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Memory of Colors por Shana A

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Notas del capitulo:

A mi parecer este no es un capitulo tan emocionante como los anteriores, pero quizas sea porque yo lo escribo por partes y todo de corrido e.eU

Los miembros de Crime Scarlet estaban reunidos dentro del castillo de la Legión Azul. El líder había regresado a salvo. La sospecha de que el líder de la Legión Verde estuviera relacionado con el grupo rebelde eran correctas, sin embargo Aoi conto que una muchacha intervino en la sala de reuniones, ella había acabado con los rebeldes que esperaban fuera para emboscar a los líderes reunidos, sin embargo no pudieron obtener información del elfo, quien se suicidó al verse descubierto.

– Ella sabía dónde se reunían los líderes, fue allí con la única intención de ser la nueva líder de la Legión Verde – explico Aoi.

– ¿Ella era una contratista? – pregunte a pesar de la mirada de reproche de Marshall.

– Sí, su poder era inestable por lo cual fue notorio, si los demás líderes son contratistas seguramente se dieron cuenta.

El único líder que conocía que era contratista además de Aoi, era Koichi, líder de la Legión Amarillo.

– Alguien vino aquí antes, diciendo que se había confundido y que buscaba la Legión Verde – hablo Luis antes de dar la descripción de la joven que apareció.

Aoi confirmo que era la misma que fue a la reunión de los líderes. Eso explica porque Sachi reacciono de esa manera, sintió el peligro que emanaba la presencia de aquella joven al ser también una contratista, sin embargo Marshall se comportó de la misma manera, puede que Sachi le haya dicho sobre eso para que actuara así o quizás hay algo sobre Marshall que aún no sé.

– Ella dijo que la Legión Verde estaría nuevamente bajo su control – repetí sus palabras, atrayendo la atención de los demás – ¿Es posible que uno de los líderes de turno consiguiera un contratista para adueñarse nuevamente de la Legión Verde?

– Es posible – reconoció Aoi – Pero, normalmente no exhibiría tanto su poder con su sola presencia, normalmente este contenido dado que es demasiado para sus portadores.

– Sin embargo ella iba presumiendo su poder sin importarle ser descubierta – Sachi parecía molesta, algo raro en ella – Incluso su forma de venir fue extraña, ocasiono una tormenta ¡Fue demasiado excéntrico!

– Cálmate – Marshall pidió con tono cansado antes de poner su mano sobre su cabeza y comenzar a despeinarla – Lo primero que hay que hacer es saber si solo quiere la Legión Verde o si planea una invasión,  somos consiente de que tiene un gran poder, así que el ser con quien hizo el contrato es superior a los nuestros, en el mejor de los casos esta al mismo nivel pero al ser nueva no sabe controlar sus habilidades por lo cual desprende esa energía con su sola presencia.

– Solo espero que sea la segunda opción… ¡Ya deja mi cabello! – le dio un manotazo pero el otro retiro su mano antes de que pudiera darle el golpe.

– Por ahora debemos concentrarnos en cuidar la Legión Azul, formare a los grupos de vigilancia hoy, el resto pude irse a descansar – fue lo último que dijo Aoi antes de retirarse.

Le seguí en silencio por el largo pasaje iluminado por antorchas, era una conexión entre el castillo y la aldea subterránea. Apenas se escuchaban nuestros pasos, aunque juraba que eran solo los míos.

– Creo que dije que se vayan a descansar – hablo sin dejar de avanzar, yo iba apenas unos pasos detrás.

– No fue una orden, fue una opción, tus palabras no las mías – di mi argumento – Además, eres tu quien debería descansar, tienes muchas cosas en mente…

La nueva líder de la Legión Verde era solo una de las preocupaciones que debían rondar la cabeza de Aoi, no hace mucho hubo un ataque de un grupo rebelde, e incluso estaban involucrados con una de las legiones debido al caos en ella, nadie dice que otra legión no este colaborando con ellos secretamente, esperando el momento para derrocar a los otros líderes y apoderarse de todo. 

– Es así, pero no puedo permitirme descansar, primero debo asignar los grupos de vigilancia, ese ataque no será el último.

– Entonces déjame ayudarte, será más fácil si te ayudo, además así aprenderé un poco más.

Se detuvo de manera súbita, por lo cual casi choco con él, retrocedí un paso cuando él se giró para verme.

– Lo hiciste bien – al oír sus palabras sentí mi rostro sonrojarse, él me había dejado a cargo mientras se iba a la reunión de los líderes, considero que no hice mucho mientras se marchó pero aun así me pone feliz que me halague.

Sus labios tomaron contacto con los míos en un suave roce – Gracias – susurro antes de separarse.

– Hice algo mínimo – trate de serenar a mi acelerado corazón, ese tipo de acercamientos aún me ponían nervioso y ansioso.  Tomo mi mano para que caminara junto a él, significaba que aceptaría mi ayuda.

 

El paisaje soleado que iluminaba el lugar lleno de árboles, de sus copas brotaban diversos colores brillantes, la suave brisa moviendo mis cabellos azabaches y acariciando mi rostro. Aun sí era una mentira una parte de mí no podía evitar anhelar que aquello fuera real.

– Hermano, ¿Te gustaría un bocadillo? – mi hermana menor llamo mi atención agitando su mano frente a mi rostro.

– Lo siento, estaba algo distraído, si me encantaría – respondí sonriéndole. Alicia había dejar el internado y continuar su educación en una escuela de la ciudad, aunque permanecería asistiendo a una academia de ballet cercana por lo cual aun si estaba en casa no lo estaba mucho tiempo. No la veía muy seguido, ella estaba en secundaría y yo había pasado a preparatoria apenas este año, incluso puedo decir que una parte de mi le agrada esta distancia entre nosotros, ella puede ser muy perspicaz, quizás ha notado que algo ha cambiado, pero al no saber que es, no puede confrontarme.

Seguí cambiando los canales del televisor, no encontraba nada que me gustara. Alicia se acercó con un pequeño postre de chocolate, el cual tenía muy buena imagen.

Agradecí antes de comenzar a comer. Notaba su mirada fija en mí, sin embargo no le iba a dar pie sus especulaciones, ella esperaba a que me pusiera nervioso.

– He estado hablando con Sapphire – empezó ella a habar – Me comento que Aoi y tú ingresaron al mismo lugar, eso es genial, después de todo son grandes amigos.

Solo asentí, no sabía de qué iba todo esto y por qué mencionaba a la hermana menor de Aoi, creo que ambas están en la clase este año. Ella siguió hablando de cosas triviales, antes le hubiera puesto atención y al menos fingido interés, pero ahora, se siente tan extraño.

– Gracias – fue lo único que dije, era refiriéndome al postre – Saldré un momento a la biblioteca, olvide que debo devolver un libro, creo que la fecha final estaba cerca.

Sin decir más me levante para dirigirme a mi cuarto por el susodicho libro e irme, no quería quedarme mucho tiempo allí, me sentía incómodo, como si hubiera preparado todo lo que iba a decir con anticipación.

El camino a la biblioteca era tranquilo, no fue una mentira lo que dije, tenía que devolver un libro, aunque no estaba seguro si había incumplido la fecha de entrega, lo único que sabía era que quizás debía pagar una multa por los días atrasados.

Devolví el libro, tal como dije, pague una multa por 3 días atrasados, por suerte no fue mucho, había llevado dinero de sobre. Me dirigía hacia la salida cuando una joven llamo mi atención, me parecía conocida por su estilo de vestimenta, usaba una polera cuya capucha cubría sus cabellos, algunos mechones color chocolate se podían ver. Ella también me miró fijamente, como si intentara hacer memoria, o eso creía ya que usaba uno anteojos de lunas gruesas.

– ¿Kaito? – pregunto su tímida voz.

– ¿Alana? – pregunte con sorpresa. Ella sonrió un poco antes de asentir.

Alana era una joven que había conocido durante una de las presentaciones de ballet de mi hermana, trabajaba tras escena; sino me equivoco debe tener la misma edad que Sachi. Alana salvo a Alicia de ser golpeada por un reflector que cayó.

– Ha pasado mucho tiempo, no sabía que estudiabas aun en esta ciudad, ¿No te habías mudado?

La bibliotecaria rápidamente me reprendió, alegando que no se debía hablar en la biblioteca.

– Lo siento – me disculpe en voz baja.

– He venido a entregar un par de libros, puedes esperarme si quieres – susurro. Solo asentí.

Espere afuera durante un par de minutos, hace más de un año que no la veía, siento que ha cambiado, aun sí si apariencia no lo haya hecho.

– Me gustaría conversar contigo, pareces muy diferente, es decir, la presencias que emites de ti mismo – explico movimiento las manos de manera nerviosa.

– Tú también, das una impresión diferente a la que te conocí, te noto más segura de ti misma – sonreí para darle más confianza, ella era una chica tímida.

Caminamos sin un rumbo fijo al no saber a dónde ir, conversábamos de trivialidades, la escuela, nuestras familias, las vidas que llevamos en esta realidad que no es más que un sueño, obviamente obvie cualquier detalle que pudiera relacionarme con la verdad, hay muchas personas involucradas, pero todas están ocultas porque ninguno puede confiar en que la persona que está a su lado no sea su enemigo.

La charla no duro mucho, ella debía terminar sus tareas, quizás yo también pero no tenía ganas. Alana se había mudado a principios del año para comenzar sus estudios aquí, ella se había mudado poco después de que nos conocimos hace tres años.

Me despedí de ella en la parada de autobuses, espere a que abordara el suyo antes de tomar el camino a casa. Avanzando hacia allí vi a Aoi cerca de un callejón al otro lado de la calle, estaba hablando con Koichi, eso me sorprendió, pensé que no interactuaban aquí, aunque había la posibilidad de que fuera por un tema de las legiones, aun así Koichi no me inspiraba confianza.

Me acerque con cautela, solo lo suficiente para poder escucharlos sin ser vistos, aunque mi oído no está al nivel de un licántropo, he entrenado para agudizar este sentido.

– ¡Que se jodan! – ayudaba que Koichi gritara – ¡¿Acaso ser contratista está de moda?! Se supone que es algo nuestro, Sachi es contratista, Marshall también, yo lo soy, tú lo eres, ahora resulta que la nueva líder de la Legión Verde también lo es, y estoy casi seguro que esa perra de la líder de la Legión Naranja lo es – se quejaba mucho, pero gracias a eso ahora sabía más cosas.

– Deberías bajar la voz – Aoi permanecía sereno – Aunque tienes un punto, la líder de la Legión Verde no negó ser contratista, tampoco es como si le hubiera creído si lo negaba cuando hable con ella.

– No es como que hubiera cambiado mucho en personalidad, se llama Rikka, ¿Cierto? – soltó una risa con burla – Solo acorto su nombre esa niña, aunque sus habilidades actuales mejoraron también lo hizo su cuerpo.

– No sabía que te interesaban las mujeres.

– Oye, no niego que ahora está bien buena, pero aun así no le voy a las mujeres.

No necesitaba ese tipo de información, si seguían hablando sobre las preferencias sexuales de Koichi mejor me iba. Aunque me era extraño que tuviera esa confianza para hablar, pensé que no se llevaban bien.

– Otra cosa, dile a tu novia, que es de mala educación espiar.

Mierda.

– Se lo diré, y que debe mejorar en sus habilidades también.

Mierda al cuadrado. En pocos segundos ambos estaban frente a mí. 

– Hola… chicos… ¿Qué tal? Yo solo iba pasando por aquí… Revisando que la pared estuviera firme – la palpe un par de veces – Si, todo normal…

– Ahórratelo rosita, ya me voy, no me gustan los metiches – Koichi se marchó sin decir más, aunque tenía una expresión de fastidio.

Aoi me veía fijamente, me sentía algo nervioso, además que la conversación que tuvo con Koichi solo me dio más preguntas sin respuestas.

– ¿Quieres tener una cita?

Aquello me saco totalmente de lugar, pensé que estaría molesto o me regañaría por escucharlos a escondidas, o por dejarme descubrir al espiarlos.

– Sí. 

Notas finales:

Se acerca un poco de miel(?)


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