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Academia Cielo por kurolovers

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Notas del capitulo:

Espero que les guste c: y lo siento por el retraso! pero aun asi les encantada como va desarrolandose la historia.

Capítulo 16: Buscando guardianes.

Luego de lo sucedido con su madre biológica y que su madre Luce no lo dejaba de mimar, el castaño sabía que su querida madre estaba insegura, muchos de los presentes notaban eso al ver las acciones de la mujer, el de ojos miel suspiro, estaban en clases ese día, no sabía cómo tranquilizar a aquella mujer que para él era su madre sin importar que; estuvo pensando en cómo romper aquella ilusión que tenía una demás personas que más amaba en el mundo.

Sonrió al tener una idea oídio ayuda en sus hermanas, habían hecho todo a escondida de todos, ya en la tarde habían tenido oportunidad de adornar la casa un poco de adornos sencillos que habían hecho, Tsuna tuvo que persuadir a sus guardianes y a los Arcobalenos de que distrajeran a su madre, curiosos pero aceptando rápidamente ante lo pedido. Solo bastaron dos horas para tener todo listo, cuando Yuni y Aria fueron a traer a Luce emocionadas, el castaño estaba solo en la casa pero solo estuvo así por unos pequeños minutos pensando en lo que le diría, sin darse cuenta escucho que abrían la puerta, notando a su madre sorprendida, no pudo evitar sonreír.

-¿Tsu-chan?.-dijo mirando a su hijo.

-Mamà sé que estas insegura de que me vaya al lado de Nana-san.-comenzó a hablar acercándose a la mujer que le había dado tanto amor y que lo consideraba un hijo, le acaricio la mejilla mirándole a los ojos, notando el miedo que transmitía aquella mujer.-Pero la verdad es que jamás me alejaría de ti, para mi eres mi madre, hubiera querido ser de tu misma sangre, pero el destino quiso ponerte a mi lado, sabias que la primera vez que nos vimos desconfiaba de ti, después de todo Nana-san era una mujer muy dulce ¿Cómo confiar en alguien parecido? Pero me comenzaste a mostrar que no eras ella, que me amabas, me cuidabas, me mimabas, dabas todo para que yo fuera feliz, me apoyabas en todo lo que lograba, lograste que pudiera crecer, sabes....pensaba lo mismo que papà, yo creía tener oportunidad de dar nuevamente amor hacia otra persona, pero ustedes, mi familia me dio una oportunidad de ser quien podía hacer, jamás quise molestara papa, hasta un simple pedido de que leyera un cuenta, tenía miedo al rechazo, era un niño herido ¿Quién podía culparme?.-beso la mejilla de su madre para luego ponerle una corona de flores que había logrado hacer por sí mismo, a la vez que la dejaba en el sofá donde sus hermanas se sentaron a cada lado de aquella mujer.-Aunque eso fue el pasado, mi pasado, jamás cambiaría lo que tengo ahora, soy feliz mama.-le tomo de las manos mirándole a los ojos con sinceridad.-Eres y serás siempre mi madre, además siempre he creído de que los padres son los que te crían, eso me lo enseñó papà cuando estaba asustado de no tener su parecido.-río un poco, notando a su madre llorar, la abrazo.-No deberías pensar mucho las cosas madre.

-Pero....

-Ella no es nada para mí, solo la mujer que me dio luz, Nana-san sabe que ella perdió aquel puesto, lo que más llegaría seria como una amiga, mi única madre se llama Luce Giglio Nero, una mafiosa de gran corazón y bondadosa como su llama.

-¡Tsunayoshi!.-exclamo abrazándolo fuertemente mientras dejaba caer sus lágrimas de felicidad.-Te amo mi pequeño.

-Y yo a ti madre.-le susurro con cariño.

Los demás veían en silencio todo el espectáculo dado aunque no podían ocultar las sonrisas, alegres de cierta manera de que todo fuera resuelto. Los guardianes del pequeño cielo estaban más que orgullosos de ver como un cielo como el suyo pudiera superar su pasado de una manera tan segura. Sin perder tiempo hicieron una fiesta, un ambiente relajado y agradable, Tsuna pensó que era tiempo de buscar sus restantes guardianes, su intuición le decís que lo hiciera rápido antes de perderlos en la oscuridad, estaba en el sofá viendo como siempre Colonello y Reborn se peleaban, a la vez que Viper apostaba junto Fon  y Skull mientras Luce y sus hijas miraban la escenas entre divertidas y cansadas, sus guardianes miraban todo sin dejar de hablarse cerca de él, jamás cambiaría nada, esta era su vida y sabía que a veces la vida no era justa pero muchas veces te recompensaba de una manera u otra. Luego de eso todo estuvo normal, ignorar a los Vongola, ir a clases de tortura para la muchos, sus guardianes y amigos eran entrenados nuevamente por los Arcobalenos, aunque sentía que debía ir a la sala de música, su intuición se disparaba al estar cerca, curioso ignorando por el momento la conversación que tenía su guardián de la lluvia y niebla, entró, escuchando a alguien tocar el violín, un hombre de cabellos blancos y ojos amarillos como el dorado por lo que pudo ver en el momento en que este se había detenido por la interrupción, sus ojos mostraba soledad y amargura.

-¿Qué quieres?.-pregunto molesto y hostil.

-Lo siento.-se disculpó avergonzado.-¿Cómo te llamas?.-le pregunto curioso, podía recordar que lo habían visto alguna vez en la Academia.

-Kei Sunji, ¿Y tu?.

-Tsunayoshi Von Vichtenstein.-le sonrió.-Es un gusto conocerte Sunji-san.

El nombrado abrió sus ojos sorprendido.-¿Eres el hijo del jefe de Vincade?.-le pregunto asombrado.

-¿Eres de la mafia?.-dijo Takeshi mirando de forma seria al chico que se notaba era un superior.

-Los Sunji somos conocidos por la infiltración y asesinato.-dijo encogiéndose de hombros.-Aunque actualmente yo no estoy unido a ninguna mafia como mi madre y hermana.-dijo indiferente.

-Ya veo....-el castaño miraba al chico curioso pero su intuición le decía que el era su guardián.-Dime Sunji-san, ¿Por qué esta solo?.

Frunció el ceño.-La gente fácilmente te usa, cuando ya no eres útil te dejan de lado, así que no confió en nadie más que a mí mismo.

-Eso es algo triste.-comento el menor haciendo una mueca, su futuro guardián estaba roto.-Pero vez el lado malo de la cosas para que tu corazón no vuelva a ser lastimado, haces que lo bueno se vaya de tu lado, pierde tu felicidad porque dudas de ellos y de ti mismo, puede haber gente que en realidad si te aprecie.-le dijo mirándole en cada momento.

Bufo.-Y dime niño ¿Que te crees para darme consejos?.

-Tienes razón, no soy nadie para darte consejos ni mostrar pena por ti, solo digo lo que a mí me sucedió un día.-le sonrió con tristeza.-Pude superar esa barrera que había creado por la gente que creía me daría la felicidad que tanto anhelaba, pero de los errores unos aprende ¿No lo cree?.-hizo una reverencia.-Discúlpenos nuevamente por haberlo interrumpido, pero fue un gusto conocerlo.

Los cuartos chicos se retiraron del salón en silencio, dejando al mayor hundido en sus pensamientos.

-¿Tsuna-san?.-Chromer miraba a su amigo curiosa por lo sucedido.

-Está roto.-murmuro herido.-Es un guardián.-cerro los ojos recordando aquellos ojos vacíos del mayor.

-¿Crees que se acerque?.-pregunto con cuidado Mukuro.-Kufufufu digo, sería raro que no lo hiciera.

-Lo hará.-les respondió con seguridad.-Mi intuición me lo dice.

Los tres asistieron, además sabían de ante mano que sin importar el tiempo ellos volverían hacia su cielo, así que estaban seguros que pronto estaría con ellos, sabían que debía su cielo buscar los demás guardianes, ya tenían uno. Al día completamente relajante estaban  en el receso del almuerzo estaban tranquilos en la azotea los cuatro cuando la puerta fue abierta mostrando así al chico de la sala de música, no lo habían visto hace dos dias.

-¿Sunji-san?.-lo miro dejando de comer teniendo cerca a sus amigos que instintivamente lo habían rodeado.

-Tsunayoshi-kun, pensé en lo que me dijo, aunque algo me dice que deba estar a su lado.-dijo acercándose para luego fruncir el ceño.-¿Me usaras? ¿Me abandonaras?.

Negó con la cabeza.-Jamás, daría mi vida por mis seres queridos, eres mi amigo y guardián, el destino quiso de las cosas fueran de esta manera, encontrarte y salvarte siempre fue mi meta, jamás abandonaría alguien de mi familia, pero ¿Deseas estar unido a mi como guardián de la Tormenta? ¿Deseas empezar tu vida al lado de nosotros?.-le pregunto de forma seria, nunca obligaría a nadie unirse.

El peliblanco lo miro antes de asistir.-Tendrás mi lealtad y amistad joven Tsunayoshi.

El castaño sonrió sacando de su bolsillo el anillo de la tormenta.-Que así sea Sunji-san, te presento a los gemelos Dokuro, Chrome y Mukuro y mi guardián de la lluvia Yamamoto Takeshi.

El mayor se sentó y conversaron a conocerse, sintiendo como una felicidad lo rodaba, estaba donde debía estar, miro a los cuatros con curiosidad, muchos les tenían miedo por su actitud intimidante, pero ellos estaban tan tranquilos que eso lo hacía sentir aceptado, sonrió inconscientemente. Tsuna miraba a su nuevo guardián y le alegraba verlo más relajado a su alrededor, pensó que hoy tenía otro guardián, su pequeña hermana Aria había comentado que debía ir al hospital que estaba cerca de aquí, que podía perderá alguien, y eso no era lo que quería, pensó en cómo salir de la academia, no había estado hablando con su abuelo por tachar a sus guardianes de traidores, quizás pedir ayuda a Reborn y a Viper.

-¿Sucede algo Tsuna?.-pregunto el azabache preocupado al notarlo tan pensativo.

-Necesito ir al hospital, Aria y mi híper intuición están alerta, ella me dijo que fuera antes de perderlo.

-¿A quién?.-pregunto esta vez Kei sorprendido.

-Un guardián.-apretó los puños cerrando los ojos, no le gustaba el mal presentimiento.

-Kufufu ¿Qué quieres que hagamos?.

-Necesito ir por Skull, lo pensé mejor, necesito ir rápido y Skull-chan tiene una moto y no están llamativo.-dijo suspirando.-Lo iré a buscar pero como saben no podemos salir mucho de la academia y con mi abuelito no estamos no estamos en buenos términos ahora.-frunció sutilmente el ceño.-Quiero que distraían a la Vongola que últimamente no nos dejan tranquilos.

-Kufuffufu claro jefecito.-dijo animado Mukuro pensando molestar a Hibari.

-Haré mi mejor esfuerzo boss.-dijo tímidamente Chrome.

-Bien, haremos lo que podamos.-aseguro sin sonreír Yamamoto, pensando en cómo lograr lo pedido

-Ayudare en lo que pueda Tsunayoshi-kun.-prometió Kei.

Les sonrió para luego despedirse, debía actuar rápido, corría buscando a Skull, había visto a los Varias y luego de preguntarles, fue donde estaba su Arcobaleno de la nube, tomo aire por correr tanto.

-¡Skull!.-grito después de recupere el aire, el nombrado que estaba en la moto se acercó a su pequeño cielo.

-¿Sucedió algo?.-preguntó preocupado.

-Llévame al hospital que está cerca de la academia, pronto..... No quiero perderla.

Sin preguntar nada solo asistió, los dos se subieron a la moto, el mayor conducía rápidamente y con cuidado, sintiendo como su pequeño cielo se aferraba muy fuerte a él, no demoraron más de diez minutos, al estacionarse sin importar nada Tsuna se bajó y fue corrieron hacia una habitación, solo seguía su intuición, al llegar vio como un doctor tratando de animar a una joven en cama, sus cabellos desordenados de color verde claro, se acercó ignorando al doctor, sus manos brillaban las llamas d la voluntad del sol, al tocar el pecho de la joven concentrado, pidiendo que todo fuera como debía, un par de minutos cuando escucho como la respiración de la joven volvía a la normalidad, sonrió cansado cuando escucho un jadeo sorpresivo, recordó vagamente que había otra persona allí, dirigió su vista hacia el doctor que no se había movido en ningún momento, sintiendo que tenía las llamas del sol lo miro de mejor forma cabellos cortos color castaño oscuro y ojos avellanas.

-Uhhh.-no sabía que decirle.-¿Hola?.

-¿Quién eres? ¿Qué era lo que salía de tus manos? ¿Cómo pudiste curarla?.-le llenaba de preguntas.

Rió nervioso.-Esto es incómodo, ante de que responda todas sus dudas.....¿Puede decirme que tiene ella?.-dijo dirigiendo su mirada a la joven que dormía.

-Fue abusada.-le respondió con tristeza.-Trato de suicidarse y cayó en coma por el cóctel  que había tomado, soy el único que ha estado cuidando de ella, no tiene familiares por lo que buscado.

Asistió lentamente.-¿Sabe cómo se llama?.

-No, cuando ella llegó ya había caído en coma en la ambulancia.

-Oh bien, disculpe mis modales, soy Tsunayoshi Von Vichtenstein un gusto.

-Soy el doctor Kimimoto Yusuke un gusto, ahora me responderá mis preguntas Vichtenstein-san.

-Por favor llámeme Tsuna, no soy acostumbrado a que digan mi apellido, viví en Italia para aclarar.-pidió y luego sonrió con tristeza.-Le diré todo siempre y cuando no diga nada de lo que salga de mi boca, por favor, más que nada para su seguridad.

-Se lo prometo joven.

-Soy un chico que está unido a la mafia.-vio el rostro sorprendido del mayor.-Pero como todo en el mundo siempre está el lado bueno y el malo, nosotros somos mayormente pacíficos, a la vez cuidamos de los ciudadanos de los "malos", ¿reconoces las empresas Giglio Nero?

-Sí, está unida a una llamada Arcobalenos, puedes encontrar cosas de la última era, no muchos consiguen entrar a esas compañías.

Asistió sin mirarle.-El nombre proviene de la mafia, la mafia Giglio Nero, cada uno tiene un nombre, están es la tercera más fuerte en poder, dinero y gente.

-Este unido a ellos.-murmuro afirmando lo que escuchaba.-Pero eres muy joven...

-En la mafia no importa la edad, aunque yo no pedí ser el líder de mi madre, pero al ser el mayor debo seguir la línea familiar, no es que me disguste soy feliz como son las cosas, nosotros cuidamos a los niños en los orfanatos, ayudamos a quien lo necesite además como en un país, siempre hay leyes en la propia mafia además somos diferentes, los mafiosos nos regimos también por las llamas de voluntad, es decir, por lo que viste salir de mis manos, hay de diferente color pero cada uno tiene su propósito, el amarillo como viste es como la curación, también está la niebla, nube, lluvia, trueno, tormenta y la más importante el cielo, aunque otra más como la tierra, el glacial, pero las más comunes son los elementos del cielo.-le explicaba con seriedad.-He podido quitar el riesgo pero quizás ella despierte pronto.

-Si no la conoces ¿Cómo sabias de que moriría?.

-Hay algunos que tienen un don, por ejemplo la Vongola, la mafia más fuerte y número uno, ellos tienen una híper intuición, yo la heredare.

-Y aun así es confuso.

-El jefe siempre tiene un grupo muy fiel a él, llamados guardianes, y yo busco los míos, no me malentienda, soy guiado a ellos, en realidad usted es uno de ellos.-le miro curioso.-La llama del sol.

-¿Qué? Te volviste loco muchacho, soy alguien ordinario.

Se encogió de hombros.-Y no eres el único que nunca fue conectado a la mafia pero ven el don y son buscados por los cielos o son visto por alguno de los guardianes, pero como dije yo no obligare a nadie a ser parte de ello.-le aclaro.

El mayor lo miraba dudoso, siempre noto que era diferente en su niñez y cuando hablo de las llamas recordaba vagamente haber usado esa llama amarilla al salvar pequeños animales en su infancia, se sentía un poco atraído por el muchacho, como si estar con el quitaría un poco su soledad, no era muy sociable y tenía pocos amigos, sus padres fallecieron hace algunos años atrás, así que no estaba aferrado a nadie  ni a nada, miro nuevamente al menor que tenía una de sus manos aferrada a la mano de la chica, podía notar la preocupación en esos ojos color miel, quería que también lo vieran de esa manera, lo deseaba.

-Yo....quiero intentarlo.-murmuro por lo bajo.

Asistió sonriéndole.-Vendré los fin de semana, ¿Alguien pagaba por su estadía aquí?.

-No, yo he estado pagando las últimas semanas.

-Bien, por favor lleve todo a mi cuenta.

El mayor asistió para luego ver como el joven se iba de la habitación, sabía que ahora en adelante su vida cambiaría por completo, suspiro notando a su paciente, hizo su habitual rutina, para él el tiempo pasaba con rapidez, la joven estaba mejorando aunque aún no despertaba, también comenzó a conocer más al jefe de los Arcobalenos, cuando vino el fin de semana no vino solo sino acompañado por otros jóvenes, estaba sorprendido por lo que le comentaban, empezaba encariñarse con ellos, cosas que nunca había pasado antes, después de mucho hablar, recordaba que solo había pasado un mes de ello y por lo que sabía, los jóvenes empezarían sus vacaciones de invierno esa semana, al estar hundido en sus pensamientos que no noto la llegada de unas personas completamente familiarizadas para él.

-¿Kimimoto-san?.-hablo Tsuna preocupado al ver al médico viendo por la ventana aunque no parecía exactamente viendo hacia afuera.

-Oh no pasa nada Tsunayoshi-kun, han llegado más temprano de lo usual.

-Kufufu el pequeño cielo estuvo muy alterado al terminar las clases.

-Cuando iba a buscarlos los encontré corriendo fuera de la academia, así que no me quedo de otra que seguirlos.-dijo indiferentemente el peliblanco.

-Bueno....ella va a despertar.-murmuro avergonzado, escucho la característica risa de su guardián de la lluvia, hizo un puchero mientras se sentaba y tomaba la mano de la chica, como siempre lo hacía.

Todos se acomodado en la acostumbrada rutina, también habían comenzado a conversar de sus futuros planes, cuando escucharon una pequeña queja, miraron hacia donde fue el sonido, notando como la chica empezaba a moverse dando signos de despertar, todos estaban en silencio, la de cabellos verdes abrió sus ojos lentamente mostrando así unos ojos color rosa suave, completamente desorientada miro por todas partes, sintió una presión en su mano derecha, vio a un chico castaño y de ojos color avellana que la miraban preocupado, cuando quiso hablar sintió reseca su garganta.

-Ten.-le entregó un vaso de agua el mayor.-Bebe de sorbos o podrías ahogarte.

La chica hizo lo que habían dicho, apretó la manos del chico agradable, el contrario solo le sonrió sutilmente, cuando ya no pudo tomar más le entrego el vaso al médico.-¿Dónde estoy? ¿Quién eres?.-pregunto lentamente, su voz se notaba cansada y rasposa por la sequedad.

-Estas en el hospital hace tres meses, soy Tsunayoshi Von Vichtenstein, puedo saber ¿Cómo te llamas?.

-Me llamo.....Sonuko Umi.-murmuro.

-¿Recuerdas algo?.-le preguntó Yuusuke con cautela.

Asistió lentamente.-Todo, quise suicidarme pero al parecer no funciono.-rio amargamente.-¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué están aquí?.

-Gente que está preocupada por ti, puedes decirme Tsuna.-dijo apuntándose para luego presentar a todos los presentes, la chica comenzó a sentirse más relajada y segura ante el ambiente que había en el cuarto, miro a todos en la habitación con leve inseguridad pero al ver si tenían malas intenciones sonrió un poco, estuvo escuchándolos y viniendo al día siguiente y el siguiente, les hablo un poco de ella cuando no sentía tan cansada, quería pertenecer a lo tan parecido a una familia, miro a Tsunayoshi que siempre le tomaba de la mano con suavidad, un día este le miro un tanto serio y pensativo, ya había entrado en confianza a ellos así que le pregunto qué le pasaba.

-Quisiera que fueras mi guardián del trueno, quiero que seas parte de mi familia, no te abandonare, estamos en la mafia, pero no te obligare a aceptar, puedes elegir.-dijo Tsuna sonriéndole.-Aun si no aceptas te vamos a visitar y seguir hablándote.

-¿Familia? ¿Puedo tener una familia?.-lo miraba esperanzada.

-Claro, pero es tu decisión seguirme, solo puede advertirte que si aceptas ya no podrás arrepentirte de tu decisión.

-Yo, quiero ser parte de tu familia.-por sus mejillas caían pequeñas lágrimas, trato de quitarlas cuando sintió como una cálida mano acariciaba sus cabellos, levanto la mirada y vio como el castaño le sonreía con tanto cariño.

-Entonces bienvenida a la familia Sonuko Umi.

Ella solo asistió y sin poder aguantarlo más sonrió sin detener sus lágrimas, se sentía tan feliz, ¿Cuándo fue la última vez que sonrió? Ya no lo recordaba, miro un poco más y vio otros chicos sonriéndole a su manera pensó, y su corazón podía sentir que estaba en casa y cuidaría que jamás su hogar se rompiera, por nada y nadie.

Kimimoto miraba la escena con un leve anhelo, pensó que ya no era hora de no dudar más.-Tsunayoshi-kun.-al tener la atención del nombrado como de los demás suspiro para luego sonreír.-Acepto ser tu guardián.

El  castaño sonrió ampliamente, le entrego el anillo que le correspondía, miro a Umi que los observaba cansada pero alegre, tomo el anillo del trueno y se la puso delicadamente. Estuvieron un rato más entre risas silenciosas y conversaciones agradables poniendo al día al guardián del sol dejando descansar a la chica que en algún momento se había dormido; Tsuna le pidió a Kimamoto que para el siguiente semestre estuviera como médico en cargo en la Academia, el susodicho asistió mas aliviado de estar con los jóvenes.

Mientras tanto.

Giotto miraba deprimido como cada oportunidad su hermanito lo ignoraba por completo eso lo entristecía y frustraba, había comprendido que haber ofendido hasta cierto punto a los Arcobalenos y provocado el enojo del menor, pero ahora no sabía qué hacer para que le perdonada, además, los gemelos y Yamamoto habían elegido otro bando, eso hasta cierto punto le enojaba, pero a la vez comprendía que ellos o por lo menos la mayoría de los hermanos de sus amigos no están tan cómodos al respecto de estar como los "sobrantes", quizás esos tres hayan encontrado donde encajar, sabían muy bien que Takeshi tenía problemas en ser sinceros con ellos hasta con su hermano, los gemelos Dokuro eran extraño, más extraños que su hermano mayor, aunque siempre notó esa aura de soledad, nunca interactuó más de lo necesario con ellos, algunos solo tenían una diferencia de uno o dos años entre ellos, nadie era ingenuo entre el grupo, se daban cuenta de las muchas veces que estaban con ellos para tratar de no estar solos por completo, aunque mayormente siempre serian marcados como los hermanos de los guardianes de los Vongola. Hizo una mueca recordando como de forma repentina Sunji Kei comenzó a estar con su hermano, había algo que no estaba cuadrando y era referencia a su hermano menor, su híper intuición se lo decía, pero sentía que pronto lo sabría y no le gustaría.

Por otro lado Hibari Kyoya, estaba bastante insoportable con todos, los chicos pensaban que el peor la llevaba era él al haber sido el más cercano en la infancia del castaño, pero como arreglar los asuntos cuando la persona implicada los ignoraba como si no fueran nada, habían tratado de todo, el rubio había quedado sin ideas y el tiempo pasaba, esperaba que las vacaciones de invierno relajaran el ambiente o el ánimo de su adorable hermanito, aunque había tenido noticias de su abuelo que ya no necesitan entrenamiento y que estaba listo para tomar el cargo, cosa que le alegraba y preocupaba, solo le faltaba este año para terminar y tomar lo que habían entrenado, solo quería que todo fuera como antes, habían hablado con su madre luego de saber que estaba había hablado a solas con Tsuna, al saber lo que había sido la conversación estaba preocupado aun no podía superar que todo el concepto de su vida perfecta era destruida, luego de pensar un poco de todo podría a ver notado como los ojos de su querido hermanito estaban vacíos, tampoco había ayudado a su hermano menor cuando comenzaban a llamarlo 'Dame-Tsuna', él era muy bueno en todo, fue el alumno más querido y favorito de su antigua escuela.

Suspiro mirando nuevamente a su hermano interactuar con Skull y Colonello desde lo lejos, Tsunayoshi se veía tan feliz a comparación cuando estaban en familia, más y más recordaba y más culpa caía en sus hombros, Nana nunca fue cariñosa con Tsuna aun cuando él estaba presente parecía que solo lo toleraba, también comenzó a recordar cuando su padre volvía de su viaje lo miraba con orgullo y a Tsuna nunca le hablaba aunque se notaba su odio en sus ojos, antes habría pensado que eran su imaginación, pero saber que golpeaban a su propio hijo le repugnaba, anteriormente le preguntaba a su dulce hermanito por los golpes pero este solo encogía de hombros y temblaba un poco, prefirió ignorarlo y seguir jugando.

-Fui estúpido.-murmuro ido, sabiendo que estaban sus guardianes con él que lo miraban preocupados.-Siempre supe que algo pasaba en casa, pero jamás quise saberlo sabiendo que yo era feliz y eso a mí me bastaba.-apretó los puños.-Sabia que Tsuna era intimidado y yo era el favorito en la escuela y jamás dije algo, nunca lo defendí, además Tsuna era muy callado.

-Eras un niño Giotto.-le hablo G fijando su vista en el menor de los Sawada que de forma repentina comenzaba a toser por lo que pudo ver a los lejos notando la preocupación de los Arcobalenos.-Lamentablemente Tsunayoshi tuvo que pagar por algo que no era su culpa.

-Él también era un niño G, él era inocente del odio de mis padres, me repugna mi felicidad, siendo sinceros, una parte de mi le importaba muy poco las cosas que le pasaba a Tsuna.-sonrió con tristeza viendo nuevamente a su hermano que pudo notar había tenido un pequeño ataque, quería acercarse pero sabía que eso podría empeorar.

-Giotto.-murmuro Asari triste por su amigo, nadie sabía que decirle al líder de Vongola.

Estuvieron en silencio, habían tratado de muchas maneras los últimos días de clases de poder hablar con el grupo de Tsuna y los hermanos de este, aunque últimamente los estaban viendo comportándose extraños pero más felices, desde que se habían reunido con Sunji Kei un chico de tercero y último año de la Academia, sabían que el chico era de la mafia, quizás un nuevo guardián, esperaban que las aguas se calmaran en las vacaciones, pensaron en volver a Italia a la mansión Vongola para ver la iniciación de su jefe, los guardianes de este estaban emocionados. Llegaron dos días después de terminar las clases, Giotto había querido despedirse de su madre y hermano, pero como suponía él simplemente los ignoro, fueron a ver el actual jefe, al ver al Octavo con una carta con expresión pensativa prefirieron esperar a que terminada.

-Chicos.-les miro serios.-En una semana debemos presentarnos en la presentación de un nuevo jefe de una mafia poderosa, aunque no específica cual, pero no es aliada de Vongola o si no lo hubiera sabido.

-¿Por qué tan repentino?.-dijo Lampo.

-Puede ser por muchas cosas, el antiguo jefe murió, ha paseo algo interno o una revolución dentro de la misma por el cambio.

-Oh, jejeje ¿Pero porque nos invitan? Digo, si no somos aliados, podría ser una trampa.

-Mi hiper intuición no me dice nada malo y a ti nieto.-le pregunto entregándole la carta.

Luego de leerla dos veces suspiro.-Nada malo pero siento que será algo que nos sorprenderá.

Todos estaban confusos, cuando llego Reborn, estaban aún en la oficina del Octavo para planear la iniciación de Giotto.

-Octavo.-le hizo una sutil reverencia.

-Oh viejo amigo, vienes por lo último trabajo tuyo ¿no?.

Asistió lentamente.-Mi trabajo en Vongola se acaba después de lo vas a pedir Octavo, mi trabajo con el futuro Vongola está hecho, lo entre bastante bien como lo hice con Dino.

-¿Eh? ¿No volverás Reborn?.-dijo sorprendido el rubio siendo que todos miraban al asesino.

-Tu entrenamiento aunque fue pagado era nada más que un favor, pero ya que estas listo, habíamos propuesto con el Octavo que haría algunos trabajos para Vongola mientras dudaba tu entrenamiento, yo ahora seguiré tomando ordenes de Giglio Nero y el de los Arcobalenos, todos somos fieles a dos mandos.-les explicó con molestias, quería volver donde su cielo.

-¿Y no puedes seguir unido a Vongola?.-pregunto curioso Asari.

-Podría.-arrastro la palabra.-Pero no, además Tsunayoshi no está aquí y el necesita bastante entrenamiento.

-¿Mas?.-dijo dudoso G.

Sonrió malicioso.-Es algo en que entretenerse, y ustedes saben que Tsuna es hijo del jefe de Vincade así que siempre es un blanco para muchas fagmilias en el que Bermuda ha encarcelado.

Habían olvidado aquel detalle, el azabache los miro aburrido cuando notó la nota de invitación.

-Oh cierto, Reborn sabes de esto.-pregunto Giotto entregándole la nota.

-Sí, realmente deben ir, todo el mundo de la mafia ida, es un evento que sorprenderá.

-Así que tú sabes de lo que va a suceder viejo amigo.-el mayor miro levemente entristecido al asesino sabiendo lo que pasaba entre los Arcobalenos y su nieto.-Es lamentable que ya no vendrás tan seguido aquí.

-Vendré de visita de vez en cuando como un amigo Timoteo, pero no puedo ayudar en nada.

Asistió comprendiendo.-Gracias por tus servicios estos años.-le entregó una carpeta.-Se que será un éxito.

-Como todos.-se despidió yéndose a cumplir lo último que haría por ese lugar, siempre y cuando no nominaran a su cielo a algo referente a la iniciación del nuevo jefe.

Notas finales:

Bueno, he pensado que hare capitulos contando las vidas de los nuevos guardianes de Tsuna, aunque sigo sin saber si deja a Hibari como guardian de la nube de tsuna o crear otro personaje, esa es la gran duda que tengo.


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