Game 3: Manga-Café
Agosto, mes de vacaciones, y todo lo que había echo todo este tiempo es contar días y buscar, Dos semanas y media, solo ese tempo sin ver a Naruto, jamás le habían importado las vacaciones, es decir, no tenían alguna cosa en especial , ¡oh! pero esas dos semanas y media lo habían hecho cambiar de parecer, ¡Se vengaría del idiota que las invento!, trato de que su carácter apático y desinteresado no cambiara mientras estuviera en casa, debido a las vacaciones los integrantes de su familia se encontraba repetidas veces del día juntos ”Excesivamente más de lo necesario” (a su parecer), no podía permitirse el que su padre o su hermano se dieran cuenta de su conducta, pero, al pasar los días y las semanas, su fachada se iba quebrando, luciendo exasperado, aburrido y con mal carácter (más de lo normal).
Su hermano Itachi se mostró burlón con su (para el) “adorable hermanito” durante la primera semana, pero se preocupaba de verlo gruñir todo el tiempo después de la segunda, por ejemplo; justo en ese momento, el azabache termino su desayuno se levantó gruñendo y siguió así hasta su habitación donde se dejó caer en la cama ¡gruñendo más fuerte!, una de dos o tenia rabia, o no estaba disfrutando de sus vacaciones, pero lo dejaría pasar, total, para un adolescente puberto* esas conductas eran normales para su edad y restándole importancia se dirigió al trabajo, dejando al monstruo gruñón.
“Ni en Akiba, ni en Shibuya, ¡Por dios! ¡Ni siquiera en Ueno!” Había estado buscando al rubio en cada una de esas estaciones y por supuesto en Akihabara que es donde solía encontrarlo, pero nada, ni un solo rastro de él, después de lo que había pasado el último día del Pre-Universitario, pensó que sería más fácil acercarse al ojiazul, o estar en contacto con él pero, ¡no! ¡Nada!, y todavía quedaban cerca de dos semanas de vacaciones, y si contaba el hecho de que el Pre-Universitario se reanudaba una semana después serian ¡Tres semanas más! “Ughh..” “¿¡Donde se abra metido ese Dobe!?” Pensó aun recostado en su amplia cama de cobertor azul “Ese estúpido y sensual rubio solo confunde mi cabeza y calienta mi cuerpo” recordar la imagen del rubio sentado sobre sus piernas y jadeando contra su cara, la textura de los esponjosos glúteos que masajeaba entre sus manos, provoco un doloroso tirón en su entrepierna, removiéndose incomodo, hizo memoria maldiciendo al rubio del comienzo de todo, como es que después de ese incidente en el Manga Kissa* se había vuelto un pervertido manoseador, siempre que una cabellera dorada y unos brillantes ojos azules pertenecientes a Uzumaki Naruto se atravesaban en su campo de visión.
1ra. Parte
Agujero
~~~~~~Hace 4 Meses ~~~~~~
En las tierras japonesas, entre el 29 de Abril y el 5 de Mayo, se celebra la Golden Week* o Semana Dorada. Durante esta semana son días festivos e ideales en Japón para alejarse un poco de la ciudad, viajar junto con la familia y poder apreciar mejor la naturaleza, por consiguiente, toda publicación de contenidos por medio televisivo o revistas, refiriéndose con mayor exactitud, animes y mangas, se postergan para la siguiente semana debido a los días libres que brindan las empresas para que sus trabajadores puedan descansar tranquilos durante esta semana. Él tenía una forma especial para pasar esos días con su más grande deseo…
¡Paz!, eso era todo lo que quería, su hermano podía ser sumamente insoportable cuando se lo proponía, solo quería pasar esa semana, jugando videojuegos, y poniéndose al corriente con los que aún no probaba, nunca admitiría, que él, Sasuke Uchiha, fuese un adicto a los videojuegos, que solía ponerse una gorra y lentes para visitar cada uno de los locales en Akihabara en busca de sus preciados…cof, cof, es decir, en busca de algunos juegos, no, no, si esa información era rebelada seria la burla de la familia Uchiha, y que decir de su escuela, todos lo tachaban de ser perfeccionista, frio e inteligente, y bueno… él no había hecho nada para contradecirlos y omitió el hecho de ser todo un Gamer*.
Cuando ya no soporto más estar en casa, tomo sus lentes, gorra, mochila y juegos y se dirigió a la estación, solo podía haber un lugar al que ir, bajo en la Estación Shiodome y después de caminar tres minutos llego a la tienda Shinbashi lugar del GeraGera, un famoso Manga-Café que tenía varias tiendas por todo Japón.
Le encantaba ese sitio, un Manga-Café, Manga Kissa* en japonés, es un tipo de café en donde la gente puede leer manga. Las personas pagan por el tiempo que permanezcan en el café. La mayoría de manga-cafés también ofrecen acceso a Internet como cibercafés. Los servicios adicionales incluyen los videojuegos, la televisión, snack / máquina expendedora de bebidas, y mucho más. Al igual que los cafés japoneses en general, el hábito de fumar suele estar permitido.
Para reservar una hora, el coste es generalmente alrededor de 400 yenes, la mayoría de los lugares requieren que los clientes paguen esto como un mínimo.[cita requerida] Algunos manga-cafés ofrecen un servicio donde se puede descansar de noche, ¿acaso había un mejor lugar para pasar esa semana? Las bebidas son gratuitas al igual que el manga y los espacios que se alquilan pueden tener diferentes servicios o comodidades según se pida. Respecto a los tomos de manga, la variedad y la cantidad que haya, depende de cada Manga-kissa. Hay algunos que disponen de una gran cantidad de tomos y otros que no. De todas formas siempre hay suficientes para elegir.
Muchos Manga-Kissa de Japón cuentan también con habitaciones individuales en las que se puede descansar sin preocuparse por las personas que hay alrededor. En cada una de estas habitaciones hay una mesa con un ordenador para que el usuario pueda acceder a Internet. Algunos locales también tienen habitaciones con sofá y permiten alquilar consolas de videojuegos para que el usuario se sienta como en casa. Además el usuario puede elegir el tamaño de la habitación en función del número de personas: individual, para parejas, para la familia, etc.
En la entrada le preguntaron cuántas horas quería estar y le dieron las llaves de su respectiva cabina personal. A continuación paseo por varios pasillos con estanterías llenas de manga, películas en DVD y videojuegos, eligió cinco videojuegos y marcho hacia su cabina sin nada que leer.
Al entrar en la cabina, apenas hay más espacio que el necesario para una cómoda butaca y un ordenador delante de ella. Es un sillón reclinable donde sería fácil quedarse dormido. En el ordenador vienen varios juegos instalados, nada muy diferente a lo que encontraría en su casa. Pero junto al ordenador tenia también una Playstation 3, una Wii y un sintonizador de televisión por cable. Al cabo de cinco minutos se sintió perdido ante tanta opción de juegos y no saber que elegir.
Finalmente escogió la nueva edición de un eroge muy popular “Kizuna”, algo cliché pero algunos personajes le gustaban y las rutas eran fáciles, agradecía la privacidad que la sala le otorgaba ya que el contenido de las escenas era bastante pervertido y el sonido del juego era fuerte, se suponía que las paredes eran insonoras, pero aun así había que ser precavidos, tomo sus audífonos y se sumergió en el juego cerca de media hora.
Con los ojos algo rojos y los oídos doliéndole, decidió darse un descanso, se quitó los audífonos y se reclino en la silla cerrando sus cansados ojos, sin duda el usar esas cosas pasaba factura, le dolían los tímpanos y seguía escuchando la molesta musiquita del dichoso juego, se incorporó al darse cuenta que de verdad se escuchaba la música, pero al confirmar que había pausado el juego, miro hacia todas direcciones buscando el origen.
De lado derecho de la mesa, justo al lado de un poster que decoraba la sala se encontraba un diminuto agujero en el muro, el ruido que se filtraba era la música del mismo juego que hasta hace unos momentos jugaba, inclino su cabeza y se asomó sin pensar realmente que es lo que encontraría del otro lado o en que estaba violando la privacidad de una persona, simplemente lo hizo, grande fue su sorpresa al reconocer esa cabellera, ¡Era el rubio idiota! Ese que siempre se encontraba en las filas de las tiendas de videojuegos, y que siempre hacia mucho escandalo saltando y gritando con algún nuevo juego en manos, no le sorprendía mucho que estuviera ahí, siendo que sus aficiones parecían coincidir, pero ciertamente era extraño verlo con esa cara seria, eligiendo las rutas y riendo como bobo cuando pasaba algún nivel, antes de darse cuenta, ya había transcurrido algo de tiempo y el seguía observando al rubio sin hacer nada más, cayendo en cuenta de su inusual comportamiento y algo avergonzado consigo mismo por dejar que la curiosidad dominara su cabeza, aparto la vista, era extraño que alguien le llamara la atención.
“Que idiota soy, como si no tuviera mejores cosas que hacer” se riño rebuscando entre los juegos que había traído.
-Ugh…-Ese leve quejido lo distrajo y miro nuevamente en dirección al agujero, no debía, pero ¡vamos! ¿Quién lo iba a saber?, se aproximó al muro y observo de nueva cuenta.
El muchacho rubio que se encontraba en la sala contigua estaba sentado en un sofá reclinable idéntico al del moreno, su vista se encontraba fija en la pantalla del Ordenador donde un personaje femenino del videojuego que estaba jugando se mostraba con poca ropa y en una pose sexy y descarada, (razón por la cual el eroge era especial para mayores de edad), el rubio se mordía el labio inferior nervioso, y se removía inquieto en la silla.
“y a este ¿Qué le pasa?” se preguntó extrañado ya que el otro miraba hacia todos lados como buscando algo o alguien, por un momento pensó que lo había descubierto pero el gran suspiro de alivio que soltó el rubio borro su sospecha, después volvió su azulina mirada hacia la pantalla del monitor y las acaneladas mejillas se tornaron de un furioso carmín, bajo su vista hacia algún lugar del piso y volteo a ver a todos lados otra vez.
Curioso por las expresiones tan misteriosas del chico siguió atentamente cada uno de sus movimientos “¿Qué le pasa a este Dobe?” “¿Por qué tiene esa mirada? como de… ¡Aaaaaaaaaahh!” ¡Ahora entendía!, en uno de sus giros por ver si había alguien alrededor, el moreno pudo notar un bulto entre las piernas del rubio “¡Esta excitado!” formo una sonrisa presuntuosa “¡ja! ¡Que perdedor! ¿Quién se excita por un juego?” burlón miraba como el ojiazul se removía incomodo en su asiento.
-hyaa…-Dejo salir un jadeo, al intentar cubrir su erección con la playera, comenzaba a jadear y de sus ojos estaban llorosos, “… ¡!...” ok, eso sí lo sorprendió jamás se habría imaginado que un “perdedor” como lo había llamado pudiera hacer ese tipo de expresiones, el rubio derramo lágrimas de dolor, al parecer estaba haciendo lo posible por contenerse y no cometer la locura de masturbarse en ese lugar, pero se veía doloroso.
Con la cara sumamente roja el rubio llevo una de sus manos a su entrepierna y comenzó a frotarla suavemente sobre la tela del pantalón nervioso, se estremeció mientras juntaba y abría sus piernas al sentir el placer que le recorría su cuerpo, dejo escapar más jadeos, y su azulina mira estaba concentrada en la pantalla de la computadora, levanto un poco su playera y comenzó a desabrochar la bragueta de su pantalón, por alguna razón el moreno se puso nervioso, y los latidos de su corazón aumentaron de ritmo, su boca se sentía seca y sin aliento, el ojiazul introdujo su mano en el pantalón deslizándola suavemente, mientras apretaba sus labios, podía observar el pantalón completamente abierto y la acanelada mano sobre la tela del bóxer se movía de arriba abajo.
-S-se va a ensuciar mi ropa interior…- Sintió un calor extenderse desde su vientre al escuchar la jadeante voz de chico, y esa frase ¡Por dios! ¿Acaso era el o se había oído sumamente pervertida? lo que siguió después no lo ayudo, el rubio tiro hacia abajo el elástico de su bóxer con una mano y con la otra deslizo su pantalón y bóxer un poco hacia abajo mientras levantaba sus caderas aun sentado sobre la silla, el miembro erecto del rubio salió de entre su ropa y reboto contra su vientre.
-¡Ah!- Sus ojos se abrieron con asombro y trago saliva, Jamás había visto un miembro así, No es que hubiera visto muchos tampoco, (solo el de su padre y hermano) “¡y eran horriblemente monstruosos!”, pero el del ojiazul era hasta lindo “¿¡Como era eso posible!?” el miembro era algo pequeño con la punta de un color rosado “¡Parecía una fruta! ¿Acaso de verdad es un pene?” de la misma salían pequeñas gotas de pre semen, volvió a tragar saliva y froto las sudorosas palmas de sus manos en su pantalón, sin despegar la vista.
-Ya, no aguanto…- ¡Ahí estaba otra vez esa voz!, el ojiazul llevo una de sus manos a su miembro y lo envolvió entre sus dedos gimiendo, sus ojos estaban entrecerrados y su boca abierta.
-Ahh…-Comenzó a mover su mano de arriba abajo lentamente, recargo su cabeza en el respaldo de la silla mientras arqueaba su espalda los pies descalzos del ojiazul se contraían y la punta de sus dedos rozaban el piso con cada estremecimiento, no podía apartar la vista de esa imagen, la boca abierta del rubio liberaba jadeos, y con gemidos la velocidad de su mano aumento, y los músculos de su cuerpo comenzaron a tensarse, cerro sus ojos y con un fuerte gemido libero su esencia.
-¡Ahhh!- Su mano quedo llena del líquido blanco y su respiración errática buscaba controlarse, al estar más tranquilo reacciono abrió sumamente los ojos al ver su mano y busco avergonzado un pañuelo y se apresuró a limpiarse y cerrar su cremallera.
-¡Que hice!- Grito golpeándose la cabeza con ambas manos, tomo sus cosas y dejo la sala a velocidad rayo, lleno de culpa por haberse masturbado ahí.
El moreno aún se encontraba frente al pequeño agujero por el que había espiado al rubio completamente quieto con los ojos sumamente abiertos y la frente mojada de sudor su respiración estaba agitada, sentía sus mejillas calientes y al voltear su vista a su entrepierna, se sorprendió de ver una prominente erección “¿¡Qué pasa!? ¿Por qué yo…?” No sabía explicar que le pasaba ni a su cuerpo ni a su mente tuvo que esperar a que su erección se bajara para poder irse a casa, confundido, y con la mente llena de cierto rubio.
2da. Parte
Silla
“El, el nada más y nada menos que “gran” Sasuke Uchiha había tenido una erección al ver a un “HOMBRE” masturbarse, ¿¡Que rayos le pasaba al mundo!? No, no, más específicamente ¿¡Que rayos le pasaba a él!?”
Y… aquí estaba de nuevo, no era que quisiera ver al rubio otra vez no, no, por supuesto que no, y el hecho de que estuviera como sanguijuela pegado a la pared, espiando por el agujero para ver si era el rubio el que se encontraba en el cubículo de al lado, era pura coincidencia.
Su corazón comenzó a bombear con fuerza al darse cuenta de que efectivamente era el ojiazul, sentado frente al ordenador, jugaba un videojuego eroge, curiosamente, el mismo que él había traído para jugar. Completamente en negación se negaba a admitir que estaba contento de ver nuevamente al rubio. Repentinamente el ojiazul se paró de su lugar con la cara sumamente seria, abrió la puerta de la sala y se asomó fuera, después la cerro y puso el seguro, aun con la cara sumamente rígida volteo a ver cada esquina de la habitación, y suspirando de alivio se sentó nuevamente en la mullida silla, subió el volumen del videojuego y el Uchiha pudo oír con mayor claridad los gemidos que salían del juego.
-¡Waaa!- la cara del rubio fue cubierta con un sonrojo cuando una imagen por demás degenerada salió en la pantalla, cubrió sus ojos un momento para después espiar entre sus dedos, ¿Cómo era posible que una persona fuera inocente y lujuriosa al mismo tiempo? el moreno vio como poco a poco comenzaba a notarse el miembro del rubio sobre la tela.
-Ugh…- Se movió incómodo y soltó un suspiro de resignación, desabrocho su pantalón y levantando su cadera se quitó el pantalón, lo dejo en una esquina del suelo quedando solamente con la ropa interior puesta, La cara del moreno se cubrió con un sonrojo al ver al rubio en ropa interior “¡Aghhh! ¿Qué rayos me pasa? ¡Es un hombre por dios!” comenzó a frotar su entrepierna con su mano, el moreno podía ver como sobresalía la punta del bóxer, sintió nuevamente ese calor abrazador en el vientre, solo podía ver de perfil al rubio, jadeaba y se mordía los labios, sintió su cara arder y ponerse como tomate cuando el rubio comenzó a jalar su ropa interior y esta quedaba colgando de uno de sus pies, apenado trataba de concentrar su vista en alguna parte tapada del cuerpo del ojiazul.
Envolvió su miembro con la mano y la movió de arriba abajo, no podía ver muy bien (o más bien le apenaba ver todo) pero ya sentía como su miembro se apretaba en su ropa interior.
-M-más..- El rubio abrió más sus piernas y coloco una de ellas en el reposa brazos de la silla, al hacerlo golpeo con ella el escritorio de la computadora y la silla se giró un poco, Habia echo lo posible por mantener su vista a raya pero al girarse la silla pudo apreciar por completo al rubio, era le escena más erótica que jamás había visto, una de las largas y acaneladas piernas caía hacia un lado de la silla, podía apreciar su suave muslo interno y el miembro rosado completamente erecto, poso su mano en su muslo para sostener su pierna y con la otra masajeo su miembro.
-¡Ahh!- El rubio paro todo movimiento, se acomodó mejor en la silla y poso la pierna restante en el otro reposa brazos, ahora con ambas piernas completamente abiertas, el moreno no podía hacer otra cosa que tirar toda aquella pena y gozar de la vista, los genitales del rubio eran de un tono rosado suave, y podía decir con seguridad que era rubio natural.
El ojiazul con una de sus manos masajeaba sus genitales pasándolos entre sus dedos, sus piernas se contraían de placer y una ligera capa de sudor, perlaba sus muslos, su otra mano se ocupaba de su miembro, frotándolo de arriba abajo, pasando su dedo por la punta de donde salían pequeñas gotas de pre semen, sus ojos entre cerrados liberaban lágrimas de placer, aumento el ritmo con el que se movían sus manos e hizo su cabeza hacia atrás mientras gemía el moreno sintió nuevamente su cuerpo arder, seco su frente con la manga de su remera, y los afilados ojos negros miraban con deseo el acanelado cuerpo con atención mientras pasaba inconscientemente la lengua por sus labios.
-¡Ahhh!- Su semen lleno su mano y algunas gotas cayeron en sus muslos, su pecho subía y bajaba con rapidez tratando de recuperar el aliento y sus piernas sin fuerza colgaban de los reposa brazos, su boca estaba entre abierta y sus ojos cerrados, “Tan sensual…” pensó ido el azabache y mirando casi con adoración al sudoroso rubio.
Finalmente con las mejillas ardiendo junto sus piernas y tomando algunos pañuelos limpio el semen en su piel, se acomodó la ropa y guardo sus cosas, al dirigirse a la puerta y abrirla creyó haber oído un ruido, sin embargo no le prestó atención y se marchó.
En la sala de al lado el moreno contenía sus jadeos, había desabrochado su pantalón y atendía la dolorosa erección que el rubio le había causado, le llevaría un tiempo el deshacerse de ella pero curiosamente no creía que le costara trabajo no después de lo que acababa de ver.
3ra. Parte
Desde atrás
Ok, lo admitía tenía un problema, quería ver nuevamente como el rubio se estremecía de placer, como su boca liberaba jadeos y sus hermosos ojos azules se ponían llorosos, la acanelada piel cubierta de dulce sudor… tuvo que parar sus pensamientos o acabaría como el día de ayer, y sin necesidad de ver nada.
Se había atrasado porque su hermano lo había interrogado hasta el cansancio por saber a dónde iba, dándole un sermón sobre disfrutar de esa semana con la familia al final pudo librarse de el pero había perdido preciosos momentos, llego casi corriendo al GeraGera y entro rápidamente a su cubículo, de solo pensar que algún degenerado se le hubiera adelantado lo enfurecía, por suerte la sala estaba disponible, no dejaría que nadie más viera al rubio.
Pego su cara a la pared, del otro lado el rubio se encontraba frente al ordenador, ya con el pantalón desabrochado, trago duro, al ver como se paraba y dejaba caer su pantalón y ropa interior, deslizándose por las bien formadas y largas piernas “Deberían estar aseguradas” O bien tenia un fetiche con las piernas o con un rubio ojiazul fijo su vista en la silueta del rubio tan solo con la camisa puesta, el saber que no traía puesto nada debajo de ella despertó a su hombría y el libido dentro de el hizo acto de presencia.
El ojiazul se puso de rodillas sobre el asiento de la silla inclinándose para que su pecho quedara recargado en el respaldo, y el… bueno sintió que casi le daba un infarto, ¿¡Cómo era posible que un hombre tuviera esa clase de cuerpo!? La camisa era larga, pero al momento que el rubio se inclinó, la camisa se subió dejando al descubierto su redondo y bien formado trasero, apenas era una parte de el la que se veía, pero ¡Por dios! La suave piel de sus muslos, y lo rosado de sus glúteos era una muy apetitosa vista.
-¿Por qué tiene que haber tanta gente en casa?- Se preguntó en voz alta el rubio mientras seguía dando clic con el mouse al juego –Ni siquiera tengo privacidad en mi cuarto-Seguía hablando mientras movía su cadera de un lado a otro juguetonamente –Odio las visitas…- “¡Yo las amo!” pensó inmediatamente el pervertido moreno al apreciar ese lindo trasero moverse frente a sus ojos, “Tal vez si se inclinara más podría ver otras cosas” pensó maquiavélicamente tratando de inclinarse el para ver si veía.
-Mmm...n-ni siquiera en la ducha puedo hacerlo-Dijo con voz jadeante mientras frotaba su entre pierna, levanto su cadera alzando su trasero, sus piernas temblaban un poco, el moreno podía ver los genitales de rubio, y entre los sonrosados glúteos una rosada entrada.
No pudo aguantar más su entrepierna dolía saco de su pantalón su miembro erecto, y comenzó a frotarlo mientras veía al rubio mover sus caderas al momento de masturbarse, jadeaba y gemía la ritmo que movía su mano, su cuerpo se sacudía de placer y su espalda se erguía.
-M-mas…- Esa dulce y sollozante voz hacia estragos en su mente, imaginándose que se lo pedía a él, viendo esa rosada entrada contraerse pequeñas gotas de sudor se deslizaban juguetona y peligrosamente cerca de esa área, aumento el ritmo de su mano, preguntándose como seria estar dentro de ese lindo y lujurioso agujero y moverse una y otra vez hasta dejarlo satisfecho.
Con su mano izquierda masajeo sus rosados genitales abriendo más las piernas y recargando su frente en el respaldo de la silla, sin dejar de atender su miembro liberaba gemidos, seguro de que nadie los oiría.
Haciendo un esfuerzo por no gemir miraba atentamente cada uno de los movimientos del rubio aliviando la dolorosa erección que presentaba su grueso miembro, el ojiazul estaba por correrse, lo sabía al ver su mirada entre cerrada y su boca abierta mientras de la comisura goteaba dulce saliva, su mano se movía rápidamente, y de un momento a otro su miembro libero su semilla y esta se deslizo entre sus piernas y unas pocas gotas en el siento de la silla, su espalda se arqueo, y su trasero se estremeció, entre sus glúteos pudo ver como su entrada se abría y se contaría con gula, e imitando al rubio se vino asegurándose de morder sus labios para no dejar escapar ningún sonido.
El rubio se dejó caer exhausto abrazando el respaldo de la silla y tratando de regular su respiración, después tomo los pañuelos que ya había preparado y levantado su trasero se aseguró de limpiar bien sus piernas, se levantó de la silla y lagrimones escurrieron de sus ojos.
-¡Aggghhh! ¡Ya quiero que Baa-chan se vaya de la casa!- Grito haciendo berrinche y tomando más pañuelos -¡qué necesidad tengo de andar haciendo esto!-Gruño mientras limpiaba la silla, acomodo su ropa y tomo sus cosas, a diferencia de la vez anterior se fue enojado y azotando la puerta, No le sorprendía en esta semana todas las familias que habitan en las grandes metrópolis planean visitar localidades que ofrecen un mejor contacto con la naturaleza, se abarrotan los terminales de buses y estaciones de trenes, se agotan los pasajes, reservas hoteleras y los precios suben debido a la intensa demanda concentrada en este pequeño lapso de tiempo, por ello, pudiera ser que el rubio tuviera visitas indeseadas en su casa, por el contrario el moreno se encontraba contento, al igual que su “pequeño” amiguito, que felizmente se erguía nuevamente.
“Al mal paso darle prisa” Pensó resignado y cerrando sus ojos, concentrado en la hermosa vista que contemplo hace unos momentos.
4ta. Parte
Suelo
Ya llevaba bastante tiempo esperando y el rubio no llegaba, Estaba obsesionado y lo sabía, pero era imposible no estarlo, salió de la habitación a despejarse un rato y por una bebida, vino durante los pasados dos días esperando ver al rubio, comenzaba a perder la esperanza de que aparecerá ahí otra vez, pero no perdía nada con intentar, llego a la máquina expendedora y al recoger la lata de jugo un rayo amarillo paso a su lado, volteo su vista hacia atrás, ¡era el!, tenía que apresurarse y llegar a su cuarto, al llegar a la esquina del pasillo vio como el ojiazul entraba a la cabina de siempre, y contento se dirigió a la suya.
Nuevamente el rubio refunfuñaba solo, paso bastante rato jugando y haciendo ruido, tal vez ya no tenía necesidad de masturbarse en ese sitio, al pasar una hora comenzó con un juego erótico, y el azabache se sentía todo un pervertido al sentir excitación al verlo bajar sus pantalones y ropa interior, mas no le duro mucho ya que apenas y podía verlo y fue aun peor cuando el rubio comenzó a tocarse, ¿era posible agregar un objeto inanimado a su lista de venganzas?
¡Maldita silla!, no podía ver absolutamente nada, solo percibía el movimiento de la silla que se movía al ritmo que el rubio al frotar su miembro, desesperado espero a que en el videojuego gritaran más fuerte y coló un lápiz por el agujero que cayó cerca de la rueda de la silla, el cuerpo del rubio se sacudió y se echó hacia atrás junto con la silla, la rueda de esta se atoro con el lápiz y se volcó con todo y el ojiazul.
Quedo tendido en el piso, desnudo de la cintura hacia abajo y con las piernas ligeramente abiertas, su mano seguía sobre su miembro y su respiración estaba agitada, la camiseta que traía puesta estaba subida hasta casi llegar a su pecho, en lugar de pararse, hizo un mojin de molestia y siguió tocando su cuerpo en esa posición, tomo el extremo de su playera y la sujeto con su boca, para ver mejor, dejando a la vista unos lindos y rosados pezones al mirarlos los oscuros y brillantes ojos negros se afilaron con gula.
Flexiono sus piernas y las abrió más, el moreno pudo apreciar toda esa vista que le ofrecía sin su conocimiento el rubio, su cuerpo se sentía sumamente caliente y su miembro le apretaba dentro de la ropa interior, ¡Jamás! en sus recién cumplidos 18 años de vida, se había sentido de esa manera, la lujuria y los deseos carnales no significaban nada para él, ¡mucho menos a causa de un hombre! No se reconocía a si mismo ¡Quería derribar la pared! Y arrojarse sobre el rubio, anhelaba acariciar esa acanelada piel, y morder esos rojos labios, deseaba apretar esos glúteos y penetrar esa rosada entrada, soñaba con ver nublarse de placer esos zafiros a causa suya.
Pero tenía que controlarse o sería enviado a la cárcel por acoso, y posiblemente violación, si era descubierto, y aunque se sintiera abrumado por su sentir hacia el rubio debía recordar su “Orgullo” como integrante de la familia Uchiha por ahora se conformaría por ver a ese celestial rubio en aquel piso, retorciendo su cuerpo con lujuria y placer.
Finalmente el ojiazul movió a gran rapidez su mano en su miembro frotándolo de arriba abajo y moviendo su dedo en la punta y el glande, deslizando la otra por sus muslos hasta llegar a sus genitales, con las mejillas sonrojadas mantenía en su boca el extremo de su camisa, la tela estaba algo húmeda y del extremo de su boca salían gotas de saliva, los ojos azules brillaban de placer, y al momento de correrse todo su cuerpo se estremeció, el moreno se vino al mismo tiempo que el mirando el rostro satisfecho del rubio al llegar al clímax.
El suelo de la sala quedo manchado con sus fluidos se incorporó pesadamente con sus manos y miro con horror el desastre que había echo al dejarse guiar por sus instintos ¡Él y sus problemas hormonales!, olvidándose de que estaba desnudo de la cintura hacia abajo y murmurando cosas se puso a limpiar el piso, el ojinegro no pudo evitar reírse al ver al revoltoso rubio limpiando el piso con el trasero pelón, riñéndose a sí mismo por dejar que las cosas llegaran a ese extremo, y adoptando nuevamente su pose Uchiha acomodo también sus ropas y se dirigió a la salida del lugar, había formas más interesantes para acercarse al rubio que quedarse detrás de un muro espiándolo, eso en definitiva no era su estilo, no quería ser un acosador, quería, en definitiva que el ojiazul fuera suyo, con esos pensamientos acerca de monopolizar al rubio se dirigió a su casa, esperando, por esa oportunidad de toparse con el rubio en otro lugar.
Después de asegurarse de dejar el piso reluciente, pero sin notar que esa área estaba sospechosamente más limpia que todo el demás piso abandono el GeraGera ¡Jamás volvería a ese lugar!, ¡mucho menos después de haber ensuciado el piso de esa manera!, claro, lo había limpiado, pero estaría demasiado avergonzado para regresar, es mas ¿de dónde diablos había sacado el valor para hacer ese tipo de cosas ahí? En definitiva la pubertad hacia estragos en las personas.
******Lo que ocurrió después y Sasuke no sabe*****
El moreno caminaba con soltura por la estación esperando el tren para ir a casa, por el contrario un rubio corría en dirección contraria hacia las salas del Kissa Manga, se le había olvidado su gorra y uno de los juegos que trajo en el ordenador, le costó caro y no quería volver a comprarlo así que tenía que encontrarlo, entro corriendo a la sala y se puso a buscar por todos lados.
Encontró la gorra a un lado del escritorio en el suelo, al levantar la vista un haz de luz que se reflejaba sobre la superficie de madera llamo su atención, lo siguió con la vista hasta llegar a la pared, tanteo con sus dedos y se encontró con unos bordes irregulares al mirar fijamente se dio cuenta que era un pequeño agujero, curioso miro a través de él y para su sorpresa una sala parecida a la suya estaba del otro lado.
Su cerebro comenzó a procesar la información tan rápido como su cara cambio de color a un rojo brillante ¡Lo habían oído! O peor aún ¡Lo habían visto! ¡Quería meterse debajo de la tierra! ¡Qué vergüenza! “Bueno no es como si hubiera hecho algo fuera de lo común…… es-es decir todos los muchachos de mi edad hacen eso, p-pppp-pero que yo lo haya hecho c-casi diario n-no quiere decir n-nada, no es algo extraño ¡¿vedad?! ¡¡¡¿VERDAD?!!!” Sus ojos daban vueltas tratando de justificar para sí mismo su metida de pata, enojado fue a inspeccionar la escena del crimen.
Abrió de una patada la puerta de la sala contigua, listo para noquear a la persona que estuviera ahí y borrarle todos los recuerdos vergonzosos de su persona, pero no había nadie miro detenidamente cada objeto en ella y su cara se puso azul del terror, la silla reclinable con ruedas estaba sospechosamente cerca del agujero (justo frente a el para ser exactos) pero no era eso lo que hizo que el sudor frio de pánico recorriera su cuerpo, era la caja de pañuelos descaradamente colocada al lado de la silla, y el bote de basura del otro lado, con contenido aún más sospechoso “¡Un pervertido! ¡Un maniaco de la carne, abusador de inocentes lo había estado espiando!” Salió a trompicones de la sala y corrió a todo lo que daban sus pies ahora estaba más que convencido de que no volvería ahí ¡Como era posible que lo hayan espiado y él ni en cuenta!
No hay que ser adivinos para saber que el rubio no se presentó más en ese establecimiento, sin embargo el moreno regreso única y exclusivamente con la intención de tapar el molesto agujero en la pared de la sala, con un buen pegamento se aseguró de dejarlo completamente sellado, no fuera a ser el caso que el rubio quisiera regresar a hacer sus cosas ahí y alguien (Además de él) lo viera “Mejor prevenir que lamentar” Pensó el posesivo moreno saliendo contento al terminar su tarea.
Los días restantes de la Golden Week el rubio no salió de su habitación pensando en lo Terrible que a veces era el mundo y lo despistado que era, sin embargo al comenzar las clases lo olvido, ser atolondrado servía de algo tampoco pudo darse cuenta que había dejado a una persona, con ganas de ver mucho más, misma para la que a partir de ese momento comenzaría una tortura y una cacería, y que meses después esa misma persona, estaría comiéndole la boca a besos, nuevamente, en un lugar público hay que recordar que el porvenir es indeciso, nadie sabe lo que pasará mañana.
************Fin Flash Back***********
Sin duda sería una larga espera, tomo los pañuelos desechables que había en su escritorio y se dirigió de nueva cuenta a su cama, con la cara encendida, de verdad rogaba que no lo cacharan, su miembro le pedía atención después de recordar tan fogosas cosas, no cabía duda que se había vuelto todo un pervertido, que se preparara el Dobe, en cuanto lo viera iba a saciar toda su frustración con él, y esta vez, no lo dejaría escapar.
Continue?
(Yes) or (No)
…