Hinata se ofreció a llevarlo a su casa, ya que su horario en la escuela había terminado. Naruto aceptó y los dos fueron juntos, era la primera vez, después de tanto tiempo, que Naruto volvía a sonreír.
Hinata la felicitó por lo de su cumpleaños y se fue. Después Naruto entró y vio a sus padres juntos con rosas, Sasuke no lo miraba.
— ¡Feliz cumpleaños, hijo! — lo felicitó su madre.
Naruto sintió una angustia. ¡Todo esto era mucho!, todo esto era ridículo. El no sabía si estaba enamorado de Sasuke, pero esa sensación que sentía al verlo no entendía si era amor o miedo. Quería estar con él pero a la vez no.
Una sonrisa melancólica salió de Naruto, estaba triste pero tenía una sensación rara. Quería besar a Sasuke, quería decirle que no le importaba nada. Quería probar lo prohibido, quería ser el hombre de Sasuke. Se acercó a Sasuke y lo abrazó con mucha fuerza. Lo miró a los ojos, que el los tenía rojos por los llantos que tuvo hoy. Sasuke al ver el estado que estaba su hijo se sintió mal, para él todo esto era su culpa.
Ino se sintió fuera de lugar, no entendía nada. Esa mirada que tenían su hijo y esposo no le parecía normal, era como si en ellos hubiera algo pendiente o algo parecido. Mientras ella miraba la mirada de ambos nació un sentimiento anormal en su cuerpo.
—Te quiero, Sasuke— sonreía triste Naruto
— ¿Por qué le decís Sasuke a tu papá?
—Porque se llama así, mamá. Porque es el hombre que más quiero en este vasto mundo y será el único que amaré en toda mi vida, le dije así por eso.
— ¿Te sentís bien, Naruto? — preguntó preocupada su madre.
—Mejor que nunca, mamá. Me di cuenta que el amor no es un sentimiento impuro, porque de la manera que te amo a ti puedo amar a mi papá o no.
En el medio de esta conversación sonó el teléfono e Sasuke lo fue a atender. Naruto lo agarró de la mano, Sasuke se asombró, no porque su hijo no hiciera esas cosas sino por la sensación que le transmitía esa sujetada de mano.
Otra vez Ino se sintió fuera de lugar, ya no soportaba eso. No le agradaba lo afligido que sentía a Naruto.
—Naruto, quiero saber la verdad. ¿Qué te pasa? Te siento tan distante, tan diferente— miró a Sasuke, Ino sospechaba de que él era responsable de esto.
—Tengo sueño, hace días que no duermo bien. Si ustedes cerraran bien su puerta en la noche dormiría bien, no es nada grato oír los gemidos de ambos— Ino quedó anonadada por el comentario Naruto.
Ino se sonrojó al igual que Sasuke.
—Naruto, no es forma de hablarnos a tu mamá y a mí — habló por primera vez Sasuke.
Naruto sonrió de tal forma que nadie entendió nada. El se acercó a Sasuke y le habló al oído.
—Yo quisiera ser quien haga lo que hace mi mamá, aunque sea imposible —Sasuke al escuchar esto su corazón latió fuerte. Naruto al terminar la frese se dedicó al ir a su dormitorio.
Naruto se tiró en su cama y al instante quedó dormido. Después de unas horas se despertó, se dio cuenta que era de noche. Se cambió porque se había dormido con el uniforme escolar.
Después de eso se dirigió a la cocina, pero antes de ir vio a su padre en la habitación exclusiva de él para el trabajo. Vio que estaba hablando con alguien por teléfono, quería saber qué hablaba su papá así que agarró el otro tubo para escucharlo.
—Sí, mamá, esta vez va enserio. Voy a pedirle el divorcio a Ino y concederle la custodia de Naruto. Tengo miedo de lo que podría hacerle a Naruto viviendo solos— Naruto al escuchar esto se sintió mal.
—Pero, hijo, no podrías quedarte con Ino y Naruto. Trata de verlo como tu hijo.
—Tuve quince años y no lo hice. Mamá, lo mejor será alejarme de el, si me quedo un instante más podría…— suspiró largo y tendido— Tengo miedo de poder violarlo, la otra vez casi lo hago y no me lo perdonaría nunca dañarlo así. Es la persona más importante en mi vida junto con su madre — se agarró el flequillo con su mano en señal de desesperación.
— ¿Y qué le vas a decir a Naruto? Porque por lo que tengo entendido ese niño te ama demasiado.
—Le mentí de que me iba por trabajo. No se tiene que enterar de que me voy por eso.
— ¡Así que te vas por eso! — apareció Naruto enfrente de Sasuke— ¡¿Tanto te costaba decir la verdad!? — Sasuke quedó mudo— ¡Te detesto, Sasuke!— grito Naruto furioso salió corriendo, Sasuke cortó la llamada.
Naruto salió corriendo a la calle, ni siquiera se calzó. Sasuke fue a buscarlo, no tardó demasiado en encontrarlo y atraparlo. Sasuke lo agarró de la espalda y el trataba de separarse.
— ¡Basta, Naruto! ¡Tranquilízate! — lo agarraba de la cintura.
— ¡No!, ¡no! Te vas por mi culpa, papá. ¿Por qué no te quedas conmigo?— decía llorando.
— ¡No podría convivir conmigo mismo si te llegara a violar! — dijo sincero.
—No me violarías si yo quisiera— se aflojó—. Para violarme yo tendría que oponerme y no lo haría. Hazme el amor, papá— Naruto se dio vuelta—. Quédate conmigo y hazme tuyo. Si te quedas conmigo te daré mi cuerpo todos los días — Sasuke lo miró fijo. Secó la lágrima que le salió. Él le dio un beso dulce en la boca del chico.
—No podría hacerte esto, Naruto. Es igual que hacerlo contra tu voluntad.
—Yo te amo, papá. Quiero que seas mi amante, quiero hacer el amor contigo a voluntad — decía desconsolado.
Sasuke apretó su puño fuerte, se odiaba por haber sido la causa de que su hijo estuviera así. Para él era un maldito bastardo que le hacía daño a un dulce y hermoso niño.
—Intentaré que al menos me veas unas horas los fines de semanas— acarició el pómulo de el.
—Yo te quiero todos los días, papi. Ya te dije que podrías hacerme el amor cuando quieras. Por favor, quedate conmigo— imploraba su hijo a él. Sasuke se maldecía internamente.
Todo el tiempo en su pensamiento era tener a Naruto… ¡PERO NO QUERÍA HACERLO SUFRIR!
—Naruto, te hago mucho daño. Es mejor olvidar todo y que ambos tengamos nuestras vidas separadas…— Naruto sorprendió a Sasuke robándole un beso.
Sasuke quedó inmóvil unos segundos, esos besos de Naruto seducían demasiado. Naruto descendió al cuello de él hasta el principio de su pecho, que estaba cubierto por su camisa. Naruto descendió sus manos y lo empezó acariciar por debajo de su ropa, a lo que Sasuke se sentía extasiado. Naruto movió sus manos a la espalda del hombre. Ya el joven padre no aguantaba la situación.
—Por favor, hazme tuyo. Te prometo que lo hago a voluntad — le decía entre besos.
Ya Sasuke no podía contenerse así que empezó a tocar cada centímetro de Naruto.
—Vayamos a tu cuarto, quiero hacerte mío ahora. Quiero demostrarte todo le que siento hacia ti— Naruto aceptó e Sasuke lo alzó. Los dos iban así.
La noche era totalmente oscura, eran como la una de la mañana. En las calle no había nada de gente, era como despoblada. Los dos fueron mudos, no hablaban de nada. Después de unos minutos llegaron a su casa. La puerta estaba abierta ya que Sasuke la había dejado así cuando fue en busca de Naruto. Sasuke apagó todas las luces que estaban prendidas cerca de ellos. Con el joven a alza subió a las escaleras. Se dirigieron al cuarto de éste y al llegar se dedicaron unas miradas. Se notaba la tristeza de ambos, se notaba el amor también.
Sasuke colocó a Naruto en su cama con delicadeza, y se sentó al lado de el.
—Mamá… ¿mamá está despierta?—Sasuke negó con la cabeza. Y colocó un dedo en los labios de Naruto y lo miró con deseo.
Naruto tragó grueso ya que sintió irregular. Sasuke lo besó con mucha pasión y se empezó a ponerse sobre él. Descendió sus besos hasta el cuello del muchacho. Se acomodó entre las piernas de Naruto, quien lo dejó sin objetar. Sacó su remera, que era una con un zorro. Deliraba al ver los pezones de el.
Los besos de él fueron a su pecho pero descendió más, descendió hasta su vientre. Naruto cerró los ojos fuerte al sentir eso.
Sasuke fue más abajo, pero la ropa lo interrumpió. Así que sacó los pantalones que traía puestos y vio los boxers negros que traía puesta su hijo. Se lo sacó y empezó a pasar su lengua por su miembro. Naruto movía las piernas a lo que Sasuke enardeció.
Narruto se sentía incomodo y por eso movía las piernas. Él lamía esa zona con mucho entusiasmo. El movía su cadera y la excitación de su padre aumentaba más, el hombre agarró con una mano la cadera del joven. Naruto estaba excitada pero…
—Así no, por favor…— se sentía incomodo de que su papá sea poco recatado.
Sasuke no entendía de razones, ya no se reconocía. Así que no le hizo caso y siguió en lo suyo. Mordía el lugar, donde pasaba su lengua. El miembro de Naruto se encontraba hinchado y largaba un líquido que Sasuke lo probaba con mucho gusto. Naruto gemía de tal manera que a Sasuke lo volvía loco. Pero a pesar de los gemidos de el no podía evitar sentirse mal, ya que todavía no sacaba de su cabeza que esto no era correcto. El se imaginaba en un futuro lo que sucedería ¡y le dolía!
Todo por la culpa de que la gente no acepta estas relaciones… ¡¿Por qué el mundo se empeñó en decir que eso era incorrecto!?, si nadie lo castigaba no sentiría ese dolor, todo esto sería diferente. La sociedad condenaba un amor así, lo tachaba que era impuro, sucio e indecente. ¡Maldita sea!, hay cosas realmente malas en este planeta y no lo condenaban.
Naruto sollozaba, le dolía el saber que nadie los aceptaría. Le dolía que la marquen como incestuosa a el y a su padre. Que los desprecien, que le digan que su amor era nada más que una perversión. Que los tachen de enfermos, ¡pero cómo pueden decir algo así! Decirle que ellos son enfermo era lo mismo que decir que más de la mitad del planeta era enferma por enamorase.
—Pará, por favor— gimoteaba Naruto.
—Lo sabía, no quierés hacerlo conmigo— salió de su cama—. Me iré, ya no sé si podre contenerme por más tiempo. Naruto, tengo miedo de hacerte daño— dijo, la verdad estaba muy excitado. El miembro de él estaba adolorido.
Naruto se maldijo, ella siempre le hacía lo mismo.
—Perdón, ven que lo haremos—Sasuke suspiró.
—No, Naruto. Ya basta, esto se vuelve cada vez más insoportable— trataba de calmar su fuego interior hablando.
Naruto se sentó en su cama y se abrió de piernas. Colocó sus manos en sus rodillas y miró a un costado.
—Déjame elegir a mí si quiero o no. Hazlo rápido así es más fácil— cerró bien fuerte los ojos.
Sasuke volvió a la cama de Naruto. Se arrodilló y se colocó enfrente de él y lo besó de tal manera que se sintió relajado.
—Naruto, quiero sólo dormir contigo. Quiero saber si puedo controlarme.
—Sí, papá, duerme conmigo— dijo y acarició su cara.
—Me perdonarías si no lo puedo hacer—conectó su mirada con la de el—. No, será mejor si me voy. Si te hago daño no me lo perdonaría — trató de irse pero Naruto lo detuvo agarrándolo de la camisa.
—Sé que no me harás nada que yo no quiera. Yo confío en vos. Así que quédate conmigo, papi— dijo dándole una sonrisa a él.
—Naruto, por favor, decime por mi nombre— no soportaba el sólo hecho de que le diga así.
—Está bien, trataré, Sasuke— y lo besó en la boca.
Sasuke devuelta colocó a Naruto debajo de él y nada más se dedicó a besarlo. Puso su mano en la frente de el, quedando el flequillo arriba de su mano. No sabían porqué pero sus respiraciones se volvieron agitadas. Los dos sudaban de la nada, los dos sentían el cuerpo de ellos calientes. Naruto sentía la necesidad de tener a Sasuke adentro suyo. Sasuke daba besos más suplicantes.
Y Naruto empezó a sacarle la camisa que traía puesta, le desabotonaba de manera tan torpe que Sasuke sonreía. Él le agarró la mano de Naruto y le hizo recorrer todo su torso, que ahora estaba desnudo, con su mano. Naruto se lo agradecía, el cuerpo de esa bella persona era perfecto. Nunca lo había observado bien el cuerpo de él antes, pero ahora lo veía como algo apetitoso; su abdomen bien marcado mostraba que su padre no era muy adulto, bueno, a decir verdad Sasuke era muy joven cuando nació Naruto.
Naruto de la nada se sintió cansado, era raro pero una sed de sueño despertó en el
—Perdóname, Sasuke, pero tengo sueño— Sasuke sonrió al ver como su hijo tenía una cara de borracho
—No importa. Yo también quiero dormir— él se colocó al lado de el.
Naruto buscó el pecho de Sasuke y ubicó su cabeza ahí. El hombre lo abrazó de manera protectora y durmieron así toda la noche, los dos durmieron felices.
15 de noviembre de 2010.
Sasuke y Naruto después de esa noche estaban más tranquilos, todavía no lo habían hecho pero todos las noches, y a veces de día, se besaban en la recamara de el. Naruto se sentía feliz de no sentir más culpa, ya sabía que su amor no era nada malo.
Ya últimamente se sentía preparado para ese día tan especial que quería compartir con su ahora amante. El con cada día que pasaba esperaba con más ansias hacer el amor con Sasuke, él le había prometido esperarlo lo que fuera necesario. El chico aun se sentía algo incomodo ya que él todavía estaba con su mamá, pero le decía que esperara un poco más el que se separe con su madre, ya que quería hacerlo en los mejores términos. A Naruto igual mucho no le agradaba la idea de que su mamá se quede sola, pero él le respondía que compartirían la custodia de el.
Hoy era un día importante ya que Sasuke iba a hablar con Ino, Naruto se sentía un poco triste ya que tener que separase por días de su mamá, también porque el sería “el culpable” de que sus papás se divorcien. Pero no podía hacer nada sus padres igual se iban a divorciar si el no aceptaba una relación con Sasuke.
Mientras tanto Naruto caminaba en su casa, estaba aburrido y no tenía nada que hacer. Iba de habitación a habitación para ver si había algo que hacer o algo que entretuviera pero no había nada de nada, su enorme vivienda no tenía nada. Siguió así hasta que encontró una ocupada, vio que eran sus padres y se quedó.
—Ino, tengo algo muy importante que decirte— dijo serio él.
—Yo también y es algo que los incumbe a los tres, a ti, a mí y a Naruto— el joven que escuchaba a escondida prestó mucha atención.
—Primero quiero ir yo con la noticia— suspiró—. Quiero pedirte el divorcio — Ino al escuchar eso se sintió realmente mal.
— ¿Por qué te divorciaras conmigo? — ya no tenía sentido la pregunta pero igual la preguntó.
—Porque creo que es lo mejor para vos y para mí. Ya no tiene sentido seguir con una relación si no siento lo mismo que sentí por ti hace tiempo— Naruto veía como su mamá se le escapaba una lágrima y no le agradó nada.
—Entonces ¿por qué hacías conmigo el amor hasta hace poco? — el que estaba escuchando a escondidas le dolió.
—Eso no tiene nada que ver con lo que te dije — respiró fuerte—. Creo que esto te beneficiara mucho porque yo no te convengo.
— ¿Qué haremos con Naruto…? — Sasuke la interrumpe.
—Tendremos la custodia compartida, los días lo hablaremos bien con los abogados. No quiero separarlo de ti, pero tampoco de mí— el sólo hecho de pensar en que Naruto estuviera lejos no lo aguantaba.
— ¿Y con el que viene en camino? Te lo quise decir antes… pero me interrumpiste— Naruto quedó inmóvil. No, no quería saber del bebé que tenía su mamá en la panza. ¡Su papá y mamá tendrían un hijo! No, eso era demasiado.
— Entiendo, por ahora no le digas nada de esto a Naruo. No creo que le agrade la idea de un hermanito— Sasuke quería morirse, todo esto cambiaba su planes. Pensar que antes siempre quiso un hijo con Ino… pero después de Naruto nunca más quiso un hijo. Nunca se sintió padre.
— ¿Por qué Naruto no querría un hermanito? —Sasuke se decía mentalmente: “porque el me quiere como amante a mí y que sepa eso lo mataría.”
—Es muy celoso— inventó o quizás no.
—Entiendo, entonces ya no hay nada más que decir— Ino salió y vio a su hijito. Vio que en su carita había unas gotitas que empezaban desde sus ojos.
—Tranquilo, Naruto. Tu papá me dijo que podrás ir conmigo y con él— naruto se sintió extraño.
Sasuke al oír eso su corazón latió muy fuerte. Veía la cara de tristeza de Naruto, se detestó por hacerlo sufrir a él y también a su madre.
—Naruto…— dijo al viento.
— ¿Por qué, papá? — preguntó con llanto.
—No me imaginé que tu madre se quedara embarazada. No tenía la intención… — no terminó porque vio como el se iba. Salió a buscarlo, tenía que aclarar todo, no quería perderlo. No, no podría perderlo con todo lo que había logrado. Desde que siente esto por Naruto no podía parar de pensar que el era el amor de su vida, a pesar que apenas era un adolescente.
Corrió y lo buscó por todas las partes de su casa y al no encontrarlo se desesperó. Se insultaba internamente por no poder encontrarlo.
— ¡Puta madre! ¿Por qué mierda me pasa esto a mí?
— ¿Será porque lo nuestro es imposible…?— dijo el joven de cabellos rubios.