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Algo de lo que hablar (Newtmas AU) por Kanes

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Notas del capitulo:

DISCULPEN LA TARDANZA!!! Es que he estado muy ocupada con el baby shower de un primo que va a ser papá de gemelos. Ajaja, un niño y una niña, sdfasdf

Bueno, este es el tercer capi del fanfiction. Pueden visitar la versión oficial en ArchiveofOurOwn.

En el momento en que sus labios se tocaron, el cuerpo de Newt estuvo en llamas. Al principio pensó que sería por vergüenza, por los chiflidos de elogio que les lanzaban. Pero cuando Thomas movió su cabeza para que sus labios se presionaran más firmes, Newt dejó ir un suspiro al darse cuenta de que era a causa del beso mismo.

 

Los labios de Thomas eran suaves contra los suyos, aunque un poco agrietados, haciendo a sus ojos aletear ante el sentimiento. El lado de la nariz de Thomas se rozó contra la de Newt al inclinar este la cabeza para darle al beso otro ángulo. Los segundos pasaron, y los silbidos eventualmente se apagaron en su cabeza, cuando las manos que Newt había posado en las mejillas de Thomas pasaron a posarse en su pecho, descansando en este.

 

Thomas se alejó levemente, conteniendo el aliento, y sus ojos permanecieron cerrados mientras que sus frente siguieron tocándose. Newt abrió los ojos primero, lentamente, y miró a las fruncidas cejas de su amigo. Entonces esto se fue cuando le dio a Newt una sonrisa de manera más convincentemente enamorada, con un rastro de culpa no obstante. El corazón de Newt hizo algo que no pudo describir.

 

El familiar sonido de un teléfono hizo a Newt voltearse. Los estudiantes estaban en círculo alrededor de ellos, todos boquiabiertos ante lo que habían visto. El rubio se tornó de un rojo rosaceo cuando vio que todos los ojos estaban en él. No obstante, estuvo aliviado de no ver odio o disgusto según lo que pudo ver. Entonces recordó porqué había besado a Thomas en primer lugar y se volteó hacia Aris.

 

-Ya está, aquí está tu jodida prueba.

 

Arrastró a Thomas lejos de la multitud y de un muy entusiasmado Aris, hacia la clase vacía ubicada dos corredores más allá. El silencio los rodeó, el único sonido proviniendo de los pies de Newts tras cerrar la puerta y entrar en la sala, junto con el jadeo de Thomas saliendo de su garganta al darse cuenta de que había besado a su mejor amigo. Eso había transgredido por completo la regla que él mismo había establecido.

 

-Mierda, Tommy, perdona por haberte besado -dijo Newt finalmente, pasando sus manos por su cabeza, sintiéndose enfermo ante la incómoda tensión entre ellos- . Tú sólo... te viste tan perdido.

 

Thomas le miró con una expresión divertido una vez hubo tomado asiento en uno de los escritorios.

 

-Cálmate, Newt. Tranquilo. No me enojé ni nada.

 

Entonces Newt se dio cuenta del tono de pánico en su propia voz.

 

-¡Pero no dijiste nada en todo el rato!

 

-Ni tú.

 

Eso lo enmudeció. Thomas le había dicho que lo dejara ser quien hablara, pero Newt había pasado eso por alto. Los hombros del pelinegro se sacudieron, con sus ojos arrugados al reírse por lo bajo. El rubio trató de contener su propia risa, pero se le unió de todos modos cuando Thomas comenzó a carcajear.

 

-Oh, dios. No puedo creer que nos besamos.

 

Thomas sacudió la cabeza y su risa se apagó.

 

-Pero...

 

Oh, no, pensó Newt. Thomas puso un dedo en alto al mostrar sus ojos un rastro de malicia.

 

-¿Ahora qué? -susurró Newt. Thomas se levantó del asiento, tomándolo de los hombros. Aunque no quiso, Newt se tensó bajo el toque de su mejor amigo, pero lo dejó guiarlo a donde quiera que estuviera yendo.

 

-Creo que es la manera perfecta de vender esto -El pelinegro lo sacó de la sala y se encontraron en el hall vacío- . Es decir, mostrarles algo de gestos afectuosos no les hará daño a nadie, ¿no?

 

Thomas le miró con tal esperanza, que pareció que le estuviera diciendo “No te importaría, ¿verdad? Hazlo por mí”.

 

Él y Thomas siempre habían sido un poco... apegados el uno con el otro. Incluso para mejor amigos que lo han sido por diez años. Un día tuvieron una pijamada y habían despertado con sus extremidades enrededadas entre ellas, acostados muy cerca el uno del otro. Ninguno de los dos se sintió raro al respecto cuando se separaron. Newt también recordó aquella vez en que fue a jugar con el skate de Thomas, pero entonces llovió tan fuerte que tuvieron que esperar a que la lluvia se detuviera bajo la protección de una parada de autobus. Newt estaba temblando congelado, tanto que todo su cuerpo se agitaba, pero entonces Thomas tomó sus manos entre las suyas y le echó aire caliente para entibiarlas. Siempre sonriendo. Y aún no era extraño. No para ellos.

 

Y entonces hoy se habían besado. Al ver hacia atrás su historia juntos, Newt decidió que lo de hoy era casi nada. Así que, ¿qué daño podría hacerles un poco de gestos de afecto en público?

 

-Está bien -dijo Newt luego de un minuto con una leve sonrisa- . Sólo porque no quiero que mi hermana y su novio me lo saquen en cara, ¿de acuerdo?

 

Thomas sonrió ampliamente y tomó a Newt de un lado, con la cabeza del rubio bajo su brazo. Le dio fuertes coscorrones con su puño apretado. Entonces agradecidó al rubio por ser tan jodidamente asombroso. Citando.

 

Terminaron saltándose el resto del almuerzo, y planearon saltarse también Inglés, y se sentaron en el parque desierto en la parte trasera del colegio. Ninguno de los estudiantes entendía el cómo un lugar siempre tan lleno de niños era el lugar perfecto para esconderse cuando querías saltarte clases, pero Newt agradecía que ese lugar existiera. Sin embargo, estuvo sorprendido de divisar a un par de chicas sentadas en el pasto. Empezaron instantáneamente a mirarlos y a charlar en secreto cuando los vieron aproximarse. Él gruñó.

 

-¿De verdad tenemos que quedarnos aquí? -le preguntó a Newt quejándose, cuando Thomas lo arrastró al pasto. Una de las chicas notó el gesto y comenzó a reírse por lo bajo- . Me siento como una jodida celebridad ahora.

 

Thomas rió y alzó las cejas.

 

-Espero que lo digas en un buen sentido.

 

Newt estaba emocionado acerca de ellos. Era sólo que era un poco fastidioso, se dijo a sí mismo. Además el miedo de ser descubiertos lo hacía dudar un poco. Y las cosas que debían hacer para no ser descubiertos eran: besarse, tomarse de las manos y todos los gestos afectuosos que Newt siempre vio en el hall y trató de evitar. No era raro hacerlo, no obstante. Newt siempre compartió contacto físico con Thomas. Era sólo que hacerlo lo hacía sentir como un perdedor desesperado por hacerse notar. Pero no importaba, lo hacía por Thomas. Siempre lo hacía por Thomas.

 

-Todo bien, Thomas -dijo Newt antes de sacar un libro de texto de su mochila. Al momento de hacerlo, Thomas se burló de él y rodó los ojos.

 

-Tío, nos saltamos una clase y ¿vas a usar este tiempo para hacer tareas? -dijo, moviendo su bolso detrás suyo, acomodándolo antes de apoyar la cabeza sobre este como una almohada.

 

-No haré tareas. Tú lo harás -dijo Newt, colocándo el libro sobre el pecho de Thomas, quien dejó salir un gruñido exasperado ante el golpe sobre su torso- . Porque estoy bastante seguro de que no has estudiado para el examen de Historia que tenemos después de esto.

 

E inmediatamente, Thomas se enderezó.

 

-¿El examen de Historia es hoy?

 

Newt rió echando la cabeza hacia atrás.

 

-No, sólo estaba bromeando.

 

Thomas le lanzó el libro y dio un suspiro de alivio. El pelinegro murmuró un rápido y enojado “No es gracioso, Newt” antes de volver a la posición anterior.

 

Se quedaron en silencio, y el rubio siguió leyendo el libro, y cuando miró hacia arriba, no vio a las chicas por ninguna parte, y Thomas había cerrado los ojos. Chequeó su reloj, y vio que quedaban diez minutos antes del siguiente período.

 

 

 

-¿Hey, Newt? -murmuro Thomas después de un rato. Newt le miró y vio que sus ojos estaba todavía cerrados. Tenía una mano sobre la frente para bloquear la luz del sol.

 

Newt asintió en respuesta.

 

-¿Qué piensas de Teresa?

 

¿Teresa? ¿Teresa Agnes?

 

-¿Te refieres a la Teresa con la que hablaste en la fiesta de Minho?

 

Thomas asintió, abriendo los ojos, y volteándose para descansar sobre su lado derecho y usando su brazo como apoyo.

 

Nunca habló con Teresa lo suficiente para tener una opinión de ella. Pero había escuchado muchos rumores sobre ella en el colegio. Sabía que era la chica más popular allí, pero no por las razones correctas. Tenía entendido que nunca había tenido novios pero que le gustaba andar con uno y otro. Por ello fue que prefirió opinar sobre cómo lucía.

 

-Ah, es linda, una chica atractiva -dijo lentamente, y frunciendo el ceño cuando Thomas murmuró que sí, que era linda- ¿Por qué?

 

Thomas gruñó, con los ojos iluminándose de repente.

 

-Oh, no... nada. Sólo preguntaba tu opinión sobre ella.

 

Newt frunció el ceño hacia él. El pelinegro estaba gruñendo como si no hubieran sido amigos por años. No. Él conocía esa mirada. Era la mirada que ponía Thomas cuando solía tratar de negar que tenía un enamoramiento por Harriet de vuelta en primario. Al bastardo le gustaba Teresa.

 

-Te gusta -dijo Newt con firmeza, con los brazos cruzados en el pecho.

 

-¿Qué? ¡No! No, no me gusta -dijo Thomas rápidamente, lo que provocó un meneo de incredulidad de parte de Newt. El pelinegro suspiró- . Está bien, quizás. Un poco. ¡Pero no puedo!

 

-¿Por qué? -preguntó Newt confuso.

 

-Porque -Thomas empezó a empacar las cosas de Newt en su mochila y cuando se levantó tomó a Newt de la mano para ayudarla- . Estamos en medio de algo aquí. Estamos fingiendo estar juntos, ¿recuerdas?

 

Ah. Newt casi había olvidado que estaban “saliendo”. Lo que significaba que no podían tener otras novias. Porque estaban juntos.

 

Sintió tantos deseos de golpear a Minho en el trasero en ese momento que...

 

-Bueno, sí. Sería raro si empezaras a salir con otra gente.

 

Thomas estuvo de acuerdo, pero frunció sus cejas como siempre hacía cuando estaba pensando. Cuando entraron al vestíbulo, se toparon con la multitud usual. Thomas tomó la mano de Newt nuevamente, entrelazando sus dedos. La mano de Thomas estaba cálida contra su mano fría, y como siempre, Thomas completó aquella parte incompleta de sí mismo.

 

-¿Crees que debería decirle? Acerca de nosotros, me refiero. Creo que podría guardar el secreto, y entonces ¿Quién sabe? -Newt gruñó y negó con la cabeza antes incluso de que Thomas acabara- ¿Qué? ¿Por qué?

 

-Es sólo que... no lo sé. ¿No crees que arruinaría el motivo por el que estamos haciendo esto? -rasonó Newt. ¿Cómo podía asegurar Thomas que Teresa guardaría el secreto? Además, sólo has salido con Teresa una vez, Tommy. Este es un gran secreto.

 

Thomas asintió junto a él, entendiendo su punto.

 

-Está bien, pero cuando terminemos con esto, haré algo al respecto de ella.

 

Newt rodó los ojos y murmuró un lento “Haz lo que quieras, Tommy”. El pelinegro aparentemente lo escuchó y sobó el brazo de Newt.

 

-¿En serio? Oh, Newt, ¡podría hasta besarte ahora mismo!

 

Estaba a punto de empujar a Thomas lejos cuando sintió su teléfono vibrar en su bolsillo. Lo sacó y lo desbloqueó, dio una inspiración violenta cuando abrió el mensaje.

 

Era una foto de ellos dos besándose, editada con filtros y corazones alrededor de ellos. La descripción de cía “Todos saluden a nuestros Reyes” en grandes letras doradas. Cuando alzó la mirada, notó que Thomas había recibido el mensaje también. Y todos quienes los rodeaban.

 

-Hey, esto es muy tierno. Newt, ¿lo recibiste también? -dijo Thomas, asomándose por detrás de su hombros para mirar su teléfono- La pondré de fondo de pantalla.

 

Newt sabía que Thomas no hablaba en serio, pues dio una risita baja cuando dos chicas se acercaron a ellos. Thomas se inclinó hacia Newt, entonces, y le susurró al oído:

 

-Vamos a ganar esto, tío.

 

Él asintió y rápidamente palmeó la espalda de Thomas.

 

-Está bien, Tommy. La clase empieza pronto, vámonos.

 

Thomas puso la mano de Newt abajo, confundiéndolo a la vez que veía a su mejor amigo tornar la cabeza en dirección opuesta a donde deberían estar yendo. No le sorprendió ver a Teresa parada junto a su casillero, sus ojos pegados a su pantalla de celular. Sin duda también había recibido la foto, parecía que todo el colegio lo había hecho.

 

-Hey, te veré en clase, ¿de acuerdo? Iré a hablar con ella.

 

Newt rodó los ojos, viendo cómo su mejor amigo se volvía instantáneamente el más sumiso de los cachorritos.

 

-Está bien, no tardes.

 

Dobló hacia la derecha para dirigirse a Historia, mientras Thomas iba a hablar con la muchacha.

 

 

 

 

 

Newt esperó a por Thomas en el parque. Planeaban jugar FIFA antes de terminar con su proyecto de ciencias fijado para dos días después. Debía ser supuestamente un trabajo en grupo. El otro chico del grupo se llamaba Clint, pero un pariente suyo había fallecido y había tenido que irse de la ciudad por una semana.

 

Así que aquí estaba Newt, esperando contra el auto de la madre de Thomas, jugando con su teléfono. Justo cuando estaba a punto de superar su record en un tonto juego para pasar el rato, un mensaje de Thomas hizo a Newt apretar mal la pantalla touch, haciendo que el jugador golpeara la pared del laberinto. Gruñó con fastidio.

 

Tommy: mira. Ahora.mismo.

 

Lo hizo a regañadientes y vio a Thomas, riendo ampliamente en dirección a Newt, pero con Teresa Agnes caminando a su lado. Estaba tan cerca que sus caderas y brazos se rozaban cada tanto, y ella reía tras una de las bromas que probablemente Thomas le había dicho y que siempre le decía a él.

 

Cuando pararon en frente suyo, oyó entre palabra y palabra que estaban hablando del tiempo en que el pelo de Justin Timberlake lucía como ramen sin calentar.

 

-Te enviaré la foto luego -le dijo Thomas. Teresa dejó de reír y sonrió ampliamente, causando a Newt alzar las cejas y hacer una mueca con la boca. Entonces Teresa miró a Newt, y se volvió hacia Thomas cuando su risa desapareció.

 

-Me gustas, Thomas -le dijo ella, acercándose a darle un pellizcón.

 

Incluso Newt pudo percibir cómo el cuerpo de Thomas se contorsionó ante su toque, para luego quedarse quieto como piedra.

 

-¿En serio?

 

Newt rodó los ojos. Patético, pensó.

 

Teresa asintió, aparentemente ignorando el hecho de que las mejillas de Thomas se habían tornado de un rojo incandescente de un segundo a otro.

 

Thomas todavía estaba mudo, y a Newt le dio algo de lástima. Tomó a Thomas de la cintura y lo atrajo hacia sí. El movimiento debió sorprender al pelinegro, pues miró a Newt con confusión.

 

Ah, entonces no era sólo Newt el que se olvidaba constantemente de que estaban fingiendo ser una pareja. Pero la diferencia era que era Thomas el que más deseaba fingir de entre los dos.

 

Sin embargo, Teresa pareció captar la indirecta, pues miró a Newt atentamente antes de asentir.

 

-Debería irme a casa. ¡Te veo más tarde!

 

Se alejó, moviendo las cinturas como si fueran de gelatina. Si había una chica que podía lucir sexy en vez de molestosamente infantil mientras caminaba de esa manera, era Teresa Agnes. Hizo a Newt detestarla.

 

-Tío, ¿escuchaste eso? -Thomas finalmente volvió a respirar cuando Teresa estuvo lejos- ¡Le gusto! -Y entonces dejó salir un chillido de emoción. Newt tosió ante lo desesperadamente necesitado que Thomas sonó ahora mismo.

 

-Creo que quiso decir que le gustas como un amigo, Tommy -dijo una vez qe entraron al auto, dejando su pie casi atrapado cuando cerró la puerta- . Antes de que me preguntes porqué, sólo recuerda que fue tu idea...

 

-Idea de Minho -lo corrijió Thomas suavemente.

 

-... seguirle la corriente a Minho con su estúpida suposición de que estábamos saliendo -Newt se puso el cinturón, un poco apretado alrededor de su entrepierna- . Estoy más que feliz de renunciar.

 

Aunque parte de él realmente quiso seguir fingiendo. La popularidad había tenido sus ventajas en este pasado día. Un chico de primer año incluso se ofreció a pegar algo de los posters que él estaba acarreando en el último período de clases.

 

-Hey, no lo hagas -se quejó Thomas- . Tenemos que ganar como reyes del baile.

 

Thomas se rió y agitó la cabeza. “¿Ojitos de miel?” se burló mientras le daba coscorrones a Newt en el pelo, dándole una sonrisa mientras sus ojos iban enfocados en el camino.

 

-No te preocupes, aún te quiero.

 

Newt bufó y apoyó la cabeza de vuelta al respaldo de la silla. El resto del camino se lo pasó escuchando a Thomas cantando junto con la voz en la radio.

 

 

 

Thomas ya estaba en camino a subir su árbol cuando Newt se bajó del auto, por lo que se apresuró a detenerlo diciéndole que su mamá estaba en casa, y que debería usar la entrada de la casa como una persona normal. Thomas le imitó a escondidas como un mimo, pero se apresuró a seguirlo dentro de la casa.

 

Había esperado que su madre estuviera en la cocina haciendo la cena, pero no esperaba -no sólo ahora, sino nunca- que Brenda estuviera allí, vistiendo un feo y florido delantal que nunca antes había visto, cortando cebollas con una gran sonrisa en su cara. Le miró y su sonrisa se convirtió en una mueca a la vez que ponía el cuchillo abajo.

 

-Bueno, mira quien está en casa.

 

Su madre se volteó desde la estufa, con su fuerte acento sureño floreciendo desde sus labios cuando habló.

 

-¡Newt! ¡¿Cómo estuvo el instituto hoy, cariño?!

 

Newt se acercó a darle un beso en la mejilla.

 

-Estuvo... -Miró a Thomas, quien caminó dentro de la cocina para ayudarle.

 

-Estuvo interesante.

 

Brenda tosió detrás suyo, y cortó la cebolla más rápido, probablemente imaginándose ese “ineteresante día” en la cabeza. Ella sabía de qué estaban hablando, él esperó, asustado, que no le dijera a su madre.

 

-Oh, Thomas estará aquí, a propósito. Vamos a trabajar en nuestro proyecto de ciencias- Newt informó, sacando dos cocacolas del refrigerador.

 

-Hey, Anne, adivina qué.

 

Newt pudo escuchar a Brenda cuando iba saliendo de la cocina.

 

-Se han postulado dos candidatos más para ser reyes del baile este año.

 

Él y Thomas se detuvieron al subir por las escaleras. Newt se volteó a mirar a Brenda desde allí, y la fulminó con la mirada, advirtiéndole. No te atrevas.

 

-Oh, cariño, no tendrán oportunidad contra ti -dijo Anne con entusiasmo, al tiempo que pasaba su mano por la mejilla de la chica de cabello negro. Brenda inclinó el cuello para lanzarles a ambos chicos un rápido guiño. Newt rodó los ojos y arrastró a Thomas hacia el segundo piso.

 

-Qué estúpida -murmuró Newt. Thomas asintió detrás suyo, y ambos entraron en el cuarto del rubio.

 

Cerró la puerta ligeramente más fuerte de lo necesario.

 

Newt aplastó su cara contra la cama primero y gruñó:

 

-La odio tanto -balbuceó contra la almohada.

 

-Sí, fue un poco... -Thomas se deslizó junto a su cama, tratando de buscar la palabra correcta- ¿Ruda?

 

Newt soltó y bufido y asintió hacia Thomas.

 

-Mi mamá la adora porque finalmente tiene una chiquilla con la que hacer todo tipo de cosas femeninas.

 

Recordó cómo su madre estaba de quieta cuando eran solo los dos en la cena, pensando en todo lo que ambos habían perdido los últimos meses. Newt estaba feliz de ver cómo había cambiado ante la llegada de Steve, el padre de Brenda, y de lo feliz que se había vuelto cuando los dos se mudaron allí con ellos. Por mucho que Newt odiara admitirlo, Brenda era la hija perfecta que ella necesitaba. Su madre era mucho más feliz ahora.

 

Suspiró y hundió el rostro en la almohada, y de repente sintió una extraña sensación eléctrica corriendo desde arriba hacia abajo por su columna, esto cuando Thomas apoyó sus manos en su espalda.

 

-¡Vaya, tío! Tu cuerpo se relaja un montón con mis manos -dijo Thomas admirado, riendo. Newt escuchó cómo la mochila de Thomas caer en el suelo junto a su cama, y sintió el costado de esta hundirse un poco. Cuando miró hacia arriba vio a Thomas sentado detrás suyo.

 

-¿Qué haces? -le preguntó con una ceja alzada.

 

Thomas lo hizo callar y empujó su cabeza de vuelta a la almohada gentilmente. Entonces sintió las manos de Thomas en su espalda de nuevo, gentilamente masajeando su piel por sobre su polera. Empuñó su mano y las paso contra los nudos en la espalda de Newt.

 

-¡Joder, eso se siente asombroso!

 

Escuchó a Thomas reír, mientras sus manos seguiendo trabajando sobre su espalda, arriba y abajo, en círculos. Trató de recordar la última vez que tuvo un masaje así, pero no pudo hacerlo. Estaba feliz de tener a Thomas como su amigo, tenía habilidad cuando se trataba de esa clase de cosas. Otra vez con los toqueteos...

 

La puerta se abrió, y escuchó a Brenda chillar de disgustos, haciéndolos a ambos mirar hacia su arrugada cara.

 

-¡Eu, eu, eu! -dijo ella, agitando sus manos frenéticamente en frente de ella- ¡No estarán haciendo eso, ¿verdad?!

 

Thomas resopló y trató de no reír.

 

-Oh, dios, ¡Asqueroso! No quiero estar traumatizada de por vida -dijo contra la puerta tras cerrarla. Se escucharon sus pasos descender por las espaleras rápidamente.

 

-Eso fue divertido -dijo Thomas luego de que ambos rieran. Newt estuvo de acuerdo y se sentó en la cama, sintiéndose mucho mejor ahora que toda la tensión en su cuerpo se había ido- . Bueno, ¿estuvo bien?

 

Newt asintió y murmuró un gracias antes de ir al baño a lavarse la cara. Entonces miró hacia abajo, y... oh, dios, se dio cuenta de que estaba duro. ¿Qué diablos...?

 

Se quedó paralizado en su sitio, con los ojos alternándose entre el espejo y el pequeño bulto en sus pantalones. ¿Cómo demonios había aparecido eso? ¿Había sido por el masaje? Está bien, tal vez se puso a pensar un poco en sus videos porno cuando los masajes se pusieron un poco lujuriosos un poco. Pero eso no significaba que Newt se imaginara a su mejor amigo como aquel con quien estuviera haciéndolo.

 

Se restregó los ojos, y contó hacia atrás desde cinco, esperando que en cuanto abriera los ojos -cinco- , el bulto desapareciera -tres- lo suficiente -dos- para mirar a Thomas a la cara. Uno...

 

Un escandaloso porrazo desde el otro lado de la habitación lo sacó de sus pensamientos. Asustó tanto a Newt que el chico dejó salir un embarazoso sonido.

 

-Tío, ¿te estás ahora mismo? Porque voy a pedir una pizza y jugar a la FIFA.

 

-De acuerdo, estaré afuera en un segundo -Newt trató de sonar lo más normal posibble y se mojó toda la cara con agua de nuevo. Miró abajo y, nop, aún estaba ahí. Tal vez no era notable. Eso esperaba. Newt tomó un respiro para calmar cualquier cosa que estuviera pasado al sur del ecuador, antes de salir afuera- . Y no me estaba masturbando, idiota.

 

-Mejor que no detecte nada en el fregadero, Newt -bromeó Thomas antes de soltar una carcajada que idignó a Newt. Lanzó su teléfono hacia él- . Tú haz la llamada. Quiero con peperoni.

 

Cuando la pizza llegó, escuchó a su mamá decir que no debería haber ordenado comida ya que tenías cena. Pero por suerte igual pagó por ella.

 

-Dios mío, tu mamá es un ángel -dijo Thomas, una vez que hubo un pedazo de pizza en su mano y estuvieron esparcidos ambos por el suelo.

 

Sin embargo, no escucharon sobre las cosas tane extrañas que habían sucedido ese día. Newt no pudo evitar acordarse de esto.

 

Primero, el discurso. Newt siempre fue una persona tímida si la gente alrededor suyo no eran cercano a él. Pero no alrededor de Thomas. Ese chco tenía un efecto en él que hacía a Newt sentirse cómodo y a salvo alrededor suyo. Pero hoy las cosas habían cambiado un poco. Sintió algo surgir dentro de él cuando la gente los ovacionó. Se sintió bien. Confidente.

 

Lo segundo fue el beso. Ni siquiera duró tanto, pero Newt sintió cómo si el beso con Thomas se hubiera repetido millones de veces más antes. Encajaron el uno con el otro tan fácilmente, con sus narices una al lado de la otra, tocándose como si conocieran la forma del otro a la perfecció. Y la forma en que se movían era perfecta. Todo encajaba como piezas de un rompecabezas que finalmente eran puestas juntas. Trató de recordar la última vez que había besado a una chica, y recordó que había sido meses atrás y había sido en medio de una borrachera. Pero fue algo flojo y desordenado y muy feo. No fue nada comparado con el toque de esos labios en los suyos.

 

No era que estuviera enamorado de Thomas después de un beso, era sólo que no le importaba si pasaba de nuevo.

 

¿Estaba jodido por decir eso?

 

La respuesta era que no sabía, porque la tercera cosa extraña de ese día era que se había puesto medio duro al toque de Thomas. Eso nunca había pasado antes. No habría pensado en esto ni siquiera dos semanas atrás. El masaje había estado bien, sí. Y mientras más pensaba Newt en eso, más se daba cuenta de que su imaginación sobre escenarios porno no era la razón para su reacción.

 

Entonces Thomas se levantó para guardar sus cosas, hicieron su mega secreta palmada de despedida, y Thomas dejó la pieza como era usual por la ventana del cuarto. Pero el pelingro se volteó ligeramente para darle a Newt una media sonrisa antes de desaparecer en la noche. Newt vio a Thomas saltar a salvo desde el techo, y no se movió hasta que el auto de su amigo se volvió invisible a su mirada.

 

Newt se volvió a echar en la cama con un pequeño suspiro. Las cosas estaban definitivamente cambiando ahora.

 

 

 

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