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Cinderella Fantasy por Room 13943

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Notas del capitulo:

¡Hola, hola! Bueno, antes que nada decirles que esta es la primera escena de acción que he escrito en mi yaoistica vida, así que sí queda totalmente asquerosa los entenderé y lo admitiré sin rechistar (aunque espero que no me quedé tan mal, tengo música de Fairy Tail a todo volumen, seguro y me inspira más).

Ahora sí, el capítulo caca: ↓

Kai se encontraba en una esquina, y Al en la otra. Ambos vestidos con el típico uniforme del kendo, empuñando un aibo con las dos manos. ¿Cómo terminó todo así? La respuesta era muy sencilla.

 

—¡Hey, Al! Pensé que ya no vendrías a pelear, amigo— saludo un chico rubio oscuro a Al, saltando hasta estar frente a él. 

—Hola Joe. Sí, algo así— respondió Al.

—¿Y ellos son...?— preguntó, señalando a los cinco que se encontraban atrás de él.

—Unos amigos míos, Joe. Vienen a ver el club, esperando que sea bueno...

—¿Sigues con eso? ¡Venga, hombre! No fue para tanto— gritó Joe, sonriendo de oreja a oreja.

—Si así lo dices...— volteó, dándole la espalda a Joe, ahora digiéndose a los cinco, pero más concretamente a Kai. Algo que no pasó desapercibido para cierto rubio que estaba a su lado—. Bueno, ¿apetece una demostración?— volvió a dirigirse a Joe— Kai quisiera unirse al club, Joe.

Señaló al castaño, que se cruzaba de brasos, paseándo la vista por el lugar. Había estado ignorando absolutamente todo para calificar el sitio. 

—¡Ja! ¿Es en serio, Al? ¿Desde cuándo aceptamos chicas aquí? ¡Pues claro! ¡Desde nunca! Deja de bromear, Al. No estoy de tanto humor como aparento— se excusó Joe.

—Oh, vaya. ¿Sólo por llevar falda no puedo estar aquí? Qué excusa tan mala has dado, ¿qué tal una pelea con el mejor de todos?— sugirió Kai, ahoda totalmente concentrado. 

Los otros tragaron saliva sonoramente, ¿qué tenía en la mente Kai con todo aquéllo? Jayn fue el valiente que se atrevió a posar su mano en el hombro de su amigo y preguntarle susurrante:

—¿Estas seguro, Kai? No creo que sea buena idea todo esto...

—Éstate tranquilo, Jayn. Todo irá bien... espero— lo que respondió no fue del todo convincente, pero su rostro detonaba confianza, así que los cuatro decidieron apoyar, internamente, a Kai, para que o no resultará bastante herido -el que más se lamentaría esto sería Lloyd, por muchas y extensas razones-, o no matará al sujeto con el que tendría que pelear.

—¿Estas segura, eh? Pues bien, acepto el reto. Tiene suerte, porque el que peleara contigo está justo a tu lado— dijo sonriente Joe, señalando a nada más y nada menos que a Al, que se encontraba ceñudo. Lloyd en su mente deseó con todo su corazón que Kai lo matará. Pero, ah, no todo se puede en esta vida tan apestosa. El castaño suspiró, bajando sus brazos para luego mirar a Al.

—¿Preparado, Al?— preguntó, confiado, mostrando una ligera sonrisa en su labios. Al suspiró igualmente y, también sonriendo, asintió con la cabeza.

—Pero te dejaré elegir el método de pelea...— Joe lo interrumpió con un «¡hey!», a lo cual espetó con «cállate, que yo soy el que va a pelear»—, así que, ¿cuál prefieres?

Kai pensó durante unos segundos, buscando la mejor opción con la cual se sintiera en confiaza. Algo que conllevará un arma le sería de gran utilidad, era su punto fuerte. Más si era una espada o katana.

—Tal vez algo que lleve una buena arma integrada— dijo, sonriendo. Al también se quedó pensativo hasta que chasqueó los dedos.

—Kendo, ¿te apetece?— Kai asintió con la cabeza—. Pero es necesario llevar un traje especial y no tenemos para chica...

—Oh, créeme que por mí no hay problema— respondió rápidamente Kai, sintiéndose aliviado por poder volver a usar ropa de hombre aunque fueran por unos minutos.

—Entonces trato hecho.

Ambos se dirigieron a los vestidores. Y así fué como terminaron así.

 

Kai jadeaba y apretaba con todas sus fuerzas el aibo que tenía en manos, como si quisiera hacerse uno con el palo de madera tallada. Movió sus pies descalzos hacia un lado para tener un mayor equilibrio mientras que Al se secaba el sudor en la otra esquina con la manga del traje. 

Lloyd miraba con admiración a Kai y su cara seria que siempre ponía cuando se trataba de luchar contra alguien o algo -para él Al era un "algo" y no un "alguien". Cosas de celos-. 

—Eres bastante buena, Kai. Me sorprendes— reconoció Al, mientras hacia el mismo movimiento que Kai hace unos instantes.

—Gracias, pero cuando peleo prefiero no hablar a menos que sea necesario— le respondió el castaño con una sonrisa medio torcida. «¡Auch!», pensó Cole. Le decían eso a él y se deprimía inmediatamente. Esas palabras habían sido un golpe en la entrepierna, peor que recibir una buena cortada por parte de una espada o un puñetazo por parte de cualquiera -cualquuera que fuera fuerte, cabe aclarar-. 

Al, cómo si hubiera hecho caso omiso al comentario, se abalanzo contra Kai impulsándose con un salto, empuñando la simulada katana a un lado suyo, preparándose para ensestar un golpe vertical. A pesar de que Al era niño, lo hacía excelentemente, pensaba Kai. Y también a pesar de que él ahora mismo poseía un cuerpo de niño, no perdió toda sus habilidades y fuerza como la otra vez en la que todos habían pasado por esto. Por lo tanto, antes de que Al logrará golpearlo, seguramente en la cabeza, esquivó con gran maestría el ataque moviéndose a un lado y, mientras el palo que empuñaba el pelinegro golpeaba con fuerza el suelo de madera, Kai atinó a golpear a éste en la espalda usando el mango del aibo, haciéndo que Al gritará bajo y cayerá al suelo adolorido. 

Kai se apartó a un lado, abalanzando el aibo, secándosé el sudor de la frente como Al, con la manga de aquél traje que era extremadamente caliente y más con la época del año en la que se encontraban. Entre jadeos y quejidos, Al se rindió inmediatamente cuando logró sentarse en el suelo. El castaño sonrió victorioso. 

Cuando Al se pusó de pie -gracias a la ayuda de Joe, que refunfuñaba molesto-, él y Kai se dieron un apretón de manos como buen ganador y perdedor. 

—Fuiste muy buena— admitió Joe.

—Gracias— dijo con desdén Kai.

—¿Piensas unirte, Kai?— inquirió Al miemtras Lloyd y Jayn se acercaban al mencionado para felicitarlo animadamente, Cole y Zane también se acercaron y felicitaron pero más moderados, ellos sabían desde un principio -más Zane- que Kai ganaría.

—No— respondió Kai, dirigiéndose a los vestidores para quitarse el traje y volver a ponerse su tan detestable faldita roja, causando desconcierto por parte de todos los presentes, incluyendo los extras.—. Sólo quería divertirme un rato. Aunque lo que me apetecería sería volver a pelear— dijo una vez quw estuvo de vuelta, ya con su uniforme rojo, a pesar de que era sábado.

—Puedes volver cuando quieras, seguro que todos estarán dispuestos a pelear contra ti— aduló Al, sonriendo.

—Buenos, nos despedimos, o por lo menos Lloyd y yo— Kai tomó por los hombros al desubidaco chico rubio que no podía hacer otra cosas que poner cara de completo idiota al oír esas palabras—. Adiós.

El castaño sacó a Lloyd dándole pequeños empujones. Nadie sabía a donde iban o que harían tan solos, pero lo que era seguro es que tenían una gran -y algo pervertida- idea. Sonrienro resignados y, porque el aburrimiento así lo dictaba, preguntaron a Al si ellos también podían luchar o entrenar, recibiendo una respuesta afirmativa.

Notas finales:

La escena fue corta -la de lucha xD- pero espero que haya sidó entendible todos sus movimientos y esas cosas. 

Y, por si acaso, yo también me pregunto que harán Lloyd y Kai tan solitos, ehhhh (//7/u/7//). 

Espero que les haya gustado y sino, recibiré con una sonrisa (triste :v) sus comentarios. Hasta el próximo capítulito, hamorez. Besos♥

(También espero que la música de Fairy Tail haya servido xDD)


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