Después de un mes, Yokozawa se encontraba en la oficina de Takano peleando, Onodera y los demás solo los veían con una gota de anime.
–¡Siempre me regañan por tu culpa Masamune!
–¿Yo te contrate? No, entonces no me reclames.
–¡Todavía de que salvo tu culo me hablas así.
–¡No te pedí que lo hicieras, yo solo puedo arreglar los problemas!
–¡Si claro! ¡Tanto se vio que Akihiko tuvo que venir!
–¿¡A-akihiko Senpai estuvo aquí!? –dijo exaltado Kisa.
–¡Cállate Shouta! –Dijeron Takano y Yokozawa al mismo tiempo.
–S-sí.
Después del trabajo, Yokozawa se encontraba en la sala de descanso recargado en la máquina de sodas con los brazos cruzados mientras retenía su cigarrillo en la boca pensativo… ¿En qué pensaba? Sí, en Kirishima.
–Te quemaras si no te fumas ese cigarro Yokozawa –le susurro en su oído Kirishima.
–¿He? –al ver de quien se trataba solo miro a otro lado queriendo salir del lugar rápidamente pero Kirishima no lo dejo acorralándolo en la máquina de sodas.
–Yokozawa ¿Qué has estado haciendo todo este tiempo? No he sabido de ti en un mes, si no es que mas…
–Por favor Kirishima san, estamos en horas de trabajo –respondió como si jamás le hubiera interrogado el castaño.
–Yokozawa, te estoy hablando y te pregunte algo, respóndeme –frunció el ceño molesto.
En eso Takano salió del elevador pronunciando el nombre de Yokozawa, al voltear vio aquella escena, no dijo nada solo suspiro y se dio la media vuelta.
–Te esperare afuera~
–No, espera –miro a Kirishima para que se apartara, el cual lo hizo–. Nos vemos mañana Kirishima san~ Tengo que llevarle unas copias e informes sobre la venta de un manga nuevo.
–Llévamelas hoy~ Mas bien, ven al departamento hoy, Hiyo te estará esperando –Sin dejar que el peli azul le respondiera se fue rápidamente del lugar pasando a un costado de Takano, al cual, le puso una mirada seria y fría.
–Jm~ –al ver que Kirishima se fue, miro a Yokozawa burlonamente–. Mm~ Kirishima esta celoso.
–Como si me interesara, no somos nada y deja de joderme con él.
Ambos se fueron al bar mas cercano, según a sacar sus penas, solo un pretexto creíble para tomar sin culpa alguna. Pasaron 2 horas y Yokozawa estaba recostando a Takano en su cama pues habían llegado al departamento de Takano a duras penas, Yokozawa no tomo mucho por lo que no se le complico manejar o que lo detuvieran por venir alcoholizado.
–Mira que te salvas ya que mañana es día de libre, llame a Onodera, no tardara en venir, no te levantes por lo mientras.
–¿A Onodera? –suspiro y lo miro directamente a los ojos–. Lo llamas para poderte ir al departamento de Kirishima ¿cierto?
–No te interesa si voy o no.
–Por algo te pregunto idiota.
–Deja de hablar maldito borracho.
–¿Desde cuándo te controlas con el alcohol?...
–Desde que cuido mi salud.
–No tuvo sentido lo que dijiste.
–Mejor duerme.
–¿Recuerdas cuando teníamos un noviazgo? –recargo su cara en una de sus manos.
–Recuérdame porque sigo aquí.
–Contéstame…
–No sé si lo recuerdo –se cruzo de brazos suspirando.
–Te ayudare a recordarlo –lo tomo tirándolo a la cama, después de aquello se coloco arriba de él mirándolo a los ojos–. Así comenzábamos… ¿Recuerdas?
–¡B-bájate de mí!
–Yokozawa… –lo tomo de las manos para que no hiciera ningún movimiento–. ¿Qué te paso? Antes eras el activo en la relación, ¿ahora yo tendré que serlo?
–¡Masamune! Estas borracho, bájate de mi, Onodera pu…
–Onodera no me importa en este momento…
–Masamune… –sorprendido.
–Onodera… –se desplomo en el pecho del peli azul cayendo en un profundo sueño, pero que cosas dicen los borrachos, Yokozawa quería que la tierra se lo tragara, pero después se calmo y suspiro.
–Estúpido Taka… –se cayó al escucharse a sí mismo, ya eran años que no había llamado así a su mejor amigo, y se lo había prometido a si mismo jamás llamar otra vez así al peli negro.
Tocaron el timbre y eso alarmo a Yokozawa, al escuchar que era Onodera se calmo, movió a Takano acomodándolo en la cama para así taparlo e ir a abrir–
–¡Yo-Yokozawa san!
–Hey, hey, no te alarmes así. Nos vemos –paso por su lado yéndose del lugar.
Después de 15 minutos, Yokozawa se encontraba afuera del departamento de Kirishima.
–¿Por qué estoy aquí? … Tsk… Esto es estúpido –toco la puerta y a los pocos segundos Kirishima abrió.
–¿Te quedaras ahí?
–Pensé que no vendrías…
–Deja de joder –paso como de costumbre dejando su abrigo y maletín en el sofá –. ¿Dónde está Hiyo?
–No está, se fue con mis padres, regresara mañana.
–¿Por qué no me lo dijiste?
–Te envié un mensaje… claro, no lo has deber leído por estar con Takano san.
–No es verdad –saco su celular y busco aquel mensaje, al encontrarlo abrió los ojos.
–Y bien…
–Tsk… Entonces me quedare a esperarla –se sentó cruzado de brazos.
–¿Te piensas dormir en el sofá?
–Sí, ¿ya cenaste?
–No, solo tome unas dos cervezas.
–¡¿?! …. Eso no es comida –se levanto arremangando sus mangas dirigiéndose a la cocina, al llegar abrió el refrigerador buscando algo para preparar.
–Yokozawa, ¿sigues enojado?
–¿Por qué lo estaría? –saco unas cuantas cosas del refrigerador sin mirarlo.
–Por lo que paso aquella noche.
–¿Cuál noche? –comenzó a guisar.
–Yokozawa me molesta que no me pongas atención cuando te hablo de algo importante –reprocho como niño pequeño.
–¡Cállate! Si vine no fue por ti… fue y será por Hiyo.
–¡YOKOZAWA TAKAFUMI! –lo acorralo con agresividad contra el refrigerador–. Detesto que me culpes por un engañó el cual no cometí.
–Déjame, eso no cambiara nada, te lo dije mierda… ¡Soy muy celoso! Yo sé lo que vi y así prefiero quedarme, sin explicaciones baratas.
–¡¿Explicaciones batarás?! ¡¿Eso es lo que son mis palabras para ti?! –lo tomo de ambos brazos para darle la vuelta y colocarlo en la mesa, el peli azul al sentirlo quiso zafarse pero le costaba pues al encontrarse de espaldas se le dificultaba todo.
–¡Déjame! No me toques.
–Yokozawa te amo, no permitiré que algo tan absurdo haga que te alejes de mi.
–Kirishima san, si no me sueltas, no volveré a este departamento. –aquel tono sonaba más que serio.
El castaño no retrocedió y lo tomo llevándolo a su habitación, al llegar lo tiro a la cama, el peli azul se levanto rápidamente queriéndose ir, sin embargo, el castaño lo tomo de su diestra y se arrodillo ante el mirándolo fijamente.
–… Yokozawa ¿Sabes? Esto es verdaderamente absurdo… Te estoy demostrando en estos momentos que mi amor por ti vale más que mi orgullo u otra cosa…
–N-no te arrodilles –se sonrojo levemente.
–¿Tu orgullo valdría más que mis explicaciones? Te digo la verdad cuando me refiero a que solo te amo a ti… incluso dejando que conserves tus sentimientos hacia Takano, eso y más aria por ti… tal como dije ese día… No tienes que cambiar nada de ti, pues también me enamore de tus defectos…
–¡NO! ¡Me iré! ¡No pienso volver! –quito su mano, más que querer llorar quería desaparecer en ese momento, quería sacar su corazón de su pecho, quería estar vacio… muerto por dentro, dejar de sentir lo que siente, “amor”, en ese momento esa palabra era como el mismo infierno … pero ¿Por qué? ¿Acaso eso era lo que creía? Oh ¿Solo quería abrazarlo y soltarse a llorar?… no lo sabía, no soportaba estar en esa clase de situaciones menos con Kirishima.
–No te vayas –se le abalanzo enzima para así darle un abrazo fuerte, un abrazo en el cual se podía transmitir protección, calidez y… ¿amor? No lo soltaría, definitivamente no lo perdería. Soltó una que otra lagrima… ¿Por qué? ¿Por qué lo aria después de tanto tiempo?
Yokozawa se percato rápidamente de aquellas lágrimas que mojaban poco a poco su saco de color negro azulado pero aun así, no se iba a doblegar, ya no…. no había razón… ¿O sí?
–Kirishima san… apártate por favor…
–No.
–Kirishima san… –comenzaron a brotar sus lagrimas–. No lo hagas, si lo haces… si tu lo haces así… yo… simplemente no podría decirte que no… tú lo sabes… eres… eres listo… y un estúpido… –levanto su mano izquierda hacia la espalda del castaño para así tomar su camisa fuertemente.
–No soy listo –lo abrazo todavía más tirándolo poco a poco a la cama hasta por fin dejarlo completamente acostado–. Simplemente le digo a la persona que amo… que se quede aquí… conmigo… en casa… en la casa que es de ambos… –paso su diestra lentamente por la mejilla contraria limpiándole las lagrimas de un solo ojo–. Porque si tú me dijeras que te olvidaste de mi o que ya no me amas más… yo te diría lo contrario…
–¡Tú no entiendes lo que sentí! –miro a su lado izquierdo de la cama en el cual se encontraba un mueble pequeño, hay estaba una foto de Kirishima, Hiyo y el juntos, una foto bonita, un bonito recuerdo, algo que quería conservar para toda su vida… algo que fue el último golpe que necesitaba para sentirse totalmente indefenso…
–Yokozawa mírame…
–No te quiero dejar –trago saliva mientras sentía como sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas nuevamente–. Dime que lo sientes… quiero que me digas que me amas solo a mí, soy egoísta contigo, vuelvo a ser dependiente de alguien… ¡DE TI! ¡ALGO QUE NO QUERIA! ¡MALDICIO! –tapo sus ojos con la manga de su saco llorando–. No puedo decirte esto sin dejar que estas estúpidas lágrimas salgan… No podría decirte cuanto me dolió haberte visto con esa mujer y que me dijeras que te recordó a ella… Me lastimo, me lastimaste, y eso fue injusto, fue muy estúpido y sin embargo… sigo aquí como todo un idiota mostrándote esta parte débil y sentimental mía…
–¿Depender de mi? …. Yo no quiero que dependas de mi… –tomo con su diestra los cabellos del peli azul echándolos para atrás para así pegar su frente con la contraria–. Yo quiero que confíes en mí… Que si tengo razones para que me creas y pruebas que abalan lo que digo, al menos me des una oportunidad y me escuches… porque yo necesito de ti como tú de mí… Tu parte débil y sensible me gusta… así como todo de ti… porque al final… tu eres mi oso ¿verdad?
–No me digas oso estúpido Kirishima...
Kirishima acerco sus labios a los de su amado besándolo de manera tierna y dulce, tal como lo hacía siempre, comenzó a tocar todo su cuerpo quitándole las prendas lo más rápido posible. No podía esperar más, quería tocar de nuevo a su querido Yokozawa. Oír sus gemidos y ver sus gestos a la hora del sexo era lo que más anhelaba en esos momentos.
–¡Papa! ¡Oniichan! ¡Estoy en casa! –interrumpió una voz dulce la cual era de Hiyori.
–¡Hiyo! Kirishima q-quítate.
Alarmado, Yokozawa trato de quitar a Kirishima. Por su parte, Kirishima mas que “nervioso” se le veía decepcionado, ya estaba en el momento justo en el cual tendría nuevamente a su oso gruñón pero lamentablemente no terminaría así, al menos por esa noche.
–¡Papa! ¡Oniichan! –abrió la puerta azotándola–. ¿Papa?... ¿Oniichan? –parpadeo la pequeña al ver que Kirishima estaba arriba de Yokozawa en pleno delito, pues todavía su mano se encontraba tomando la camisa de Yokozawa en un perfecto ángulo donde se podía observar que se la estaba quitando.
–Hi-hi-hiyori… –los nervios del peli azul aumentaban, su corazón se acelero, no sabía cómo reaccionaría Hiyori ante tal situación, ¿Qué le diría? ¿Lo odiaría? ¿Cómo lo tomaría? ¿Qué pasaría?
–Oh! Hiyo –El castaño se levanto de la cama de un modo normal y sereno, pero al dar el primer paso se cayó al suelo aun que pudo lograr caer solo de rodillas.
–¡Papa! ¿Estás bien?
–S-sí… –un aura de depresión se le formo a su alrededor, quería aparentar que todo había sido un error, le explicaría a Hiyo que solo lo ayudaba a quitarse la camisa por el cansancio… pero, al parecer su cuerpo esta vez no le pensaba dejar las cosas tan fáciles, estaba hay arrodillado, la peor vergüenza que pudo haber cometido frente a su hija, pensó tanto tiempo en Yokozawa que ahora al tocarlo, se puso mas ¿duro?, de lo habitual. No podía moverse, lo que hasta cierto punto se le hizo gracioso.
–¿Papa?
–H-hiyo, v-vamos a co-comprar la cena ¿te parece? –dijo Yokozawa apenas pudo.
–Oniichan…
–¿S-sí? –un sudor frio recorrió su espalda.
–Ahora entiendo todo…
–¿H-he?
–Sí, oniichan, te habías peleado con papa, el estaba raro por eso y por eso ya no venias… se rencontraron, se disculparon y ahora hubieran tenido sexo salvaje toda la noche, pero eso hubiera sido si yo no hubiera interrumpido, verdad, ¿oniichan?
–Ah-a-ah… –Yokozawa se puso blanco por completo haciéndose chiquito por aquellas palabras.
–¡Hiyo! ¡No digas eso!
–Papa, ya no soy una bebe, además, he visto muchos animes sabes y además he leído muchas novelas y mangas donde viene la homosexualidad miren –saco dos mangas con una portada BL mostrándoselas verdaderamente orgullosa–. De grande quiero dedicarme al genero yaoi logrando ser una gran escritora de ese género... Mi principal inspiración es Usami Akihiko, es un gran escritor de este género, con una gran trama en sus novelas.
–Hiyo… –parpadeo tres veces Kirishima.
–Por esa razón los acepto, y porque es como cualquier otra relación, no son diferentes a nadie y no tienen porque esconder su relación a la gente… Sé que oniichan te hace feliz papa, así como se, que a oniichan lo haces muy feliz y desde ahora… –se haceros a Yokozawa tomándolo de las manos–. Yokozawa Oniichan… te pido me aceptes como tu hija y me dejes llamarte desde ahora mama... no, no de echo… te pido me dejes llamarte papa –le miro al peli azul con una sonrisa de ángel.
–¿Pa-pa? –le dio un tic en el ojo.
–Pff… ajajajaja –riéndose, Kirishima se levanto cargando a Hiyo en brazos sentándose en la cama junto a Yokozawa para así abrazar a ambos de una manera protectora, sensible y tierna. Sonrió verdaderamente feliz, pues si que lo estaba, al escuchar aquellas palabras tan inocentes de su pequeña lo hicieron el padre más feliz y afortunado de todo el mundo pues el también tenía miedo de cómo iba a reaccionar.
–Papa y papa Yokozawa, prométanme que este amor será para siempre… –abrazo a ambos tanto como sus brazos lo permitieron.
–Sera para siempre mi pequeña Hiyo –respondió dulcemente Kirishima.
–Para siempre Hiyo –afirmo Yokozawa con una voz grave pero dulce.
–Gracias por hacerme el hombre más feliz y afortunado del mundo… ustedes dos son mi vida y mi corazón… –recargo su cabeza en los hombros de Yokozawa y Hiyori con una gran sonrisa visible.