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A TU LADO por run4fun

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Notas del capitulo:

Para aquellos que querían un epilogo aquí lo tienen.

Gracias por su apoyo y por haber seguido por tanto tiempo este fic.

 

 

 

Epilogo

 

Saga y Aioria compartían una vida juntos, ambos se sentían felices y agradecidos de poder estar juntos apresar de todos los contra tiempos por los que pasaron; sin embargo, todavía quedaba algo por resolver y eso era algo que necesitaban afrontar si esperaban que su relación funcionara como debería ser.

-¿quieres que vayamos a algún lugar?- le pregunto saga, mirándolo de reojo

-de hecho lo único que quiero ahora es descansar…creo que el entrenamiento de hoy fue muy pesado y desgastante; ya no tengo energías para nada.-

-si así lo quieres por mi está bien, descansemos.-

Aioria sonrió de lado agradecía interiormente que saga se haya vuelto tan comprensivo. - entonces, ¿vamos a tu templo?- le pregunto mirándolo de reojo.

-no, la verdad preferiría ir al tuyo, porque en el mío de seguro va  a  estar el fastidioso de mi hermano y se la  va a pasar hablando de lo terrible que estuvo su día  y de porque  él nunca puede salir a presumirle la armadura de géminis a los demás y yo si.-

Aioria  sonio divertido al solo recordar, pues  su cuñado, Kanon, en verdad podía  ser un dolor de cabeza cuando se lo proponía, aparte de que le encantaba hacer  el mal tercio cuando ambos  estaban en su templo,  solo para molestar a Saga.

-bueno, si tú prefieres que vayamos a mi templo está bien.-

-genial, porque si no mi integridad mental corre peligro.-

Así, ambos se dirigieron al quinto templo. En el camino hablaban de cosas triviales y espontaneas, aunque eso no significaba  que no dejasen de admirar a la persona que tenían a su lado. Se embelesaban  con tan solo observar   sus gestos, sus expresiones, su manera de expresarse y sobre todo, esa manera especial  en la que se miraban.

De un momento a otro, Saga cogió la mano de Aioria  y la entre lazo con la suya sin  decir nada y sin atreverse a  mirarlo, aunque  tenía un  notable  sonrojo en sus mejillas. Aioria sonrió de lado mirándolo de reojo, sabía que  Saga no estaba acostumbrado a hacer ese tipo de cosas, en pareja.  Pero  por otro lado saga estaba dispuesto a hacer cualquier tipo de “cursilería” con tal de que su amado se sintiera feliz, cómodo, además   era bueno el poder  experimentar ese tipo de cosas y no negaba que  le encantaba el tipo de noviazgo que  tenía  con Aioria. Pues le  gustarle eso de andar juntos en público, tener citas, enviarle cartas, mandarle regalos y  hasta algo tan sencillo como  tomarse de la mano.  

Ya salían del primer templo hasta que…

-¡qué tal, Shaka! me alegra verte.- Aioria le sonrió alegre mientras se le acercaba y con ello también hacia que saga se acercara, pues todavía seguían tomados de la mano.

Saga alzo la mirada hacia el custodio del sexto templo, no pudo evitar el arrugar el entre cejo al verlo, pues aunque su relación con Aioria dio fin, para él jamás saldría de su cabeza que Shaka y  Aioria estuvieron en una relación formal por un tiempo.

-hola Aioria, a mí también me da gusto verte.-

- ¿y cómo has estado? ya casi no te vemos, pues  usualmente te la pasas metido en tu templo todo el día, es más, solo en las reuniones oficiales podemos disfrutar de tu presencia.-

-tú sabes que me gusta permanecer en mi templo y poder meditar con tranquilidad, además no deseo incomodar a nadie con mi presencia.   – dijo sereno Shaka al percibir  la mirada recelosa que le lanzaba saga.

-y que tal tu  saga, ¿cómo estás?-le pregunto sereno.

-bien, de hecho, ambos  estamos mejor que nunca, ¿verdad amor? - dijo saga apretando su agarre y acercando más a Aioria hacia él.

-Saga…-Aioria se sentía algo incómodo con la situación.

-en verdad me alegra que ambos estén bien y quiero que sepan que les deseo lo mejor y que espero ambos puedan ser felices juntos.-

Shaka hiso una leve reverencia ante ambos, para luego seguir su camino, aunque  se detuvo al pasar por un lado de saga.

-Saga espero sepas aprovechar esta nueva oportunidad que se te ha dado por que si no...-

-no te preocupes,  Shaka, pienso aprovechar al máximo esta nueva oportunidad así que vete tranquilo.- le dijo sonriente.

-eso espero…con permiso Aioria.- Shaka sin voltear atrás siguió su camino lentamente ante la mirada de ambos caballeros.

-Saga, no te comportes así con Shaka; él no te ha hecho nada.-

-Aioria…yo mejor que nadie sé lo que  pasa por la mente de Shaka…- bajo la mirada.- sé que el  siempre será una persona importante para ti,  pues que te apoyo y te ayudo en los momentos más difíciles, de hecho yo le agradezco todo lo que hiso por ti, pero eso no deja de lado que  todavía sienta algo especial por ti y precisamente por eso no puedes pedirme que no desconfié de el.-

-pero yo te amo solo a ti, a nadie más…creí que eso sería suficiente.-

-no es que no confié en ti,  pero…esto es algo que por el momento  no  puedo evitar…yo… no quiero perderte de nuevo ni por él, ni por nadie.-le dijo acercándose a él y tomándolo de manera posesiva.

-te entiendo saga, pero por lo menos no lo veas como a un enemigo.-‘-le dijo Aioria acariciando su mejilla.

-tratare, pero no me pidas que lo trate como a un amigo, porque eso jamás va a pasar…

Aioria dejo salir un suspiro de resignación.-mejor de monos prisa, pues ya empieza a oscurecer…-

Aioria lo guio al quito templo, saga solo sonrió para sí.

 

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-¡qué tal Shaka!, hace tanto que no se te ve, que ya se te extraña – mu le saludo sonriente al verle, Shaka solo hiso una leve reverencia ante él.

-¿en serio? y eso que pensé que nadie notaria mi ausencia…-

-no digas eso Shaka, si aquí eres muy apreciado por todos.-

-no,  por todos no…-

-¿lo dices por saga?- mu lo miro de reojo, Shaka solo se quedó callado, pero era obvia la respuesta.-  vamos Shaka,  tienes que comprenderlo, el solo “cuida” lo que considera suyo, ya sabes cómo es de posesivo, además después de todo lo que paso  yo creo  que hay que tratar de comprenderlo.-

-sí, lo sé y de hecho no me molesta su actitud para conmigo, con tal de que  Aioria sea feliz a su lado, eso me basta.-

-sí, ambos se ven felices…-mu lo dudoso.- ¿y tú Shaka como estas?

-yo bien…su pongo.-

-no te arrepientes de lo que hiciste, dejarle el camino libre a saga así, sabes que hubieras recuperado a Aioria si…-mu callo al ver la expresión sombría de Shaka.

Shaka dejo  salir un hondo suspiro, eso era en lo que gastaba la mayor parte de su tiempo, meditaba sobre Aioria y cómo hacerle para dejar de pensar en él y apartar un montón de sentimientos inapropiados para alguien como él.

 - la verdad, Mu, si  temo   arrepentirme algún día por lo  que hice…pero sabes, espero ese día nunca llegue, pues deseo que Aioria sea feliz sin importar con quien.-sonrió de lado, pues eso era lo único que lo reconfortaba de alguna manera, saber que Aioria a pesar de todo lo malo que le paso por fin pueda ser  completamente feliz.

Tras tanta meditación había llegado a una conclusión, continuar con su vida, eso era lo único que podía hacer.- sabes Mu,  he meditado mucho y creo que ya estoy listo para volver a tener una vida normal.---

-así se habla Shaka, ya verás como todo se compone con el tiempo.-le animo Mu alegre. Shaka le sonrió agradecido por sus palabras.

-bueno, supongo que tienes muchas cosas por hacer, así que ya no te quito más tu tiempo.- Shaka estaba por dejar el templo de Aries hasta que escucho la voz de su guardián llamarlo.

-espera Shaka, porque no te quedas, digo, kiki  se fue hace  un par de días a  la mansión kido y...la verdad cocine de mas, tu sabes la costumbre, así que ¿por qué no te quedas a comer?

-la verdad yo…-

- sé que eres vegetariano, así que no te preocupes que  tengo algo especialmente para ti.-  Mu le guiño un ojo, Shaka lo miro desconcertado,  luego de  meditarlo  unos segundos, asintió  y  decidió seguir a Mu hacia su comedor.

 

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Ambos se dejaron caer en un enorme sillón que Aioria tenía en su sala.

Saga se le acerco una poco, Aioria no se movió solo que quedó quieto sintiendo la cercanía de saga,  saga algo indeciso coloco una de sus manos en la pierna derecha de Aioria y  sin mirarlo comenzó a acariciar su muslo, Aioria seguía quieto, pero se notaba algo tenso,  cuando saga estaba por adentrar su mano entre sus piernas reacciono,  poniéndose en pie de repente

-¿quieres comer algo?- le pregunto algo  nervioso. Saga solo le miro algo confundido por su reacción.

-Puedo preparar algo, lo que quieras…-

-¿apoco tú si sabes cocinar? pensé que solo tu hermano tenía ese don…-

-bueno…Aioros era el que me preparaba la comida cuando era pequeño, pero…cuando se fue yo tuve que aprender…- bajo la mirada, saga se maldijo a sí mismo, por  hacer ese estúpido comentario.

-la verdad… no sé si soy tan bueno en la cocina como el, pero…si enfermas podre cuidar de ti.- le dijo Aioria guiñándole un ojo, saga le sonrió inmensamente agradecido de tenerlo y de saber que Aioria hacia lo posible para hacerlo feliz y dejar de lado el pasado.

Cuando Saga se cansó de estar solo en la sala, decidió ir en busca de Aioria. Al verlo así, con un delantal y  picando vegetales de una manera habilidosa, un sentimiento nuevo lo invadió, pues esa era una faceta de Aioria que no conocía y que tenía que admitir, le fascinaba, considerando que tanto el cómo su hermano eran pésimos cocinando y que  si se atrevían a entrar a la cocina era solo por mera necesidad; claro para no morir de hambre.

-hule bien…- le dijo saga poniéndose en su detrás.- ¿qué preparas?  -Aioria sintió el aliento de saga en su nuca, esto lo puso nervioso, sin saber porque  así que se apartó rápidamente, casi como un impulso involuntario al igual que en la sala.

-bueno…preparo espagueti, espero te guste…- dijo algo nervioso, mirándolo de reojo.

-cualquier cosa estará bien, si la preparas tu.- le dijo acercándosele de nuevo, pero esta vez acorralándolo en la mesa.

-eso espero…-dijo  Aioria, desviando  su mirada de la de  saga.

-no quieres que te ayude en algo.- le susurró al oído, para ese entonces saga hacia las cosas por instinto, ya que pocas eran las veces en las que  podían estar solos y tan cerca. Aioria sintió un  escalofrió cuando sintió el cuerpo de saga pegado al suyo y más al ser  sujetado por la cintura, cosa que hiso que soltara el cuchillo que sostenía.

-no…solo hay que esperar a que esto caliente y ya…- le dijo Aioria con notorio sonrojo en sus mejillas, cosa que enterneció a saga.

-por…porque no vamos a la sala y esperamos a que la comida  este lista.- le dijo saliendo rápidamente de la cocina,  sin darle tiempo a saga para reaccionar.

Saga lo vio alejarse rápidamente, contrariado, dejo salir un suspiro, para luego dirigir su mirada al techo, porque cada vez que intentaba tocarlo o acercársele de esa manera Aioria le rehuía. Eso definitivamente no estaba bien.

Aioria se dejó caer en el sillón nuevamente tratando de controlar sus nervios, no sabía porque le costaba tanto la cercanía de saga. Su cuerpo no podía estarce quieto al sentir esos toques que saga le proporcionaba y más cuando saga lo tocaba por debajo de la ropa. ¿Qué le estaba pasando?

Saga lo miro detenidamente, antes de volver acercársele poniéndose extremadamente cerca de él, esta vez no le daría salida a Aioria, pues lo tenía bien acorralado.

Aioria sintió su corazón latir a mil por hora, saga estaba muy cerca de él y más aún estaba mirándolo con unos ojos penetrantes y que dejaban notar un deseo que hace mucho no veía en los ojos de saga.

-saga…que…-saga poso un dedo en sus labios, silenciándolo y acercándosele a centímetros de su labio.

-creo que  ahora se me antoja otra cosa…- le susurro sobre sus labios, con un tono seductor y provocativo.

-saga…-

Aioria sintió las caricias de saga por sobre su ropa. Se quedó tieso al sentir esos labios posarse en su cuello, todo ello lo hacía sentir tan nervioso, no entendía porque si él también lo deseaba, entonces porque ese nerviosismo de su parte.

-Aioria…- le dijo antes de apoderarse de sus labios de manera pasional y desenfrenada.

No supo cómo, pero saga se le subió encima evitándole el alejarse nuevamente de él tomando la iniciativa comenzó  a tocarlo por debajo de la ropa.

Aioria no sabía de si, estaba tan nervioso, en verdad quería estar así con saga, quería pero…

-¡espera! – Aioria lo alejo de él deteniendo todo tipo de caricias.

-lo siento Aioria… no quería incomodarte…- le dijo saga cabizbajo mientras se apartaba de él.

-no es eso saga…es…es solo que…yo...-

- entiendo, todavía no es momento, no te preocupes.- saga se acomodó la ropa para luego ponerse en pie, ante la mirada apenada de Aioria.- creo que se hace tarde…así que será mejor que me vaya…- le dijo sonriéndolo de lado.

-no, espera saga.-Aioria se puso en pie intentando detenerlo.- quédate por lo menos a comer.-

-creo que  ya no tengo hambre.- saga se notaba tenso y necesitaba alejarse lo más pronto posible de el.- lo siento Aioria, pero en verdad, ahora necesito estar solo.-

Sin decir más, Saga salió de ahí lo más rápido que le fue posible. Ante la mirada pasible de Aioria, quien no sabía que hacer o decir para que se quedara.

-rayos…porque otra vez…- Aioria, se dejó caer a su sillón pesadamente,  mientras trataba de darle sentido a lo que había sucedido.

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Saga daba vueltas de un lado a otro en la sala de su templo, algo atormentado con todos los pensamientos que lo rondaban.

Por qué siempre pasaba eso cada vez que se le acercaba y pretendía algo más que unas simples caricias. Aioria le rehuía y de eso no tenía duda, pero la cuestión era por que lo hacía.

-¿qué tienes?-

-nada.-

-¿en serio?.- lo miro susceptible Kanon.- por la cara que traes, es obvio que tienes algo y por lo que deduzco es algo relacionado con el minino, verdad?

-por qué siempre quieres entrometerte en mi vida privada, yo ni te pregunto nada de tus relaciones íntimas?

-ha, con que es eso…-Kanon le sonrió ampliamente.- no me digas que ya no  puedes complacer a tu gatito como antes, que lastima, la edad sin duda afecta tu desempeño en  ciertas cosas jajajaja….-

-deja de decir babosadas…que no sabes nada.-saga se cruzó de brazos sumamente molesto por su comentario.

-bueno…solo pretendía ayudar, pero como no quieres mi ayuda está bien, me iré por ahí con alguna de mis “citas”-

-está bien te lo diré…pero no te atrevas a hacer algún comentario estúpido al respecto o ya verás.-

 -bien, tú dirás.-

-bueno…es…es que siento que Aioria rehúye de mi.-

-que dices? si casi siempre están juntos, hasta te busca para entrenar contigo, no sé de qué te quejas si esta aferrado a ti…-

-no me refiero a eso, si estamos juntos y la pasamos muy bien, pero…es diferente cuando estamos a solas…el…el rehúye a mi cercanía, de hecho solo hemos llegado a acariciarnos y eso que  siento que esta incomodo por como lo toco.-

-espera, espera, me estás diciendo que en todo este tiempo que llevan saliendo tú y el no han vuelto a tener…-Kanon obtuvo su respuesta al solo ver la cara que puso saga.

-no lo puedo creer, así que tu gatito esta arrisco y no quiere que lo toques… ¿por qué será?- Kanon se puso en pose pensativa.- tal vez está en sus días.-

-no digas estupideces.-

-bueno, bueno, entonces dime tu qué idea se te viene a la mente, genio.-

-no lo sé, solo sé que  él no se siente cómodo con mi cercanía,  tal vez…tal vez no está listo.- resoplo agobiado pasando una mano por su frente.-  la verdad no comprendo porque si yo  recuerdo que antes siempre lo disfrutábamos.- saga bajo la mirada.-…y  si nunca más me permite tocarlo de manera intima?-

-y yo que creí que tus problemas no eran tan grandes, en verdad saga, si tu minino no quiere que lo toques íntimamente tienes un graaaaan problema y la verdad no sé qué concejo darte para que salgas de este lio…-

-eso creí.- saga cambio su expresión a una se suma preocupación e inseguridad.- pensé  que todo iría bien, pero creo que  Aioria todavía no confía del todo en mi…y eso…eso me lastima.- dijo cabizbajo Kanon solo poso una mano en su hombro en señal de apoyo.

-tienes que ser fuerte saga, ser fuerte y hablar con él, decirle cómo te sientes y tratar de superar este “conflicto” porque si no, por más que se amen, su relación no va a funcionar, no con un problema así de por medio. -

Saga dejo salir un hondo suspiro, no sabía cómo manejar esa situación.  Pensaba que luego de que ambos se confesaran su amor, todo podría empezar de nuevo, pero…al parecer iba a ser algo complicado.

 

 

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-que pasó Aioria, vas  en camino al templo de tu hermano?-milo apareció en la entrada de su templo mirando a Aioria sonriente.

-no, de hecho vine a verte a ti,  pues  necesito un concejo.-

-y no se supone que precisamente por eso deberías ver a tu hermano, digo, tu hermano da muy buenos concejos,  yo en cambio.- negó con la cabeza.-  la última vez que le di un concejo a alguien, ese alguien termino muerto.-

-no exageres, si, además  lo que te voy a decir no es algo que pueda decirle a mi hermano.-  dijo algo nervioso Aioria mirando a los alrededores.

-¿enserio? – Milo ahora se veía interesado.- En ese caso,  pasa y cuéntamelo todo.- rápidamente lo llevo a uno de sus sillones y lo sentó para luego ponerse  enfrente de él.

-  dime de que se trata.-

-pues…veras…-Aioria no sabía cómo empezar a decir aquello.- tengo problemas con saga…- milo lo miro algo preocupado, pero Aioria se apresuró a decir. -no es que el haya hecho algo malo, de echo soy yo el del problema.-

-¿Y qué clase de problema tienes?-

-bueno este tipo de problema solo podría tratarlo con alguien como tú, pues tú eres experto por ello  espero me des un concejo para solucionar mi problema.-

-bueno voy a intentarlo, solo dime cuál es tu maldito problema.-dijo algo impaciente.

Aioria aclaro su garganta antes de  animarse a decirle aquello.

-es…es que la presencia de Saga me incomoda- milo confundido.-quiero decir…su…su cercanía me incomoda.- milo seguía mirándolo sin entender.-es que cuando él me toca siento que mi cuerpo no quiere…no quiere que me toque…de esa manera, luego entro en pánico y saga se va molesto por mi comportamiento.-

-haaa, ya comprendo, cuando saga de toca íntimamente tú, rehúyes de el.-

-sí, es como algo automático,  pues mi mente y  corazón lo desean, pero mi cuerpo…no.-

-¿ pero por qué? que yo sepa tú y saga tienen un historial aaaaamplio en ese ámbito de la intimidad, entonces ,Por qué ya no quieres estar con él, si se supone que ahora que limaron todas sus penas, sus culpas y su pasado, todo debería ir mejor que nunca.-

-en efecto… antes eso era lo único que hacíamos cuando estábamos solos… de hecho el sexo fue lo que nos unió al principio, luego se volvió algo especial… las caricias eran menos salvajes y más cuidadosas, los besos eran apasionados así  como intensos y llenos de amor, me encantaba la manera en la que él me…- Aioria se sonrojo ante su pensamiento.- bueno ya sabes,  pero ahora….ahora mi cuerpo lo rechaza y no comprendo porque si yo lo amo.-

- a ver…como tengo tanta experiencia en esto te hare una pregunta y quisiera que me respondas con sinceridad.-

-está bien…- dijo Aioria no muy seguro.

-¿cómo fue la última vez que tú y saga tuvieron relaciones?-Aioria se asombró por su pregunta.

-no…no entiendo porque quieres saber eso…-

-dices que tu cuerpo lo rechaza, pues tal vez no solo tu cuerpo lo rechace, tal vez inconscientemente tu no quieres que te toque. Por algún tipo de miedo, inseguridad o vergüenza oculta.-

Aioria se puso pensativo, lo que milo le decía tenía mucho sentido.

- vamos dime…

-no…la verdad no sé cómo explicarte esto…-Aioria bajo la mirada, no quería recordar aquello.- la última vez que estuve con alguien…no fue con saga precisamente…si, fue el…su cuerpo, pero…no era el  en ese momento.- milo lo miro extrañado.-  y  esa  última vez que estuve con alguien no fue  nada…no fue…no me gusto…-

-Aioria…

-sé que saga no era el en ese entonces, lo sé, no era el, pero….eran sus manos, eran sus labios…era su voz…era su piel…-

-Aioria…

-sé que en ese entonces Ares controlaba su cuerpo, se lo impotente que se ha haber sentido saga en esos momentos,  pero… fue algo traumatizante, fue muy cruel y me hiso sentir como una basura, se burló de mis sentimientos, me hiso tanto daño yo…no quiero volver a pasar por algo así. No quiero que  me toque…no quiero que me lastime…-

-¿fue esa vez que te vi bajar del templo?

-todos me vieron, ni siquiera podía mantenerme a en pie… ese día una parte de mi murió…ese día decidí que nunca más volvería a pasar por algo semejante,  yo…creo que no podría lidiar de nuevo con algo así.-Aioria bajo la mirada. -soy patético y un hipócrita de primera,  ¿verdad? dije que dejaría todo el pasado atrás pero…-

-no, no lo eres.- milo se le acerco.-  Aioria, es comprensible que te sientas así, pues no es para menos. Pero quiero que tengas esto muy en claro,  nadie, nunca más va a volver a hacer daño.-

-lo sé, sé que mi miedo solo está en mi cabeza, que saga nunca me haría daño de nuevo, que me ama…yo también lo amo, yo también quiero entregarme a él, quiero pensar solo en él, quiero sentirlo y acariciarlo, de hecho he deseado tanto tenerlo asolas conmigo y ante la luz ver…su cuerpo…sentir sus labios recorrer mi piel. Pero esto que está en mi cabeza, este miedo, temor y dolor no me deja en paz…no sé qué hacer….-Aioria se cubrió el rostro con ambas manos.- no pensé que sería así de  difícil…-

-Aioria, tus amas a saga, de hecho ambos se aman y sé que su amor es tan grande y tan fuerte que van a poder sobre llevar este obstáculo.-

-la verdad, no sé cómo…y lo peor es que lastimo a saga, él debe pensar que no confió en el que…no deseo estar con él. Y eso no es verdad, pues yo también   deseo estar con él, pero… no sé qué hacer para sacar esto de mi cabeza.-

Milo se le acerco y lo tomo de los hombros.- Aioria mírame a los ojos.- Aioria y hiso lo que milo le pidió, algo desconcertado por como lo dijo.

-¿tu amas a saga?-

-por supuesto que si.-

-¿lo perdonaste en serio?

- si lo perdone de todo corazón.

-ya no sientes ningún tipo de resentimiento hacia él?

- no, ninguno.-

-¿tu deseas estar con él?

-yo...si, si lo  deseo.

-entonces  intenta olvidar esa mala experiencia por  pasaste. Sé que fue muy traumatizante, dolorosa y humillante, pero  ya paso y ahora es tiempo de olvidar y de sustituir ese sentimiento de miedo y dolor por uno de amor y placer, deja que saga te haga olvidar toda esa mala experiencia, deja que el té llene de nuevos sentimientos, sensaciones y haga que tu cuerpo vuelva a disfrutar el estar con él.  Siente de nuevo Aioria, lánzate a hacerlo de nuevo, solo  piensa en saga  deja que te llene de su amor,  dale esa  confianza y demuéstrale cuanto lo amas y lo deseas.--Milo le sonrió ampliamente.-   y si sientes dudas a la hora de hacerlo, entonces míralo a los ojos, Aioria,  en sus ojos veras ese amor tan inmenso que siente por ti, al mirarlo sabrás que saga no va a lastimarte, al verlo a los ojos podrás darle esa confianza que deseas.- milo no apartaba su mirada de la de Aioria, casi como si lo hipnotizara.-  solo así estarás seguro de lo que haces, pues lo harás con la persona que amas y no será una acto obligado ni con malas intenciones como antes, no, esta vez será un acto de amor, un amor que van a profesarse de esa manear tan especial y única, ¿comprendes?-

Aioria parpadeo una par de veces luego se quedó pensativo,   hasta que algo hiso concesión en su cerebro, de pronto todo volvía a tener ese sentido, de pronto tenía ganas de estar cerca de saga.

-sí, tienes razón, esa experiencia desagradable ya paso, ahora tengo que volver a empezar, puedo hacerlo y   con ayuda de saga todo será más fácil.  Podre dejar esa horrible experiencia atrás, si,  al mirar sus ojos seré capaz de olvidar todo lo demás,  solo pensare en él y en el amor que nos une, que siempre nos uno …-Aioria se puso en pie rápidamente.

-gracias, en verdad te agradezco que me hayas abierto los ojos.- Aioria le dio una abraso fraternal.

-  bueno, bueno ya, deja te de agradecimientos,  que creo que todavía tienes algo muy importante que hacer…-le dijo mostrándole esa sonrisa insinuadora que tanto lo caracterizaba.

 Aioria solo le devolvió la sonrisa, para luego  descender aprisa hacia su templo, deseando ver a saga lo más pronto posible para demostrarle lo mucho que lo amaba.

 

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Saga iba subiendo rumbo al  quinto templo, desde la última vez que había estado con Aioria se puso a pensar y a meditar seriamente lo que había sucedido.  Hasta que tomo una decisión, la cual se la haría conocer a Aioria  sin importar las repercusiones que le causara.

-yo amo Aioria… hemos  pasado tantas cosas que…no voy a dejar que algo como esto me aparte de él, no.- saga se veía algo  angustiado.- y si tengo que renunciar a tenerlo de esa manera entonces lo hare, me conformare solo con tenerlo a mi lado, con  poder besarlo y acariciarlo sin intentar nada más…lo hare, sin importar cuanto me cueste, porque lo amo demasiado como para perderlo de nuevo.- tomo aire e intento destensar sus músculos, antes de aventurarse a entrar al quinto templo.

-¡Aioria! – lo llamo desde la puerta de entrada, pero no había señales de él, se vio intrigado, pues se suponía  que Aioria debería de estar  en su templo, esperándolo, Kanon le  había confirmado eso en la mañana.

Sin pensarlo mucho se adentró al  templo a paso lento, buscando alguna señal de su guardián. Como no lo hallo ni en la cocina, ni en la sala, o en otro lugar, dedujo que podría estar en su recamara, así que se acercó.

-¿Aioria, está ahí?- pregunto, tras la puerta escucho la voz de Aioria llamándolo, saga lentamente abrió la puerta para entrar.

Al entrar se sorprendió con lo que veía, la cama estaba llena de pétalos de rosas, había velas por muchas partes iluminando la habitación y, lo más llamativo,  Aioria se encontraba sentado en la cama, de una manera  muy insinuadora. Esa sin duda fue una de las visiones más bellas jamás antes presenciadas por saga. 

Aioria traía puesto una túnica de  color negro, que le llegaba a las rodillas y  tapaba un lado de su hombro, dejando  expuesto el lado derecho de su pecho.  Además de llevar un cinturón en la cintura de color dorado.

Saga no podía hablar, al ver a Aioria se quedó sin palabras, tanto por el impacto de esa visión  como por la impresión del momento. Ya que jamás antes le  había visto vestido de esa manera tan sencilla y a la vez sensual, simplemente saga no podía dejar de admirar cada parte de piel expuesta.

-te estaba esperando.- Aioria se puso en pie y se le acerco sin dejar de mirarlo a los ojos. Esta vez fue saga quien sintió todo su ser temblar al tener a Aioria así de cerca, pues estaba a unos centímetros de su cuerpo y  su aliento tocaba sus labios.

-Saga…tú me amas, ¿verdad?- le pregunto Aioria susurrándole al oído de manera suave e inocente como si no estuviera seguro de la respuesta, aunque en verdad lo estaba.

-con todo mi corazón.- logro decir intentando por todos los medios de controlarse y no hacer algún tipo de locura por la manera en la que Aioria lo trataba, pues parecía que lo estaba seduciendo.

-y…también me deseas, ¿verdad?- Aioria hablaba sobre sus labios, saga trago grueso, si Aioria seguía así no se iba a controlar por más tiempo.

-nunca he dejado de hacerlo…jamás…cada noche te poseo  en mis sueños.- como se atrevió a confesarle eso, no lo supo, pero lo que si supo fue que tras su respuesta Aioria amplio su sonrisa.

-entonces creo que llego la hora de hacer realidad tus sueños y los míos mi amor…- se acercó a su oído.- demuéstrame cuánto me amas…y…cuanto me deseas…-

Saga no pudo controlarse más tomo a Aioria de la cintura y lo atrajo así, pegando sus cuerpos para luego tomar sus labios en un beso tan apasionado como amorosos. Aioria en lo único que quería pensar era en saga, solo en él, por ello rodeo su cuello con sus brazos y se apegó a saga lo más que pudo.

Saga por puro impulso lo tomo de las piernas e hiso que rodeara su cintura, Aioria se sorprendió por ese acto, por lo que  se aferró e su cuerpo para no caer. Saga lo guio a su cama, tendiéndolo sobre el colchón y posándose sobre él enseguida.

Forzosamente tuvieron que apartar sus labios pues el aire se les hiso necesarios.

Ambos tenían la respiración descontrolada y mantenían la boca abierta en un intento de recuperar más rápido el aliento.

-Aioria…, si no quieres  hacer esto  no tienes por qué complacer…- Aioria lo callo, podando un dedo sobre sus labios.

-si quiero saga, esto es lo que más deseo hacer en esto momento, lo único que quiero hacer …yo… quiero que me toques…quiero pertenecerte como nunca  antes.- le dijo mirándolo fijamente

Esas palabras hicieron que dentro de saga naciera un fuego interno que lo quemaba y que ardía clamando   poseer ese cuerpo que tanto tiempo había deseado tener de nuevo.

-si eso es lo que quieres….- saga volvió a besarlo mientras comenzaba a tocarlo por debajo de la ropa. Aioria cerró los ojos, no pretendía pensar un otra cosa que no fuera en saga, saga y…-

-mírame…- Aioria se levantó de improvisto.- mírame bien saga…quiero que me veas como nunca antes pudiste hacerlo.-

Entonces Aioria llevo una de sus manos al broche que adornaba su hombro izquierdo,   para dejar expuesto su formado pecho y luego desabrocho su cinturón dejándolo caer a un lado de la cama  para así, de   un grácil y lento movimiento, poder  deshacerse de la túnica,  dejando expuesto todo  su cuerpo, ante los ojos de saga quien no paraba de admirar su escultural cuerpo.

Observaba casi hipnotizado cada parte de ese cuerpo pues esa era la primera que podía apreciar esa  piel reluciente, brillante a la luz de las velas y  con ese color dorado tan enigmático y exquisito. Antes solo podían sentir el cuerpo del otro, mas nunca podían verse por la oscuridad en la que siempre permanecían, pero ahora era diferente, Ahora  saga podía apreciar cada detalle de ese cuerpo frente suyo, ese cuerpo que solo él tendría el privilegio de ver y tocar.

-saga…- Aioria se le acerco mientras guiaba sus manos hacia su cinturón.- también quiero verte…deja me verte…-

Saga sonrió ampliamente, guio la mano de Aioria hacia cinturón  e hiso que lo aflojara, para luego quitarse la parte superior de su ropa,  Aioria entonces pudo apreciar la enorme cicatriz que saga tenía en el abdomen, esa que el mismo se hiso con la daga de Athena.

-lo mantengo como un recordatorio del sacrificio que hice por mi amor…y la verdad, me hacer sentir orgulloso…-

Aioria sonrió ante sus palabras, luego acaricio con suavidad esa cicatriz dibujándola con sus dedos,  haciendo que saga se estremeciera de pies a cabeza. Aioria en verdad lo estaba seduciendo y esa inocencia con la que lo hacia lo excitaba cada vez más y más.

-me gusta…- Aioria alzo  la vista hacia los ojos azulados que no dejaban de observarle.- este es el símbolo de nuestro amor y perdón…- Aioria entonces  guio su mano hacia el cierre del pantalón que saga aún tenía y lo bajo.

Saga lo ayudo a deshacerse de él, casi con urgencia pues deseaba sentir la piel de su amor mezclarse con la suya.

Ahora ambos se admiraban completamente expuestos ante los ojos de la persona que tanto amaban y a la que tanto deseaban.

Saga recostó nuevamente a Aioria para luego ponerse sobre él, beso sus labios  hurgando con su hábil lengua cada rincón de esa cálida y húmeda cavidad, sin dejar e ningún momento de tocar a Aioria acariciando sus muslos y su cintura.

Aioria solo tenía en mente a saga, solo quería pensar en él y olvidarse de todo lo demás, cosa que parecía  funcionar pues  un temblor involuntario se apodero de su cuerpo cuando sintió a saga lamer su  lóbulo derecho mientras acariciaba sus pechos.

No pudo evitar el estremecerse y cerrar sus ojos con fuerza al sentir como le abrían las piernas y se posicionaban entre ellas. Saga alzo la mirada hacia Aioria, quien mantenía los ojos cerrado y apretaba los labios intentando callar cualquier sonido de su boca.

-amor, no quiero presionarte a  nada así que si quieres detenerte por mi está bien.- le dijo suavemente y  con intenciones de alejarse.

A Aioria inconscientemente derramo una lágrima, no de tristeza ni nada parecido, sino de todo lo contrario, de felicidad, pues escuchar a saga decir aquello  lo lleno un sentimiento de inmensa felicidad y de ternura. Pues aun en ese estado de éxtasis, saga se ponía a pensar en él y  le preocupara como se sentía en esos momentos  y si en verdad quería hacerlo. Eso solo le hiso re afirmar sus acciones,  así que alzo sus piernas y volvió a acercar a saga hacia él,  rodeando sus caderas.

- solo te voy a pedir una cosa- le dijo mirándolo a los ojos y pegado a sus labios -…no te vuelvas a  detener por nada del mundo.-

Saga le sonrió ampliamente, amaba, el verdad amaba con todo su ser a la persona que tenía en frente.

-te amo…- le susurró al oído,  para luego comenzar  a  introducir lentamente y con sumo  cuidado su intimidad dentro de Aioria.

Aioria abrió los ojos y estiro su cabeza hacia atrás,  el sentir dolor era inevitable, sin embargo, ese quemante dolor que lo invadía en esos momentos,  lo soportaría una y mil veces solo si la persona que lo producía fuera saga, solo el,  además estaba seguro de que ese dolor era pasajero y que después podría disfrutar como tanto tiempo había esperado.

Teniendo en mente  lo que milo le dijo,  miro a saga a los ojos…deseado guardar su expresión y  su mirada.

-mírame saga…por favor…no dejes de mirarme a los ojos.- Aioria cogió su rostro entre sus manos sin dejar de mirar esos ojos, poco a poco se alejaba  el dolor que lo invadía.

Cuando Saga sintió el cuerpo de Aioria más relajado,  hiso un movimiento lento de carderas y así siguieron los demás movimientos; lentos pero profundos.  Saga Trataba de ser  cuidadoso pues no quería  lastimarlo de ninguna manera, aunque su ser le gritaba ir más rápido y golpear con ímpetu el punto más vulnerable dentro de Aioria, no lo haría hasta que este  se lo pidiera, y fue algo que sucedió cuando Aioria comenzó a mover sus caderas pidiendo con esos movimientos mayor velocidad y profundidad en cada arremetida.

Saga no tardo en complacer a su amado, así que  comenzó un vaivén que a cada segundo tomaba  una velocidad y una profundidad sin precedentes.

Lo único en lo que podían pensar era en no desfallecer por la intensidad de sensaciones y el desborde de sentimientos que los rondaban en esos momentos.

-agh!...Sa…Saga.- Aioria se aferró a saga  buscando mayor cercanía entre sus cuerpos.

Saga amplio su sonrisa, satisfecho, al escuchar su nombre. Le encanto la manera tan desesperada en la que lo llamaba, ya que  en sus anteriores encuentros Aioria no solía llamarlo  pues  no sabía su nombre y a saga no le gustaba  que lo llamara su ilustrísima o patriarca, él quería oír su nombre salir de esos labios,  llamándolo a los cuatro vientos haciendo denotar lo mucho que le gustaba lo que le hacía.

-como…como dices Aioria? Agh!...dilo…agh…dilo de nuevo.-le pidió sin dejar de embestirlo.

-agh…agh! SA….SAGA, SAGAAA AGH!- entonces saga arremetió   con más fuerza, estimulado por sus llamados.

Ambos estaban al borde del éxtasis y no querían detenerse, más al contrario, comenzaron a moverse con mayor frenesí e ímpetu, deseando que esa sensación  que comenzaba a invadir sus cuerpos no los abandonaran, nunca, así que trataron de perdurarlo lo más posible, hasta que fue inevitable que el orgasmo llegara y con él la culminación de su entrega. 

Saga termino cayendo  sobre Aioria, completamente agotado y   mareado  al igual que su contrario.

Ambos trataban de normalizar su respiración y regular los latidos de sus corazones, que oían retumbar dentro de sus cabezas. De hecho, ese fue el único sonido que invadía sus sentidos en esos momentos. Los latidos desenfrenados de sus corazones así como su respiración agitada.

-gracias…amor  muchas gracias.- dijo Aioria  abrazándolo aprensivo y con un par de lágrimas en sus mejillas.

Saga al sentir las lágrimas de Aioria, alzo su rostro y lo hiso mirarlo.- ¿porque me das las gracias? En todo caso, soy yo el que se siente inmensamente agradecido contigo.-

-yo…yo te agradezco que me hayas quitado todo ese dolor y ese miedo que todavía residía  en mí.- Aioria acaricio sus mejillas sin dejar de mirarlo a los ojos.-  ahora que me entregue a ti ya no tengo miedo, todo eso fue remplazado con tu amor…tú me llenaste de amor..-Aioria le sonrió agradecido,  al momento en el que acariciaba su rostro, alejando los mechones de pelo pegados a la frente de saga, saga le devolvió la sonrisa, al comprender lo que le sucedía y porque de su antigua reacción.

-soy muy afortunado al tenerte.- le susurro saga  acercándose a sus labios.

- prométeme  una cosa saga…-le dijo algo temeroso Aioria.- por favor… prométeme que jamás dejaras de mirarme así…-

Saga le sonrió, para luego afirmar con la cabeza, mientras pegaba sus frentes.-y tu prométeme que esto  lo repetiremos lo más seguido posible.- le susurro sonriente, para después besar sus labios callando cualquier respuesta por parte de Aioria.

Aioria, rio  sobre sus labios para luego rodear sus brazos alrededor de su cuello y abrasarlo  con todas sus fuerzas, deseando que ese hombre nunca se apartara de él.

Luego de separarse de ese beso ambos se miraron a los ojos por un largo tiempo. -te amo.- se susurraron al mismo tiempo.

Así pasaron la noche  ambos abrasados y  deseando jamás separarse y poder permanecer al lado de esa persona a la que amaban con todo el corazón. Eso era lo que más deseaba, estar  siempre juntos para poder compartir más bellos momentos, así como para poder  sobre llevar momentos difíciles.

Estaban seguros que nada   más podría interponerse en su relación, que los obstáculos más difíciles ya los habían superado  y que  todo por  lo que pasaron les sirvió de alguna manera para  hacer de su relación una duradera, fuerte e inquebrantable. Si,  sin importar lo que les deparara el futuro, ellos siempre permanecerían al lado de la persona a la que  amaban, siempre y nada ni nadie podría separarlos de nuevo.

 

FIN…

Notas finales:

Bueno ahora con este epilogo complete este fic. 

Espero les haya gustado el epilogo así como el desenvolvimiento de  toda la historia  hasta el final.

En verdad extrañare este fic, pues  escribirlo fue un gran pasa tiempo….TOT además porque ahora que lo termine estoy  indecisa entre  hacer una secuela de este fic, hacer uno nuevo con la misma pareja o  continuar el otro fic que tengo…TOT…una decisión así no es fácil para mi pues a mí me gustaría poder hacer todo, pero el tiempo no juega a mi favor, así que si podrían ayudarme a decidir se los agradecería mucho.

Espero sus comentarios y…

! MUCHAS GRACIAS POR HABER LEÍDO Y APOYADO ESTE FIC! lml.

Ssf


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