta de la compañía, y como a Kyungsoo ya empezaba a dolerle la mano, intentó zafarse de él, pero sólo logró que lo tomara con más fuerza.

-Kai, ¡Kai, suéltame! Me estás lastimando –se quejó, frenándose en seco. El moreno no reaccionó a las súplicas del otro hasta que sintió una cálida mano contra la suya. Volteó a ver al dueño de esa mano y pudo ver un par de ojos enormes mirándolo asustado, observó esos círculos brillantes color café y la mano enrojecida atrapada entre la suya simultáneamente y luego, sin pensarlo dos veces y sin previo aviso, se abalanzó sobre Kyungsoo y lo estrechó contra su pecho.

-Perdóname…no quise…no quería lastimarte.

El mayor podía sentir el pulso y la respiración acelerada del menor, sin duda estaba tan asustado como él.

-Dime que estás bien, por favor dime que no estás lastimado…-el más bajo estaba a punto de contestar cuando sintió que el cuerpo del otro se estremeció ligeramente.

-Kai… ¿estás…?

-¡Por favor dime que no te pasó nada! –repitió apartándose un poco para mirar al más bajo con los ojos llenos de lágrimas.

Kyungsoo se sorprendió de la reacción de Kai: primero se enojaba y lo había mirado con esos ojos que destilaban furia mientras le gritaba delante de todo el mundo y ahora estaba llorando viéndose tan vulnerable. La mirada del moreno ahora estaba cargada de preocupación y lo miraba fijo.

-Estoy bien –sonrió Kyungsoo –fue mi culpa, no me fijé por dónde iba. Tranquilo.

El chico volvió a abrazarlo con fuerza sin dejar de llorar.

-Por favor, no vuelvas a hacerme esto…

-No lo haré, te lo prometo. Sólo fue un mal momento por ser tan estúpido, no volverá a suceder –el menor asintió en silencio. Kyungsoo llevó sus manos a la espalda del más alto abrazándolo en un intento de calmarlo, esperó unos momentos hasta que el chico se tranquilizara y luego entraron al edificio. Por suerte como era temprano, no se cruzaron con nadie en los pasillos, así que tomaron el ascensor para subir al décimo piso como siempre para ir a la sala de ensayo.

El mayor presionó el botón del piso correspondiente y las puertas se cerraron mientras el ascensor subía. Tan sólo pasaron unos segundos en silencio cuando Kyungsoo sintió que Kai se pegó a él abrazándolo por detrás mientras escondía su rostro en el cuello del más bajo. Al principio intentó zafarse de él pensando que estaba haciéndole otra vez una broma, pero el chico lo apretó aún más fuerte contra su cuerpo no queriendo soltarlo, por lo que el otro terminó por rendirse exhalando un largo suspiro.

De repente siseó al sentir otra vez ese dolor de cabeza y se llevó una mano a la frente doblando su cuerpo hacia delante. Kai lo notó al instante y lo soltó para ponerse frente a él, tomándolo de los hombros.

-Kyungsoo ¿qué pasa? ¿Te sientes bien?

-Sí, es sólo que me duele la cabeza…no te preocupes no pasa nada –añadió viendo la preocupada mirada del otro.

-¿Seguro?

-Sí, bueno menudo golpe me diste al sacarme del camino, es lógico que me duela la cabeza. Tienes los huesos bastante duros –bromeó Kyungsoo riendo.

Kai ladeó la cabeza hacia un costado entrecerrando un poco los ojos mientras se reía también.

-¿Mis huesos? Vaya de verdad te golpeaste duro, querrás decir mis músculos Kyungsoo, no soy tan delgado. Golpeaste tu cara de lleno contra mi pecho, aunque admito que hubiera sido más divertido que lo hicieras contra mi rostro –comentó sonriendo de lado, el mayor al principio no entendió pero al ver esa expresión de nuevo, cayó en la cuenta.

-No empieces…-le advirtió.

-Lo siento pero no es mi culpa que el haber estado tan cerca de mí te haya dejado confundido –se burló el menor.

-¿Qué yo qué? ¿De qué hablas? No estoy confundido.

-No, sólo estas rojo como un tomate –comentó Kai tratando de contener la carcajada –Me pregunto por qué será…

-¡Porque me sacas de quicio! Ya para de comportarte así –exclamó el más bajo.

-Perdón, es que te ves muy tierno cuando te avergüenzas –rio el moreno.

-¡Yo no me avergüenzo!

-Claro que sí –dijo el bailarín posicionado su rostro a la misma altura del otro para verlo directo a los ojos mientras sonreía de lado. Sus ojos tenían un extraño brillo de repente –Justo ahora me lo estás demostrando.

-¡Basta! ¿Crees que es divertido? ¡Ya deja de mirarme así! ¿Haces esto para molestarme?

-Tal vez sí…-respondió Kai pensativo –o tal vez no…tal vez es por otra razón…

Aquella última frase sólo fue un susurro cerca del oído de Kyungsoo, quien tragó duro al sentir como la piel se le erizaba de repente. Cuando el moreno se alejó, pudo ver que éste aún mantenía esa maldita sonrisa en su rostro para luego volver a reírse mientras se mordía el labio inferior. Aquello ya estaba volviendo loco al más bajo y no veía las horas de que el ascensor llegara a destino de una vez, ¿desde cuándo era tan lento?

Después de horas adentro de esa caja metálica –de acuerdo, fueron tan sólo unos segundos pero Kyungsoo los sintió como si fueran horas –las puertas del ascensor se abrieron y el mayor salió como una tromba al pasillo dirigiéndose hacia la sala de ensayo, con Kai pisándole los talones. Cuando entraron, los demás se giraron a ver a los recién llegados.

-Bueno ahora que ya están aquí podremos comenzar con la práctica como corresponde –acotó Suho con un suspiro desviando la mirada hacia Lay quien fue derecho a poner la música para empezar. Los dos que habían llegado tarde se quedaron parados en sus lugares perplejos, no esperaban que el líder nos los regañara. En eso Baekhyun se acercó a Kyungsoo y le palmeó el hombro sacándolo de su asombro.

-¿Qué pasó esta vez que se demoraron? Los esperamos en el living pero como no venían terminamos por irnos. ¿Qué clase de jueguitos estuvieron haciendo esta vez? –preguntó riéndose. El más bajo pudo oír la risita de Kai a sus espaldas y aquello lo enfureció, ¡le estaba siguiendo el juego a Baekhyun! No iba a permitir que se burlaran de él de esa manera.

-Oye, Baek, ¿qué te parece si practicamos juntos por ahora? –preguntó el más bajo tomando la mano que el mayor había apoyado en su hombro apretándola con fuerza mientras le sonreía con aparente inocencia -¿Qué opinas? ¿No quieres practicar a solas conmigo?

-¡Ah! Kyungsoo… ¡Duele! –se quejó el otro tratando de zafarse del agarre del menor, pero éste tenía más fuerza –Por favor, ya entendí. No volveré a molestarte ¡Ya suéltame!

-¿Molestarme? Para nada, sólo quiero que practiquemos juntos –repitió Kyungsoo con sarcasmo manteniendo esa sonrisa y mirada inocente, asustando cada vez más a Baekhyun.

-¡Ay! Lo siento, ya Kyungsoo, necesito el brazo ¡suéltame! –suplicó; en seguida el más bajo lo dejó ir riendo mientras Baekhyun se masajeaba la zona afectada –Odio cuando haces eso, si mañana no puedo usar mi brazo será culpa tuya –acusó.

-Tú te la buscaste –replicó el menor encogiéndose de hombros. Suho llamó a todos para comenzar la práctica y los tres chicos se acercaron al resto del grupo para comenzar.

-No pensé que tuvieras tanta fuerza, tendré que cuidarme la próxima vez que vea que pones esa mirada ‘inocente’ en tu rostro –susurró Kai al pasar por al lado del más bajo; Kyungsoo se paró en seco y observó al bailarín que se daba vuelta y lo miraba pícaramente provocando que él mismo enrojeciera otra vez.

-Ya cállate –masculló tratando de controlarse, desviando la mirada. El moreno sólo rió al ver su reacción y fue a su lugar para comenzar la práctica.

La tarde transcurrió sin problemas para el grupo que bailó durante horas sin parar. De vez en cuando Kyungsoo miraba a Kai de reojo y se daba cuenta que el chico tenía su mirada clavada en él todo el tiempo, con cada movimiento que hacía le mostraba una expresión distinta, a veces cambiaba de una simple sonrisa acompañada de una mirada tierna a una totalmente provocativa; y era en esos momentos en los que el mayor perdía la concentración y trataba de mantener la compostura, provocando que el moreno apenas pudiera aguantar la risa. Sabía que de nuevo estaba jugando tratando de provocarlo y estaba logrando ponerlo nervioso de nuevo, pero sin embargo había algo más: a Kyungsoo estaba empezando a gustarle esa actitud provocadora de Kai.

Para cuando estaba atardeciendo, el más bajo ya tenía los músculos un tanto agarrotados y comenzaba a dolerle la cabeza otra vez, primero había empezado como un dolor suave hasta convertirse en lo único en lo que podía sentir o pensar. Ya ni siquiera prestaba atención a las miradas juguetonas de Kai o a la coreografía siquiera, pero no tuvo que sufrir por mucho ya que por suerte Lay decidió que tomaran un descanso. Jadeando, Kyungsoo giró sobre sus talones para ir a sentarse al sofá, el dolor de cabeza lo estaba matando; pero no terminó de darse vuelta que se chocó contra Kai.

-Parece que no puedes estar separado de mí –comentó el más alto riendo –es la segunda vez en el día que te chocas conmigo.

El mayor levantó la mirada para mirarlo cuando descubrió que su vista estaba turbia.

-Kai, por favor…no estoy de humor…

-Oh, vamos hyung, admite que esta vez no fue un accidente.

El muchacho seguía provocando a Kyungsoo quien sentía que su cabeza se partiría en dos del dolor, de verdad no estaba de humor. Intentó rodearlo para ir a sentarse al sofá pero se tambaleó chocando contra el bailarín de nuevo, que volvió a reír frente a la torpeza del más bajo.

-¿Podrías hacerte a un lado? –preguntó el mayor fastidiado.

-¿Por qué? ¿No prefieres que te lleve en brazos hasta el sofá? –susurró el moreno en el oído de Kyungsoo, sólo que esta vez la reacción del más bajo fue encogerse y sisear de dolor. <<Ay…no…>> Sabía lo que esto significaba, sabía lo que estaba por suceder, ya le había pasado. Asustado, pegó media vuelta para salir de la sala de ensayo pero Kai lo tomó de la mano frenándolo -¿A dónde vas? Está bien, no te enfades sólo estaba jugando.

Kyungsoo parpadeó una vez –una carretera mojada, llovía –una puntada de dolor en la cabeza hizo que cerrara sus ojos por unos segundos más –alguien gritaba su nombre, primero se escuchaba a lo lejos pero luego se oyó más claro –jadeando se soltó con brusquedad del agarre de Kai y comenzó a correr hasta la puerta de salida.

-Kyungsoo ¿a dónde vas? –inquirió Suho.

-Al baño –contestó entre dientes antes de salir por la puerta.

Corrió por los pasillos y bajó las escaleras hasta llegar a uno de los baños y entró en él, abrió la canilla del lavabo y se refrescó la cara, pero eso no ayudó, sentía que su frente latía y lo estaba mareando, en eso por el rabillo del ojo ve que Kai entra al baño.

<<Demonios, ¡sal de aquí!>> pensó preocupado.

-Kyungsoo…yo…sólo estaba jugando, si te enojaste lo sien-

-¡Largo! –atajó.

Kai se quedó en blanco. ¿Por qué Kyungsoo reaccionaba así de repente?

-Escucha, por favor, sólo estaba bromeando…

-¡Te dije que te fueras! ¡Déjame solo! –jadeó el mayor sin aire, clavando la mirada en el piso, bueno al menos creía que era el piso porque ya no podía ver nada.

-¡Kyungsoo, cálmate! ¡No es para tanto! –se ofendió el moreno. El más bajo levantó su mirada tratando de enfocar la vista, Kai tenía una expresión claramente confundida y ofendida, pero tenía que sacarlo de ahí, ya no aguantaba.

-¡Vete de aquí! ¡Ahora! –gritó mirándolo fijo.

Alguien estaba parado al otro lado de la carretera, gritando su nombre.

-Kyungsoo, ¿qué demonios te ocurre?

Giró su cabeza y vio esa masa negra acercándose a él, se acercaba muy rápido, casi estaba encima de él, pero él está a salvo…él no es quien corre peligro.

El mayor se llevó ambas manos a la cabeza mientras cerraba los ojos.

-Oye ¿qué te pasa? ¿Estás bien? –preguntó el moreno acercándose a él.

-¡Kyungsoo! ¡Cuidado! ¡¡SAL DEL CAMINO!! –gritó la persona de repente.

-No…otra vez no…-murmuró el más bajo para sí, jadeando. Siente que la cabeza le va explotar.

-Kyungsoo ¡¿qué te sucede?! ¡Estás sangrando! –oye decir a Kai. Instintivamente se lleva una mano a su cara cerca de su nariz y cuando vuelve a mirarla se da cuenta de que la piel está teñida de rojo.

Vuelve a girar la cabeza hacia aquella masa negra y alta que corría toda velocidad por la carretera, está muy cerca de ellos, grita con todas sus fuerzas por última vez a la persona que se aleje y se ponga a salvo, pero esa persona parece no escucharlo, y luego ese chirrido ensordecedor seguido de la oscuridad.

Cuando Kyungsoo levanta la cabeza puede ver cómo la borrosa figura de Kai se abalanza sobre él con los brazos abiertos y su pecho choca contra ellos, eso es lo último que siente.

 

 

Los sentidos vuelven lentamente a la normalidad y abre un poco los ojos pero su vista aún sigue un poco borrosa y puede sentir aún el dolor de cabeza que pincha como miles de agujas clavándose en su piel constantemente. Kyungsoo gruñe frente a aquella molestia. De repente un rostro entra en su campo de visión y puede sentir una cálida mano apretando su mejilla.

-¡Kyungsoo! ¿Estás bien? –cuando el mayor logra enfocar su vista se da cuenta de que es Kai quien está encima de él. Sus ojos están demasiado abiertos por la preocupación –Por favor, responde ¡di algo! –ordena moviendo los hombros del otro frenéticamente.

Kyungsoo no recuerda qué pasó, sólo recuerda esas aterradoras imágenes que hacen que se asuste y sus ojos se llenen de lágrimas. Sin decir nada, levanta una mano y toma el brazo del bailarín apretándolo con fuerza.

-Kai…-llama en un susurro, tirando de su manga en un agarre desesperado. No sabe por qué pero está asustado. Las luces del baño están muy brillantes y el contorno de la figura del moreno está algo borrosa y Kyungsoo teme que aún esté soñando –Kai ¡ayúdame!

El menor no entiende nada pero toma la mano del más bajo en cuanto ve que comienza a llorar.

-Tranquilo, no pasa nada. Ya estás bien, sólo fue el golpe –intenta calmarlo –Quédate aquí, iré a buscar a alguno de los chicos y…

-¡No! ¡No te vayas! –suplica Kyungsoo incorporándose de repente y pegándose al otro, abrazándolo con desesperación para frenarlo –Por favor, no, no me dejes solo. No te vayas…

Kai está completamente congelado, no entiende qué es lo que le pasa a Kyungsoo y le resulta extraña la forma en la que se está comportando. Intenta zafarse de su agarre pero el chico se pega aún más a él. Rindiéndose, una de sus manos va a parar a la espalda del más bajo mientras que la otra se posa en un lado de su rostro.

-Kyungsoo…

-Por favor, no me dejes solo, por favor…-jadeó entrecortadamente sin dejar de llorar.

-No iré a ningún lado, tranquilo. Estoy aquí, Soo, respira ¿sí? Todo está bien, no te dejaré, lo prometo –dijo apretándolo contra su pecho.

Luego de un rato en el que Kyungsoo logró calmarse y dejar de llorar, Kai se separó lentamente de él para mirarlo a la cara. Su rostro estaba bañado en lágrimas y debajo de su nariz había un hilillo de sangre que se perdía en el labio superior. Sin decir nada, se levantó y mojó con agua un pañuelo que tenía en el bolsillo para luego tratar de limpiar aquel rastro de sangre. Mientras lo hacía, su dedo índice rozó con delicadeza el contorno de aquellos labios y sus ojos se posaron en ellos sin remedio, mirándolos fijamente. Kai nunca lo había notado pero la forma de aquellos labios le recordaban a un corazón. No supo cuánto tiempo se perdió en ellos mirándolos hasta que la voz de su dueño lo sacó de su ensimismamiento.

-Lo siento…-dijo Kyungsoo.

-¿Por qué?

-Te he arruinado tu chaqueta…

Sin entender, Kai bajó la mirada y vio que tenía una pequeña mancha roja junto a algunas oscuras debido al llanto del mayor en su ropa.

-No te preocupes por eso, no importa. ¿Ya te sientes mejor? –el chico asintió en silencio pero sin mirarlo –Bueno, entonces vamos con los demás; ya deben estar por irse.    

Kyungsoo asintió en silencio y tomó la mano que Kai le ofreció para ayudarlo a levantarse. El menor creyó que el más bajo caminaría por sí solo pero se sorprendió al ver que éste se abrazó a él de nuevo y no lo soltó en ningún momento mientras caminaban. Sin más remedio, el moreno pasó su brazo por la espalda del otro para atraerlo más a su cuerpo y ayudarlo a caminar. Pero la realidad era que Kyungsoo no lo estaba abrazando porque temía perder el equilibrio, su cuerpo estaba bien, era su mente la que amenazaba con jugarle una mala pasada. Estaba pegado a Kai porque quería asegurarse de que el chico en verdad estaba ahí, que era real, que no era otro mal sueño, que estaba despierto. Llegaron hasta el ascensor y esperaron a que llegara para subir a la sala de ensayo cuando justo se abrieron las puertas del mismo y entraron. Una vez que Kai presionó el botón del piso de arriba Kyungsoo se separó de él sin previo aviso, el menor no dijo nada pero se le quedó viendo preocupado. Una vez que llegaron al piso de arriba y las puertas se abrieron de nuevo se encontraron con Chanyeol y Baekhyun que los estaban esperando.

-¡Por fin! ¿En dónde se habían metido ustedes dos? –preguntó el más bajo de los dos entrando al ascensor con ellos seguido de Chanyeol –Ya empezábamos a preguntarnos qué estaban haciendo que se demoraban tanto.

-Tal vez estaban haciendo travesuras por ahí –aventuró el más alto codeando a Kyungsoo, pero su broma se esfumó en cuanto vio la mirada asesina que le dirigió el menor, acabando por completo con la conversación. Nadie dijo una sola palabra mientras bajaban hasta que llegaron al hall donde ya estaban los demás esperando. Juntos salieron del edificio y volvieron a casa. Durante el camino Kai se mantuvo al lado de Kyungsoo mirándolo de reojo pero el mayor estaba metido en su propio mundo otra vez y no le prestaba atención, el más alto suspiró aliviado: eso significaba que ya estaba bien.

Cuando llegaron a casa, como siempre mientras algunos miraban televisión o estaban en sus dormitorios, Kyungsoo se dispuso a preparar la cena. Mientras cortaba algunas cebollas para preparar una pizza ya que habían llegado más temprano, no dejaba de pensar en lo sucedido en el baño. Esta vez, aquellas imágenes no las había visto mientras dormía, es decir no las había soñado, las había visto, como si fueran reales, como si hubiera visto una película frente a sus ojos.

<<Fue ese dolor de cabeza>> se dijo a sí mismo <<Eso lo provocó>>

Cortó un pedazo de cebolla con demasiada fuerza clavando el cuchillo en la tabla de madera, estaba enojado, apenas había podido controlarse frente a los demás. ¿Qué pasaría si le volvía a suceder lo mismo y no podía controlarse? No quería que se enteraran de lo que estaba pasándole, no quería preocuparlos. Era un problema con el que lidiaría solo, pero admitía que aquellos episodios lo asustaban, además de que de nuevo había sufrido uno delante de Kai y estaba completamente consciente de que desde que salieron de la compañía el chico no le había quitado la vista de encima. Si no lograba eliminar o controlar esos episodios extraños, se metería en problemas y Kai no lo dejaría en paz.

-¿Necesitas ayuda? –preguntó una voz a su espalda. Kyungsoo se dio vuelta para encontrarse con la brillante sonrisa del moreno que, además de sacarlo de sus pensamientos, lo dejó completamente congelado.

-¿Con…qué? –logró decir luego de unos segundos.

-Con lo que sea que estés cocinando. Prometí ayudarte ¿recuerdas? –contestó el más alto sin borrar aquella pícara sonrisa.

-Ah…cierto…Bueno, termina de picar las cebollas mientras preparo la salsa –indicó Kyungsoo.

El chico no dijo más nada y se puso manos a la obra tal como el mayor le había dicho. Mientras él estaba en la mesa, Kyungsoo estaba en la mesada ocupado con algunos tomates. Kai estaba demasiado distraído mirándolo como para ocuparse de las cebollas. Quería hablar con él pero no se animaba, quería preguntarle qué le había pasado hoy y si estaba bien, ya que el chico parecía cortar los tomates con desgano, apenas prestando atención a lo que hacía. Cuando éste se acercó a su lado para tomar las cebollas, el menor aprovechó.

-Kyungsoo –llamó, pero el otro no pareció percatarse así que lo tomó de la mano para frenarlo –¿Podrías prestarme atención? Quiero hablar contigo.

-¿Sobre qué? –preguntó el mayor confundido.

-Quiero saber si estás bien.

-Estoy bien –respondió encogiéndose de hombros, luego de unos segundos en silencio, en los que pareció pensarlo.

-¿Y lo que pasó hoy?

Kyungsoo comprendió hacia dónde estaba yendo la conversación y no la seguiría.

-No quiero hablar sobre eso –atajó –Sólo fue un dolor de cabeza y me mareé, eso es todo.

-Pero…

-Por favor, Kai…Luego ¿sí? Hay que terminar de hacer la cena.

-Está bien –se rindió.

 

 

Más tarde en el dormitorio, mientras Suho ya dormía, Kai miraba con recelo a Kyungsoo quien estaba cambiándose de ropa para dormir. No se habían dirigido la palabra durante toda la cena y el mayor seguía evitándolo. Esto ya estaba llegando demasiado lejos y quería explicaciones.

-¿Kyungsoo?

-¿Qué? –suspiró.

-¿Vas a decirme?

-No.

-Pero dijiste que luego de la cena…-empezó Kai.

-En ningún momento dije que continuaríamos el tema. Ya te dije que no pasó nada y estoy bien. Es sólo que…es la primera vez que tengo un dolor de cabeza tan fuerte y me asusté.

-Pero…

-Estoy cansado ¿sí? Buenas noches –dijo acomodándose en su cama. Suspirando, Kai fue hasta la puerta para apagar la luz y luego volvió a su cama. Tras murmurar un corto ‘Buenas noches’ –del que no recibió respuesta –también se acurrucó bajo las mantas y se durmió.

 

Unos gemidos y quejidos acompañados de temblores en la cama despertaron a Kai en mitad de la noche. La cama crujía y temblaba sin parar y el chico se agarró a los bordes del colchón por miedo a caerse.

-¿Qué demonios? –se preguntó. ¿Qué estaba pasando?

-No…por favor…

Esa voz… ¡Kyungsoo!

De un salto bajó de la cama y se dio cuenta de que quien se quejaba y movía la cama de esa manera era Kyungsoo. Estaba completamente destapado, probablemente porque había pateado las mantas al suelo, pero sus ropas y piel estaban empapadas en sudor. Se revolvía en la cama sin parar y murmuraba cosas ¿estaría teniendo una pesadilla? Kai se acercó a él tocando sus hombros pero no logró despertarlo, pensó en decirle a Suho que lo ayudara ya que Kyungsoo empezó a temblar cada vez más, pero luego recordó que el líder se ponía de muy mal humor cuando no lo dejaban dormir así que se las apañó solo.

-¿Kyungsoo? Hey, despierta –ordenó moviéndolo un poco, pero lo único que recibió como respuesta fueron más súplicas y murmullos extraños mientras el pequeño cuerpo no paraba de convulsionarse en sueños golpeando con un brazo la pared que estaba contra la cama, si seguía así se lastimaría -¡Kyungsoo! Vamos, despierta, ¿me oyes? ¡Despierta ya!

Al instante el chico abrió los ojos y se incorporó rápidamente en la cama jadeando, Kai creyó que lo peor ya había pasado pero en cuanto el mayor giró su cabeza a un lado y las miradas de ambos se cruzaron, éste se alejó rápidamente del moreno al otro extremo de la cama. El menor no comprendía, intentó sentarse a su lado pero se vio empujado de repente.

-Kyungsoo ¿qué haces?

-Aléjate de mi…-jadeó.

-¿Qué?

-Aléjate. No te acerques…no…por favor…

<<¿Acaso seguía dormido? ¿Por qué actuaba de esa manera?>>

-Kyungsoo…fue un mal sueño, todo está bien…-intentó calmarlo sentándose junto a él.

-¡No! No está bien…nada está bien –discrepó el mayor con los ojos llorosos.

-Claro que sí, ya cálmate…-dijo Kai tomándolo de los hombros pero el más bajo volvió a empujarlo esta vez con más fuerza.

-¡Te dije que te alejes de mí! –replicó llorando, pero el moreno hizo caso omiso de sus palabras y lo apresó entre sus brazos –No, suéltame, ¡déjame!

El muchacho se revolvía sin parar tratando de soltarse de aquellos fuertes brazos pero era inútil, Kai no lo soltaba.

-Kyungsoo, ya para…-ordenó –Todo está bien, estoy aquí, tranquilo. Sólo fue un mal sueño, una pesadilla.

-¡No es cierto! Era real…-musitó el más bajo llorando –tengo miedo, era tan real…

-Cálmate, ya pasó…-replicó el más alto con calma abrazando al pequeño con fuerza –Todo está bien, respira Soo, tranquilízate.

Kyungsoo sintió que Kai lo mecía lentamente mientras acariciaba una de sus mejillas y eso logró calmarlo un poco. Aún llorando llevó sus brazos a la espalda del moreno y le devolvió el abrazo con fuerza. Sentía que desaparecería si no se aferraba a algo, o alguien, tenía miedo…En cuanto su cuerpo dejó de estremecerse un poco, el menor lo soltó, pero el más bajo se aferró a él con más fuerza.

-No…quédate conmigo, por favor…-suplicó.

Kai estaba completamente anonadado, primero Kyungsoo lo apartaba y ahora no se separaba de él, temblaba ligeramente y gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas. De seguro había sido una pesadilla aterradora para que reaccionara de esa forma. El más alto suspiró abrazándolo de nuevo.

-No me iré, me quedaré aquí hasta que te duermas ¿está bien? –el mayor asintió lentamente en silencio. Kai logró que se acostara de nuevo en su cama y volvió a taparlo pero no tuvo más remedio que acostarse a su lado ya que el chico se negaba a soltarlo, así que se quedó con él por un buen rato pasando su dedo pulgar por la mejilla del más bajo hasta que su respiración se normalizó.

-Gracias…-dijo Kyungsoo luego de un largo rato en silencio.

-¿Ya estás mejor?

-Sí…lamento haberte cortado el sueño…

-No importa. Supongo que no vas a decirme qué soñaste ¿no? –Kyungsoo se quedó en silencio. ¿Debería decirle?

-No lo recuerdo –mintió.

-¿Y sobre lo de hoy? ¿Aún no quieres decirme?

-Ya te expliqué que…

-Sí, ya se…Que fue un dolor de cabeza y nada más –suspiró Kai tratando de imitar la voz de Kyungsoo, provocando que el chico de repente se riera y que luego él mismo le siguiera.

-¿Puedo preguntarte algo? –aventuró Kyungsoo, luego de unos minutos más en silencio.

-Dime.

-¿Cómo me llamaste hace un rato?

-¿A qué te refieres? –preguntó Kai.

-Me llamaste Soo, así no es mi nombre.

-Ah, eso…Me pareció buena idea decirte así. No sabía si te agradaría pero en ese momento no lo pensé y sólo lo dije. Ya que somos amigos y tú me dices Kai pensé en llamarte Soo –explicó, sonriendo pícaramente.

-¿Y quién te dijo que te daba permiso de tenerme tanta confianza? –preguntó Kyungsoo arqueando una ceja.

-¿Por qué? ¿No te agrada?

-No –contestó.

-Pues qué lástima, porque a mí sí me gusta llamarte así –rio Kai –y sólo seré yo quien lo haga ¿de acuerdo?

-Eres desesperante…-bufó el mayor, aunque una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Sí, lo que tú digas…Ya duérmete, estoy cansado y por tu culpa me hiciste perder el sueño –replicó Kai pellizcando la nariz del más bajo, mientras se incorporaba de la cama para volver a la suya.

-Está bien, buenas noches, y lo siento…

-Descansa.

Kyungsoo sintió que el moreno se iba de su lado y se subía a la parte de arriba de la cucheta. La verdad era que quería que se quedara con él, al menos por esa noche ya que aún estaba un poco asustado, pero dos personas en una cama de una plaza no era una buena idea y ninguno podría dormir cómodo. Tapándose hasta la barbilla con las frazadas, cerró los ojos para intentar dormir y rogando que esta vez, aquellas pesadillas le dieran tregua.

 

 

 

Notas finales:

De nuevo este fue un capítulo que no tenía escrito previamente así que mi mente tuvo que trabajar más, pero ojalá les haya gustado! El KaiSoo se está acercando cada vez más ;) si saben a lo que me refiero ;) jeje

Como siempre les agradezco su paciencia por esperar las actualizaciones y también por seguir la historia que espero les esté gustando.

-Pone carita de chachorrito triste -Déjenme algún comentario o lo que sea que extraño que me escriban y me cuenten qué les parece ¿sí?

SARANG HAE!!


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