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Eroge Game por lovelinfery

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Notas del capitulo:

Hola! Espero que disfruten este Capítulo Que bueno que les gusto y quieren más muchas gracias por sus RW a nanykun, Anónimo, Akame Yaoi, jaqueline yunjae, gemma,  Lanny Freecss, shizuki90, KMJoyer, crisvane, CronorBlack , Anónimo, Ahome-Chan, mariy, yamiCHE, Anónimo, Asterocampa Leilia gracias a todas ustedes decidí continuar con este caliente Fic  y a ti, si jojojo a ti que pasas a leerlo y no me dejas nada, jajaja

ADVERTENCIAS: Horribles faltas de ortografía, Muchas dosis de erotismo, posibles derrames nasales ;P

Los personajes no me pertenecen (por desgracia  ¬¬) le pertenecen Al vendido de Masashi Kishimoto yo solo los utilizo para crear esta historia sacada de mi enferma Mente >_<!!

Notas: - “pensamientos” de Naruto

          - “pensamientos” de Sasuke

           -narración normal

Game 2: Pre-Universitarios

1ra. Parte

Manos

 

“Me consideraba a mí mismo como un muchacho normal de 17 años, no soy popular pero tampoco un inadaptado, aunque ahora que lo pienso mis únicos amigos son el gordito de Chouji y el flojo de Shikamaru, ambos otakus, gamers y juraría que frikies, las únicas mujeres con las que nos llevamos eran con sus amigas de la infancia Sakura e Ino, ambas bruscas poco femeninas y además violentas, tal vez por eso las únicas que nos atraían eran las mujeres 2D, que Vivian en el maravilloso mundo de los videojuegos y el anime, con sus sorprendentes figuras y personalidades eran el sueño de todo hombre (o al menos ellos tres), o eso era lo que había pensado, jamás, y óigase bien ¡JAMÁS! Hubiera creído que “ESO” iba a pasar, y no había forma de volver al pasado y corregir su metida de pata.

“EL” Naruto Uzumaki uno de los mejores jugadores de eroges había sido cómplice de un “HOMBRE” para hacer cochinadas en el metro, un lugar público, atestado de gente.

Y se había dejado agarrar todo, vaya que sentía que de virgen ya no le quedaba nada, y el que se estaba guardando para su amada Mimi-chan (personaje de su eroge favorito), y no sabía nada de ese tipo, al que cabe mencionar casi se comió en uno de los voraces y lujuriosos besos que se dieron (perdió la cuenta de cuantos fueron) y después de tal acto, huyo, señoras y señores no es que fuera un cobarde solo le faltaban…….ejem.. Para enfrentarse a tal situación, dejo de ir en metro a la escuela y le rogo a su madre que lo llevara en coche hasta su escuela, decidió evadir y evadir el tema por las siguientes tres semanas.”

Pero al momento de llegar a casa su mente se llenaba de los recuerdos de sus encuentros, el más reciente para ser específicos, en el que conscientemente había ido a encontrarse con el azabache en el último vagón, donde dieron rienda suelta a su deseo, con esas vividas imágenes y sensaciones en su cuerpo y mente, tenía la urgencia de despejarse y no pensar en el sexy y pervertido muchacho de profundos ojos negros.

En Japón el calendario escolar es muy diferente,  los cursos empiezan en Abril y terminan en Marzo del año siguiente. El curso está repartido en 2 cuatrimestres y 1 trimestre, esto hasta el instituto. En Abril empieza el primer cuatrimestre hasta finales de Julio, en Agosto hay un mes de vacaciones. El segundo cuatrimestre empieza en setiembre y termina a finales de diciembre coincidiendo con las vacaciones de invierno. Por ultimo en Enero empieza un último trimestre que termina a mediados de Marzo.

Él se encontraba a finales del primer cuatrimestre en su Tercer año de preparatoria, faltando un mes para empezar las Vacaciones, y para su desgracia este año estaría presentando sus exámenes para entrar a la universidad.

Debido a que las grandes compañías seleccionarán a sus futuros trabajadores en las mejores universidades, los alumnos saben que el examen les determinará su vida. Es por eso que los estudiantes vuelcan todas sus energías para lograr el objetivo. Casi todos aspiran a ingresar a la Universidad de Tokio* (TODAI). Para lograrlo, incluso algunos, demostrando un fervor casi religioso, dejan sus pasatiempos, deportes y vida social por los exámenes.

Y él no era ese tipo de persona, ¡vamos! que si no le dice su tutor de clase que se acercaban los exámenes él ni enterado, pero desafortunadamente su madre quería que fuera de ese tipo de estudiante, y convencida de que, como su amadísimo esposo Minato  se había graduado con honores y como el primero en su clase de la TODAI, su hijo también podría hacerlo “Mi madre puede ser tan ingenua” Pensó abatido el ojiazul.

Deseaba una distracción para sus obscenos pensamientos y su madre se la trajo esa tarde, en un sobre dónde venían los papeles de su inscripción en un instituto de preparación para los exámenes universitarios, Tendría que ir  al terminar las clases en la tarde, los días sábado* en vez de volver a casa, donde como una condena permanecería hasta pasadas las nueve de la noche.

“Simplemente ¡genial!” él y su gran boca, y helo aquí enfrente del dichoso instituto de preparación, lo único bueno es que le quedaba relativamente cerca a tan solo unas estaciones del metro, en Ginza, el Pre-universitario Ishi, era uno de los más reconocidos, el costo de admisión era bastante alto, al igual que su nivel de enseñanza, aseguraban que el 98% de los alumnos eran aceptados en las universidades de su elección.

“Vaya tontería, pues ya veremos que pueden hacer conmigo” pensó apáticamente el rubio, aparentemente él ya se había rendido con sí mismo, aunque aun así quería ir a la universidad, sin más se dispuso a entrar a su penitencia durante el próximo mes antes de salir  de vacaciones.

Dentro de su aula asignada se encontraban bastantes alumnos, la mayoría ocupados leyendo algún libro u estudiando “¡vaya!” se sentía completamente fuera de lugar, así que solo se quedó sentado en la banca más próxima, en cuestión de minutos, el instructor llego haciendo que se pararan todos de su lugar y se colocaran delante de la pizarra, a continuación fue llamándolos alfabéticamente por sus apellidos, y sentados por parejas en los escritorios, eso llevaría bastante tiempo así que decidió divagar en que juegos compraría en Akiba la próxima semana…..

-Bien, y finalmente Uzumaki- Dijo el instructor para dirigirse a la última persona que faltaba, el rubio distraído, tenía su mirada posada en la ventana y todos lo miraban con atención preguntándose cuanto duraría ese chico con cara de bobo en ese lugar.-Ejem… ¡Uzumaki! te estoy hablando-Grito en su oreja para que despertara.

-¡Ah! ¿Ah?, ¿Qué sucede?- Pregunto confundido.

-Sucede que necesito que vayas a tu lugar para comenzar con las lecciones.-Le contesto con cara de amargado el instructor señalándole su asiento.-Por lo que abochornado se dirigió a él a toda velocidad, jalo el respaldo de su silla y estaba por sentarse cuando, una voz hizo que a su cuerpo lo recorriera un escalofrió.

-Dobe- Un muchacho muy apuesto de tez blanca y ojos negros lo miraba intensamente con su mentón recargado en sus manos, su respiración se agito, su corazón comenzó a golpear fuertemente contra su pecho y sentía su cara arder, su mente se puso en blanco, y abrió su boca para decir algo, sin que las palabras salieran.

-Señor Uzumaki, ¿piensa dejarnos continuar?-Pregunto el hombre mirándolo con disgusto, el rubio hizo caso y se sentó, apretando la tela de sus pantalones con sus manos debajo de la mesa, “¿Cómo es que esta aquí?, ¿Por qué?, ¡UGHHH!, Y ¿¡Por qué me siento de alguna forma feliz!?”

Mientras el rubio tenía una dura batalla mental, el azabache lo miraba sin perder detalle, y con una sonrisa de lado adornando su rostro, estaba muy contento, al parecer la suerte le sonreía, se entristeció al no encontrarse nuevamente al rubio durante las pasadas tres semanas, pero tener la  oportunidad de estar tan cerca de el durante más tiempo lo ponía de muy buen humor.

Sintió la penetrante mirada del azabache, durante la mitad de lo que duraban las lecciones, y estaba por demás nervioso, hasta que ya no lo aguanto más y también lo miro, en cuanto sus ojos chocaron, sintió nuevamente ese escalofrió en su espalda, el azabache tenia recargada su mejilla en su mano, y le sonrió coquetamente, el rubio se sonrojo pero no aparto su mirada, entonces el moreno llevo su mano libre por debajo de la mesa hasta su muslo, sobresaltando al rubio que miro hacia abajo, viendo como esa mano acariciaba desde su rodilla hasta su muslo interior, por reflejo cerro sus piernas, quedando la mano atrapada entre estas, se sonrojo hasta las orejas y volteo a ver al  otro, este se mantenía en calma aun observándolo, y paso sensualmente su lengua por entre sus labios, “¿Qué pretendía ese loco?” pensó preocupado y con la mirada aun fija sobre los delgados labios, las luces del lugar se apagaron y dirigió su vista al frente, al parecer les iban a pasar un video en el proyector y él ni en cuenta.

Una caricia en su entrepierna lo alerto, y con su mano trato de apartar la otra, suspiro aliviado cuando el azabache se rindió y se sentó bien en su lugar, por lo que confiado imito su acción, grave error, el moreno junto completamente sus sillas, aprovechando que se encontraban en el último escritorio y tomo al rubio de la cintura acercándolo más a él, se estremeció al sentir sus cuerpos tan juntos y el agradable aroma de Sasuke inundo sus fosas nasales, no debía hacer mucho ruido o los verían, pero tampoco quería hacer ese tipo de cosas en ese lugar. Su mano recorría de su cintura a su cadera, con firmes movimientos, después hacia su espalda baja, y siguió bajando hasta posarse en uno de sus glúteos, solo atino a agachar su mirada y sobresaltarse al sentir como lo masajeaba y apachurraba, el moreno dirigió su mano libre hacia la entrepierna del rubio y Comenzó a sobarla con su mano, provocando que se hiciera hacia adelante tratando de cubrirse o quitarlo.

Al estar así de inclinado, el pervertido aprovecho para frotar con dos de sus dedos entre los glúteos, hasta llegar a la entrada del rubio, donde frotaba y empujaba con fuerza, desesperado tomo la mano del azabache tratando de alejarla de su trasero, el otro no se inmuto y comenzó a pellizcar su miembro por sobre la tela, para ahogar un quejido  el rubio lo soltó y se cubrió la boca abochornado.

Con una sonrisa presuntuosa el moreno se acercó a su oído “Que lindo” susurro y atrapo su lóbulo con sus delgados labios, después tomo una de las piernas del  rubio desde su muslo interior y la  jalo para que quedara sobre sus piernas, y la siguió acariciando, cuando llegaba a su miembro lo frotaba y continuaba nuevamente continuando esta acción.

Su otra mano estrujaba entre sus dedos los bien formados glúteos, y los abría con sus dedos para empujar nuevamente la entrada rosada del rubio, aun con la estorbosa ropa.

Su respiración estaba agitada, sus mejillas sonrojadas y sentía que si destapaba su boca dejaría salir jadeos, no había como librarse de esa situación, con todo el salón lleno y el en ese estado, dirigió su azulina mirada al azabache, y sintió un tirón en su entrepierna, este se hallaba sonrojado y con los ojos brillantes de lujuria, tenía la boca entre abierta  y sacaba de vez en vez su lengua para pasarla sobre sus labios, entonces noto como la pierna que tenía prisionera el moreno rosaba con su miembro  erecto, “hay dios” pensó el rubio.

El moreno satisfecho al ver las nerviosas reacciones de su presa masajeo sobre la tela sus genitales moviéndolos entre sus dedos notando como se endurecían, y luego subía y masajeaba su ya erecto miembro,  la otra ya no torturaba los glúteos del menor, si no que estaba firmemente posada en su otra pierna regalándole caricias en su muslo interno y abriendo más sus piernas.

De repente las luces del aula se encendieron, alertando al rubio, de separarse de ese pervertido, con determinación dirigió su mano a la entrepierna del mayor y la apretó con mucha fuerza, el azabache tuvo que morderse los labios para no liberar un grito de dolor, y el rubio trato de sentarse lo mejor posible y tranquilizarse.

-Bien, es todo por hoy, nos vemos la próxima semana.-Se despidió el instructor para después salir del aula, y el primero en correr, con su mochila cubriendo su parte delantera disimuladamente, fue el ojiazul, que no queriendo encontrarse al moreno corrió hasta la estación como pudo con su erección.

-Maldito Dobe- Soltó el azabache (último en el aula)- Ugh…ni creas que te salvas la próxima semana- A pesar de su adolorida situación estaba contento de saber que volvería a verlo.

En el vagón un joven rubio trataba de imaginarse cosas desagradables para que la carpa que traía en el pantalón bajara un poco, maldiciendo al azabache y a el mismo por disfrutar de las lujuriosas manos, la próxima semana no se dejaría “¡Eso sí que no!”

 

2da. Parte

Pie.

 

O eso pensó, la semana transcurrió con tranquilidad, hasta el sábado, donde se preparó mentalmente antes de entrar al aula, sin  embargo estaba algo diferente de la última vez, las sillas de los escritorios se encontraban una frente a la otra, el instructor les indico que se sentaran y que realizarían un trabajo en parejas y de esta forma seria más cómodo trabajar “Genial” Pensó abatido, encima tendría que mirarlo a la cara con lo avergonzado que se sentía.

Al llegar y tomar asiento noto nuevamente la mirada penetrante del otro, echándole un vistazo observo que mantenía su sonrisa de lado, como si tuviera algo planeado “Tengo un mal presentimiento”, se removió incomodo en su silla notando que el espacio debajo del escritorio era algo estrecho para que cupieran sus pies y los del moreno, tanto que sus piernas se rozaron sin querer más allá de su rodilla, avergonzado trato de hacerlas a un lado, pero el moreno tenia las piernas largas y no podía pasar las suyas al otro lado, rendido las dejo ambas a los lados abiertas, como todo hombre se sentaba, ¿Por qué el moreno no podía ser más normal y sentarse así?, tenía que estar bien sentadito con las piernas juntas, todos en el aula lo creían un muchacho muy inteligente, y serio ”¡ja! ¡Si tan solo supieran como es de maldito pervertido!” Les entregaron unas pruebas que había que realizarlas individualmente, y comentar sus dudas con su compañero, después al finalizar, tendrían que intercambiarlas y revisar las del contrario.

Determinado en no prestarle atención, hizo lo que pudo por contestar su prueba, el azabache con agilidad y rapidez término rápidamente y se dedicó a mirar con atención las caras que hacia el Dobe batallando con la suya, “Maldición” Pensó abatido, ahora tendría que darle su prueba para que la revisara, no quería pero no había opción.

-O-oye- Murmuro bajito, y mirándolo de reojo-Ya termine-Le extendió su prueba para que la tomara.

-¡Vaya! Ya era hora-Dijo burlón tomándola y pasándole la suya-Yo me encargare de revisártelo todo muy bien- Menciono con una sensual voz.

-¡C-cállate!-Se sonrojo totalmente y volteo su cara molesto, entendiendo el doble sentido de sus palabras, y trato de concentrarse en lo que hacía, ya no faltaba mucho para que terminara el curso, el moreno sonrió abiertamente, y el rubio dio un brinco en su asiento, con asombro bajo su mirada bajo la mesa, donde el azabache se había quitado uno de sus zapatos y llevado ese mismo a su entrepierna, aprovechándose de que tuviera las piernas abiertas.

-¿Qué haces?- Lo riño en un susurro el intentando quitar ese pie de su miembro.

-Te dije que te iba a revisar bien todo- Sonrió de lado nuevamente mientras movía su pie de arriba abajo, frotando el miembro del rubio- Y eso hago.

-¡Para!- suplicaba mientras sentía los dedos de su pie pasarse sobre sus testículos y su entrepierna, concentrándose en el glande.

-Baja tu voz o alguien nos oirá-Aumento la velocidad de su pie sintiendo como se endurecía, y trataba de mantener su expresión impasible a  pesar de estar sonrojado y respirar entrecortadamente, quiera cerrar sus piernas pero no podía, así que opto por patear como pudo al pervertido ese, pero no se dejó y por el contrario sujeto el pie del rubio, mientras seguía con lo suyo.

“¡maldición!” la situación había empeorado, en estos momentos agradecía que el aula estuviera llena de cerebritos matados que no despegaban la vista más allá de sus pruebas, el moreno bajo su pie, quitándolo del duro miembro del rubio, y creyendo esta su oportunidad trato de patearlo con su pie libre, al parecer el rubio no era muy listo, repitiendo la acción anterior tomo ahora el otro pie del rubio teniendo ambos aprisionados, sudo frio el ojinegro sonreía ampliamente y un escalofrió recorrió su espalda, sintió un tirón en sus pies, lo había jalado hacia él y con mucho trabajo consiguió sostenerse apenas con sus dos manos sobre el asiento, quedado el en la orilla de la silla, y su cuerpo casi por completo debajo de la mesa, Sasuke lo tenía sujeto de las pantorrillas en el aire, casi golpeando contra la mesa debajo de esta.

-¡Maldito! ¿En qué estás pensando?-Susurro haciendo un esfuerzo por no caerse y tuvo que morderse los labios cuando la rodilla del moreno comenzó a frotarse en medio de sus pierna abiertas.

El azabache se estaba excitando cada vez más, veía la cara sonrojada del rubio haciendo lo posible por que no se viera el movimiento que provocaba el azabache al embestir su rodilla contra su miembro y genitales, además de morderse los labios dejándolos rojos y apetecibles, deseaba tirar la mesa y echarse sobre él, no le importaba mucho que los vieran y por eso aumento la velocidad con la que movía su pierna y abría más las del ojiazul.

-Ahh..-Un pequeño jadeo escapo de sus labios el movimiento era algo doloroso, y su miembro palpitaba, no podía zafar sus piernas del agarre del otro y estaba perdiendo sus fuerzas, entre cerro sus ojos, al volverse insoportable la manera en la que se movía contra él.

-¡Bien chicos! Es hora de que entreguen sus hojas- Les llamo el instructor a todos, y el rubio abrió sus ojos aterrado, ¡por un momento se había olvidado de donde estaban! El pelinegro se distrajo con el llamado del instructor y aflojo su agarre, aprovecho para zafarse y sentarse como se debía, abochornado y algo adolorido posos sus manos en su entrepierna, el azabache frunció el ceño al haber dejado que se escapara y sintió un tirón en su entrepierna al ver sonrojado al rubio con una mueca de dolor en la cara, se asomó bajo la mesa y lo vio con las manos sobre su miembro, su expresión se le hizo de lo más erótica y una sonrisa pervertida surco su rostro, el rubio lo vio con un puchero enojado, y pateo su pie debajo de la mesa “¡Estúpido, Uchiha!” el instructor paso por su lugar y tomo sus hojas sin siquiera voltearlos a ver, y les anuncio que podían irse, el azabache emocionado tomo sus cosas y volteo para secuestrar al ojiazul, pero ya no estaba “¡Maldición!” salió corriendo del salón y lo busco de camino a la estación pero no lo encontró, decepcionado se puso sus audífonos, puso cara seria y se recargo en la pared del vagón, recordando las eróticas expresiones que le había logrado sacar ese día a Naruto.

Saliendo apenas del Pre-universitario el rubio se dirigía a la estación con lagrimones en los ojos, había tenido que hacer hasta yoga en el baño para que se le bajara la erección que tenía, y no se iba a masturbar ¡eso sí que no! suspirando rezo para que la próxima semana no lo traicionara su cuerpo y lo obedeciera en no reaccionar ante el azabache.

 

3ra. Parte

Sentados

 

Estrés eso era lo que experimentaba en ese momento Se sentía tonto, Sasuke tal vez solo lo estaba usando de entretenimiento, y aunque no ponía tanta resistencia, no le gustaban los jueguitos del moreno (si las caricias, mas no los juegos o al menos eso se hacía creer), había ido a los baños a despejarse un poco, el moreno intento tocarlo durante las lecciones pero no se dejo estaba ya arto, de su débil mente y de la insistencia del sexy azabache.

Enjuago su cara una vez más tal vez el tenia parte de la culpa por mostrarse tan sumiso, no quería que el azabache se aprovechara de el pero no hacía nada por verdaderamente oponérsele, bien si el Uchiha quería jugar, él también podía hacerlo, conocía miles de eroges, y sabía que podía utilizar lo que había aprendido para algo, con una sonrisa en su rostro se dirigió de nueva cuenta al aula.

El moreno se alegró de verlo entrar, por un momento pensó que se iba a ir, arrepentido reflexiono que se estaba pasando un poco de la raya, no quería que se alejara de el tal vez su estrategia no era la mejor y tendría que replanteársela.

Se encontraban leyendo una guía y contestándola de manera grupal, el rubio tomo asiento como si nada y continuaron con la lección.

-Señor Uchiha, lea la siguiente página por favor- Pidió el instructor, y el rubio rodo los ojos, el muy maldito en poco tiempo se había vuelto el consentido, pro una idea cruzo su mente al levantarse el azabache, de verdad agradecía, que estuvieran en el último asiento de la fila, el moreno leía cada palabra perfectamente y en el tono adecuado, los demás escuchaban atentamente, mientras seguían la lectura en sus propios libros.

-Es sabido que ¡WAAA!- Todos lo voltearon  a ver extrañados por el grito que había pegado.

-¿Sucede algo Señor Uchiha?- Pregunto curioso el instructor, el moreno estaba rojo completamente de la cara.

-No sucede nada-Dijo nervioso retomando nuevamente la lectura, dirigió disimuladamente su mirada al ojiazul que lo miraba, con una sonrisa pícara, ¡Le había manoseado el trasero!, se sentía internamente feliz, pero había herido el mismo su orgullo al gritar como niñita, debía de controlarse.

-Fue así c-c-co-co-como - Tartamudeo al sentir nuevamente como el rubio masajeaba con su mano su bien formado trasero, volteo su vista nuevamente hacia el pero este, estaba leyendo atentamente su guía, pero no había apartado su manos de sus nalgas, por suerte no era vista por nadie desde el ángulo en que se encontraban –Ma-manoo, digo, A-Amano A –Ayudo ¡Agh!- Había pellizcado con más fuerza de la necesaria su glúteo izquierdo y lo estaba distrayendo demasiado, los demás alumnos lo miraban con burla y pena por no saber leer, el instructor suspiro.

-Gracias, Señor Uchiha puede sentarse.-El azabache se sentó avergonzado y miro al rubio molesto.

-¿Por qué hiciste eso?-Susurro enojado, el rubio lo volteo a ver con una mirada sínica

-hice ¿Qué?- Sonrió burlón viendo el ceño fruncido del otro

-No te hagas DOBE, bien sabes a lo que me refiero- Alzo un poco su voz

-¡ja! ¿Qué tu si puedes hacer lo que quieras y yo no?- Reclamo el rubio alzando un poco más la suya

-¡Exacto DOBE!

-¡Cállate TEME!

-¡DOBE!

-¡TEME!

-Siento interrumpirlos chicos- Dijo una demoniaca voz frente a ellos, el instructor sonreía con malicia y varias venas de enojo en su frente -Señor Uchiha y Señor Uzumaki, se quedaran después de que terminen las lecciones a escribir un informe como muestra de arrepentimiento por andar interrumpiendo-Soltó molesto el instructor después de regañarlos, habían estado peleándose y gritando durante toda la sesión y por más que les llamaba o gritaba los otros no lo habían escuchado.

Voltearon a ver a su alrededor dándose cuenta de que estaban parados uno frente al otro sujetando al contrario  de la ramera y gritándose a todo pulmón, se sentaron rápidamente y dijeron un leve “Si señor” como respuesta.

El resto de las horas de lección se la pasaron murmurándose insultos, pisándose los pies, pellizcándose la pierna o haciendo que el otro tropezara.

El instructor pensaba que se odiaban, mas ellos pensaban que se estaban comenzando a llevar bien, era hasta cierto punto divertido hacerse enojar entre ellos, después de siete reprimendas, el informe tendría que ser el doble de largo.

Ya todos en el aula se habían ido y enfurruñados terminaban de escribir el dichoso ensayo que les había pedido que llevaran a su oficina después, se quebraba la cabeza intentado terminarlo, y el ruido que hizo la silla a su lado  lo hizo voltear impresionado, el moreno se levantaba fastidiado con al menos 5 hojas en su mano con caligrafía impecable, y él ni una mísera hoja llevaba, lo miro desesperado, y el otro sonrió con burla, así que con un puchero triste se puso a terminarlo “¡maldición! ¿Por qué tiene que poner esa cara?” se preguntó débil ante los pucheros del más pequeño y volvió a sentarse.

-Te ayudare un poco Dobe, trae acá- Dijo arrebatándole, la hoja y comenzando a escribir en ella, el ojiazul sorprendido se le quedo mirando, “Tal vez no es tan Teme como pensé” sonrió un poco y acerco su rostro para ver lo que escribía el mayor.

Pasados quince minutos su concentración ya no era tan buena y comenzaba a pasear su mirada al chico a su lado, el rico aroma que despedía, su cara tan cerca, sus ojos, no pudo evitar fijarse en lo largas que eran sus pestañas que adornaban esos ojos azules, bajo un poco más su mirada hacia su boca, estaba entre abierta y sus labios eran de un carmín suave.

-¿Qué pasa Teme?- Pregunto extrañado de que ya no escribiera volteando su rostro completamente hacia él, se sorprendió al verlo más cerca de lo que creía y fue recibido por un beso.

Movía con lentitud sus delgados labios contra los otros, y el rubio se quedó estático sin saber qué hacer, se separó y miro al tenso muchacho que tenía los ojos abiertos con sorpresa, sonrió de lado cuando vio su rostro ponerse poco a poco de un rojo brillante hasta las orejas y balbucear cosas inentendibles y se acercó nuevamente a él para besarlo una vez más, profundo y pausado, el rubio cerro los ojos y se dejó besar correspondiendo y abriendo su boca dándole permiso de recorrerla, robándole el aliento y la voluntad.

Se separaron con la respiración agitada y sus esencias mescladas los ojos oscuros brillaron con deseo al ver al menor con las mejillas sonrojadas, la respiración agitada y unas gotas de saliva en la comisura de sus labios, las limpio lentamente y sonrió por el estremecimiento de su cuerpo ante el contacto, sin poder contenerse más, tomo al rubio por la cintura con ambas manos y lo sentó sobre sus piernas, avergonzado trato de zafarse de su agarre, pero tratando de tranquilizarlo paso sus manos sobre su pecho acariciándolo suavemente, y repartió besos en su cuello y nuca, haciéndolo estremecerse, poco a poco fue cediendo y echo su cabeza hacia atrás mirando deseoso al pelinegro que lo beso nuevamente, pasando descaradamente una de sus manos por su muslo derecho, abriendo un poco sus piernas y la otra en su pecho regalando le firmes y lentas caricias, sin separar su boca, ahora con ambas manos acariciaba las bien formadas piernas, abriéndolas y apretando sus muslos hasta casi llegar a su miembro, repartía la acción una y otra vez, sintiendo a su miembro ponerse duro contra los glúteos del rubio que jadeaba contra su boca.

Dejo una mano en el muslo interior derecho y la otra la llevo a su miembro presionándolo para juntarlo más a su cuerpo, al sentir la acción del moreno separo su boca para soltar un gemido y poso sus manos en los antebrazos del mayor.

-Haa..no…-Jadeo quedo al sentir como comenzaba a frotar su duro miembro contra él y su mano seguía presionando el suyo, sus piernas estaban abiertas  una a cada lado de las del moreno, que entretenido aspiraba el aroma de la nuca del ojiazul, aumentando la velocidad con que empujaba su miembro contra sus glúteos, comenzó a mover su mano hasta que atrapo sus genitales sobre la ropa, sobándolos y paseándolos entre sus dedos, sintiendo como se endurecían al igual que el notable bulto en los pantalones del rubio.

-¡Ah! No…-Comenzó a embestir duro contra él y a mover su mano de arriba abajo sobre su falo, empezaba a disgustarle esa posición, quería volver a sentir los embriagantes labios del ojinegro contra su boca, como pudo volteo su cara y lo atrapo, tomando por sorpresa al moreno, se paró con cuidado de que sus temblorosas piernas lo sujetaran y se dejó caer sobre de el a horcadas, pasando sus brazos alrededor de su cuello  e intensificando el beso.

Las habilidosas manos del pelinegro recorrieron nuevamente sus muslos, hasta atrapar sus nalgas, apretando sus glúteos y masajeándolos, sintiendo sus miembros rozarse, con gula abrió sus glúteos y paso su delgados dedos entre ellos, buscando el lugar donde estaba su entrada, el rubio se estremeció al sentir esos dedos masajear esa área, volvió a aprisionar sus glúteos y los comenzó a mover sobre de él, para que sus miembros se friccionaran.

La deliciosa sensación los hizo jadear a los dos y el rubio comenzó a dar saltitos sobre de él, para aumentar el ritmo, el moreno movió sus caderas de adelante hacia atrás, haciendo gemir al rubio y sin separar las manos de su trasero, se movió un coco haciendo que su miembro se frotara ente sus glúteos.

-Ah…-gimió al sentir como apretaba su trasero contra el miembro duro, y comenzó a moverse contra el daba saltitos y se dejaba caer sobre él, viendo la cara excitada del ojinegro, que sentía que ya no podía más.

El azabache termino antes de que pudiera detenerse, manchando su ropa interior, el rubio detuvo todo movimiento viendo atentamente la cara llena de placer de Sasuke y a pesar de sentirse a punto de acabar se paró, como pudo recargándose en los hombros del moreno, con sus piernas temblando y su cuerpo hormigueando, tomo las hojas de los ensayos, volteo a ver al moreno que respiraba agitadamente sobre la silla y lo beso fogosamente se separó de él y se dirigió a la salida.

-Le llevare esto al instructor, creo que tienes que hacer algo con tu aspecto–Dijo sonriendo –Hasta la próxima semana, Teme- Y se fue dejándolo solo con la ropa interior mojada y esas ganas de tener moviéndose ese hermoso trasero sobre su miembro otra vez “Estoy jodido” abatido y caliente se tapó con frustración la cara con ambas manos.

Dejo las hojas sobre la esquina del lavamanos y se metió corriendo al cubículo más cercano, bajo sus pantalones y su bóxer dejando salir su dolorosa erección que ya comenzaba a gotear pre semen, recordó el rostro excitado del moreno y cerro su mano sobre la extensión, moviendo la de arriba abajo, de su boca salían sus piros y jadeos, sus rodillas temblaban y movía un poco sus caderas de atrás hacia adelante.

-Ahhh-Se corrió rápidamente y aun con la respiración agitada contenía sus ganas de ir nuevamente al salón de clases y sentarse sobre esas piernas.

4ta. Parte

Sobre el Escritorio

Durante la semana se había sorprendido a si mismo sonriendo al recordar cómo habían peleado el sábado en el Pre-Universitario, también cuando se duchaba no podía reprimir sus impulso de tocarse al recordarse a sí mismo moviéndose sobre el azabache en aquella silla, esperaba ansioso el sábado de verdad tenía ganas de ver al azabache.

El sábado llego y se apresuró para salir de la escuela lo más pronto posible, sus amigos se burlaron de verlo tan feliz y comprometido con las lecciones y rojo como tomate salió corriendo del salón y de la vista burlona de Chouji y Shikamaru.

“¡Tonto!, ¡tonto! ¿De que estas tan emocionado?” se regañó mentalmente “¿Será que lo pervertido es contagioso?” Planteándose las teorías de que el moreno le estaba pegando lo caliente llego al Pre-Universitario, fue sacado de sus pensamientos al chocar su mirada con unos brillantes ojos negros, y una boba sonrisa se formó en su rostro al igual que en el contrario, se sentó a su lado con un sonrojo en sus mejillas.

-Hola Dobe.-Saludo el moreno pegando su cuerpo un poco hacia él.

-T-Teme-Saludo también el, pegándose de igual forma, sus brazos y sus piernas se rozaban y se quedaron mirando fijamente.

-¡Bien, chicos vamos a comenzar las lecciones de hoy!-Dieron un bote al escuchar la voz del instructor y fueron sacados del ambiente que habían creado, algo enojados prestaron atención a la clase, el resto del día paso con roses en sus piernas, la mano traviesa del azabache quitada a la fuerza de algún lugar, y siendo reprendidos y amenazados con otro ensayo de parte del instructor.

Casi al termino el instructor les recordó que era el último día del Pre-Universitario, saldrían de vacaciones y las lecciones se reanudarían hasta dentro de un mes, con esto en mente, la idea de que no vería en mucho tiempo al pelinegro lo puso algo triste, el azabache a su lado tenía una cara de penumbra, el pensar que se debía a que no lo vería a él, lo hizo sentir apenado y feliz, aunque luego se reprendió por pensar de esa forma.

Termino la sesión y todos comenzaron a abandonar el aula a excepción de el moreno y el rubio que permanecían en su lugar, en cuanto el ultimo alumno salió el moreno se levantó de su lugar y miro con fiereza al rubio, que se estremeció, lo jalo de un brazo parándolo de su silla  y lo puso frente a él, se miraron intensamente y se besaron, enredando sus lenguas en una danza llena de pasión y saboreando sus bocas después de toda una semana.

El azabache paso uno de sus brazos detrás de la cintura del rubio apretándolo contra él y después la bajo a su trasero al igual que la otra, tomo con ambas manos sus glúteos y los apretó contra su cuerpo, para después empotrarlo contra el escritorio, si no iba a ver al rubio en tanto tiempo al menos se saciaría de el en ese momento.

Hizo que enredara sus piernas en su cadera y comenzó a moverse contra el embistiéndolo, rozando sus miembros y besándose, para incrementar el contacto, lo recostó completamente en el escritorio y tomo sus piernas alzándolas con sus manos y haciendo que las flexionara las abrió acomodándose entre ellas.

-¡Ahh!- Gimió al sentir como el azabache se frotaba lentamente entre ellas rozando sus genitales y dando contra su entrada, queriendo perforar la ropa, alzo mas sus piernas hasta que casi llegaban a ambos lados de su rubia cabeza y sus gemidos no paraban, el ruido del escritorio moviéndose contra el piso, generaba obscenos chirridos.

Paro con las embestidas, y se paró ayudando al rubio a mantenerse parado, lo volteo, dejando su pecho  pegado en el escritorio, alzo sus caderas contemplando ese hermoso trasero frente a él, y pego su erección a este, frotando con su mano la erección palpitante del rubio, las embestidas comenzaron de nuevo, moviéndose sensualmente de enfrente hacia atrás.

Cegado por la lujuria, ayudo al moreno, pegando su trasero a él con descaro, la rapidez y la fuerza con la que se movía el moreno lo enloquecía, sus pies inevitablemente estaban de puntas, haciendo lo posible por soportar el rudo movimiento, con su trasero alzado y sus manos aferrándose al escritorio como podía.

El moreno volvió a voltearlo besándolo y aprisionando su boca, atrapo su cintura, y con lentos duros, y sensuales movimientos se siguieron frotando uno contra el otro.

-¡Ahhh!- Sin poder contenerse sintió como su miembro liberaba su esencia dentro de sus pantalones, Sasuke lo empujaba contra el también corriéndose con un ronco gemido, sus respiraciones estaban agitadas y sudaban del esfuerzo, se miraron a los ojos y se besaron pausadamente tranquilizándose.

Un ruido fuera del salón los alerto, posiblemente el conserje que estaba por limpiar el aula, algo decepcionados se alejaron el uno del otro y se acomodaron un poco las revueltas ropas, tomaron sus cosas y fueron ambos al baño, el azabache, después de aprender la lección a la mala y con todo su orgullo herido, había cargado en su mochila otro par de bóxer, ese sensual rubio lo estaba dejando mal en muchos sentidos, se cambió y espero a que el rubio saliera.

Se dirigieron a la estación y tomaron el tren, afortunadamente no había casi nadie dentro del vagón, y el moreno aprovecho para meterle mano al sensual rubio al lado de él, en un frenon, lo atrajo hacia el pegando sus cuerpos, Naruto iba a agradecerle que impidiera que callera l suelo, pero al sentir como su trasero era nuevamente atacado por las manos del moreno, cambio de parecer.

Disfrutaba del tacto del bien formado trasero del rubio entre sus manos, y el otro enojado por la perversión del moreno decidió cobrárselas, se pegó más a el poso sus manos en su pecho y lo acaricio suavemente, hizo que su respiración chocara con el cuello blanco, y susurro en su oído provocándole un estremecimiento al moreno.

-¿Te gusta cómo se siente?- Sintió un tirón en su miembro al ver la lujuriosa mirada del rubio y como este restregaba su trasero contra su mano.

-Te cuento un secreto-Dijo quedo mientras acariciaba el cuello del moreno- Tuve que quitarme la ropa interior.

La reacción fue instantánea, la cara del moreno se puso roja, y en su pantalón se notó claramente cómo se alzó su enorme erección, al recordar como el rubio se había corrido en sus pantalones, apretó sus nalgas provocándole un gemido que dejo salir justo en su oído, el rubio atrapo entre sus labios el lóbulo del mayor, y su erección creció, estaba por atraparlo nuevamente entre sus brazos, cuando la sensación del cuerpo del rubio cerca del suyo desapareció, volteo a tiempo de verlo salir por las compuertas del vagón, se volteo con una enorme sonrisa agitando su mano.

-¡Nos vemos dentro de un mes Teme!- Y las compuertas se cerraron, la cara del azabache era un poema, y tapo rápidamente su erección como pudo, y conteniendo las ganas de llorar volteo su vista hacia la ventana….

Sería un largo mes….”Maldito y sensual rubio”…. Siempre lo dejaba con las ganas.   

Continue?

(Yes)  or   (No)

Notas finales:

La Universidad de Tokio* Tōkyō Daigaku?,東大 Tōdai, es clasificada generalmente como la universidad más prestigiosa de Japón y una de las más prestigiosas del mundo.

 

Sábado* En Japón las clases se imparten de lunes a Sábado siendo el domingo su único día de descansó.

 

Espero y hayan disfrutado de este segundo capítulo, por favor no duden en enviarme sus comentarios ¿Les gusto? ¿Quieren más?

 

Nos leemos pronto!



Bye bye!


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