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El príncipe mestizo por CielTrancy

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Notas del capitulo:

Hola a todos.

Sé que ha pasado algún tiempo, pero prometo hacer lo posible para aumentar las actualizaciones.

Creo que este fic se ha alargado demasiado, no pienso apresurarme con la trama, esta seguirá el ritmo que siempre tuvo, sólo deseo disminuir el tiempo entre cada actualización.

Gracias a: HiroDUzumaki, SortKean y Cass por comentar.

Espero que les vaya a gustar el cap.

Capítulo 15: Doppelgänger.

 

 

Estimada abuela:

Espero disfrutes tu estadía en Alemania, las clases han transcurrido con normalidad.

Se acerca el 31 de octubre y a petición del director celebraremos Halloween  como los anteriores años.

Quería pedirte un favor, me gustaría que me consiguieses un marco para una pintura que realizamos en clase.

Sé que nadie sería capaz de escoger uno mejor que tú.

Por favor, mándale a padre mis saludos.

Tu nieto.

Harry.

 

 

 

— ¿Con quién duermes Harry?

 

El aludido dejó de prestar atención al pergamino para luego alzar la cabeza y mirar al retrato en la cabecera de su cama.

 

—Contigo.

 

Los ojos verdes lo observaron intensamente, correspondió a la mirada porque nunca debía rehuir, nunca debía mostrar debilidad y aún así sintió cómo su rostro se calentaba lentamente.

 

¿Era normal?

 

Pero él era un tanto diferente.

 

—De vez en cuando escucho ruidos y voces cuando se supone estás en clases.

 

— ¿Te molestan? —le preguntó.

 

Las cortinas estaban abiertas dejando entrar la luz de las lámparas.

 

Afortunadamente Nott estaba enfermo, pasaría la noche en la enfermería y Draco no se vería limitado como las anteriores veces.

 

—No.

 

Aquello era absurdo, pero nuevamente a veces lo olvidaba, Draco tenía 11 años, era fácil olvidarlo cuando hablaba y se comportaba como alguien mayor.

 

“¿Te asustó?”

 

—Debe ser Theo.

 

— ¿Theo?

 

—Theodore Nott.

 

Nott era una imagen borrosa en su mente, un sangre pura como él, pero todo hubiese sido más sencillo si Harry se hubiera limitado a darle una respuesta en vez de envolverle.

 

— ¿Nott es mi amigo?

 

Una sonrisa burlona se formó en sus labios.

 

—Honestamente no lo sé—dudó—creo que no, seguramente son políticas de la casa.

 

El preadolescente lo observó con naturalidad, pero no le sorprendió que no se viese afectado por no tener amigos o que la razón de su amistad con Nott estuviese basada en la conveniencia.

 

— ¿Quién es ella?

 

La voz estaba cargada de veneno, era distinto al tono petulante que usaba para burlarse de los demás, hablar de la sangre o insultar su procedencia.

 

—Marie es de Ravenclaw, estamos saliendo desde hace algunas semanas.

 

Su expresión cambió, convirtiéndose en una de malicia.

 

—Una amante de los muggles—se burló,

 

El asco y odio en su voz como siempre se hizo presente al mencionar a los muggles o a los niños mágicos engendrados por ellos, por un instante creyó que lo llamaría “sucio mestizo”.

 

Recordó a su homólogo vivo llamando a Granger sangre sucia después de la clase de cuidado de las criaturas mágicas.

 

Era una foto muggle, aburrida, carente de vida.

 

Marie estaba sentada en la banca de un parque desconocido durante la noche, vestida con ropas muggles y una enorme sonrisa en su rostro.

 

Estaba  de más decir que era patética.

 

Sangre pura y amante de los muggles, su padre la amaría aunque seguramente hubiese preferido a una nacida de muggles o a la misma Ginny Weasley, una copia casi exacta de su madre.

 

—Voy a terminar con ella dentro de unas semanas, empieza a volverse insoportable—le comentó.

 

—Que bien que sepas que tipo de amistades te convienen.

 

Él jamás se lo diría a Nott.

 

Unos cuantos besos y un par de salidas a Hosmeade los fines de semana.

 

—Yo jamás estaría con alguien así.

 

A pesar de que muchas de sus memorias estaban ausentes, estaba muy seguro sobre la supremacía de la sangre y sus elecciones en cuanto a sus amistades.

 

—Tengo que terminar el ensayo.

 

Draco no entendía que había hecho mal, usualmente Harry se quedaría hablando con él por horas, él era la prioridad de Harry.

 

Harry lo anteponía ante todo.

 

Sintió una opresión extraña en su pecho, casi asfixiante junto al dolor en la garganta.

 

Quería reírse de sí mismo por las palabras que iba a pronunciar y los sentimientos que lo embargaban.

 

—A menos que fuese muy especial—susurró.

 

Todo era tan extraño.

 

El malestar desapareció siendo sustituido por el calor en sus mejillas.

 

Harry nunca se había sonrojado antes.

 

 

 

 

 

— ¿Furioso, Nott?

 

Él no entendía que tenía Malfoy en contra suyo.

 

Cuando eran niños fueron presentados en una de las reuniones habituales de sangre pura y portadores realizada en Malfoy manor.

 

Nott fue dejado en una sala cerca a la estancia de los adultos junto a los demás al cuidado de los elfos domésticos.

 

Aún podía recordar la larga mesa acorde a sus tamaños, las miradas curiosas o altivas de los niños presentes.

 

Por fuera se veía sereno con finas ropas negras, pero en su interior era un manojo de nervios.

 

Su madre había muerto hace dos días,  aún podía sentir la tierra en sus manos, el recuerdo estaba demasiado fresco.

 

Debería estar en casa, pero su padre lo había forzado a venir a una fiesta y a relajarse con unos amigos.

 

—Theodore, estar con gente de tu edad te hará bien.

 

El lazo en su cuello, la camisa, la capa, las ropas hechas a su medida jamás le habían causado tanta molestia.

 

La criatura se le acercó y le pidió su capa, se la entregó con cierta reticencia, sin ella se sentía expuesto.

 

Sólo eran unos segundos.

 

—Bienvenido. Soy Draco Malfoy, ¿cuál es tu nombre?

 

Su padre hablaba de los Malfoy de vez en cuando, nunca en un buen tono, nunca de buen agrado.

 

 

 

 

Su relación siempre había sido cordial.

 

—No, ¿por qué habría de estarlo? —le respondió con serenidad.

 

El rostro de Malfoy se descompuso en una mueca de ira por unos instantes para ser sustituida con una sonrisa sarcástica.

 

—Quizás porque no se dignaron a visitarte. Deberías ser más cuidadoso o empezarán a percatarse o quizás yo deba abrirle los ojos.

 

— ¡No!

 

Trató de levantarse, pero sólo consiguió que un fuerte mareo lo invadiese.

 

La sonrisa se amplió.

 

—Que tengas dulces sueños, Nott.

 

Se fue no sin antes agitar la mano a Nott en señal de burla, faltaba poco para el toque de queda y se supone que ya debería estar en su dormitorio.

 

Sinceramente no entendía la razón de su desidia repentina hacia Nott, si bien no eran los mejores amigos tampoco le desagradaba el muchacho.

 

Ahora el sólo verle le causaba molestia.

 

—Malfoy, directo a las mazmorras—le instruyó.

 

El prefecto de Slytherin pasó por su lado no sin antes lanzarle una advertencia sin volver hacia atrás.

 

Hizo caso omiso de la orden y el tono de voz, continuó caminando como si nunca se hubiese topado con él.

 

Existían jerarquías y él estaba en un escalafón más bajo que Kidnell a pesar de la reputación de su familia, contuvo la rabia en su interior.

 

No le convenía.

 

—Tom Riddle, heredero de Slytherin.

 

El actual prefecto era un admirador del nuevo ministro que por cierto  había sido un miembro de su casa y también había ocupado el lugar de prefecto.

 

Lo curioso era que fuese un mestizo y a la vez el último descendiente vivo de Salazar Slytherin.

 

Un mestizo había logrado llegar al puesto más alto del  ministerio, capaz de celebrar o derogar leyes.

 

La aparición de Tom Riddle, ahora Slytherin causó un gran impacto en los magos de Inglaterra.

 

La sala común estaba vacía o al menos eso creyó hasta acercarse lo suficiente y vislumbrar a Potter sentado en uno de los cómodos sillones ajeno a su presencia.

 

A veces no se entendía y mientras agitaba su varita susurrando las palabras no pudo evitar imaginar  a su padre recriminándole por un acto tan estúpido e infantil.

 

Él lo sabía, pero no pudo evitarlo.

 

—Serpensortia.

 

La hermosa y elegante serpiente se deslizó en la alfombra arrastrándose hacia Potter, el negro de sus escamas resplandecía gracias a la luz de las lámparas, el siseo de la serpiente alertó a Potter cuando estaba frente a él.

 

Un solo movimiento y esta la mordería.

 

Contradiciendo todo pronóstico despegó la vista de la serpiente hasta encontrarse con el rostro extasiado de Malfoy, los ojos grises resplandecían.

 

Su varita estaba guardada en el bolsillo de su pantalón y era obvio que el reptil no le permitiría usarla.

 

Potter no movió ni un músculo, solo mantuvo el contacto con los ojos grises.

 

—Draco—pronunció.

 

La sonrisa maliciosa se acrecentó y él pudo compararlo con las muchas veces que Draco hacía una maldad a los otros estudiantes.

 

La serpiente continuó avanzando emitiendo un siseo continuo, trepándose por la pierna de Harry lentamente, ascendiendo hasta casi llegar a la altura de su cuello.

 

— ¿Te gusta? Es mía.

 

Su tono de voz jactancioso lo descolocó por unos instantes porque de algún modo le recordó a Sirius intentando impresionar a su padre con una y mil tretas.

 

Abrió la boca, pero su voz fue callada por la sedosa voz de Snape.

 

—Vipera envanesca.

 

Draco vio con desesperación como la serpiente empezaba a quemarse en ambas direcciones hasta quedar como único rastro de su presencia cenizas en la ropa de dormir de Harry.

 

Alzó la vista con rabia hacia el culpable.

 

—Tenemos que hablar—dijo con el ceño fruncido—y será mejor que haya una buena explicación para esto. Síganme.

 

Snape empezó a caminar, pero antes de seguirle no pudo evitar mirar a Potter que estaba sacudiendo las cenizas de su ropa.

 

El sentimiento que originó todo desapareció y siguió a Snape, escuchando detrás suyo los pasos de Harry.

 

Estaba en problemas, su padre lo mataría.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capítulo.

Déjenme una crítica, comentario, voy a estar gustosa de responderles.

Comenten.


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