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Cinderella Fantasy por Room 13943

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Notas del capitulo:

Ñakañaka v:

En fin, que ya estoy aquí de nuevo con el capítulo siguiente, con menos acción y más romance (?) (y más violación. Okno# No me gustan esas weás, sólo las utilizo para bromear :'v).  ¡También se desvelará al villano de turno! ¡Bieeeeeen! (Si es que no se me olvida poner su nombre xDDDD).

Corriendo escaleras abajo, y casi cayendo de cara contra el suelo en varias ocaciones a base de ésto, por fin lograron pisar tierra. Era una sala espaciosa, blanca, desgastada como todo el edificio, luces colgantes y parpadeantes que sumergían el lugar en oscuridad durante segundos. Pero no se quedaron admirando todo el tiempo el sitio, buscaron con la mirada lo que venía a encontrar, y lo hicieron.

 

—¡No! ¡No! ¡Detente!— chillaba Kai mientras que a base de patadas intentaba alejar al monstruo que lo retenía contra la pared y que sin motivos algunos había empezado a tocarlo con descaro. Se sentía tan asqueroso el simple hecho de tenerlo frente suyo, siempre lo odió y seguía haciendolo, apesar de todo... Y lo seguiría haciendo, mucho más ahora. Él era bastante rencoroso en ocaciones, el perdón no es algo que otorgara tan fácil. Pero en esod instantes era lo que menos importaba, quería alejarlo, salir corriendo y encontrarse con Lloyd, abrazarlo y besarlo. Sólo quería huír de ahí, algo para nada típico, sin embargo estaba débil, mareado, furioso, triste, preocupado, tenía el cuerpo de un niño al igual que sus fuerzas, sólo su mentalidad era la misma. Maldijo incontables veces en su mente. Lo maldijo a él y lo maldijo a todo.

—Qué voz tan linda... En efecto, eres mejor así. De pequeño en verdad eras tierno— rió mirado a Kai con superioridad, y éste sintió el deseo de escupirle en la cara. Y lo hizo. 

Al principio, "la persona" se quedó estática y giró lentamente los ojos hacia su mejilla izquierda. Luego se volvió al castaño nuevamente, y, apretando más su garganta, sacando un chillido en extremo de agudo dolor,  lo arrastró por la pared hasta lanzarlo cerca de las escaleras, en donde, con un grito, fue recibido por alguien más.

 

—¡Kai!— Lloyd gritó y, cuando vio que era lanzado hacia él, no dudo en tratar de recibirlo en sus brazos, lograndolo casi sin creerlo— ¡Kai!— volvió a gritar, llamando la atención de aquél hombre furioso que los miraba con desprecio absoluto. Al, colocándose a la defensiva, pusó su mano en el hombro del rubio, mientras éste abrazaba al mayor contra su pecho. Sentía que las lágrimas saldrían de un momento a otro. 

—¿Lloyd?— preguntó Kai, con una expresión de dolor. Su cuello y garganta dolían como un infierno, el hablar ahora le era casi imposible. Tuvo que hacer esfuerzos para pronunciar el nombre de la persona a la que más deseaba. Pasó su mano por la mejilla del menor y sonrió— ¿Al?

—Kai... Kai... Kai me alegra que estés bien— murmuró el rubio, sosteniendo la mano que lo acariciaba. 

—Chicos, será mejor salir de aquí ahora— dijo Al, sin apartar la mirada del frente, donde el monstruo miraba la escena tan cursi con una sonrisa ladina y cínica. Comenzó a reír entre dientes, pero fue aumentando de tono, hasta que su risa resonaba en todo el lugar, haciéndolo temblar. Lloyd le miró con desprecio y pesar, frunció la boca y gritó a todo pulmón:

—¡Maldito! ¿Cómo te atreviste a hacerle esto a Kai?

—¿Ahora lo defiendes? ¿Ahora te importa?— seguía riendo, mientras su cara se deformaba por eso— Qué patético. Qué estúpido.

—¡Cierra el pico, maldito monstruo! Tú... Tú... ¡Tú no eres ni serás mi padre! ¡Nunca! ¡Me las pagarás por esto!— gritó, poniéndose de pie y cargando a Kai entre sus brazos, subiendo las escaleras, mientras que la persona que dejaban atrás aún reía, pero de una forma menos alegre. Los atraparía y destruiría sin importar qué. La venganza sería suya, y la disfrutaría a cada momento, pero parecía que antes debía encargarse de aquél maldito castaño; el causante del cambio de su hijo. No se lo perdonaría.

 

Kai estaba inconsciente mientras Al y Lloyd corrían, saliendo del lugar que tal vez se haría pedazos de un momento a otro. 

En el camino, chocaron contra Cole y los demás, que los miraron preocupados pero aliviados al mismo tiempo. Después bajaron la mirada hacia los brazos del rubio. El pelinegro ahogó un grito.

—¿Kai...?— susurró Jayn.

—¿Qué ha pasado?— preguntó Zane.

—Antes vayamos a un lugar seguro— jadeó Lloyd—, después les contaré todo. Rápido.

Todos asintieron.

 

—¿Lord Garmadon?— gritó Jayn— ¿Lord Garmadon fue el causante de todo ésto? 

—Así es...— dijo Lloyd, observando la figura castaña que tenía a su lado. Estaba de nuevo en el colegio, en su habitación. Habían logrado salir sin ser vistos y ahora también entrar, algo que agradecieron. Todo estaba tan oscuro ahí afuera. 

Acarició el cabello de Kai y lo vio detenidamente. Su pecho subía y bajaba con mayor regularidad que antes. Tenía raspones y heridas por todos lados, pero los más graves, sin duda alguna, eran la garganta y las piernas. Cada vez que recordaba aquélla escena, de su "padre" tocando a Kai y lanzandoló contra él, su corazón daba un salto doloroso, pidiendo justicia.

—Joder... Cuando creíamos que él no podía causar más problemas...— dijo Cole, suspirando—. Lo sentimos, Lloyd.

—¿Por qué?— inquirió.

—Ya sabes, él es...— empezó Jayn, bajando la mirada. Pero el que terminó fue otro:

—... tú padre— dijo Zane, que se cruzaba de brazos.

El rubio emitió un bufido y miró al techo.

—Sí, pero no— respondió.

—¿Así que ese... monstruo es tu padre?— preguntó Al, incredulo. Lloyd negó, lo miró y después se volvió a Kai, que seguía domitando, aunque hacia ademanes de querer abrir sus ojos. 

—Su corazón y alma fueron corrompidos por la Oscuridad, y entonces también su cuerpo cambió, transformándolo en lo que viste hace poco... La maldad lo dominó y le quitó su sano jucio, ahora sólo busca venganza— explicó, y el azabache asintió.

—¿Y qué pasó con ella? ¿La derrotaron?— se atrevió a preguntar.

—¡Por supuesto!— respondió Cole, sonriente— Fue difícil, sin duda, pero al final lo logramos.

—Me alegro— dijo sincero Al, sentándose junto al otro pelinegro, que se sonrojó levemente.

—¿Qué haremos ahora?— preguntó Zane, bajando sus brazos y pasando su mirada por todos, hasta detenerse en Lloyd, que también lo miraba.

—No lo sé...  Supongo que enfretarnos a él y acabarlo por el momento... Quiero hacerlo pagar por lo que le ha hecho a Kai— dijo, apretando sus puños en las rodillas. 

El castaño se removió y todos lo observaron. Al fin había despertado. 

—¿Eh...? ¿Chicos?

—¡Kai!— gritó Jayn, abalánzandose contra éste. Emitió un quejido de dolor y el castaño claro se apartó, sonriendo nervioso—. Perdón.

—N-no hay problema— rió. 

—Nos alegra tanto que estés bien, Kai— dijo sincero Zane, sonriendo ligeramente. El castaño asintió.

—Yo también me alegro.

—Bueno, ya que estás despierto, los dejaremos solos un rato— él y Jayn, seguidos por los pelinegros que se habían puesto de pie, se dirigieron a la puerta y salieron cerrandola tras de sí. El silencio incómodo inundó el lugar, hasta que Kai apretó sus manos en la ropa del menor, abrazándolo. Éste respondió el abrazo.

—Lloyd...— susurró, mirándo al chico a los ojos. Una mano recorrió su rostro y secó las lágrimas que habían comenzado a fluir de aquellos verdes ojos—. Por favor...— pidió, besándolo pasionalmente. Lloyd entendió inmeditamente. Tomó a Kai por los hombros y, moviéndolo hacia el interior de la cama, lo recostó en ésta, posicionándose encima suyo, sin dejar de besarlo.

Notas finales:

Típico que lo cortas en la parte más interesante de todo el capítulo: el lemon. Que por cierto, será el último... De momento, cuando ésto tenga su fin lo comprenderán, porque de "fin" no habrá mucho (7u7). 

Espero que les haya gustado. Besos♥


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