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Tabú por multifandom

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Notas del capitulo:

 

 

Hola! estoy en medio de un tiempo complejo en la Universidad que lleva un ritmo vertiginoso, además en lo familiar las cosas no van mucho mejor u.u pero bueno así es la vida, Gracias a todas quienes me han dado su apoyo de verdad que eso me permité seguir, no soy perfecta, no soy escritora profesional, no estudio nada relacionado con las letras por lo que asumo que tengo muchos errores y acepto las criticas, incluso las mas agrecivas porque siempre hay algo que obtener de ahí, emmmmsss tengo mucho que decir pero daré mas lata en las notas finales, espero les guste el capitulo de verdad las amo con todo el corazón y espero ansiosa sus reviews!!

 

se entenderá que es pleroma en el desarrollo del capítulo por lo demás no creo que hayan palabras muy complejas :3

 

PD0: muero de pena por la lesion de Tao, espero que sehun sea su enfermero y le de todo su amor y bueno algo mas jajaja XD

 

PD1: si quieren hablenme en ASK aquí se los dejo  http://ask.fm/lapocointeresante

 

PD2: lamento si hay errores ortograficos, no uso el autocorrector y no alcancé a revisar mayormente. 

 

Cuando transgredimos voluntariamente un precepto tenido por bueno estamos pecando o eso nos han enseñado, esta  consciencia de que existe el mal es lo que nos permite decir que hay cosas buenas, nos permite de cierto modo separar al mundo, porque usamos polaridades para todos los aspectos de la vida.

 

Él nunca fue un eximio religioso, sin embargo aquel vértigo y sensación de nauseas se le clavó en el cuerpo como si el mismísimo Dios lo estuviese observando de frente, porque para Tao hubiese sido más sencillo sentirse víctima, pero una parte de su cerebro le gritaba que ambos eran culpables, que él también lo quería, que estaban defectuosos, mal fabricados y principalmente que no se podía borrar lo ocurrido, que habían tomado una ruta sin retorno ¿alguna vez te sentiste tan indefenso que creíste cualquiera podría pisarte? ¿Alguna vez a pesar de eso te sentiste al mismo tiempo demasiado fuerte?... Lo observó aun durmiendo a su costado, aquella piel blanca y nariz tallada, esa respiración rítmica, ¡si solo pudiese culparlo se sentiría liberado!, era una víctima, simplemente identificándose con su captor y desarrollando sentimientos por el simple hecho de poder sobrevivir; síndrome de Estocolmo lo llaman, pero él no estaba ahí a la fuerza, él podía salir corriendo en ese preciso momento, mas sin embargo no lo haría, no podía hacerlo porque el corazón le estaba librando una batalla en medio del tórax al mirar a su hermano mayor dormir aferrándose a su cuerpo, porque a pesar de la culpa del dolor y del miedo, a pesar incluso de la violencia su cuerpo ardía necesitando a gritos ser tocado siempre de aquella forma, era una tortura tan extrañamente placentera que lo hacía asquearse, ciertamente lo que le ocurría distaba muchísimo de lo visto y leído en novelas de amor, estaba a kilómetros de ser una historia inspiradora y digna de ser contada al mundo entero, pero era brutalmente real y encarnecida, Tao se sentía enamorado hasta el punto de ser capaz de apagar todas las voces insistentes que le gritaban para que reaccionara, él amaba a Sehun, lo amaba más allá del pudor y la vergüenza, lo amaba más allá de la sanidad mental…

       

Cómo explicar el dolor, la confusión, el desprecio ¿Cómo? ¿Cómo volver a mirar a los ojos a cualquier ser humano? ¿Cómo diferenciar entre la mente / el mundo? ¿Cómo saber que es real y que es mentira? ¿Realmente había atravesado el pequeño lumen que lo mantenía a salvo? Sehun había despertado, al menos parcialmente, estaba en aquel estado anterior a la vigilia en que no sabes si aún sueñas o si es realidad, no quería abrir los ojos pues abrirlos sería enfrentar al mundo y él no estaba preparado, abrir los ojos sería encontrarse con los de Tao y tenía pavor a no poder seguir sosteniendo sus rodillas si lo hacía, podría culpar quizás al alcohol, las drogas, pero en el fondo sabría que miente, porque no era culpa de ellas, ellas solo habían detonado, le habían dado el valor, pero el sentimiento, el deseo, provenían desde él…

 

Apretando las vísceras exhaló fuertemente y despegó sus pestañas para enfrentar a los demonios que le esperaban a la puerta del día, vio el rostro de Tao observándolo contemplativamente y solo una palabra vino a su mente “Pleroma” esa extraña palabra encerraba lo que él era, lo que ambos eran o quizás no lo que eran pero sí el estado en el que estaban, una dualidad que no es dual, dos cosas que por más que son dos siguen siendo una y quizás no era el momento para estar divagando pero no pudo evitarlo, no pudo evitar recordar aquella clase de epistemología cibernética en la universidad, aquella aburrida clase en que nada le hizo sentido y en la que de pronto su profesor citó a Carl Jung, lo cual definitivamente le pareció no ha lugar pero aquellas palabras vacías en ese entonces estaban grabadas en su subconsciente como esperando el momento justo para tomar sentido: “Parto de la nada. La nada es igual a la plenitud. En el infinito, lo pleno no es mejor que lo vacío. La nada está a la vez vacía y llena… Una cosa infinita y eterna  no tiene cualidades, pues tiene todas las cualidades. A esta nada o plenitud la llamamos Pleroma… En el  Pleroma hay nada y hay todo, ninguna cosa y todas las cosas.”

 

Segundos que parecieron horas se quedaron ahí sin emitir sonidos pero con las cabezas llenas, el mayor pensaba una y mil maneras en las que romper el silencio, el hermoso, ensordecedor y guardián de los secretos que es el silencio, pero sus labios no se abrían, se removió sentándose en la cama como si de un acto preparatorio se tratase, carraspeo pero finalmente volvió a quedar enmudecido porque el menor fue quien sorpresivamente recogió el coraje más rápido.

 

-Sehun –dijo el menor en un tono suave, jamás lo había llamado solo por su nombre pero decirle hermano no le parecía la mejor de las palabras en este momento- Sehun yo… creo que necesitamos hablar.

 

-Tao, no… no tengo escusas que decirte, nuestra vida yo, creo que no podrá volver a ser normal pero… -El menor lo interrumpió.

 

-¿Alguna vez fue normal? ¿Alguna vez lo fuimos nosotros? –Y de cierta forma aquello no eran preguntas sino más bien afirmaciones.

 

-Esto está mal –le dijo con certeza y vergüenza-

 

-Yo te amo Sehun –soltó con la seguridad que solo puede tener quien ha escapado del infierno, Tao había cambiado, pero no en una noche, sino hace muchos años, solo necesitaba el impulso que le permitiese ser real y ese impulso lo había obtenido la noche anterior mientras tenía a su hermano mayor entre las piernas- Te amo no como a un hermano, te amo como un hombre, como a mi hombre.

 

-No! –Gritó Sehun como si de una pesadilla se tratase- No es verdad, es mi culpa, yo… yo te hice esto, te confundí Tao… por favor perdóname –No puedo evitar comenzar a sollozar, en un punto todo se había volteado y el mayor era ahora el más débil entre los dos.  

 

-Los juegos, acertijos y mentiras son divertidas pero son insostenibles en el tiempo ¿para qué mentirnos más? Yo quiero que me tomes cada vez que lo desees, quiero tenerte dentro y gritar tu nombre, quiero sentir tu lengua ¿y tú? Tú lo quieres más que yo, lo has querido siempre Sehun… admite que no puedes controlarte… -Su seguridad era casi aterradora ¿sería parte de un sueño? ¿Una alucinación por el uso de las drogas? Aquel chico frente a él lucía igual a Tao, pero no parecía ser Tao, no al menos el Tao que él conocía.

 

-Tao… yo… -susurros, nada más que susurros, el virus de la lujuria lo infectaba nuevamente evitándole pensar o seguir articulando palabras.

 

El mayor sostuvo las caderas de su hermano y lo empujó contra su cuerpo, era como estar hechizado, era embriagador, era insano…ahí estaba nuevamente frente a los ojos vidriosos de Tao, sobre aquel cuerpo delgado que se perlaba en sudor y aquella piel suave teñida de carmín, observó las marcas de la noche anterior, moretones pequeños de diversas formas, en su mayoría cerca de las caderas, huellas de la pasión agresiva del sexo sin control, lo mordió, no con suavidad sino con rabia, con ira, con el odio que le provocaba amarlo de esa forma, con el desprecio que sentía por sí mismo en aquel momento, pasó sus dedos por los labios del menor que gritaba aún por el dolor de las mordidas, este al sentir los dedos largos y huesudos de su hermano sacó su lengua para envolverlos en el calor de su saliva, sus miembros se rozaban y los gemidos indecentes inundaban la habitación, esta vez Sehun preparó y dilató de sobre manera, a un ritmo enervantemente lento no solo con sus dedos sino también con su lengua, aquel sabor algo amargo era como lo que ellos tenían, algo infinitamente placentero pero al a vez sucio, cuando ambos consideraron que era el momento preciso el miembro grueso, suplicante y necesitado de Sehun ingresó por los anillos musculares que seguían siendo exquisitamente estrechos, las estocadas eran lentas pero profundas, eran suaves pero desgarradoras, era la dureza enorme que golpeaba la próstata del menor con la pulcritud digna de un arquero experto, gritos, contracciones Tao era un cuerpo electrificado pidiendo más aunque no pudiese resistirlo, Sehun abrió los ojos para mirar aquella cara de placer que desconocía antes de Tao, lo vio convulso bajo su cuerpo…como acto reflejo por lo tanto lejano a cualquier tipo de reflexión, acercó ambas manos hasta el estilizado cuello del menor, este le sonrió de modo ladino como si en una complicidad otorgada por los dioses supiese lo que ocurría, la hiperextensión de sus vértebras cervicales parecía rogar por más presión y el mayor lo hizo, apretó con fuerza semi-estrangulándolo a medida que las embestidas se volvían más y más intensas y ruidosas, Tao comenzaba a perder la conciencia adquiriendo una tonalidad azulada en los labios y piel, entonces en aquel peligroso límite entre la vida y la muerte el clímax apareció entregándole a Tao la máxima eyaculación posible mientras Sehun sujetaba su miembro para que inundase sus manos con aquel liquido viscoso, el mayor a su vez gruñía fuertemente por la presión que sentía en su propio falo a la vez que vería por completo su semen en el interior de su hermano menor, sabían que los estaba haciendo perder la razón sin embargo seguían cayendo más profundo sin advertir la incerteza de lo que les esperaba en fondo…

 

Sehun aun habiendo acabado seguía sin salir del interior de Tao, este a su vez yacía dormido o semi inconsciente por el acto de hipoxifilia vivido, el mayor se quedó así por un buen rato, paralizado por la realidad frente a sus ojos, él adoraba lo que estaba pasando, era excitante y placentero pero a la vez aterrador, una media sonrisa enferma se posó en sus labios y gimió, lloró profundamente abrazado al cuerpo del menor dormido, gritó, se le desagarró el alma porque supo que no sería eterno, porque entendió que todo estaba demasiado mal, demasiado podrido, lloró porque había decido irse, la distancia era lo mejor ahora, un tratamiento psiquiátrico, tiempo, medicamentos y lejanía, solo aquellas cosas parecía podrían ayudarlos a ambos a juntar los pedazos de sus almas rotas por el deseo de ser felices…

 

…Su amor estaba enfermo y cuando estás enfermo solo hay dos posibles finales: morir o sanar.             

 

Notas finales:

 

 

Bueeeenooo!!! lamento haber demorado u.u y espero de todo corazón no hacerlo en el siguiente, pues como decirlo umm... siempre dije que este fic sería corto y creo que el proximo capítulo será el último :/ así que nos diremos hasta pronto muy pronto :( de verdad espero saber sus pensamientos e impresiones y si las he decepcionado en algo me disculpo con siceridad, aunque sea para lanzarme piedras espero sus reviews, las adoro y nos leemos en el siguiente :3 besus!!! 


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